Taller tema 8: Las Cruzadas

En este curso, haremos un recorrido turístico-religioso por los Santos Lugares, conoceremos y comprenderemos cómo conviven las tres grandes religiones monoteístas en Tierra Santa: Cristianismo Judaísmo e Islam, sus costumbres y tradiciones, visitaremos los lugares de la vida de Cristo y la Santísima Virgen.

Conjuntamente al curso de turismo religioso, que se enviará cada semana por correo y se desarrollará en el foro como hacemos habitualmente, cada domingo nos uniremos a la plataforma de http://www.evangelizaciondigital.org/encuentros-on-line/tierra-santa/ Evangelización Online para peregrinar por los lugares que vayamos visitando y conocer la Tierra Santa, de primera mano, con guías conocedores de los lugares santos, y además con materiales de estudio y de formación.

Fecha de inicio
2 de septiembre de 2013

Fecha final:
22 diciembre 2013

Moderadores: Catholic.net, Ignacio S, hini, Moderadores Animadores

Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor catolica9soy » Mar Oct 22, 2013 9:47 pm

Hola a todos, veo que han encontrado mucho material en relación a las cruzadas, hasta ahora veo el tema desde otra perspectiva. En realidad en mis años de estudiante, nunca le dí importancia. Es importante qué pasó y consecuencias tuvieron.
LAS CRUZADAS
1. INTRODUCCIÓN
Cruzadas, expediciones militares realizadas por los cristianos de Europa occidental, normalmente a petición del Papa, que comenzaron en 1095 y cuyo objetivo era recuperar Jerusalén y otros lugares de peregrinación en Palestina, en el territorio conocido por los cristianos como Tierra Santa, que estaban bajo control de los musulmanes. Los historiadores no se ponen de acuerdo respecto a su finalización, y han propuesto fechas que van desde 1270 hasta incluso 1798, cuando Napoleón I conquistó Malta a los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, una orden militar establecida en esa isla durante las Cruzadas. El vocablo cruzada (de ‘cruz’, el emblema de los cruzados) se aplicó también, especialmente en el siglo XIII, a las guerras contra los pueblos paganos, contra los herejes cristianos y contra los enemigos políticos del Papado. Por extensión, el término se emplea para describir cualquier guerra religiosa o política y, en ocasiones, cualquier movimiento político o moral. Así, en España, los alzados contra el gobierno republicano en 1936 pronto denominaron a la guerra iniciada por ellos mismos (1936-1939) Cruzada, por considerar que su objetivo era vencer el ateísmo.
2. CONTEXTO HISTÓRICO
El origen de las Cruzadas está enraizado en el cataclismo político que resultó de la expansión de los Selyúcidas en el Próximo Oriente a mediados del siglo XI. La conquista de Siria y Palestina llevada a cabo por los Selyúcidas islámicos alarmó a los cristianos de occidente. Otros invasores turcos también penetraron profundamente en el igualmente cristiano Imperio bizantino y sometieron a griegos, sirios y armenios cristianos a su soberanía. Las Cruzadas fueron, en parte, una reacción a todos estos sucesos. También fueron el resultado de la ambición de unos papas que buscaron ampliar su poder político y religioso. Los ejércitos cruzados fueron, en cierto sentido, el brazo armado de la política papal.
En un esfuerzo por entender por qué los cruzados las llevaron a cabo, los historiadores han apuntado como razones el dramático crecimiento de la población europea y la actividad comercial entre los siglos XII y XIV. Las Cruzadas, por tanto, se explican como el medio de encontrar un amplio espacio donde acomodar parte de esa población en crecimiento; y como el medio de dar salida a las ambiciones de nobles y caballeros, ávidos de tierras. Las expediciones ofrecían, como se ha señalado, ricas oportunidades comerciales a los mercaderes de las pujantes ciudades de occidente, particularmente a las ciudades italianas de Génova, Pisa y Venecia.
Aunque estas explicaciones acerca de las Cruzadas quizá tengan alguna validez, los avances en la investigación sobre el tema indican que los cruzados no pensaron encontrarse con los peligros de enfermedades, las largas marchas terrestres y la posibilidad de morir en combate en tierras lejanas. Las familias que quedaron en
Europa tuvieron que combatir en muchas ocasiones durante largos periodos de tiempo para mantener sus granjas y sus posesiones. La idea de que los cruzados obtuvieron grandes riquezas es cada vez más difícil de justificar; la Cruzada fue un asunto extremadamente caro para un caballero que tuviera el propósito de actuar en Oriente si se costeaba por sí mismo la expedición, ya que probablemente le suponía un gasto equivalente a cuatro veces sus ingresos anuales.
Sin embargo, a pesar de ser una empresa peligrosa, cara y que no daba beneficios, las Cruzadas tuvieron un amplio atractivo para la sociedad contemporánea. Su popularidad se cimentó en la comprensión de la sociedad que apoyó este fenómeno. Era una sociedad de creyentes, y muchos cruzados estaban convencidos de que su participación en la lucha contra los infieles les garantizaría su salvación espiritual. También era una sociedad militarista, en la que las esperanzas y las ambiciones estaban asociadas con hazañas militares.
3. LA PRIMERA CRUZADA
Las Cruzadas comenzaron formalmente el jueves 27 de noviembre de 1095, en un descampado a extramuros de la ciudad francesa de Clermont-Ferrand. Ese día, el papa Urbano II predicó a una multitud de seglares y de clérigos que asistían a un concilio de la Iglesia en esa ciudad. En su sermón, el papa esbozó un plan para una Cruzada y llamó a sus oyentes para unirse a ella. La respuesta fue positiva y abrumadora. Urbano encargó a los obispos asistentes al concilio que regresaran a sus localidades y reclutaran más fieles para la Cruzada. También diseñó una estrategia básica según la cual distintos grupos de cruzados iniciarían el viaje en agosto del año 1096. Cada grupo se autofinanciaría y sería responsable ante su propio jefe. Los grupos harían el viaje por separado hasta la capital bizantina, Constantinopla (la actual Estambul, en Turquía), donde se reagruparían. Desde allí, lanzarían un contraataque, junto con el emperador bizantino y su ejército, contra los Selyúcidas, que habían conquistado Anatolia. Una vez que esa región estuviera bajo control cristiano, los cruzados realizarían una campaña contra los musulmanes de Siria y Palestina, siendo Jerusalén su objetivo fundamental.
3.1. Los ejércitos cruzados La primera Cruzada se atuvo en sus líneas generales al esquema previsto por el papa Urbano II. El reclutamiento prosiguió a pasos agigantados durante el resto de 1095 y los primeros meses de 1096. Se reunieron cinco grandes ejércitos nobiliarios a finales del verano de 1096 para iniciar la Cruzada. Gran parte de sus miembros procedían de Francia, pero un significativo número venía del sur de Italia y de las regiones de Lorena, Borgoña y Flandes.
El papa no había previsto el entusiasmo popular que su llamamiento a la Cruzada produjo entre el campesinado y las gentes de las ciudades. Al lado de la Cruzada de la nobleza se materializó otra constituida por el pueblo llano. El grupo más grande e importante de cruzados populares fue reclutado y dirigido por un predicador conocido como Pedro el Ermitaño, natural de Amiens (Francia). Aunque fueron numerosos los participantes en la Cruzada popular, solamente un mínimo porcentaje de ellos pudieron llegar al Próximo Oriente; aún fueron menos los que sobrevivieron para ver la toma de Jerusalén por los cristianos en 1099.
3.2. La conquista de Anatolia Los ejércitos cruzados de la nobleza llegaron a Constantinopla entre noviembre de 1096 y mayo de 1097. El emperador bizantino Alejo I Comneno presionó a los cruzados para que le devolvieran cualquier antiguo territorio
del Imperio bizantino que conquistaran. Los jefes cruzados se sintieron agraviados por esas demandas y, aunque la mayoría en última instancia accedió, comenzaron a sospechar de los bizantinos.
En mayo de 1097, los cruzados atacaron su primer gran objetivo, la capital turca de Anatolia, Nicea (la actual ciudad de Iznik en Turquía). En junio, la ciudad se rindió a los bizantinos, antes que a los cruzados. Esto confirmó las sospechas de que Alejo intentaba utilizarlos como peones para lograr sus propios objetivos.
Muy poco después de la caída de Nicea, los cruzados se encontraron con el principal ejército Selyúcida de Anatolia en Dorilea (cerca de la actual Eskisehir, en Turquía). El 1 de julio de 1097, los cruzados obtuvieron una gran victoria y casi aniquilaron al ejército turco. Como consecuencia, los cruzados encontraron escasa resistencia durante el resto de su campaña en Asia Menor. El siguiente gran objetivo fue la ciudad de Antioquía (la actual Antakya, en Turquía) en el norte de Siria. Los cruzados pusieron sitio a la ciudad el 21 de octubre de 1097, pero no cayó hasta el 3 de junio de 1098. Tan pronto como los cruzados hubieron tomado Antioquía, fueron atacados por un nuevo ejército turco, procedente de Mosul (en el actual Irak), que llegó demasiado tarde para auxiliar a los defensores turcos de Antioquía. Los cruzados repelieron esta expedición de auxilio el 2 de junio.
3.3. La conquista de Jerusalén Los cruzados permanecieron descansando en Antioquía el resto del verano, y a finales del mes de noviembre de 1098 iniciaron el último tramo de su viaje. Evitaron atacar las ciudades y fortificaciones con el fin de conservar intactas sus tropas. En mayo de 1099 llegaron a las fronteras septentrionales de Palestina y al atardecer del 7 de junio acamparon a la vista de las murallas de Jerusalén.
La ciudad estaba por aquel entonces bajo control egipcio; sus defensores eran numerosos y estaban bien preparados para resistir un sitio. Los cruzados atacaron con la ayuda de refuerzos llegados de Génova y con unas recién construidas máquinas de asedio. El 15 de julio tomaron por asalto Jerusalén y masacraron a casi todos sus habitantes. Según la concepción de los cruzados, la ciudad quedó purificada con la sangre de los infieles.
Una semana más tarde el ejército eligió a uno de sus jefes, Godofredo de Bouillon, duque de la Baja Lorena, como gobernante de la ciudad. Bajo su liderazgo, los cruzados realizaron su última campaña militar y derrotaron a un ejército egipcio en Ascalón (ahora Ashqelon, Israel) el 12 de agosto. No mucho más tarde, la mayoría de los cruzados regresó a Europa, dejando a Godofredo y un pequeño retén de la fuerza original para organizar y establecer el gobierno y el control latino (o europeo occidental) sobre los territorios conquistados.
4. EL APOGEO DEL PODERÍO LATINO EN EL ORIENTE Tras la conclusión de la primera Cruzada los colonos europeos en el Levante establecieron cuatro estados, el más grande y poderoso de los cuales fue el reino latino de Jerusalén. Al norte de este reino, en la costa de Siria, se encontraba el pequeño condado de Trípoli. Más allá de Trípoli estaba el principado de Antioquía, situado en el
valle del Orontes. Más al este aparecía el condado de Edesa (ahora Urfa, Turquía), poblado en gran medida por cristianos armenios.
Los logros de la primera Cruzada se debieron en gran medida al aislamiento y relativa debilidad de los musulmanes. Sin embargo, la generación posterior a esta Cruzada contempló el inicio de la reunificación musulmana en el Próximo Oriente bajo el liderazgo de Imad al-Din Zangi, gobernante de Mosul y Halab (actualmente en el norte de Siria). Bajo el mando de Zangi, las tropas musulmanas obtuvieron su primera gran victoria contra los cruzados al tomar la ciudad de Edesa en 1144, tras lo cual desmantelaron sistemáticamente el Estado cruzado en la región.
La respuesta del Papado a estos sucesos fue proclamar la segunda Cruzada a finales de 1145. La nueva convocatoria atrajo a numerosos expedicionarios, entre los cuales destacaron el rey de Francia Luis VII y el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Conrado III. El ejército germano de Conrado partió de Nuremberg (en la actual Alemania) en mayo de 1147 rumbo a Jerusalén. Las tropas francesas marcharon un mes más tarde. Cerca de Dorilea las tropas germanas fueron puestas en fuga por una emboscada turca. Desmoralizados y atemorizados, la mayor parte de los soldados y peregrinos regresó a Europa. El ejército francés permaneció más tiempo, pero su destino no fue mucho mejor y sólo una parte de la expedición original llegó a Jerusalén en 1148. Tras deliberar con el rey Balduino III de Jerusalén y sus nobles, los cruzados decidieron atacar Damasco en julio. La fuerza expedicionaria no pudo tomar la ciudad y, muy poco más tarde de este ataque infructuoso, el rey francés y lo que quedaba de su ejército regresaron a su país.
5. SALADINO Y LA TERCERA CRUZADA
El fracaso de la segunda Cruzada permitió la reunificación de las potencias musulmanas. Zangi había muerto en 1146, pero su sucesor, Nur al-Din, convirtió su Imperio en la gran potencia del Próximo Oriente. En 1169, sus tropas, bajo el mando de Saladino, obtuvieron el control de Egipto. Cuando Nur al-Din falleció cinco años más tarde, Saladino le sucedió como gobernante del Estado islámico que se extendía desde el desierto de Libia hasta el valle del Tigris, y que rodeaba los estados cruzados que todavía existían por tres frentes. Después de una serie de crisis en la década de 1180, Saladino finalmente invadió el reino de Jerusalén con un enorme ejército en mayo de 1187. El 4 de julio derrotó de forma definitiva al ejército cristiano en Hattin (Galilea). Aunque el rey de Jerusalén, Gui de Lusignan, junto con alguno de sus nobles, se rindió y sobrevivió, todos los Caballeros Templarios y los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén fueron degollados en el campo de batalla o en sus proximidades. Saladino, tras esta victoria, se apoderó de la mayor parte de las fortalezas de los cruzados en el reino de Jerusalén, incluida esta ciudad, que se rindió el 2 de octubre. En ese momento la única gran ciudad que todavía poseían los cruzados era Tiro, en el Líbano.
El 29 de octubre de 1187, el papa Gregorio VIII proclamó la tercera Cruzada. El entusiasmo de los europeos occidentales fue grande y a sus filas se apuntaron tres grandes monarcas: el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico I, el rey francés Felipe II Augusto y el monarca de Inglaterra Ricardo I Corazón de León. Estos reyes y sus numerosos seguidores constituyeron la fuerza cruzada más grande que había tenido lugar desde 1095, pero el resultado de todo este esfuerzo fue pobre.
Federico murió en Anatolia mientras viajaba a Tierra Santa y la mayor parte de su ejército regresó a Alemania de forma inmediata a su muerte. Aunque tanto Felipe II como Ricardo I Corazón de León llegaron a Palestina con sus ejércitos intactos, fueron incapaces de reconquistar Jerusalén o buena parte de los antiguos territorios del reino latino. Lograron, sin embargo, arrancar del control de Saladino una serie de ciudades, incluida Acre (ahora en Israel), a lo largo de la costa mediterránea. Hacia el mes de octubre de 1192, cuando Ricardo I Corazón de León partió de Palestina, el reino latino había sido restablecido. Este segundo reino, mucho más reducido que el primero y considerablemente más débil tanto en lo militar como en lo político, perduró en condiciones precarias un siglo más.
6. LAS ÚLTIMAS CRUZADAS
Las posteriores Cruzadas no obtuvieron los éxitos militares que había tenido la tercera Cruzada. La cuarta, que duró dos años, desde 1202 hasta 1204, estuvo plagada de dificultades financieras. En un esfuerzo para aliviarlas, los jefes cruzados acordaron atacar Constantinopla en concierto con los venecianos y aspirar al trono del Imperio bizantino. Los cruzados lograron tomar Constantinopla, que fue saqueada sin misericordia. El Imperio Latino de Constantinopla, creado así por esta Cruzada, sobrevivió hasta 1261, fecha en la que el emperador bizantino Miguel VIII Paleólogo retomó Constantinopla. Todo ello no contribuyó en nada a la defensa de Tierra Santa.
En 1208, en un contexto y en un territorio muy distintos, el papa Inocencio III proclamó una Cruzada contra los albigenses, una secta religiosa, en el sur de Francia. La consiguiente Cruzada fue la primera que tuvo lugar en Europa occidental. Duró desde 1209 hasta 1229 y causó un gran derramamiento de sangre.
La primera ofensiva de la quinta Cruzada (1217-1221) tenía como objetivo capturar el puerto egipcio de Damietta (Dumyat), lo cual consiguió en 1219. La estrategia posterior requería un ataque contra Egipto, la toma de El Cairo y otra campaña para asegurar el control de la península del Sinaí. Sin embargo, la ejecución de esta estrategia no obtuvo todos sus objetivos. El ataque contra El Cairo se abandonó cuando los refuerzos que había prometido el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico II, no se materializaron. En agosto de 1221 los cruzados se vieron obligados a rendir Damietta a los egipcios y en septiembre el ejército cristiano se dispersó.
6.1. Federico II La Cruzada que llevó a cabo el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico II se diferenció de las anteriores en su forma de enfocar la cuestión. Federico II había prometido dirigir una Cruzada en 1215 y renovó su compromiso en 1220, pero por razones políticas internas del Imperio estuvo posponiendo su salida. Bajo la amenaza de la excomunión del papa Gregorio IX, Federico y su ejército embarcaron finalmente en Italia en agosto de 1227, pero regresaron a puerto pocos días más tarde, cuando el emperador cayó enfermo. El papa, exasperado por otro retraso más, rápidamente excomulgó al emperador. Una vez recuperada su salud, Federico marchó a Tierra Santa en junio de 1228, como un cruzado anónimo, sin la protección de la Iglesia. Federico llegó a Acre, donde encontró que la mayor parte de su ejército se había dispersado. No obstante, no tenía intención de combatir si se podía recuperar Jerusalén mediante una negociación diplomática con el sultán egipcio Al-Kamil. Esas negociaciones dieron como resultado un tratado de paz por el cual los egipcios devolvían Jerusalén a los cruzados, que garantizó una tregua
durante 10 años. A pesar de este éxito, Federico era esquivado por los líderes seglares de los estados latinos y por el clero, dado que estaba excomulgado. Al mismo tiempo, el papa proclamó otra cruzada, esta vez contra Federico; reclutó un ejército y procedió a atacar las posesiones italianas del emperador. Federico regresó a Europa en mayo de 1229 para hacer frente a esta amenaza.
6.2. Luis IX Transcurrieron casi 20 años entre la Cruzada de Federico y la siguiente gran expedición al Próximo Oriente, organizada y financiada por el rey Luis IX de Francia y motivada por la reconquista de Jerusalén por parte de los musulmanes en 1244. Luis pasó cuatro años haciendo cuidadosos planes y preparativos para su ambiciosa expedición. A finales de agosto de 1248, Luis y su ejército marcharon hasta la isla de Chipre, donde permanecieron todo el invierno y continuaron los preparativos. Siguiendo la misma estrategia que la quinta Cruzada, Luis y sus seguidores desembarcaron en Egipto, el 5 de junio de 1249, y al día siguiente tomaron Damietta. El siguiente paso en su campaña, el ataque a El Cairo en la primavera de 1250, acabó siendo una catástrofe. Los cruzados no pudieron mantener sus flancos, por lo que los egipcios retuvieron el control de los depósitos de agua a lo largo del Nilo. Los egipcios abrieron las esclusas, provocando inundaciones, que atraparon a todo el ejército cruzado, y Luis IX fue forzado a rendirse en abril de 1250. Tras pagar un enorme rescate y entregar Damietta, Luis marchó por mar a Palestina, donde pasó cuatro años edificando fortificaciones y consolidando las defensas del reino latino. En la primavera de 1254 regresó con su ejército a Francia.
El rey Luis IX también organizó la última gran Cruzada, en 1270. En esta ocasión la respuesta de la nobleza francesa fue poco entusiasta y la expedición se dirigió contra la ciudad de Túnez y no contra Egipto. Acabó súbitamente cuando Luis murió en Túnez en el verano de 1270.
Mientras tanto, las fortificaciones fronterizas que todavía le quedaban al Imperio Latino en Siria y Palestina se vieron sometidas a una presión incesante por parte de las fuerzas egipcias. Una a una, las ciudades y castillos de los estados cruzados cayeron en manos de los potentes ejércitos mamelucos. La última plaza fuerte, la ciudad de Acre, fue tomada el 18 de mayo de 1291 y los pobladores cruzados, junto con las órdenes militares de los Caballeros Templarios y los Caballeros Hospitalarios, buscaron refugio en Chipre. Alrededor de 1306, estos últimos se establecieron en la isla de Rodas, la cual administraron como un virtual Estado independiente y fue la última plaza fuerte en el Mediterráneo hasta su rendición a los turcos en 1522. En 1570, Chipre, por aquel entonces bajo la soberanía de Venecia, también fue conquistada por los turcos. Los otros estados latinos que se establecieron en Grecia como consecuencia de la cuarta Cruzada sobrevivieron hasta la mitad del siglo XV.
7. CONSECUENCIAS DE LAS CRUZADAS
La expulsión de los latinos de Tierra Santa no puso fin a los esfuerzos de los cruzados, pero la respuesta de los reyes europeos y de la nobleza a nuevas convocatorias de Cruzadas fue débil, y las posteriores expediciones se llevaron a cabo sin ningún éxito. Dos siglos de Cruzadas habían dejado poca huella en Siria y Palestina, salvo numerosas iglesias, fortificaciones y una serie de impresionantes castillos, como los de Marqab, en la costa de Siria, Montreal, en la Transjordania, el krak de los Caballeros, cerca de Trípoli y Monfort, cerca de Haifa (Israel). Los efectos de las Cruzadas se
dejaron sentir principalmente en Europa, no en el Próximo Oriente. Los cruzados habían apuntalado el comercio de las ciudades italianas, habían generado un interés por la exploración del Oriente y habían establecido mercados comerciales de duradera importancia. Los experimentos del Papado y de los monarcas europeos para obtener los recursos monetarios para financiar las Cruzadas condujeron al desarrollo de sistemas de impuestos directos de tipo general, que tuvieron consecuencias a largo plazo para la estructura fiscal de los estados europeos. Aunque los estados latinos en el Oriente tuvieron una corta vida, la experiencia de los cruzados estableció unos mecanismos que generaciones posteriores de europeos usarían y mejorarían, al colonizar los territorios descubiertos por los exploradores de los siglos XV y XVI.1
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor AMunozF » Mar Oct 22, 2013 10:33 pm

