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Pregunta:
Resume en un párrafo breve que entiendes de este capítulo ¿Cómo lo asocia Juan Pablo II a la Teología del Cuerpo?

Al inmediato razonamiento que hacen los discípulos en Mateo 19, 10 continuando con el dialogo con los fariseos de que entonces conviene más bien no casarse, Cristo responde, no con sí o un no, sino mas bien que esto pocos lo entienden y aquellos a quienes el Señor lo permite como un carisma don de Dios y es un celibato y virginidad por el Reino de los Cielos. Ciertamente, razona el santo Padre, esta situación de virginidad por el Reino de Dios tiene esa comunicación en la oración, y se puede percibir una correlación con el estado escatológico del hombre de la resurrección un sí definitivo en Dios y para Dios.

Resume en un parrafo breve que entiendes de este capitulo,
De acuerdo al capitulo leido nos damos cuenta de que el hombre hase una donacion libre y absoluta a la virginidad y el celibato, al yamamiento de Dios, como hombre corporio y fragil como lo mensiona Pablo, demanera en que es un don gratuito de DIOS, desde la consepcion de la madre, y en ocasiones es una eleccion, pero siempre es una eleccion porparte del hombre haseptar libremente este yamado, no es inposicion de DIOS, sino que es una donasion resiproca departe del hombre con Dios, por encontrarse con el cara a cara en el reino de los cielos,seirtamente estamos yamados a el matrimonio tambien como un llamieno de DIOS para el hombre y mujer, y demanera como Juanpablo II en teologia del hombre, hase allusion a la opcion carismatica de la continensia por el reino de los cielos estan unidos, en las palabras de Cristo, con el conosimiento maximo del orden "historico" de la existensia humana, relative al alma cuerpo. basandonos en el context inmediato de las palabras sobre la continensia por el reino de los cielos en la vida terrena del hombre.

Pregunta: "Resume en un párrafo breve que entiendes de este capítulo. ¿Cómo lo asocia Juan Pablo II a la Teología del Cuerpo?"

La continencia voluntaria, por el reino de los cielos, implica un anticipo terreno de la resurrección futura, en la que el ser psicosomático del hombre se verá glorificado merced a la visión beatífica. Esta continencia, que es un don divino comprensible solamente por aquellos a quienes es dado, no se contrapone al estado matrimonial ni se basa en un juicio negativo respecto al mismo; su valía le es más bien intrínseca en tanto anticipo carismático al estado escatológico de la humanidad. Ahora bien, mientras que en este estado definitivo la continencia o celibato constituye la condición propia y distintiva de los bienaventurados, en la vida terrena más bien es una excepción respecto al estado que es propio a la humanidad histórica según fue establecido por Dios en el Principio, cuando se instituyó la unión conyugal entre el varón y la mujer como modo particular de la comunión a través del don de sí. Esto quiere decir que la opción carismática por la continencia conlleva el reconocimiento del orden histórico de la existencia humana, lejos de su rechazo.

El Papa vincula este tema con la teología del cuerpo por cuanto esta opción carismática implica una anticipo y una excepción. Anticipo en relación a la resurrección futura, en la que el cuerpo glorioso participará en plena armonía de la comunión perfecta con Dios y con la comunidad de los bienaventurados; excepción en torno a lo establecido por Dios en el Principio como característico de la condición humana en la historia, atinente a la unión conyugal.

Dios la bendiga, doctora.

La virginidad o celibato por el "reino de los cielos" anticipa al hombre a la resurrección futura, la condición de vida sin matrimonio, en donación personal y comunión intersubjetiva de las personas y la unión perenne con Dios. Pero este carisma no se contrapone al matrimonio ni es más importante que él, es simplemente una opción y depende de la vocación propia, y es una excepcion a "el principio" para aquellos "que puedan entender".

Pregunta: Resume en un párrafo breve que entiendes de este capítuloŠ ¿Cómo lo asocia Juan Pablo II a la Teología del Cuerpo?
Respecto a esta conversación referida por Mateo, se nos puede plantear la pregunta: ¿Qué pensaban los discípulos, cuando, después de haber oído la respuesta de Jesús había dado a los fariseos sobre el matrimonio y su indisolubilidad, hicieron la observación: "Si tal es la condición del hombre con la mujer, preferible es no casarse"? En todo caso, Cristo creyó oportuna esa circunstancia para hablarles de la continencia voluntaria por el reino de los cielos. Al decir esto, no toma posición directamente respecto al enunciado de los discípulos, ni permanece en la línea de su razonamiento (1). Por tanto, no responde: "conviene casarse" o "no conviene casarse". La cuestión de la continencia por el reino de los cielos no se contrapone al matrimonio, ni se basa sobre un juicio negativo con relación a su importancia.

Por lo demás, Cristo, al hablar precedentemente de la indisolubilidad del matrimonio, se había referido al "principio", esto es, al misterio de la creación, indicando así la primera y fundamental fuente de su valor. En consecuencia, para responder a la pregunta de los discípulos, o mejor, para esclarecer el problema planteado por ellos. Cristo recurre a otro principio. Los que hacen en la vida esta opción "por el reino de los cielos", no observan la continencia por el hecho de que "no conviene casarse", o sea, no por el motivo de un supuesto valor negativo del matrimonio, sino en vista del valor particular que está vinculado con esta opción y que hay que descubrir y aceptar personalmente como vocación propia. Y por esto, Cristo dice: "El que pueda entender, que entienda" (Mt 19, 12). En cambio, inmediatamente antes dice: "No todos entienden esto, sino aquellos a quienes ha sido dado" (Mt 19, 11).

