Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio)

Mini curso para leer juntos, comentar y comprender la primera encíclica del Papa Francisco "Lumen Fidei”, La Luz de la Fe

Semana del 8 de julio de 2013. Introducción: La Luz de la Fe

Semana del 15 de julio de 2013. Capítulo 1: Hemos creído en el amor

Semana del 22 de julio de 2013. Capítulo 2: Si no creéis, no comprenderéis

Semana del 29 de julio de 2013. Capítulo 3: Transmito lo que he recibido

Semana del 5 de agosto de 2013. Capítulo 4: Dios prepara una ciudad para ellos

Moderadores: Catholic.net, Ignacio S, hini, Moderadores Animadores

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mar Jul 23, 2013 1:09 pm

Capítulo II. "Si no creéis, no comprenderéis". Lumen Fidei
Capítulo segundo de la Carta Encíclica Lumen Fidei, sobre la fe. De S.S. el Papa Francisco, 29 junio 2013

Fe y verdad
Del amor y conocimiento de la verdad.
La fe como escucha y visión
El dialogo entre fe y razón
Fe y búsqueda de Dios
Fe y Teología


Este segundo capítulo de la Encíclica se trata de la relación entre la fe, la verdad y el conocimiento. El peligro de relativizar la verdad. Cómo la fe cristiana permite entender la verdad. La relación entre la fe, la verdad y el amor, y su poder de transformarnos. La necesidad de abrirnos a la luz del amor, propio de la fe y escuchar y responder a la Palabra de Dios, buscarlo, encontrarlo, seguirlo, procurar conocerlo cada vez más con la ayuda de la Iglesia.

"Samaria es la capital de Efraím, y el hijo de Romelía es sólo jefe de Samaria. (Pues bien, dentro de cinco o seis años Efraím será destruido, dejará de ser un pueblo.) Pero si ustedes no creen, no permanecerán" Isaías 7, 9.
Imagen
Isaías era un profeta en tiempos de crisis en el Siglo VIII antes de Cristo. Vio la derrota y aniquilación del reino de Israel (norte) y como Judá también estaba a punto de desaparecer pocos años después por las mismas causas.

La primera sección de su "libro" describe el problemática situación de Judá de ser el pueblo de Dios y estar lleno de pecado. Se centra en la vida del rey Acaz y sus luchas para creer en el Señor.


"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mar Jul 23, 2013 4:52 pm

Imagen

En este segundo capítulo de la Encíclica, Su Santidad el Papa Francisco demuestra la estrecha relación entre fe y verdad; la verdad inmensa de Dios, su presencia fiel en la historia. "La fe, sin verdad, no salva. Se queda en una bella fábula, la proyección de nuestros deseos de felicidad." Y hoy, debido a la "crisis de verdad en que nos encontramos", es más necesario que nunca subrayar esta conexión, porque la cultura contemporánea tiende a aceptar solo la verdad tecnológica, lo que el hombre puede construir y medir con la ciencia y lo que es "verdad porque funciona", o las verdades del individuo, válidas solo para uno mismo y no al servicio del bien común. Hoy se mira con recelo la "verdad grande, la verdad que explica la vida personal y social en su conjunto", porque se la asocia erróneamente a las verdades exigidas por los regímenes totalitarios del Siglo XX. Esto, implica el "gran olvido en nuestro mundo contemporáneo", que olvida la pregunta sobre la verdad, sobre el origen de todo, la pregunta sobre Dios.

Esta Carta Encíclica subraya el vínculo entre fe y amor, entendido no como "un sentimiento que va y viene", sino como el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da nuevos ojos para ver la realidad.

La fe está ligada a la verdad y al amor, así que, "amor y verdad no se pueden separar", porque sólo el verdadero amor resiste la prueba del tiempo y se convierte en fuente de conocimiento. El conocimiento de la fe nace del amor fiel de Dios, "verdad y fidelidad van juntos". La verdad que nos abre la fe es una verdad centrada en el encuentro con Cristo encarnado, que, viniendo entre nosotros, nos ha tocado y nos ha dado su gracia, transformando nuestros corazones.

El Santo Padre abre una amplia reflexión sobre el "diálogo entre fe y razón", sobre la verdad en el mundo de hoy, donde a menudo viene reducida a la "autenticidad subjetiva", porque la verdad común da miedo. Si la verdad es la del amor de Dios, entonces no se impone con la violencia, no aplasta al individuo. Por esta razón, la fe no es intransigente, el creyente no es arrogante; la verdad nos lleva a ser humildes y conduce a la convivencia y el respeto del otro. De ello se desprende que la fe lleva al diálogo en todos los ámbitos: en el campo de la ciencia, ya que despierta el sentido crítico y amplía los horizontes de la razón, invitándonos a mirar con asombro la Creación; en el encuentro interreligioso, en el que el cristianismo ofrece su contribución; en el diálogo con los no creyentes que no dejan de buscar, que "intentan vivir como si Dios existiese", porque "Dios es luminoso, y se deja encontrar por aquellos que lo buscan con sincero corazón". "Quién se pone en camino para practicar el bien, se acerca a Dios", afirma S. S. el Papa Francisco.

