Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

En este curso, haremos un recorrido turístico-religioso por los Santos Lugares, conoceremos y comprenderemos cómo conviven las tres grandes religiones monoteístas en Tierra Santa: Cristianismo Judaísmo e Islam, sus costumbres y tradiciones, visitaremos los lugares de la vida de Cristo y la Santísima Virgen.

Conjuntamente al curso de turismo religioso, que se enviará cada semana por correo y se desarrollará en el foro como hacemos habitualmente, cada domingo nos uniremos a la plataforma de http://www.evangelizaciondigital.org/encuentros-on-line/tierra-santa/ Evangelización Online para peregrinar por los lugares que vayamos visitando y conocer la Tierra Santa, de primera mano, con guías conocedores de los lugares santos, y además con materiales de estudio y de formación.

Fecha de inicio
2 de septiembre de 2013

Fecha final:
22 diciembre 2013

Moderadores: Catholic.net, Ignacio S, hini, Moderadores Animadores

Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Vie Sep 27, 2013 3:21 pm

Dormición y Asunción de la Santísima Virgen María

Los últimos años de María sobre la tierra —los que transcurrieron desde Pentecostés a la Asunción—, han permanecido envueltos en una neblina tan espesa que casi no es posible entreverlos con la mirada, y mucho menos penetrarlos. La Escritura calla, y la Tradición nos hace llegar solamente ecos lejanos e inciertos. Su existencia transcurrió callada y laboriosa: como fuente escondida que da aroma a las flores y frescura a los frutos. Hortus conclusus, fons signatus, Ct 4, 12, le llama la liturgia con palabras de la Sagrada Escritura: huerto cerrado, fuente sellada. Y también: manantial de aguas vivas, arroyos que bajan del Líbano, Ibid., 15. Como cuando estaba junto a Jesús, pasó inadvertida, velando por la Iglesia en sus comienzos.

Vivió, sin duda alguna, junto a San Juan, pues había sido confiada a sus cuidados filiales. Y San Juan, en los años que siguieron a Pentecostés, moró habitualmente en Jerusalén; allí lo hayamos constantemente al lado de San Pedro. En la época del viaje de San Pablo, en vísperas del Concilio de Jerusalén, hacia el año 50 Hch, 15, 1-34, el discípulo amado figura entre las columnas de la Iglesia, Gal 2, 9. Si María estaba aún a su lado, debería rondar los 70 años, como afirman algunas tradiciones: la edad en que la Sagrada Escritura cifra la madurez de la vida humana. Sal 89, 10

El lugar de María estaba en el Cielo, donde su Hijo la esperaba. Y así, un día que permanece desconocido para nosotros, Jesús se la llevó consigo a la gloria celestial. Al declarar el dogma de la Asunción de María, en 1950, S. S. el Papa Pío XII no quiso dirimir si la Virgen murió y resucitó enseguida, o si marchó directamente al cielo sin pasar por el trance de la muerte. Hoy día, como en los primeros siglos de la Iglesia, la mayor parte de los teólogos piensan que también Ella murió, pero —al igual que Cristo— su muerte no fue un tributo al pecado —¡era la Inmaculada!—, sino para asemejarse más completamente a Jesús.

Desde el siglo VI, comenzó a celebrarse en Oriente la fiesta de la Dormición de la Virgen: un modo de expresar que se trató de un tránsito más parecido al sueño que a la muerte. Dejó esta tierra —como afirman algunos santos— en un transporte de amor.

Los escritos de los Padres y escritores sagrados, sobre todo a partir de los siglos IV y V, refieren detalles sobre la Dormición y la Asunción de la Virgen basados en algunos relatos que se remontan al siglo II. Según estas tradiciones, cuando María estaba a punto de abandonar este mundo, todos los Apóstoles —excepto Santiago el Mayor, que había sufrido martirio, y Tomás, que se hallaba en la India— se congregaron en Jerusalén para acompañarla en sus últimos momentos. Y una tarde serena y blanca cerraron sus ojos y depositaron su cuerpo en un sepulcro. A los pocos días, cuando Tomás, llegado con retraso, insistió en ver el cuerpo de la Virgen, encontraron la tumba vacía, mientras se escuchaban cantos celestiales. Imagen

Al margen de los elementos de verdad contenidos en estas narraciones, lo que es absolutamente cierto es que la Virgen María, por un privilegio especial de Dios Omnipotente, no experimentó la corrupción: su cuerpo, glorificado por la Santísima Trinidad, fue unido al alma, y María fue asunta al cielo, donde reina viva y gloriosa, junto a Jesús, para glorificar a Dios e interceder por nosotros. Así lo definió S. S. el Papa Pío XII como Dogma de Fe, el 1 de noviembre de 1950.

A pesar del silencio de la Escritura, un pasaje del Apocalipsis deja entrever ese final glorioso de Nuestra Señora. Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna a sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Ap 12, 1. El Magisterio ve en esta escena, no sólo una descripción del triunfo final de la Iglesia, sino también una afirmación de la victoria de María, como Madre de la Iglesia, sobre la muerte. Parece como si el discípulo que había cuidado de la Virgen hasta su marcha al cielo, hubiera querido dejar constancia —de una manera delicada y silenciosa— de este hecho histórico y salvífico que el pueblo cristiano, inspirado por el Espíritu Santo, reconoció y veneró desde los primeros siglos.

Y nosotros, impulsados por la liturgia en la Misa de la vigilia de esta fiesta, aclamamos a Nuestra Señora con estas palabras: “gloriosa dicta sunt de te, Maria, quæ hodie exaltata es super choros angelorum” = “bienaventurada eres, María, porque hoy fuiste elevada sobre los coros de los ángeles y, juntamente con Cristo, has alcanzado el triunfo eterno”

Fuente: Opus Dei P. L. A. Loarte, Biblia de Jerusalén
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor enrique4 » Vie Sep 27, 2013 3:28 pm

Hola compañeros de aventura, quiero compartir con todos ustedes una de las más bellas composiciones dedicadas a María, la cual ha sido musicalizada por varios de los grandes compositores. Reciban un fuerte abrazo:

[img][b]STABAT%20MATER
Stábat Mater (traducido del latín es "Estaba la madre") es un himno católico del siglo XIII atribuido al fraile franciscano Jacopone da Todi. Esta plegaria que comienza con las palabras Stábat Mater dolorosa (estaba la Madre sufriendo) medita sobre el sufrimiento de María la Madre de Jesús durante la crucifixión de éste.

