Cristo revela en los textos que estamos considerando la novedad del celibato y la virginidad por el reino de los cielos. Esta es una vocación excepcional para la cual Dios le da un especial entendimiento a quienes llama; que se realiza en esta tierra, a ejemplo de Cristo, por elección consciente, a ejemplo de Cristo.
“la continencia "por el reino de los cielos" -en cuanto signo indudable del "otro mundo"- lleva en sí, sobre todo, el dinamismo interior del misterio de la redención del cuerpo (cf. Lc 20, 35), y en este sentido posee también la característica de una semejanza particular con Cristo. El que elige conscientemente de esta continencia, elige, en cierto modo, una participación especial en el misterio de la redención (del cuerpo) : quiere completarla de modo particular, por así decirlo, en la propia carne (cf. Col 1, 24), encontrando en esto también la impronta de una semejanza con Cristo”.