-----------------------------------------------LA LEYENDA NEGRA DE LAS CRUZADAS-----------------------------------------------

---Fueron las Cruzadas fruto de un simple interés material? (César Vidal)
---Las cruzadas, entre el mérito y el mea culpa (Zenit)
---El historiador Franco Cardini sale al paso de algunos errores (Zenit)
---Las cruzadas, entre la realidad y la leyenda negra (Zenit)

¿FUERON LAS CRUZADAS FRUTO DE UN SIMPLE INTERÉS MATERIAL?

Durante décadas distintos historiadores, especialmente de orientación marxista, han insistido en presentar las Cruzadas como un fruto de factores materiales exclusivamente.

Sólo la codicia y el deseo de obtener tierras habrían movido a los cruzados a abandonar Europa occidental para dirigirse a Tierra Santa pero, a pesar de lo arraigado de esta idea, ¿fueron las Cruzadas fruto de un simple interés material? La historiografía marxista y aquella que sin serlo está muy influida en sus planteamientos por ésta ha insistido durante décadas en el carácter meramente material de las Cruzadas. De acuerdo, por ejemplo, a la Historia de las Cruzadas, de Mijaíl Zaborov, los cruzados sólo se desplazaron a Oriente Próximo movidos por el deseo de obtener beneficios económicos que, fundamentalmente, se tradujeran en la posesión de tierras y en el aumento de bienestar material. En otras palabras, la cruzada no pasaba de ser una emigración violenta movida por causas meramente crematísticas. El elemento espiritual simplemente proporcionaba la cobertura, bastante ridícula por otra parte, para semejante aventura de saqueo y pillaje.

El punto de vista de Zaborov tan repetido posteriormente resultaba especialmente sugestivo en la medida en que permitía desacreditar una empresa de carácter confesamente espiritual y, a la vez, dar un ejemplo de cómo ese tipo de fenómenos podía explicarse recurriendo únicamente a argumentos economicistas. Sin embargo, como tantas explicaciones de este tipo, a pesar de lo socorrido e instrumental de su formulación, no resiste un análisis mínimamente sólido de la documentación con que contamos. En primer lugar, lo que se desprende de las fuentes de la época es que marchar a la cruzada no implicaba un aliciente económico sino más bien un enorme sacrificio monetario que sólo se podía emprender convencido de que la recompensa sería más sólida que un pedazo de terreno o una bolsa de monedas. Al respecto los documentos no pueden ser más claros. Un caballero alemán que era convocado a servir al emperador en aquellos años en lugar tan cercano como Alemania gastaba tan sólo en el viaje y atuendo el equivalente a dos años de sus ingresos. Para un francés viajar a Tierra Santa implicaba unos gastos que llegaban a quintuplicar sus rentas anuales. Por lo tanto, como primera medida, necesitaban endeudarse fuertemente para acudir a la cruzada. En no pocos casos incluso perdieron todo lo que tenían para sumarse a la empresa.

No deja de ser curioso que Enrique IV de Alemania en una carta se refiriera a Godofredo de Bouillon y Balduino de Bolonia, ambos caudillos de la primera cruzada, como personas que "atrapadas por la esperanza de una herencia eterna y por el amor, se prepararon para ir a luchar por Dios a Jerusalén y vendieron y dejaron todas sus posesiones". Su caso, desde luego, no fue excepcional. De hecho, el Papa y los obispos reunidos en el concilio de Clermont redactaron una legislación que imponía la pena de excomunión a aquellos que se aprovecharan de estas circunstancias para despojar a los caballeros cruzados de sus propiedades valiéndose de intereses usurarios o de hipotecas elevadas. El listado de caballeros que se endeudaron extraordinariamente para ir, por ejemplo, a la primera cruzada es enorme y demuestra que ésa era la tendencia general.

Tampoco faltaron los apoyos eclesiales en términos económicos. Por ejemplo, el obispo de Lieja obtuvo fondos para ayudar al arruinado Godofredo de Bouillon despojando los relicarios de su catedral y arrancando las joyas de las iglesias de su diócesis. Quizá se podría interpretar todo esto como una inversión arriesgada ¡y tanto! que se compensaría con las tierras que los cruzados conquistaran en Oriente. Sin embargo, ese análisis tampoco resiste la confrontación con los documentos. Es cierto que durante la primera cruzada un número notablemente exiguo de caballeros optó por permanecer en las tierras arrebatadas a los musulmanes. No obstante, salvo estas excepciones, la aplastante mayoría de los cruzados regresaron a Europa. Tras producirse, en el curso de la primera cruzada, la toma de Jerusalén y la victoria sobre un ejército egipcio (el 12 de agosto de 1099) la práctica totalidad retornó a sus hogares sin bienes y con deudas pero, al parecer, con un profundo sentimiento de orgullo por la hazaña que habían llevado a cabo. De hecho, para defender los Santos Lugares resultó necesario articular la existencia de órdenes militares como los caballeros hospitalarios, primero, y los templarios después. No fue mejor la situación económica en las siguientes cruzadas.

Nuevamente el factor espiritual resultó decisivo y, precisamente, para costear los enormes gastos de una empresa que recaía sobre los peregrinos así se consideraban sus participantes ya que el término cruzados es posterior los monarcas recurrieron a impuestos especiales o a préstamos concedidos a la corona. Vez tras vez, la posibilidad de quedarse en Tierra Santa si es que alguien la contemplaba se reveló imposible pero eso no desanimó a los siguientes participantes a lo largo de nada menos que dos siglos. Ciertamente, no podemos tener una imagen excesivamente idealizada de las Cruzadas y tampoco podemos negar que su modelo de espiritualidad en muchas ocasiones causa más escalofrío a nuestra sensibilidad contemporánea que entusiasmo. A pesar de todo, existe un dato que no puede negarse siquiera porque aparece corroborado en millares de documentos.

Prescindiendo de la mayor o menor categoría humana y espiritual de los participantes, su impulso era fundamentalmente espiritual. Movidos por el deseo de garantizar el libre acceso de los peregrinos a los Santos Lugares y de ganar el cielo, abandonaron todo lo que tenían y se lanzaron a una aventura en la que no pocos no sólo se arruinaron sino que incluso encontraron la muerte, un ejemplo, dicho sea de paso, que no disuadió a otros de seguirlo a lo largo de dos siglos. No se trató, por lo tanto, de un movimiento material disfrazado de espiritualidad sino de un colosal impulso de raíces espirituales que no tuvo inconveniente, pese a sus enormes defectos, en afrontar considerables riesgos y pérdidas materiales.

Fuente | Autor : César Vidal


LAS CRUZADAS, ENTRE EL MÉRITO Y EL MEA CULPA

Los historiadores hacen una relectura en el noveno centenario.

En coincidencia con el noveno centenario de la primera expedición a Tierra Santa (15 julio 1099), guiada por Godofredo de Bouillon y Raimundo de Tolosa, que se concluyó con la victoriosa conquista cristiana de Jerusalén, las páginas culturales de los diarios se han llenado de artículos, se han celebrado exposiciones y congresos de estudiosos para recordar este evento.

Como es bien conocido, el asunto de las Cruzadas es controvertido y una cierta publicidad ha utilizado siempre las Cruzadas para criticar ásperamente a la Iglesia católica. Una postura que se ha hecho común y que no ha tenido nunca en cuenta los resultados de las investigaciones históricas.

Aunque los medios de comunicación presionan para que los católicos, ante el Jubileo, carguen con todas las culpas, nuevos descubrimientos históricos demuestran que el asunto de las Cruzadas fue mucho más complejo de lo que se cree. El jesuita Carmelo Capizzi, profesor de Historia Medieval en la Pontificia Universidad Gregoriana, ha escrito un artículo en el último número de «Civiltà Cattolica» en el que sostiene que: «Muy lejos de haber sido inútiles o nefastas, las Cruzadas contribuyeron a crear situaciones históricas positivas, que desembocaron en procesos internacionales todavía abiertos y de vital importancia».

El artículo critica valoraciones «demasiado superficiales sobre el evento histórico» e invita a los estudiosos a acercarse a él libres de condicionamientos ideológicos. El padre Capizzi invita a «rescatar» a las Cruzadas de la que él considera historiografía de signo laicista y por tanto fuertemente condicionada. Hubo errores, admite el padre Capizzi, pero estos no justifican la condena de las Cruzadas que, en su opinión, se deben considerar como un factor de progreso social y cultural. «Se equivocan --concluye-- quienes atribuyen a la Cruzada finalidades que ésta no se propuso jamás como, por ejemplo, la propagación de la fe a mano armada».

El artículo de «Civiltà Cattolica» es compartido por el escritor católico Vittorio Messori, que ha declarado al «Corriere della Sera» que «se olvida que en Jerusalén, cuando llegaron los musulmanes, destruyeron todas las iglesias de la cristiandad, lo mismo que hicieron en el Norte de Africa, en Turquía y en la parte de España que ocuparon durante ochocientos años».
Para el historiador Franco Cardini, los equívocos sobre este problema nacen de una visión reductiva de la historia: «Se separa el hecho militar (la Cruzada) de un contexto profundamente denso y positivo». Para valorar mejor la situación, añade Cardini, «haría falta reinsertarla en su contexto histórico con lo que muchas polémicas no tendrían razón de ser».«Por otra parte --explica el historiador medievalista-- la palabra Cruzada es una expresión moderna que se usa sistemáticamente sólo desde el siglo XVIII. Hasta entonces había términos que definían al "cruzado" pero no existía la palabra abstracta. Esto significa que, hablando de Cruzadas desde el 1700 a hoy, se ha hecho toda una serie de generalizaciones engañosas».

