Taller tema 5: Cultura en Galilea

En este curso, haremos un recorrido turístico-religioso por los Santos Lugares, conoceremos y comprenderemos cómo conviven las tres grandes religiones monoteístas en Tierra Santa: Cristianismo Judaísmo e Islam, sus costumbres y tradiciones, visitaremos los lugares de la vida de Cristo y la Santísima Virgen.

Conjuntamente al curso de turismo religioso, que se enviará cada semana por correo y se desarrollará en el foro como hacemos habitualmente, cada domingo nos uniremos a la plataforma de http://www.evangelizaciondigital.org/encuentros-on-line/tierra-santa/ Evangelización Online para peregrinar por los lugares que vayamos visitando y conocer la Tierra Santa, de primera mano, con guías conocedores de los lugares santos, y además con materiales de estudio y de formación.

Fecha de inicio
2 de septiembre de 2013

Fecha final:
22 diciembre 2013

Moderadores: Catholic.net, Ignacio S, hini, Moderadores Animadores

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor ayga127 » Dom Sep 29, 2013 5:42 pm

Comunidad Drusa


La comunidad drusa de 118.000 habitantes que reside en Israel es representante de una cultura rica y antigua y de una religión que ha realizado grandes contribuciones a Israel a lo largo de los años. Sus ciudades y lugares santos, situados en bellos paisajes montañosos desde el Monte Carmelo al oeste hasta la Alta Galilea y los Altos del Golán al este, invitan a los visitantes a sumergirse en sus tradiciones y a disfrutar de su tradicional hospitalidad.

La fe drusa, procedente del Islam e influida por la antigua filosofía griega y otras tradiciones, fue fundada en el Egipto fatimí a finales del siglo X. Entre los primeros líderes de esta religión se encuentran Hamza Ben-Alí y Mohamed al-Darazi. El nombre popular de esta fe, el “drusismo”, proviene del nombre de éste último, aunque este colectivo se denomina a sí mismo Al-Muwahidun, del árabe “unidad”, para hacer hincapié en su monoteísmo, o bien Al-Ma’aruf, una derivación de la palabra “conocimiento”. Los drusos creen que Hamza fue el último elegido por Dios para revelar su verdad a los hombres, y que sus predecesores fueron Adán, Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Mahoma.

Con el tiempo, el centro del culto de esta fe se trasladó de Egipto al Líbano y a Siria, donde consiguieron nuevos creyentes, particularmente en la región que rodea al Monte Hermón. Sin embargo, a mediados del siglo XI dejó de admitir nuevos miembros, y, hasta nuestros días, no se ha podido convertir nadie más a esta fe, según la cual las almas de los drusos se reencarnan continuamente.

Para evitar las persecuciones que sufrieron en sus inicios, los drusos guardaban los secretos de esta religión entre unos pocos elegidos. En la actualidad, estas personas, que pueden ser hombres o mujeres y a las que se denomina ukal, son elegidas por los líderes de la comunidad basándose principalmente en la moralidad de su estilo de vida, lo que les permite profundizar en los libros sagrados de los drusos. Los religiosos de esta fe se reconocen por tener la cabeza rapada, tocado blanco y pantalones negros. Las religiosas llevan vestidos oscuros y velos blancos en la cabeza.

Si se exceptúan los acontecimientos propios del ciclo vital, los drusos celebran pocas ceremonias. Acuden a una casa de oración o hilwa, hacen ofrendas a Dios para pedir curaciones y otras necesidades, y establecen días de peregrinación hacia los líderes de su fe, como Nebi Shueib (Jethro), Nebi Yaf’ouri, Nebi Sabalan, Abu Abdullah, El-Khader y Nebi Zakariya. Tiene prohibidos, entre otras cosas, el consumo de alcohol y el juego. Muestran una extraordinaria fidelidad a su país; los jóvenes drusos sirven en las Fuerzas de Defensa Israelíes.

La bandera drusa ondea en todos sus lugares santos y ciudades, a menudo junto a la de Israel. Se dice que los cinco colores de su bandera representan al líder Hamza y a los cuatro principales predicadores de esta fe. Otra interpretación es que el color verde simboliza la naturaleza, el rojo el corazón, el amarillo el trigo, el azul el agua y el cielo, y el blanco pureza.

En los lugares sagrados de los drusos, que casi siempre se hallan abiertos, los visitantes deben quitarse los zapatos antes de entrar e ir vestidos con recato (cerca de la entrada suele haber blusas de manga larga y pañuelos para la cabeza). Se prohíbe hacer fotos en su interior.
Avatar de Usuario
ayga127
 
Mensajes: 450
Registrado: Mié Ene 11, 2012 3:44 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor ayga127 » Dom Sep 29, 2013 5:56 pm

EL ROSH HASHANAH DEL JUDAISMO

Rosh Hashanah, la festividad con que da comienzo el año judío, tiene lugar en el mes hebreo de Tishrei, que coincide con los últimos días de septiembre y primeros de octubre.

Al contrario que otras festividades que tienen un día sagrado en que están cerradas las empresas, Rosh Hashanah es una festividad de dos días, y las empresas no trabajan en ninguno de ellos. La festividad se compone de dos días conforme a la tradición iniciada con la Diáspora, al no conocerse el momento exacto de la aparición de la luna nueva visible (que tradicionalmente decretaba el Alto Tribunal de Jerusalén).

Según la tradición judía, Rosh Hashanah conmemora la culminación de la creación del Universo y la aceptación de la soberanía de Dios sobre el mundo. También son estos los días en los que Dios juzga los hechos de los hombres durante todo el año y decide su futuro para el año siguiente: la muerte para los pecadores, la vida para los píos y un período de arrepentimiento hasta Yom Kippur para aquellos cuya situación no está clara.

El período comprendido entre Rosh Hashanah y Yom Kippur se denomina “Los Diez Días del Arrepentimiento” y durante ellos las personas tienen la oportunidad de expiar sus pecados.
Subir
Costumbres de esta Festividad

Oración
los judíos religiosos asisten a largos servicios en las sinagogas y recitan plegarias y canciones litúrgicas especiales escritas a lo largo de los siglos. Las versiones de estas plegarias y canciones varían un poco según los grupos étnicos.

Selichot (oraciones especiales de penitencia)
durante la semana (o el mes, según el grupo étnico de que se trate) anterior a Rosh Hashanah, hay oraciones especiales de “Selichot”, en las que se pide perdón y se expresan los remordimientos y el arrepentimiento.

Hacer sonar el shofar (cuerno de carnero)
en Rosh Hashanah, se hace sonar el shofar 100 veces (o 101, según la tradición étnica) en la sinagoga, en grupos de una, tres y nueve sonidos. Los sonidos del shofar tienen la misión de simbolizar la soberanía de Dios sobre el mundo, recordar a los judíos la entrega de los mandamientos en el Monte Sinaí y la devoción de Abraham e Isaac a Dios, provocar el arrepentimiento en las personas y anunciar el Día del Juicio y la venida del Mesías. Cuando el primer día de Rosh Hashanah cae en Shabat, el shofar solamente se hace sonar el segundo día.

Manzanas y Miel
en la cena de Rosh Hashanah es costumbre comer una manzana mojada en miel y otros alimentos dulces para simbolizar un año nuevo dulce.

Tashlich
en Rosh Hashanah se acostumbra a acercase a un río, la orilla de un lago u otra masa de agua al aire libre, y sacudirse el contenido de los bolsillos para echar simbólicamente los pecados al agua. Si visita Israel durante este período, merece la pena ver cómo cumplen con esta costumbre los judíos religiosos. Cuando el primer día de Rosh Hashanah cae en Shabat, el Tashlich se lleva a cabo el segundo día.

Felicitaciones de Año Nuevo
hasta hace unos años, los judíos de Israel (y de todo el mundo) enviaban tarjetas de felicitación de “Shana Tova” a sus amigos y familiares, deseándoles salud, felicidad y prosperidad en el año nuevo. Hoy, esta costumbre prácticamente ha desaparecido, porque la mayoría de los israelíes prefieren utilizar el teléfono o el correo electrónico. Sea como fuere, sigue siendo costumbre entre los judíos desearse durante este período de año nuevo un “Shana Tova”: un buen año nuevo.

Cena Festiva
incluso los judíos seglares que no van a los servicios de la sinagoga toman una cena de fiesta la noche de Rosh Hashanah, con buen vino, manzana mojada en miel y otros platos dulces. Es costumbre comer granadas, símbolo de un año de abundancia, la cabeza de un pescado, que simboliza el deseo de mantenerse por delante, y otros alimentos simbólicos.
Avatar de Usuario
ayga127
 
Mensajes: 450
Registrado: Mié Ene 11, 2012 3:44 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Dom Sep 29, 2013 9:04 pm

Fundamentos biblicos de la Danza

Los resurgimientos religiosos usualmente vienen acompañados por la restauración de los antiguas formas de adoración.

Entre estos esta lo que conocemos como la danza. Esta ha estado resurgiendo dentro del movimiento Judio Mesiánico y tambien ha llegado a resurgir dentro del cristianismo. Las experiencias de muchas congregaciones donde la danza esta renaciendo de manera abrumadora en un nuevo despertar del Espiritu Santo en medio de estas. Antes de nombrar numerosos ejemplos de la danza en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento, necesitamos saber muchas palabras en hebreo que son traducidas como danza. La palabra principal utilizada es la palabra "Jul" la cual se denota como dar vueltas en un circulo de danza. Otra palabra es "rakar" que literalmente significa "saltar". Otra palabra para danza es "guil" la cual es traducida como "regocijo", pero literalmente significa "dar vueltas de gozo". Sofonias 3:17 dice: "Jehová esta en medio de ti, poderoso, El salvará; 'se gozará' sobre ti con alegria, callará de amor, se regocijará con cánticos" La palabra aqui traducida como "se gozará" es el término "yafuil", que literalmente se puede traducir como: "El Señor danza de gozo entre nosotros!" Si el Señor puede danzar de gozo, cuanto más nosotros deberiamos danzar con gozo cuando El esta en medio nuestro.


3. LAS INSTITUCIONES RELIGIOSAS

3.1. Fiestas Imagen

Las tres fiestas de peregrinación son las más importantes: reúnen al pueblo junto al templo y refuerzan la fe común.

- La fiesta de Pascua sobre la liberación del Éxodo. En esta ocasión acuden unos 200.000 peregrinos a Jerusalén. La tarde del 14 de nisán se inmola en el templo a los corderos que la familia come después de ponerse el sol. La fiesta se prolonga durante 8 días. Se celebraba a primeros o mediados de abril. Su fecha cambia, al igual que nuestra Semana Santa, a causa del calendario lunar. Coincidía con la primera luna llena de primavera.

- Pentecostés,
50 días más tarde, fue primero la fiesta de la cosecha, pero pasó a ser luego, en la época de Jesús, la celebración del don de la Ley en el Sínaí, fiesta de la alianza y renovación de esa alianza. Se celebraba a finales de mayo o primeros de junio, dependiendo de la fecha de la Pascua.

- La fiesta de las Tiendas o de las Chozas
es la más espectacular. Para recordar la estancia en el desierto, cada familia se hacía una choza de ramaje en los alrededores de la ciudad. Se celebra a mediados de octubre.

3.2. El templo

El templo de Jerusalén era el otro polo de la vida judía. En él se celebraba a diario el culto a Yahvé y los sacerdotes ofrecían los sacrificios. El templo significaba la presencia permanente del Señor en medio de su pueblo.

3.3. La Ley

La Ley, dada por Dios a Moisés, debía ser explicada y adaptada a las circunstancias cambiantes de la vida. Ello dio lugar a la Ley oral o tradiciones de los padres. El trabajo de interpretación y adaptación de la Ley fue realizado por los escribas o doctores (verdaderos teólogos y juristas). En tiempos de Jesús muchos pertenecían al partido fariseo y gozaban de una gran autoridad ante el pueblo.

3.4. El sábado

El sábado es, con la circuncisión, la práctica más sagrada. Era el día dedicado a Dios y al descanso. No se podía trabajar, ni llevar encima más de medio kilo de peso y sólo se podía caminar alrededor de un kilómetro.

3.5. La sinagoga
Era el lugar de reunión de los judíos para la oración y el estudio de la Ley. Más aún que el templo, lejano para muchos y adonde sólo iban en las fiestas, es el lugar donde se forja la fe y la piedad del pueblo. La ceremonia se dividía en dos partes: primero el Shemá, que terminaba con una bendición. Después se hacía la lectura de la Ley, iluminada por un texto de los profetas, y seguida por una homilía.

La danza cristiana. Palaestina en tiempos de Jesús
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Lun Sep 30, 2013 11:49 am

Benei Mitzvá

Dentro del rito judío, se consideran Benei Mitzvá, Bar Mitzvah para los varones, del hebreo: בר מצוה, "hijo de los mandamientos; las mitzvot"; o Bat Mitzvah para las mujeres, del hebreo בת מצוה, "hija de los mandamientos, las mitzvot", quienes han alcanzado la madurez personal y frente a su comunidad, la cual se ha fijado en 12 años para las niñas, aunque hay un lapso de transición de seis meses y un día en el cual la mujer es considerada naará, "joven mujer", hasta que pasa a ser llamada bogueret, "madura", y 13 años para los varones, 12 años para los ortodoxos. A partir de este momento, los jóvenes pasan a ser considerados, según la halajá o ley judía, responsables de sus actos. Esta madurez, desde la Edad Media y muy popular desde entonces, se celebra mediante una ceremonia que difiere levemente entre los ritos asquenazí y sefardita.

La mayoría de los judíos ortodoxos rechazan que una mujer lea en público la Torá o dirija la ceremonia mientras haya una minyán a disposición. Sin embargo, la celebración de una niña que se convierta en Bat Mitzvah ha ido ganando adeptos en el Judaísmo ortodoxo moderno.

Celebración de un bar mitzvá en la explanada frente al Imagen Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.

Historia.- La ceremonia moderna para celebrar un Bar Mitzvah no existía en los tiempos bíblicos, de la Mishnah o del Talmud. En el Éxodo y Números se señala la mayoría de edad para entrar al ejército como 20 años. El término "Bar Mitzvá" apareció por una vez en el Talmud para definir a alguien que está sujeto a los mandamientos. En el Mishnah, los trece años se describen como la edad en la que una persona es obligada a observar los 613 mandamientos de la Torá.
Pirkei Avot 5:24, a los 5 años comienza el estudio de la Torá, a los 10 el estudio de la Mishná, y a los 12 el cumplimiento de los preceptos.

Según el Talmud, los votos de un varón de trece años son legales, lo cual es el resultado de ser un "hombre" como se lo requiere en Números 6:2.

El término Bar Mitzvá, hoy en día, proviene del término rabínico del siglo catorce "gadol", adulto, o "bar 'onshin", hijo del castigo. Esto significa, que es posible castigarlo si ha hecho algo incorrecto. La ceremonia del Bar Mitzvá se originó, según la mayoría de las fuentes, recién en la Edad Media. Sin embargo, hay suficiente evidencia anterior respecto al regimiento de los mandamientos de la Torá al cumplir los 13 años.

Fuente: Wikipedia, Google
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor ayga127 » Lun Sep 30, 2013 2:18 pm

Imagen

Uploaded with ImageShack.us




La tumba de Maimónides, situada en el centro de Tiberíades, se ha convertido en uno de los lugares de peregrinación más importantes para los judíos en Israel.

Considerado uno de los mayores sabios del pueblo judío, cuya capacidad de análisis se sigue admirando en la actualidad, Maimónides, conocido como el Rambam (acróstico formado con su nombre), fue también médico del gobernante musulmán Saladino. Creó una oración especial para los sanadores, el equivalente judío al juramento hipocrático, que a menudo recitan los médicos que acuden a visitar su tumba.

Maimónides murió en El Cairo en 1204, y sus restos se enterraron de nuevo posteriormente en Tiberíades. El camino que lleva hasta su tumba es simbólico, con dos arroyos (el nombre de su padre, Maimón, procede de la palabra hebrea mayim, que significa agua) y con siete columnas a ambos lados en las que están inscritos los nombres de los 14 capítulos de su célebre codificación de la Mishná, la Mishné Torá.

Una gran estructura metálica situada sobre el conjunto de la tumba simboliza una corona en señal del gran respeto que se profesa a Maimónides en la tradición judía.

Fuente: pagina Israel Wonders
Avatar de Usuario
ayga127
 
Mensajes: 450
Registrado: Mié Ene 11, 2012 3:44 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor klaus23 » Lun Sep 30, 2013 5:06 pm

Cuando investigaba sobre lugares, celebraciones y festividades de cristianos, judíos o musulmanes, encontré un artículo que me llamó mucho la atención porque describe la fiesta del Ramadan como una oportunidad para los musulmanes israelíes de celebrar en el Estado Judío.

La historia comienza narrando cómo luego de un día de entrenamiento, soldados musulmanes y judíos se reúnen para compartir la cena de iftar, que tradicionalmente corta el ayuno diario del Ramadan y se realiza a la caída del sol, durante el mes en que se observa la festividad islámica.

El Ramadan consiste en un ritual de un mes de duración durante el cual los musulmanes no comen, beben, fuman ni mantienen relaciones durante las horas del día; aunque está formalmente reconocido en los lugares de trabajo de Israel, al igual que con otras festividades musulmanas, aun no forma parte del mapa cultural del Estado Judío, mas enfocado en Rosh Hashana, Pesaj y el día de la Independencia.

En el artículo aparece un comentario de un Coronel, jefe del Directorio de Minorías en la Sección de Recursos Humanos de las Fuerzas de Defensa de Israel, que explica cómo esta festividad afecta a esa organización: “Afecta mucho en una organización como la nuestra, tener tanta gente ayunando durante 30 días, porque somos el ejército. No paramos por 30 días, ni siquiera por un día. Pero durante días como estos, tratamos de tener en mente sus necesidades, y ayudarlos como podamos”; por eso, las fuerzas de Defensa de Israel, que tienen cientos de soldados musulmanes, principalmente beduinos, que observan el Ramadan, hacen arreglos para que puedan comer y rezar en los tiempos estipulados, el ejército se ocupa de los arreglos y también les alivian su entrenamiento físico si es necesario, por ejemplo, si un soldado combatiente corre 12 kilómetros, pierde una gran cantidad de agua, así que tratan de acortar ciertos entrenamientos, dándoles mas clases durante el Ramadan.

Creo que el respeto hacia las creencias, fiestas y tradiciones de otras personas es algo fundamental para cualquier ser humano, ojalá todos pensáramos: “tener en mente las necesidades de otros y ayudarlos como podamos” pues considero que es una regla básica para la convivencia y fortalece el diálogo, sobre todo en Tierra Santa, donde coexisten tantas tradiciones.

Además, en el artículo se explica que en el Servicio Civil de Israel, Ramadan es una parte aceptada del calendario anual, figura en una combinación de vacaciones y días personales como cualquier otra festividad religiosa, ya sea judía, cristiana, druza, armenia u ortodoxa griega. Del mismo modo que ciertos días significativos del calendario judío (como el ayuno de Tisha B’Av, o la semana de Januca), cuando los chicos no tienen clase en las escuelas, pueden tomarse como días personales, así también en Ramadan.

Debido a que el calendario islámico, a diferencia del hebreo, carece de un mes “bisiesto”, la fecha del Ramadan varía de año en año y puede caer de cualquier estación del año.

Los musulmanes observantes del Ramadan generalmente requieren algunos permisos en sus lugares de trabajo.

Algunos solicitan llegar mas tarde para poder comer su sahar, su desayuno de pre-madrugada, o dejar el trabajo más temprano, para prepararse para el iftar, la cena después de la caída del sol.

Fuente: http://www.anajnu.cl/ramadanenisrael.htm
klaus23
 
Mensajes: 13
Registrado: Mar Sep 03, 2013 10:25 am

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor enrique4 » Lun Sep 30, 2013 5:30 pm

Hola a todos
He tratado de buscar información para cumplir con la "tarea", encontrándome con una gran dispersión en la información y además de que las fiestas, celebraciones, etc. se hacen en todo Israel, no solamente en la región de Galilea.
Por lo anterior, quiero aportar la información que encontré, desde luego en forma abreviada.

