Re: El pergamino del peregrino (con el Pater)
Publicado: Sab Nov 09, 2013 4:35 pm
Queridos amigos peregrinos:
Acompañar a Cristo en el desierto es una bendición. Me impresionó mucho cuando conocí el desierto de la tierra de Jesús... me lo imaginaba como en las caricaturas (arenita, palmeras, camellos...). Es mucho más impresionante de lo que pensaba. Es inmenso. Piedra. Calor. Nada más... Bueno... sí algún camello, alguna planta...
Pero qué mejor que eso para encontrarnos con nosotros mismos y con Dios, para escucharle a El, para liberarnos de todo lo que nos distrae y orar. Por eso, creo que es parte importante de nuestra peregrinación.
Sobre la labor que hacen los franciscanos en Belén, no podemos sino AGRADECERLES por su servicio heroico. Recuerdo especialmente al sacristán de la iglesia del "Dominus flevit" (donde Jesús lloró por Jerusalén), un sacerdote ya anciano con toda la bondad del mundo.
Y sobre la ciudad de Belén, debo confesar el contraste que experimenté ahí... En la Basílica de la Natividad, haciendo fila para bajar a la gruta donde nació el Señor, se armó una discusión entre un grupo de rusos ortodoxos y un grupo de católicos... por algo tan simple como que unos se habían adelantado en la fila... Pleitos en el lugar donde nació el Rey de la Paz. Misterio de nuestra fragilidad.
Gracias a todos por seguir caminando en este viaje de fe. La próxima semana concluye el Año de la Fe. Qué mejor que seguir al Maestro, conociendo su Tierra, para alimentar el don de la fe.
Con mi bendición, P. Ignacio LC
Acompañar a Cristo en el desierto es una bendición. Me impresionó mucho cuando conocí el desierto de la tierra de Jesús... me lo imaginaba como en las caricaturas (arenita, palmeras, camellos...). Es mucho más impresionante de lo que pensaba. Es inmenso. Piedra. Calor. Nada más... Bueno... sí algún camello, alguna planta...
Pero qué mejor que eso para encontrarnos con nosotros mismos y con Dios, para escucharle a El, para liberarnos de todo lo que nos distrae y orar. Por eso, creo que es parte importante de nuestra peregrinación.
Sobre la labor que hacen los franciscanos en Belén, no podemos sino AGRADECERLES por su servicio heroico. Recuerdo especialmente al sacristán de la iglesia del "Dominus flevit" (donde Jesús lloró por Jerusalén), un sacerdote ya anciano con toda la bondad del mundo.
Y sobre la ciudad de Belén, debo confesar el contraste que experimenté ahí... En la Basílica de la Natividad, haciendo fila para bajar a la gruta donde nació el Señor, se armó una discusión entre un grupo de rusos ortodoxos y un grupo de católicos... por algo tan simple como que unos se habían adelantado en la fila... Pleitos en el lugar donde nació el Rey de la Paz. Misterio de nuestra fragilidad.
Gracias a todos por seguir caminando en este viaje de fe. La próxima semana concluye el Año de la Fe. Qué mejor que seguir al Maestro, conociendo su Tierra, para alimentar el don de la fe.
Con mi bendición, P. Ignacio LC