Monseñor Rino Fisichella, obispo auxiliar de Roma y vicepresidente de la Comisión teológico-histórica del Jubileo, ha explicado a Radio Vaticana que:
«el tema de las Cruzadas es complejo. No estoy de acuerdo con quienes sólo hacen de las cruzadas una lectura religiosa o una guerra santa. No olvidemos que se trata de un fenómeno que abarca cerca de 200 años de historia y no se puede reducir todo a una sola lectura religiosa. El juicio sobre las Cruzadas debe ser complejo y global, de otro modo existe el riesgo de hacer una transposición de las concepciones y las conquistas que el pensamiento ha hecho hoy y llevarlas al pasado. Ante el Jubileo, es justo que tratemos de evaluar cuáles han sido, en los hechos de nuestra historia, los aspectos positivos que han llevado progreso, que han hecho madurar la conciencia y el comportamiento de algunos cristianos y los que han sido limitadores, que no han permitido dar una visión plena y profunda de la santidad de la Iglesia».
«Las Cruzadas --afirma monseñor Fisichella-- han sido presentadas en el pasado como un enfrentamiento entre Oriente y Occidente, para decir ver quién tenía razón y quién estaba equivocado, entre quien era más fuerte y quién era más débil. Pero hoy, a la luz de la historia, de otras conquistas de la humanidad, y de la mayor conciencia que la Iglesia tiene de su historia, creo que es mejor hablar de complementariedad. No es ya un enfrentamiento entre Oriente y Occidente sino la conciencia de que los dos mundos, las dos culturas, las dos realidades tienen que conocerse e integrarse mutuamente».

Fuente | Autor : Zenit


EL HISTORIADOR FRANCO CARDINI SALE AL PASO DE ALGUNOS ERRORES

La polémica sobre las Cruzadas no se aplaca. Que en este año se celebre el 900 aniversario de la primera Cruzada se ha convertido a los ojos de una cierta publicística anticatólica un argumento para desacreditar a la Iglesia y sus enseñanzas.
Han aparecido artículos en los que las Cruzadas se describen como guerras santas, las masacres de los judíos que tuvieron lugar en aquella ocasión, como la antesala del holocausto. La Iglesia ha sido acusada de haber siempre tratado de eliminar a los adversarios en nombre de la ortodoxia. «La Repubblica», el segundo periódico por difusión en Italia, ha escrito que «los francos masacraron a setenta mil personas en una mezquita», lo que debería hacer suponer que la mezquita era tan grande como un moderno estadio de fútbol.

Para tratar de evitar tonterías y errores, el historiador Franco Cardini, profundo conocedor de los acontecimientos medievales, ha escrito un artículo en «Avvenire» de hoy con el título «Cruzadas, no guerras de religión».

El profesor Cardini explica que la interpretación de las Cruzadas como antecedentes de las guerras de religión y de las guerras ideológicas, ha sido sostenida en los ambientes iluministas. Se trata de una polémica ampliamente malentendida y de pretexto.

Según el profesor Cardini,
«las Cruzadas no han sido nunca "guerras de religión", no han buscado nunca la conversión forzada o la supresión de los infieles. Los excesos y violencias realizados en el curso de las expediciones --que han existido y no se deben olvidar-- deben ser evaluados en el marco de la normal aunque dolorosa fenomenología de los hechos militares y siempre teniendo presente que alguna razón teológica los ha justificado. La Cruzada corresponde a un movimiento de peregrinación armado que se afirmó lentamente y se desarrolló en el tiempo--entre el siglo XI y el XIII-- que debe ser entendido insertándolo en el contexto del largo encuentro entre Cristiandad e Islam que ha producido resultados positivos culturales y económicos. ¿Cómo se justifica si no el dato de frecuentes amistades e incluso alianzas militares entre cristianos y musulmanes en la historia de las Cruzadas?».

Para confirmar sus tesis el profesor Cardini recuerda la contribución de San Bernardo de Claraval (1090-1153) que contra la caballería laica, como aquella del siglo XII formada por gente ávida, violenta y amoral, propuso la constitución de «una nueva caballería» al servicio de los pobres y de los peregrinos. La propuesta de San Bernardo era revolucionaria, una nueva caballería hecha de monjes que renunciase a toda forma de riqueza y de poder personal y que incluso en la guerra aprendiese que al enemigo se lo puede incluso matar, cuando no haya otra opción, pero que no se le debe odiar. De aquí la enseñanza de no odiar ni siquiera en la batalla.

La Cruzada entendida como «guerra santa» contra los musulmanes, también sería según Cardini una exageración. «En realidad --subraya el profesor-- lo que interesaba en las expediciones al servicio de los hermanos en Cristo, amenazados por los musulmanes, era la recuperación de la paz en Occidente y la puesta en marcha de la idea de socorro a los correligionarios lejanos. La Cruzada significaba reconciliarse con el adversario antes de partir, renunciar a la disputa y a la venganza, aceptar la idea del martirio, ponerse a sí mismos y los propios haberes a disposición de la comunidad de los creyentes, proyectarse en un experiencia a la luz de la cual, por un cierto número de meses y quizá de años, se pondría el seguimiento de Cristo y la memoria del Cristo viviente en la tierra que había sido el teatro de su existencia terrena en el culmen de la propia experiencia».

Fuente | Autor : Zenit


LAS CRUZADAS, ENTRE LA REALIDAD Y LA LEYENDA NEGRA

No se aplaca el debate sobre el significado de las Cruzadas. También porque la distancia de final de milenio entre el Occidente y el Islam evoca escenarios sugestivos.

Según el conocido escritor católico Vittorio Messori, sobre las Cruzadas ha sido contruida por los iluministas una «leyenda negra» «como arma de la guerra psicológica contra la Iglesia romana». Messori ha escrito en el «Corriere della Sera», el principal diario italiano, que«es, en efecto, en el siglo XVIII europeo cuando, completando la obra de la Reforma, se establece el rosario de las "infamias romanas", convertido en canónico».

«Por lo que se refiere a las Cruzadas, la propaganda anticatólica inventó incluso el nombre: igual que el término Edad Media, elegido por la historiografía "iluminada" para indicar el paréntesis de oscuridad y fanatismo entre los esplendores de la Antigüedad y los del Renacimiento. Por descontado que quienes, hace novecientos años, asaltaron Jerusalén, se habrían sorprendido bastante si alguno les hubiera dicho que estaban realizando lo que se llamaría "primera Cruzada". Aquello para ellos era itinerario, "peregrinación", recorrido, pasaje. Aquellos mismos«peregrinos armados» se habrían sorprendio aún más si hubieran previsto que les sería atribuida la intención de convertir a los "infieles" o de asegurar vías comerciales a Occidente o de crear "colonias" europeas en Medio Oriente...».

Messori revela que, lamentablemente, «en Occidente, la oscura invención "cruzada" ha acabado por apresar en el sentimiento de culpa a algunos hombres de la misma Iglesia, que no conocen como sucedieron de verdad las cosas». Además, explica Messori, «en Oriente, la leyenda se ha vuelto contra el entero Occidente: pagamos todos --y pagaremos todavía más-- las consecuencias, con el deseo de revancha de las multitudes musulmanas que piden venganza contra el «Gran Satanás». Que no es sólo Estados Unidos, sino la entera cristiandad; aquella, justo, de las "Cruzadas": ¿No son quizá los occidentales mismos quienes insisten en decir que ha sido una terrible, imperdonable agresión contra los píos, devotos, mansos seguidores del Corán?».

«Y sin embargo --revela el conocido escritor-- hay una pregunta que deberemos hacernos: en el marco más que milenario de las relaciones entre Cristiandad e Islam, ¿quién fue el agredido y quién el agresor? Cuando, en el 638, el califa Omar conquista Jerusalén, ésta era ya desde hacía más de tres siglos cristiana. Poco después, los seguidores del Profeta invaden y destruyen las gloriosas iglesias primero de Egipto y luego del norte de Africa, llevando a la extinción del cristianismo en los lugares que habían tenido obispos como San Agustín. Toca luego a España, a Sicilia, a Grecia, a la que luego se llamará Turquía y donde las comunidades fundadas por San Pablo mismo se convierten en cúmulos de ruinas. En 1453, tras siete siglos de asedio, capitula y es islamizada la misma Constantinopla, la segunda Roma. El rodillo islámico alcanza los Balcanes, y como por milagro es detenido y obligado a retroceder ante los muros de Viena. Si se execra justamente la masacre de Jerusalén en el 1099, no se debe olvidar a Mahoma II en 1480 en Otranto, simple ejemplo de un cortejo sangriento de sufrimientos».

Messori concluye su reflexión haciendo algunas preguntas: «Todavía hoy: ¿qué país musulmán reconoce a los otros que no sean los suyos, los derechos civiles o la libertad de culto? ¿Quién se indigna ante el genocidio de lo armenios ayer y de los sudaneses cristianos hoy? El mundo, según los devotos del Corán, ¿no está dividido en "territorio del Islam" y "territorio de la guerra", esto es, todos los lugares todavía no musulmanes que deben serlo, por las buenas o por las malas?».

«Un simple repaso a la historia --escribe Messori-- incluso en sus líneas generales, confirma una verdad evidente: una cristiandad en continua postura defensiva respecto a una agresión musulmana, desde los inicios hasta hoy (en Africa, por ejemplo, está en curso una ofensiva sangrienta para islamizar a las etnias que los sacrificios heroicos de generaciones de misioneros habían llevado al bautismo). Admitido --y probablemnte no concedido-- que alguno, en la historia, deba pedir excusas a otro ¿deberán ser quizá los católicos quienes se hagan perdonar por aquel acto de autodefensa, por aquel intento de tener al menos abierta la vía de la peregrinación a los lugares de Jesús que fue el ciclo de las Cruzadas?».

Fuente | Autor : Zenit

Fuente | Autor : http://www.conoze.com/index.php?accion= ... do&doc=875
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor AMunozF » Mar Oct 22, 2013 10:39 pm

sorines escribió:DESPUES DE LEER LAS APORTACIONES DE LOS COMPANEROS, ME VEO INVITADA A BUSCAR MAS INFORMACION SOBRE LOS HECHOS, LAS MOTIVACIONES Y LOS RESULTADOS.


BUENO... DE TODOS MODOS CONTINUARE LEYENDO SOBRE LAS CRUZADAS PARA CONOCER MAS, PERO EN VERDAD ES ALGO QUE NO ME AGRADA NI LEER PARA NO IMAGINAR LOS GRITOS DE DOLOR DE TANTAS PERSONAS HERIDAS, MUERTAS O QUE PERDIERON DE FORMA VIOLENTA A SUS SERES QUERIDOS. CREO QUE JESUS, EL MAESTRO, EL QUE DEVUELVE LA VIDA, SANA LAS ENFERMEDADES Y DA LA BUENA NOTICIA DEL AMOR Y DEL PERDON NO HUBIERA PLANTADO UNA GUERRA: "Jesús dijo a Simón Pedro: «Envaina tu espada. ¿Acaso no beberé el cáliz que me ha dado el Padre?"


Estimada sorines:

En relación a su artículo y principalmente al penúltimo párrafo de su escrito, le sugiero acuda a la página http://www.conoze.com/ donde encontrará amplios artículos que avalan a S.S. PÍO XII.
Artículos por demás interesantes e ilustrativos que nos dan más información sobre los hechos allí narrados.

Que Dios la Bendiga

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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor AMunozF » Mié Oct 23, 2013 12:03 am

-------------------------GUERRAS CON LA CALIFICACIÓN DE CRUZADA EN TERRITORIO EUROPEO-------------------------

Las cruzadas bálticas

Fueron una serie de campañas emprendidas por los líderes cristianos de Alemania, Dinamarca y Suecia, entre los siglos XII y XVI, con el objetivo principal de subyugar y convertir a los pueblos paganos de la cuenca del Báltico y contra otros pueblos cristianos considerados igualmente infieles. Uno de los actores principales de dichas campañas fue la Orden Teutónica, que había sido previamente creada en Palestina.
Las cruzadas en el Báltico responden a un movimiento social desarrollado en el Imperio Alemán a mediados del siglo XII. Este movimiento se conoce como Drang nach Osten.

Cruzada contra los albigenses

En 1209 el Papa Inocencio III proclamó la cruzada albigense con el fin de eliminar la herejía de los cátaros y erradicarlos del sur de Francia.

Cruzada Aragonesa

La Cruzada contra la Corona de Aragón fue declarada por el Papa Martin IV contra el Rey de Aragón Pedro III el Grande, en 1284 y 1285.

Cruzadas en la Reconquista española

Algunos momentos del período final de la Reconquista recibieron del Papa la calificación de cruzada, dada su condición de enfrentamiento de reinos cristianos contra reinos islámicos. No obstante, la motivación de la búsqueda de tal denominación no era tanto el interés por lograr la presencia de nobles europeos del otro lado de los Pirineos (muy poco importante), como la de obtener algún tipo de derechos fiscales para la monarquía (sobre los ingresos del clero o como Bula de Cruzada). Las ocasiones principales fueron la batalla de las Navas de Tolosa (1212), en la que estuvieron presentes casi todos los reyes cristianos peninsulares, y la Guerra de Granada (1482-1492).

La cruzada de Segismundo de Hungría

Esta cruzada es considerada la última de magnitud paneuropea que se libró contra el Imperio otomano. En 1396, el rey Segismundo de Hungría organizó una cruzada para asediar la ciudad de Nicópolis, por entonces bajo control turco otomano. Los ejércitos del príncipe Mircea I de Valaquia y del duque Juan I de Borgoña avanzaron bajo la dirección del rey Segismundo decididos a expulsar a los otomanos de los territorios de los Balcanes.
La defensa de la ciudad resultó imposible de vencer, y la falta de máquinas de asedio por parte de las fuerzas aliadas concluyó en una severa derrota. La victoria turca en el asedio de Nicópolis supuso una amenaza para las naciones centroeuropeas y consolidó el poder otomano en la frontera con el reino de Hungría.

Cruzada de Juan Hunyadi, regente de Hungría

El avance turco sobre el Reino de Hungría resultaba inminente. El fracaso de los ejércitos cruzados del rey Segismundo de Hungría en la Batalla de Nicópolis de 1396 y la derrota de los ejércitos húngaros en la Batalla de Varna en 1444 en la cual murió el rey Vladislao I de Hungría le dio fortaleza al Imperio otomano. De esta forma, continuó su marcha en dirección hacia Belgrado, ciudad serbia fronteriza con el reino húngaro en 1456. De inmediato, el regente húngaro Juan Hunyadi (quien tras la muerte del monarca conducía el reino mientras el príncipe heredero Ladislao el Póstumo cumplía la mayoría de edad para ascender al trono) respondiendo al llamado del Papa Calixto III y asistido por San Juan Capistrano, organizaron un ejército cruzado húngaro que hizo frente a los otomanos invasores. La batalla concluyó con una total victoria para el regente húngaro y la amenaza turca fue detenida por casi un siglo más. Ante la victoria de Belgrado de los húngaros, el Papa ordenó que las campanadas del mediodía en las iglesias de todo el mundo sonasen en honor a tal acontecimiento.

Guerra civil española - Cruzada del 36

Con objeto de dar un sentido católico al denominado Movimiento Nacional la guerra civil española fue declarada cruzada. Así se denominó oficialmente durante la dictadura de Franco.