TIERRA SANTA MES A MES
Jerusalén, al estar compartida por judíos, cristianos y musulmanes, posee una sobreabundancia de festividades religiosas. Si a éstas se añaden los días festivos seculares, conmemoraciones y festivales culturales, rara vez se da una semana sin algún evento significativo.
Aunque se puede hacer coincidir la visita con alguna de estas celebraciones, del mismo modo se puede querer evitar otras. Durante las festividades religiosas como el Pésaj (y el Ramadán en las zonas árabes de Israel y en Jordania), muchas tiendas, restaurantes y museos cierran por completo o abren horas limitadas, y resulta difícil y caro encontrar alojamiento.
Las fechas de las festividades varían cada año. Tierra Santa tiene un tiempo cálido todo el año, pero el calor en julio y agosto puede ser extremo.
PRIMAVERA:
La primavera en Jerusalén normalmente llega a finales de marzo. Coincide con la Pascua cristiana y el Pésaj judío, cuando la ciudad se abarrota de peregrinos, las festividades religiosas se acompañan de actos culturales, que se incrementen según se acerca el verano. El tiempo es benigno, y es la mejor época para hacer excursiones a los numerosos parques de Israel, incluso aunque en torno al mar Muerto el termómetro suele estar por encima de los 30ºC.
MARZO
Feria Internacional del libro, Jerusalén. Este evento anual atrae a visitantes de más de 40 países. Se entrega el Premio Jerusalén.
La Semana Santa tiene lugar de finales de marzo a abril para católicos y protestantes; las iglesias ortodoxa y armenia la celebran una semana después. La Semana Santa de Jerusalén comienza con la procesión del Domingo de Ramos desde el monte de los Olivos. La ceremonia más destacada es el fuego sagrado, el sábado de la Pascua ortodoxa.
ABRIL
Pésaj, en algún momento entre finales de marzo y finales de abril. Celebra la liberación de la esclavitud de Egipto, de los faraones. Durante la semana de la festividad cierran tiendas y restaurantes y el transporte público es limitado.
Festival Boombamela (1ªsemana), Ascalón, Israel. Festival de arte alternativo en la playa.
Día del Holocausto Armenio (24 abril), Jerusalén. Procesión y misa en la catedral de Santiago en memoria de las masacres a manos de los turcos.
La Mimuna a celebran los judíos norteafricanos la noche del último día del Pésaj, con fiestas en todo Israel.
Festival de Música (Pésaj), Jaffa. Festival de música clásica de mayo a julio.
Día del Holocausto. A lo largo del día suenan las sirenas aéreas durante dos minutos en recuerdo a las víctimas del Holocausto.
Día del Recuerdo. En la misma línea que el Día del Holocausto, honra a los israelíes muertos en guerras.
Día de la Independencia. Se conmemora la condición de Estado de Israel con desfiles y conciertos.
Festival del Camello del Sur de Sinaí (abr/may), Sharm el-Seikh, Egipto. Las tribus beduinas traen sus camellos a esta enorme carrera en el desierto.
MAYO
Festival de Israel (may/jun). Evento más importante: tres semanas de música, danza y teatro en Tel Aviv, Jerusalén, Haifa y los teatros romanos de Cesárea y Beit She'an.
VERANO:
Con menos fiestas religiosas, en verano la atención se centra en la costa, donde la temperatura se suaviza con la brisa marina, y en las ciudades de Galilea, donde la altitud contrarresta en parte el calor.
JUNIO
La Ascensión tiene lugar 40 días después de la Pascua. Celebra la Ascensión de Jesús a los ciclos y en Jerusalén se celebra con oraciones en el monte de los Olivos.
Festival de la Playa (todo el verano), Tel Aviv. Las playas del centro de la ciudad acogen conciertos de rock y cine al aire libre.
JULIO
Festival de Cine (principios de jul), Jerusalén. En el Cinematheque se proyectan los trabajos de directores
israelíes y extranjeros.
Noches de Jaffa (1ª"semana), Tel Aviv. Dos semanas de conciertos y espectáculos al aire libre en la Ciudad
Antigua de Jaffa.
Festival de Jazz (jul- ago), Eilat. A orillas del mar Rojo, este festival congrega a músicos internacionales. Festival de Jordania (fin jul y ago), Jerash. Es el más Importante de Jordania y tiene lugar en las ruinas romanas. Incluye bailes tradicionales, ballet, ópera, concursos de poesía, teatro, música clásica y muestras de artesanía local.
AGOSTO
Festival de Marionetas, Jerusalén. Dirigido a los Jóvenes, con espectáculos en varios lugares, en particular en el Train Theatre, en Liberty Bell Gardens.
Festival de Klezmer, Safed. Festival dedicado a la música judía tradicional del este de Europa.
DlAS FESTIVOS JUDIOS
El calendario judío es lunar, así que cada mes comienza y termina con la luna nueva. Los días festivos judíos, por tanto, caen en días diferentes cada año. No como en el calendario occidental, aunque la época del año es la misma grosso modo.
OTOÑO:
En lo que se refiere al tiempo, otoño es la época ideal para visitar Jerusalén, aunque hay muchas festividades en septiembre y octubre, que afectan seriamente al transporte público y reducen los horarios de tiendas y restaurantes. Además, es necesario reservar alojamiento con mucha antelación.
SEPTIEMBRE
Rosh Hashaná. Año Nuevo judío. Marca el comienzo de diez días de oración que termina con el Yom Kipur.
El penúltimo día, los judíos solían celebrar el Kapparot, una ceremonia en la que un ave de corral viva es agitada por encima de la cabeza para absorber los pecados, aunque ya no se permite esta práctica. Se toca el shofar (cuerno de carnero) en las misas.
Yom Kipur. Día de la Expiación, el más sagrado del año, en el que los judíos ayunan durante 25 horas y pasan la mayor parte del día en oración intensa en sus sinagogas. El país se paraliza.
Sucot (Fiesta de los Tabernácu-los). Conmemoración de los 40 años de los israelitas en el desierto tras huir de Egipto Se levantan cabañas en la calle, donde se come durante siete días. Los judíos ortodoxos incluso duermen en ellas.
Festival Internacional de Cine de Haifa, Haifa, Israel. El festival de cine más importante de Israel tiene lugar cada año durante el Sucot (ver arriba) y acoge más de 200 proyecciones durante 8 días.
OCTUBRE
Festival de Teatro Alternativo, Acre. Presenta a grupos vanguardistas locales e internacionales en varios escenarios.
NOVIEMBRE
Maratón de Jerusalén (fin oct/prin nov). Uno de los eventos deportivos más importantes de Israel, en el que participan cientos de israelíes y foráneos.
INVIERNO:
Navidad es obviamente una buena época para visitar Belén y Nazaret, sobre todo si se puede asistir a una de las misas especiales. De vez en cuando nieva en Jerusalén, y cuando lo hace en los Altos del Golán se pone en marcha el telesquí.
FESTIVIDADES MUSULMANAS
Eid al-Fitr y Eid al-Adha son las fiestas más importantes. Ambas duran 2 o 3 días y se celebran con el sacrificio de un cordero. Eid al-Fitr marca el final del Ramadán, respetado por todos los musulmanes devotos. Eid al-Adha (Celebración del Sacrificio), conmemora que Abraham estuviese dispuesto a sacrificar a su hijo por Alá. Otros días significativos son el Mawlid (Nacimiento del Profeta) y el Año Nuevo islámico (Ras el-Sana). El año islámico es lunar y 11 días más corto que el occidental; de acuerdo al calendario occidental, las festividades islámicas caen 11 días antes cada año.
DICIEMBRE
Janucá. La Fiesta de las Luces judía conmemora la purificación del Templo en el año 164 a.C. Dura ocho días y en ella se encienden velas en un menorá especial de ocho brazos.
Navidad (24-25 dic). Una procesión parte de Jerusalén en Nochebuena y llega a Belén para la misa de gallo en la iglesia de la Natividad. Para asistir a este servicio se debe reservar con antelación en el Centro de Información Cristiana de Jerusalén. La misa se proyecta en una pantalla enorme en la plaza del Pesebre. La misa de Abu Ghosh es también impresionante. En Jerusalén tiene lugar una procesión la tarde de Noche- buena, que termina con misa en las
seis Iglesias de la dudad.
Festival Internacional de Coro (26dic), Nazaret. Los días siguientes al festival la ciudad acoge conciertos de música sacra.
Maratón de Tiberiades (dic-feb). Menos conocido que el Maratón de Jerusalén, atrae a muchos corredores por sus paisajes.
ENERO
Navidad ortodoxa (7 ene), Jerusalén, celebra la víspera de Navidad con una misa en la iglesia de la Sagrada Trinidad, en el Complejo Ruso.
Navidad armenia (19 ene), Jerusalén. Se celebra con una misa en la víspera de Navidad en la catedral de Santiago, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
FEBRERO
Purim. Este festival celebra la salvación de los judíos de un genocidio en Persia (relatado en el libro de Ester del Antiguo Testamento). Por la mañana y por la noche se lee en público el Rollo de Ester. Los niños se disfrazan y los adultos dan regalos a los amigos y caridad a las pobres, entre festejos y bebida.


FUENTE: Jerusalén, Tierra Santa y Jordania, pp.36-40, edit. El País Aguilar es.
enrique4
 
Mensajes: 56
Registrado: Lun Ago 12, 2013 10:42 am

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor Pascu » Lun Sep 30, 2013 6:26 pm

Encontré en un libro muy bonito y que tiene muy buenas ilustraciones y explica como era la vida cotidiana en los tiempos de Jesús. Se llama HOGARES Y FAMILIAS EN LA ÉPOCA DE LA BIBLIA: Costubres y estilos de vida es de la Editorial San Pablo. Transcribo algunos fragmentos (algunas partes no son textuales sino que las fui ensamblando un poco).

Las construcciones y las ciudades
Muy cerca de la entrada de la ciudad había un espacio abierto. Las personas se reunían en este lugar para comprar y vender mercancías. Algunos hombres iban a buscar trabajo, y aquellos que necesitaban mano de obra iban a buscarla allí. Los pobres iban a mendigar lo que necesitaban. En ese mismo lugar, las personas que actuaban como jueces en la comunidad escuchaban las quejas que les traían, e intentaban poner fin a las disputas
Este fragmento me hace acordar aquella parábola de Jesús en la que habla del hombre que sale a llamar a jornaleros para su mies a lo largo del día y que les da un denario a cada uno (Mateo 20, 1-16)

Las casas tenían azoteas y, a menudo eran construidas unas tan cerca de otras que, simplemente caminando por ellas, era posible desplazarse un buen tramo a lo largo del poblado o la ciudad. Una escalera o escalinata conducía a la azotea. Era un excelente lugar para gritar las noticias a los vecinos, o para echarse a dormir. El techo estaba hecho con vigas, que eran cubiertas con ramas y prensadas con un emplasto de barro.
Esta parte me hacer venir a la mente la curación del paralítico que lo entran a la casa donde estaba Jesús perforando el techo porque había mucha gente (Lucas 5, 17-26). Me imagino a las personas que llevaban al paralítico caminando por las azoteas.

Las celebraciones de las bodas:
Cuando el día de la boda se acercaba, se mandaban las primeras invitaciones y, una vez que los preparativos estaban listo, se envíaba un recordatorio a los invitados. El día de la boda, el novio y sus amigos iban a la casa de la joven. Ella tenía puesto su vestido de novia y llevaba velo y joyas. La rodeaban las madrinas de la boda. Entonces, todos conducían a la novia a su nuevo hogar, al hogar de la familia del novio. Los invitados se unían al camino, algunas veces formando una procesión de antorchas, cantando y bailando. Cuando llegaban, se hacía una fiesta que podía duraruna semana o más.
La novia y el novio se sentaban debajo de un pabellón especial, mientras los invitados danzaban al compás de una música animada.

¡En cuantas partes del Evangelio se hacen referencia a fiestas de bodas! Pensemos en las bodas de Caná (Juan 2, 1-12) o en la parábola del banquete nupcial en (Mateo 22,1-14)

Las comidas
En un buen año había, de mayo a noviembre, abundancia de hierbas, verduras y frutas para cosechar y comer frescas. Para el resto del año las personas dependían de lo que podía ser almacenado: grano para hacer harina, uvas pasas, higos y dátiles, o aceitunas conservadas en salmuera. El pan era la principal comida durante todo el año. La carne se comía raras veces. Algunas familias tenían un “becerro de engorde”, es decir un becerro que permanecía adentro de la casa y era alimentado muy bien, común el fin de que estuviera listo para ser sacrificado en una ocasión especial. Además el consumo de pescado era muy común entre las personas que vivían cerca de lugares donde se pescara, como el lago o mar de Galilea. El único endulzante que había en los tiempos bíblicos era la miel.
No existía algo así como el desayuno. En lugar de eso, las personas llevaban consigo las viandas en una canasta o en un mantel, para comer mientras trabajaban. La merienda típica se componía de pan, aceitunas, uvas pasas o una torta de higos secos prensado, queso de leche de cabra y agua o vino para beber.
En la noche las familias se reunían alrededor de una olla grande que contenía un guiso de verduras, y se turnaban para mojar sus panes en él. Esto era acompañado de agua o vino para beber.
Las familias más acomodadas comían carne con mayor frecuencia y podían permitirse el lujo de adquirir condimentos exóticos como la canela.
Pascu
 
Mensajes: 62
Registrado: Dom Sep 01, 2013 6:17 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Lun Sep 30, 2013 7:12 pm

La Pascua Judía

Pésaj, se conmemora con una comida festiva y la narración de la historia registrada en el libro bíblico del Éxodo. Durante estas fechas está prohibida la ingestión de alimentos derivados de cereales fermentados. En su lugar se acostumbra a comer el “Matzá”, ó Matzoh, es un pan ázimo, plano, tradicional de la comida Judía, elaborado con harina y agua y alimentos kosher, que son alimentos aptos o adecuados apropiados para consumirse de acuerdo a lo establecido en la Toráh, el Antiguo Testamento.

La Fiesta del Pésaj recuerda la salida del pueblo hebreo de Egipto. Liderados por Moisés partieron hacia la tierra prometida. Se prepararon para irse y comieron el cordero apresuradamente, con hierbas amargas y pan sin levadura, Matzá. Los israelitas se alimentaron del Matzá durante la travesía por el desierto. Este alimento simboliza la humildad, dado a que los judíos debieron partir sin poder leudar el pan. También se toma una copa de vino, como forma de alegrar al corazón. Imagen

Detallemos más esta celebración pascual de los judíos de hoy.
Desde la destrucción del templo en el año 70 d. C. por los romanos, los judíos renunciaron a comer en la cena pascual un cordero inmolado. Esta cena pascual se celebra una vez que se ha asistido a la liturgia sinagogal.

Inicia en la tarde del Seder. Seder significa orden: los judíos llaman a la cena pascual cena del Seder, porque en ella todo está rigurosamente ordenado, y es la tarde más solemne del año.

Con anticipación ha sido retirado todo pan fermentado y ha sido guardada la vajilla ordinaria. Para la fiesta hay una vajilla especial. Se prepara pues la fuente del Seder, el plato, se ponen las copas en las que se servirá el vino como signo de la alegría, se acercan las sillas cómodas que reemplazan los triclinios en los cuales se recostaban los comensales en las cenas antiguas.

La introducción consiste en el servicio de la primera copa de vino, que se bebe mientras se pronuncia una oración de alabanza. El padre de familia moja entonces la verdura en un agua salada, pronuncia una bendición y da algo a cada uno. Luego reparte un pan ázimo, del que separa la mitad para después de la cena.

La cena.- El padre de familia dirige una invitación a "los que tienen hambre y a los pobres". Se sirve la segunda copa. El menor de los asistentes pregunta sobre la razón por la cual se celebra en esta forma la fiesta. Todos responden: Un día fuimos esclavos del Faraón en el Egipto; entonces nos condujo el Eterno, nuestro Dios, fuera de allí.

Se narra la historia de la liberación. Con ocasión de la narración del recuerdo de las diez plagas, cada uno mete un dedo en la copa de vino, toma diez veces una gotita y la derrama. No se debe beber completamente la copa de la alegría, pues entonces hubo mucho sufrimiento entre las gentes en el Egipto. A la narración de la historia de la liberación responden todos con el Hallel, el conjunto de salmos de alabanza que tienen que ver con la liberación del Egipto. Se bebe la segunda copa. El padre de familia toma el pan, pronuncia la acción de gracias, lo parte y da de él un trocito a cada uno. De la misma manera toma de las hierbas amargas, las sumerge en la salsa, pronuncia una bendición, y la da a comer.

En ese momento son traídas las viandas de la cena. Antiguamente se comían las carnes del cordero. El postre es simplemente el trozo de pan ázimo reservado para este momento.

Después de comer se sirve la tercera copa. El padre de familia comienza la oración de la mesa con las palabras: ¡"Alabemos a quien nos da el alimento!" y reza la oración de la mesa y se bebe la tercera copa.

Se sirve finalmente la cuarta copa. Se abre la puerta para que pueda entrar el mensajero del Mesías, el profeta Elías. En medio de la mesa se pone una copa llena de vino para él. Se canta la segunda parte del Hallel y se bebe la cuarta copa.

Con una oración de conclusión se termina la celebración.

Podría decirse que celebrar la fiesta de la Pascua ha sido siempre para el pueblo judío asumir la memoria de su historia, entendida como historia de liberación. Un hermoso poema, el Targum de Ex. 12,42, nos da una cierta idea de la manera como se evoca, en el sentido del éxodo, toda la historia en el memorial de los judíos.

La Pascua Judía en el año 2014 se celebra del 14 al 22 de Abril, en todo el mundo.Imagen

Fuente: cuandopasa, Wikipedia. Gastronomía. Google
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor oscarsan » Mar Oct 01, 2013 10:36 am

La mayoría de la tradición y de las fiestas están recogidas desde el Antiguo testamento, en esta ocasión deseo aportar con un grano de arena indicando algunas fiestas y momentos que recordaba Galilea-
El transcurso del año de la población cananea de Palestina, regido por procesos de la naturaleza y con festividades basadas en ellas, fue transformado por Israel, en el período posexílico, en el año del Templo y de Dios. Esta transformación se realizó sobre la base de lo que hizo Yahvé con Israel, al elegir sus Patriarcas, establecer con él la Alianza, liberarle de Egipto y darle la ley y la tierra prometida. Su primera expresión se encuentra en lo establecido en Lv 23. El fundamento histórico de la creencia en Yahvé se manifiesta en la modalidad del año del Templo y de Dios.

La fiesta de Año Nuevo

En hebreo: Rosh Hashaná

El Año Nuevo judío se celebraba en otoño, en el primer mes del calendario judío, Tishri, el día uno. No es algo seguro que estuviese asociado durante el período anterior al exilio a la noción de una subida al trono o de una entrada triunfal como rey de Yahvé, de suerte que hubiera sido un reconocimiento del reinado de Yahvé. Para el judaísmo rabínico el día de Año Nuevo es un día de previsión y de predeterminación; ese día se fijaban los medios de subsistencia del hombre; se establecían qué castigos se habían de imponer al mundo y qué daños había de padecer el hombre. En parte, podría esto concordar con el hecho de que los rabinos consideraban el día de Año Nuevo como el día del juicio de Dios con que se inicia el gran período de arrepentimiento, que dura hasta el Gran día del Perdón y la Fiesta de los Tabernáculos. El día de Año Nuevo y el Gran día del Perdón no se entonaban himnos, porque “el rey estaba sentado en el tribunal y están ante él abiertos los libros de la vida y la muerte”.

Si es que hubo el día de Año Nuevo una fiesta israelita preexílica del Dios Rey, ésta se asoció en el período posterior al exilio a nociones predominantemente jurídicas. Dios juzga el día de año de Año Nuevo a todos los que entran en el mundo en tanto que confirma su sentencia el Gran día del Perdón. En tres grandes libros se lleva la cuenta y el registro de los completamente justos, que reciben la sentencia que les lleva a la vida, así como el de los injustos, que asimismo reciben su sentencia, y el de los que no son ni lo uno ni lo otro, a quienes se conceden diez días de arrepentimiento entre el día de Año Nuevo y el del Perdón.

Así, pues, entre el día de Año Nuevo y el Gran día del Perdón, celebrado diez días después, hay un período intermedio de arrepentimiento. Según se deduce de una larga comparación, Dios, el Rey de todos los reyes, dice a los israelitas: “Arrepentíos a partir del Año Nuevo. Y se humillaron y llegaron al día del Perdón y ayunaron en él y se arrepentieron y Dios les perdonó”. Con la Fiesta de los Tabernáculos, que comienza cinco días después del día del Perdón, las deudas anteriores quedan condonadas, y con el primer día de la Fiesta de los Tabernáculos comienza una nueva cuenta; la antigua queda saldada en los libros celestiales. Por ello, según la exégesis rabínica, los judíos agitan el ramo de la fiesta el primer día de la Fiesta de los Tabernáculos. Y de este modo se deduce una clara relación entre la fiesta de Año Nuevo, el día del Perdón y el día de los Tabernáculos como el gran período de ayuno y arrepentimiento de Israel. Tal vez estas nociones de arrepentimiento y de juicio adquirieron una especial intensidad por obra de los asideos.

Rosh Hashaná (Comienzo del Año), junto con Yom Kippur (Día del Perdón), forman en la tradición judía una unidad llamada Yamim Noraim (Días temibles) por ser el momento en que Dios juzga al mundo y decreta lo que sucederá en el transcurso del nuevo año.

El saludo tradicional en Rosh Hashaná es “shaná tová” (en hebreo, “Feliz Año”).

Es costumbre comer durante Rosh Hashanah distintos alimentos como símbolos de deseos para el año entrante. Por ejemplo, se come manzanas con miel o azúcar para simbolizar un año dulce.

Esta festividad también se caracteriza por hacer sonar el shofár, cuerno de carnero. Durante la tarde del primer día se realiza el tashlij, el simbólico desecho de los pecados yendo a un río o caudal de agua y recitando ahí una oración.

El día del Perdón

En hebreo: Yom Kippur.

Fiesta seis días antes de la fiesta de las tiendas, el día 10 del mes Tishri. La fiesta se celebraba como un gran día de ayuno, que se llamaba sin más “el Gran Ayuno”. El día del Perdón estaba prohibido comer y beber, lavarse, ungirse, ponerse sandalias y cohabitar. Las excepciones se especificaban en textos minuciosamente. El día del Perdón está asociado a la memoria de la recepción por parte de Moisés de las segundas tablas, tras el pecado del becerro de oro; por esa razón el sumo sacerdote no debía portar vestidos de oro, para no recordar al acusador la ofensa del becerro y evitar que acuse por ello a Israel. Se consideraba también el día del Perdón como el de la circuncisión de Abraham.

