Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Foro para leer en grupo, comentar y entender mejor la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, del Papa Francisco (26-noviembre-2013)

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Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mar Dic 10, 2013 5:47 pm

Continuamos con la Exhortación Apostólica de S. S. el Papa Francisco

Sugiero que al leerlo, elijamos cada uno una sola frase o un párrafo únicamente, del segundo capítulo y la comentemos.

Es importante leer los comentarios de los demás para así cubrir todo el contenido del documento de manera más amena.


50. Antes de hablar acerca de algunas cuestiones fundamentales relacionadas con la acción evangelizadora, conviene recordar brevemente cuál es el contexto en el cual nos toca vivir y actuar. Hoy suele hablarse de un «exceso de diagnóstico» que no siempre está acompañado de propuestas superadoras y realmente aplicables. Por otra parte, tampoco nos serviría una mirada puramente sociológica, que podría tener pretensiones de abarcar toda la realidad con su metodología de una manera supuestamente neutra y aséptica. Lo que quiero ofrecer va más bien en la línea de un discernimiento evangélico. Es la mirada del discípulo misionero, que se «alimenta a la luz y con la fuerza del Espíritu Santo».[53]

51. No es función del Papa ofrecer un análisis detallado y completo sobre la realidad contemporánea, pero aliento a todas las comunidades a una «siempre vigilante capacidad de estudiar los signos de los tiempos».[54] Se trata de una responsabilidad grave, ya que algunas realidades del presente, si no son bien resueltas, pueden desencadenar procesos de deshumanización difíciles de revertir más adelante. Es preciso esclarecer aquello que pueda ser un fruto del Reino y también aquello que atenta contra el proyecto de Dios. Esto implica no sólo reconocer e interpretar las mociones del buen espíritu y del malo, sino –y aquí radica lo decisivo– elegir las del buen espíritu y rechazar las del malo. Doy por supuestos los diversos análisis que ofrecieron otros documentos del Magisterio universal, así como los que han propuesto los episcopados regionales y nacionales. En esta Exhortación sólo pretendo detenerme brevemente, con una mirada pastoral, en algunos aspectos de la realidad que pueden detener o debilitar los dinamismos de renovación misionera de la Iglesia, sea porque afectan a la vida y a la dignidad del Pueblo de Dios, sea porque inciden también en los sujetos que participan de un modo más directo en las instituciones eclesiales y en tareas evangelizadoras. I. Algunos desafíos del mundo actual [52-75]

I. Algunos desafíos del mundo actual. http://es.catholic.net/biblioteca/libro ... itulo=7393

II. Tentaciones de los agentes pastorales. http://es.catholic.net/biblioteca/libro ... itulo=7394
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mar Dic 10, 2013 7:20 pm

Capitulo # 2 No a la guerra entre nosotros

98. Dentro del Pueblo de Dios y en las distintas comunidades, ¡cuántas guerras! En el barrio, en el puesto de trabajo, ¡cuántas guerras por envidias y celos, también entre cristianos! La mundanidad espiritual lleva a algunos cristianos a estar en guerra con otros cristianos que se interponen en su búsqueda de poder, prestigio, placer o seguridad económica. Además, algunos dejan de vivir una pertenencia cordial a la Iglesia por alimentar un espíritu de «internas». Más que pertenecer a la Iglesia toda, con su rica diversidad, pertenecen a tal o cual grupo que se siente diferente o especial.

Qué razón tiene Su Santidad el Papa Francisco en esta Exhortación Apostólica

Tomando este párrafo del 2º. Capítulo, que es tan profundo.