Es uno de las composiciones literarias a la que más se le ha puesto música; cerca de 200 compositores diferentes. Múltiples compositores de distintas épocas, de género, de estilos y de visión musical han compuesto en base a este texto medieval. Entre los Compositores se cuentan Rossini, Franz Liszt, Krzysztof Penderecki, Giovanni Pierluigi da Palestrina, Francis Poulenc, Domenico Scarlatti, Antonio Vivaldi, Alessandro Scarlatti y Antonín Dvorák, siendo el más famoso el de Pergolesi.

Estaba la Madre dolorosa
llorando junto a la cruz
de la que pendía su hijo.

Su alma quejumbrosa,
apesadumbrada y gimiente,
atravesada por una espada.

¡Qué triste y afligida
estaba la bendita Madre
del hijo unigénito!

Se lamentaba y afligía
y temblaba viendo sufrir
a su divino hijo.


¿Qué hombre no lloraría
viendo a la Madre de Cristo
en tan gran suplicio?
¿Quién no se entristecería
al contemplar a la querida Madre
sufriendo con su hijo?

Por los pecados de su pueblo
vio a Jesús en el tormento
y sometido a azotes.

Ella vio a su dulce hijo
entregar el espíritu
y morir desamparado.

¡Madre, fuente de amor,
hazme sentir todo tu dolor
para que llore contigo!

Haz que arda mi corazón
en el amor a Cristo Señor,
para que así le complazca.

¡Santa María, hazlo así!
Graba las heridas del Crucificado
profundamente en mi corazón.

Comparte conmigo las penas
de tu hijo herido, que se ha dignado
a sufrir la pasión por mí.

Haz que llore contigo,
que sufra con el Crucificado
mientras viva.

Deseo permanecer contigo,
cerca de la cruz,
y compartir tu dolor.

Virgen excelsa entre las vírgenes,
no seas amarga conmigo,
haz que contigo me lamente.

Haz que soporte la muerte de Cristo,
haz que comparta su pasión
y contemple sus heridas.

Haz que sus heridas me hieran,
embriagado por esta cruz
y por el amor de tu hijo.

Inflamado y ardiendo,
que sea por ti defendido, oh Virgen,
el día del Juicio.

Haz que sea protegido por la cruz,
fortificado por la muerte de Cristo,
fortalecido por la gracia.

Cuando muera mi cuerpo
haz que se conceda a mi alma
la gloria del paraíso.
Amén.
enrique4
 
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Vie Sep 27, 2013 5:38 pm

Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617 – ibíd., 3 de abril de 1682) fue un pintor barroco español. Formado en el naturalismo tardío, evolucionó hacia fórmulas propias del barroco pleno con una sensibilidad que a veces anticipa el Rococó en algunas de sus más peculiares e imitadas creaciones iconográficas como la Inmaculada Concepción, el Buen Pastor... Figura central de la escuela sevillana, con un elevado número de discípulos y seguidores que llevaron su influencia hasta bien entrado el siglo XVIII. El pintor español mejor conocido y más apreciado fuera de España, el único del que Sandrart incluyó una breve y fabulada biografía en su Academia picturae eruditae de 1683 con el Autorretrato del pintor grabado por Richard Collin. Condicionado por la clientela, en su mayoría formada por eclesiásticos, el grueso de su producción está formado por obras de carácter religioso, pero a diferencia de los restantes grandes maestros españoles de su tiempo cultivó también la pintura de género de forma continuada e independiente.

Santa Ana enseñando a leer a la Virgen María Imagen

El Museo Nacional del Prado, en Madrid, España, es uno de los más importantes del mundo, así como uno de los más visitados, en el que se encuentran varias pinturas de Murillo, como la de Santa Ana enseñando a leer a la Virgen María, una pintura hermosa al óleo sobre lienzo, en la que observamos la dulzura de María Niña, atenta a lo que su madre sentada, le enseña, la Niña hincada frente a ella, y apoyando sus tiernos y pequeñas manos en sus piernas, tomándola de la mano. Dos ángeles sobre la cabeza de María, están "tratando" de colocarle una corona. Una bella escena de la Niña María y Señora Santa Ana.

A Murillo lo invitaron a que realizara varias obras y la serie de pinturas para Santa María la Blanca, entre ellas la Inmaculada Concepción, un óleo sobre lienzo; las pinturas para la iglesia de los capuchinos de Sevilla, la serie de las obras de misericordia para el Hospital de la Caridad, entre estas Abraham, el Hijo Pródigo, la Curación del Paralítico… y en otros lugares, la mayoría escenas religiosas, y/o biblicas.

Les dejo este link de algunas de las obras de arte de Murillo. http://www.youtube.com/watch?v=_ALfa9otJXg

Fuente: Wikipedia, Google, youtube
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor ana fedez » Sab Sep 28, 2013 3:35 am

LA DICHA DE MARÍA EN NAZARET

Se podría pensar que Jesús, al poseer en sí mismo la plenitud de la divinidad, no tenía necesidad de educadores. Pero el misterio de la Encarnación nos revela que el Hijo de Dios vino al mundo en una condición humana totalmente semejante a la nuestra, excepto en el pecado (cf. Hb 4, 15). Como acontece con todo ser humano, el crecimiento de Jesús, desde su infancia hasta su edad adulta (cf. Lc 2, 40), requirió la acción educativa de sus padres.
El evangelio de san Lucas, particularmente atento al período de la infancia, narra que Jesús en Nazaret se hallaba sujeto a José y a María (cf. Lc 2, 51). Esa dependencia nos demuestra que Jesús tenía la disposición de recibir y estaba abierto a la obra educativa de su madre y de José, que cumplían su misión también en virtud de la docilidad que él manifestaba siempre.
Los dones especiales, con los que Dios había colmado a María, la hacían especialmente apta para desempeñar la misión de madre y educadora. En las circunstancias concretas de cada día, Jesús podía encontrar en ella un modelo para seguir e imitar, y un ejemplo de amor perfecto a Dios.
Aunque de descendencia ilustre, la Sagrada Familia, llevaba una vida modesta, se ganaba el pan con u trabajo y respetaban las leyes administrativas, sociales y religiosas de su pueblo.
Sin embargo, detrás de la modestia de su comportamiento respetuoso de usos y costumbres de su cultura, la Sagrada Familia vivía una realidad grandiosa que sólo el silencio y la discreción podían asegurar al Hogar de Nazaret la serenidad necesaria al cumplimiento del plan de Dios: darle nacimiento al Mesías tan esperado desde hacía siglos por el pueblo hebreo, Jesucristo, el Salvador del mundo, y vigilar su infancia y adolescencia hasta que alcanzara la plena madurez del hombre y pudiera comenzar su vida pública y predicar el Evangelio.
Es en la humildad de Nazaret que comenzaron a desarrollarse entre los miembros de la Sagrada Familia las pimeras páginas del Nuevo Testamento que Dios en el Verbo hecho carne, vino a darle a los hombres por amor y por la salvación de todos.