Nos habla también de la teología y afirma que es imposible sin la fe, porque Dios no es un mero "objeto", sino que es: Sujeto que se hace conocer. La teología es participación del conocimiento que Dios tiene de sí mismo; se desprende que debe ponerse al servicio de la fe de los cristianos y que el Magisterio de la Iglesia no es un límite a la libertad teológica, sino un elemento constitutivo porque garantiza el contacto con la fuente original, con la Palabra de Cristo.

“La fe sin verdad no salva, no vuelve seguros nuestros pasos”
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Mar Jul 23, 2013 5:26 pm

Hini: tenés razón.

Preguntás: Por qué creemos? Cuál es la importancia de creer?
Creo por gracia de DIOS y porque, a la vez por su gracia, cada día la pido que me la sostenga y aumente.
En mí la fe consiste en creer en DIOS, en su Amor misericordioso y providente. Todo lo perdona y nos procura todo lo necesario (y mucho más porque nos sabe derrochones) para poder seguirlo.
Pero, esto que se dice tan lindo, en el contexto de mi vital historia de salvación, como la de Israel: idas y vueltas, pecados y reconciliaciones, luces y sombras.
Experimento que, por largos y pesados períodos, mi fe convivió con densas oscuridades (en especial por problemas familiares y de salud). Mi actitud, que aún sigo usando en algunas circunstancias es esperar (en el sentido pasivo de la palabra) dejar que pase el tiempo y con el tiempo la situación que estaba viviendo. De a poco fui dando frases de Jesús a mis maneras de ser/hacer: "Permaneced en mí amor".
Mi fe es saber que siempre y sobretodo en los momentos más difíciles pese a no verlo ni oirlo, nada, ÉL está conmigo.
En los frutos lo conozco. En ver que superé esa etapa (pocas veces como yo quería) y sigue la vida.
Puedo contarles más pero, no ahora. Chau. Tralalá
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
Imagen
Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
Avatar de Usuario
tralalá
 
Mensajes: 8780
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Argentina

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mié Jul 24, 2013 10:54 am

En esta Capitulo 2º. S. S. el Papa Francisco se refiere a la relación entre la fe y la verdad, la fe y la razón, así como el diálogo entre la fe y la teología.

Diálogo entre fe y razón
El hombre tiene necesidad de conocimiento, de verdad, porque sin ella no puede subsistir, no va adelante. La fe, sin verdad, no salva, no da seguridad a nuestros pasos. La fe es capaz de ofrecer una luz nueva, superior, ve más allá, porque comprende la actuación de Dios, que es fiel a su alianza y a sus promesas. Isaías 7,9.

En la vida de San Agustín encontramos un ejemplo significativo de este camino en el que la búsqueda de la razón, con su deseo de verdad y claridad, se ha integrado en el horizonte de la fe, del que ha recibido una nueva inteligencia. San Agustín acepta la filosofía griega de la luz con su insistencia en la visión. Su encuentro con el neoplatonismo le había permitido conocer el paradigma de la luz, que desciende de lo alto para iluminar las cosas, y constituye así un símbolo de Dios. San Agustín comprendió la trascendencia divina, y descubrió que todas las cosas tienen en sí una transparencia que pueden reflejar la bondad de Dios, el Bien. Comprender que Dios es luz dio a su existencia una nueva orientación, le permitió reconocer el mal que había cometido y volverse al bien.

Este encuentro con el Dios de la Palabra no hizo que San Agustín prescindiese de la luz y la visión. Integró ambas perspectivas, guiado siempre por la revelación del amor de Dios en Jesús. Y así, elaboró una filosofía de la luz que integra la reciprocidad propia de la palabra y da espacio a la libertad de la mirada frente a la luz. Igual que la palabra requiere una respuesta libre, así la luz tiene como respuesta una imagen que la refleja. San Agustín, asociando escucha y visión, puede hablar entonces de la "palabra que resplandece dentro del hombre".

La luz de la fe, unida a la verdad del amor, no es ajena al mundo material, porque el amor se vive siempre en cuerpo y alma; es una luz encarnada, que procede de la vida luminosa de Jesús. Ilumina la materia, confía en su ordenamiento, sabe que en ella se abre un camino de armonía y de comprensión cada vez más amplio. La mirada de la ciencia se beneficia así de la fe: ésta invita al científico a estar abierto a la realidad, en toda su riqueza inagotable. La fe despierta el sentido crítico, en cuanto que no permite que la investigación se conforme con sus fórmulas y la ayuda a darse cuenta de que la naturaleza no se reduce a ellas. Invitando a maravillarse ante el misterio de la creación, la fe ensancha los horizontes de la razón para iluminar mejor el mundo que se presenta a los estudios de la ciencia.
Imagen

En las Confesiones de San Agustín podemos ver, como llega a la luz de la fe. Predico el Evangelio y de allí surgió como una figura destacada del Cristianismo.

No perdamos la fe, es la luz que ilumina nuestra vida.
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor lindoro50 » Mié Jul 24, 2013 11:56 am

Capítulo segundo.