Cuantas “guerras” entre cristianos que nos decimos hermanos de Jesucristo, hijos de Dios, cuando vemos envidias, criticas entre los grupos de la misma comunidad, de la misma iglesia, en que nos criticamos por ser mejores o creer que somos mejores lectores, mejores catequistas, mejores evangelizadores… y de que nos sirve si lo hacemos por lucirnos y que los demás vean que “yo”, solo puedo hacerlo, y no los demás, para quedar bien con el sacerdote, con los compañeros, la feligresía…. en vez de que sea por amor a Dios, que lo hagamos bien, con alegría, paz interior, responsabilidad, tranquilidad. Demos ejemplo más que con la palabra, con el testimonio de vida, con nuestra actitud. Que en muchas ocasiones, no nos saludamos, y estamos con la cara agria, en vez de entrar felices a la Casa de Dios.

Estudiemos la Santa Biblia, no leerla, estudiarla y dar testimonio con nuestro comportamiento con los demás. Nos olvidemos de rencores, envidias, malos modos; ir alegres, con paz interior a escuchar la Palabra de Dios, que lo apliquemos en la familia, con el esposo, esposa, los hijos, nietos, amigos, vecinos, comunidad… como Jesucristo nos enseño en todo momento.

Y pregunto, ¿qué es la espiritualidad y donde quedo? Cuando sabemos que la espiritualidad es un despertar a la conciencia divina, está dentro de nosotros, muchas veces está dormida.

“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado” San Juan 15: 12
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor tralalá » Mar Dic 10, 2013 9:31 pm

Me da la impresión de que algo falla en la compaginación del documento.
Creí que me equivocaba, que cliqueaba algo mal y me volvía a aparecer
a continuación del principio del capítulo 2, el capítulo 9.
Fijense y por favor, diganme cómo es la cosa.

Mientras tanto tomé el siguiente párrafo (abreviado por mí):

Debemos tener la mirada del discípulo misionero con discernimiento evangélico.
Es preciso esclarecer aquello que pueda ser un fruto del Reino y también aquello que atenta contra el proyecto de Dios, para elegir las del buen espíritu y rechazar las del malo.

Es de lo má importante que estemos atentos al Espírito de DIOS, al Espíritu Santo, para secundar sus mociones enseguida y de ese modo primerear al malo.
Por lo general llegamos después a desfacer entuertos que ya no tienen arreglo.
Debemos ser atentos, vigilantes y audaces, salir de lo trillado, intentar nuevas y creativas alternativas para anticiparnos en la solución de los verdaderos problemas que sufrimos en el mundo. Por ejemplo: No tendríamos que luchar contra el aborto si hubiéramos trabajado lo suficiente a favor de la fecundidad. Ya pasó y tenemos mucho en contra de qué luchar por desgracia. Pero, no quedarnos en apagar incendios. Veamos las necesidades que afloran y "demosle nosotros de comer".
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor enrique4 » Mar Dic 10, 2013 9:48 pm

En la crisis del compromiso comunitario
En este capítulo critica duramente a la economía actual, porque excluye a los débiles y solo hace fuerte a los poderosos. Señala que existe una creciente deformación ética en nuestras sociedades y ‘asistimos al debilitamiento del sentido del pecado personal y social, así como un progresivo aumento del relativismo‘. También alerta que esta filosofía de vida, ‘de mundanidad espiritual’ y ’de idolatra el dinero’, ’debilita los vínculos entre las personas’ y ‘desnaturaliza los vínculos familiares’.
“¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos. Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano”
Al mismo tiempo recuerda que ‘nuestro dolor y nuestra vergüenza por los pecados de algunos miembros de la Iglesia, y por los propios, no deben hacer olvidar cuántos cristianos dan la vida por amor’ y hace un llamamiento al ‘dinamismo misionero que lleve sal y luz al mundo‘, sin temor a realizar tareas apostólicas y a la entrega generosa del tiempo personal.
Por último, el Papa Francisco, apunta en este capítulo, una vez más, su deseo de que la Iglesia haga frente y sin miedo a profundas preguntas que no se pueden eludir superficialmente, como por ejemplo: ‘el lugar de la mujer allí donde se toman decisiones importantes, en los diversos ámbitos de la Iglesia‘; mayor protagonismo de los jóvenes en la pastoral de conjunto de la Iglesia, mejor selección de los candidatos al sacerdocio,…
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor enrique4 » Mar Dic 10, 2013 9:55 pm