Fuente | Autor : http://es.wikipedia.org/wiki/Cruzadas


---------------------------------------------LAS CRUZADAS VISTAS POR LOS ÁRABES---------------------------------------------

Las Cruzadas vistas por los árabes, en francés en el original Les croisades vues par les Arabes, es el título de una obra del escritor libanés Amin Maalouf publicada en 1983.

Libro

El libro es un ensayo histórico sobre las Cruzadas, y cuyo punto de vista es el de las fuentes árabes.

Comentario

Maalouf contrasta con el punto de vista cristiano para dejar claro algún hecho, como el canibalismo de los cruzados en Maarat. En el epílogo, en donde esboza las razones de por qué el mundo musulmán, a pesar de ser el vencedor en las Cruzadas, pierde, sin embargo, a partir de entonces la dinámica histórica en favor del occidente cristiano. Las razones que aporta el autor son las siguientes:

1. Los árabes padecían por la comida ya que no tenían para abastecer a todos sus guerreros, desde antes de las Cruzadas, determinadas tareas que la presencia franca quizá agravó, pero que no creó de la nada. El pueblo del Profeta había perdido, desde el siglo IX, el control de su destino: la mayor parte de los gobernantes no eran árabes; tampoco los guerreros lo eran ya.

2. La incapacidad de crear instituciones estables: toda monarquía estaba amenazada con la muerte del monarca, y toda transmisión de poder provocaba la guerra civil. Además, no existía límite alguno para el poder arbitrario del príncipe.

3. Durante todas las Cruzadas, los árabes se negaron a abrirse a las ideas de los occidentales, mientras que los occidentales siempre se han beneficiado de los adelantos de la civilización musulmana: transmisión de la herencia griega, conocimientos científicos, industria, agricultura.

4. Con las Cruzadas, el mundo musulmán se encerró en sí mismo, asediado por doquier. Se volvió friolero, defensivo, intolerante y estéril. A partir de entonces el progreso, el modernismo, será algo ajeno, y en los estados musulmanes se han dado fases de occidentalización forzada y fases de integrismo a ultranza fuertemente xenófobo.

La reflexión final del autor es que, "más allá del hecho individual, está claro que el Oriente árabe sigue viendo en Occidente al enemigo natural. Cualquier acto hostil contra él, sea político, militar o relacionado con el petróleo, no es más que una legítima revancha; y no cabe duda que la quiebra entre estos dos mundos viene de la época de las Cruzadas, que aún hoy los árabes consideran una violación".

Fuente | Autor : http://es.wikipedia.org/wiki/Las_cruzad ... C3%A1rabes


A TODOS LOS COMPAÑEROS PEREGRINOS, CON MOTIVO DEL ESTUDIO DE LAS CRUZADAS ME HE PERMITIDO INCLUÍR LOS DOS ARTÍCULOS ARRIBA MENCIONADOS. DOS RAZONES TENGO PARA ELLO; PRIMERA QUE SE CONOZCAN SEGÚN AUTORES DIFERENTES LAS "OTRAS CRUZADAS", NO SÓLO LAS EFECTUADAS HACIA EL ORIENTE MEDIO Y SEGUNDO QUE SE CONOZCA EL PUNTO DE VISTA DE UNA PERSONA ÁRABE (DESCONOZCO SI SEA MUSULMÁN O CRISTIANO), QUIZÁ EL SEGUNDO ARTÍCULO NO NOS HAGA CAMBIAR LA OPINIÓN QUE TENEMOS DE LAS CRUZADAS, PERO SÍ NOS AMPLÍA EL CONOCIMIENTO DE LO QUE LA PARTE "CONTRARIA" PIENSA DE LAS CRUZADAS.


POR OTRO LADO, DADO LA MAGNITUD Y AMPLITUD DEL ARTÍCULO QUE LA ENCICLOPEDIA CATÓLICA LE DEDICA A LAS CRUZADAS, ME PERMITO SOLAMENTE ANOTAR SU DIRECCIÓN EN LA WEB, POR SI ALGUNO DESEA LEER MÁS SOBRE ESTE TEMA DE LAS CRUZADAS:

Fuente | Autor : http://ec.aciprensa.com/wiki/Cruzadas#.UmRca4yFCUn
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor AMunozF » Mié Oct 23, 2013 12:07 am

-------------------------GUERRAS CON LA CALIFICACIÓN DE CRUZADA EN TERRITORIO EUROPEO-------------------------

Las cruzadas bálticas

Fueron una serie de campañas emprendidas por los líderes cristianos de Alemania, Dinamarca y Suecia, entre los siglos XII y XVI, con el objetivo principal de subyugar y convertir a los pueblos paganos de la cuenca del Báltico y contra otros pueblos cristianos considerados igualmente infieles. Uno de los actores principales de dichas campañas fue la Orden Teutónica, que había sido previamente creada en Palestina.
Las cruzadas en el Báltico responden a un movimiento social desarrollado en el Imperio Alemán a mediados del siglo XII. Este movimiento se conoce como Drang nach Osten.

Cruzada contra los albigenses

En 1209 el Papa Inocencio III proclamó la cruzada albigense con el fin de eliminar la herejía de los cátaros y erradicarlos del sur de Francia.

Cruzada Aragonesa

La Cruzada contra la Corona de Aragón fue declarada por el Papa Martin IV contra el Rey de Aragón Pedro III el Grande, en 1284 y 1285.

Cruzadas en la Reconquista española

Algunos momentos del período final de la Reconquista recibieron del Papa la calificación de cruzada, dada su condición de enfrentamiento de reinos cristianos contra reinos islámicos. No obstante, la motivación de la búsqueda de tal denominación no era tanto el interés por lograr la presencia de nobles europeos del otro lado de los Pirineos (muy poco importante), como la de obtener algún tipo de derechos fiscales para la monarquía (sobre los ingresos del clero o como Bula de Cruzada). Las ocasiones principales fueron la batalla de las Navas de Tolosa (1212), en la que estuvieron presentes casi todos los reyes cristianos peninsulares, y la Guerra de Granada (1482-1492).

La cruzada de Segismundo de Hungría

Esta cruzada es considerada la última de magnitud paneuropea que se libró contra el Imperio otomano. En 1396, el rey Segismundo de Hungría organizó una cruzada para asediar la ciudad de Nicópolis, por entonces bajo control turco otomano. Los ejércitos del príncipe Mircea I de Valaquia y del duque Juan I de Borgoña avanzaron bajo la dirección del rey Segismundo decididos a expulsar a los otomanos de los territorios de los Balcanes.
La defensa de la ciudad resultó imposible de vencer, y la falta de máquinas de asedio por parte de las fuerzas aliadas concluyó en una severa derrota. La victoria turca en el asedio de Nicópolis supuso una amenaza para las naciones centroeuropeas y consolidó el poder otomano en la frontera con el reino de Hungría.

Cruzada de Juan Hunyadi, regente de Hungría

El avance turco sobre el Reino de Hungría resultaba inminente. El fracaso de los ejércitos cruzados del rey Segismundo de Hungría en la Batalla de Nicópolis de 1396 y la derrota de los ejércitos húngaros en la Batalla de Varna en 1444 en la cual murió el rey Vladislao I de Hungría le dio fortaleza al Imperio otomano. De esta forma, continuó su marcha en dirección hacia Belgrado, ciudad serbia fronteriza con el reino húngaro en 1456. De inmediato, el regente húngaro Juan Hunyadi (quien tras la muerte del monarca conducía el reino mientras el príncipe heredero Ladislao el Póstumo cumplía la mayoría de edad para ascender al trono) respondiendo al llamado del Papa Calixto III y asistido por San Juan Capistrano, organizaron un ejército cruzado húngaro que hizo frente a los otomanos invasores. La batalla concluyó con una total victoria para el regente húngaro y la amenaza turca fue detenida por casi un siglo más. Ante la victoria de Belgrado de los húngaros, el Papa ordenó que las campanadas del mediodía en las iglesias de todo el mundo sonasen en honor a tal acontecimiento.

Guerra civil española - Cruzada del 36

Con objeto de dar un sentido católico al denominado Movimiento Nacional la guerra civil española fue declarada cruzada. Así se denominó oficialmente durante la dictadura de Franco.

Fuente | Autor : http://es.wikipedia.org/wiki/Cruzadas


---------------------------------------------LAS CRUZADAS VISTAS POR LOS ÁRABES---------------------------------------------

Las Cruzadas vistas por los árabes, en francés en el original Les croisades vues par les Arabes, es el título de una obra del escritor libanés Amin Maalouf publicada en 1983.

Libro

El libro es un ensayo histórico sobre las Cruzadas, y cuyo punto de vista es el de las fuentes árabes.

Comentario

Maalouf contrasta con el punto de vista cristiano para dejar claro algún hecho, como el canibalismo de los cruzados en Maarat. En el epílogo, en donde esboza las razones de por qué el mundo musulmán, a pesar de ser el vencedor en las Cruzadas, pierde, sin embargo, a partir de entonces la dinámica histórica en favor del occidente cristiano. Las razones que aporta el autor son las siguientes:

1. Los árabes padecían por la comida ya que no tenían para abastecer a todos sus guerreros, desde antes de las Cruzadas, determinadas tareas que la presencia franca quizá agravó, pero que no creó de la nada. El pueblo del Profeta había perdido, desde el siglo IX, el control de su destino: la mayor parte de los gobernantes no eran árabes; tampoco los guerreros lo eran ya.

2. La incapacidad de crear instituciones estables: toda monarquía estaba amenazada con la muerte del monarca, y toda transmisión de poder provocaba la guerra civil. Además, no existía límite alguno para el poder arbitrario del príncipe.

3. Durante todas las Cruzadas, los árabes se negaron a abrirse a las ideas de los occidentales, mientras que los occidentales siempre se han beneficiado de los adelantos de la civilización musulmana: transmisión de la herencia griega, conocimientos científicos, industria, agricultura.

4. Con las Cruzadas, el mundo musulmán se encerró en sí mismo, asediado por doquier. Se volvió friolero, defensivo, intolerante y estéril. A partir de entonces el progreso, el modernismo, será algo ajeno, y en los estados musulmanes se han dado fases de occidentalización forzada y fases de integrismo a ultranza fuertemente xenófobo.

La reflexión final del autor es que, "más allá del hecho individual, está claro que el Oriente árabe sigue viendo en Occidente al enemigo natural. Cualquier acto hostil contra él, sea político, militar o relacionado con el petróleo, no es más que una legítima revancha; y no cabe duda que la quiebra entre estos dos mundos viene de la época de las Cruzadas, que aún hoy los árabes consideran una violación".

Fuente | Autor : http://es.wikipedia.org/wiki/Las_cruzad ... C3%A1rabes


A TODOS LOS COMPAÑEROS PEREGRINOS, CON MOTIVO DEL ESTUDIO DE LAS CRUZADAS ME HE PERMITIDO INCLUÍR LOS DOS ARTÍCULOS ARRIBA MENCIONADOS. DOS RAZONES TENGO PARA ELLO; PRIMERA QUE SE CONOZCAN SEGÚN AUTORES DIFERENTES LAS "OTRAS CRUZADAS", NO SÓLO LAS EFECTUADAS HACIA EL ORIENTE MEDIO Y SEGUNDO QUE SE CONOZCA EL PUNTO DE VISTA DE UNA PERSONA ÁRABE (DESCONOZCO SI SEA MUSULMÁN O CRISTIANO), QUIZÁ EL SEGUNDO ARTÍCULO NO NOS HAGA CAMBIAR LA OPINIÓN QUE TENEMOS DE LAS CRUZADAS, PERO SÍ NOS AMPLÍA EL CONOCIMIENTO DE LO QUE LA PARTE "CONTRARIA" PIENSA DE LAS MISMAS.


POR OTRO LADO, DADO LA MAGNITUD Y AMPLITUD DEL ARTÍCULO QUE LA ENCICLOPEDIA CATÓLICA LE DEDICA A LAS CRUZADAS, ME PERMITO SOLAMENTE ANOTAR SU DIRECCIÓN EN LA WEB, POR SI ALGUNO DESEA LEER MÁS SOBRE ESTE TEMA:

http://ec.aciprensa.com/wiki/Cruzadas#.UmRca4yFCUn
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mié Oct 23, 2013 11:31 am

Cruzada y misión

La cristiandad toma conciencia de sí misma y de su unidad reuniéndose y armándose contra un enemigo común, el Islam, que ocupa indebidamente los lugares donde Cristo vivió y amenaza a los cristianos de oriente. Eso son las cruzadas.

Las cruzadas tienen su origen en la peregrinación a Jerusalén. El principio de un rito de purificación y de penitencia. Yendo a Palestina, el peregrino quiere participar de la existencia terrena de Jesucristo y de sus sufrimientos, podrá morir en donde Jesús murió para resucitar con Él el día del juicio. Las dificultades con las que tropiezan hacen pensar en unas peregrinaciones armadas. Por otra parte, en España se afirma que los guerreros muertos en la lucha contra los infieles, musulmanes, tienen asegurada la salvación. En el Siglo XI una nueva fuerza musulmana, los turcos llegados de Asia central, amenazan el equilibrio oriental en especial Constantinopla después de la derrota bizantina de Manzikert en 1071. Las peregrinaciones corren mayor riesgo. El emperador griego solicita ayuda.

En el Concilio de Clermont del año 1095, el Papa Urbano II pide a los Caballeros de Occidente que acudan a socorrer a los cristianos de oriente y a reconquistar los santos lugares. Ejerce de este modo su función de jefe de los cristianos y heredero de las tierras del imperio de las que dispondrá en favor de quienes las recobren. Al mismo tiempo, la partida de los caballeros pobres disminuirá los riesgos de guerra en tierras cristianas; irán a luchar a otro sitio y a encontrar los feudos que les faltan en occidente. La Iglesia que hasta entonces siempre había sentido horror a la sangre, organiza ella misma la Guerra Santa dándole el nombre de: “Cruzada”. A los que toman la cruz, el Papa les concede una indulgencia plenaria desde el momento de su partida, quedan dispensados de todas las penitencias requeridas para que se les perdonen los pecados.

El Papa Urbano II.- Imagen

Entre la pobre gente guiada por, Pedro el ermitaño, reina un inmenso entusiasmo. A lo largo del camino, se van diezmando sus filas. Les suceden los caballeros, que conquistan Jerusalén el año de 1099 en medio de atroces matanzas y de ingenua manifestación de piedad. Se fundan varios estados feudales cristianos, entre ellos el reino de Jerusalén. A pesar de la fundación de algunas órdenes religiosas militares, templarios, hospitalarios…, para defenderlos, estos estados fueron desapareciendo, Jerusalén fue reconquistada por el sultán de Egipto, Saladino, en 1187 en 1291 no había ya cruzados en Palestina.

Las cruzadas contribuyeron a hacer más sólida la cristiandad y a confirmar el poder del Papa.

Pero ensancharon más aún el foso los cristianos de oriente y de los de occidente, así en la Cuarta Cruzada, 1204, los cruzados se apoderaron de Constantinopla y la saquearon. A pesar de los esfuerzos de San Luis de devolver un sentido religioso a la Séptima Cruzada, 1249-1254 y a la Octava Cruzada, 1270, en que murió. Las cruzadas se saldan con un fracaso. Tuvieron más bien resultados económicos. Sin embargo, la idea de cruzada duró largo tiempo, hasta los Siglos XVI y XVII. Quedaba la nostalgia de una cristiandad unida frente a un enemigo común.