El ayuno comenzaba en el ocaso, y terminaba al anochecer del día siguiente. Los servicios de oración de Yom Kipur comenzaban con la oración conocida como “Kol Nidre“, que debe ser recitada antes de la puesta del sol. El Kol Nidre (en arameo “todos los votos”) es un público abrogamiento de votos religiosos hechos por judíos durante el año precedente. Esto sólo concernía a los votos incumplidos hechos entre una persona y Dios, y no anula votos hechos entre personas. Un talit (manto de oración cuadrangular) se ponía para las oraciones de la tarde – el único servicio de la tarde del año en el cual se hace esto.

Era el gran día del servicio del sumo sacerdote. Se tomaban grandes precauciones para que éste pudiera oficiar en estado de completa pureza ritual. Sobre el transcurso del día se tienen estos datos: “Siete días antes del día del Perdón se retira al sumo sacerdote de su casa en la sala de los consejeros”. Durante estos días atiende personalmente el servicio, celebrando a diario el sacrificio de la mañana y el de la tarde, llamado tamîd. La tarde de la víspera del Gran día del Perdón era entregado por los más ancianos del Sanedrín a los sacerdotes más ancianos, que le conducían a una estancia superior de la residencia de la familia Abtinas, en el antepatio interior del Templo, familia sacerdotal conocida por lo bien que sabía preparar el sahumerio. El Gran Día del Perdón propiamente dicho comenzaba para el sacerdote con el baño cultual por inmersión y con los lavatorios, que se repetían varias veces a lo largo de este día. Acto seguido, se ponía las vestiduras blancas. Entre tanto, se preparaban los becerros y los machos cabríos para el sacrificio del día. El primer becerro sacrificado se llamaba “becerro del sumo sacerdote”. Se inmolaba en expiación de sus pecados y de los de su familia. El sumo sacerdote se acercaba a su lado, ponía sobre él sus manos y pronunciaba entre tanto la confesión de sus pecados:

“¡Oh, Nombre!, me endeudé, falté, pequé ante tí, yo y mi casa. Ay, ¡oh Nombre!, dame expiación para las deudas, yerros y pecados que contraje, que realicé y cometí, ante tí, yo y mi casa, según está escrito en la Ley de Moisés, tu siervo, de esta manera: pues en este día os dará expiaciones a vosotros para que os purifiquéis; de todos vuestros pecados quedaréis purificados ante Yahvé”.

El último Yahvé parece ser que el sacerdote lo pronunciaba en voz baja; simultáneamente, los sacerdotes entonaban la alabanza:

“Bendito sea el nombre de la majestad de tu reino para siempre jamás”.

A continuación, se sorteaban dos machos cabríos: uno, el llamado chivo expiatorio, para Yahvé; el otro para Azazel. El primero se degollaba en el Templo, el otro se enviaba al desierto. Ambos tenían rodeada la cabeza por cintas de color carmesí y se colocaban, respectivamente, en el lugar donde uno sería degollado y de donde el otro habría de ser expulsado. Tras el sorteo y la preparación de ambos chivos, se pronunciaba la segunda confesión de los pecados, de la misma manera y forma que la primera, añadiéndose “y los hijos de Aarón, tu santo pueblo”, en los lugares donde se decía “yo y mi pueblo”. La segunda confesión implora, pues, el perdón de los pecados de todos los sacerdotes. Se degollaba luego el becerro; el sumo sacerdote recogía su sangre en una vasija de aspersión y se la entregaba a los sacerdotes. El, por su parte, tomaba un brasero y penetraba con él en el santuario; en su umbral echaba en el carbón los sahumerios y penetraba con ellos en el Templo, cruzaba el santuario, pasaba al otro lado de las cortinas, al Sancta Sanctorum, y lo incensaba hasta dejarlo cubierto de humo. Tan sólo al sumo sacerdote le estaba permitido ingresar en el Sancta Sanctorum y únicamente podía hacerlo el día del Perdón. Tras una corta plegaria en el santuario, salía de nuevo, tomaba la sangre del becerro degollado, la llevaba al Sancta Sanctorum y esparcía siete veces con sus dedos la sangre sacrificial en el lugar donde había estado el arca antes de la destrucción del Templo por Nabucodonosor, regresando a continuación por el Santuario al patio del Templo. Se degollaba allí después el chivo que le había tocado en suerte a Yahvé. Su sangre, recogida asimismo en una copa por el sumo sacerdote, se llevaba al Sancta Sanctorum y se aspergía allí de la misma manera. En una tercera entrada en el Sancta Sanctorum se rociaban con el resto de la sangre del becerro y del chivo las cortinas que separaban el Sancta Sanctorum del Santuario. Después se purificaba de pecados el altar áureo de las ofrendas de humo, con la sangre también del cordero y del chivo; el resto se derramaba en el suelo, al occidente del altar del holocausto, en el antepatio.

Daban comienzo a continuación las operaciones con el segundo macho cabrío, el chivo de Azazel. También ponía sobre él las manos el sumo sacerdote, pronunciando una tercera confesión de culpas, esta vez en nombre del pueblo. Tras haber quedado puros de pecado, tanto él como los sacerdotes oficiaban sus servicios para el pueblo. La confesión decía:

“¡Oh Nombre!, se endeudó, erró y pecó ante tí tu pueblo, la casa de Israel. Ay, ¡oh Nombre!, da expiación para las deudas, los yerros y pecados que ante tí contrajo, cometió y realizó tu pueblo, la casa de Israel, según está escrito en la Torá de moisés, tu esclavo, de la siguiente manera: pues en ese día, ¡ojalá!, os dé expiación a vosotros para purificaros de todos vuestros pecados; ante Yahvé quedaréis purificados”.

También se pronunciaba ahora el último Yahvé y los sacerdotes y el pueblo cantaban y confesaban:

“Alabado sea el nombre de la majestad de tu reino por siempre jamás”.

A continuación se entregaba el chivo de Azazel, el chivo expiatorio del pueblo propiamente dicho, a quien lo había de conducir al desierto. Le acompañaban los más ancianos del pueblo, que, como representantes de éste, recorrían con él el camino de la expiación. Una vez llegados a la proximidad de una roca fijada de antemano, se quedaban atrás, en tanto que el conductor del chivo lo llevaba a la roca; allí se partía en dos la banda carmesí, una parte se ataba a la roca, otra a los cuernos del macho cabrío y se le precipitaba de espaldas desde la roca, de manera que se estrellara. El chivo expiatorio se llevaba consigo los pecados del pueblo al desierto, supuesto lugar de residencia de los demonios, y desaparecía con ellos. Entre tanto, se quemaban en el altar del holocausto del Templo el becerro y el macho cabrío. Tan pronto como llegaba la noticia de la llegada del chivo de Azazel al desierto, el sumo sacerdote leía en voz alta los pasajes previstos de Lv 16,1ss y 23,26-32 y pronunciaba las ocho bendiciones de la Torá y al servicio del Templo, seguidas de una acción de gracias y las súplicas por el perdón de los pecados, por el santuario, Israel, los sacerdotes, más una bendición como plegaria final. El día terminaba con un nuevo gran sacrificio de un carnero, realizado por el sumo sacerdote con su vestimenta de oro, tras un nuevo baño de inmersión, por él mismo, y otro por el pueblo de siete corderos sin mancha. Tras el sacrificio de la tarde, que venía a continuación, se acompañaba de nuevo al sumo sacerdote a casa, “y éste organizaba una fiesta para sus amigos, porque de nuevo había salido en paz del Templo”.

Los efectos del día del Perdón se resumían en esta sentencia: “Para las transgresiones del hombre para con dios, el día del Perdón depara la expiación; pero para las habidas entre un hombre cualquiera y su prójimo el día del Perdón no depara expiación hasta que dicho individuo no dé satisfacción a su prójimo”. Este principio era el resultado de múltiples discusiones entre los doctores de la Ley, que prosiguieron inclusive cuando el día del Perdón no podía ya celebrarse del modo prescrito. Efecto del día del Perdón es el que los israelitas adquirieran un nuevo corazón y quedasen puros como los ángeles. “Si los israelitas sumidos en el pecado a consecuencia de los malos impulsos que hay en ellos se convierten al arrepentimiento, Dios perdona anualmente sus pecados y renueva su corazón, para que le teman”.

El problema de estas interpretaciones estribaba en que muchas veces se ponía delante el pecado nacional que el pecado individual, concediéndose más importancia a la realización de los ritos anuales de purificación, que al arrepentimiento personal por los pecados cometidos cada hombre, y la enmienda de esas faltas. Este es uno de los capítulos más debatido por Jesús de Nazaret en sus predicaciones.

Fiesta de las tiendas o de los tabernáculos

En hebreo: Sucot o Januyot; en griego: Escenopegia.

Fiesta que conmemoraba la vida en tiendas de los judíos a su paso por el desierto. Era una fiesta de alegría que prohibía todo trabajo durante siete días y donde todos construían chozas, cabañas o tiendas y dormían de noche en ellas. También se quedaban junto a los montones de la cosecha o junto a las cubas y tinajas de los frutos. Su fijación en las escrituras está en Lv 23:24.

Se celebraba del día 15 al 22 del mes de Tishri, esto es, duraba 7 días tras el día 15. Originariamente fue una fiesta de la vendimia, porque antes se celebraba en la viñas. De aquí las manifestaciones de alegría y el dormir en chozas o tiendas. Normalmente, al final se hacía una súplica por una estación de lluvias abundantes, y para obtener una cosecha abundante el año siguiente. También se relacionaba la fiesta con los sucesos de la historia judía. El alojarse en cabañas donde se comía y se dormía, que era obligatorio en Israel para los varones y los muchachos, y voluntario para las mujeres y niños, los esclavos y enfermos, conmemoraba el período de estancia en el desierto y los milagros de ayuda y de conservación experimentados por Israel. Existían multitud de símbolos en esta fiesta, los más de ellos asociados a la presencia divina y a su actuación en la vida de los hombres.

Los peregrinos debían portar cuatro tipos de ramas de árbol: un manojo de ramas verdes de palma cerrada (lulab), ramas de sauce (aravot), la cidra(ethrog), conocida como la manzana y fruta prohibida del paraíso, y ramas de árboles frondosos (hasadim). El conjunto de estos ramos se llamaban el Arbat Minim. El origen de este mandamiento esta en Levítico (23:40): “Y tomen el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y regocigense delante del Señor su Dios por siete días”. Se decía que quien tuviera los ramos más grandes y combados, más fe tenía en el Señor, y llegaban por eso a considerable altura. Estas ramas se agitaban en las cuatro direcciones de los puntos cardinales con aclamaciones y oraciones, ceremonia denominada Netilat lulab. De aquí que esta fiesta también recibiera el nombre de “fiesta de los Ramos”. Fuera de Jerusalén, el lugar indicado para agitar el ramo de la fiesta, a lo que todo israelita estaba obligado, era la sinagoga en el transcurso del servicio divino.

Era ésta la fiesta de las fiestas, puesto que todo sacrificio que se había dejado de hacer en los otros festivales se podía hacer en éste. En esta ocasión se recibían las ofrendas para el templo. Era una combinación de los placeres de las vacaciones con los ritos solemnes del culto religioso. Era un momento éste de regocijo de los judíos, mezclado con sacrificios, cantos levíticos y las notas solemnes de las trompetas de plata de los sacerdotes.

Por la noche, el extraordinario espectáculo del templo y sus multitudes de peregrinos estaba bri-llantemente alumbrado por los grandes candelabros que ardían centelleantes en el patio de las mujeres, así como también por los resplandores de cientos de antorchas colocadas en los patios del Templo. Toda la ciudad estaba decorada alegremente, excepto el castillo romano de Antonia, signo sombrío en la fiesta de la ocupación de Roma.

Durante a fiesta se sacrificaban setenta bueyes, símbolo de las setenta naciones del paganismo. La ceremonia del agua simbolizaba el esparcimiento del espíritu divino. Esta ceremonia del agua se producía después de la procesión de los sacerdotes y levitas al amanecer. Los fieles bajaban por los peldaños que conducían del patio de Israel al patio de las mujeres, mientras se tocaban notas sucesivas en las trompetas de plata. Luego, los fieles bajaban hasta la Puerta Hermosa, que se abría al patio de los gentiles. Aquí se volvían para mirar al oeste, repetir sus cantos, y continuar la procesión del agua simbólica.

El último día de la fiesta oficiaban casi 450 sacerdotes con un número correspondiente de levitas. Al amanecer se reunían los peregrinos de todas partes de la ciudad, con las palmas en la mano. Estos peregrinos se dividían en tres grupos para esta ceremonia matutina. Un grupo permanecía en el Templo para asistir a los sacrificios de la mañana; otro bajaba en procesión de Jerusalén hasta cerca de Maza para cortar las ramas de sauce destinadas a adornar el altar del sacrificio (se cogían de terrenos sagrados propiedad del Templo), mientras que el tercer grupo formaba un procesión para marchar desde el Templo siguiendo al sacerdote con el agua, quien, al son de las trompetas de plata, llevaba la jarra de oro que contenía el agua simbólica, saliendo por Ophel hasta cerca de la piscina de Siloé, cerca del portón de la Fuente. Una vez llenada la jarra en el estanque la procesión marchaba de vuelta al Templo, entrando por el portón del Agua y dirigiéndose directamente al patio de los sacerdotes, donde el sacerdote que llevaba la jarra de agua se unía al sacerdote que llevaba el vino como ofrenda de bebida. Estos dos sacerdotes se dirigían luego a los embudos de plata que conducían a la base del altar, y echaban en ellos el contenido de las jarras. La ejecución de este rito de echar el vino y agua señalaba el momento en que los peregrinos reunidos comenzaban a cantar los salmos 113 al 118 inclusive, alternativamente con los levitas, o cantos del Hallel o Aleluyas. A medida que repetían estos versos, hacían ondular sus manojos de ramas hacia el altar. Luego se realizaban los sacrificios para ese día, asociados con la repetición del salmo del día, relegando el salmo 82 para el último de la fiesta, comenzando por el quinto verso.

Fiesta de la consagración, dedicación, restauración o purificación del Templo

En hebreo: Hannuká

Fiesta que conmemoraba la restauración del culto del Templo por los Macabeos. Se celebraba el día 25 del mes de Kislev. Duraban ocho días, y se celebraba como la fiesta de las tiendas, con ramos y palmas y cantando himnos.

La fiesta de la consagración del Templo fue una festividad tardía en la historia de Israel. El 25 de Kislev del año 164 a.C., tres años después del mismo día día en que fuera profanado y destruido el Templo bajo antíoco IV Epífanes, fue restaurado el culto por Judas Macabeo y los suyos. La época era de noviembre a diciembre, que podía coincidir con el solsticio de invierno. Sobre la fiesta y su origen nos informan 1 Mac 4,36-59; 2 Mac 1,9.18;10,1-8, y Josefo, Ant. XIII 7,7.

Se la denominaba “la fiesta de los Tabernáculos del mes de Kislev”. Las noticias subrayan que los israelitas celebraban la fiesta durante ocho días “con júbilo y alegría” y que hubiera decicido Judas Macabeo que se repitiera anualmente de igual modo. Se celebraba al modo de la fiesta de los Tabernáculos, llevando tiersos, ramos verdes y palmas, cantando himnos al Señor, etc. También se la llama la “fiesta de las luminarias”, porque se encendían luces progresivamente cada día en un candelabro de ocho brazos y uno mayor o januquiá. En la primera noche únicamente se prende el brazo mayor y una vela, y cada noche se va aumentando una vela, hasta el último día en el que todo el candelabro se enciende completo. Este hecho conmemora el milagro de que el aceite duró ocho días. Estas luminarias tenían el significado simbólico de que durante la profanación del Templo “se apareció inesperadamente como un rayo de luz el ejercicio de la religión”, gracias a la renovación Macabea. Los rabinos la llamaban la fiesta de Hannuká.

La lectura de precepto de la Escritura es Nm 7,1ss y Zac 2,13s, donde tenían especial importancia 4,2ss.

Es costumbre que los niños jueguen con un sevivon o dreidel, el cual es un tipo de perinola. Esta perinola de Jánuca tiene cuatro caras, cada una de ellas con una letra en hebreo: (“Nun”); (“Guímel”); (“He”); (“Shin”) o (“Pei”). Las cuatro letras son las siglas de Nes gadol haia sham, lo que quiere decir, “Un gran milagro ocurrió allá”. En Israel la cuarta letra es * en vez de *, y las siglas son de Nes gadol haia po, lo cual se traduce a “Un gran milagro ocurrió aquí”.

También se acostumbra comer levivot y sufganiot, tortas de patata y bolitas de masa rellenas de mermelada.

Fiesta de Purim o de las suertes

En hebreo, del persa: Purim

Fiesta que conmemoraba entre los judíos la fecha en que se libraron de la matanza decretada por Hamán, en tiempos de Asuero. Se celebraba los días 14 y 15 del mes de Adar (febrero-marzo), después de que el día 13 se celebrase la fiesta en recuerdo de la batalla contra Nicanor. Los días 14 y 15 correspondían a días en memoria de Mardoqueo y Ester. Según la historia, las fechas habían sido elegidas por Hamán echando a suertes. Era tradicional leer el libro de Ester (Est 9,11-32); también se bebía y se hacían manifestaciones de alegría (regalos, comidas, etc.). Era una fiesta de celebración nacional, especialmente para la diáspora oriental.

A pesar de que Purim es considerado uno de los días más alegres del calendario hebreo, los judíos tienen la obligación de ayunar y orar en la víspera, en recuerdo de los judíos persas que ayunaron y oraron a Dios para que les salvara del inminente conflicto que los llevaría a su aniquilación y exterminio por parte de Hamán y sus seguidores en el ejército del Imperio Persa. En Purim se lee la Meguilá (en hebreo Meguilat Ester, “Rollo o Libro de Ester”). Esta lectura se realiza a gran velocidad, y los que escuchan deben hacer ruido con matracas u otros elementos en el momento de pronunciarse el nombre de Aman, para que dicho nombre sea borrado. Esto logra hacer participar a los niños.

Tras el ayuno, se hace un gran banquete en el que se acostumbra a beber vino y recitar cánticos, entre ellos suele recitarse la plegaria conocida como Shoshanat Ya’akov. Asimismo, es obligación enviar regalos a los amigos (en hebreo: Mislóaj Manot) y dar caridad a los pobres (en hebreo: Matanot La’evionîm) y también se acostumbra a disfrazar a los niños pequeños.

Para Purim se preparan dulces especiales, llamados “Orejas de Aman”. Los varones están autorizados para tomar vino hasta el nivel de “confundir los nombres de aman y Mordejai”, o sea, ponerse beodos.

Shoshanat Ya’akov (La rosa de Ya’akov) es una oración judía que se encuentra en el Cantar de los Cantares (en hebreo Shir Hashirim) en la cual el pueblo judío es comparado a una rosa. Shoshaná (rosa) es una referencia a Shushan (la ciudad de Susa, en la antigua Persia), tal como dice en el Libro de Ester el verso “la ciudad de Shushan celebró y se regocijó” (Ester 8:15).

Una traducción de la Shoshanat Ya’akov sería:

“La rosa de Jacob (Ya’akov) se llenó de emoción y alegría cuando tuvieron a Mordejai vestido de azul real. Tu siempre has sido su salvación, su esperanza en cada generación, para dar a conocer que todo quien pone su esperanza en Ti no será puesto en vergüenza, ni estarán por siempre en desgracia todos aquellos que confían en Ti. Maldito sea Hamán, quien trató de destruirme; bendito sea Mordejai el judío. Maldita sea Zeresh la esposa de Hamán, quien me aterrorizó; bendita sea Ester quien intercedió por mí. Malditos sean todos los malvados; benditos sean todos los rectos; y que a Jarvoná se le recuerde favorablemente.”

Fiesta de la Pascua

En hebreo: Pesah; en griego: Paskhal; en latín: Pascham.

Fiesta solemne de los judíos que conmemoraba la salida de Egipto y el paso (pascua) del desierto. El día 14 de Nisán, el primer mes del año religioso, coincidiendo con el plenilunio, se celebraba la fiesta de la Pascua al atardecer. Desde el 15 al 21 de Nisán se celebraba la fiesta de los Ácimos (fiesta de las massot).

En arameo Pesah significa “paso”, queriendo decir que Yavé “pasaba” en el sentido de “salvaba”. Pero es posible que la palabra egipcia de donde deriva significase “golpe” (Dios golpeaba) en relación con la décima plaga de Egipto que permitió la fuga de los judíos.

En su origen era una fiesta que ofrecía las primicias (del rebaño el cordero, de la cosecha de cebada el pan ázimo, etc.). Con los acontecimientos del éxodo se llenó del sentido histórico de aquel viaje. Moisés parece ser que les instruyó a celebrar el rito pascual matando un cordero o un cabrito, ofreciéndolo a Dios, desangrándolo y tiñendo con su sangre las puertas de las casas, comiéndolo con ropas de viaje. La fiesta se prolongaba durante siete días.