Hola a todos, creo que el siguiente resumen puede ayudar a meditar la exhortación apostólica del Papa Francisco y con ello aportar algún comentario de alguna de las frases que más llamen su atención:
CAPÍTULO SEGUNDO
EN LA CRISIS DEL COMPROMISO COMUNITARIO

“La humanidad vive en este momento un giro histórico... Son de alabar los avances que contribuyen al bienestar de la gente... Sin embargo, la mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo vive precariamente. El miedo y la desesperación, incluso en los llamados países ricos. La falta de respeto y la violencia crecen, la inequidad es cada vez más patente” (nn. 51-52).
“Hoy tenemos que decir « no a una economía de la exclusión y la inequidad ». Se considera al ser humano como un bien de consumo. Hemos dado inicio a la cultura del « descarte ». Con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive” (n. 53).
“Una de las causas de esta situación se encuentra en la relación que hemos establecido con el dinero... La crisis financiera que atravesamos nos hace olvidar que en su origen hay una profunda crisis antropológica: ¡la negación de la primacía del ser humano! (nn. 54-55).
“Tras esta actitud se esconde el rechazo de la ética y el rechazo de Dios” (n. 57). “Una reforma financiera que no ignore la ética requeriría un cambio de actitud enérgico por parte de los dirigentes políticos ¡El dinero debe servir y no gobernar! Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética a favor del ser humano” (n. 58).
“Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia… no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Es el mal cristalizado en estructuras sociales injustas, a partir del cual no puede esperarse un futuro mejor” (n. 59).
“Una cultura en la cual cada uno quiere ser el portador de una propia verdad subjetiva, vuelve difícil que los ciudadanos deseen integrar un proyecto común más allá de los beneficios y deseos personales” (n. 61). “En la cultura predominante, el primer lugar está ocupado por lo exterior, lo inmediato, lo visible, lo rápido, lo superficial, lo provisorio. Lo real cede el lugar a la apariencia. En muchos países, la globalización ha significado un acelerado deterioro de las raíces culturales con la invasión de tendencias pertenecientes a otras culturas, económicamente desarrolladas pero éticamente debilitadas (n. 62)
“La fe católica de muchos pueblos se enfrenta hoy con el desafío de la proliferación de nuevos movimientos religiosos (que)… vienen a llenar, dentro del individualismo imperante, un vacío dejado por el racionalismo secularista. Además… si parte de nuestro pueblo bautizado no experimenta su pertenencia a la Iglesia, se debe también a la existencia de unas estructuras y a un clima poco acogedores en algunas de nuestras parroquias y comunidades, o a una actitud burocrática… En muchas partes hay un predominio de lo administrativo sobre lo pastoral, así como una sacramentalización sin otras formas de evangelización” (n. 63).
“El proceso de secularización tiende a reducir la fe y la Iglesia al ámbito de lo privado y de lo íntimo. Además, al negar toda trascendencia, ha producido una creciente deformación ética, un debilitamiento del sentido del pecado personal y social y un progresivo aumento del relativismo, que ocasionan una desorientación generalizada …Por consiguiente, se vuelve necesaria una educación que enseñe a pensar críticamente y que ofrezca un camino de maduración en valores” (n. 64).
“A pesar de toda la corriente secularista que invade las sociedades, en muchos países la Iglesia católica es una institución creíble ante la opinión pública, en lo que respecta al ámbito de la solidaridad y de la preocupación por los más carenciados”. Ha servido de mediadora en la solución de conflictos, en la defensa de la vida, los derechos humanos y ciudadanos, etc. ¡Y cuánto aportan las escuelas y universidades católicas en todo el mundo!” (n. 65).