La vida oculta en Nazaret fué la época ms dichosa de la Virgen.

Los pequeños quehaceres del día a día la colmaban de santidad. Su vivienda crecía de confort, la vida la solían hacer fuera de casa y en los ratos libres hacían tertulia en la puerta de la casa.
La planta baja se destinaba al establo , en el caso de San José al taller.
Al amanecer María se pone en oración, la familia israelita tenía la obligación, o la devoción de rezar tres veces al día el Schemone Esre, el cántico de alabanza al Javhé; los varones el Schma dos veces al día.
"El Señor , nuestro Dios, es el único Señor.
Debes amar al Señor, tu Dios, con todo yu corazón,
con todas tus fuerzas"
y la oración de Kaddisch con la frecuencia que aconsejara la piedad pastoral.
Los hombres por precripción de la ley, debían visitar Jerusalén en las tres fechas principales, Pascua, Pentecostes y la fiesta de los tabernáculos.

Es allí en la fiesta de Pascua donde se produce la primera angustia de María Lc 2,41-52: El niño perdido y hayado en el templo.
Versículo 48-52: Hijo mio por qué te has portado así con nosotros? tu padre y yo te buscábamos con ansia. El respondió, ¿por qué me buscabais, no sabíais que yo tenía que estar en la casa de mi padre?, pero ellos no entendieron esta respuesta.después vuelve con ellos a Nazaret y les fué obediente.
María conservaba todo esto en su corazón.Jesús, se hacía grande en entendimiento y tenía el favor de Dios y de los hombres.
ana fedez
 
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Sab Sep 28, 2013 1:47 pm

Cristo en el Huerto de Getsemani

Cristo en el Huerto de Getsemani. Imagen Esta pintura esta realizada en óleo sobre lienzo, de 99 x 75 cm, y se encuentra en la Pinacoteca Vaticana.

El autor: Giacinto Brandi (1621 - 1691), un pintor barroco italiano. Nacido en Roma, entró muy joven al taller de Alessandro Algardi quien le orientó hacia la pintura, pasando en 1633 a estudiar con Giovanni Giacomo Sementi. Trabajó un tiempo en Nápoles antes de establecerse en Roma, donde colaboró con Giovanni Lanfranco, muerto en 1647. En la misma fecha ingresó en la «Congregación de los Virtuosos del Panteón» y desde 1651 frecuentó la Academia de San Lucas, de la que fue elegido príncipe en 1668.

Su actividad profesional se centró, principalmente, en la pintura religiosa, encontrándose obras suyas tanto al fresco como al óleo en numerosas iglesias romanas. Entre ellas pueden citarse las pinturas al fresco de la basílica de San Silvestre in Capite y los frescos del techo de la basílica de San Ambrosio y San Carlos al Corso, pintados en 1670-1671, la Coronación de la Virgen, «pala» de altar de la iglesia de Jesús y María (1680), el San Andrés apóstol (1685) de la iglesia de Santa María en Vía Latina, la Trinidad de la iglesia de Santa Francisca Romana o las pinturas de la segunda capilla de la iglesia de San Andrés del Quirinal.

La pintura:Se observa Cristo en el Huerto de los Olivos, en Getsemaní, hincado, desfallecido, con las manos entrelazada, sangrando su frente, recargado en una piedra; y sostenido Jesús, por dos ángeles, sobre la piedra un cáliz.

En este momento Cristo comenzó a atemorizarse y a angustiarse, diciendo: “Triste está mi alma hasta la muerte… Padre mío, si es posible, pase de mí este cáliz… Mas no se haga mi voluntad sino la tuya…” Mateo, cap. 26…


Reflexión: Al pie del monte de los Olivos, en el Huerto de Getssemaní, se encuentra la Gruta de la Agonía.
Invita a la oración y al recogimiento, y este lugar tan santificado por la presencia de Jesús, ha sido considerado por los fieles de todos los tiempos, como santuario predilecto.

María: ¡En que paso tan doloroso vas, hijo mío, a recibir a Jesús bañado en sangre que si azotes y sin espinas brotó por su Santísimo Cuerpo en fuerza de su Corazón! Su alma estaba triste hasta la muerte inexplicable era su amargura…

Fuente: Wikipedia. Año franciscano. Biblia de Jerusalén
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor Yennis Silva » Dom Sep 29, 2013 2:35 pm

La Gran Promesa de Nuestro Señor
Mas de cuarenta siglos habían pasado desde que Dios Nuestro Señor, a raíz de la caída en el pecado original y en la misma hora que fulminaba su castigo sobre los culpables, dejó brillar, en medio de su enojo, un rayo de luz y de esperanza, precursor de su inmensa misericordia.

Al tocar el turno a la serpiente tentadora, es decir al diablo, le dijo Dios: "Enemistades pondré entre ti y la mujer, entre tu posteridad y la suya: Ella quebrantará tu cabeza y tú morderás su talón". (Gen. 3, 15).

La Tradición cristiana ha visto siempre en esas palabras, la gran promesa del Redentor futuro y de su completa redención o victoria sobre el pecado y el demonio.

La Promesa divina se cumplió, hace ya dos mil años trece. Llegada, en efecto según el plan divino, la plenitud de los tiempos, como aurora divina de redención apareció María Inmaculada y llena de gracia, de la cual nació a su tiempo el divino Sol de Justicia, Cristo Jesús, nuestro Redentor, el prometido Triunfador invicto del demonio, del pecado y de la muerte.

El Nacimiento de nuestra Madre Maria

María Santísima, hija de San Joaquín y Santa Ana por especial favor de Dios, nació en Jerusalén, y cuando tuvo tres años fue llevada por sus padres al templo de esa ciudad para ser presentada al Señor y entregada a su servicio, viniendo a ser entre todas las doncellas el mayor ejemplo de santidad y modestia. La Iglesia celebra el 21 de Noviembre la Presentación de la Santísima Virgen en el Templo.