Se trata de la gran fiesta israelita de peregrinación, en la que acudían a Jerusalén de todo el mundo muchos millares de judíos, y formaba parte de las tres grandes fiestas (Shelóshet Ha’regalim), junto a la Shavuot y la Sucot, en que se acostumbraba a peregrinar al Templo de Jerusalén. La precedía unas ceremonias de purificación como una semana antes. Tan sólo se podía degollar y comer el cordero pascual en Jerusalén. Mientras estuvo en pie el Templo, la fiesta de la Pascua fuera de Jerusalén fue una fiesta sin cordero pascual. Los peregrinos se reunían en grupos de unos diez comensales como mínimo para el banquete de Pascua. De esta manera les era posible a muchas personas consumir el cordero pascual, un cordero o cabrito de un año; pues del cordero pascual no debían quedar restos. Las mujeres y los niños tomaban parte en la festividad y en el banquete. Los pobres también, sin excepción, participarían del banquete pascual, ya que entraba dentro de la beneficencia habitual del pueblo de dios el que los grupos acomodados facilitaran la participación en el banquete sin restricciones. Los corderos pascuales se adquirirían unos cuatro días antes de la fiesta. Se degollaban en el Templo la víspera de la noche de la Pascua después del mediodía, mientras se entonaba el gran Hallel; a la puesta del sol daba comienzo el magno banquete, que se prolongaba hasta la media noche, y durante el cual nadie podía abandonar Jerusalén. Por eso se tenía que buscar y preparar de antemano el local para el banquete. Como este era un banquete festivo, los comensales yacían sobre cojines. Aparte del cordero pascual, había en el banquete vino, pan, verduras, lechuga y una especie de mermelada consistente en un amasijo en vino o vinagre de higos triturados o majados, dátiles, almendras y otras frutas, con un condimento de canela y otras especias.

El ceremonial de la cena (Séder) seguía esta costumbre:

1) Sentados a la mesa, al atardecer, tiene lugar la preparación de la primera copa. El padre o jefe de la mesa pronuncia una bendición, la qiddus, y a continuación se bebía la copa. Primero pronuncia esta alabanza:

“Alabado seas tú, Yahvé, nuestro Dios, Rey del mundo, que creaste el fruto de la vid”.

Y luego la qiddus, que decía:

“Alabado seas tú, Yahvé, nuestro dios, Rey del mundo, que diste a tu pueblo Israel días festivos para el júbilo y para el recuerdo. Alabado seas tú, Yahvé, que santificas a Israel y a los tiempos”.

2) Los miembros de la familia efectúan la primera ablución de manos de la noche sin bendición (Urjatz). Se trae a la mesa un jarro con agua para que el conductor del Séder efectúe la ablución sin moverse del lugar.

3) Se tomaba un aperitivo a base de apios (carpas) bañados en sal.

4) Luego venía la yajatz, la división en dos pedazos de uno de los tres panes ácimos (matzá). El pedazo mayor se guardaba aparte, mientras que el trozo pequeño se dejaba junto a los otros panes ácimos.

5) Luego se escanciaba la segunda copa o copa de la Haggadá, y tenía lugar la pesá o rito pascual: La introduce la pregunta de un niño o de un comensal cualquiera sobre el sentido de las propiedades del banquete: “¿Ma nishtaná halaila hazé micol haleilot?” (¿Porqué esta noche es diferente de todas la otras noches?). El padre responde con el relato de la salida de Egipto; el fundamento litúrgico lo deparaba Dt 26,5-11, provisto de las necesarias interpretaciones.

6) La segunda ablución con la oración “Al Netilat Iadaim” (“¡Que nos ordenaste la ablución de manos!”) procediéndose inmediatamente a comer la matzá.

7) Se recitaba la primera parte del Hallel y a continuación se bebía la segunda copa, llamada copa de la Haggadá o Mishpat.

8) Luego se distribuían los panes ácimos, una pequeña porción a cada comensal y se pronunciaba antes de comerlos una bendición (motzi): “Alabado seas tú, Señor, nuestro Dios, Rey del mundo, que haces salir el pan de la tierra”. Los comensales contestaban “amén”, y a continuación se les repartía el pan. El padre de la casa tomaba el último pedazo y empezaba a comer, que era la señal para todos de que el banquete había comenzado.

9) El banquete empezaba con el primer plato, el entrante, que consistía en diversas verduras amargas (maror), a las que se hacía más digeribles mojándolas en una salsa llamada jarôset. También se ofrecían unos a otros trozos de pan untados con salsa y verduras.

10) Lo normal es que después viniera el cordero o cabrito pascual (de un año).

11) Se dejaba para el final el trozo de pan ácimo que se había reservado. El banquete termina con la oración de acción de gracias por la tercera copa, llamada copa de la bendición. Esta oración de acción de gracias pudo ser como sigue:

“Alabado seas tú, Señor, nuestro Dios, que alimentas a todo el mundo con tus bienes, tu gracia, tu misericordia. Te damos gracias, Señor, nuestro Dios, porque nos permitiste tomar en posesión una tierra buena y amplia. Apiádate, Señor, nuestro Dios, de Israel, tu pueblo, y de Jerusalén, tu ciudad, y de Sión, la sede de tu majestad, y de tu altar y de tu Templo. Alabado seas tú, Señor, que edificas Jerusalén”.

12) Finalmente se cantaba el Hallel (Sal 115-118) y todavía se bebía una cuarta copa después de bendecirla o copa del Hallel. Después, la cena había terminado. Los comensales solían continuarla hasta entrada la noche conversando y pasando un rato agradable.

Toda la cena estaba cargada de simbolismos y significados:

– Las copas de vino: expresaban la alegría del pueblo judío por haber sido sacados de Egipto.

– El pan ácimo (pan sin levadura, matzah): expresaba la salida del pueblo judío de Egipto, puesto que salió con prisa y los panes que llevaron de viaje eran panes a los que no había dado tiempo a fermentar.

– Las hierbas amargas (maror): un rábano picante muy picado para producir lágrimas y que expresaba la amargura por la esclavitud de sus antepasados.

– La salsa (jarôset): representaba la argamasa con la que los esclavos judíos tuvieron que edificar las construcciones del faraón.

– El apio o perejil (carpas) bañado en sal para conmemorar el sabor del éxodo.

– Lechuga o ensalada (jazeret): se tomaba con el rábano y pudieron ser alguna planta que comieron los judíos en el desierto.

– El cordero pascual: expresaba el compasivo comportamiento de Dios, que mató a todos los primogénitos de los egipcios y salvó a los de los judíos, porque estos mancharon las jambas de sus puertas con la sangre de los corderos. El nombre “pascua”, que es la palabra latina, proviene de pesach, que en hebreo significa “paso”, o “arrasamiento”, porque Dios pasó y arrasó a los egipcios. En conclusión, el cordero tenía un significado de muerte a los enemigos de Israel y por eso se mataba al animal. El sacrificio de animales era una práctica ritual constante en aquellos días, no sólo entre judíos, sino en todo pueblo civilizado. Se tenía la idea de que se ganaba el favor divino a través de la sangre de la víctima animal inocente, y que no había escucha divina si no se realizaban estos actos sangrientos.

Los acontecimientos de la Pascua se asociaban con los recuerdos de la salida de Egipto; la memoria de los grandes hechos estaba viva en ellos. os doctores de la Ley decían: “En cada generación está el hombre obligado a considerarse a sí mismo cuando salió de Egipto”. La celebración cultual traslada a la situación original a los participantes posteriores y les hace partícipes con ello de la acción de Dios. De ahí que se incorporen a la muchedumbre de los que alaban: “Por ello estamos obligados a dar gracias, a ensalzar, a alabar, a magnificar, a exaltar, a celebrar, a bendecir, a sublimar y a cantar al que hizo este milagro a nuestros padres y a todos nosotros, conduciéndonos de la servidumbre ala libertad, de la aflicción a la alegría y del luto al día de la fiesta, de la oscuridad a una gran luz y de la sumisión a la salvación, y entonaremos ante él el aleluya”.

Los israelitas llamaban a la noche de Pascua la “noche de las vigilancias”, y asociaban esa noche, que el propio Dios vigila y guarda, con esperanzas mesiánicas, poniendo su pensamiento, sobre el modelo de la liberación de Egipto, en la liberación eterna. La noche de Pascua será la hora de la aparición del Mesías para Israel. Según eso, se ha de dar a una serie de lugares del gran Hallel no sólo una interpretación histórica y retrospectiva, sino también una mesiánica y prospectiva.

La Pascua dura sólo una noche, la “nochebuena de Israel”. La sigue, a partir del 15 de Nisán la fiesta dela massot, la de los Ácimos, llamada también popularmente Pascua, que dura siete días, de tal modo que la serie entera de los ocho días festivos pudo recibir el nombre de Pascua. Era un período de alegría, especialmente para los peregrinos que acudían a Jerusalén desde lejos; llegaban antes de la fiesta y permanecían en Jerusalén durante toda ella, en tanto que, en su mayor parte, los peregrinos de las cercanías abandonaban ya Jerusalén el segundo día después de la noche de Pascua. Que la fiesta de las massot era al propio tiempo una fiesta de acción de gracias por la cosecha se deduce del hecho de que, en su tercer, el 16 de Nisán, se ofrecían en el Templo las primicias de los frutos de la nueva cosecha.

Fiesta de la cosecha, de los primeros frutos o de los cincuenta días

En hebreo: Shavuot; en griego: Pentecostés.

Recibía otros nombres según la explicación que se diera de la fiesta:

Jag HaShavuot (Fiesta de las semanas): Recibe este nombre pues se celebra al finalizar las siete semanas de Sefirat Ha’omer cuya cuenta diaria se había emprendido en la segunda noche de Pésaj.
Zeman Matan Toraténu (Época de la Entrega de nuestra Torá): Según la tradición judía, esta es la fecha en la cual el Pueblo Judío recibió la Torá (la Ley), en el Monte Sinaí.
Jag Hacatsir (Fiesta de la Cosecha): En la Tierra de Israel, esta es la época de la cosecha, especialmente la del trigo.
Jag Habicurim (Día de las Primicias): La Fiesta de Shavuot marcaba el principio de la época para ofrendar los “primeros frutos, “Bicurim“.
Atséret (Conclusión): En fuentes rabínicas, Shavuot se menciona como conclusión, pues los Sabios la consideran ligada a la festividad de Pésaj, siendo la conclusión histórica de la misma.
Fiesta que conmemoraba entre los judíos el día en que Dios le entregó las tablas de la ley a Moisés en el Monte Sinaí. También tenía por objeto el agradecimiento a Dios por las cosechas. Se celebraba 49 días, siete semanas, después de la Pascua, es decir, el día 50 contando desde la fiesta pascual.

De la misma manera que la fiesta de los Tabernáculos, tras siete días festivos, tenía el octavo día una gran fiesta final, la Pascua y las massot tuvieron también su fiesta final, aunque separada cincuenta días de la fiesta principal, algo que los rabinos no consideraban extraño. Sólo el invierno justificaba, en el caso de la fiesta de los Tabernáculos, el retrotraer la fiesta final a la fiesta principal.

Originariamente, una fiesta independiente de acción de gracias por la cosecha al final de la siega se puso en relación con la Pascua y las massot. El que se fijara cincuenta días después del 16 de Nisán de muestra su carácter de festividad de la cosecha. Se la llamaba bien como fiesta del “día quincuagésimo” (Pentecostés), o fiesta del las semanas, o fiesta final. De los preceptos festivos de Lv 23,16-22 queda en claro que es ésta una festividad de acción de gracias por la camada de los rebaños y la terminación de la siega. En Palestina duraba un día; en la diáspora, dos.

La tradición rabínica la puso en relación con la entrega de la Ley en el Sinaí, estableciendo, según eso, las lecturas indicadas para la misma.

En la comida festiva se comían lácteos. Las crepas dulces de queso (blintzes) son típicas de Shavuot.

El calendario festivo judío

Octubre
Tishri

1, Año Nuevo; 10, Perdón; 15, Tiendas
Noviembre
Heshván

Diciembre
Kislev

25, Hannuká
Enero
Tevet

Febrero
Shevat

Marzo
Adar

13, Nicanor; 14 y 15, Purim
Abril
Nisán

14, Pascua
Mayo
Iyyar

Junio
Siván

5, Pentecostés
Julio
Tammuz

Agosto
Ab

Septiembre
Elul

Referencias:

El Mundo del Nuevo Testamento, Johannes Leipoldt y Walter Grundmann. Dos tomos, Ediciones Cristiandad.

Jerusalén en tiempos de Jesús, Joachim Jeremías. Ediciones Cristiandad.

OSCAR SANTIANA - ECUADOR
oscarsan
 
Mensajes: 14
Registrado: Jue Ene 12, 2012 3:53 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor oscarsan » Mar Oct 01, 2013 10:37 am

La mayoría de la tradición y de las fiestas están recogidas desde el Antiguo testamento, en esta ocasión deseo aportar con un grano de arena indicando algunas fiestas y momentos que recordaba Galilea-
El transcurso del año de la población cananea de Palestina, regido por procesos de la naturaleza y con festividades basadas en ellas, fue transformado por Israel, en el período posexílico, en el año del Templo y de Dios. Esta transformación se realizó sobre la base de lo que hizo Yahvé con Israel, al elegir sus Patriarcas, establecer con él la Alianza, liberarle de Egipto y darle la ley y la tierra prometida. Su primera expresión se encuentra en lo establecido en Lv 23. El fundamento histórico de la creencia en Yahvé se manifiesta en la modalidad del año del Templo y de Dios.

La fiesta de Año Nuevo

En hebreo: Rosh Hashaná

El Año Nuevo judío se celebraba en otoño, en el primer mes del calendario judío, Tishri, el día uno. No es algo seguro que estuviese asociado durante el período anterior al exilio a la noción de una subida al trono o de una entrada triunfal como rey de Yahvé, de suerte que hubiera sido un reconocimiento del reinado de Yahvé. Para el judaísmo rabínico el día de Año Nuevo es un día de previsión y de predeterminación; ese día se fijaban los medios de subsistencia del hombre; se establecían qué castigos se habían de imponer al mundo y qué daños había de padecer el hombre. En parte, podría esto concordar con el hecho de que los rabinos consideraban el día de Año Nuevo como el día del juicio de Dios con que se inicia el gran período de arrepentimiento, que dura hasta el Gran día del Perdón y la Fiesta de los Tabernáculos. El día de Año Nuevo y el Gran día del Perdón no se entonaban himnos, porque “el rey estaba sentado en el tribunal y están ante él abiertos los libros de la vida y la muerte”.

Si es que hubo el día de Año Nuevo una fiesta israelita preexílica del Dios Rey, ésta se asoció en el período posterior al exilio a nociones predominantemente jurídicas. Dios juzga el día de año de Año Nuevo a todos los que entran en el mundo en tanto que confirma su sentencia el Gran día del Perdón. En tres grandes libros se lleva la cuenta y el registro de los completamente justos, que reciben la sentencia que les lleva a la vida, así como el de los injustos, que asimismo reciben su sentencia, y el de los que no son ni lo uno ni lo otro, a quienes se conceden diez días de arrepentimiento entre el día de Año Nuevo y el del Perdón.

Así, pues, entre el día de Año Nuevo y el Gran día del Perdón, celebrado diez días después, hay un período intermedio de arrepentimiento. Según se deduce de una larga comparación, Dios, el Rey de todos los reyes, dice a los israelitas: “Arrepentíos a partir del Año Nuevo. Y se humillaron y llegaron al día del Perdón y ayunaron en él y se arrepentieron y Dios les perdonó”. Con la Fiesta de los Tabernáculos, que comienza cinco días después del día del Perdón, las deudas anteriores quedan condonadas, y con el primer día de la Fiesta de los Tabernáculos comienza una nueva cuenta; la antigua queda saldada en los libros celestiales. Por ello, según la exégesis rabínica, los judíos agitan el ramo de la fiesta el primer día de la Fiesta de los Tabernáculos. Y de este modo se deduce una clara relación entre la fiesta de Año Nuevo, el día del Perdón y el día de los Tabernáculos como el gran período de ayuno y arrepentimiento de Israel. Tal vez estas nociones de arrepentimiento y de juicio adquirieron una especial intensidad por obra de los asideos.

Rosh Hashaná (Comienzo del Año), junto con Yom Kippur (Día del Perdón), forman en la tradición judía una unidad llamada Yamim Noraim (Días temibles) por ser el momento en que Dios juzga al mundo y decreta lo que sucederá en el transcurso del nuevo año.

El saludo tradicional en Rosh Hashaná es “shaná tová” (en hebreo, “Feliz Año”).

Es costumbre comer durante Rosh Hashanah distintos alimentos como símbolos de deseos para el año entrante. Por ejemplo, se come manzanas con miel o azúcar para simbolizar un año dulce.

Esta festividad también se caracteriza por hacer sonar el shofár, cuerno de carnero. Durante la tarde del primer día se realiza el tashlij, el simbólico desecho de los pecados yendo a un río o caudal de agua y recitando ahí una oración.

El día del Perdón

En hebreo: Yom Kippur.

Fiesta seis días antes de la fiesta de las tiendas, el día 10 del mes Tishri. La fiesta se celebraba como un gran día de ayuno, que se llamaba sin más “el Gran Ayuno”. El día del Perdón estaba prohibido comer y beber, lavarse, ungirse, ponerse sandalias y cohabitar. Las excepciones se especificaban en textos minuciosamente. El día del Perdón está asociado a la memoria de la recepción por parte de Moisés de las segundas tablas, tras el pecado del becerro de oro; por esa razón el sumo sacerdote no debía portar vestidos de oro, para no recordar al acusador la ofensa del becerro y evitar que acuse por ello a Israel. Se consideraba también el día del Perdón como el de la circuncisión de Abraham.

El ayuno comenzaba en el ocaso, y terminaba al anochecer del día siguiente. Los servicios de oración de Yom Kipur comenzaban con la oración conocida como “Kol Nidre“, que debe ser recitada antes de la puesta del sol. El Kol Nidre (en arameo “todos los votos”) es un público abrogamiento de votos religiosos hechos por judíos durante el año precedente. Esto sólo concernía a los votos incumplidos hechos entre una persona y Dios, y no anula votos hechos entre personas. Un talit (manto de oración cuadrangular) se ponía para las oraciones de la tarde – el único servicio de la tarde del año en el cual se hace esto.

Era el gran día del servicio del sumo sacerdote. Se tomaban grandes precauciones para que éste pudiera oficiar en estado de completa pureza ritual. Sobre el transcurso del día se tienen estos datos: “Siete días antes del día del Perdón se retira al sumo sacerdote de su casa en la sala de los consejeros”. Durante estos días atiende personalmente el servicio, celebrando a diario el sacrificio de la mañana y el de la tarde, llamado tamîd. La tarde de la víspera del Gran día del Perdón era entregado por los más ancianos del Sanedrín a los sacerdotes más ancianos, que le conducían a una estancia superior de la residencia de la familia Abtinas, en el antepatio interior del Templo, familia sacerdotal conocida por lo bien que sabía preparar el sahumerio. El Gran Día del Perdón propiamente dicho comenzaba para el sacerdote con el baño cultual por inmersión y con los lavatorios, que se repetían varias veces a lo largo de este día. Acto seguido, se ponía las vestiduras blancas. Entre tanto, se preparaban los becerros y los machos cabríos para el sacrificio del día. El primer becerro sacrificado se llamaba “becerro del sumo sacerdote”. Se inmolaba en expiación de sus pecados y de los de su familia. El sumo sacerdote se acercaba a su lado, ponía sobre él sus manos y pronunciaba entre tanto la confesión de sus pecados:

“¡Oh, Nombre!, me endeudé, falté, pequé ante tí, yo y mi casa. Ay, ¡oh Nombre!, dame expiación para las deudas, yerros y pecados que contraje, que realicé y cometí, ante tí, yo y mi casa, según está escrito en la Ley de Moisés, tu siervo, de esta manera: pues en este día os dará expiaciones a vosotros para que os purifiquéis; de todos vuestros pecados quedaréis purificados ante Yahvé”.

El último Yahvé parece ser que el sacerdote lo pronunciaba en voz baja; simultáneamente, los sacerdotes entonaban la alabanza:

“Bendito sea el nombre de la majestad de tu reino para siempre jamás”.

A continuación, se sorteaban dos machos cabríos: uno, el llamado chivo expiatorio, para Yahvé; el otro para Azazel. El primero se degollaba en el Templo, el otro se enviaba al desierto. Ambos tenían rodeada la cabeza por cintas de color carmesí y se colocaban, respectivamente, en el lugar donde uno sería degollado y de donde el otro habría de ser expulsado. Tras el sorteo y la preparación de ambos chivos, se pronunciaba la segunda confesión de los pecados, de la misma manera y forma que la primera, añadiéndose “y los hijos de Aarón, tu santo pueblo”, en los lugares donde se decía “yo y mi pueblo”. La segunda confesión implora, pues, el perdón de los pecados de todos los sacerdotes. Se degollaba luego el becerro; el sumo sacerdote recogía su sangre en una vasija de aspersión y se la entregaba a los sacerdotes. El, por su parte, tomaba un brasero y penetraba con él en el santuario; en su umbral echaba en el carbón los sahumerios y penetraba con ellos en el Templo, cruzaba el santuario, pasaba al otro lado de las cortinas, al Sancta Sanctorum, y lo incensaba hasta dejarlo cubierto de humo. Tan sólo al sumo sacerdote le estaba permitido ingresar en el Sancta Sanctorum y únicamente podía hacerlo el día del Perdón. Tras una corta plegaria en el santuario, salía de nuevo, tomaba la sangre del becerro degollado, la llevaba al Sancta Sanctorum y esparcía siete veces con sus dedos la sangre sacrificial en el lugar donde había estado el arca antes de la destrucción del Templo por Nabucodonosor, regresando a continuación por el Santuario al patio del Templo. Se degollaba allí después el chivo que le había tocado en suerte a Yahvé. Su sangre, recogida asimismo en una copa por el sumo sacerdote, se llevaba al Sancta Sanctorum y se aspergía allí de la misma manera. En una tercera entrada en el Sancta Sanctorum se rociaban con el resto de la sangre del becerro y del chivo las cortinas que separaban el Sancta Sanctorum del Santuario. Después se purificaba de pecados el altar áureo de las ofrendas de humo, con la sangre también del cordero y del chivo; el resto se derramaba en el suelo, al occidente del altar del holocausto, en el antepatio.