¿Qué nos pide este proceso?
En referencia a la figura bíblica de Abraham, la fe en este capítulo se explica como escuchar de la Palabra de Dios, proponernos a salir del aislamiento de nuestro propio yo, para abrirnos a una nueva vida y "promesa" del futuro, que hace posible la continuidad de nuestro camino en el tiempo, uniéndonos así fuertemente a la esperanza. La fe también se caracteriza por la "paternidad", porque el Dios que nos llama no es un Dios extraño, sino que es Dios Padre, la fuente de bondad que es el origen de todo y sostiene todo. La fe es confiarse al amor misericordioso de Dios, que siempre acoge y perdona, que endereza "lo torcido” de nuestro comportamiento, es disponibilidad a dejarse transformar una y otra vez por la llamada de Dios "es un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de fiarse y confiarse, para poder ver el camino luminoso del encuentro entre Dios y los hombres, la historia de la salvación." (n. 14). Y aquí está la "paradoja" de la fe: el volverse constantemente al Señor hace que el hombre sea estable, y lo aleja de los ídolos.
¿Cruzaremos el mar, subiremos al cielo para encontrar a Cristo o estamos esperando que El llegue hasta nosotros?
En la contemplación de la muerte de Jesús reforzamos nuestra fe, porque Él revela su inquebrantable amor por el hombre. En cuanto resucitado Cristo es "testigo fiable", "digno de fe", a través del cual Dios actúa realmente en la historia y determina el destino final. Pero hay "otro aspecto decisivo" de la fe en Jesús: "La participación en su modo de ver". La fe, en efecto, no sólo mira a Jesús, sino que también ve desde el punto de vista de Jesús, con sus ojos. Usando una analogía, el Papa explica que, como en la vida diaria, confiamos en "la gente que sabe las cosas mejor que nosotros" - el arquitecto, el farmacéutico, el abogado - también en la fe necesitamos a alguien que sea fiable y experto en "las cosas de Dios" y Jesús es "aquel que nos explica a Dios." Por esta razón, creemos a Jesús cuando aceptamos su Palabra, y creemos en Jesús cuando lo acogemos en nuestras vidas y nos confiamos a él. Gracias a la fe, el hombre se salva, porque se abre a un Amor que lo precede y lo transforma desde su interior. Y esta es la acción propia del Espíritu Santo: "El católico puede tener los ojos de Jesús, sus sentimientos, su condición filial, porque se le hace partícipe de su Amor, que es el Espíritu" (n. 21). Fuera de la presencia del Espíritu, es imposible confesar al Señor. Por lo tanto, "la existencia creyente se convierte en existencia eclesial", porque la fe se confiesa dentro del cuerpo de la Iglesia, como "comunión real de los creyentes." Los católicos somos "uno" sin perder nuestra individualidad y en el servicio a los demás cada uno gana su propio ser. Por eso, "la fe no es algo privado, una concepción individualista, una opinión subjetiva", sino que nace de la escucha y está destinada a pronunciarse y a convertirse en anuncio.
lindoro50
 
Mensajes: 318
Registrado: Dom Mar 27, 2011 1:02 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mié Jul 24, 2013 8:31 pm

La fe

En el Catecismo de la iglesia Católica, en el Primer Mandamiento de la Ley de Dios nos habla de la fe, espernza y caridad, en las citas: 2087, 2088, 2089.

Nuestra vida moral tiene su fuente en la fe en Dios que nos revela su amor. San Pablo habla de la “obediencia de la fe” (Rm 1, 5; 16, 26) como de la primera obligación. Hace ver en el “desconocimiento de Dios” el principio y la explicación de todas las desviaciones morales (cf Rm 1, 18-32). Nuestro deber para con Dios es creer en Él y dar testimonio de Él.

El primer mandamiento nos pide que alimentemos y guardemos con prudencia y vigilancia nuestra fe y que rechacemos todo lo que se opone a ella. Hay diversas maneras de pecar contra la fe.

La duda voluntaria respecto a la fe descuida o rechaza tener por verdadero lo que Dios ha revelado y la Iglesia propone creer. La duda involuntaria designa la vacilación en creer, la dificultad de superar las objeciones con respecto a la fe o también la ansiedad suscitada por la oscuridad de esta. Si la duda se fomenta deliberadamente, puede conducir a la ceguera del espíritu.

La incredulidad es el menosprecio de la verdad revelada o el rechazo voluntario de prestarle asentimiento. “Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma; apostasía es el rechazo total de la fe cristiana; cisma, el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos” (CIC can. 751).

Imagen

La fe desde el punto de vista religioso se refiere a la totalidad de creencias, principios y pensamientos que hacen parte del fiel o creyente de dicha religión.

Nuestra vida moral tiene su fuente en la fe en Dios, que nos revela su amor. San Pablo nos habla de la "obediencia de la FE", como de la primera obligación. Hace ver en el "desconocimiento de Dios", el principio y la obligación de todas las creencias morales. Nuestro deber para con Dios es creer en ÉL y dar testimonio de ÉL.
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Jue Jul 25, 2013 10:08 am

Por qué creemos? Cuál es la importancia de creer?
Agrego ¿Cómo es mi fe?