Allí la Niña María aprendió a hilar lana y lino, a labrar las vestiduras sacerdotales y demás objetos para el culto santo; leía con suma atención las divinas escrituras y con encendido amor, aunque sin ninguna ceremonia exterior hizo voto perpetuo de guardar su pureza virginal. En ese entonces debía tener ya más de doce años, pues en esta edad era cuando se permitía a las jóvenes judías hacer votos valederos.

Sabemos por la revelación y el magisterio de la Iglesia, que en Ella, la gracia divina se adelantó a la naturaleza viciada; que ningún hálito impuro la contaminó jamás; que sola Ella, entre todas las hijas de Adán, por un milagro de preservación redentora, fue preservada del universal contagio del pecado original; que Dios pareció haber agotado los tesoros inmensos de su omnipotencia, para embellecer y santificar su alma; y que la fidelidad perfecta de la Virgen, correspondiendo con exacta cooperación a los continuos llamamientos de la gracia, acumuló en sí méritos sobrenaturales sobre toda otra humana medida e hizo de Ella la más bella, la más sublime y santa entre todas las puras criaturas salidas de las manos del Creador.

Fisonomía Exterior de María
El gran Padre y Doctor de la Iglesia, San Ambrosio, dice a este respecto:

"Era la Virgen María de alma prudente y corazón blando y humilde, grave y parca en el hablar, aficionada a lecturas santas, modesta en sus palabras, muy atenta a lo que hacía, y buscando en todo siempre agradar a Dios y no a los hombres.

A nadie molestó jamás, a todos quiso bien, y tuvo particular respeto y reverencia a los mayores.

Nada duro o provocativo había en sus ojos o en su mirar; nada de atrevido o inconsiderado en sus palabras; y en sus acciones, nada que no fuese de todo punto digno y decoroso.

Sus gestos y su andar, nada tenían de ligero, suelto o petulante, antes bien, procedía con todo orden y compostura, de suerte que, la modestia y continente exterior de su persona eran como un bello reflejo de su alma, y podía servir como acabado ejemplar de toda probidad.

Era Ella la mejor guarda de sí misma, y tan apacible en su andar, en sus palabras y ademanes, que con sus pasos y movimientos, más que avanzar en el camino parecía adelantar en la virtud. Cuando hacía esta Virgen modestísima, podía tomarse como regla de buen proceder y de virtud.

Los Desposorios
Dos años después de muertos sus padres y siendo ya de catorce años, quisieron los sumos sacerdotes que tomase esposo, más Ella rehusó esto terminantemente por su amor a la pureza y promesa virginal; pero por providencial manifestación de Dios aceptó, previo voto mutuo de castidad, a San José por compañero, con el cual se desposó y se fue a vivir a Nazaret, pequeña aldea donde se ejercitó en la oración y la contemplación.

El día menos pensado, estando la Santísima Virgen en oración, se le presentó el arcángel San Gabriel y le anunció que Ella concebiría en su seno al Hijo del Altísimo, que iba a hacerse hombre, sin dejar de ser Dios para redimir a la humanidad; y que esto se haría maravillosamente suministrando su purísima sangre en su propio seno al Espíritu Santo obrador del prodigio; luego le reveló, como para confirmar la divina encarnación, que Isabel su prima, había concebido un niño, que sería precursor del Verbo humanado; entonces la Santísima Virgen determinó ir a visitar a Santa Isabel, guardando grande reserva de lo que pasaba; mas en aquel venturoso día ---que llamamos de la Visitación---, al ver Santa Isabel a María Santísima, exclamó: "¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme?" No pudo María dejar de bendecir a Dios en tal momento y prorrumpió en admirable cántico de alabanzas a Dios, de sentida expresión de humildad y de reconocimiento, que denominamos el himno del Magníficat.

El Nacimiento de Jesús

Antes del Nacimiento de Juan el Bautista, María regreso a Nazaret, donde vivía con humildad, recogimiento y oración. Tuvo luego que ir San José a la ciudad de Belén, patria del profeta David, a cumplir con el empadronamiento ordenado por edicto imperial; en tal viaje acompañó al esposo la Santísima Virgen, cuidándose más de pensar en que todo lo ordena la divina providencia, que en la fecha en que pudiera ser el alumbramiento. Habiendo arribado a Belén, hallándose como perdidos en medio de las multitudes que habían llegado de todas partes para hacerse inscribir; en vano buscaron asilo para pasar la noche, pues ninguno les abrió, tanto por ser desconocidos y pobres, como por estar ya todo ocupado. Tuvieron que albergarse en un mezquino establo, refugio de pastorcitos y rebaños. Allí, hacia la media noche, el Verbo encarnado sale milagrosamente del seno de María, ésta lo toma en sus brazos, lo adora, lo envuelve en humildes pañales y coloca sobre unas pajas del pesebre; tal es el nacimiento del divino Infante, cual pasa el rayo de luz por un purísimo cristal.

Por este tiempo, a los 40 días, la Santísima Virgen se presentó, sin estar obligada, al templo de Jerusalén a la ceremonia legal de la Purificación y a ofrecer la oblación del caso. ¡Qué humildad y obediencia!. Y allí oyó las amargas profecías de Simeón el anciano.

Vida en Nazaret

Estando aún la Sagrada Familia en Belén, una noche un ángel del Señor ordenó a San José tomara a Jesús y con la Santa Madre huyeran a Egipto porque Herodes buscaba al Niño para darle muerte. ¡Qué afán! Mas qué obediencia y prontitud en emprender aquella huída. Años después por aviso Angélico volvieron a Nazaret.

Siendo el Niño de doce años, fue llevado por sus padres al templo de Jerusalén en cumplimiento de prescripciones santas de asistir a los sacrificios y oír explicar la Sagrada Escritura; mas por la imprevista quedada del Niño Jesús en el templo, ---que ellos juzgaron que se les había perdido---, ¡Cuánto sufrimiento hasta encontrarlo!. Estaba en medio de los doctores, oyéndolos y enseñándoles...

En Nazaret continuó la Sagrada Familia la oscura y humilde vida: allí crecía el Niño en edad, santidad y ciencia a vista de todos; allí aumentaba a diario la perfección de María y tuvo la pena de ver morir a San José, a quién asistieron con Jesús en su último instante de vida humana; de allí salió a los 30 años de edad, Jesús divino Maestro, a emprender la vida en público, de enseñanzas, predicación, beneficios y continuo sacrificarse hasta la muerte.