Fuente: Para leer la Historia de la Iglesia. Jean Comby
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor Pascu » Mié Oct 23, 2013 7:09 pm

Los Reinos Cruzados

Imagen

Fueron estados fundados por los cruzados luego de la Primera Cruzada, duraron alrededor de dos siglos y son:
* El Condado de Edesa (en el mapa de color amarillo) fue fundado en 1098 y cayó en 1144.
* El Principado de Antioquía (en el mapa de color azul) fue fundado en 1098 y cayó en 1268.
* El Reino de Jerusalén (en el mapa de color blanco) fue fundado en 1099 y cayó en 1291.
* El Condado de Trípoli (en el mapa de color rojo)fue fundado en 1104 y cayó en 1288.
-------------------------------------------------------------------------------------
* El Reino Armenio de Cilicia (en el mapa de color naranja) fue fundado antes de las cruzadas y perduró aún después de las caídas de los reinos cruzados
* En color violeta se puede al territorio que todavía quedaba en manos del Imperio Bizantino. (Antes de las invasiones islámicas todo el Medio Oriente formaba parte del Imperio Bizantino)
El Reino Armenio de Cilicia, el Imperio Bizantino y los Estados Cruzados eran cristianos.
--------------------------------------------------------------------------------------
* El resto (pintado de distinatas tonalidades de verde y de color café con leche) es el territorio en poder de los musulmanes.
--------------------------------------------------------------------------------------
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor mariaines » Jue Oct 24, 2013 4:58 am

Primera Cruzada
Masacre de judíos durante la Primera Cruzada. Biblia del siglo XIII.
Captura de Jerusalén durante la Primera Cruzada.
Al Papa Gregorio VII se debe la idea de que los países cristianos se unieran para luchar contra el común enemigo religioso que era el Islam.
El Papa Urbano II (1088-1099) fue quien la puso en práctica. En 1095, la invitación a la lucha contra los turcos arribaría en embajadas francesas e inglesas a las cortes de las naciones europeas medievales más importantes: Francia, Inglaterra, Alemania y Hungría (Hungría no se unirá a las primeras cruzadas por guardar el luto de tres años del recientemente fallecido rey San Ladislao I de Hungría (1046-1095), quien antes de morir habría aceptado participar en la campaña de Urbano II). El llamamiento formal de Urbano II sucedió en el penúltimo día del Concilio de Clermont (Francia), jueves 27 de noviembre de 1095, cuando proclamó, al grito de '"Dieu lo volti"'(¡Dios lo quiere!), la denominada primera cruzada (1096-1099).

Segunda Cruzada
Gracias a la división de los Estados musulmanes, los Estados latinos (o francos, como eran conocidos por los árabes), consiguieron establecerse y perdurar. Los dos primeros reyes de Jerusalén, Balduino I y Balduino II fueron gobernantes capaces que expandieron su reino a toda la zona situada entre el Mediterráneo y el Jordán, e incluso más allá. Rápidamente, se adaptaron al cambiante sistema de alianzas locales y llegaron a combatir junto a estados musulmanes en contra de enemigos que, además de musulmanes, contaban entre sus filas con guerreros cristianos.
Sin embargo, a medida que el espíritu de cruzada iba decayendo entre los francos, cada vez más cómodos en su nuevo estilo de vida, entre los musulmanes iba creciendo el espíritu de jihad o guerra santa agitado por los predicadores contra sus impíos gobernantes, capaces de tolerar la presencia cristiana en Jerusalén e incluso de aliarse con sus reyes. Este sentimiento fue explotado por una serie de caudillos que consiguieron unificar los distintos estados musulmanes y lanzarse a la conquista de los reinos cristianos.
El primero de estos fue Zengi, gobernador de Mosul y de Alepo, que en 1144 conquistó Edesa, liquidando el primero de los Estados francos. Como respuesta a esta conquista, que puso de manifiesto la debilidad de los Estados cruzados, el Papa Eugenio III, a través de Bernardo, abad de Claraval (famoso predicador, autor de la regla de los templarios) predicó en diciembre de 1145 la Segunda Cruzada.
A diferencia de la primera, en esta participaron reyes de la cristiandad, encabezados por Luis VII de Francia (acompañado de su esposa, Leonor de Aquitania) y por el emperador germánico Conrado III. Los desacuerdos entre franceses y alemanes, así como con los bizantinos, fueron constantes en toda la expedición. Cuando ambos reyes llegaron a Tierra Santa (por separado) decidieron que Edesa era un objetivo poco importante y marcharon hacia Jerusalén. Desde allí, para desesperación del rey Balduino III, en lugar de enfrentarse a Nur al-Din (hijo y sucesor de Zengi), eligieron atacar Damasco, estado independiente y aliado del rey de Jerusalén.
La expedición fue un fracaso, ya que tras sólo una semana de asedio infructuoso, los ejércitos cruzados se retiraron y volvieron a sus países. Con este ataque inútil consiguieron que Damasco cayera en manos de Nur al-Din, que progresivamente iba cercando los Estados francos. Más tarde, el ataque de Balduino II a Egipto iba a provocar la intervención de Nur al-Din en la frontera sur del reino de Jerusalén, preparando el camino para el fin del reino y la convocatoria de la Tercera Cruzada.

Tercera Cruzada
Las intromisiones del Reino de Jerusalén en el decadente califato fatimí de Egipto llevaron al sultán Nur al-Din a mandar a su lugarteniente Saladino a hacerse cargo de la situación. No hizo falta mucho tiempo para que Saladino se convirtiera en el amo de Egipto, aunque hasta la muerte de Nur al-Din en 1174 respetó la soberanía de éste. Pero tras su muerte, Saladino se proclamó sultán de Egipto (a pesar de que había un heredero al trono de Nur al-Din, su hijo de sólo 12 años que murió envenenado) y de Siria, dando comienzo la dinastía ayyubí. Saladino era un hombre sabio que logró la unión de las facciones musulmanas, así como el control político y militar desde Egipto hasta Siria.
Como Nur al-Din, Saladino era un musulmán devoto y decidido a expulsar a los cruzados de Tierra Santa. El Reino de Jerusalén, regido por el Rey Leproso, Balduino IV de Jerusalén, quedaba rodeado ya por un sólo Estado. Balduino se vio obligado a firmar frágiles treguas seguidas por escaramuzas, tratando de retrasar el inevitable final.
Tras la muerte del rey Balduino IV de Jerusalén, el Estado se dividió en distintas facciones, pacifistas o belicosas, y pasó a convertirse en rey, debido al enlace matrimonial que mantenía con la hermana del fallecido patriarca, el general en jefe del ejército unido de Jerusalén: Guy de Lusignan. El mismo apoyaba una política agresiva y de no negociación con los sarracenos y abogaba por su sometimiento y derrota en combate, cosa a la que sus detractores se oponían habida cuenta de la inferioridad numérica que los cristianos tenían ante las tropas de Saladino. La radicalidad religiosa y el apoyo al brazo más radical de la orden de los Templarios en sus ataques a diversas localidades y estructuras sarracenas desembocarían en un enfrentamiento final entre Guy de Lusignan y el propio Saladino. De hecho, se hace culpable a Guy de lusignan de la derrota y pérdida de Jerusalén por su obsesión en enfrentarse al ejército de Saladino y su falta de visión para la protección de la ciudad y de sus habitantes.


Krak de los Caballeros. Esta fortaleza, considerada inexpugnable, controlaba el paso desde el interior de Siria a la costa de Líbano y estuvo bajo el mando de los Caballeros Hospitalarios hasta 1271.
Reinaldo de Châtillon era un bandido con título de caballero que no se consideraba atado por las treguas firmadas. Saqueaba las caravanas e incluso armó expediciones de piratas para atacar a los barcos de peregrinos que iban a La Meca, ciudad muy importante para los musulmanes. El ataque definitivo fue contra una caravana en la que iba la hermana de Saladino, que juró matarlo con sus propias manos.
Declarada la guerra, el grueso del ejército cruzado, junto con los Templarios y los Hospitalarios, se enfrentó a las tropas de Saladino en los Cuernos de Hattin el 4 de julio de 1187. Los ejércitos cristianos fueron derrotados, dejando el reino indefenso y perdiendo uno de los fragmentos de la Vera Cruz.
Saladino mató con sus propias manos a Reinaldo de Châtillon. Algunos de los caballeros Templarios y Hospitalarios capturados fueron también ejecutados. Saladino procedió a ocupar la mayor parte del reino, salvo las plazas costeras, abastecidas desde el mar, y en octubre del mismo año conquistó Jerusalén. Comparada con la toma de 1099, esta fue casi incruenta, aunque sus habitantes debieron pagar un considerable rescate y algunos fueron esclavizados. El reino de Jerusalén había desaparecido.
La toma de Jerusalén conmocionó a Europa y el papa Gregorio VIII convocó una nueva cruzada en 1189. En esta participaron reyes de los más importantes de la cristiandad: Ricardo Corazón de León (hijo de Enrique II y de Leonor de Aquitania), Felipe II Augusto de Francia y el emperador Federico I Barbarroja (sobrino de Conrado III). Éste último, al mando del grupo más poderoso, siguió la ruta terrestre, en la que sufrió algunas bajas. Cerca de Siria, sin embargo, el emperador murió ahogado mientras se bañaba en el río Salef (en la actual Turquía) y su ejército ya no continuó hacia Palestina.
Barbarroja durante su estadía en el Reino de Hungría le había pedido al príncipe Géza, hermano del rey Béla III de Hungría que se uniése a las fuerzas cruzadas, así, un ejército de dos mil soldados húngaros partió al lado de los germánicos. Si bien luego de los conflictos bélicos el rey húngaro habría llamado de regreso a sus fuerzas, su hermano menor, Géza, permaneció en Constantinopla y desposó a una noble bizantina, puesto que no tenía buenas relaciones con Béla III.
Los ejércitos inglés y francés llegaron por la ruta marítima. Su primer (y único) éxito fue la toma de Acre el 13 de julio de 1191, tras la cual Ricardo realizó una matanza de varios miles de prisioneros. Esta matanza militarmente le dio oxígeno para seguir hacia el sur a su meta final: Jerusalén, y además le valió el nombre por el que sería reconocido en la historia, Corazón de León.
Felipe II Augusto estaba preocupado por los problemas en su país y molesto por las rivalidades con Ricardo Corazón de León, por lo que regresó a Francia, dejando a Ricardo al mando de la cruzada. Este llegó hasta las proximidades de Jerusalén, pero en lugar de atacar prefirió firmar una tregua con Saladino, temiendo que su ejército diezmado de 12.000 hombres no fuera capaz de sostener el sitio de Jerusalén. Pensando en una próxima cruzada y en no arriesgar militarmente una derrota que no le daría a los cristianos la posibilidad del control posterior de la Ciudad Santa, pactaron con el mismo Saladino, quien también estaba cansado y diezmado, la tregua que permitía el libre acceso de los peregrinos desarmados a la Ciudad Santa.
Saladino falleció seis meses después. Ricardo murió en 1199 por una herida de flecha en su regreso a Europa. De esta forma, se cerraba la Tercera Cruzada con un nuevo fracaso para los dos bandos, dejando sin esperanzas a los Estados francos. Era cuestión de tiempo para que desapareciera la estrecha franja litoral que controlaban. Sin embargo, resistieron aún un siglo más.

Cuarta Cruzada
Tras la tregua firmada en la Tercera Cruzada y la muerte de Saladino en 1193, se sucedieron algunos años de relativa paz, en los que los Estados francos del litoral se convirtieron en poco más que colonias comerciales italianas. En 1199, el Papa Inocencio III decidió convocar una nueva cruzada para aliviar la situación de los Estados cruzados. Esta Cuarta Cruzada no debería incluir reyes e ir dirigida contra Egipto, considerado el punto más débil de los estados musulmanes.
Al no ser ya posible la ruta terrestre, los cruzados debían tomar la ruta marítima, por lo que se concentraron en Venecia. El dux Enrico Dandolo se coaligó con el jefe de la expedición Bonifacio de Montferrato y con un usurpador bizantino, Alejo IV Ángelo para cambiar el destino de la cruzada y dirigirla contra Constantinopla, al estar los tres interesados en la deposición del basileus del momento, Alejo III Ángelo.
Inicialmente, los cruzados fueron empleados para luchar contra los húngaros en Zara, por lo que fueron excomulgados por el Papa. Desde allí se dirigieron hacia Bizancio, donde consiguieron instalar a Alejo IV como basileus en 1203. Sin embargo, el nuevo basileus no pudo cumplir las promesas hechas a los cruzados, lo que originó toda clase de disturbios. Fue depuesto por los propios bizantinos, que coronaron a Alejo V Ducas. Esto provocó la intervención definitiva de los cruzados, que conquistaron la ciudad el 12 de abril de 1204. El saqueo de la ciudad fue terrible. Miles de cristianos (incluyendo mujeres y niños) fueron asesinados por los cruzados. Desvalijaron y destruyeron mansiones, palacios, iglesias y la propia basílica de Santa Sofía. Europa occidental recibió un aluvión de obras de arte y reliquias sin precedentes, producto de este saqueo.
Con ello llegaba a su fin el Imperio Bizantino, que se desmembró en una serie de Estados, algunos latinos y otros griegos. De éstos, el llamado Imperio de Nicea conseguiría restaurar una sombra del Imperio Bizantino en 1261.
Los cruzados establecieron el llamado Imperio Latino, organizado feudalmente y con una autoridad muy débil sobre la mayoría de los territorios que supuestamente controlaba (y nula sobre los Estados griegos de Nicea, Trebisonda y Epiro).
La Cuarta Cruzada asestó un doble golpe a los Estados francos de Palestina. Por un lado, les privó de refuerzos militares. Por otro, al crear un polo de atracción en Constantinopla para los caballeros latinos, produjo la emigración de muchos que estaban en Tierra Santa hacia el Imperio Latino, abandonando los Estados francos.

Quinta Cruzada
La V Cruzada fue proclamada por Inocencio III en 1213 y partió en 1218 bajo los auspicios de Honorio III, uniéndose al rey cruzado Andrés II de Hungría, quien llevó hacia oriente el ejército más grande en toda la Historia de las Cruzadas. Como la IV Cruzada, tenía como objetivo conquistar Egipto. Tras el éxito inicial de la conquista de Damieta en la desembocadura del Nilo, que aseguraba la supervivencia de los Estados francos, a los cruzados les pudo la ambición e intentaron atacar El Cairo, fracasando y debiendo abandonar incluso lo que habían conquistado, en 1221.

Sexta Cruzada

La organización de la VI Cruzada fue un tanto audaz. El papa había ordenado al emperador Federico II Hohenstaufen que fuera a las cruzadas como penitencia. El emperador había asentido, pero había ido demorando la partida, lo que le valió la excomunión. Finalmente, Federico II (que tenía pretensiones propias sobre el trono de Jerusalén) partió en 1228 sin el permiso papal. Sorprendentemente, el emperador consiguió recuperar Jerusalén mediante un acuerdo diplomático. Se autoproclamó rey de Jerusalén en 1229 y también obtuvo Belén y Nazaret.

Septima Cruzada

En 1244 volvió a caer Jerusalén (esta vez de forma definitiva), lo que movió al devoto rey Luis IX de Francia (San Luis) a organizar una nueva cruzada, la Séptima. Como en la V, se dirigió contra Damieta, pero fue derrotado y hecho prisionero en Mansura (Egipto) con todo su ejército.


