Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio)

Mini curso para leer juntos, comentar y comprender la primera encíclica del Papa Francisco "Lumen Fidei”, La Luz de la Fe

Semana del 8 de julio de 2013. Introducción: La Luz de la Fe

Semana del 15 de julio de 2013. Capítulo 1: Hemos creído en el amor

Semana del 22 de julio de 2013. Capítulo 2: Si no creéis, no comprenderéis

Semana del 29 de julio de 2013. Capítulo 3: Transmito lo que he recibido

Semana del 5 de agosto de 2013. Capítulo 4: Dios prepara una ciudad para ellos

Moderadores: Catholic.net, Ignacio S, hini, Moderadores Animadores

Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor dchelini » Lun Jul 29, 2013 7:26 pm

Estimados compañeros del curso:

Debo reconocer que durante esta semana tuve la mente y el corazón en Rio.
Fué màs fuerte.

La Fe iluminó el camino y con certeza modificó el rumbo de muchas vidas sobre todo jóvenes.
Es una gracia inmensa de Dios a toda la humanidad.
Quedamos asombrados de la obra del Espíritu Santo sobre el Papa y toda la Iglesia.
Qué agradable es pertenecer a la Iglesia de Cristo en esta tierra y en el futuro gozar de su presencia viendolo cara a cara.!

Poco he podido leer y reflexionar sobre el capitulo II, del que me pareció más intenso que los anteriores. Hasta diría, que se hace necesario alguna aclaración de conceptos para ser mejor aprovechado.

Durante esta semana, nos pondremos al día.

Saludos y un abrazo grande a todos.
dchelini
 
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Lun Jul 29, 2013 9:37 pm

dchelini: Creí haberte respondido que andaba en parecidas. Agregué lo que tenía "compactado" hasta ahora.
Debo haberme ido sin clicar "enviar". Ahora volví para agregar un poco más y me doy cuenta que no figura mi mensaje.
Gracias a DIOS lo tengo archivado.
DIOS te bendiga. Tralalá
Acá va:
CAPÍTULO SEGUNDO
SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS
(cf. Is 7,9)

Fe y verdad

Debemos creer para comprender y más aún para subsistir.
Es decir, tenemos que confiar en la verdadera roca que no vacila, cimentar la propia seguridad sobre su Palabra, fundamento indestructible de fidelidad a la alianza.
San Agustín, en sus Confesiones, habla de fiarse de la verdad para mantenerse en pie.
Así quiere mostrar cómo esta verdad fidedigna de Dios es su presencia fiel a lo largo de la historia, su capacidad de mantener unidos los tiempos, recogiendo la dispersión de los días del hombre.
Entonces el hombre tiene necesidad de conocimiento, tiene necesidad de verdad, porque sin ella no puede subsistir, no va adelante.

La fe no es mera ilusión ni bella fábula ni sentimiento que consuela y entusiasma sino gracias a su unión intrínseca con la verdad, la fe es capaz de ofrecer una luz nueva que ve más allá, porque comprende la actuación de Dios, que es fiel a su alianza y a sus promesas.

Por eso se nos propone, para recuperar la luminosidad de la fe, la tarea de volver a unirla con la verdad.
En nuestro mundo contemporáneo la verdad grande que explica la vida personal y social en su conjunto, es vista con sospecha de totalitarismo. Se da preferencia a los relativismos. Dejan de lado la pregunta sobre el origen de todo, a cuya luz se puede ver la meta y, con eso, también el sentido del camino común.

Amor y conocimiento de la verdad

« Con el corazón se cree » (Rm 10,10). En la Biblia el corazón es el centro del hombre, donde se entrelazan todas sus dimensiones: el cuerpo y el espíritu, la interioridad de la persona y su apertura al mundo y a los otros, el entendimiento, la voluntad, la afectividad. La comprensión de la fe es la que nace cuando recibimos el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da ojos nuevos para ver la realidad.
El amor verdadero unifica todos los elementos de la persona y se convierte en una luz nueva hacia una vida grande y plena.
La concepción bíblica de la fe es expresión eminente del descubrimiento del Amor como fuente de conocimiento. El conocimiento de la fe, por nacer del amor de Dios que establece la alianza, ilumina un camino en la historia. El conocimiento de la fe ilumina no sólo el camino particular de un pueblo, sino el decurso completo del mundo creado, desde su origen hasta su consumación.