Soy confusa y contradictoria en general y particularmente en estos temas.
Quizás porque no fui pronta y generosa en mis respuestas, mi vida fue y sigue siendo como arrastrada, sin alcanzar a despegar del todo hacia el Amor. Aunque siempre agradecí la fe que nunca me faltó, no la ejercí suficientemente. Cuando me parecía que sí era por enfermiza euforia. He necesitado buscar la estabilidad, el término medio pero, ¿no es tibieza?
Entonces la fe que se fue desarrollando en mí es la de creer que de todos mis pasos, malos y buenos, torpes y hábiles, dudosos o seguros, etc. DIOS en definitiva saca buenos frutos. Basta que confíe en ÉL y entonces tienda hacia ÉL sabiendo que no me dejará caer.
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
Imagen
Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
Avatar de Usuario
tralalá
 
Mensajes: 8780
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Argentina

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor bonifacia » Jue Jul 25, 2013 5:31 pm

Buenas tardes amigos(as) : :mrgreen: Autor: Papa Francisco | Fuente: Vatican.va
Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis. Lumen fidei
Capítulo segundo de la carta encíclica Lumen fidei, sobre la fe. Papa Francisco, 29 junio 2013

Fe y verdad

Amor y conocimiento de la verdad

La fe como escucha y visión

Diálogo entre fe y razón

Fe y búsqueda de Dios

Fe y teología



1.-¡A que está siendo fácil leerla?
El Santo Padre Francisco I, ha tenido la gentileza de comunicarnos sus principales ideas fundamentales de la fe, la razón de creer de una forma humana y sobrenatural de la existencia del verdadero Dios de la santísima trinidad que al profesar la fe cristiana habremos de demostrar con nuestros ideales, comportamientos y actos ante el mundo.

¿Por qué creemos? ¿ Cuál es la importancia de creer?
La creencia se da en la persona por convicción donde se cumple los principios de la doctrina cristiana, y la fe es la luz plena de nuestra existencia y que brota del corazón porque no somos cristianos pasivos ante la palabra de Dios, ante sus manifestaciones que se da en nosotros mediante el amor verdadero consigo mismo y con los demás , porque nuestra creencia cristiana esta cimentada por la fe, en el amor de Dios, en la verdad, la revolución del conocimiento, la fidelidad, obediencia, donde la razón nos da el entendimiento para entender nuestra fe ,la ciencia de la fe nuestra teología cristiana nos adentra a valorar , profundizar el amor de Dios y su manifestación sobrenatural al hombre y nos permite conocer el camino a seguir teniendo por ejemplo a Jesucristo hasta nuestra redención humana, el sentido trascendental del hombre a la vida eterna al termino de nuestra existencia y la presencia de Dios en ella.

Reflexionemos lo que nos dice Santa Teresita del niño Jesús :
“Te invito a ver que la Pequeñez Espiritual, el Divino Estado de Víctima y el Martirio de Amor son una sola cosa. Ninguno de ellos puede existir en el alma sin los otros dos. Por lo tanto, el desear uno de éstos es desear los tres. Es un trío bendito de dones, de gracias, y de ser Espiritualmente Uno con Jesús.”


"Que la santísima trinidad los bendiga y la Santísima Aadre nos cubra con su manto virginal de Madre", Gracias.


bonifacia
 
Mensajes: 89
Registrado: Dom May 19, 2013 4:10 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Vie Jul 26, 2013 10:41 am

"¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe!"
S. S. el Papa Francisco.

Imagen

Si no creemos, no comprendemos. Y a propósito de este mensaje de Su Santidad, si no cerremos en Dios, como vamos a comprender, y si no creemos en nuestros padres, abuelos, familia, no comprenderemos

Los jóvenes y los niños si no comprenden a los padres, abuelos, maestros...???

Padres de familia, si no creemos en los niños y no los comprendemos.

Apliquemos la Paternidad Responsable y no olvidemos a la Sagrada Familia, imitémosla.

Todos debemos de creer, para comprender, desde luego creer en Dios, primero y comprender cuáles son sus designios y para que venimos a esta vida que ÉL nos regalo.
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Vie Jul 26, 2013 5:10 pm

Los que creen

Felices los que no te vieron, y creyeron en Ti. Felices los que no contemplaron tu semblante y confesaron tu divinidad. Felices los que, al leer el Evangelio, reconocieron en Ti a Aquel que esperaban. Felices los que, en tus Enviados, divisaron tu divina presencia.

Felices los que, en el secreto de tu corazón, escucharon tu voz y respondieron. Felices los que, animados por el deseo de palpar a Dios, té encontraron en el misterio. Felices los que, en los momentos de obscuridad, se adhirieron más fuertemente a tu luz.
Imagen
Felices los que, desconcertados por la prueba, mantienen su confianza en Ti. Felices los que, bajo la impresión de tu ausencia, continúan creyendo en tu proximidad. Felices los que, no habiéndote visto, viven la firme esperanza de verte un día. Amén.

Fuente: “Encuentro” del Padre Ignacio Larrañaga.
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor patricio » Vie Jul 26, 2013 8:55 pm

Por qué creemos? Cuál es la importancia de creer?