Octava Cruzada
Vuelto a Francia, el mismo rey emprendió la llamada VIII Cruzada (1269) contra Túnez, aunque en realidad era un peón en los intereses de su hermano Carlos de Anjou rey de Nápoles, que quería evitar la competencia de los mercaderes tunecinos. La peste acabó con el rey Luis y gran parte de su ejército en Túnez (1270).
Aunque algunos papas intentaron predicar nuevas cruzadas, ya no se organizaron más y, en 1291, tras la caída de San Juan de Acre, los cruzados evacuaron sus últimas posesiones en Tiro, Sidón y Beirut. A fin de cuentas, el único triunfo relevante de la Cristiandad durante los dos siglos de más de ocho cruzadas fue la toma de Jerusalén por Godofredo de Bouillon en la primera cruzada en el año 1099, la cual, a pesar de las innumerables matanzas de sarracenos, judíos (hombres, mujeres y niños), logró sostener la Ciudad Santa por muchos años, y encontró los objetivos marcados inicialmente por los defensores de la idea de reconquistar la tierra llamada santa para los cristianos de Europa.

s.wikipedia.org/wiki/Cruzadas
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor Silviamaria » Jue Oct 24, 2013 11:57 am

Buenas tardes: Con las aportaciones de los compañeros parece que ya se ha dicho casi todo sobre las Cruzadas, envío mi aportación, espero que no sea repetición. Saludos a todos.
http://www.historialuniversal.com/2010/ ... santa.html
LAS CRUZADAS
Las cruzadas fueron una serie de campañas militares durante la Edad Media europea contra los musulmanes del Medio Oriente que habían conquistado Jerusalem "Tierra Santa". En 1076, los musulmanes habían capturado Jerusalén - El más santo de los santos lugares para los cristianos. Jesús había nacido en la cercana Belén y había pasado la mayor parte de su vida en Jerusalén donde fue cruxificado. No había lugar más importante en la Tierra que Jerusalén para un verdadero cristiano razón por la cual los cristianos de Jerusalén la llamaron la "Ciudad de Dios".

El origen de la palabra Cruzados puede atribuirse a la cruz de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en estas empresa de reconquista de Tierra Santa (Jerusalem).

Sin embargo, Jerusalén fue también muy importante para los musulmanes ya que Mahoma, el fundador de la fe musulmana, porque ahí se encuentra la Mezquita de la Roca también llamada la Mezquita de Omar o la Cúpula de la Roca que es uno de los lugares más sagrados de la religión islámica, por ser considerado el lugar desde el cual Mahoma ascendió al cielo.

Por lo tanto los cristianos lucharon para recuperar la Tierra Santa (Jerusalem) mientras los musulmanes lucharon para mantener Jerusalén. Estas guerras iban a durar casi 200 años desde el año 1095 - 1291.

Las Cruzadas: Recuperación de Tierra Santa "Jerusalem"
Las Cruzadas fueron una serie de guerras libradas entre los siglos XI hasta el XIII entre los ejércitos reunidos por los reinos cristianos de Europa y la mayor parte los ejércitos musulmanes del Asia menor y Mediterráneo oriental. Estas cruzadas de reconquista de Tierra Santa fueron bendecidas y, a menudo invocadas por el papado romano y motivados por una sensación de que era eminentemente religioso desalojar de la tierra donde nació, predicó y murió Jesucristo a la ocupación musulmana, se denominan "guerras de religión" a las Cruzadas.
Sin embargo, en realidad las Cruzadas tenían motivos eminentemente políticos y económicos dentro del mundo feudal de la Edad Media europea y bizantina, y como un fin práctico, la defensa de los cristianos en Tierra Santa contra los musulmanes. También son considerados por muchos historiadores como la respuesta del Cristianismo al yihad Islámico del siglo VII.

Las Cruzadas originalmente tenía el objetivo de recuperar Jerusalén "Tierra Santa" de manos de los Musulmanes y se pusieron en marcha en respuesta a una llamada en busca de ayuda del Imperio Cristiano Bizantino contra la expansión de los musulmanes Selyúcidas turcos en Anatolia (Asia Menor). El término Cruzadas también se utiliza para describir las campañas contemporáneas y posteriores realizadas hasta el siglo XVI en territorios situados fuera de Oriente por lo general contra los paganos, herejes.

Las cruzadas tuvieron repercusiones políticas, económicas, sociales de gran alcance, algunas de los cuales han durado hasta tiempos contemporáneos. Debido a conflictos internos entre los reinos cristianos y sus poderes políticos, algunas de las expediciones de las Cruzadaa fueron desviadas de su objetivo original, tales como la Cuarta Cruzada, que resultó en el saqueo de la Constantinopla cristiana y la partición del Imperio bizantino entre Venecia y los cruzados. La Sexta Cruzada fue la primera cruzada que zarpó sin la bendición oficial del Papa. La séptima, octava y novena Cruzada resultaron en derrotas de los reinos cristianos frente a los mamelucas y berebere, la Novena Cruzada marcó el final de las cruzadas en el Oriente.

http://www.elhistoriador.com.ar/aula/me ... uzadas.php
¿Qué fueron Las Cruzadas?
Fueron expediciones militares que se proponían tomar Jerusalén y recuperar para la cristiandad los lugares sagrados que habían caído en manos de los turcos. Se las llamó así por la cruz que llevaban los guerreros bordada en sus pechos. Se realizaron en total ocho cruzadas entre 1095 y 1291. Las cruzadas también les sirvieron a los caballeros medievales para hacer grandes negocios y transformarse en poderosos mercaderes y banqueros.
¿Cómo fue la primera cruzada?
A fines del año 1000, muchos europeos pensaban que estaba por llegar el "día del juicio final". Temerosos de Dios, verdaderas multitudes de hombres, mujeres y niños respondieron al llamado del papa Urbano II, quien en noviembre de 1095 convocó a los cristianos a liberar Jerusalén. Pero esta primera cruzada, llamada popular, fracasó y la mayoría de sus integrantes fueron masacrados sin poder acercarse a la Tierra Santa.
En 1096 señores francos y normandos forman un poderoso ejército. Sus jefes son Godofredo de Bouillon, duque de Lorena; Roberto, de Flandes; Raimundo, de Tolosa, y Bohemundo, de Sicilia. A esta cruzada se la llamó "señorial". Cuando llegaron a Bizancio, el emperador Alejo Comneno les agradeció su presencia, pero por las dudas les hizo jurar que las tierras conquistadas a los turcos quedarían dentro de su imperio. La campaña fue un éxito y el 15 de julio del 1099 Godofredo conquistó la ciudad.
¿Qué hicieron los cruzados en Tierra Santa?
Implantaron el sistema político-social al que estaban habituados: el feudalismo. Los caballeros se distribuyeron los distintos dominios y crearon nuevos reinos feudales. El más famoso fue el "reino cristiano de Jerusalén". Los comerciantes italianos que habían contribuido con sus naves a la cruzada se vieron recompensados con grandes ventajas comerciales. Pronto el comercio y la ambición de los caballeros fueron reemplazando los fines religiosos iniciales por otros claramente económicos. El notable incremento del comercio alterará la economía mediterránea, a la que se le irán haciendo imprescindibles el azúcar de Siria, las especies, los perfumes y las sedas orientales.
¿Por qué hubo tantas cruzadas?
Porque las expediciones religioso-militares se habían transformado cada vez más en fuentes de poder y riquezas, y porque la ocupación de la zona por los cristianos, ahora vital para Europa, no era muy sólida. Estaban en minoría y rodeados por poderosos ejércitos turcos.
Una de las cruzadas más recordadas fue la tercera, llamada "cruzada de los reyes", de la que participaron el emperador germánico Federico Barbarroja; el rey francés Felipe Augusto y el rey ingles Ricardo Corazón de León. Fue un importante ejemplo de la unidad religiosa de la Europa de entonces (1189), pero no lograron consolidar el poder europeo en la zona.
¿Cómo influyeron los comerciantes italianos en las cruzadas?
Su influencia fue notable, a tal punto que lograron cambiar el objetivo de la cuarta cruzada de 1202. El Papa Inocencio III había llamado a liberar Egipto pero los venecianos convencieron a los cruzados de ocupar Constantinopla y reemplazar al emperador bizantino por un cruzado: Balduino de Flandes, que gobernó como Balduino I, inaugurando una dinastía de 60 años que favoreció los negocios de Venecia en toda esa región.
¿Qué pasó después?
Hubo más cruzadas. La quinta (1217) fue encabezada por Andrés II de Hungría y fue derrotada en Egipto. La sexta (1228) fue encabezada por el emperador germánico Federico II, quien logró acordar una tregua de diez años con los musulmanes pero el Papa no aceptó el acuerdo. Las séptima y octava cruzadas (1248-1270) fueron dirigidas por San Luis, rey de Francia, y terminaron con la derrota de las tropas cristianas y la muerte del propio rey santo.
¿Cuáles fueron las consecuencias de las cruzadas?
Reiniciaron el contacto cultural y comercial entre Oriente y Occidente. Esto colocó en una posición de mucho poder e influencia a las ciudades portuarias y comerciales de Italia, como Génova y Venecia. El poder de la nobleza feudal, fuertemente diezmada en las guerras contra los turcos y debilitada por el auge del comercio, decayó notablemente. La nueva situación fortaleció el poder de los mercaderes y los reyes.
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor tralalá » Jue Oct 24, 2013 1:36 pm

AMunozF escribió:
sorines escribió:DESPUES DE LEER LAS APORTACIONES DE LOS COMPANEROS, ME VEO INVITADA A BUSCAR MAS INFORMACION SOBRE LOS HECHOS, LAS MOTIVACIONES Y LOS RESULTADOS.


BUENO... DE TODOS MODOS CONTINUARE LEYENDO SOBRE LAS CRUZADAS PARA CONOCER MAS, PERO EN VERDAD ES ALGO QUE NO ME AGRADA NI LEER PARA NO IMAGINAR LOS GRITOS DE DOLOR DE TANTAS PERSONAS HERIDAS, MUERTAS O QUE PERDIERON DE FORMA VIOLENTA A SUS SERES QUERIDOS. CREO QUE JESUS, EL MAESTRO, EL QUE DEVUELVE LA VIDA, SANA LAS ENFERMEDADES Y DA LA BUENA NOTICIA DEL AMOR Y DEL PERDON NO HUBIERA PLANTADO UNA GUERRA: "Jesús dijo a Simón Pedro: «Envaina tu espada. ¿Acaso no beberé el cáliz que me ha dado el Padre?"


Estimada sorines:

En relación a su artículo y principalmente al penúltimo párrafo de su escrito, le sugiero acuda a la página http://www.conoze.com/ donde encontrará amplios artículos que avalan a S.S. PÍO XII.
Artículos por demás interesantes e ilustrativos que nos dan más información sobre los hechos allí narrados.

Que Dios la Bendiga

AMunozF

Mis sentimientos se parecen a los de Sor Inés. Por eso han de venirme bien los mismos artículos. Ya los ubiqué. Ahora debo salir pero, los leeré después.
Agradezco la sugerencia a Munoz, siempre tan atento en lo técnico y en todo lo que pueda ayudar.
DIOS lo bendiga. Tralalá
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor sorines » Jue Oct 24, 2013 9:51 pm

AMunozF escribió:
sorines escribió:DESPUES DE LEER LAS APORTACIONES DE LOS COMPANEROS, ME VEO INVITADA A BUSCAR MAS INFORMACION SOBRE LOS HECHOS, LAS MOTIVACIONES Y LOS RESULTADOS.


BUENO... DE TODOS MODOS CONTINUARE LEYENDO SOBRE LAS CRUZADAS PARA CONOCER MAS, PERO EN VERDAD ES ALGO QUE NO ME AGRADA NI LEER PARA NO IMAGINAR LOS GRITOS DE DOLOR DE TANTAS PERSONAS HERIDAS, MUERTAS O QUE PERDIERON DE FORMA VIOLENTA A SUS SERES QUERIDOS. CREO QUE JESUS, EL MAESTRO, EL QUE DEVUELVE LA VIDA, SANA LAS ENFERMEDADES Y DA LA BUENA NOTICIA DEL AMOR Y DEL PERDON NO HUBIERA PLANTADO UNA GUERRA: "Jesús dijo a Simón Pedro: «Envaina tu espada. ¿Acaso no beberé el cáliz que me ha dado el Padre?"


Estimada sorines:

En relación a su artículo y principalmente al penúltimo párrafo de su escrito, le sugiero acuda a la página http://www.conoze.com/ donde encontrará amplios artículos que avalan a S.S. PÍO XII.
Artículos por demás interesantes e ilustrativos que nos dan más información sobre los hechos allí narrados.

Que Dios la Bendiga

AMunozF


GRACIAS AMUNOZF. ME DA GUSTO LEER ESO. LA ACCION DE PIO XII HA SIDO TAN APARENTEMENTE "CONTROVERSIAL" Y QUIENES NO LEEN O BUSCAN INFORMACION SE QUEDAN CON LO NEGATIVO O SIMPLEMENTE CON LO APARENTE. CREO QUE EL HIZO VIDA LAS PALABRAS DE JESUS: "QUE NO SEPA TU IZQUIERDA LO QUE HACE TU DERECHA"
NADA TE TURBE, NADA TE ESPANTE. SOLO DIOS BASTA. QUIEN A DIOS TIENE NADA LE FALTA.
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor klaus23 » Vie Oct 25, 2013 9:55 am

PRIMERO AGRADEZCO A LOS COMPAÑEROS POR LA INFORMACIÓN QUE SUBIERON PORQUE TENÍA UNA IDEA HISTÓRICA Y RELIGIOSA MUY EQUIVOCADA DE LAS CRUZADAS.
LUEGO, CUANDO INVESTIGUÉ AL RESPECTO, ME DÍ CUENTA QUE MUCHAS PERSONAS UTILIZAN ESTE TEMA PARA ATACAR A LA IGLESIA CATÓLICA, ME DOLIÓ MUCHO VER CÓMO MUCHOS LA CATALOGAN COMO ASESINA POR ESOS ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS.
EN MI HUMILDE OPINIÓN, EL OBJETIVO PRINCIPAL Y ORIGINAL DE LAS CRUZADAS, QUE ERA EL DE DEFENDERSE DE LAS CONQUISTAS MUSULMANAS, DE RECUPERAR LUGARES SAGRADOS PARA EL CRISTIANISMO Y DE LIBERAR Y PROTEGER A LOS CRISTIANOS DEL ORIENTE, ERA BUENO Y HASTA CIERTO PUNTO JUSTIFICADO, CONFORME AL CONTEXTO HISTÓRICO DE ESA ÉPOCA; SIN EMBARGO, COMO EN TODO MOVIMIENTO SOCIAL EN QUE LAS MISMAS PERSONAS EMPIEZAN A INTRODUCIR INTERESES POLÍTICOS, MATERIALES E INCLUSO CULTURALES, ES LÓGICO QUE PARTE DE ESE MOVIMIENTO QUE HAYA INICIADO CON UN BUEN PROPÓSITO SE HUBIERA CORROMPIDO EN ALGÚN MOMENTO. LO IMPORTANTE ES TENER SIEMPRE PRESENTE EL FIN PRINCIPAL Y LAS COSTUMBRES DE AQUÉLLA ÉPOCA PARA APRECIARLO OBJETIVAMENTE.
ENCONTRÉ UN ARTÍCULO QUE HABLA DE LOS MITOS DE LAS CRUZADAS QUE ESCRIBE UN CATEDRÁTICO E HISTORIADOR DE LA UNIVERSIDAD DE SAN LUIS (E.U.A.) Y ME PARECIÓ MUY INTERESANTE (A PROPÓSITO DE LOS ATAQUES QUE HA SUFRIDO LA IGLESIA CATÓLICA POR ESTE TEMA), ENSEGUIDA LOS TRANSCRIBO:

Mito 1: Las Cruzadas fueron guerras de agresión no provocadas en contra de los pacíficos musulmanes.
Esto no puede ser más incorrecto. Desde la época de Mahoma, los musulmanes siempre han buscado la conquista del mundo cristiano. Ellos han realizado un buen trabajo en esto. Después de unos pocos siglos de conquistas constantes, los ejércitos musulmanes tomaron todo el norte de África, el Medio Oriente, Asia Menor y la mayor parte de España. En otras palabras, a fines del siglo XVII, las fuerzas del Islam habían capturado dos tercios del mundo Cristiano: Palestina, la tierra de Jesucristo; Egipto, el lugar del nacimiento de la vida monástica cristiana; Asia Menor, donde san Pablo plantó las semillas de las primeras comunidades cristianas. Estas áreas geográficas no representaban la periferia del cristianismo sino su núcleo. Y los imperios musulmanes no habían terminado, continuaron presionando hacia el oeste, hacia Constantinopla, la entrada hacia Europa. En cuanto a la agresión no provocada, es evidente que fue llevada a cabo por los musulmanes. EN ALGÚN PUNTO EL CRISTIANISMO SE DEBÍA DEFENDER O SUCUMBIR A LAS CONQUISTAS MUSULMANAS. La primera cruzada fue convocada por el Papa Urbano II en 1095 como respuesta a una urgente llamada de auxilio del Imperio Bizantino en Constantinopla. Urbano llamó a los caballeros de la cristiandad para ayudar a los hermanos de oriente. FUE UNA MISIÓN DE MISERICORDIA EL LIBERAR A LOS CRISTIANOS DEL ORIENTE DE LOS CONQUISTADORES MUSULMANES. EN OTRAS PALABRAS, LAS CRUZADAS FUERON DESDE EL PRINCIPIO UNA GUERRA DEFENSIVA. La historia completa de las Cruzadas de oriente trata sobre la respuesta a la agresión musulmana.