“La familia, célula básica de la sociedad, atraviesa una crisis cultural profunda, como todas las comunidades y vínculos sociales” (n. 66). “El individualismo posmoderno y globalizado favorece un estilo de vida que debilita el desarrollo y la estabilidad de los vínculos entre las personas… Por otra parte… se manifiesta una sed de participación de numerosos ciudadanos que quieren ser constructores del desarrollo social y cultural”. (n. 67)
“Es imperiosa la necesidad de evangelizar las culturas para inculturar el Evangelio… En el caso de las culturas populares de pueblos católicos, podemos reconocer algunas debilidades que todavía deben ser sanadas por el Evangelio: machismo, alcoholismo, violencia doméstica, escasa participación en la Eucaristía, creencias fatalistas o supersticiosas que hacen recurrir a la brujería, etc. Pero es precisamente la piedad popular el mejor punto de partida para sanarlas y liberarlas” (n. 69).
“Necesitamos reconocer la ciudad desde una mirada contemplativa, una mirada de fe que descubra al Dios que habita en sus hogares, en sus calles, (que) acompaña las búsquedas sinceras que personas y grupos realizan para encontrar apoyo y sentido a sus vidas. Él vive entre los ciudadanos promoviendo la solidaridad, la fraternidad, el deseo de bien, de verdad, de justicia” (n. 71). “Es necesario llegar allí donde se gestan los nuevos relatos y paradigmas… No hay que olvidar que la ciudad es un ámbito multicultural… La Iglesia está llamada a ser servidora de un difícil diálogo” (n. 74).
“En las ciudades fácilmente se desarrollan el tráfico de drogas y de personas, el abuso y la explotación de menores, el abandono de ancianos y enfermos, varias formas de corrupción y de crimen… Las casas y los barrios se construyen más para aislar y proteger que para conectar e integrar. La proclamación del Evangelio será una base para restaurar la dignidad de la vida humana en esos contextos… un programa y un estilo uniforme e inflexible de evangelización no son aptos para esta realidad” (n. 75).
“El aporte de la Iglesia en el mundo actual es enorme. Nuestro dolor y nuestra vergüenza por los pecados de algunos miembros de la Iglesia, y por los propios, no deben hacer olvidar cuántos cristianos dan la vida por amor: ayudan a tanta gente” (n. 76).
“Como hijos de esta época, todos nos vemos afectados de algún modo por la cultura globalizada actual que, sin dejar de mostrarnos valores y nuevas posibilidades, también puede limitarnos, condicionarnos e incluso enfermarnos… necesitamos crear espacios motivadores y sanadores para los agentes pastorales” (n. 77).
“Hoy se puede advertir en muchos agentes pastorales, incluso en personas consagradas, una preocupación exacerbada por los espacios personales de autonomía y de distensión, que lleva a vivir las tareas como un mero apéndice de la vida… la vida espiritual se confunde con algunos momentos religiosos que brindan cierto alivio pero que no alimentan el encuentro con los demás, el compromiso en el mundo, la pasión evangelizadora. Son tres males que se alimentan entre sí” (n. 78).
“La cultura mediática y algunos ambientes intelectuales a veces transmiten una marcada desconfianza hacia el mensaje de la Iglesia y un cierto desencanto. Como consecuencia, muchos agentes pastorales desarrollan una especie de complejo de inferioridad que les lleva a relativizar u ocultar su identidad cristiana… Terminan ahogando su alegría misionera” (n. 79) ¡No nos dejemos robar el entusiasmo misionero!” (n. 80)
“Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la audacia es la conciencia de derrota que nos convierte en pesimistas quejosos y desencantados con cara de vinagre. Nadie puede emprender una lucha si de antemano no confía plenamente en el triunfo… Aun con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades, hay que seguir adelante y recordar lo que el Señor dijo a san Pablo: « Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad » (2 Co 12,9). El triunfo cristiano es siempre una cruz, pero una cruz que al mismo tiempo es bandera de victoria” (n. 85). “¡No nos dejemos robar la esperanza!” (n. 86)
“Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana han alcanzado desarrollos inauditos, sentimos el desafío… de apoyarnos… De este modo, las mayores posibilidades de comunicación se traducirán en más posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos” (n. 87). “El ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la desconfianza… las actitudes defensivas … el Evangelio nos invita siempre a correr el riesgo del encuentro con el… otro… El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la revolución de la ternura” (n. 88).
“Un desafío importante es mostrar que la solución nunca consistirá en escapar de una relación personal y comprometida con Dios que al mismo tiempo nos comprometa con los otros” (n. 91). “La mundanidad espiritual… es buscar, en lugar de la gloria del Señor, la gloria humana y el bienestar personal (n. 93). “Esta mundanidad puede alimentarse especialmente en el gnosticismo, el subjetivismo o el neopelagianismo autorreferencial y prometeico de quienes en el fondo sólo confían en sus propias fuerzas y se sienten superiores a otros por cumplir determinadas normas” (n. 94).
“En algunos hay un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción en el Pueblo de Dios y en las necesidades concretas de la historia… En otros, la mundanidad espiritual se esconde detrás de una fascinación por mostrar conquistas sociales y políticas… en un embeleso por las dinámicas de autoayuda... en una densa vida social… en un funcionalismo empresarial...” (n. 95). “¡Cuántas veces soñamos con planes apostólicos expansionistas, meticulosos y bien dibujados, propios de generales derrotados!” (n. 96).
“Dentro del Pueblo de Dios y en las distintas comunidades, ¡cuántas guerras!... Algunos dejan de vivir una pertenencia cordial a la Iglesia por alimentar un espíritu de « internas »... A los cristianos de todas las comunidades del mundo, quiero pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente… ¡Atención a la tentación de la envidia! ¡Estamos en la misma barca y vamos hacia el mismo puerto!” (nn. 98-99). ¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno!” (n. 101).
“Los laicos son simplemente la inmensa mayoría del Pueblo de Dios. A su servicio está la minoría de los ministros ordenados… En algunos casos… no se formaron para asumir responsabilidades importantes, en otros por no encontrar espacio en sus Iglesias particulares para poder expresarse y actuar, a raíz de un excesivo clericalismo... Si bien se percibe una mayor participación de muchos en los ministerios laicales, este compromiso no se refleja en la penetración de los valores cristianos en el mundo social, político y económico. Se limita muchas veces a las tareas intraeclesiales…La formación de laicos y la evangelización de los grupos profesionales e intelectuales constituyen un desafío pastoral importante” (n. 102).
“La Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad… todavía es necesario ampliar los espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia… en el ámbito laboral y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales” (n. 103). “El sacerdocio reservado a los varones… no se pone en discusión” (n. 104).
“Aunque no siempre es fácil abordar a los jóvenes, se creció en dos aspectos: la conciencia de que toda la comunidad los evangeliza y educa, y la urgencia de que ellos tengan un protagonismo mayor… son muchos los jóvenes que se solidarizan ante los males del mundo … ¡Qué bueno es que los jóvenes sean «callejeros de la fe», felices de llevar a Jesucristo a cada esquina, a cada plaza!” (n. 106).
“En muchos lugares escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada… Donde hay vida, fervor, ganas de llevar a Cristo a los demás, surgen vocaciones genuinas… a pesar de la escasez vocacional, hoy se tiene más clara conciencia de la necesidad de una mejor selección de los candidatos al sacerdocio” (n. 107).
“Es conveniente escuchar a los jóvenes y a los ancianos. Ambos son la esperanza de los pueblos” (n. 108). “Los desafíos están para superarlos. Seamos realistas, pero sin perder la alegría, la audacia y la entrega esperanzada. ¡No nos dejemos robar la fuerza misionera!” (n. 109).
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Mar Dic 10, 2013 11:13 pm