Daban comienzo a continuación las operaciones con el segundo macho cabrío, el chivo de Azazel. También ponía sobre él las manos el sumo sacerdote, pronunciando una tercera confesión de culpas, esta vez en nombre del pueblo. Tras haber quedado puros de pecado, tanto él como los sacerdotes oficiaban sus servicios para el pueblo. La confesión decía:

“¡Oh Nombre!, se endeudó, erró y pecó ante tí tu pueblo, la casa de Israel. Ay, ¡oh Nombre!, da expiación para las deudas, los yerros y pecados que ante tí contrajo, cometió y realizó tu pueblo, la casa de Israel, según está escrito en la Torá de moisés, tu esclavo, de la siguiente manera: pues en ese día, ¡ojalá!, os dé expiación a vosotros para purificaros de todos vuestros pecados; ante Yahvé quedaréis purificados”.

También se pronunciaba ahora el último Yahvé y los sacerdotes y el pueblo cantaban y confesaban:

“Alabado sea el nombre de la majestad de tu reino por siempre jamás”.

A continuación se entregaba el chivo de Azazel, el chivo expiatorio del pueblo propiamente dicho, a quien lo había de conducir al desierto. Le acompañaban los más ancianos del pueblo, que, como representantes de éste, recorrían con él el camino de la expiación. Una vez llegados a la proximidad de una roca fijada de antemano, se quedaban atrás, en tanto que el conductor del chivo lo llevaba a la roca; allí se partía en dos la banda carmesí, una parte se ataba a la roca, otra a los cuernos del macho cabrío y se le precipitaba de espaldas desde la roca, de manera que se estrellara. El chivo expiatorio se llevaba consigo los pecados del pueblo al desierto, supuesto lugar de residencia de los demonios, y desaparecía con ellos. Entre tanto, se quemaban en el altar del holocausto del Templo el becerro y el macho cabrío. Tan pronto como llegaba la noticia de la llegada del chivo de Azazel al desierto, el sumo sacerdote leía en voz alta los pasajes previstos de Lv 16,1ss y 23,26-32 y pronunciaba las ocho bendiciones de la Torá y al servicio del Templo, seguidas de una acción de gracias y las súplicas por el perdón de los pecados, por el santuario, Israel, los sacerdotes, más una bendición como plegaria final. El día terminaba con un nuevo gran sacrificio de un carnero, realizado por el sumo sacerdote con su vestimenta de oro, tras un nuevo baño de inmersión, por él mismo, y otro por el pueblo de siete corderos sin mancha. Tras el sacrificio de la tarde, que venía a continuación, se acompañaba de nuevo al sumo sacerdote a casa, “y éste organizaba una fiesta para sus amigos, porque de nuevo había salido en paz del Templo”.

Los efectos del día del Perdón se resumían en esta sentencia: “Para las transgresiones del hombre para con dios, el día del Perdón depara la expiación; pero para las habidas entre un hombre cualquiera y su prójimo el día del Perdón no depara expiación hasta que dicho individuo no dé satisfacción a su prójimo”. Este principio era el resultado de múltiples discusiones entre los doctores de la Ley, que prosiguieron inclusive cuando el día del Perdón no podía ya celebrarse del modo prescrito. Efecto del día del Perdón es el que los israelitas adquirieran un nuevo corazón y quedasen puros como los ángeles. “Si los israelitas sumidos en el pecado a consecuencia de los malos impulsos que hay en ellos se convierten al arrepentimiento, Dios perdona anualmente sus pecados y renueva su corazón, para que le teman”.

El problema de estas interpretaciones estribaba en que muchas veces se ponía delante el pecado nacional que el pecado individual, concediéndose más importancia a la realización de los ritos anuales de purificación, que al arrepentimiento personal por los pecados cometidos cada hombre, y la enmienda de esas faltas. Este es uno de los capítulos más debatido por Jesús de Nazaret en sus predicaciones.

Fiesta de las tiendas o de los tabernáculos

En hebreo: Sucot o Januyot; en griego: Escenopegia.

Fiesta que conmemoraba la vida en tiendas de los judíos a su paso por el desierto. Era una fiesta de alegría que prohibía todo trabajo durante siete días y donde todos construían chozas, cabañas o tiendas y dormían de noche en ellas. También se quedaban junto a los montones de la cosecha o junto a las cubas y tinajas de los frutos. Su fijación en las escrituras está en Lv 23:24.

Se celebraba del día 15 al 22 del mes de Tishri, esto es, duraba 7 días tras el día 15. Originariamente fue una fiesta de la vendimia, porque antes se celebraba en la viñas. De aquí las manifestaciones de alegría y el dormir en chozas o tiendas. Normalmente, al final se hacía una súplica por una estación de lluvias abundantes, y para obtener una cosecha abundante el año siguiente. También se relacionaba la fiesta con los sucesos de la historia judía. El alojarse en cabañas donde se comía y se dormía, que era obligatorio en Israel para los varones y los muchachos, y voluntario para las mujeres y niños, los esclavos y enfermos, conmemoraba el período de estancia en el desierto y los milagros de ayuda y de conservación experimentados por Israel. Existían multitud de símbolos en esta fiesta, los más de ellos asociados a la presencia divina y a su actuación en la vida de los hombres.

Los peregrinos debían portar cuatro tipos de ramas de árbol: un manojo de ramas verdes de palma cerrada (lulab), ramas de sauce (aravot), la cidra(ethrog), conocida como la manzana y fruta prohibida del paraíso, y ramas de árboles frondosos (hasadim). El conjunto de estos ramos se llamaban el Arbat Minim. El origen de este mandamiento esta en Levítico (23:40): “Y tomen el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y regocigense delante del Señor su Dios por siete días”. Se decía que quien tuviera los ramos más grandes y combados, más fe tenía en el Señor, y llegaban por eso a considerable altura. Estas ramas se agitaban en las cuatro direcciones de los puntos cardinales con aclamaciones y oraciones, ceremonia denominada Netilat lulab. De aquí que esta fiesta también recibiera el nombre de “fiesta de los Ramos”. Fuera de Jerusalén, el lugar indicado para agitar el ramo de la fiesta, a lo que todo israelita estaba obligado, era la sinagoga en el transcurso del servicio divino.

Era ésta la fiesta de las fiestas, puesto que todo sacrificio que se había dejado de hacer en los otros festivales se podía hacer en éste. En esta ocasión se recibían las ofrendas para el templo. Era una combinación de los placeres de las vacaciones con los ritos solemnes del culto religioso. Era un momento éste de regocijo de los judíos, mezclado con sacrificios, cantos levíticos y las notas solemnes de las trompetas de plata de los sacerdotes.

Por la noche, el extraordinario espectáculo del templo y sus multitudes de peregrinos estaba bri-llantemente alumbrado por los grandes candelabros que ardían centelleantes en el patio de las mujeres, así como también por los resplandores de cientos de antorchas colocadas en los patios del Templo. Toda la ciudad estaba decorada alegremente, excepto el castillo romano de Antonia, signo sombrío en la fiesta de la ocupación de Roma.

Durante a fiesta se sacrificaban setenta bueyes, símbolo de las setenta naciones del paganismo. La ceremonia del agua simbolizaba el esparcimiento del espíritu divino. Esta ceremonia del agua se producía después de la procesión de los sacerdotes y levitas al amanecer. Los fieles bajaban por los peldaños que conducían del patio de Israel al patio de las mujeres, mientras se tocaban notas sucesivas en las trompetas de plata. Luego, los fieles bajaban hasta la Puerta Hermosa, que se abría al patio de los gentiles. Aquí se volvían para mirar al oeste, repetir sus cantos, y continuar la procesión del agua simbólica.

El último día de la fiesta oficiaban casi 450 sacerdotes con un número correspondiente de levitas. Al amanecer se reunían los peregrinos de todas partes de la ciudad, con las palmas en la mano. Estos peregrinos se dividían en tres grupos para esta ceremonia matutina. Un grupo permanecía en el Templo para asistir a los sacrificios de la mañana; otro bajaba en procesión de Jerusalén hasta cerca de Maza para cortar las ramas de sauce destinadas a adornar el altar del sacrificio (se cogían de terrenos sagrados propiedad del Templo), mientras que el tercer grupo formaba un procesión para marchar desde el Templo siguiendo al sacerdote con el agua, quien, al son de las trompetas de plata, llevaba la jarra de oro que contenía el agua simbólica, saliendo por Ophel hasta cerca de la piscina de Siloé, cerca del portón de la Fuente. Una vez llenada la jarra en el estanque la procesión marchaba de vuelta al Templo, entrando por el portón del Agua y dirigiéndose directamente al patio de los sacerdotes, donde el sacerdote que llevaba la jarra de agua se unía al sacerdote que llevaba el vino como ofrenda de bebida. Estos dos sacerdotes se dirigían luego a los embudos de plata que conducían a la base del altar, y echaban en ellos el contenido de las jarras. La ejecución de este rito de echar el vino y agua señalaba el momento en que los peregrinos reunidos comenzaban a cantar los salmos 113 al 118 inclusive, alternativamente con los levitas, o cantos del Hallel o Aleluyas. A medida que repetían estos versos, hacían ondular sus manojos de ramas hacia el altar. Luego se realizaban los sacrificios para ese día, asociados con la repetición del salmo del día, relegando el salmo 82 para el último de la fiesta, comenzando por el quinto verso.

Fiesta de la consagración, dedicación, restauración o purificación del Templo

En hebreo: Hannuká

Fiesta que conmemoraba la restauración del culto del Templo por los Macabeos. Se celebraba el día 25 del mes de Kislev. Duraban ocho días, y se celebraba como la fiesta de las tiendas, con ramos y palmas y cantando himnos.

La fiesta de la consagración del Templo fue una festividad tardía en la historia de Israel. El 25 de Kislev del año 164 a.C., tres años después del mismo día día en que fuera profanado y destruido el Templo bajo antíoco IV Epífanes, fue restaurado el culto por Judas Macabeo y los suyos. La época era de noviembre a diciembre, que podía coincidir con el solsticio de invierno. Sobre la fiesta y su origen nos informan 1 Mac 4,36-59; 2 Mac 1,9.18;10,1-8, y Josefo, Ant. XIII 7,7.

Se la denominaba “la fiesta de los Tabernáculos del mes de Kislev”. Las noticias subrayan que los israelitas celebraban la fiesta durante ocho días “con júbilo y alegría” y que hubiera decicido Judas Macabeo que se repitiera anualmente de igual modo. Se celebraba al modo de la fiesta de los Tabernáculos, llevando tiersos, ramos verdes y palmas, cantando himnos al Señor, etc. También se la llama la “fiesta de las luminarias”, porque se encendían luces progresivamente cada día en un candelabro de ocho brazos y uno mayor o januquiá. En la primera noche únicamente se prende el brazo mayor y una vela, y cada noche se va aumentando una vela, hasta el último día en el que todo el candelabro se enciende completo. Este hecho conmemora el milagro de que el aceite duró ocho días. Estas luminarias tenían el significado simbólico de que durante la profanación del Templo “se apareció inesperadamente como un rayo de luz el ejercicio de la religión”, gracias a la renovación Macabea. Los rabinos la llamaban la fiesta de Hannuká.

La lectura de precepto de la Escritura es Nm 7,1ss y Zac 2,13s, donde tenían especial importancia 4,2ss.

Es costumbre que los niños jueguen con un sevivon o dreidel, el cual es un tipo de perinola. Esta perinola de Jánuca tiene cuatro caras, cada una de ellas con una letra en hebreo: (“Nun”); (“Guímel”); (“He”); (“Shin”) o (“Pei”). Las cuatro letras son las siglas de Nes gadol haia sham, lo que quiere decir, “Un gran milagro ocurrió allá”. En Israel la cuarta letra es * en vez de *, y las siglas son de Nes gadol haia po, lo cual se traduce a “Un gran milagro ocurrió aquí”.

También se acostumbra comer levivot y sufganiot, tortas de patata y bolitas de masa rellenas de mermelada.

Fiesta de Purim o de las suertes

En hebreo, del persa: Purim

Fiesta que conmemoraba entre los judíos la fecha en que se libraron de la matanza decretada por Hamán, en tiempos de Asuero. Se celebraba los días 14 y 15 del mes de Adar (febrero-marzo), después de que el día 13 se celebrase la fiesta en recuerdo de la batalla contra Nicanor. Los días 14 y 15 correspondían a días en memoria de Mardoqueo y Ester. Según la historia, las fechas habían sido elegidas por Hamán echando a suertes. Era tradicional leer el libro de Ester (Est 9,11-32); también se bebía y se hacían manifestaciones de alegría (regalos, comidas, etc.). Era una fiesta de celebración nacional, especialmente para la diáspora oriental.

A pesar de que Purim es considerado uno de los días más alegres del calendario hebreo, los judíos tienen la obligación de ayunar y orar en la víspera, en recuerdo de los judíos persas que ayunaron y oraron a Dios para que les salvara del inminente conflicto que los llevaría a su aniquilación y exterminio por parte de Hamán y sus seguidores en el ejército del Imperio Persa. En Purim se lee la Meguilá (en hebreo Meguilat Ester, “Rollo o Libro de Ester”). Esta lectura se realiza a gran velocidad, y los que escuchan deben hacer ruido con matracas u otros elementos en el momento de pronunciarse el nombre de Aman, para que dicho nombre sea borrado. Esto logra hacer participar a los niños.

Tras el ayuno, se hace un gran banquete en el que se acostumbra a beber vino y recitar cánticos, entre ellos suele recitarse la plegaria conocida como Shoshanat Ya’akov. Asimismo, es obligación enviar regalos a los amigos (en hebreo: Mislóaj Manot) y dar caridad a los pobres (en hebreo: Matanot La’evionîm) y también se acostumbra a disfrazar a los niños pequeños.

Para Purim se preparan dulces especiales, llamados “Orejas de Aman”. Los varones están autorizados para tomar vino hasta el nivel de “confundir los nombres de aman y Mordejai”, o sea, ponerse beodos.

Shoshanat Ya’akov (La rosa de Ya’akov) es una oración judía que se encuentra en el Cantar de los Cantares (en hebreo Shir Hashirim) en la cual el pueblo judío es comparado a una rosa. Shoshaná (rosa) es una referencia a Shushan (la ciudad de Susa, en la antigua Persia), tal como dice en el Libro de Ester el verso “la ciudad de Shushan celebró y se regocijó” (Ester 8:15).

Una traducción de la Shoshanat Ya’akov sería:

“La rosa de Jacob (Ya’akov) se llenó de emoción y alegría cuando tuvieron a Mordejai vestido de azul real. Tu siempre has sido su salvación, su esperanza en cada generación, para dar a conocer que todo quien pone su esperanza en Ti no será puesto en vergüenza, ni estarán por siempre en desgracia todos aquellos que confían en Ti. Maldito sea Hamán, quien trató de destruirme; bendito sea Mordejai el judío. Maldita sea Zeresh la esposa de Hamán, quien me aterrorizó; bendita sea Ester quien intercedió por mí. Malditos sean todos los malvados; benditos sean todos los rectos; y que a Jarvoná se le recuerde favorablemente.”

Fiesta de la Pascua

En hebreo: Pesah; en griego: Paskhal; en latín: Pascham.

Fiesta solemne de los judíos que conmemoraba la salida de Egipto y el paso (pascua) del desierto. El día 14 de Nisán, el primer mes del año religioso, coincidiendo con el plenilunio, se celebraba la fiesta de la Pascua al atardecer. Desde el 15 al 21 de Nisán se celebraba la fiesta de los Ácimos (fiesta de las massot).

En arameo Pesah significa “paso”, queriendo decir que Yavé “pasaba” en el sentido de “salvaba”. Pero es posible que la palabra egipcia de donde deriva significase “golpe” (Dios golpeaba) en relación con la décima plaga de Egipto que permitió la fuga de los judíos.

En su origen era una fiesta que ofrecía las primicias (del rebaño el cordero, de la cosecha de cebada el pan ázimo, etc.). Con los acontecimientos del éxodo se llenó del sentido histórico de aquel viaje. Moisés parece ser que les instruyó a celebrar el rito pascual matando un cordero o un cabrito, ofreciéndolo a Dios, desangrándolo y tiñendo con su sangre las puertas de las casas, comiéndolo con ropas de viaje. La fiesta se prolongaba durante siete días.

Se trata de la gran fiesta israelita de peregrinación, en la que acudían a Jerusalén de todo el mundo muchos millares de judíos, y formaba parte de las tres grandes fiestas (Shelóshet Ha’regalim), junto a la Shavuot y la Sucot, en que se acostumbraba a peregrinar al Templo de Jerusalén. La precedía unas ceremonias de purificación como una semana antes. Tan sólo se podía degollar y comer el cordero pascual en Jerusalén. Mientras estuvo en pie el Templo, la fiesta de la Pascua fuera de Jerusalén fue una fiesta sin cordero pascual. Los peregrinos se reunían en grupos de unos diez comensales como mínimo para el banquete de Pascua. De esta manera les era posible a muchas personas consumir el cordero pascual, un cordero o cabrito de un año; pues del cordero pascual no debían quedar restos. Las mujeres y los niños tomaban parte en la festividad y en el banquete. Los pobres también, sin excepción, participarían del banquete pascual, ya que entraba dentro de la beneficencia habitual del pueblo de dios el que los grupos acomodados facilitaran la participación en el banquete sin restricciones. Los corderos pascuales se adquirirían unos cuatro días antes de la fiesta. Se degollaban en el Templo la víspera de la noche de la Pascua después del mediodía, mientras se entonaba el gran Hallel; a la puesta del sol daba comienzo el magno banquete, que se prolongaba hasta la media noche, y durante el cual nadie podía abandonar Jerusalén. Por eso se tenía que buscar y preparar de antemano el local para el banquete. Como este era un banquete festivo, los comensales yacían sobre cojines. Aparte del cordero pascual, había en el banquete vino, pan, verduras, lechuga y una especie de mermelada consistente en un amasijo en vino o vinagre de higos triturados o majados, dátiles, almendras y otras frutas, con un condimento de canela y otras especias.

El ceremonial de la cena (Séder) seguía esta costumbre:

1) Sentados a la mesa, al atardecer, tiene lugar la preparación de la primera copa. El padre o jefe de la mesa pronuncia una bendición, la qiddus, y a continuación se bebía la copa. Primero pronuncia esta alabanza:

“Alabado seas tú, Yahvé, nuestro Dios, Rey del mundo, que creaste el fruto de la vid”.

Y luego la qiddus, que decía:

“Alabado seas tú, Yahvé, nuestro dios, Rey del mundo, que diste a tu pueblo Israel días festivos para el júbilo y para el recuerdo. Alabado seas tú, Yahvé, que santificas a Israel y a los tiempos”.

2) Los miembros de la familia efectúan la primera ablución de manos de la noche sin bendición (Urjatz). Se trae a la mesa un jarro con agua para que el conductor del Séder efectúe la ablución sin moverse del lugar.

3) Se tomaba un aperitivo a base de apios (carpas) bañados en sal.

4) Luego venía la yajatz, la división en dos pedazos de uno de los tres panes ácimos (matzá). El pedazo mayor se guardaba aparte, mientras que el trozo pequeño se dejaba junto a los otros panes ácimos.

5) Luego se escanciaba la segunda copa o copa de la Haggadá, y tenía lugar la pesá o rito pascual: La introduce la pregunta de un niño o de un comensal cualquiera sobre el sentido de las propiedades del banquete: “¿Ma nishtaná halaila hazé micol haleilot?” (¿Porqué esta noche es diferente de todas la otras noches?). El padre responde con el relato de la salida de Egipto; el fundamento litúrgico lo deparaba Dt 26,5-11, provisto de las necesarias interpretaciones.

6) La segunda ablución con la oración “Al Netilat Iadaim” (“¡Que nos ordenaste la ablución de manos!”) procediéndose inmediatamente a comer la matzá.

7) Se recitaba la primera parte del Hallel y a continuación se bebía la segunda copa, llamada copa de la Haggadá o Mishpat.

8) Luego se distribuían los panes ácimos, una pequeña porción a cada comensal y se pronunciaba antes de comerlos una bendición (motzi): “Alabado seas tú, Señor, nuestro Dios, Rey del mundo, que haces salir el pan de la tierra”. Los comensales contestaban “amén”, y a continuación se les repartía el pan. El padre de la casa tomaba el último pedazo y empezaba a comer, que era la señal para todos de que el banquete había comenzado.

9) El banquete empezaba con el primer plato, el entrante, que consistía en diversas verduras amargas (maror), a las que se hacía más digeribles mojándolas en una salsa llamada jarôset. También se ofrecían unos a otros trozos de pan untados con salsa y verduras.

10) Lo normal es que después viniera el cordero o cabrito pascual (de un año).