Durante la Vida Pública de Jesús

En los tres años de vida pública de Nuestro Señor Jesucristo hallamos a María Santísima principalmente en tres momentos: 1º Abogando por los necesitados en Caná de Galilea; 2º Saliendo al encuentro de Jesús, agobiado con el peso de la Cruz, en la calle de la amargura; y 3º En el Calvario, donde fue constituida Madre Nuestra.

1º Las Bodas de Caná

Había sido invitado Jesús con sus discípulos a unas bodas, a que asistía también María. Durante la comida faltó el vino. María se lo advirtió a Jesús. "Mujer, le contesta el Salvador, ¿por qué te diriges a mí? No ha llegado aún mi hora".

Y dice María a los sirvientes: "Haced cuanto El os diga". Ordena Jesús que llenen de agua seis tinajas, manda escanciarlas, y gustan los convidados un vino mejor que el que hasta entonces se les había servido. Este fue el primer milagro de Jesús, que sirvió para confirmar a sus discípulos.

Si María no hubiese intervenido, el Salvador no hubiese obrado el prodigio; sin embargo, el milagro se efectuó, y nota el Evangelio que fue el primero que obró Jesús. ¡Qué delicada atención la del Señor!

Durante una época entera de su vida, va como a olvidarse de su Madre; pero antes le concede obtener el primer milagro que confirma la fe de sus discípulos. ¡Qué demostración tan espléndida del poder de María!.

2º En la Calle de la Amargura

Acompañada por San Juan y por las piadosas mujeres, María quiso salir al encuentro de su divino hijo. El lugar del suplicio no es ciertamente un sitio adecuado para una madre.

Bien sabía Ella que no habría podido prestar ningún socorro a su Hijo pues los verdugos, según la ley, se lo habrían impedido. Sabía muy bien, además, que con su presencia, lejos de disminuir el dolor del Salvador, no haría más que aumentarlo. Esto no obstante, su deber, su calidad de Corredentora, no le permitía estar ausente; impulsada por el deber, se dirigió Ella también hacia el Calvario, al encuentro de su Hijo.

Una antigua tradición nos cuenta que la Virgen en vez de agregarse a la multitud tumultuosa que seguía al condenado, tomó un atajo a fin de encontrarse con su Hijo, quizás junto a la puerta por la cual habría debido pasar para dirigirse al Calvario y se encontró de hecho con Él, pero, a causa de los esbirros y de la plebe no hubo ni pudo hacer otra cosa, entre Ella y Él, que un rápido cambio de miradas y de afectos, sintetizando en dos palabras pronunciadas más con el corazón que con los labios: "Madre mía, Hijo mío". Cuánto pesar y compasión no se expresarían mutuamente. Cuántas cosas no se dirían en estas dos palabras.

3º María Santísima al pie de la Cruz

Después de haberse visto María como olvidada durante la vida pública del Salvador, reaparece en el momento supremo del sacrificio. Allí está; fuerte en medio de su inmenso dolor. La ve su Hijo, y en su corazón sumergido en el sufrimiento, halla aún, lugar para la compasión y la piedad hacia su Madre. En el momento de la despedida, quiere verse reemplazado para con Ella. ¿A quién confiar tan preciosa misión, sino a su discípulo amado?. "Mujer, dice a María, designando a Juan: he aquí a tu Hijo". "Hijo, dice a San Juan, he aquí a tu Madre".

María mira a su alrededor. Sólo ve a Juan, y a Juan precisamente mira Jesús. Entonces comprendió muy bien María que Juan estaba allí en representación de otros hombres, cuyo lugar él ocupaba en esos instantes sublimes, y esos hombres éramos todos nosotros. Recién entonces comprendió el hondo significado de su "fiat" de Nazaret: para salvarnos, para ser Nuestra Madre en el orden de la gracia, debía sacrificar a su Hijo, en el orden de la naturaleza. He aquí, cómo la Santísima Virgen ha quedado constituida Madre nuestra, he aquí cuál es la parte que ha tenido en nuestra redención y hasta qué punto le somos deudores de la vida de la gracia para nuestra salvación.

Últimos años de la Virgen

Los últimos años vividos por María sobre la tierra, han permanecido envueltos en una neblina tan espesa que casi no es posible entreverlos con la mirada, y mucho menos penetrarlos. La Escritura calla y la tradición nos hace llegar solamente ecos lejanos e inciertos. Indudablemente la Virgen, en aquellos años en que permaneció en la tierra, debió exclamar continuamente, con mayor razón que San Pablo, dirigiéndose a los primeros cristianos: "Mi vida es Cristo y la muerte sería para mí una ganancia. Mas, ¿qué escoger?. A la verdad, mucho mejor sería para mí irme con Él; pero vuestra necesidad me manda quedar aquí... Permaneceré con vosotros para provecho vuestro y gozo de vuestra fe" (Filipenses, 1, 21-26). ¡Si la Iglesia, hija de María era todavía niña, y como tal, aún tenía necesidad de todos aquellos cuidados que sólo una madre puede procurar, de todas aquellas finas y delicadas solicitudes que sólo un corazón de madre puede percibir. Y María, consagrada enteramente al provecho de la Iglesia, prestó de continuo hacia Ella, cuerpo místico de Cristo, todos aquellos cuidados y atenciones maternales que había tenido para con su divino Hijo. A Ella, por consiguiente, como a la madre de una familia, recurrían de continuo los Apóstoles y discípulos, todos los fieles especialmente en las horas de duda, de dolor y de persecución. Ella aconsejaba a todos, sostenía a todos. Junto a Ella, aquellos primeros fieles olvidaban las penas del destierro y se sentían animados para recorrer con ardor el camino que conducía a la patria.

Fin del Destierro

Todo nos induce a creer que la vida terrena de María, así como tuvo su comienzo en la ciudad santa, así también tuvo en ella su término. Ella pasó de la Jerusalén terrestre a la Jerusalén Celestial. No se comprende bien, en efecto, cómo pudo morir la Virgen. Para nosotros es fácil, demasiado fácil morir. Pero para María no sucede lo mismo.

Después de consolar, enseñar y amparar a los apóstoles y discípulos de Cristo, cuando fue tiempo de salir de este mundo, abrasada en amor divino se durmió plácidamente.

No fue una sacudida violenta que arrancó el alma de María; fue el impulso de la caridad lo que la separó dulcemente del cuerpo enviándola al Paraíso envuelta en una onda de deseo ardiente de su Amado.