Mito 2: Aunque los cruzados vistieron cruces, realmente estaban interesados en el botín y las tierras. Su aspecto piadoso sirvió para cubrir su rapaz avaricia.
Los historiadores solían creer que se había desatado una crisis debido a que mucho nobles habían tenido un segundo hijo, estos individuos fueron entrenados en las artes caballerescas pero no había tierras que heredarles. Las Cruzadas, por consiguiente, fueron vistas como una válvula de escape, mandando a esos beligerantes hombres lejos de Europa en donde ellos pudieran conseguir tierras para sí mismos a expensas de otros. Los estudiosos contemporáneos, asistidos con el advenimiento de las bases de datos informáticas, han desmentido este mito. AHORA SABEMOS QUE FUERON LOS PRIMOGÉNITOS EN EUROPA LOS QUE ATENDIERON EL LLAMADO DEL PAPA EN 1095, ASÍ COMO EN LOS SUBSIGUIENTES LLAMADOS. Las Cruzadas fueron una empresa enormemente costosa. LOS NOBLES SE VIERON EN LA NECESIDAD DE VENDER O HIPOTECAR SUS TIERRAS PARA HACERSE DE FONDOS. Tampoco estaban interesados en reinos extranjeros. Así como un soldado en el presente, EL CRUZADO MEDIEVAL ESTABA ORGULLOSO DE REALIZAR SU DEBER, pero añoraba regresar a casa. Después de los espectaculares éxitos de la primer Cruzada, con Jerusalén y la mayor parte de Palestina en manos de los cruzados, virtualmente todos ellos regresaron a casa. Únicamente un pequeño grupo permaneció para consolidar y gobernar los recientes territorios ganados. El botín también fue escaso. De hecho, aunque los cruzados soñaban en las vastas y ricas ciudades orientales, ninguno pudo siquiera recuperar sus gastos. Pero las tierras ni el dinero fueron las razones por las cuales participaron en las Cruzadas. ELLOS LO HICIERON PARA EXPIAR SUS PECADOS Y ASÍ MERECER LA SALVACIÓN POR HABER HECHO BUENAS OBRAS EN TIERRAS REMOTAS.

Mito 3: Cuando los cruzados capturaron Jesuralén, en 1099, masacraron a cada hombre, mujer y niño de la ciudad, y las calles estaban inundadas de sangre que llegaba a la altura de los tobillos.
Es cierto que mucha gente murió en Jerusalén después de que los cruzados capturaron la ciudad. PERO ESTO DEBE SER ENTENDIDO EN EL CONTEXTO HISTÓRICO. La norma moral aceptada en todas las civilizaciones pre-modernas europeas y asiáticas era que una ciudad que resistía y era capturada por la fuerza, pertenecía a las huestes victoriosas. Esto incluía no sólo los edificios y los bienes, sino la población también. Esta es la explicación por la que cada ciudad o fortaleza tenía que sopesar si debía o no resistir a los que los asediaban. Si no lo hacía, podría negociar los términos de la rendición. En el caso de Jerusalén, los defensores resistieron hasta el final. Éstos calcularon que las formidables murallas de la ciudad mantendrían acorralados a los cruzados, hasta que una fuerza que llegaría de Egipto los relevara. Se equivocaron, y cuando la ciudad cayó, se llevaron el premio. Muchos murieron, otros pagaron por su libertad o se les dejó ir. PARA LAS NORMAS ACTUALES, ESTO PUEDE PARECER BRUTAL. AÚN ASÍ, UN CABALLERO MEDIEVAL SI PUDIERA, SEÑALARÍA QUE MUEREN MÁS HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS INOCENTES EN UN BOMBARDEO MODERNO DURANTE UNA GUERRA, QUE LOS QUE MORIRÍAN POR LA ESPADA DURANTE EL ASEDIO A UNA CIUDAD DURANTE UNO O DOS DÍAS. Cabe señalar que en las ciudades en que la gente se rindió a los cruzados, no fueron molestados, retuvieron sus propiedades y se les permitió practicar su culto. EN CUANTO A LOS RÍOS DE SANGRE, NINGÚN HISTORIADOR LO ACEPTA MÁS QUE COMO UNA FIGURA LITERARIA. Jerusalén es una ciudad grande, pero la cantidad de sangre necesaria para llenar las calles con un riachuelo continuo de siete centímetros de profundidad, requeriría más gente de la que vivía, no en la ciudad, en la región.

Mito 4: Las Cruzadas sólo fueron colonialismo medieval disfrazado con adornos religiosos.
Es importante recordar que en la Edad Media, Occidente no era una poderosa cultura dominante arriesgándose en una región atrasada y primitiva. EL ORIENTE MUSULMÁN ERA EL PODEROSO, OPULENTO Y CON ABUNDANCIA. EUROPA ERA EL TERCER MUNDO. Los estados de las Cruzadas, fundados en el principio de la primera Cruzada, no eran nuevos asentamientos de católicos en el mundo musulmán. La presencia católica en los Estados Cruzados fué siempre escasa, fácilmente menos del diez por ciento de la población. Estos eran los gobernantes y magistrados, así como los mercaderes italianos y miembros de las órdenes militares. Era musulmana la aplastante mayoría de la población en los Estados Cruzados. Eran puestos de avanzada. EL FIN PRINCIPAL DE LOS ESTADOS CRUZADOS ERA DEFENDER LOS LUGARES SANTOS EN PALESTINA, ESPECIALMENTE JERUSALÉN, Y EL DE PROVEER UN AMBIENTE SEGURO A LOS PEREGRINOS CRISTIANOS QUE VISITABAN ESOS LUGARES. Ningún país mantenía relaciones económicas con los Estados Cruzados, ni los europeos se beneficiaron de éstos. Todo lo contrario, EL COSTO DE MANTENER LAS CRUZADAS PARA SOSTENER EL ORIENTE LATINO, REPRESENTÓ UN GRAVE GASTO DE RECURSOS EUROPEOS. Como puestos de avanzada, los Estados Cruzados mantenían un enfoque militar. Mientras los musulmanes pelearon entre ellos, los Estados Cruzados estuvieron a salvo, pero una vez unidos, estuvieron en posibilidad de desmantelar las fortalezas, capturar las ciudades, y en 1929, expulsaron a los cristianos en su totalidad.

Mito 5: Los Cruzados también combatieron en contra de los judíos.
NINGÚN PAPA JAMÁS LLAMÓ A UNA CRUZADA EN CONTRA DE LOS JUDÍOS. Durante la primera Cruzada, una banda de pendencieros, no asociada con el ejército principal, se dirigió al centro de la Renania y robaron y asesinaron a los judíos que encontraron ahí. En parte fue debido a su codicia, y en parte también se deriva de la creencia errónea de que los judíos, siendo los que crucificaron a Jesús, eran legítimos objetivos de guerra. EL PAPA URBANO II Y LOS QUE LE SIGUIERON CONDENARON ENÉRGICAMENTE ESTOS ATAQUES EN CONTRA DE LOS JUDÍOS. Los obispos locales y otros religiosos, junto con algunos laicos trataron de defenderlos, pero con éxito parcial. En forma similar, durante el comienzo de la segunda Cruzada, un grupo de renegados mató a muchos judíos en Alemania antes que san Bernardo fuera capaz de interceptarlos y detenerlos. Estos fallos del movimiento fueron un desafortunado resultado del “entusiasmo” de las Cruzadas. Pero los judíos no estaban en el propósito de la Cruzada..
Mito 6: Los Cruzados eran tan corruptos y viles que incluso tenían una Cruzada de niños.
La llamada “Cruzada de los niños” de 1212, no fue ni cruzada, ni ejército de niños. En Alemania hubo una particular muestra de entusiasmo religioso, que llevó a algunos jóvenes, en su mayoría adolescentes, proclamarse ellos mismos cruzados y comenzar una marcha hacia las costas. En el camino se ganaron mucho apoyo popular y no pocos forajidos, ladrones y pordioseros también. El movimiento se fragmentó en Italia y finalmente acabó, cuando, llegados al Mediterráneo, se les hizo imposible cruzarlo. EL PAPA INOCENCIO III NO CONVOCÓ ESTA CRUZADA. En efecto, EL PAPA REPETIDAMENTE INSTÓ A LOS NO COMBATIENTES A PERMANECER EN CASA, AYUDANDO A LA CONTIENDA POR MEDIO DEL AYUNO, ORACIONES Y LIMOSNAS. En este caso, elogió el entusiasmo de los jóvenes que marcharon tan lejos, pero les pidió que regresaran a sus casas.

Mito 7: El papa Juan Pablo II defendió a las Cruzadas.
Este en un mito extraño, en vista de que el papa fue muy criticado por no disculparse directamente por las Cruzadas, CUANDO SE DISCULPÓ POR TODOS AQUELLOS CRISTIANOS QUE HAN HECHO DAÑO INJUSTAMENTE. Juan Pablo II se disculpó con los Griegos por el saqueo llevado a cabo en la cuarta Cruzada en Constantinopla, en 1204. Pero el papa Inocencio III, en su tiempo, expresó su aflicción por este acontecimiento.

Mito 8: Los musulmanes, que recuerdan vívidamente las Cruzadas, tienen una buena razón para detestar al Occidente.
Realmente el mundo musulmán recuerda tan bien a las Cruzadas como el Occidente. ESTO ES, INCORRECTAMENTE. Esto no debe sorprender. Los musulmanes tienen como fuente de información acerca de las Cruzadas, las mismas historias equivocadas que las que usa el Occidente. Los musulmanes suelen celebrar las Cruzadas como una gran victoria para ellos, después de todo, ganaron. Pero los autores occidentales, ocupados por el legado del imperialismo moderno, han contaminado el sentido de las Cruzadas, promoviéndolas como guerras de agresión y pintando a los musulmanes como plácidas víctimas.
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor consuelo castillo » Vie Oct 25, 2013 10:02 am

Respecto al tema de la contemplación, quiero compartir un poco de mi sencilla experiencia cuando rezo el Santo Rosario, interiorizándolo, deleitándome con los pasajes del evangelio que se contemplan. Y ahora con esta oportunidad que estamos teniendo en el recorrido por tierra santa, ha sido llegar hasta allí, sentarme con los apóstoles ( por ejemplo en la transfiguración) sentir un poco el ambiente del monte donde sucedió el acontecimiento, ver con los ojos de la fe a Moisés, Elias y al Señor conversando, tratando de oír qué dicen y sobre todo sentir un poco la alegría, la paz, el gozo del apóstol que me lleven a decir con él: "Qué bien se está aquí", respirando profundo, llenándome de esa presencia, que quisiera prolongar por largo tiempo. Cada vez procuro añadir un detalle más, el brillo de sus rostros, sus vestiduras, la perplejidad de los apóstoles............ etc. Es una experiencia maravillosa, que se puede vivir en cada misterio.
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor consuelo castillo » Vie Oct 25, 2013 10:16 am

Agradezco a Hini y a todos los compañeros de peregrinación por tan valiosa información que nos comparten.
Si alguien tiene información acerca de un movimiento que teníamos en nuestra Iglesia que precisamente se llamaba "las cruzadas" y que personalmente no sé qué pasó, si está vigente o no, agradezco si me facilitan información.
Bendiciones. Consuelo Castillo
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor tralalá » Vie Oct 25, 2013 10:25 am

klaus23 escribió:PRIMERO AGRADEZCO A LOS COMPAÑEROS POR LA INFORMACIÓN QUE SUBIERON PORQUE TENÍA UNA IDEA HISTÓRICA Y RELIGIOSA MUY EQUIVOCADA DE LAS CRUZADAS.

¿Quién sabe cuál es la verdad histórica o el modo correcto de interpretar el pasado?
Todo lo pasado fue Anterior. Es decir en otro contexto diferente del actual.
Cada historiador lo ve desde su propia perspectiva.
No debemos juzgar las intenciones: ¿por qué hicieron tal cosa tales o cuales? ¿Qué motivación tuvieron?
Dicen que, las cruzadas no fueron por un tema meramente material.
También dicen que, en su momento, no fueron consideradas querras santas.

En la mañana no pude conectarme por problemas de internet y ahora me tengo que ir.
DIOS los bendiga. Tralalá
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
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Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Vie Oct 25, 2013 12:03 pm

consuelo castillo escribió:Agradezco a Hini y a todos los compañeros de peregrinación por tan valiosa información que nos comparten.
Si alguien tiene información acerca de un movimiento que teníamos en nuestra Iglesia que precisamente se llamaba "las cruzadas" y que personalmente no sé qué pasó, si está vigente o no, agradezco si me facilitan información.
Bendiciones. Consuelo Castillo


Buenos días ojala te sirva y recuerdes este movimiento que se llamaba: La Cruzada Eucarística, en la que participamos de niños entre 7 y 12 años en el Templo de San Rafael Arcángel y San Benito Abad, dirigida por monjes benedictinos, y estaba dirigida por el R.P. Moisés, OSB.

Debíamos haber recibido la Primer a Comunión, a ella asistíamos mis hermanos, primos y algunos de los alumnos del Colegio Santo Niño de Praga, que los Benedictinos nos dirigían espiritualmente y nos evaluaban después de ser catequizados y preparados para la Primer Comunión.

Asistíamos los sábados por la tarde a reuniones con temas eucarísticos y el domingo a la Santa Misa, de las 9 de la mañana, que al finalizar había bendición con el Santísimo Sacramento y procesión dentro del Templo acompañándolo, entonando cantos alusivos a Jesús.

Portábamos un escapulario en forma de corazón, rojo, colgado al cuello y en el centro en dorado un cáliz con la hostia.
El objetivo era acercarnos más a Jesús Eucaristía, respetarnos, unirnos y participar en la Eucaristía.

No sé por cuánto tiempo pero nosotros asistimos desde su inicio hasta que finalizo, al cambio del Sacerdote, cuando lo enviaron a la Parroquia de San Juan de Dios.

No te podría decir si en otros templos llevaban este movimiento, o solamente fue de los Monjes Benedictinos, y debe de haber sido un año especial tal vez, como este Año de la Fe.

Así también debe de haber estado el Papa Pío XII, cuando este hermoso movimiento de la Cruzada Eucarística.

Te prometo sacarle una fotografía a mi escapulario y colocarlo en mi Facebook

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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Vie Oct 25, 2013 12:48 pm

Los Santos en las Cruzadas

Las Cruzadas fueron una serie de campañas militares comúnmente sostenidas por motivos religiosos llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, con el objetivo específico de restablecer el control cristiano de Tierra Santa, se libraron durante un período de casi 200 años, entre 1095 y 1921. Las Cruzadas fueron sostenidas principalmente contra los musulmanes. Expediciones emprendidas en cumplimiento de un solemne voto para liberar los Lugares Santos de la dominación musulmana. El origen de la palabra se remonta a la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en esas iniciativas.