Personalmente yo creo, porque hay una gran fuerza en mi corazón que me hace entregarme, sin limites a Cristo, no soy un gran pensador e intelectual, pero el mensaje que nos dejo Jesús esta injertado en cada acción que vaya a realizar en la vida. Importancia de creer? Nosotros como hombres religiosos y creyentes debemos estar en camino y dispuestos a dejarnos guiar, a salir de nosotros mismos, para encontrar al Dios que sorprende siempre, cuando uno se acerca a él, la luz humana no se disuelve en la inmensidad luminosa de Dios, sino que se hace mas brillante, cuanto mas próxima esta del fuego originario. Cuanto mas nos sumergimos en la luz de Cristo, somos más capaces de entender y acompañar el camino de los hombres a Dios y vamos a lograr a través de nuestra experiencia del diario vivir enriquecernos con el cariño y la paz que el Dios vivo nos entrega permanentemente.

Si no creéis no comprenderéis es la traducción de los 70 a las palabras del profeta Isaías a rey Acaz, por el texto hebreo dice si no creéis no subsistiréis, donde el rey busca la seguridad de una alianza con el imperio de Asiría. El profeta le invita a fiarse únicamente de la verdadera roca que no vacila, del Dios de Israel
El hombre tiene necesidad de verdad, sin ella no puede subsistir; la fe sin verdad no salva pero gracias a su unión intrínseca con la verdad es capaz de ofrecer una luz nueva porque ella comprende la actuación de Dios que es fiel y a su alianza y a sus promesas. Con el corazón se cree y en la biblia el corazón es el centro del hombre donde se entrelazan todas sus dimensiones: cuerpo y espíritu, la interioridad de la persona y su apertura al mundo y los otros, el entendimiento, la voluntad, la afectividad; la comprensión de la fe es la que nace cuando recibimos el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da ojos nuevos para ver la realidad.
El amor y la verdad no se pueden separar, sin amor, la verdad se vuelve fría, impersonal para la vida de la persona. El conocimiento de la fe, por nacer del amor de Dios que establece la alianza, ilumina un camino en la historia, por eso, en la biblia, verdad y fidelidad van unidas y el Dios verdadero, es el Dios fiel, aquel que mantiene sus promesas y permite comprender su designio a lo largo del tiempo. El conocimiento asociado a la palabra es siempre personal: reconoce la voz, la acoge en libertad y la sigue en obediencia, por eso San Pablo habla de la obediencia de la fe; esta es un conocimiento que se aprende solo en un camino de seguimiento, la escucha a representar el nexo entre conocimiento y amor. La conexión entre el ver y el escuchar, como órganos de conocimiento de la fe, aparece con claridad en evangelio de S. Juan; la escucha de la fe requiere seguimiento como en caso de primeros discípulos que oyeron sus palabras y lo siguieron, a veces la visión de los signos de Jesús precede a la fe, como en caso de resurrección de Lázaro, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en El.
La luz del amor se enciende cuando somos tocados en el corazón acogiendo la presencia interior del amado que nos permite reconocer su misterio y por eso entendemos a S. Juan que dice que junto al ver y escuchar, la fe también es un tocar, ella no es intransigente sino que crece en la convivencia, que respeta al otro; el creyente no es arrogante, la verdad lo hace humilde, sabiendo que ella le abraza y le posee; la seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el testimonio y el diálogo con todos.
Podemos entender que el camino de un hombre religioso, pasa por la confesión de un Dios que se preocupa de el y que no es inaccesible, este hombre trata de reconocer los signos de Dios en las experiencias cotidianas de su vida, en la fecundidad de la tierra y en todo movimiento del cosmos.
patricio
 
Mensajes: 255
Registrado: Jue Ene 19, 2012 9:39 am

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor lindoro50 » Sab Jul 27, 2013 11:12 am

Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (Jul. 27)
Por qué creemos? Cuál es la importancia de creer?

El Papa abre una amplia reflexión sobre el "diálogo entre fe y razón", sobre la verdad en el mundo de hoy, donde a menudo viene reducida a la "autenticidad subjetiva", porque la verdad común da miedo, se identifica con la imposición intransigente de los totalitarismos. En cambio, si la verdad es la del amor de Dios, entonces no se impone con la violencia, no aplasta al individuo. Por esta razón, la fe no es intransigente, el creyente no es arrogante. Por el contrario, la verdad vuelve humildes y conduce a la convivencia y el respeto del otro. De ello se desprende que la fe lleva al diálogo en todos los ámbitos: en el campo de la ciencia, ya que despierta el sentido crítico y amplía los horizontes de la razón, invitándonos a mirar con asombro la Creación; en el encuentro interreligioso, en el que el cristianismo ofrece su contribución; en el diálogo con los no creyentes que no dejan de buscar, que "intentan vivir como si Dios existiese", porque "Dios es luminoso, y se deja encontrar por aquellos que lo buscan con sincero corazón". "Quién se pone en camino para practicar el bien - afirma el Papa - se acerca a Dios". Por último, la LF habla de la teología y afirma que es imposible sin la fe, porque Dios no es un mero "objeto", sino que es Sujeto que se hace conocer. La teología es participación del conocimiento que Dios tiene de sí mismo; se desprende que debe ponerse al servicio de la fe de los cristianos y que el Magisterio de la Iglesia no es un límite a la libertad teológica, sino un elemento constitutivo porque garantiza el contacto con la fuente original, con la Palabra de Cristo.
lindoro50
 
Mensajes: 318
Registrado: Dom Mar 27, 2011 1:02 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tito » Sab Jul 27, 2013 9:20 pm

Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis. Lumen fidei

Me llega a la mente esto de San Agustin:

"Creo para comprender, comprendo para creer mejor".