La fe como escucha y visión


El conocimiento asociado a la palabra es siempre personal: reconoce la voz, la acoge en libertad y la sigue en obediencia. Por eso san Pablo habla de la « obediencia de la fe » (cf. Rm 1,5; 16,26). La escucha se ha contrapuesto a veces a la visión, que sería más propia de la cultura griega. El Antiguo Testamento ha combinado ambos tipos de conocimiento, puesto que a la escucha de la Palabra de Dios se une el deseo de ver su rostro. La conexión entre el ver y el escuchar, como órganos de conocimiento de la fe, aparece con toda claridad en el Evangelio de san Juan. La síntesis entre el oír y ver la hace posible la persona concreta de Jesús, que se puede ver y oír. Él es la Palabra hecha carne, cuya gloria hemos contemplado (cf. Jn 1,14).
La luz de la fe es la de un Rostro en el que se ve al Padre.
La luz del amor se enciende cuando somos tocados en el corazón, acogiendo la presencia interior del amado, que nos permite reconocer su misterio.
Para San Juan, la fe es, además, un tocar: « Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos […] y palparon nuestras manos acerca del Verbo de la vida » (1 Jn 1,1). San Agustín afirma: « Tocar con el corazón, esto es creer »

Diálogo entre fe y razón

El beato Juan Pablo II, en su Carta encíclica Fides et ratio, ha mostrado cómo la fe y la razón se refuerzan mutuamente.
San Agustín pudo desprenderse del maniqueísmo en que estaba instalado al comprender que Dios es luz, esta comprensión dio a su existencia una nueva orientación, le permitió reconocer el mal que había cometido y volverse al bien.
Pero, la experiencia concreta de San Agustín fue una escucha, cuando en el jardín oyó una voz que le decía: « Toma y lee ». Hacía acto de presencia el Dios personal de la Biblia, capaz de comunicarse con el hombre, de bajar a vivir con él y de acompañarlo en el camino de la historia, manifestándose en el tiempo de la escucha y la respuesta.
San Agustín, guiado siempre por la revelación del amor de Dios en Jesús, integró las perspectivas de la escucha y de la visión, la reciprocidad propia de la palabra y la libertad de la mirada frente a la luz. Habla de la « palabra que resplandece dentro del hombre ». Es la luz de un Rostro personal que, alumbrándonos, nos llama y quiere reflejarse en nuestros rostros para resplandecer desde dentro de nosotros mismos.
La verdadera Verdad, la que procede del Amor, se libera de su clausura en el ámbito privado para formar parte del bien común. La seguridad de la fe nos pone en camino y hace posible el testimonio y el diálogo con todos.
Por otro lado, la fe no es ajena al mundo material sino que ensancha los horizontes de la razón para iluminar mejor el mundo que se presenta a los estudios de la ciencia.
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor garu » Mar Jul 30, 2013 5:42 am

Si no creéis, no comprenderéis. Nada mas cierto. Para creer en algo o alguien, primero debemos conocerlo. De allí la importancia de, primero que todo, conocer a Dios y para ello tenemos muchos medios a nuestro alcance. Una vez que lo conozcamos, de seguro, lo amaremos, y amar significa, entre otras cosas, creer. Llegados a este punto, que se lee fácil pero no lo es, podremos llegar a ese comprender que desarrolla una relación donde las palabras son casi ausentes, donde sabemos qué se espera de nosotros y qué esperar nosotros de Dios. Cuando entendemos y comprendemos sus mandatos y los cumplimos por amor, porque creemos en Él.
De allí la importancia de aprender a conocer a Dios para poder comprender todo lo que una relación con Él implica, que, no es fácil, pero es 101% gratificante, que nos devuelve mas de lo que nosotros aportamos y nos asegura una vida eterna a su lado.
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor BlancaElena » Mar Jul 30, 2013 11:23 am

Por qué creemos ?

Porque aprendimos a oir la Palabra de DIOS ( Es la voz del Buen Pastor: JESUS, que nos habla y nosotros lo escuchamos), a obedecerle ( por eso lo seguimos ) y estar en el proyecto de DIOS activamente ( en el camino de la Salvación). Aprendimos a ver para creer y a creer sin ver. La Fe nos une al Amor de DIOS, nos transforma y nos hace comprender la realidad. AMOR y VERDAD no se pueden separar. Para caminar unidos en la Iglesia al encuentro con DIOS. NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO es la Divina Persona que se hizo Hombre y a través de EL la luz y el amor fortalecen la Fe y el conocimiento de DIOS.