Jaculatoria de los hermanos Maristas: Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús. :_)

Resume en un párrafo breve que entiendes de este capítuloŠ ¿Cómo lo asocia Juan Pablo II a la Teología del Cuerpo?
Es la reflexión de la virginidad o celibato, que es una llamada a una donación exclusiva de sí a Dios, cuando esta llamada encuentra eco en alguna persona, dentro del tiempo en la tierra su temporalidad, es una anticipación de lo que esta persona será participe en una resurrección futura. Es la llamada a la continencia "por el reino de los cielos". Y Cristo habla de esto en su conversación con los fariseos sobre el matrimonio y la indisolubilidad, y la prolongación. Y cuando Jesús les habló del matrimonio ellos hicieron la observación, de que era preferible no casarse. Y ahí Cristo oportunamente les habló de la continencia voluntaria por el reino de los cielos. La cuestión no es la conveniencia de casarse o no casarse sino la continencia. Y quien toma esta opción la ve por el reino de los cielos, no por conveniencia del matrimonio. Es una vocación propia, una llamada. Cristo aclara que no todos lo entienden sino solo a los que se les llama y se les dio esta vocación. Esta opción es un anticipo de la vida escatológica donde no hay matrimonio. Es la continencia por el reino de los cielos. Y esto se asocia con la teología del cuerpo según Juan Pablo porque de ahí se deriva la virginidad y celibato de las palabras de Jesús para las personas que deciden vivir así por el reino de los cielos.

En este capítulo Juan Pablo II comienza a reflexionar acerca del celibato y la virginidad por el reino de los cielos. Lo vincula a las palabras de Cristo a los fariseos y a los saduceos. Al hablar a los saduceos, Jesús habla de una condición de vida diferente del hombre escatológico: "Cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dadas en matrimonio" (Mc 12, 25) indica que hay una condición de vida, sin matrimonio, en la que el hombre, varón y mujer, halla a un tiempo la plenitud de la donación personal y de la intersubjetiva comunión de las personas, gracias a la glorificación de todo su ser sicosomático en la unión perenne con Dios”. Al hablar a los fariseos los remite al principio, a la creación, a la comunión originaria del hombre y la mujer; sin embargo, dice que hay algunas personas llamadas especialmente a una vida de celibato por el reino de los cielos, lo cual serían excepciones de la vida terrena. Eso no le quita mérito a la vida matrimonial. “Se trata, no de la continencia en el reino de los cielos, sino de la continencia "por el reino de los cielos".

La virginidad o celibato "por el reino de los cielos".
Donación exclusiva del sí a Dios en la virginidad y en el celibato hunde sus raíces en el terreno evangélico de la teología del cuerpo. La continencia por el reino de los cielos no se contrapone al matrimonio, ni se basa sobre un juicio negativo con relación a su importancia.
Los que hacen en la vida esta opción "por el reino de los cielos" no es porque "no conviene casarse" o sea no por un valor negativo al matrimonio, sino con el valor particular que esta vinculado con esta opción y que hay que descubrir y aceptar personalmente como vocación propia. Estas palabras no obligan a todos solo algunas personas los que entienden, a las que se les da este don. Se trata no de la continencia en el reino de los cielos, sino de la continencia "por el reino de los cielos".

El que tenga oídos que oiga. No sólo en la interpretación del estado Célibe que es en la otra vida sino en la interpretación antropológica de la atracción que hace Dios del hombre hacia sí, por la vía de la espiritualidad trinitaria ya sea en el matrimonio como en la vida religiosa, cuando el hombre escucha. Cuando el hombre escucha a Dios, se le otorga el don.

Resume en un párrafo breve que entiendes de este capítulo ¿Cómo lo asocia Juan Pablo II a la Teología del Cuerpo?

La virginidad o el celibato como opción de vida por el Reino de los Cielos, es y se constituye en una donación de sí mismo exclusiva para con Dios y a su ves está íntimamente ligada a la Teología del cuerpo ya que no se contrapone con la idea del matrimonio ni emite ningún juicio sobre la conveniencia del mismo. Es en este estado en el que el hombre haya una plenitud en la donación personal buscando glorificar todo su ser psicosomático en una unión con Dios.

Pregunta:
Resume en un párrafo breve que entiendes de este capítulo ¿Cómo lo asocia Juan Pablo II a la Teología del Cuerpo?
Para Juan Pablo II, la llamada a la donación exclusiva en un sí a Dios en la virginidad y en el celibato, es algo que hunde sus raíces en las raíces evangélicas de la teología del cuerpo. El Papa Juan Pablo II, relaciona las palabras de Cristo con respecto al “no se casaran ni serán dadas en matrimonio” en Marcos 12, 25, con una condición de vida, sin matrimonio. Ese es el estado futuro, en el sin tiempo de la donación plena personal e intersubjetiva comunión de las personas, por la glorificación de nuestro ser psicosomático. Ahora bien, la llamada a la continencia por el Reino en el tiempo presente habla de una sensibilidad especial, que para el Papa parece anticipar aquello de lo que el hombre será participe en la resurrección futura. Así, esta excepción no es una contraposición al matrimonio sino que habla de un valor particular, que hay que descubrir y aceptar personalmente como una vocación propia. Es un consejo para aquellos que están en condición de entenderlo y solo lo entienden aquellos a quienes ha sido dado, es el binomio entre oración y gracia. La opción carismática por el celibato, está en la misma línea del reconocimiento máximo del orden histórico, pero es ella, de cierto modo, un anticipo de la vida escatológica.