Después de su muerte la Santísima Virgen fue llevada a los cielos por los ángeles, donde coronada de gloria y de poder y con trono sobre todos los coros angélicos y todos los santos, permanece eternamente como Madre de Dios que es, y Señora y Madre nuestra, ejerciendo su amabilísimo poder por los siglos de los siglos.

ACUDAMOS CONFIADOS EN NUESTRA MADRE MARIA

Para terminar, recordemos las autorizadas y eficaces palabras de San Bernardo: "¡Oh tú quien quiera que seas, que te sientes como fluctuar inseguro entre los grandes riesgos, huracanes y tempestades de este siglo! Si no quieres perecer, si no quieres morir en medio de tan grandes tempestades, pon tus ojos y no apartes tu mirada del fulgor de esta estrella, de María, tu guía y salvadora.

Si se levantan vientos furiosos de tentación, si tropiezas en escollos, si ocurren adversidades, mira a la estrella, invoca a María..

Si te vieres fuertemente arrastrado por los vientos de la soberbia, de la ambición, de la envidia, de la detracción, mira a la estrella, invoca a María.

Si la ira, o la envidia, o la avaricia, o el ardor de la pasión y estímulo de la carne, agitase violentamente la navecilla de tu alma, mira a la estrella, invoca a María.

Si espantado por el número y enormidad de tus pecados, confuso por su espantosa fealdad, y aterrado por el temor del juicio divino, recurrieras a hundirte en la tristeza o, lo que es aún peor, en el abismo de la desesperación, acuérdate de María, acógete a su amparo, invoca su protección.

¡En los peligros, en las perplejidades, en las angustias, piensa en María, acude a María, invoca a María!. No se aparte su nombre de tus labios, no se aparte de tu corazón; y para merecer más seguramente su amparo, procura imitar ante todo los ejemplos virtuosos de su vida.

Siguiéndola, no te extravías; llamándola no desesperas; recordándola, no yerras; sosteniéndote Ella, no caes; protegiéndote Ella, no hay por qué temer; guiándote Ella, no te cansas; amparándote Ella, con seguridad llegarás a la posesión de la eterna bienaventuranza.

Tengamos, pues, un tierno y ferviente amor, una confianza grande y segura en María Santísima, por ser Ella para nosotros Madre bondadosísima, y además Medianera, por gracia y favor de Dios omnipotente. Ella puede y quiere socorrernos en toda necesidad, en todo peligro, en toda tentación.

Fuente: http://www.legiondemaria.org



QUE NUESTRA MADRE MARIA SANTISIMA SEA NUESTRA GUIA, PARA LLEGAR HASTA SU HIJO MI AMADO JESUCRISTO!!!
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor Sergio Arturo » Dom Sep 29, 2013 4:30 pm

UBICAR EN EL MAPA LOS 20 MISTERIOS DEL ROSARIO.

MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábados)
1º. Anunciación o Encarnación del Verbo. En Nazaret, Galilea
2º. La visitación a su parienta Isabel. En Ein Karem. En los cerros de Judea.
3er. Nacimiento de Jesús. Belén, Judea.
4º. Presentación del Niño en el Templo (Purificación de María). Templo de Jerusalén. Judea
5º. El niño perdido y encontrado en el Templo en medio de los doctores. Templo de Jerusalén.

MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)
1º. La oración del huerto. Monte de los Olivos, huerto de Getsemaní, Judea.
2º. La flagelación. Jerusalén, Judea
3er. La corona de espinas. Jerusalén, Judea
4º. Jesús carga la cruz camino al Calvario. Jerusalén y fuera de la ciudad. Judea
5º. Jesús muere en la Cruz para salvarnos. En el monte Calvario, Judea

MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y viernes)
1º. Resurrección de Jesús. Jerusalén, Judea
2º. La ascensión. Cerca de Betania, Judea
3er. La venida del Espíritu Santo. Jerusalén, Judea
4º. La asunción de María. No hay datos.
5º. La coronación de María como reina y señora del cielo y de la tierra. No hay datos. ¿En el cielo?

MISTERIOS LUMINOSOS (jueves)
1º. El Bautismo de Jesús. En el Jordán, Judea
2º. Auto revelación en Caná. En Caná, Galilea
3er. Proclamación del Reino. En Palestina y lugares cercanos. Principalmente en Galilea y Judea
4º. La Transfiguración. En el monte Tabor, cerca de Nazaret,
5º. Institución de la Eucaristía. En Jerusalén, Judea
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor Sergio Arturo » Mié Oct 02, 2013 8:25 pm

Busquemos a María en Galilea
Los Evangelistas poco dicen de María, pero ha sido suficiente para que la Iglesia, con gran amor, la conozca profundamente y la venere con especial predilección.

En Lc 1, 26-38 el ángel anuncia a la Virgen María la maternidad divina, la Encarnación del Verbo. Ella turbada por dicho saludo, recibe el anuncio de que ha sido elegida por Dios para ser la Madre de su Hijo Unigénito. A pesar de estar comprometida en matrimonio con José, ya estaba desposada con él, dando muestra de su gran fe, humildad, valentía y abandono en las manos de Dios, pronuncia las palabras más importantes en la historia de la humanidad: “Hágase en mí según tu palabra” permitiendo en ese instante el prodigio de la Encarnación. Dios se hace hombre en su seno purísimo y comparte desde entonces nuestra humanidad. Porque María supo decir Sí a la voluntad de Dios.

Lc 2, 41-50 Nos narra la ocasión en que Jesús se queda en el Templo, sin que supieran sus padres, y después de tres días lo encuentran en el Templo en medio de los doctores. Regresan a Nazaret: “Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.
Tenía Jesús doce años y hasta los 30 inició su vida pública. En ese tiempo que estaría pensando María. En el cumplimiento de lo que le había dicho el Ángel : “vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin”. Mientras ella hacía lo que toda madre judía, acarrear el agua que necesitaban, juntar la leña para cocinar, lavar la ropa, hacer la comida, etc. Amar a Jesús, a José, ser un ejemplo de familia para toda la vecindad.

Jn 2, 1-12. Las bodas de Caná. “… le dice a Jesús su madre: “no tienen vino”; Jesús les responde: “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. Dice su madre a los sirvientes: “Hagan lo que Él les diga”.