11) Se dejaba para el final el trozo de pan ácimo que se había reservado. El banquete termina con la oración de acción de gracias por la tercera copa, llamada copa de la bendición. Esta oración de acción de gracias pudo ser como sigue:

“Alabado seas tú, Señor, nuestro Dios, que alimentas a todo el mundo con tus bienes, tu gracia, tu misericordia. Te damos gracias, Señor, nuestro Dios, porque nos permitiste tomar en posesión una tierra buena y amplia. Apiádate, Señor, nuestro Dios, de Israel, tu pueblo, y de Jerusalén, tu ciudad, y de Sión, la sede de tu majestad, y de tu altar y de tu Templo. Alabado seas tú, Señor, que edificas Jerusalén”.

12) Finalmente se cantaba el Hallel (Sal 115-118) y todavía se bebía una cuarta copa después de bendecirla o copa del Hallel. Después, la cena había terminado. Los comensales solían continuarla hasta entrada la noche conversando y pasando un rato agradable.

Toda la cena estaba cargada de simbolismos y significados:

– Las copas de vino: expresaban la alegría del pueblo judío por haber sido sacados de Egipto.

– El pan ácimo (pan sin levadura, matzah): expresaba la salida del pueblo judío de Egipto, puesto que salió con prisa y los panes que llevaron de viaje eran panes a los que no había dado tiempo a fermentar.

– Las hierbas amargas (maror): un rábano picante muy picado para producir lágrimas y que expresaba la amargura por la esclavitud de sus antepasados.

– La salsa (jarôset): representaba la argamasa con la que los esclavos judíos tuvieron que edificar las construcciones del faraón.

– El apio o perejil (carpas) bañado en sal para conmemorar el sabor del éxodo.

– Lechuga o ensalada (jazeret): se tomaba con el rábano y pudieron ser alguna planta que comieron los judíos en el desierto.

– El cordero pascual: expresaba el compasivo comportamiento de Dios, que mató a todos los primogénitos de los egipcios y salvó a los de los judíos, porque estos mancharon las jambas de sus puertas con la sangre de los corderos. El nombre “pascua”, que es la palabra latina, proviene de pesach, que en hebreo significa “paso”, o “arrasamiento”, porque Dios pasó y arrasó a los egipcios. En conclusión, el cordero tenía un significado de muerte a los enemigos de Israel y por eso se mataba al animal. El sacrificio de animales era una práctica ritual constante en aquellos días, no sólo entre judíos, sino en todo pueblo civilizado. Se tenía la idea de que se ganaba el favor divino a través de la sangre de la víctima animal inocente, y que no había escucha divina si no se realizaban estos actos sangrientos.

Los acontecimientos de la Pascua se asociaban con los recuerdos de la salida de Egipto; la memoria de los grandes hechos estaba viva en ellos. os doctores de la Ley decían: “En cada generación está el hombre obligado a considerarse a sí mismo cuando salió de Egipto”. La celebración cultual traslada a la situación original a los participantes posteriores y les hace partícipes con ello de la acción de Dios. De ahí que se incorporen a la muchedumbre de los que alaban: “Por ello estamos obligados a dar gracias, a ensalzar, a alabar, a magnificar, a exaltar, a celebrar, a bendecir, a sublimar y a cantar al que hizo este milagro a nuestros padres y a todos nosotros, conduciéndonos de la servidumbre ala libertad, de la aflicción a la alegría y del luto al día de la fiesta, de la oscuridad a una gran luz y de la sumisión a la salvación, y entonaremos ante él el aleluya”.

Los israelitas llamaban a la noche de Pascua la “noche de las vigilancias”, y asociaban esa noche, que el propio Dios vigila y guarda, con esperanzas mesiánicas, poniendo su pensamiento, sobre el modelo de la liberación de Egipto, en la liberación eterna. La noche de Pascua será la hora de la aparición del Mesías para Israel. Según eso, se ha de dar a una serie de lugares del gran Hallel no sólo una interpretación histórica y retrospectiva, sino también una mesiánica y prospectiva.

La Pascua dura sólo una noche, la “nochebuena de Israel”. La sigue, a partir del 15 de Nisán la fiesta dela massot, la de los Ácimos, llamada también popularmente Pascua, que dura siete días, de tal modo que la serie entera de los ocho días festivos pudo recibir el nombre de Pascua. Era un período de alegría, especialmente para los peregrinos que acudían a Jerusalén desde lejos; llegaban antes de la fiesta y permanecían en Jerusalén durante toda ella, en tanto que, en su mayor parte, los peregrinos de las cercanías abandonaban ya Jerusalén el segundo día después de la noche de Pascua. Que la fiesta de las massot era al propio tiempo una fiesta de acción de gracias por la cosecha se deduce del hecho de que, en su tercer, el 16 de Nisán, se ofrecían en el Templo las primicias de los frutos de la nueva cosecha.

Fiesta de la cosecha, de los primeros frutos o de los cincuenta días

En hebreo: Shavuot; en griego: Pentecostés.

Recibía otros nombres según la explicación que se diera de la fiesta:

Jag HaShavuot (Fiesta de las semanas): Recibe este nombre pues se celebra al finalizar las siete semanas de Sefirat Ha’omer cuya cuenta diaria se había emprendido en la segunda noche de Pésaj.
Zeman Matan Toraténu (Época de la Entrega de nuestra Torá): Según la tradición judía, esta es la fecha en la cual el Pueblo Judío recibió la Torá (la Ley), en el Monte Sinaí.
Jag Hacatsir (Fiesta de la Cosecha): En la Tierra de Israel, esta es la época de la cosecha, especialmente la del trigo.
Jag Habicurim (Día de las Primicias): La Fiesta de Shavuot marcaba el principio de la época para ofrendar los “primeros frutos, “Bicurim“.
Atséret (Conclusión): En fuentes rabínicas, Shavuot se menciona como conclusión, pues los Sabios la consideran ligada a la festividad de Pésaj, siendo la conclusión histórica de la misma.
Fiesta que conmemoraba entre los judíos el día en que Dios le entregó las tablas de la ley a Moisés en el Monte Sinaí. También tenía por objeto el agradecimiento a Dios por las cosechas. Se celebraba 49 días, siete semanas, después de la Pascua, es decir, el día 50 contando desde la fiesta pascual.

De la misma manera que la fiesta de los Tabernáculos, tras siete días festivos, tenía el octavo día una gran fiesta final, la Pascua y las massot tuvieron también su fiesta final, aunque separada cincuenta días de la fiesta principal, algo que los rabinos no consideraban extraño. Sólo el invierno justificaba, en el caso de la fiesta de los Tabernáculos, el retrotraer la fiesta final a la fiesta principal.

Originariamente, una fiesta independiente de acción de gracias por la cosecha al final de la siega se puso en relación con la Pascua y las massot. El que se fijara cincuenta días después del 16 de Nisán de muestra su carácter de festividad de la cosecha. Se la llamaba bien como fiesta del “día quincuagésimo” (Pentecostés), o fiesta del las semanas, o fiesta final. De los preceptos festivos de Lv 23,16-22 queda en claro que es ésta una festividad de acción de gracias por la camada de los rebaños y la terminación de la siega. En Palestina duraba un día; en la diáspora, dos.

La tradición rabínica la puso en relación con la entrega de la Ley en el Sinaí, estableciendo, según eso, las lecturas indicadas para la misma.

En la comida festiva se comían lácteos. Las crepas dulces de queso (blintzes) son típicas de Shavuot.

El calendario festivo judío

Octubre
Tishri

1, Año Nuevo; 10, Perdón; 15, Tiendas
Noviembre
Heshván

Diciembre
Kislev

25, Hannuká
Enero
Tevet

Febrero
Shevat

Marzo
Adar

13, Nicanor; 14 y 15, Purim
Abril
Nisán

14, Pascua
Mayo
Iyyar

Junio
Siván

5, Pentecostés
Julio
Tammuz

Agosto
Ab

Septiembre
Elul

Referencias:

El Mundo del Nuevo Testamento, Johannes Leipoldt y Walter Grundmann. Dos tomos, Ediciones Cristiandad.

Jerusalén en tiempos de Jesús, Joachim Jeremías. Ediciones Cristiandad.

OSCAR SANTIANA - ECUADOR
oscarsan
 
Mensajes: 14
Registrado: Jue Ene 12, 2012 3:53 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor Yolanda Bueno » Mar Oct 01, 2013 11:13 am

http://img819.imageshack.us/img819/2669/hwhs.jpg

COSTUMBRES JUDIAS
"Israel es mi hijo, mi primogénito."
Exodo 4:22

El ciclo de vida judía se halla marcado por eventos cuya importancia reside en su significado intrínsecamente vinculado a la tradición religiosa y a la existencia comunitaria.

Los ritos de las ceremonias realizadas para distinguir los episodios del ciclo de vida, reflejan muchos de los aspectos centrales del judaísmo: la relación pactada entre el pueblo de Israel y el Creador; las posiciones comunitarias que la persona asume a lo largo de su vida, determinan su responsabilidad individual y su identidad; la relación con generaciones pasadas, futuras y con su comunidad; y, el poder de la liturgia y el ritual para santificar los periodos de transición, de transformación.

Estas ceremonias tienen como uno de sus objetivos primordiales el trasladar un episodio de la esfera de lo individual al ámbito de lo colectivo, donde adquiere mayor trascendencia y significado.

Bendiciones, santificación del vino, purificación y transformación simbólicas a través del agua (netilat yadaim, mikve, etc.), tzdaká y reconocimiento público del nuevo estatus, son algunos de los elementos presentes en los rituales que nos sirven de guía para obtener una perspectiva más profunda de lo ordinario, santificándolo. Por ello, las ceremonias del ciclo de vida nos ayudan a dar un sentido más trascendente a los cambios naturales de la vida, nos permiten santificar y agradecer el inicio de cada ciclo y su final.

El comienzo de una vida judía.

La importancia de la primera ceremonia religiosa en la vida de un judio, no reside en que a través de ella se determine su cualidad como judío, sino que celebra la trascendencia de su nacimiento para la continuidad del pueblo de Israel. En las ceremonias del Brit Milá y el Zeved Habat, los bebés reciben sus nombres, su historia: genealogía, raíces, bagaje, y con ello, un propósito: ser un eslabón más en esa cadena generacional, dar continuidad a su estirpe, a su pueblo. Las leyes ancestrales dictaban la realización de sacrificios de agradecimiento tras el nacimiento de un hijo, cualquiera que fuera su sexo, a los 40 días para los niños, y a los 80 para las niñas; el Talmud registra la costumbre de plantar un árbol de cedro tras el nacimiento de un varón y un ciprés si era niña (Gittin 57a). El ritual central para dar la bienvenida a los varones al pueblo judío y su pacto con Dios es el Brit Milá, ritual tan antiguo como el judaísmo en sí mismo.

Una alianza ancestral.
«Esta es mi alianza que habéis de guardar entre Yo y vosotros, también tu posteridad: Todos vuestros varones serán circuncidados y eso será la señal de la alianza entre yo y vosotros. A los ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón, de generación en generación. De modo que mi alianza esté en vuestra carne como alianza eterna» (Génesis, 17:10-14).
Durante siglos, el pueblo judío ha cumplido este precepto: la realización del Brit Milá, cuya primera palabra significa pacto, alianza; la segunda, es circuncisión. Así, la ceremonia del Brit identifica al niño judío como miembro de la alianza con Dios en virtud de su nacimiento como judío dentro de un hogar del pueblo de Israel. Resulta particularmente interesante que el ritual del Brit involucre específicamente al órgano reproductor masculino, lo cual, por supuesto, no es coincidencia.
Un midrash cuestiona cómo supo Abraham que debía ser “removida” esa piel –y no otra–, pues el texto hebreo se refiere a ella como orlatejem, del término orlá, que fue traducido como “prepucio” debido al contexto del relato, sin embargo, la Torá emplea esta misma palabra para referirse al corazón (Deuteronomio 10:16), los oídos (Jeremías 6:10) y a los frutos de un árbol de tres años de edad (Levítico 19:23); por ello, el significado más cercano para el término orlá sería “cubierta”. De acuerdo con el midrash, Abraham supo cuál era la orlá a ser circuncidada, en virtud de la promesa de la alianza con sus futuras generaciones, fruto de su simiente. Para Maimónides, una de las razones de que el signo de la alianza se realice en el órgano reproductor masculino consiste en prevenir que quienes no creen en la unicidad de Dios, declaren ser miembros del pacto por intereses personales. La circuncisión, por elección a una edad adulta, puede ser tan dolorosa y desagradable, que nadie la realizaría de no ser por un sincero deseo de pertenecer a la fe judía.

De acuerdo con los sabios, el Brit Milá es una señal tanto para Dios como para el individuo, de la pertenencia de los miembros del pueblo judío al Pacto. Técnicamente, no se requiere la ceremonia del Brit para hacer al niño judío –sólo en caso de que la madre no lo sea–; al nacer en un hogar judío, el niño, quiera o no, nace dentro de la Alianza con Dios, la cual conlleva dolor y sacrificio, pero también honor y santidad. Este niño se convertirá en adulto, en el tipo de persona que él decida, pero nunca podrá ignorar su identidad judía, la cual, igual que sus rasgos físicos, su fecha y lugar de nacimiento, será siempre uno de los hechos de su vida, es parte de lo que es, lo cual quedó marcado en su cuerpo a los ocho días de su nacimiento.

Existe un midrash donde se narra que el gobernador romano en Eretz Israel, Turnus Rufus, preguntó a Rabi Akiva por qué si a Dios no le agrada un hombre con prepucio, no lo creo sin él desde el principio. Rabi Akiva le respondió que Dios creó el mundo incompleto para que el ser humano pudiera ayudar a perfeccionarlo. Los sabios afirman que la imperfección del mundo incluye a las personas. Ser un socio “pactado” con Dios, significa que estamos dispuestos a ayudar a su perfeccionamiento a través de nuestra propia transformación: «La semilla de la mostaza debe ser endulzada, el altramuz debe ser suavizado, el trigo debe ser molido, y el ser humano debe ser perfeccionado» (Tanjuma, Breishit 7f, 10a).

El mundo no es perfecto, es perfectible; no nacemos santos, pero podemos santificar nuestro modo de vida. En Génesis se establece que Itzjak fue circuncidado al octavo día de su nacimiento, por lo tanto, así debe ser con todos los descendientes de Abraham –siempre y cuando el niño esté sano– aún cuando ese día sea Shabat o coincida con Yom Kipur.
Los sabios explican que tras siete días, el niño ha vivido a través del acto de la creación del mundo en el cual participará. En el octavo día, el niño, una vez con la señal de la Alianza, deja de ser una parte pasiva de la naturaleza, convirtiéndose en un agente humano activamente comprometido con el desarrollo de un universo guiado por los preceptos divinos. Al octavo día de vida, el niño obtiene un nuevo estatus a través del Pacto, se convierte en co-creador de Dios. La señal de la Alianza marca su responsabilidad como socio de Dios para ayudar a la transformación del mundo bello, pero imperfecto, que el Todopoderoso creó en esos siete días. Este es un concepto muy significativo del judaísmo: el mundo fue creado incompleto, requiere ser mejorado. Igualmente, los padres del bebé, sus guardianes, deben nutrir esa vida sagrada a fin de que su potencial pueda hacerse realidad, deben ayudarlo a perfeccionarse.

El ritual de la circuncisión supone la remoción de un apéndice del cuerpo cuyo único propósito es ese: su remoción como símbolo de total obediencia a la voluntad de Dios, y la transmisión de esta lealtad de generación en generación. Sin estar motivado por las razones, el pueblo judío ha circuncidado a sus hijos varones como el signo más distintivo de su lealtad al Creador y si bien en la antigüedad la circuncisión era común entre diferentes pueblos, su práctica dentro del judaísmo le confirió ese significado específico de la Alianza entre el Todopoderoso y el pueblo de Israel. Significado tan trascendental que a lo largo de los siglos, los judíos han sufrido humillación y peligro para cumplir con el precepto. Celebrando el Pacto De acuerdo con el Talmud, el ritual del Brit Milá consiste de tres segmentos separados:

1. Milá, la remoción física del prepucio; 2. Periá, el desprendimiento y plegado de la membrana; y Metzizá, la succión de la sangre de la herida. Este último paso no es asignado por el Talmud como parte del rito en sí, sino como una medida higiénica. Durante la ceremonia, algunas personas designadas por los padres del bebé son honradas con el papel de presentar al niño. La kvaterin –madrina– hace entrega del niño al kvater –padrino–, quien lo sitúa en las rodillas del sandek, quien tiene la función de sostener al niño mientras el mohel practica la circuncisión. Entre las bendiciones que se pronuncian durante la ceremonia, el mohel recita una beraja afirmando que este acto representa el cumplimiento de una mitzva: «Bendito eres Tú, Señor, nuestro Dios, Rey del universo, que nos santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste cumplir con el precepto de la circuncisión». El padre pronuncia otra bendición estableciendo que a través de esta mitzvá el niño forma parte de la alianza entre Dios y el pueblo judío: «Bendito eres Tú, Señor, nuestro Dios, Rey del universo, que nos santificaste con Tus preceptos y nos prescribiste hacer entrar a nuestros hijos en el Pacto de Abraham, nuestro patriarca», a lo que los asistentes responden: «Al igual que ha ingresado en el Pacto de Abraham, asimismo hazle llegar al estudio de la Torá, a la santidad del matrimonio y a una vida de buenas acciones».

El rescate del primogénito ("pidión habén")
La primera referencia a esta costumbre se encuentra en " Shemot ", el 2º libro de la Torá , también llamado "Éxodo" (XIII - 13): "También redimirás a todo primogénito de entre tus hijos".
En el comienzo del capítulo, la Torá destaca el carácter sagrado del primogénito: "Conságrame todo primogénito; las primicias del seno materno entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, mías son" (" Shemot " XIII 2).

http://img819.imageshack.us/img819/2669/hwhs.jpg

Y en " Bemidbar " , llamado "Números" (XVIII 16), leemos: "Harás rescatar los primogénitos de los hombres... Harás que sean rescatados cuando tengan un mes, y según tu estimación, en siclos de plata, al siclo del santuario, que es de veinte "guerot". "
El rescate, en presencia de un " minian " (número mínimo de 10 participantes), se efectúa el día 31º que sigue al nacimiento del primogénito, y sirve para rememorar el milagro acontecido en Egipto , cuando la plaga de los primogénitos (" makat habejorot ") no dañó a los niños de Israel. En base al versículo de " Shemot " XIII 2, arriba citado, también los primogénitos del ganado salvados de la plaga, eran consagrados al sacrificio en el altar.

¿Por qué 30 días después?
En tiempos remotos, el recién nacido era considerado en sus primeros 30 días como alguien cuya vida corre peligro. Una vez transcurridos los 30 días, el riesgo quedaba superado, y a partir de ese momento el bebé era igual a las demás personas.
El rescate del primogénito (" pidión habén ") era efectuado por un " kohén " (descendiente de la casta sacerdotal), ya que en los tiempos bíblicos era el primogénito quien debía encargarse de las ceremonias del culto . Pero cuando cayeron en la adoración del becerro de oro (pecado del que no participó la tribu de Leví , pero en el que sí se vieron envueltos los primogénitos), las ceremonias del culto pasaron a los levitas y fueron retiradas de manos de los primogénitos.
El precepto de " pidión habén " ("rescate del primogénito") sólo se aplica al primogénito varón nacido el primero a su madre. Debe cumplirse de día, durante una comida festiva. El padre presenta a su hijo sobre una linda bandeja, ante el " kohén " (descendiente de los sacerdotes). Éste le pregunta si es su voluntad rescatar al hijo. Una vez que ha dado su consentimiento, el padre entrega el dinero del rescate al " kohén ". Éste toma el dinero o su equivalente en objetos de valor y devuelve el niño a su padre, que pronuncia la bendición: " Baruj atá Adonái eloheinu mélej haolam , asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al pidión habén " ("Bendito tú, Adonái , nuestro Dios, soberano del mundo, que nos santificó con sus preceptos y nos ordenó el rescate del primogénito". Luego el padre pronuncia la bendición de " Shehejeianu " ("que nos concedió la vida"), y el " kohén " que recibió el dinero, dice: "Esto en lugar de esto otro, esto en cambio de esto otro, éste es perdonado por este otro. Ingrese este hijo en la vida, en la Torá y en el temor de Dios. Y así como entró en el rescate del primogénito, entre también en la Torá , en el palio nupcial y en las buenas obras, amén".

"Shelom zajar" (La paz del varón)
En la primera víspera de sábado que sigue al nacimiento del varón, y aún antes de cumplida la ceremonia de la circuncisión (" berit milá ") , parientes y amigos acostumbran reunirse en casa de los padres del niño, luego de la cena sabática, para celebrar el " Shelom zajar ".

Se trata de una comida sencilla en la cual se le da la bienvenida al varón con una bendición de paz. El nombre de esta comida tiene su origen en una frase talmúdica: "Cuando un varón llega al mundo, llega la paz al mundo". En la ocasión, se acostumbra comer garbanzos molidos o lentejas cocidas, que por ser redondas simbolizan el ciclo de la vida, equiparable a una rueda girando sobre sí misma. Algunas de esas legumbres son llamadas " arbes ", y la tradición popular asocia este nombre al versículo 17 de "Génesis" XXII: " Veharbé arbé et zarajá " ("Y multiplicaré grandemente tu descendencia").

"Shelom habat" (la paz de la niña)
Es costumbre realizar, en vísperas del sábado que sigue al nacimiento de una niña, la ceremonia de " Shelom habat ". Se trata de una corrida en la cual los familiares, amigos e invitados ruegan en su conjunto por la paz de la recién nacida, porque alcance plenitud y salud. El día Sábado el padre asciende, en la sinagoga, a la lectura de la Torá , y en el marco de la bendición "Mí sheberaj " ("Aquél que bendijo"), anuncia el nombre que llevará la niña.