tralalá escribió:Me da la impresión de que algo falla en la compaginación del documento.
Creí que me equivocaba, que cliqueaba algo mal y me volvía a aparecer
a continuación del principio del capítulo 2, el capítulo 9.
Fijense y por favor, diganme cómo es la cosa.

Mientras tanto tomé el siguiente párrafo (abreviado por mí):

Debemos tener la mirada del discípulo misionero con discernimiento evangélico.
Es preciso esclarecer aquello que pueda ser un fruto del Reino y también aquello que atenta contra el proyecto de Dios, para elegir las del buen espíritu y rechazar las del malo.

Es de lo má importante que estemos atentos al Espírito de DIOS, al Espíritu Santo, para secundar sus mociones enseguida y de ese modo primerear al malo.
Por lo general llegamos después a desfacer entuertos que ya no tienen arreglo.
Debemos ser atentos, vigilantes y audaces, salir de lo trillado, intentar nuevas y creativas alternativas para anticiparnos en la solución de los verdaderos problemas que sufrimos en el mundo. Por ejemplo: No tendríamos que luchar contra el aborto si hubiéramos trabajado lo suficiente a favor de la fecundidad. Ya pasó y tenemos mucho en contra de qué luchar por desgracia. Pero, no quedarnos en apagar incendios. Veamos las necesidades que afloran y "demosle nosotros de comer".


Buenas noches, tralalá, te invito a que entres por favor a este link: http://www.vatican.va/holy_father/franc ... vangelizar Gracias. Pepita
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor tralalá » Mié Dic 11, 2013 10:08 am

Gracias Pepita: Después, ya en la trasnoche, me di cuenta el por qué de mi confusión:
La introducción son tres números, el primer capítulo cinco, van ocho y en algunas presentaciones,
el primer número del segundo capítulo figura como capítulo nueve.
Ya me ubiqué. Te agradezco mucho. Tralalá
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Sab Dic 14, 2013 10:13 pm

enrique4 escribió:En la crisis del compromiso comunitario
En este capítulo critica duramente a la economía actual, porque excluye a los débiles y solo hace fuerte a los poderosos. Señala que existe una creciente deformación ética en nuestras sociedades y ‘asistimos al debilitamiento del sentido del pecado personal y social, así como un progresivo aumento del relativismo‘. También alerta que esta filosofía de vida, ‘de mundanidad espiritual’ y ’de idolatra el dinero’, ’debilita los vínculos entre las personas’ y ‘desnaturaliza los vínculos familiares’.
“¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promocionarlos. Os exhorto a la solidaridad desinteresada y a una vuelta de la economía y las finanzas a una ética en favor del ser humano”
Al mismo tiempo recuerda que ‘nuestro dolor y nuestra vergüenza por los pecados de algunos miembros de la Iglesia, y por los propios, no deben hacer olvidar cuántos cristianos dan la vida por amor’ y hace un llamamiento al ‘dinamismo misionero que lleve sal y luz al mundo‘, sin temor a realizar tareas apostólicas y a la entrega generosa del tiempo personal.
Por último, el Papa Francisco, apunta en este capítulo, una vez más, su deseo de que la Iglesia haga frente y sin miedo a profundas preguntas que no se pueden eludir superficialmente, como por ejemplo: ‘el lugar de la mujer allí donde se toman decisiones importantes, en los diversos ámbitos de la Iglesia‘; mayor protagonismo de los jóvenes en la pastoral de conjunto de la Iglesia, mejor selección de los candidatos al sacerdocio,…


Gracias enrique4.- Muy importante lo que tu comentas y S. S. el Papa Francisco nos dice en este capítulo 2: su deseo de que la Iglesia haga frente y sin miedo a profundas preguntas que no se pueden eludir superficialmente. Ojalá que respondamos como católicos comprometidos, no católicos ligth, que nos da miedo, pena o no nos interesa estar unidos como IGLESIA.
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor BlancaElena » Mar Dic 17, 2013 10:13 pm