El Papa nos habla sobre la conexión que tiene que haber entre fe y verdad, para que una fe sea autentica y valida tiene que estar basada en la verdad, pero no en la verdad subjetiva, en donde el sujeto es la medida de las cosas. Al citar a Isaías nos da la pista en donde se tiene que buscar o mas bien quien es la verdad: Dios, el Dios fiel que cumple sus promesas.

El mundo moderno ya no busca la verdad, sino las pequeñas verdades, la verdad en la ciencia, en la tecnologia y las falsas verdades, la verdad del relativismo.


Se ama lo que se conoce y se tiene que conocer para poder amar. Es un dialogo entre conocimiento y amor. Cuanto mas se ama mas se conoce al amado, asi Dios que nos ama, El que es el Amor, es el que nos conoce mucho mejor que nosotros mismos.
El hombre de fe ama a Dios, tiene que amarlo, por eso se dice que si verdaderamente crees, es porque crees con el corazon (Rm 10,10). Amor y verdad, verdad y fidelidad, si estas en la verdad eres fiel porque amas.
¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal;
que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad;
que dan amargo por dulce, y dulce por amargo! Isaías 5,20


Imagen
Avatar de Usuario
tito
Moderador Animador
 
Mensajes: 1881
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Dom Jul 28, 2013 4:46 pm

Creer, comprender, amar y las palabras del Papa en las JMJ
me trajeron una idea .......................................... impracticable.
Pero, quizás, un pedacito de esa idea se puede realizar.
Pensaba en que así como se hace una catequesis diferencial para personas con menor capacidad de pensamiento.
¿Se podria hacer asimismo una catequesis diferencial para quienes tenemos algún tipo de trastorno afectivo?
Ya sé que el Amor trasciende los sentimientos que son pasajeros, que lo importante es el deseo del bien del otro y pocurarlo en la medida que está al alcance de uno. Que la fidelidad debe ser en las buenas y en las malas.
Eso lo fui aprendiendo de a poco con la cabeza y busco ejercerlo con la voluntad.

Pero, mis sentimientos, aún ahora que hace años estoy muy estable, suelen distorsionarme la realidad.
Sé que somos muchos los que padecemos estos problemas pero, eso de reunirnos en una catequesis, es utópico.
Sí y se los agradeceré mucho, pueden ayuderme ustedes, los que participan en este curso.
Haciendo algún comentario, aunque sea que no entienden, a los mensajes en los que con esfuerzo les abro mi corazón.
DIOS los bendiga. Tralalá
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
Imagen
Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
Avatar de Usuario
tralalá
 
Mensajes: 8780
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Argentina

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Dom Jul 28, 2013 7:01 pm

¡Qué bien, Hini! Cuando te propongas hacerlo podré colaborar, puedo compartir décadas de propia experiencia hasta este momento que a mis 62 estoy mejor que nunca.
Desde ya anticipo una actitud muy valiosa: Saber pedir ayuda cuando hace falta.
Lo acabo de hacer aquí y ya me descomprimí mucho.
Muchas gracias. Tralalá
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
Imagen
Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
Avatar de Usuario
tralalá
 
Mensajes: 8780
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Argentina

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor maguisena » Dom Jul 28, 2013 9:43 pm