Cuál es la importancia de creer?

Cuanto más nos iluminamos con la luz de Cristo, más capaces somos de entender y acompañar la humanidad hacia DIOS. Si creemos, nuestra fe orienta la razón, es la luz para entender la verdad. Nuestra vida de Fe no puede reducirse a sentimentalismos, ni emociones temporales, ni a nuestras limitaciones humanas, sino que debe transcender comprendiendo y confiando teniendo la certeza de la Verdad Completa que es DIOS. Rezar el Credo diariamente en este año de la Fe, nos refuerza vivamente la importancia de creer. Nuestra vida se hace más comprensible para siempre buscar el bien, así sea que nos ocurran cosas malas siempre va a estar esa luz de la fe que ilumina, que fortalece aunque en el momento no lo entendamos, más tarde lo haremos. Es la alegría de saber que vamos recorriendo un camino porque creemos y lo hacemos libremente por Amor a DIOS.
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Mar Jul 30, 2013 8:15 pm

Llego al fin del capitulo pero, no será mi último posteo en este tema.
Hay algo que todavía quiero decir. Por ahora lo académico:

Fe y búsqueda de Dios


La fe y su luz iluminan el camino de todos los que buscan a DIOS, aporta al diálogo con los seguidores de las diversas religiones. ¿Qué mejor recompensa podría dar Dios a los que lo buscan, que dejarse encontrar? El hombre religioso está en camino y ha de estar dispuesto a dejarse guiar, a salir de sí, para encontrar al Dios que sorprende siempre. Dios es luminoso, y se deja encontrar por aquellos que, aún sin saberlo, lo buscan con sincero corazón. No hay ninguna experiencia humana, ningún itinerario del hombre hacia Dios, que no pueda ser integrado, iluminado y purificado por la luz de Cristo. El cristiano, cuanto más sumergido esté en la aureola de la luz de Cristo, más podrá entender y acompañar el camino de los hombres hacia DIOS.


Fe y teología


La teología cristiana es imposible sin la fe y forma parte de su mismo movimiento.
Busca la inteligencia más profunda de la autorrevelación de Dios, cuyo culmen es el misterio de Cristo. La humildad que se deja « tocar » por Dios forma parte de la teología, reconoce sus límites ante el misterio y se lanza a explorar, con la disciplina propia de la razón, las insondables riquezas de este misterio.
Además, la teología participa en la forma eclesial de la fe, aceptando al Magisterio como contacto con la fuente originaria y al servicio de la fe de los cristianos, se ocupe humildemente de custodiar y profundizar la fe de todos, especialmente la de los sencillos.
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor tralalá » Mar Jul 30, 2013 9:39 pm

Tito, garu y me parece que alguien más, enfatizan la necesidad de conocer para amar. Considero que se trata de un círculo virtuoso porque tampoco puede conocerse bien a quien no se ama. El Amor aporta gran capacidad de conocimiento y cuanto más se conoce, más se ama. Me refiero no sólo a DIOS, también en general, a nuestros hermanos, parientes, prójimos.
Por ejemplo un mendigo, puede al principio sólo despertarnos alguna curiosidad o quizás gran indiferencia pero, si quitamos nuestra coraza y nos acercamos y conversamos y nos cuenta algo de su vida ¿entonces recién comenzamos a amarlo o fue un principio del mismo Amor el que nos hizo aproximar a él? No importa, cuando somos movidos por el Espíritu Santo y no le oponemos resistencia "todo lo podemos en Aquel que nos conforta".
Lo terrible es que tengamos miedo de adonde pueda llevarnos.
Si tenemos miedo, DIOS mismo nos infundirá miedo. Jer.1:17.
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor Laura Santana » Mié Jul 31, 2013 3:43 am

¿Por qué creemos?

Por el bautismo, por su gracia nos convertimos en hijos de Dios, y en algún momento supimos que El es Padre y nos ama. Nos seguimos fiando totalmente de El, por la gracia.

¿Cuál es la importancia de creer?