El Capitulo 2 En la crisis del compromiso comunitario, contempla las realidades actuales de nuestra Iglesia, son para reflexionarlas punto por punto con mucha atención para empezar a corregir y ayudar en una forma activa a un cambio para bien, es labor de todos nosotros unidos iluminados y fortalecidos por el ESPIRITU SANTO

Les invito a meditar con la mente y el corazón estas frases que me impactaron

83. " No nos dejemos robar la alegría evangelizadora " . " No al pesimismo estéril "

109. " No nos dejemos robar la fuerza misionera "


Este punto 81 habla por si solo

81. Cuando más necesitamos un dinamismo misionero que lleve sal y luz al mundo, muchos laicos sienten el temor de que alguien les invite a realizar alguna tarea apostólica, y tratan de escapar de cualquier compromiso que les pueda quitar su tiempo libre. Hoy se ha vuelto muy difícil, por ejemplo, conseguir catequistas capacitados para las parroquias y que perseveren en la tarea durante varios años. Pero algo semejante sucede con los sacerdotes, que cuidan con obsesión su tiempo personal. Esto frecuentemente se debe a que las personas necesitan imperiosamente preservar sus espacios de autonomía, como si una tarea evangelizadora fuera un veneno peligroso y no una alegre respuesta al amor de Dios que nos convoca a la misión y nos vuelve plenos y fecundos. Algunos se resisten a probar hasta el fondo el gusto de la misión y quedan sumidos en una acedia paralizante


BlancaElena, gracias por tu aportación.

Retomo las palabras de Su Santidad: "No nos dejemos robar la alegría evangelizadora”

Evangelización es predicar y difundir el Evangelio de Jesús, dar la “buena nueva”, pero, ¿Cómo la vamos a dar? ¿Como la vamos a trasmitir?
Con alegría, tranquilidad, paciencia, con nuestras actitudes; contentos, sonrientes, alegres, respetuosos, con ánimo, con el ejemplo…

No olvidemos que el que evangeliza es el enlace del Amor de Dios, acompañando al evangelizado para llegar a la presencia de Dios. ¡Adelante, a evangelizar!

BlancaElena, Dios te continúe bendiciendo.

Pepita


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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor sorines » Sab Dic 21, 2013 8:51 pm

65. A pesar de toda la corriente secularista que invade las sociedades, en muchos países -aun donde el cristianismo es minoría- la Iglesia católica es una institución creíble ante la opinión pública, confiable en lo que respecta al ámbito de la solidaridad y de la preocupación por los más carenciados. En repetidas ocasiones ha servido de mediadora en favor de la solución de problemas que afectan a la paz, la concordia, la tierra, la defensa de la vida, los derechos humanos y ciudadanos, etc. ¡Y cuánto aportan las escuelas y universidades católicas en todo el mundo! Es muy bueno que así sea. Pero nos cuesta mostrar que, cuando planteamos otras cuestiones que despiertan menor aceptación pública, lo hacemos por fidelidad a las mismas convicciones sobre la dignidad humana y el bien común.

Comentario.

Escogí este punto, porque he tenido y tengo experiencia de ver países como lo describe el Papa, donde la Iglesia aún tiene un espacio creíble, y es llamada como mediadora, no tal vez con toda la capacidad que se desea pero al menos se cuenta con la Iglesia y eso es algo positivo en medio de la sociedad descristianizada que impera. Me refiero al país de Puerto Rico donde la Iglesia y los consagrados aun gozan de un respeto y espacio.

Pero también escogí este punto porque el Papa toca un aspecto fundamental en la formación de la sociedad y es la Escuela Católica y la Universidad Católica. Adaptándose a los nuevos tiempos y los nuevos medios la escuela católica juega un papel muy importante en la evangelización. Cuando la semilla de la fe se ha colocado con cariño y esfuerzo, da fruto posteriormente. Muchas veces no se ven los resultados rápidamente pero sí llegan a verse en algún momento.