Por qué creemos? Cuál es la importancia de creer?
La palabra hebrea amen significa precisamente creo, estoy seguro. Cuando rezamos o respondemos en misa a muchas de las palabras del sacerdote contestados amen, muchos no comprenden el significado de esta palabra y la dicen por costumbre. Lo cierto es que amen proviene de leha’amin que significa cierto o bien creo, estoy seguro, es digno de confianza.
Para poder creer debemos tener fe, y amor, pues a quien amamos decimos todo si, sin importar que sea. En Dios creemos aunque no lo hayamos visto físicamente, eso no importa, pues le amamos y sabemos de su existencia pues lo sentimos, lo llevamos dentro de nuestro ser.
En Juan 3:36 usa la palabra πιστεύων (pisteuó) que significa: Creer, pero no como mero asentimiento mental sino un creer obedeciendo. El creer en la palabra no significa solo oírla, rezarla, hablarla, o estar orgullosos de ella, sino llevarla a la práctica y obedecerla. Ya que implica un acto de amor y a veces de sacrificio.
La fe salvadora es la confianza en Dios, puesta en Su Palabra, pero también La fe (PISTIS) tiene también el sentido de la verdad. Ya que la fe y la verdad, van de la mano. La fe que creemos es la verdad. Cristo dijo: “Yo soy el camino, la verdad…” (Juan 14: 6). Creer en Jesucristo es creer en la verdad.
Por qué creemos? Porque tenemos una necesidad interior de algo muy superior a nosotros, pues nuestro sentir se une a nuestra razón, el pensamiento de Dios ronda la mente de todos y así ha sido siempre desde tiempos inmemoriales. No hay ningún pueblo, cultura, tiempo, época, sin religión. Es algo que ha acompañado al hombre desde siempre, como la sombra sigue al cuerpo. Él porque creo en Dios, porque sin el no me puedo explicar la existencia, lo que me rodea, porque sin Dios la vida no tiene sentido, si no hubiera trascendencia, de que serviría el vivir?. Creo en Dios por las maravillas de su creación, porque todo existe, porque me dio la capacidad de pensar, de ser diferente a los animales, de requerir su presencia y sobretodo su existencia. Porque si analizo tan solo el cuerpo humano, creo que el constructor debe de haber sido tan grande para crear tanta perfección.
La importancia de creer? Es de suma importancia ya que debe de haber una razón para existir, y para morir, es decir, da razón a nuestra vida y esa razón es Dios. Da razón al por qué estamos en este mundo, da razón al dolor y al sufrimiento,
Es un en búsqueda de respuestas que ni la ciencia ni la técnica le pueden dar.
Es una necesidad del ser humano a aferrarnos a Dios, es el sentidos amados, el sentirnos protegidos.
Es un refugio en donde el hombre pueda buscar respuestas a las preguntas más esenciales de su ser. Estas son solo pequeñas respuestas pero hay mil razones de la importancia de Creer y de Creer en lo mejor que es Dios
maguisena
 
Mensajes: 85
Registrado: Mar Jun 11, 2013 4:22 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Lun Jul 29, 2013 9:00 am

maguisena: Muy de acuerdo.
¿Saben que obedecer proviene del latín oboedire a su vez de ob-audire?
Es decir que significa escuchar. Escuchar con atención.
Cuando lo que escuchamos de ese modo es la Palabra de DIOS, Cristo mismo,
entonces se hace carne en nosotros y podemos llevarla a la práctica.
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
Imagen
Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
Avatar de Usuario
tralalá
 
Mensajes: 8780
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Argentina

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor dchelini » Lun Jul 29, 2013 7:26 pm

Estimados compañeros del curso:

Debo reconocer que durante esta semana tuve la mente y el corazón en Rio.
Fué màs fuerte.

La Fe iluminó el camino y con certeza modificó el rumbo de muchas vidas sobre todo jóvenes.
Es una gracia inmensa de Dios a toda la humanidad.
Quedamos asombrados de la obra del Espíritu Santo sobre el Papa y toda la Iglesia.
Qué agradable es pertenecer a la Iglesia de Cristo en esta tierra y en el futuro gozar de su presencia viendolo cara a cara.!

Poco he podido leer y reflexionar sobre el capitulo II, del que me pareció más intenso que los anteriores. Hasta diría, que se hace necesario alguna aclaración de conceptos para ser mejor aprovechado.

Durante esta semana, nos pondremos al día.

Saludos y un abrazo grande a todos.
dchelini
 
Mensajes: 7
Registrado: Vie Jul 05, 2013 3:27 pm

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Lun Jul 29, 2013 9:37 pm

dchelini: Creí haberte respondido que andaba en parecidas. Agregué lo que tenía "compactado" hasta ahora.
Debo haberme ido sin clicar "enviar". Ahora volví para agregar un poco más y me doy cuenta que no figura mi mensaje.
Gracias a DIOS lo tengo archivado.
DIOS te bendiga. Tralalá
Acá va:
CAPÍTULO SEGUNDO
SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS
(cf. Is 7,9)

Fe y verdad

Debemos creer para comprender y más aún para subsistir.
Es decir, tenemos que confiar en la verdadera roca que no vacila, cimentar la propia seguridad sobre su Palabra, fundamento indestructible de fidelidad a la alianza.
San Agustín, en sus Confesiones, habla de fiarse de la verdad para mantenerse en pie.
Así quiere mostrar cómo esta verdad fidedigna de Dios es su presencia fiel a lo largo de la historia, su capacidad de mantener unidos los tiempos, recogiendo la dispersión de los días del hombre.
Entonces el hombre tiene necesidad de conocimiento, tiene necesidad de verdad, porque sin ella no puede subsistir, no va adelante.

La fe no es mera ilusión ni bella fábula ni sentimiento que consuela y entusiasma sino gracias a su unión intrínseca con la verdad, la fe es capaz de ofrecer una luz nueva que ve más allá, porque comprende la actuación de Dios, que es fiel a su alianza y a sus promesas.

Por eso se nos propone, para recuperar la luminosidad de la fe, la tarea de volver a unirla con la verdad.
En nuestro mundo contemporáneo la verdad grande que explica la vida personal y social en su conjunto, es vista con sospecha de totalitarismo. Se da preferencia a los relativismos. Dejan de lado la pregunta sobre el origen de todo, a cuya luz se puede ver la meta y, con eso, también el sentido del camino común.