Creemos y nos confiamos a Él. El progresivamente nos da una luz nueva que nos conduce a entender, a conocer totalmente su verdad. Nos revela una verdad individual y una social a seguir. Nos da por su gracia para para continuar ese camino.
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor dchelini » Mié Jul 31, 2013 8:54 pm

Hola amigos del curso.

Cap II. Si no creéis no comprenderéis

Porqué creemos? Cuál es la importancia de creer?
Comprender y entender la real presencia de Dios en la historia de la salvación del hombre es poner los fundamentos de nuestra fe. Sin experimentar al Dios que es amor, y saber que guarda los mismos designios de amor y felicidad para el hombre, no podemos tener fe auténtica.
Hoy estamos insertos en una cultura donde la única verdad es aquello funcional, lo palpable, lo que se puede construir y medir, lo eficiente, lo rentable. Obviamente no interesa en demasía el bien común.
Todo se torna relativo y toda cuestión inherente a la verdad de Dios, se la opaca y se la evita enfrentar.

Si conocemos el amor de Dios, éste debe transformar nuestro ser. Fe, amor y verdad, están necesariamente ligados entre sí.
El Papa también nos habla del diálogo entre fe y razón: si la verdad es la del amor, no se impone con violencia, no esclaviza, no es arrogante. Por el contrario, convive y respeta al otro, dialoga en todos los ámbitos, de la ciencia, con el creyente y con el que no lo es, y con quienes lo buscan con corazón sincero.

La teología debe ponerse al servicio de la fe de los cristianos, ya que por la misma, participamos del conocimiento que Dios tiene de sí mismo.
Necesariamente no es posible la teología sin estar relacionada a la fe: el magisterio de la Iglesia no es un límite a la libertad teológica, sino un elemento que garantiza el contacto con la fuente original que es la palabra de Dios.


Nota:
Tralala, gracias por haberte interesado en mis inquietudes. Todos aportamos y nos enriquecemos mutuamente.
Cada uno hace una experiencia de la vida y vamos viendo la mano buena de Dios que nos cuida. o será la luz del camino?

Un abrazo a todos.
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor vegafroilan » Lun Ago 05, 2013 7:17 pm

Buenas tardes y un saludo muy afectuoso a todos los participantes del Curso, a Hini y a todo el equipo de Catholic net. :-)

Ya estamos en el segundo capítulo, la mitad de la encíclica! A que está siendo fácil leerla?
Si, es fácil, Hini, nada más que ha habido eventos muy importantes, como la Jornada Mundial de la Juventud (jmj Rio de Janeiro13). Y También en Guadalajara, Jalisco: el Encuentro de Cruzadas: (de jóvenes, matrimonios y familias), y estuvimos participando por medio de la TV y la oración; en estos grandes eventos que nos hacen más familias de Fe, Esperanza y Caridad.

Por qué creemos? Cuál es la importancia de creer?
Leyendo el segundo capitulo, me gusto mucho como el primero, me dio pautas para ser mejor persona, para revalorar las virtudes y valores que se nos dan en la familia; en el seno familiar donde la semillita de la fe es trasmitida y crece de manera personal en cada integrante de la familia Comunidad de Amor. Me gusto también lo que el Papa nos comenta con las alusiones o frases de San Agustín donde nos clarifica las ideas. De la misma manera en las cartas de San Pablo son hermosas sus lecturas por ende reflexionamos de una manera mas clara el tema. :-)
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor Miledys A Perez » Vie Ago 09, 2013 4:53 pm

Hola a tod@s
Cap II. Si no creéis no comprenderéis
Creemos cuando tenemos fe, porque para creer necesitamos comprender que hemos sido creado pro Dios, que todo lo que existe es gracias a su gran amor. Para creer es fundamental la fe, hablamos de una fe sin ver y para ello es necesario creer que Dios es dueño y Señor de todo.
Cual es la importancia como expresa la encíclica que la comprensión de la fe es la que nace cuando recibimos el gran amor de Dios que nos transforma .
El conocimiento de la fe y diría vivimos y aplicada en el amor de Dios ilumina el camino de todo creyente, de nuestra iglesia y de todo el pueblo creyente.
Por eso es tan importante que el creyente pueda profesar su fe a través de palabras, pero también de hechos tangibles.
Porque para que podamos comprender El Misterio de Nuestra Fe ante todo debemos creer en un Dios Trino que es Padre Hijo y Espíritu Santo.
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Dom Sep 01, 2013 4:25 pm