Muchas veces también tenemos la tentación de dejar las escuelas por muchas razones: por personal, por economía, por razones sociales y éticas y otras, pero… si dejamos de hacer lo posible aun en lo poco, no haremos nada. Creo que es de suma importancia, con nuevos métodos y nuevas formas para nuevas generaciones, mantener la formación y enseñanza católica. Puede significar la única ventilación en medio de un ambiente enrarecido.
NADA TE TURBE, NADA TE ESPANTE. SOLO DIOS BASTA. QUIEN A DIOS TIENE NADA LE FALTA.
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor tralalá » Dom Dic 22, 2013 9:32 am

Demosle nosotros de comer:

Con generosidad, con alegría,
con esfuerzo y entrega, con cansancio,
con un plus en el dar hasta el buen término
de cada acción y dar así la vida.

¡Qué hermosas palabras! Pareciera
sencillo y fácil pronunciar un Sí,
aquí estoy para hacer Tú Volntad.
Pero, al menor favor que alguien me pide...

No se da cuenta que ahora no puedo,
que es importante lo que estoy haciendo
o que estoy con dolor o si descanso,
alguna vez lo tengo merecido.

Por a, por b o z me cae mal
casi siempre que alguno interrumpa
mi frágil navegar sueños abajo.
Y es Jesús que me busca.

Poderlo ver, reconocerlo a tiempo
entre gente nerviosa que se apura,
creer que Jesus está en cada uno
ofreciéndonos paz si perdonamos.

Si aceptamos que la realidad,
cultura multiforme y aquí urbana,
por permiso de DIOS mezcla cizaña
al trigo del Amor con que nos ama.

Disculpen la improvisación al paso.
Con mucho cariño. Tralalá
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Re: Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor BlancaElena » Jue Ene 02, 2014 7:06 pm

tralalá escribió:Demosle nosotros de comer:

Con generosidad, con alegría,
con esfuerzo y entrega, con cansancio,
con un plus en el dar hasta el buen término
de cada acción y dar así la vida.

¡Qué hermosas palabras! Pareciera
sencillo y fácil pronunciar un Sí,
aquí estoy para hacer Tú Volntad.
Pero, al menor favor que alguien me pide...

No se da cuenta que ahora no puedo,
que es importante lo que estoy haciendo
o que estoy con dolor o si descanso,
alguna vez lo tengo merecido.

Por a, por b o z me cae mal
casi siempre que alguno interrumpa
mi frágil navegar sueños abajo.
Y es Jesús que me busca.

Poderlo ver, reconocerlo a tiempo
entre gente nerviosa que se apura,
creer que Jesus está en cada uno
ofreciéndonos paz si perdonamos.

Si aceptamos que la realidad,
cultura multiforme y aquí urbana,
por permiso de DIOS mezcla cizaña
al trigo del Amor con que nos ama.

Disculpen la improvisación al paso.
Con mucho cariño. Tralalá


Tralalá, asi es como lo mencionas, que buena reflexión y cuantas más podríamos hacer en el dia a dia para ganar en humildad y amor a DIOS. Gracias. Blanca Elena
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BlancaElena
 
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Cap 2. En la crisis del compromiso comunitario

Notapor joseluismr » Dom Ene 05, 2014 1:56 am

82. "El inmediatismo ansioso de estos tiempos hace que los agentes pastorales no toleren fácilmente lo que signifique alguna contradicción, un aparente fracaso, una crítica, una cruz".

La vida no es una improvisación de actos sino un acontecimiento de hechos que decidimos emprender y, en ese camino, debemos aprender de las caídas. Jesús cayó en su camino al Calvario y se levantó, mostrando fortaleza y entereza. La misión radica entonces en crear acciones significativas, vivir rutas encaminadas a principios específicos, motivar en acción, no en lección, bajo una espiritualidad dinámica, que acompañe el proceso de transformación hacia el plan que Dios quiere para nosotros...
joseluismr
 
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