Mc 3, 31-35 “Vuelve a casa (se supone que en Cafarnaúm se hospedaba en la casa de Pedro), llegan su madre y sus hermanos, y quedándose fuera le envían a llamar”.
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor tralalá » Jue Oct 03, 2013 1:18 pm

Yennis Silva escribió:El día menos pensado, estando la Santísima Virgen en oración, se le presentó el arcángel San Gabriel y le anunció que Ella concebiría en su seno al Hijo del Altísimo, que iba a hacerse hombre, sin dejar de ser Dios para redimir a la humanidad; y que esto se haría maravillosamente suministrando su purísima sangre en su propio seno al Espíritu Santo obrador del prodigio; luego le reveló, como para confirmar la divina encarnación, que Isabel su prima, había concebido un niño, que sería precursor del Verbo humanado; entonces la Santísima Virgen determinó ir a visitar a Santa Isabel, guardando grande reserva de lo que pasaba; mas en aquel venturoso día ---que llamamos de la Visitación---, al ver Santa Isabel a María Santísima, exclamó: "¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a visitarme?" No pudo María dejar de bendecir a Dios en tal momento y prorrumpió en admirable cántico de alabanzas a Dios, de sentida expresión de humildad y de reconocimiento, que denominamos el himno del Magníficat.
QUE NUESTRA MADRE MARIA SANTISIMA SEA NUESTRA GUIA, PARA LLEGAR HASTA SU HIJO MI AMADO JESUCRISTO!!!


AIN KARIM es el lugar que la tradición asigna al poblado en el que se dio el encuentro entre las dos embarazadas más grandes de la historia de la salvación: la Sma. Virgen María y su prima Sta. Isabel. Las madres proclaman las maravillas del Señor y sus hijos dan y reciben la gracia. Así señalan los comienzos de la regeneración de la humanidad, de un nuevo orden de santidad, de la unión entre el cielo y la tierra, del abajamiento divino y de la exaltación humana.

AIN en hebreo significa “fuente”, que desde el momento de la Visitación se tornó en fuente de gozo pleno. KARIM significa “noble” porque una nueva y noble estirpe nacería del Hijo de María anunciado por el hijo de Isabel.
http://www.terrero.edu.ar/ain-karim.html
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor Betancourt » Vie Oct 04, 2013 8:33 am

María en la vida pública de Jesús.
Catequesis de Juan Pablo II.
Jn 2, 1-12

Ya desde el inicio del relato, el evangelista anota que «estaba allí la madre de Jesús» (Jn 2,1) y, como para sugerir que esa presencia estaba en el origen de la invitación dirigida por los esposos al mismo Jesús y a sus discípulos (cf. Redemptoris Mater, 21), añade: «Fue invitado a la boda también Jesús con sus discípulos» (Jn 2,2). Con esas palabras, san Juan parece indicar que en Caná, como en el acontecimiento fundamental de la Encarnación, María es quien introduce al Salvador.

En Caná, la Virgen muestra una vez más su total disponibilidad a Dios. Ella que, en la Anunciación, creyendo en Jesús antes de verlo, había contribuido al prodigio de la concepción virginal, aquí, confiando en el poder de Jesús aún sin revelar, provoca su «primer signo», la prodigiosa transformación del agua en vino.

La exhortación de María: «Haced lo que él os diga», conserva un valor siempre actual para los cristianos de todos los tiempos, y está destinada a renovar su efecto maravilloso en la vida de cada uno. Invita a una confianza sin vacilaciones, sobre todo cuando no se entienden el sentido y la utilidad de lo que Cristo pide.


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Fuente: http://www.franciscanos.org/jpabloII/jpiividapublica.html
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor Betancourt » Vie Oct 04, 2013 8:57 am

Aunque esta investigación no es de alguna entidad de la Iglesia, me parece que con cierto cuidado podemos revisarla, porque tiene un estudio interesante sobre María y todo su quehacer.

Se llama "¿Quién fue María de Nazareth? Aquí: http://www.akardec.com/libro/Quien_fue_Maria_nazareth.pdf
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor Betancourt » Vie Oct 04, 2013 9:09 am

Y como a mi me gusta mucho cantar, les presento unas canciones que presentan a María en sus quehaceres.
Disfrútenlas!!! 8-) :D

"María de Nazareth" http://www.youtube.com/watch?v=DDyaOvJvoh8

Estrofa: Ave María, madre de Dios!!

"Niña de Nazareth": http://www.youtube.com/watch?v=30-hxCt_7tM de Cristo 3D

"Háblame de Jesús, cuéntale a El de mi,
dile que lo amo tanto, que es todo para mi
Dile a Dios que soy tan feliz
porque te eligió para que fueras también mi mamá"

"Cómo no amarte": http://www.youtube.com/watch?v=LZytu_vUkuY de Alfareros

"¿Cómo no amarte?
Si llevaste nueve meses en tu vientre a mi Señor,
si El estuvo tanto tiempo recibiendo de tu amor. "
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Lun Oct 07, 2013 9:51 am

La Humildad de María

La Santísima Virgen María claro está que es modelo de humildad, recordemos el momento de la visita del ángel, María dice: “he aquí la esclava del Señor, hágase en mi según su palabra”.

No sabía cómo, de qué manera, forma etc. pero si tenía una fe ciega en Dios, de manera que su amor a Dios la llevó a tener una humildad muy grande, a dejarse guiar por El, no según sus pensamientos o maneras de pensar, sino según los designios amorosos y misericordiosos de Dios. “No temas María, el Espíritu del Señor te cubrirá con su sombra y el hijo que tendrás será llamado Hijo del Altísimo...” Imagen

Imitemos la humildad de María, que supo dejarse guiar por la mano amorosa de Dios. Así sea!!


Fuente: "Ora et Labora". Santísima Virgen Maria
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor Betancourt » Jue Oct 10, 2013 10:19 am

Parte de la convivencia de María con Jesús:

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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor anabelma » Lun Oct 14, 2013 6:05 pm

Maria es el ejemplo de humildad, de protección, de silencio, de obediencia.....Maria encierra el papel de la Iglesia, Madre amantísima, la que hace valer la ley, confianza y voluntad.....Del evangelio la parte que mas me gusta es la referida a las Bodas de Canaán y La Anunciacion..
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor tralalá » Mié Oct 16, 2013 1:59 pm

MARÍA DISCÍPULA de JESÚS.

Quiero presentar a María en la obra Lucana, con uno de los títulos más bellos que desgraciadamente la devoción mariana no ha sabido todavía aprovechar: María discípula de Jesús.