La Fe del profeta Isaías

El llamado
El profeta Isaías nos abre su corazón y nos permite compartir con él el íntimo momento en el que Dios lo llamó para ser su profeta. Nos habla de su visión de la gloria de Dios en el templo de Jerusalén, de su temor a morir porque ha visto a Dios y de su vergüenza ante la santidad de Dios porque él es un hombre de labios impuros en medio de un pueblo de labios impuros. No se siente digno de Dios, pero Dios lo hace digno. Uno de los ángeles que alaban cantando al Señor, toma una braza encendida del altar del templo y con ella purifica los labios de Isaías. La maldad y la culpa del hombre son perdonadas por Dios.

Fortalecido con la gracia divina, Isaías está dispuesto a cumplir con la misión que Dios le quiere confiar: “Aquí estoy, envíame”

Y Dios lo envío a ser su mensajero, a ser el hombre que habla de Dios a su pueblo. El hombre que sigue hablando palabras de Dios.

Un hombre de su tiempo y del nuestro
Isaías nació en Jerusalén en el año 765 a, C, hijo de Amós. Le tocó profetizar en medio de una sociedad próspera a la que él mismo pertenecía, los conocía y lo conocían. Era un hombre culto y hablaba con propiedad y elegancia, se le considera uno de los mejores poetas del Antiguo Testamento.

Podemos pensar que este profeta fue también un evangelista que anuncia la buena nueva del Hijo de Dios que nos salva, a pesar de haber vivido ocho siglos antes de Jesús.

El Nombre de Isaías es ya un aviso de esta salvación porque significa, en latín: “Iahveh es la salvación” (Yahveh)

Isaías, voz de Dios
El reino de Judá, compuesto por las tribus de Judá y de Leví después de la separación de los dos reinos, vivió en tiempos de Isaías un periodo de prosperidad debido a la paz lograda por la sabiduría de sus reyes. Una paz constantemente amenazada por los reinos vecinos que veían en Judá un pueblo fácil de conquistar.

La prosperidad trae riqueza y esplendor, lujo y ostentación de las clases dominantes,... La prosperidad causa un sentimiento de autosuficiencia y un alejamiento de Dios a quien, sin embargo, se le trata de tener contento con fiestas y sacrificios.

Isaías denunció el sin sentido de un culto que no consiste en el amor al prójimo y en la justicia. A Dios no le gusta el lujo, le gusta que se ame a sus pobres y se les dé la mano.

Isaías fue un político. Aconsejó a los reyes y a veces le hacían caso. Isaías experimentó la derrota y supo desaparecer del panorama político hasta que llegó otro rey que era dócil a la voluntad de Dios.
Imagen
Isaías nos habla de Jesús
Cuando san Mateo en su Evangelio nos habla del nacimiento de Jesús, nos dice: Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros" Mt 1, 22-23

Este anuncio profético y los que le siguen nos hablan de Jesús en su nacimiento. Otros textos de Isaías que nos hablan del Siervo de Iahveh al que los biblistas identifican con Cristo, y lo hace de tal manera que parece que Isaías estuvo presente en la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Los evangelistas lo citan continuamente cuando nos hablan de la Pasión de Cristo y nos dicen que todo eso sucedió para que cumpliera la profecía.

La muerte de Isaías
A Isaías le tocó vivir durante el reinado de cuatro reyes, pero algunos autores apócrifos prolongan más su vida y nos dicen que murió sentenciado a morir aserrado por la mitad, con una sierra de madera. De esto no hay constancia bíblica.

“Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.”

Este canto que entonamos en cada una de nuestras Misas es, según el profeta Isaías, el canto de los ángeles en el cielo.

Fuente: Desde la Fe
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Dom Sep 08, 2013 4:51 pm

La fe de Jonás

El llamado y la desobediencia

En el siglo VIII a.C. hubo en Israel un profeta llamado Jonás, que hablaba de Israel en el nombre de Dios.
Dios llamó a Jonás y lo envió a predicar a Nínive.

Jonás era israelita, miembro del pueblo elegido por Dios, poseedor de la Verdad y conocedor del verdadero Dios.
Los ninivitas eran paganos y enemigos de los israelitas.