Insignia en la ropa de los cruzados.-Imagen

En las Cruzadas, hubo participación de algunos santos.

San Jorge, mártir.-
Imagen
En la edad Media fue protector de los caballeros en general, de los cruzados en particular y de los reyes de Inglaterra.

Símbolo del ideal de los cristianos que lo dan todo por la fe.


San Bernardo de Claraval .- Imagen.-Abad y reformador monástico francés.

San Bernardo de Clairvaux ó Claraval, intervino en las Cruzadas por encargo del Papa Eugenio III. Le encargaron la orden de los Templarios donde el Concilio de Troyes. El monje caballeros, según esta Regla, no solo defiende los Santos Lugares, sino que combate el mal en todas sus formas empleando las armas del Evangelio: la pobreza, la castidad y la obediencia.

Se opuso en a la persecución de los judíos en Europa y Palestina. Decía: los judíos no deben ser perseguidos ni siquiera ser expulsados no por ello debemos de responder a la violencia con violencia.

No dudó de la legitimidad de usar la fuerza en apoyo de la Iglesia, incitando a franceses y alemanes a la Segunda Cruzada (1146), o haciendo reconocer a la Orden del Temple como realización del ideal del fraile-soldado (1128). Su teología, en cambio, insistía sobre la Virgen y sobre la humanidad de Cristo con una ternura que le valió el sobrenombre de doctor melifluus.

En la II Cruzada, de 1147-1149, predicada por San Bernardo de Clairvaux después de la toma de Edesa por los turcos, y dirigida por Luis VII de Francia y el emperador Conrado III, terminó con el fracasado asalto a Damasco en 1148.

San Luis Rey de Francia.-
Imagen

La página menos gloriosa en la vida de San Luis fue la de las Cruzadas. No emprendió las Cruzadas con fines lucrativos únicamente para los cristianos el libre acceso a Tierra Santa.

A la muerte de San Luis, con el espíritu combativo de las Cruzadas que habían regulado las relaciones entre los cristianos y los musulmanes, dejo de correr sangre, para que el espíritu de dialogo abriera horizontes nuevos en beneficio de todos.

No olvidó unir los mejores materiales a las espirituales.

San Francisco de Asís.-
Imagen
El deseo de San Francisco residía en la evangelización de los infieles, en particular de los sarracenos, como se les llamaba entonces a los musulmanes, pero no a través de la espada sino con la palabra, aun alcanzando el extremo del martirio.

Anunciar el Evangelio con la vida.
“No miréis a la vida de fuera porque la del espíritu es mejor”

San Juan de Capistrano, predicador.-
Imagen
San Juan de Capistrano (1386-1456) nació en Capistrano, en Abrucio, Italia.

Alentó a los cristianos a participar en la Cruzada y trató de lograr la unión de los príncipes cristianos europeos frente a la invasión de los turcos mahometanos hacia Belgrado.

Los turcos avanzaban amenazantes hacia el centro de Europa; para responder a este avance los cristianos organizaron una cruzada, bajo la dirección de un capital, un cardenal y San Juan de Capistrano. Dieron batalla y derrotaron a los musulmanes.

Apóstol de Italia y de toda Europa. Defensor de la fe.

Fuentes: Vidas Santas y Ejemplares. Hoy celebramos la memoria de este santo.Las Cruzadas
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor jaime a. mejía rosales » Vie Oct 25, 2013 4:23 pm

Estimados en Cristo: les comparto mi respuesta al tema de esta semana. Que Dios les bendiga!!! ;)

¿Qué fueron las cruzadas?

Fueron expediciones militares que se proponían tomar Jerusalén y recuperar para la cristiandad los lugares sagrados que habían caído en manos de los turcos. Se las llamó así por la cruz que llevaban los guerreros bordada en sus pechos. Se realizaron en total ocho cruzadas entre 1095 y 1291. Las cruzadas también les sirvieron a los caballeros medievales para hacer grandes negocios y transformarse en poderosos mercaderes y banqueros.

¿Cómo fue la primera cruzada?
A fines del año 1000, muchos europeos pensaban que estaba por llegar el "día del juicio final". Temerosos de Dios, verdaderas multitudes de hombres, mujeres y niños respondieron al llamado del papa Urbano II, quien en noviembre de 1095 convocó a los cristianos a liberar Jerusalén. Pero esta primera cruzada, llamada popular, fracasó y la mayoría de sus integrantes fueron masacrados sin poder acercarse a la Tierra Santa.

En 1096 señores francos y normandos forman un poderoso ejército. Sus jefes son Godofredo de Bouillon, duque de Lorena; Roberto, de Flandes; Raimundo, de Tolosa, y Bohemundo, de Sicilia. A esta cruzada se la llamó "señorial". Cuando llegaron a Bizancio, el emperador Alejo Comneno les agradeció su presencia, pero por las dudas les hizo jurar que las tierras conquistadas a los turcos quedarían dentro de su imperio. La campaña fue un éxito y el 15 de julio del 1099 Godofredo conquistó la ciudad.

¿Qué hicieron los cruzados en Tierra Santa?
Implantaron el sistema político-social al que estaban habituados: el feudalismo. Los caballeros se distribuyeron los distintos dominios y crearon nuevos reinos feudales. El más famoso fue el "reino cristiano de Jerusalén". Los comerciantes italianos que habían contribuido con sus naves a la cruzada se vieron recompensados con grandes ventajas comerciales. Pronto el comercio y la ambición de los caballeros fueron reemplazando los fines religiosos iniciales por otros claramente económicos. El notable incremento del comercio alterará la economía mediterránea, a la que se le irán haciendo imprescindibles el azúcar de Siria, las especies, los perfumes y las sedas orientales.

¿Por qué hubo tantas cruzadas?
Porque las expediciones religioso-militares se habían transformado cada vez más en fuentes de poder y riquezas, y porque la ocupación de la zona por los cristianos, ahora vital para Europa, no era muy sólida. Estaban en minoría y rodeados por poderosos ejércitos turcos.

Una de las cruzadas más recordadas fue la tercera, llamada "cruzada de los reyes", de la que participaron el emperador germánico Federico Barbarroja; el rey francés Felipe Augusto y el rey ingles Ricardo Corazón de León. Fue un importante ejemplo de la unidad religiosa de la Europa de entonces (1189), pero no lograron consolidar el poder europeo en la zona.

¿Cómo influyeron los comerciantes italianos en las cruzadas?
Su influencia fue notable, a tal punto que lograron cambiar el objetivo de la cuarta cruzada de 1202. El Papa Inocencio III había llamado a liberar Egipto pero los venecianos convencieron a los cruzados de ocupar Constantinopla y reemplazar al emperador bizantino por un cruzado: Balduino de Flandes, que gobernó como Balduino I, inaugurando una dinastía de 60 años que favoreció los negocios de Venecia en toda esa región.

¿Qué pasó después?
Hubo más cruzadas. La quinta (1217) fue encabezada por Andrés II de Hungría y fue derrotada en Egipto. La sexta (1228) fue encabezada por el emperador germánico Federico II, quien logró acordar una tregua de diez años con los musulmanes pero el Papa no aceptó el acuerdo. Las séptima y octava cruzadas (1248-1270) fueron dirigidas por San Luis, rey de Francia, y terminaron con la derrota de las tropas cristianas y la muerte del propio rey santo.

¿Cuáles fueron las consecuencias de las cruzadas?
Reiniciaron el contacto cultural y comercial entre Oriente y Occidente. Esto colocó en una posición de mucho poder e influencia a las ciudades portuarias y comerciales de Italia, como Génova y Venecia. El poder de la nobleza feudal, fuertemente diezmada en las guerras contra los turcos y debilitada por el auge del comercio, decayó notablemente. La nueva situación fortaleció el poder de los mercaderes y los reyes.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor sandrahernandez » Vie Oct 25, 2013 11:32 pm

Estimados amigos peregrinos, ya se ha dicho de todo en el tema de las Cruzadas, por tal razon me centre en la NOvena Cruzada.

Que sucedió en la Novena Cruzada

La Novena Cruzada generalmente se considera la última gran Cruzada Medieval emprendida. Tuvo lugar en 1271–1272. Luego del fracaso de Luis IX de Francia para capturar la ciudad de Túnez en la Octava Cruzada, lo que llevó el Príncipe Eduardo de Inglaterra para navegar hacia Acre en lo que se conoce como la novena cruzada. La Novena Cruzada fracasó en gran parte porque el espíritu de las cruzadas estaba ya casi extinto y por el creciente poder del sultan Baibars y de los Mamelucos en Egipto. También anunciaba el inminente colapso de los ultimos reinos o baluartes cruzados a lo largo de la costa mediterránea.

Antecedentes de la Novena Cruzada

En 1268, el sultan mameluco de Egipto, Baibars, capturo la ciudad deAntioquía, Destruyendo así el último vestigio del Principado de Antioquía, amenazando de esa forma al pequeño Condado de Trípoli. Luis IX de Francia, que ya había organizó un gran ejército cruzado con la intención de atacar a Egipto en el contexto de la Octava Cruzada, pero se desvio a la vez hacia Túnez, donde él murio en 1270. El Príncipe Eduardo de Inglaterra llegó a Túnez demasiado tarde para contribuir a que el resto de la cruzada triunfe en Túnez. En cambio, continuó su camino hacia Tierra Santa para ayudar a Bohemundo VI, Príncipe de Antioquía y el conde de Trípoli, frente a la amenaza de los mamelucos en Trípoli y el resto de la Reino de Jerusalén.


Novena Cruzada emprendida por el Principe Eduardo de Inglaterra

La novena cruzada emprendida por el futuro Eduardo I de Inglaterra comenzo comenzo con las noticias de que el Sultan Mameluco de Egipto, Baybars, había reducido el Reino de Jerusalén, el más importante estado cruzado a una pequeña franja de tierra entre Sidon y Acre. En el año 1271 y principios de 1272 Eduardo logró luchar contra Baybars , después de firmar alianzas con algunos de sus oponentes, como los mongoles. En 1272 , Eduardo entablo contacto para garantizar una tregua, pero Baybars trató de asesinarlo. Entonces Eduardo comenzaría los preparativos para atacar a Jerusalén, pero cuando estaba listo para el asedio a Jerusale llegó la noticia de la muerte de su padre, Enrique III de inglaterra. Eduardo , como heredero al trono, decidió regresar a Inglaterra y firmó un tratado de paz con Baybars , lo que permitió su regreso y así concluiria la Novena Cruzada y ultima de las cruzadas de las Edad Media .

Conclusiones o Consecuencias de la Novena Cruzada

La expedición formada por parte del Príncipe Eduardo de Inglaterra estuvo con falta de recursos y tropas. Sin embargo consiguio una tregua de diez años de paz y de casi veinte años de supervivencia de los reino cristianos en Oriente. Pero luego de concluidas las treguas traerían a bajo a los estados cruzados , y en 1291 los Mamelucos eventualmente conquistarían todos los territorios cristianos en Siria.

El período de las Cruzadas a Jerusalem "Tierra Santa" terminaría, después de 208 años desde que El papa Urbano II predico la primera cruzada de estas guerras santas .

Fuente: WWW. Historiauniversal.com
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Re: Taller tema 8: Las Cruzadas

Notapor BlancaElena » Sab Oct 26, 2013 5:14 pm

Las cruzadas, entre el mérito y el mea culpa

Las cruzadas



Imagen

Como es bien conocido, el asunto de las Cruzadas es controvertido y una cierta publicidad ha utilizado siempre las Cruzadas para criticar ásperamente a la Iglesia católica. Una postura que se ha hecho común y que no ha tenido nunca en cuenta los resultados de las investigaciones históricas.

Aunque los medios de comunicación presionan para que los católicos, ante el Jubileo, carguen con todas las culpas, nuevos descubrimientos históricos demuestran que el asunto de las Cruzadas fue mucho más complejo de lo que se cree. El jesuita Carmelo Capizzi, profesor de Historia Medieval en la Pontificia Universidad Gregoriana, ha escrito un artículo en el último número de «Civiltà Cattolica» en el que sostiene que: «Muy lejos de haber sido inútiles o nefastas, las Cruzadas contribuyeron a crear situaciones históricas positivas, que desembocaron en procesos internacionales todavía abiertos y de vital importancia».

El artículo critica valoraciones «demasiado superficiales sobre el evento histórico» e invita a los estudiosos a acercarse a él libres de condicionamientos ideológicos. El padre Capizzi invita a «rescatar» a las Cruzadas de la que él considera historiografía de signo laicista y por tanto fuertemente condicionada. Hubo errores, admite el padre Capizzi, pero estos no justifican la condena de las Cruzadas que, en su opinión, se deben considerar como un factor de progreso social y cultural. «Se equivocan --concluye-- quienes atribuyen a la Cruzada finalidades que ésta no se propuso jamás como, por ejemplo, la propagación de la fe a mano armada».

El artículo de «Civiltà Cattolica» es compartido por el escritor católico Vittorio Messori, que ha declarado al «Corriere della Sera» que «se olvida que en Jerusalén, cuando llegaron los musulmanes, destruyeron todas las iglesias de la cristiandad, lo mismo que hicieron en el Norte de Africa, en Turquía y en la parte de España que ocuparon durante ochocientos años».

Para el historiador Franco Cardini, los equívocos sobre este problema nacen de una visión reductiva de la historia: «Se separa el hecho militar (la Cruzada) de un contexto profundamente denso y positivo». Para valorar mejor la situación, añade Cardini, «haría falta reinsertarla en su contexto histórico con lo que muchas polémicas no tendrían razón de ser». «Por otra parte --explica el historiador medievalista-- la palabra Cruzada es una expresión moderna que se usa sistemáticamente sólo desde el siglo XVIII. Hasta entonces había términos que definían al "cruzado" pero no existía la palabra abstracta. Esto significa que, hablando de Cruzadas desde el 1700 a hoy, se ha hecho toda una serie de generalizaciones engañosas».

Monseñor Rino Fisichella, obispo auxiliar de Roma y vicepresidente de la Comisión teológico-histórica del Jubileo, ha explicado a Radio Vaticana que «el tema de las Cruzadas es complejo. No estoy de acuerdo con quienes sólo hacen de las cruzadas una lectura religiosa o una guerra santa. No olvidemos que se trata de un fenómeno que abarca cerca de 200 años de historia y no se puede reducir todo a una sola lectura religiosa. El juicio sobre las Cruzadas debe ser complejo y global, de otro modo existe el riesgo de hacer una transposición de las concepciones y las conquistas que el pensamiento ha hecho hoy y llevarlas al pasado. Ante el Jubileo, es justo que tratemos de evaluar cuáles han sido, en los hechos de nuestra historia, los aspectos positivos que han llevado progreso, que han hecho madurar la conciencia y el comportamiento de algunos cristianos y los que han sido limitadores, que no han permitido dar una visión plena y profunda de la santidad de la Iglesia».

«Las Cruzadas --afirma monseñor Fisichella-- han sido presentadas en el pasado como un enfrentamiento entre Oriente y Occidente, para decir ver quién tenía razón y quién estaba equivocado, entre quién era más fuerte y quién era más débil. Pero hoy, a la luz de la historia, de otras conquistas de la humanidad, y de la mayor conciencia que la Iglesia tiene de su historia, creo que es mejor hablar de complementariedad. No es ya un enfrentamiento entre Oriente y Occidente sino la conciencia de que los dos mundos, las dos culturas, las dos realidades tienen que conocerse e integrarse mutuamente».


http://www.apologeticacatolica.org/Leye ... enda34.htm
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