Muy diferente a la ceremonia de los varones, es la tradición en el caso de las niñas. Las ceremonias para las hijas son relativamente nuevas, se llevan a cabo solo desde hace 30 años y no son practicadas por todas las familias. El hecho de que no exista una ceremonia para niñas similar al Brit Milá, se debe a que en diversas fuentes judías las mujeres son descritas como integrantes “completas” de la Alianza: si nacen de madre judía, nacen incluidas en el signo masculino del Pacto; algunas fuentes señalan al ciclo menstrual como su propio signo. No obstante, el nacimiento de niñas también se considera un evento digno de celebración, cuyas manifestaciones han variado a través de los años y las comunidades, dando lugar a tradiciones específicas. Las ceremonias de las niñas se conocen con diversos nombres, simjat bat, brit bat y, el más común para nosotros: zeved habat –regalo de una hija–, cuyo origen hace referencia a la matriarca Lea, quien tras el nacimiento de Zebulun afirmó: «Zevedani Elokim oti zeved tov» “Me ha hecho Dios un buen regalo” (Génesis, 30:20); este nombre empleado para las ceremonias de las niñas recién nacidas es de origen sefaradí. En la tradición ashkenazí se llevaba a cabo una ceremonia denominada holerkreisch –palabra de origen incierto–, en la cual niños de la familia y vecinos rodeaban el moisés especialmente adornado, lo levantaban tres veces preguntando en voz alta «¿cuál será tu nombre?». Después se recitaban pasajes de la Torá y se anunciaba públicamente el nombre de la bebé, ofreciendo pasteles y bebidas. Para mediados del siglo XVII esta práctica comenzó a desaparecer, conservándose solamente en pequeños shtetlaj y áreas rurales. A pesar de la desaparición del holerkreisch, los judíos de ascendencia ashkenazí conservaron una tradición perdurable hasta nuestros días, la cual consiste en que el padre asista a la sinagoga al servicio de shajarit del Shabat inmediato al nacimiento de la niña y reciba la aliya a la Torá. En el shul se pronuncia un Mishebaraj, plegaria de recuperación y salud para la madre y la bebé; el nombre de la niña se proclama públicamente, declamando las palabras Avi habat, “padre de la hija”. En algunas congregaciones, siguiendo el rito sefaradí, se interpretan canciones tradicionales para dar la bienvenida a la bebé basadas en poemas sefaradim de los siglos XIV y XV, conocidos como pizmonim. Igual que con los niños, hay familias que eligen dar a la niña el nombre de alguna parienta a quien deseen honrar.

"Zéved habat" (La gratificación a la niña)
Se trata de una reunión especial, destinada a honrar el nacimiento de una niña. La costumbre se originó en las comunidades orientales, pero en el último cuarto de siglo XX tuvo gran difusión en toda la sociedad judía, tanto en Israel como en las comunidades de la diáspora . Hay quienes ven en esa difusión una expresión de feminismo, de igualdad de derechos y obligaciones para varones y mujeres .


La alegría de cumplir con los preceptos.

La celebración del Bar Mitzvá y la Bat Mitzvá no tienen fundamento en la Torá, los términos que, simplemente, significan “hijo e hija de los preceptos” respectivamente, marcan el momento en que se considera la mayoría de edad para cumplir con las mitzvot. De acuerdo con las fuentes judías, el niño(a) es un miembro completo de la comunidad judía, capaz de participar en todos los aspectos de sus expresiones vitales y religiosas, aun sin la celebración de una ceremonia específica que determine su mayoría de edad; es decir, la niña o el niño tienen la responsabilidad de cumplir con los preceptos se realice, o no, una celebración formal. El único requisito necesario, es que se tengan 12 años si es mujer, y 13 si es hombre. Debido a que los sabios no establecieron normas específicas para las ceremonias, excepto las bendiciones del padre, existen diversas variaciones de forma en el ritual. Los sabios coinciden en que la impor­tancia de este momento en la vida del niño, reside en el nuevo estado de su desarrollo físico, intelectual y moral; el niño ya no es sujeto de sus impulsos, sino que comienza a desarrollar una conciencia. Por lo tanto, la celebración del Bar Mitzvá o la Bat Mitzvá, reflejan sus nuevas capacidades y responsabilidades.


Bar Mitzvá
La celebración de la ceremonia de Bar Mitzvá es uno de los ritos más importantes en la vida de los varones judíos, empero, y significativamente, no es un precepto establecido en la Torá.
El desarrollo más bien tardío de la ceremonia del Bar Mitzvá, probablemente deriva de los cambios en las tradiciones relacionadas a las actividades rituales en que se permitía participar al niño, pues si bien en la Torá los 20 años se consideraban la mayoría de edad –cuando el joven ya podía participar en la guerra y pagar impuestos–, en la época talmúdica la edad se estableció a los 13 años, pues de acuerdo con el Talmud, los niños tenían permitido ejecutar actividades rituales, como colocarse los tefilin, si ya habían desarrollado la experiencia necesaria para hacerlo bien y si eran capaces de comprender el significado del ritual. Al respecto, explícitamente se señala en el Talmud: «si un menor sabe cómo envolverse en el talit, debe cumplir la obligación (…); si sabe cómo cuidar de los tefilin, su padre debe conseguir unos para él» (Sucá 42a); «Todos califican para estar entre los siete (que leen la Torá), incluso un menor» (Meguilat 23a).
http://img713.imageshack.us/img713/6559/xyrh.jpg
Como reconocimiento al cambio de jerarquía religiosa del niño, el padre pronunciaba una bendición agradeciendo a Dios el relevarlo de la responsabilidad de hacer cumplir los preceptos a su hijo: «Rabi Eleazar ben Shimon dijo: “un hombre es responsable de su hijo hasta la edad de 13 años; después de eso él debe decir: ‘Bendito es Él quien me ha liberado de la responsabilidad de este niño’”» (Génesis Raba 63:10). La mención sobre la braja evidencia que la “mayoría” de edad para el cumplimiento de los preceptos era un momento de transición cuya importancia merecía ser, si no celebrada, por lo menos destacada de alguna forma, señalando también con ello la transición de la responsabilidad de padre a hijo.

Cabe destacar que debido a que esta bendición no está mencionada en el Talmud, sino en el Midrash, históricamente han existido discusiones acerca de su legitimidad halájica. No obstante, la distinción entre un menor y aquel que había obtenido su mayoría de edad, solo residía en que este último cumplía con los preceptos como una responsabilidad religiosa, mientras que el primero lo hacía de manera optativa; no tenía implicaciones de facto, pues la mayoría de edad no se distinguía con obligaciones adicionales ni privilegios, por ello, llegar a ella no se destacaba a través de ninguna ceremonia especial. Hasta finales de la Edad Media, alcanzar la mayoría de edad no suponía una fecha especial, era un día más en la vida de cualquier judío.
SALUDOS Y BENDICIONES!!!!
http://img819.imageshack.us/img819/2669/hwhs.jpg
FUENTES: http://www.fiestajudia.com/ceremonias/o ... lyYen.dpuf
http://www.lakehile.com/tradiciones-y-rituales.html
Yolanda Bueno
 
Mensajes: 19
Registrado: Mar Sep 03, 2013 7:06 am

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Mar Oct 01, 2013 12:44 pm

http://www.corazcones.org
Galilea
De las tres provincias que formaban la Palestina (Galilea, Samaria y Judea), Galilea era la que estaba más al norte. Con una área de aproximadamente 1,500 millas cuadradas, tenía llanos fértiles y áridas montañas (Lucas 4:16). Jesús creció en Galilea, en una pequeña aldea en la parte sur, y la mayoría de los Apóstoles eran Galileos (Mateo 4:18, Hechos 1:11). Jesús hizo la mayor parte de su predicación en Galilea y muchos de sus milagros fueron hechos ahí (Mateo 4:23). (Etim. Latín galilaea; del Griego galilaia, del Hebreo galil, círculo, distrito.)
MA SOCORRO A REYES L
 
Mensajes: 299
Registrado: Mié Abr 20, 2011 11:29 am

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor ana fedez » Mar Oct 01, 2013 12:46 pm

Rebuscando he encontrado un enlace para mi muy enriquecedor:


¿Quiénes eran los Galileos?

En la Mishnah (del Hebreo hnvm "estudio, repetición"), que es un cuerpo exegético de leyes judías compiladas, que recoge y consolida la tradición oral judía desarrollada durante siglos desde los tiempos de la Torá o ley escrita, y hasta su codificación a manos del Rabí Yehudá Hanasí, hacia finales del Siglo III encontramos el siguiente pasaje:
"A los cinco años de edad uno esta listo para el estudio de las Escrituras,
a los diez años para el estudio de la Mishnah,
a los trece para cumplir los deberes religiosos — bar mitzvah,
a los quince para el estudio del Talmud,
a los dieciocho años para el matrimonio,
a los veinte para ejercer una profesión,
a los treinta para la plenitud de fuerza,
a los cuarenta para entendimiento
, a los cincuenta para consejería....."
Avot 5:21

Una Sinagoga en el primer siglo generalmente tenía su propia escuela elementaria (Bet Sefer), y escuela secundaria (Bet Midrash), donde niños y adultos estudiaban las Escrituras y las tradiciones orales. La educación escolar terminaba a los doce o trece años, de allí los niños empezaban a trabajar. Los estudiantes más sobresalientes podían continuar sus estudios con los adultos en sus tiempos libres. Algunos de ellos, animados y apoyados por sus padres hasta dejaban su hogar para ir a estudiar con uno de los sabios de la Torá. Sin lugar a duda que este fue el caso de Yeshua, por eso es que despues de los doce años de haberlo encontrado sus padres comentando con los maestros de la ley en el Templo no se sabe nada de él hasta los treinta años donde empieza su ministerio y vemos que es reconocido por todos como un Rabino o Maestro de la Ley (Lucas 2:42-47). La forma de estudio a traves de la repetición y memorización, no sólo de las Escrituras (Torá) sino de la tradición oral (Mishnah), era tan importante en la educación judía, que los contemporarios de Yeshua conocían de memoria porciones de las Escrituras .

Todo esto nos demuestra que hasta los mísmo Apóstoles y las multitudes a las que se dirigía Yeshua tenían conocimiento de las Escrituras, muy lejos de ser personas sin educación. Los comentarios negativos se debían a los prejuicios que había entre ellos
A pesar que Judea era el lugar donde se encontraba el Templo, era un pueblo más rural, mientras que Galilea, por encontrarse en la frontera con las otras naciones, era más urbana y más desarrollada. De hecho se cree que Galilea era un pueblo más gentil que Judío, pero los Evangelios, el historiador Judío del primer siglo, Flavio Josefo, y la arqueología demuestran todo lo contrario, que Galilea tenía una población mayormente judía. Se le conocía como "Galilea de los Gentiles" porque estando en la frontera, existía un gran comercio e intercambio cultural.
La mayor parte del ministerio de Yeshua ocurrió en las orillas del Mar de Galilea. Yeshua recrutó cuatro de sus Apóstoles de las orillas del Mar de Galilea, Simón, Andrés, Juán y Jacobo (Mateo 4:18-21). El famoso Sermón del Monte, los milagros como cuando caminó sobre el agua, cuando calmó la tormenta y la alimentación de los cinco mil, ocurrieron en Galilea.
Los miles y hasta cientos de rabinos que circulaban en la tierra de Israel no salieron solamente de Judea ni tampoco de las escuelas de Jerusalén, de hecho Galilea era un gran centro de estudio de la Torá. Más rabinos famosos han salido de Galilea que de otra parte del mundo. La diferencia que existía entre ellos era bien grande, los de Judea estaban más Helenizados y a favor del gobierno Romano, mientras que los de Galilea eran más religiosos y se resistieron más la influencia pagana del Helenísmo que los de Judea. El Talmud los acusa de busca pleitos, de hecho los famosos nacionalistas conocidos como los Zelotes salieron de Galilea. Su amor por Dios, su tierra, su gente, su religión y su libertad era tan grande, que banda de guerrillas que se oponían a Herodes circulaban por todo el país. Muchas de estas bandas fueron aplacadas por el gobierno Romano (Lucas 13:1-2).
En su observancia religiosa eran más simples y prácticos que los de Judea, preferían la interpretación más suave de las Escrituras que las tradicionales, aligerando el rigorismo rabínico, por eso se sentían más atraídos a las interpretaciones del hagadá (historias como las parábolas) que las de halajá (aplicación de la ley).
En general exístia un gran desprecio dentro de los círculos rabínicos por todo lo que fuera Galileo. Sobre todo en lo que se refería al lenguaje, tanto así que "¡Tonto Galileo!" era un dicho común. No en balde Yeshua les dice que no deben llamar así a sus hermanos (Mateo 5:22). Como su acento era diferente, los acusaban de errores gramaticales, especialmente de pronunciar mal las palabras que los llevaba a ridículos errores. Decían que no distinguian entre la b (B) y la p (P) y otras letras, tanto que existe una historia donde un Galileo quería comprar algo y el de Judea no entendía si quería comprar vino rmx (jamar) o un asno rwmx (jomer). El ejemplo lo vemos cuando Pedro niega a Yeshua y es reconocido como uno de los seguidores de Yeshua por su forma de hablar:
"...Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres Galileo,
y tu manera de hablar es semejante a la de ellos."
Marcos 14:70
Viendo todo esto podemos ver que Galilea era un lugar de estudio intenso de la Torá, donde las personas tenían conocimiento de las Escrituras y celosos por sus tradiciones.
ana fedez
 
Mensajes: 136
Registrado: Mar May 08, 2012 8:24 am

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor ana fedez » Mar Oct 01, 2013 12:56 pm

Qué es la Mishnah?

La Mishnah es la segunda parte de la Ley de Moises la cual ha sido mantenida de generación en generación de manera verbal hasta la Segunda Centuria, cuando el Rabino Judá, el Príncipe, en el año 220 de la Era Común se dió a la tarea de recoger todas las tradiciones que databan desde el año 536 Antes de la Era Común hasta cuando el Santo Templo de Jerusalén fué destruido por los romanos en el año 70 de nuestra Era. Judá Ha Nasí la organizó sistematicamente, comprimiendo todas las leyes juntas con las discusiones de los grandes eruditos de la Torah. A dicho tratado de compilación se le conoce como El Talmud.
Las Eras de la Mishná
Las siguientes son las seis ordenes de la Mishnah:
Zeraim (Semillas), se refiere a las leyes de la agricultura, sus oraciones y bendiciones. Los Tratados son: Berajot, Pe'ah, DEmai, Ki'layim, Shevi'it, Terumot, Ma'aserot, Ma'aser Sheni, Hallá, Orláh y Bikurim.
Moed (Festivales), contiene las leyes pertinentes al Shabbat y los Dias de Fiesta Judios. Los Tratados son: Shabat, Eruvim, Pesahim, Shekalim, Yoma (Kippurim), Suka, Beitza, Rosh Hashana, Ta'anit, Megilá, Moed Katan y Jagiga.
Nashim (Mujeres), contiene las leyes pertinentes al matrimonio, divorcio y a la vida familiar. Los Tratados son: Yevamot, Ketuvot, Nedarim, Nazir, Sotah, Gittim, Kidushin.
Nezikim (Heridas), incluye las leyes referentes a las heridas causadas por lesiones, compensación por los daños, compra-venta, procedimientos judiciales y reglas morales referentes a las relaciones sociales. Bava Kama, Bava Metzia, Baba Batra, Sanhedrin,, Makot, Shevuot, Eduyot, Avodá Zará, Avot, Horayot.
Kadoshim (Cosas Santas), relaciona las leyes de sacrificios y las ceremonias durante los dias del Templo. Los Tratados son: Zevaim, Menahot, Hullin, Bekorot, Arakhin, Temurá, Keritot, Mehilah, Tamid, Middot, Kinnin.
Taharot (Purificación), asuntos pertinentes con las leyes sobre purificación y limpieza personal. Los Tratados son: Kehilim, Oholot, Nega'im, Pará, Tohorot, Mikvaot, Niddá, Makshirin, Zavim, TEvulyom, Yadayim, Uktzim.
Todas estas partes estan divididas en tratados, los tratados en Capitulos y los Capítulos en Parágrafos (Mishnah)
ana fedez
 
Mensajes: 136
Registrado: Mar May 08, 2012 8:24 am

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor ana fedez » Mar Oct 01, 2013 2:51 pm

BAR MITZVA


bar mitzvah el ritual de paso judio de niño a hombre.

• Un niño que alcanza esta edad es conocido como Bar Mitzvá; una niña es llamada Bat Mitzvá. Estas palabras significan, sujeto a los preceptos" e implica que una persona que alcanza esta edad ya no es considerada por la ley judía como un menor, sino como un adulto. Si se le acuerdan nuevos privilegios y derechos religiosos, es porque asume la entera responsabilidad por la observancia de todos los preceptos y mandamientos.

• Para marcar este momento decisivo desde el punto de vista religioso en la vida de un niño judío, se acostumbra otorgarle la oportunidad de cumplir en forma pública una mitzvá que hasta ese momento no estaba obligado a realizar. Esto generalmente toma la forma de ser convocado a la lectura de la Torá para recitar las bendiciones apropiadas. Esta misma forma de honrar en la sinagoga se extiende en toda ocasión significativa de la vida de una persona, cuando uno se casa; cuando nace un hijo; cuando una persona supera una enfermedad difícil o peligrosa; cuando se observa el yortzeit, etc.


Algunas costumbres del día de la Bar mitzvá en la tradición de Jabad

1. Cuando el joven llega a la edad de 13 años es la culminación y principal ingreso del Alma Divina en él, por lo que es entonces cuando adquiere la obligatoriedad de cumplir las mitzvot por ley bíblica, y se torna responsable frente a los castigos.

2. No se recita la bendición de Shehejeianu por la alegría de llegar a la edad de mitzvot

3. El día de la Bar Mitzvá es uno de alegría, y no obstante ello en él se dice Tajanún

4. Después de las Plegarias Matutinas todos se reúnen, los padres del joven Bar Mitzvá dicen unas palabras en honor a la celebración, luego el Bar Mitzvá recita de memoria un Discurso Jasídico, y luego se convida a los presentes con Léikaj y licor.

5. En los últimos tiempos se impuso la costumbre que el Discurso Jasídico que recita el joven Bar Mitzvá es el que comienza con las palabras "Ita BeMidrash Tehilím" del año 5653.

6. A la noche se realiza una cena en honor a la celebración.

7. La comida festiva debe hacerse de un modo notorio, tal como todas las cuestiones de Torá y mitzvot deben fortalecerse de toda manera posible. Esta reunión alegre debe aprovecharse para acercar los corazones e inspirar a un esfuerzo [espiritual] concreto.

8. Pese a lo dicho, el festín no debe hacerse con despilfarro de dinero -incrementar la cantidad de invitados o la comida, -sino término medio.

9. La noche en la que se celebra el festín es aquella que sucede al día [de Bar Mitzvá].

10. Se debe poner énfasis en celebrar la Bar Mitzvá en el día que le corresponde; no hay que adelantarse, ni posponerla a otro día.

11. Es una costumbre judía que el joven Bar Mitzvá diserta en Torá durante la comida.

12. En la costumbre de Jabad, el joven Bar Mitzvá recita un Discurso Jasídico durante la comida.

13. Además - también debe disertar sobre algún tema de la Torá Revelada (Niglé).
<> Sálvanos de las manos de todo adversario y enemigo que acecha, de los bandidos y bestias salvajes por el camino, y de todas las calamidades que puedan devenir y afligir al mundo; y envía bendición en todas nuestras acciones. Concédeme8 gracia, bondad y misericordia en Tus ojos y en los ojos de todos quienes nos contemplan, y otórganos abundante benevolencia. Escucha la voz de nuestra plegaria, pues Tú escuchas la plegaria de todos. Bendito eres Tú Adonai, que escucha la plegaria.