Amor y conocimiento de la verdad

« Con el corazón se cree » (Rm 10,10). En la Biblia el corazón es el centro del hombre, donde se entrelazan todas sus dimensiones: el cuerpo y el espíritu, la interioridad de la persona y su apertura al mundo y a los otros, el entendimiento, la voluntad, la afectividad. La comprensión de la fe es la que nace cuando recibimos el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da ojos nuevos para ver la realidad.
El amor verdadero unifica todos los elementos de la persona y se convierte en una luz nueva hacia una vida grande y plena.
La concepción bíblica de la fe es expresión eminente del descubrimiento del Amor como fuente de conocimiento. El conocimiento de la fe, por nacer del amor de Dios que establece la alianza, ilumina un camino en la historia. El conocimiento de la fe ilumina no sólo el camino particular de un pueblo, sino el decurso completo del mundo creado, desde su origen hasta su consumación.



La fe como escucha y visión


El conocimiento asociado a la palabra es siempre personal: reconoce la voz, la acoge en libertad y la sigue en obediencia. Por eso san Pablo habla de la « obediencia de la fe » (cf. Rm 1,5; 16,26). La escucha se ha contrapuesto a veces a la visión, que sería más propia de la cultura griega. El Antiguo Testamento ha combinado ambos tipos de conocimiento, puesto que a la escucha de la Palabra de Dios se une el deseo de ver su rostro. La conexión entre el ver y el escuchar, como órganos de conocimiento de la fe, aparece con toda claridad en el Evangelio de san Juan. La síntesis entre el oír y ver la hace posible la persona concreta de Jesús, que se puede ver y oír. Él es la Palabra hecha carne, cuya gloria hemos contemplado (cf. Jn 1,14).
La luz de la fe es la de un Rostro en el que se ve al Padre.
La luz del amor se enciende cuando somos tocados en el corazón, acogiendo la presencia interior del amado, que nos permite reconocer su misterio.
Para San Juan, la fe es, además, un tocar: « Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos […] y palparon nuestras manos acerca del Verbo de la vida » (1 Jn 1,1). San Agustín afirma: « Tocar con el corazón, esto es creer »

Diálogo entre fe y razón

El beato Juan Pablo II, en su Carta encíclica Fides et ratio, ha mostrado cómo la fe y la razón se refuerzan mutuamente.
San Agustín pudo desprenderse del maniqueísmo en que estaba instalado al comprender que Dios es luz, esta comprensión dio a su existencia una nueva orientación, le permitió reconocer el mal que había cometido y volverse al bien.
Pero, la experiencia concreta de San Agustín fue una escucha, cuando en el jardín oyó una voz que le decía: « Toma y lee ». Hacía acto de presencia el Dios personal de la Biblia, capaz de comunicarse con el hombre, de bajar a vivir con él y de acompañarlo en el camino de la historia, manifestándose en el tiempo de la escucha y la respuesta.
San Agustín, guiado siempre por la revelación del amor de Dios en Jesús, integró las perspectivas de la escucha y de la visión, la reciprocidad propia de la palabra y la libertad de la mirada frente a la luz. Habla de la « palabra que resplandece dentro del hombre ». Es la luz de un Rostro personal que, alumbrándonos, nos llama y quiere reflejarse en nuestros rostros para resplandecer desde dentro de nosotros mismos.
La verdadera Verdad, la que procede del Amor, se libera de su clausura en el ámbito privado para formar parte del bien común. La seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el testimonio y el diálogo con todos.
Por otro lado, la fe no es ajena al mundo material sino que ensancha los horizontes de la razón para iluminar mejor el mundo que se presenta a los estudios de la ciencia.
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
Imagen
Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
Avatar de Usuario
tralalá
 
Mensajes: 8780
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Argentina

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor garu » Mar Jul 30, 2013 5:42 am

Si no creéis, no comprenderéis. Nada mas cierto. Para creer en algo o alguien, primero debemos conocerlo. De allí la importancia de, primero que todo, conocer a Dios y para ello tenemos muchos medios a nuestro alcance. Una vez que lo conozcamos, de seguro, lo amaremos, y amar significa, entre otras cosas, creer. Llegados a este punto, que se lee fácil pero no lo es, podremos llegar a ese comprender que desarrolla una relación donde las palabras son casi ausentes, donde sabemos qué se espera de nosotros y qué esperar nosotros de Dios. Cuando entendemos y comprendemos sus mandatos y los cumplimos por amor, porque creemos en Él.
De allí la importancia de aprender a conocer a Dios para poder comprender todo lo que una relación con Él implica, que, no es fácil, pero es 101% gratificante, que nos devuelve mas de lo que nosotros aportamos y nos asegura una vida eterna a su lado.
garu
 
Mensajes: 105
Registrado: Vie Jun 14, 2013 2:41 pm

Siguiente

Volver a Lumen Fidei

¿Quién está conectado?

Usuarios registrados: Bing [Bot], Google [Bot]

Reportar anuncio inapropiado |
Reportar anuncio inapropiado |