¡Jonás no estuvo de acuerdo con Dios! ¿Por qué habría de ir a profetizar a los paganos?
No se atrevió a negarse al llamado de Dios, pero decidió alejarse del ÉL embarcándose en Jope con rumbo a Tarsis, lo más lejos posible de Dios y de Nínive.

Jonás desobedeció a Dios, como el niño que se revela contra su padre. Dios se comportó con él con paciencia y en lugar de castigarlo, lo fue educando y conduciendo casi de la mano hacia el cumplimiento de su misión.

La pedagogía de Dios
Ya en la barca, el profeta rebelde busco un lugar en el fondo de la nave y tranquilamente, se durmió. Se sentía en paz, no pensaba en la desobediencia y ya estaba muy lejos de su Dios y nada temía de ÉL.

Dios se hizo presente en la tormenta, el trueno, el viento, y en las olas que amenazaban hundir la barca, mientras Jonás dormía. Los marineros le pidieron que orara a su Dios.

Jonás comprendió que Dios lo había alcanzado en su huida y le pidió a los marineros que lo arrojaran al mar y que la tempestad se calmaría, porque Dios solamente estaba enojado con él. Convencidos lo arrojaron al agua y en ese momento la tempestad ceso y los marineros se salvaron.

Dios salva a Jonás
Dios dispuso que un gran pez, se tragara a Jonás y este estuvo vivo en su vientre tres días y tres noches. Este pasaje es citado por Cristo y usado como signo de su propia resurrección después de haber pasado tres días en el son de la tierra. Mt 12.40
Imagen
Jonás fue un hombre de fe; desobediente con Dios y vencido amorosamente por ÉL. Reconoció su culpa, agradeciendo don Dios, alabándolo con un salmo que reconocía el amor y la misericordia de Dios.

El segundo llamado
Dios ordeno al pez que vomitara a Jonás en tierra firme.

Por segunda vez, Dios llamo a Jonás y lo envió a profetizar y el obedeció. No amaba a los ninivitas y esperaba que no le hicieran caso para que Dios los castigara.

Jonás empezó a predicar que si no se convertían, serian destruidos en 40 días. Sorprendido vio que los ninivitas se convertían, creyeron, alejándose del mal y haciendo penitencia. El rey se convirtió y ordeno que hasta los niños ayudaran y manifestaran su dolor por haber ofendido a Dios. Jesús habla de este pasaje. Mt 12,41

Dios no castigo, Jonás se enojo y le reclamo a Dios diciéndole que el ya sabía que era misericordioso.

El amor de Dios
Enojado Jonás salió de la ciudad de Nínive y se sentó en el campo a esperar que Dios los castigara. Dios hizo crecer una enredadera que le cobijo del sol y Jonás se sintió feliz. Al día siguiente dios mando a un gusano que se comió la enredadera y Jonás sitió el sol y se enojo.

Dios le hizo ver que si el se entristecía por una enredadera que no plato, ni cuido, cuanto más se entristecería Dios por la destrucción de Nínive, poblada por hombres y animales. Los ninivitas también son hijos de Dios.

Esta hermosa historia nos habla del deseo divino de que todos los hombres se salven, aunque no lo conozcan y sean malos.

Ojala que cuando Dios nos llama respondamos en el primer llamado.

Fuente: Desde la Fe
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Re: Capítulo II. Si no creéis, no comprenderéis (22-28 julio

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Jue Sep 12, 2013 9:27 pm

Frases de S. S. Juan Pablo II

...algunas frases de esta gran persona y excelente ser humano, sin importar creencia o religion
Es un humilde homenaje a una humilde persona, se me ocurrio hacerlo durante una misa de confirmacion cuando el obispo lo menciono y recorde lo buenas y hermosas que eran sus frases
Espero que les guste:
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La estrecha relación entre fe y salvación, que Jesús puso de relieve durante su vida pública (cf. Mc 5, 34; 10, 52; etc.), nos ayuda a comprender también el papel fundamental que la fe de María ha desempeñado y sigue desempeñando en la salvación del género humano.

El acto de fe de María nos recuerda la fe de Abraham, que al comienzo de la antigua alianza creyó en Dios, y se convirtió así en padre de una descendencia numerosa.

http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/5194839/Frases-de-Juan-Pablo-II.html

Fuente: TARINGA
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