Indudablemente Lucas es el autor del NT que más ha recogido y trabajado las tradiciones referentes a la madre de Jesús, presentándola como modelo perfecto del discípulo que sigue los pasos de Jesús y acoge la salvación ofrecida, dando un testimonio profético sobre ella.

Ya al principio de su camino, la gracia salvadora de Dios y su gozo están (1,28). Una plenitud de gracia que la transforma completamente y le propone el desafío de aceptar ser la madre del Mesías, a pesar de su llamada virginal (Lc 1,30-35), que es expresión de su pobreza interior. Para cumplir esta misión recibe el Espíritu Santo que hará posible una concepción virginal, porque nada es imposible para Dios.

María personifica a la Hija de Sión, los pobres y humildes que han puesto su esperanza en el Señor y esperan recibir de él la salvación. Acepta el plan de Dios con un “sí” humilde que sólo florece en el corazón de los pobres. (Lc 1,38). El Magnificat es la perfecta expresión de estos sentimientos: responde con gozo a la invitación a alegrarse. y da gracias por el don de su fecundidad virginal, considerando cómo en su abajamiento y humillación ha sido salvada por la mano de Dios. Se pone en camino como un profeta, llevando consigo la alegría de la salvación mesiánica, y pronta a compartir con su prima que está necesitada (Lc 1,39-45.56). Camina en la fe, confiando en el Dios fiel que cumple sus promesas (Lc 1,50-54) profundizando cada vez más en el don que ha recibido, para llegar a una plena comprensión de los sucesos de su vida oscura y dolorosa (Lc 2,19.50). Actúa de acuerdo con la voluntad de Dios y por ello Lucas la considera modelo del creyente (1,45) que escucha y pone en práctica la palabra de Dios (8,21; 11,28; cf. ficha 5-8). Avanza continuamente en su vida de oración (Lc 1,46-55; Hch 1,14), en la acción de gracias y en la perseverancia.

Finalmente, en cuanto discípula, recorre todo el camino hasta el final, asociándose a la muerte y a la resurrección (Lc 1,34-35). Porque Dios ha hecho en ella maravillas como “madre del Señor” (Lc 1,43) y todas las generaciones la llamarán bienaventurada (Lc 1,48). http://www.youtube.com/watch?v=DDyaOvJvoh8

http://www.upcomillas.es/personal/jmmor ... anente.htm
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor Monica Guzman » Lun Nov 18, 2013 6:39 am

¡Qué maravillosa fue la Peregrinación en Nazareth!

Gracias a los padres que nos explican con tanto detalle y conocimiento. Me encantó el comentario que hicieron al decir que la peregrinación podría iniciarse en Nazareth como lo hizo Jesús al encarnarse en el vientre de la Virgen María. Seguir por Jerusalén donde Cristo murió y resucitó y terminar en Emaús donde se manifiesta a sus discípulos.

Muchas gracias por estas peregrinaciones on line. Son una verdadera bendición!

Saludos

Mónica
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor tralalá » Lun Dic 30, 2013 2:05 pm

«ECCLESIA IN ASIA»
DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
CAPÍTULO I
EL CONTEXTO DE ASIA
Asia, lugar de nacimiento de Jesús y de la Iglesia

5. La encarnación del Hijo de Dios, que la Iglesia entera conmemorará en el gran jubileo del año 2000, tuvo lugar en un contexto histórico y geográfico muy concreto, que ejerció un importante influjo en la vida y en la misión del Redentor en cuanto hombre. «Dios asumió en Jesús de Nazaret las características propias de la naturaleza humana, incluida la ineludible pertenencia del hombre a un pueblo concreto y a una tierra determinada. (...) La concreción física de la tierra y de su emplazamiento geográfico está unida a la verdad de la carne humana asumida por el Verbo» (7) . Por consiguiente, conocer el mundo en el que el Salvador «vino a habitar entre nosotros» (cf. Jn 1, 14) es una clave importante para comprender de forma más precisa el plan del Padre eterno y la inmensidad de su amor a toda criatura: «Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).
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Re: Tema 4. En Galilea con María. 23 septiembre

Notapor tralalá » Mar Mar 25, 2014 6:42 pm

hini escribió:[
Galilea es Jesús, pero también María. Allí comenzó todo...

Seguiremos profundizando en Galilea, en los lugares de María en Galilea. Después de la conferencia de hoy sobre Nazareth, podemos ver que se puede investigar de más cosas, no sólo de la basílica: Un cuadro, una cueva, un pozo, una escultura, una puerta, un vitral.

Busquemos a María en Galilea! Seguro que, como todas las madres, siempre estaba corriendo detrás de Jesús


Aunque el curso hace rato que terminó, me parece bien dejar acá esta buena noticia:

Es un gran deseo mío que la Fiesta de la Anunciación del Señor sea proclamada oficialmente como día festivo en toda Nazaret”. Lo dijo el nuevo alcalde de la ciudad de Nazaret, el musulmán Ali Sallam, en una reunión con representantes de las comunidades religiosas de la ciudad que fueron a felicitarlo en la sede de la municipalidad con motivo del inicio de su mandato político, según informó la agencia Fides.

En la reunión -que se celebró el lunes 17 de marzo- también estaba presente el obispo católico monseñor Giacinto Boulos Marcuzzo, vicario patriarcal para Israel del Patriarcado de Jerusalén de los Latinos.

Según fuentes oficiales del Patriarcado Latino, el alcalde Salam hizo referencia explícita al Líbano donde desde 2010 la solemnidad de la Anunciación fue proclamada día de fiesta nacional, con el propósito de encontrar en la devoción a María -también compartida por los musulmanes- un punto de convergencia entre las diferentes comunidades religiosas.

“Dado que el Corán habla a menudo de la Virgen María, y que esta festividad se ha convertido en un día de fiesta nacional en el Líbano”, según lo expresado por el Alcalde Salam “¿por qué no proclamarla fiesta para toda la ciudad de Nazaret, donde ocurrió el acontecimiento de la Anunciación?”. Todos los representantes de las delegaciones presentes -cristianos, musulmanes y drusos de Galilea– saludaron con aplausos la intención expresada por el alcalde.

El nuevo alcalde Salam obtuvo una amplia mayoría de votos (62 % contra 38 %) en las elecciones del 11 de marzo que lo vieron contraponerse con el alcalde saliente, Ramez Jarayseh, en el cargo desde 1994. Alí Salam fue apoyado por la lista cívica Nassirati (Mi Nazaret), que él fundó, de matriz musulmana moderada.+
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