IEHÍ RATZÓN MILFANÉJA A-DO-NÁI E-LO-HÉINU VE E-LO-HEI ABOTEINU SHE TOLIJÉINIJ LESHALOM VETATZI DÉINU LESHALOM VETAORIJÉINU LESHALOM VETISMEJÉINU LESHALOM VETAGUIÉINU LIMJOZ JEFTZEINU LEJAÍM ULESIMJÁ ULESHALOM VETATZILÉINU MIKAF KOL OIÉV VEORÉV VELISTÍM VEJAIOT RAÓT BADÉREJ UMIKÓL PURANIÓT HAMITRAGSHOT UBAÓT LEOLÁM VETISHLÁJ BFIAJÁ BEJÓL MMSC IADÉINU VETITNÉINI LEJÉN ULEJÉSED ULERAJAMÍM BEEINÉJA UBEEINÉI KOL ROÉNÚ VETIGMELÉINU JASADÍM TOVÍM VETISHMÁ KOL TEFILATÉINU Kl ATÁ SHOMÉA TEFILAT KOL PÉ. BARUJ ATA A-DO-NAI SHOMÉA TEFILA.
ana fedez
 
Mensajes: 136
Registrado: Mar May 08, 2012 8:24 am

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor Maika50 » Mar Oct 01, 2013 5:49 pm

LAS FESTIVIDADES: fueron instituidas como recuerdo de la bondad divina que se manifestó en los destinos del pueblo de Israel. Por eso los Yamim Tovim, “días buenos”, son fechas nacionales de Israel que expresan su unión con Dios y su obligación de servirle.
Las fiestas judías son de dos categorías: alegres y austeras.
Alegres y de peregrinaje: ya que en épocas antiguas, todos los hombres de Palestina acudían durante estas fiestas al Templo de Jerusalén, al igual que Jesús, sus padres y los apóstoles. Y son Pésaj(Pascua, que recuerda el Éxodo, o la fiesta de la libertad), Shavuot(Pentecostés, que recuerda la promulgación de los diez mandamientos) y Sucot(que rememora la feliz travesía del desierto). Son días jubilosamente celebrados.
Austeras: se las denomina Yamim Noraím, y son Rosh Hashaná y Yom Kipur. No evocan acontecimientos históricos de Israel, están enteramente dedicados a poner al judío en comunión íntima con Dios y con su propia conciencia, a promover en él el recuerdo de sus deberes para con Dios y con los hombres. Son celebraciones severas, porque nos entregamos al examen de nuestra conciencia, al arrepentimiento (teshuvá), a la purificación de nuestra vida moral. Para cada fiesta existe un libro de oraciones, el Májsor, palabra hebrea que significa ciclo o período.
Hay dos fiestas más: de las luminarias o Janucá, que significa en hebreo inauguración y se refiere a la reinauguración del Templo de Jerusalén, primera medida reparadora por los Macabeos después de su victoria contra la dominación siria. Tiene una duración de 8 días y es alegre. La otra fiesta es una de las más simpáticas del calendario judío y es Jamisha Asar Bishevat o el año nuevo de los árboles que no tiene relación con hechos históricos o religiosos, es sólo la íntima fusión del pueblo judío con la tierra, y su profundo amor a los árboles. Se festeja en primavera y según la tradición se procedía a hacer plantaciones de árboles que no fuesen frutales sino “de placer”.
NUEVOS ANIVERSARIOS: Son fechas civiles ya que las efemérides judías se han enriquecido con nuevas fechas, recordatorias de acontecimientos y personajes que en los últimos años influyeron trascendentalmente sobre la vida judía. Como ser: “Día de Herzl” el padre del sionismo; ”Declaración Balfour” 1° manifestación oficial emitida por una potencia a favor de la creación de un hogar judío en Palestina; “Día de Trumpeldor” héroe militar y uno de los pioneros del sionismo;”Día de la Universidad Hebrea” 1° establecida en Palestina y símbolo del resurgimiento de su antiguo brillo espiritual;”Día de Bialik” poeta y patriota a quien se le debe el renacimiento del hebreo como lengua viva y como instrumento de una nueva literatura;“Yom Haatsmaut o Día de la Independencia”; “Yom ha shoá o conmemoración del Holocausto y “Yom hazicaron o recuerdo de los caídos en la guerra de Israel”.
También el pueblo judío reconoció desde un principio la relación que existe entre la alimentación del individuo y su salud. Basado en esto y derivado de ciertos preceptos bíblicos y talmúdicos, nacieron las prescripciones alimenticias que rigen en ese pueblo. Con la palabra “kásher” se designan los alimentos permitidos por las leyes judías.
Habría mucho más para relatar ya que el tema es muy amplio.
Para esta respuesta me “auxilié” con el libro “Tradiciones y costumbres judías” de Erna C. Schlesinger. Shalom. Maika
Maika50
 
Mensajes: 18
Registrado: Lun Sep 02, 2013 5:14 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor Silviamaria » Mar Oct 01, 2013 5:51 pm

Galilea en tiempos de Jesús
http://dialogosparacomprender.blogspot. ... jesus.html

En los comienzos de la era cristiana vivían en Galilea gentes de dos culturas distintas. Una parte importante de la población estaba constituida por personas de formación helénica, que ha¬blaban griego, vivían sobre todo del comercio y la in¬dustria, y vivían en las grandes ciudades como Tolemaida con un puerto impor¬tante en el Mar Mediterráneo , Séforis en el interior o Tiberiades a orillas del Mar de Galilea . En cambio, la población rural era predominantemente judía, ha¬blaba arameo, y vivía en casas de campo, aldeas o pequeñas poblaciones. Algunos de sus nombres resultan muy familiares para los lectores de los Evangelios: Nazaret, Caná, Cafarnaum, Corazim, Betsaida, ...
No parece que hubiera un trato frecuente entre las gentes judías y helenísti¬cas de Galilea a pesar de vivir muy próximos unos a los otros. Posiblemente sólo el imprescindible para satisfa¬cer las necesidades básicas. Los campesinos judíos acudirían al mercado de las ciudades para vender sus productos y para com¬prar algunas herramientas necesarias para su trabajo. Por eso no resulta nada extraño que supieran hablar un poco de griego, lo mismo que la población gentil sería ca¬paz de entender algo el arameo.
Esta separación entre las poblaciones que nos muestra ac¬tualmente la arqueología también puede apreciarse aunque muy delicadamente en los relatos evangélicos. Sabemos que Jesús estuvo viviendo en Nazaret, que asistió a una boda en Caná, que también vivió en la ciudad de Cafarnaum, que hizo milagros en Corazim, que paseó por el puerto de Betsaida. Sin embargo no te¬nemos cons¬tancia cierta de que estuviera en ninguna ciudad de población greco-parlante. Llama la atención que no se nombre en ningún Evangelio la ciudad de Séforis, que está a casi la misma distancia de Nazaret que Caná, cuando era una población grande y populosa. Otro tanto sucede con la ciudad de Tiberiades, que fue fun¬dada hacia el año 20 en las orillas del Lago de Genesaret, a unos treinta kilóme¬tros de Nazaret. Es casi seguro que la funda¬ción y construcción de esta ciudad fuera objeto de comentarios por parte los vecinos de Nazaret entre los cuales es¬taba Jesús, que tendría unos veinticinco años¬ . Sin embargo nunca se dice en el Evangelio que Jesús la visitara. E incluso cuando parece que Jesús va a algunas de las ciudades o zonas de población no judía nunca tenemos la certeza de que en-trara en las ciudades, ya que en todos los casos el texto sagrado introduce alguna fórmula genérica que parece designar más bien la zona o los alrededores que la población misma. Así, por ejemplo, se dice que Jesús va a los “términos” de Gadara (Mc 5,1-18), a la “región” de Tiro y Sidón (Mc 7,24-31) o a los “alrededores” de Cesarea de Filipo (Mc 8,27).


NAZARET
Hace unos dos mil años Nazaret era una aldea desconocida para casi todos los habitantes de la tierra. Era un puñado de pobres ca¬sas clavadas en unos promontorios de roca en la Baja Galilea. Ni siquiera en su región tenía una gran impor¬tancia. A algo más de dos horas de camino a pie se podía llegar a la ciudad de Séforis, donde se concentraba la mayor parte de la activi¬dad comercial de la zona. Se trataba de una ciudad próspera, con ricas construcciones y un cierto nivel cultural. Sus habitantes hablaban griego y tenían buenas relaciones con el mundo intelectual greco-latino. En cambio, en Nazaret vivían unas pocas familias judías, que hablaban en arameo. La mayor parte de sus habitantes se de¬dicaban a la agricultura y la ganadería, pero no faltaba algunos ar¬tesanos y obreros que se desplazaran a diario a trabajar en las construcciones de la vecina Séforis.
Las excavacio¬nes arqueológi¬cas han sacado a la luz parte del antiguo Nazaret. En las casas se aprovechaban las numerosas cuevas que presenta el terreno para acondicionar en ellas sin realizar muchas modifi¬caciones alguna bodega, silo o cisterna. El suelo se aplanaba un poco delante de la cueva, y ese recinto se cerraba con unas pare¬des elementales. Posiblemente las familias utilizarían el suelo de esa habitación para dormir (Lc 11,5-9.

CAFARNAUM
Junto al lago de Genesaret se encontraba Cafarnaum. No era una gran ciudad, pero sí una de las poblaciones ju¬días más importantes de la región, ya que estaba en una zona fronteriza, junto al camino que unía Galilea con la tetrarquía gobernada por Filipo, por lo que había en ella servicio de aduanas y una guarnición militar. Tenía una buena sinagoga, de la que todavía se conservan sus funda¬mentos de piedra basáltica. En un terre¬no llano, a la orilla del lago, se aglomeraban las casas y habitaciones alrededor de patios y calles angostas. Aquí no hay un terreno rocoso como en Nazaret, por lo que la técnica de construcción era distinta, así como el tipo de casas. Sus casas estaban construidas con paredes formadas de grandes piedras basálticas de forma parecida a la de un disco, y los huecos entre unas y otras se tapaban con cantos y barro, pero sin argamasa. Había muy pocas piedras talladas, que se utilizaban para los dinteles y las jambas de las puertas y ventanas. Las casas estaban cubiertas por travesaños de ramas de árboles reforzados con ca¬pas de tie¬rra, de juncos y de paja.
Todavía se conservan las paredes de una habitación que una antigua tradi¬ción, avalada por las recientes exca¬vaciones arqueológicas, identi¬fica con la casa de San Pedro. Tiene unas dimensiones de siete metros de longitud por seis me¬tros y medio de anchura, y en ella hay signos de veneración a partir del siglo primero, que testimonian el respeto con que ha sido cuidada por los cris¬tianos casi desde sus orígenes. Junto a su puerta hay una plazuela que muchas veces resultaría pequeña para contener a la gente que acudía para ver y escuchar a Jesús (cfr. Mc 2,1-5).
Silviamaria
 
Mensajes: 439
Registrado: Mié Sep 08, 2010 3:32 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mar Oct 01, 2013 7:01 pm

Visitando las Murallas

Te Aviv.- Imagen

Aeropuerto de Tel Aviv.-Imagen

Llegando al Aeropuerto de Tel Aviv nos trasladamos a Jerusalén, la Ciudad Santa.

Saliendo del aeropuerto, caminando por la ciudad encontramos la Muralla de Jerusalén en la que desde lejos se observa la Cúpula Dorada de Jerusalén. Nos acercamos a la Muralla de Jerusalén Imagen

Las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén construidas a principios del Siglo XVI por el sultán turco Suleimán el Magnífico, tienen ocho puertas. Todas menos una de ellas, la Puerta de la Misericordia, siguen en uso y los habitantes de la ciudad y sus visitantes las atraviesan por miles para llegar a sus mercados, lugares santos y enclaves históricos.

Visitamos las puertas.
Puerta de Damasco:
es la más imponente de las puertas de Jerusalén. Se orienta al norte y su nombre es en honor de la gran ciudad de la que vinieron, en tiempos, los gobernantes de Jerusalén. Siempre está llena de gente por los bulliciosos mercados que hay en el interior. Debajo de la puerta del Siglo XVI, los arqueólogos han descubierto parte de la puerta construida por el emperador Adriano en el Siglo II. Se dice también que fue construida en 1542 por el Imperio otomano bajo el gobierno de Suleiman el Magnífico. Imagen

Esta puerta en hebreo: שער שכם, Sha'ar Shechem que significa Puerta de Siquem y en árabe: باب العامود‎, Bab-al-Amud, que significa Puerta de las Columnas, es una puerta importante en la Ciudad Vieja de Jerusalén. La puerta tiene dos torres cada una equipada con matacanes. Está localizada en la entrada del mercado árabe. En contraste con la Puerta de Jaffa, en la Puerta de Damasco, las escalinatas descienden hacia la puerta.

La Puerta de Jaffa, Puerta del Amigo o Puerta de la Torre de David: es una antigua entrada de la fortificación de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Puerta de Jaffa: era el destino de los peregrinos cristianos y judíos que desembarcaban en el puerto de Jaffa, y de aquí su nombre. Entonces como ahora, lleva directamente a los barrios judío y cristiano, así como a las partes más populares del mercado y al Museo de la Torre de David, que fuera la ciudadela de Jerusalén y en la actualidad nos expone su historia.

La Puerta de los Desperdicios, ó Puerta de las Basuras: el nombre inusual de esta puerta se deriva de los residuos que se vertían aquí en tiempos antiguos, cuando los vientos predominantes se llevaban los malos olores. En Nehemías 2:13 se menciona una Puerta de las basuras que probablemente se encontraba cerca de esta. Esta puerta lleva directamente al Muro Occidental y al Parque Arqueológico del Muro sur.

Puerta de Sión: esta puerta, que lleva el nombre bíblico más antiguo de Jerusalén en hebreo y otros idiomas, en árabe recibe el nombre de Puerta del Profeta David, porque la Tumba del Rey David, en el contiguo Monte Sión, se encuentra solo a unos pasos. La Puerta de Sión lleva directamente a los barrios armenio y judío.

La Puerta Dorada: esta puerta abierta en el muro del Monte del Templo oriental posiblemente sea la más conocida de todas. También se la denomina Puerta de la Misericordia o Puerta del Este, lleva varios siglos sellada y se dice que está a la espera de un milagro cuando el Mesías regrese y resuciten los muertos.

Puerta de los Leones:Imagen
el nombre de esta puerta se debe a las dos esculturas de animales de aspecto feroz que la flanquean. En realidad son tigres, el símbolo heráldico del sultán Beybars del Siglo XIII. También se llama Puerta de San Esteban, por el mártir cristiano que, según la tradición, fue lapidado cerca de aquí. La Puerta de los Leones es la única puerta abierta en la fachada este de la muralla de la Ciudad Vieja de Jerusalén, frente al Monte de los Olivos y da acceso a las Piscina de Bethesda, a la Vía Dolorosa y a los mercados. Se hizo célebre durante la Guerra de los Seis Días.

Puerta de Herodes: a pesar de su nombre, el renombrado rey judío no tuvo nada que ver con esta puerta. En árabe y hebreo, esta puerta se llama Puerta de las Flores. Mira hacia el norte y da acceso a los mercados de la Ciudad Vieja. Algunos sostienen que el nombre se debe a un rosetón que hay tallado encima de ella. Sin embargo, hay una palabra parecida en árabe que significa “despertar”, que podría referirse al cementerio cercano y a la esperanza de resurrección.

Puerta Nueva: es la única entrada a la Ciudad Vieja que no forma parte del diseño original de las murallas del siglo XVI. Se abrió en los primeros tiempos del Imperio Otomano para permitir que los peregrinos cristianos accediesen mejor a sus lugares santos situados en el interior de las murallas.

Muro de las lamentaciones Imagen

Una interesante y hermosa visita que nos incita a la reflexión y nos transporta a los siglos pasados.

Fuente: Israel. Wikipedia. Google. Fliker.
"No anteponer nada al amor de Dios"

PEPITA GARCIA 2
Avatar de Usuario
PEPITA GARCIA 2
 
Mensajes: 1992
Registrado: Mié Dic 28, 2011 6:58 pm

Re: Taller tema 5: Cultura en Galilea

Notapor Elilopezlive » Mar Oct 01, 2013 7:53 pm

Tres festividades de los judíos.

1. PASCUA (ÁZIMOS)

1.1 ORIGEN Y CELEBRACIÓN:
La fiesta de la Pascua es la primera de las tres grandes solemnidades las cuáles se proclamaban como santas convocaciones (Levítico 23:4-5). En esta fiesta se ofrecían a Dios las primicias del ganado y el pan sin levadura hecho con las primeras espigas de la cosecha; pero su gran importancia radica no sólo en su carácter agrícola, sino en que esta solemnidad conmemoraba la milagrosa liberación de la esclavitud del pueblo de Israel y su salida de Egipto.
La fiesta de la Pascua se celebraba por mandato divino el día 14 del primer mes del calendario hebreo y se prolongaba hasta el día 21, en los cuáles se debería comer el pan sin levadura.
La institución de la fiesta de Pascua se relaciona con la última de las diez plagas que Dios envió a Egipto como manifestación de su poder para liberar a su pueblo. Por eso los israelitas recibieron instrucciones de tomar un cordero sin defecto en el día 10 del primer mes, un cordero por familia, el cual debería inmolarse (sacrificarse) el día 14 del mismo mes entre las dos tardes, utilizando la sangre para señalar los dos postes y el dintel de las casas. Esa misma noche, en el vínculo familiar, se debía comer asado al fuego con panes sin levadura y hierbas amargas, no debiendo quebrantar ninguno de sus huesos.
Y es por lo que su nombre Pascua (en hebreo Pesaj) significa "salto" o "brinco".
Después de esto, faraón permitió la salida del pueblo de Israel de la tierra de Egipto.

1.2 EN EL NUEVO TESTAMENTO
El testimonio de los Evangelios señala que en el último tiempo de la vida Cristo se realizó dos veces la Pascua, sólo que 24 horas una después de la otra. La primera es la Pascua que celebró Jesús con sus apóstoles en el principio del día 14 del mes primero; y la segunda es la "pascua de los judíos" que celebraron un día después, al comienzo del día 15 (Juan 13:1-2; 19:42).
En los días de Cristo, los israelitas que eran galileos y samaritanos celebraban la Pascua al principio del día 14, tal como se hizo cuando salieron de Egipto. Por otra parte, los israelitas judíos en aquella época ya habían unificado en un solo día el sacrificio del cordero con el comienzo de los panes sin levadura (día 15) (marcos 14:12; Lucas 22:1).
Este día 14, después de comer con sus apóstoles la cena del cordero pascual aderezado con yerbas (la llamada Cena del Señor), Jesús también comió la cena Mística o Emblemática que consiste en la consagración que realizó bendiciendo un pan mediante una oración y que representaba su cuerpo, mismo pan que repartió a sus apóstoles; luego hizo lo mismo con el vino, que de igual modo dio a sus discípulos en un vaso (al que Pablo llama la Copa de Bendición). Al final, como un ejemplar acto de humildad, Jesucristo, el Señor y Maestro, lavó los pies de los doce hombre que le seguían, quedando esto instituido como la Pascua Cristiana a partir de ese momento y que constituye el Nuevo Pacto por su sangre

2. PENTECOSTÉS (SEMANAS)

2.1 ORIGEN Y CELEBRACIÓN:
La fiesta de las semanas es la segunda de las tres festividades grandes del año en Israel instituidas por el Señor. El pueblo la celebraría cuando entrara a la tierra prometida y comenzara a segar su mies (Levítico 23:10; Deuteronomio 16:10).
El día 16 del primer mes se presentaba un omer (gavilla, manojo) por primicia, el cual debía mecer (agitar y levantar) el sacerdote como ofrenda delante del Señor. A partir de aquí se contaban siete semanas y el siguiente día (cincuenta) se celebraba la solemnidad de las semanas (Shavuot en hebreo), en el día 5 del mes tercero.
El establecimiento de esta fecha, además de su carácter agrícola, es un memorial o recuerdo de la data de los Diez Mandamientos, y era considerado como Sábado Ceremonial o santa convocación conforme a la Ley del Señor, por tanto no se haría ninguna obra servil (Levítico 23:21; Números 8:26).

2.2 EN EL NUEVO TESTAMENTO
En el Nuevo testamento, la fiesta de las semanas se conoce con el nombre de Pentecostés, palabra de origen griego que significa quincuagésimo (cincuenta).
En los días de los apóstoles esta fiesta seguía siendo observada. En el año 33 dC, pocos días después de la ascensión de Jesús a los cielos, estando los discípulos reunidos en el día de Pentecostés, recibieron el Espíritu Santo (Hechos 2:1).
En el libro de Hechos se menciona que Pablo procuró cumplir con la observancia de esta fiesta y de ser posible celebrarla en Jerusalén (Hechos 20:16).

3. CABAÑAS (TABERNACULOS)

3.1 ORIGEN Y CELEBRACIÓN:
La fiesta de la cosecha, llamada también Cabañas o Tabernáculos (en hebreo Sucot) era la última festividad del año y se celebraba con el propósito de recordar todas las bendiciones que Dios proporciona a lo largo del año representada a través de la recolección de los frutos, así como la peregrinación de los hijos de Israel por el desierto durante un período de 40 años desde la salida de Egipto.
Esta solemnidad se celebraba por espacio de 7 días, comenzando el día 15 del mes séptimo, siendo el primer día santa convocación, así como el octavo día, en los cuáles ninguna obra servil debían hacer (Levítico 23:34-36).
El pueblo de Israel se regocijaba delante de Dios tomando en esta fiesta ramos con fruto de árbol hermoso, ramas de palmas, de árboles espesos y sauces de los arroyos, celebrando con gran gozo y alegría.
Al regreso de la cautividad de babilonia, el pueblo de Israel celebró de forma especial esta solemnidad, de manera que hicieron cabañas cada uno sobre su terrado, en sus patios y en los patios de la Casa de Dios, ya que desde Josué no habían hecho así los hijos de Israel (Nehemías 8:14-18).

3.2 EN EL NUEVO TESTAMENTO
La fiesta de las Cabañas ocupaba un lugar predominante en la existencia de Israel, ya que se celebraba como un estatuto perpetuo que recordaba la época en que fueron peregrinos en la tierra y errantes en el desierto a la espera de la tierra prometida.
Nuestro Señor Jesucristo mostró fidelidad a Dios asistiendo anualmente a esta fiesta (Juan 7, 1-14).

Tomado de: www.oocities.org/athens/ithaca/4921/Festividades.html
Sólo pido una Gracia a Dios: el que las huellas de mis pies sean las de sus sandalias.

Elilopezlive
Avatar de Usuario
Elilopezlive
 
Mensajes: 5
Registrado: Dom Sep 01, 2013 6:49 am
Ubicación: Cali, Valle del Cauca, Colombia

Siguiente

Volver a Tierra Santa, lugar de tres religiones

¿Quién está conectado?

Usuarios registrados: Bing [Bot]

Reportar anuncio inapropiado |
Reportar anuncio inapropiado |