¿Qué dice el texto sobre el instinto sexual, como lo relaciona con la castidad por el Reino? ¿No contradice el celibato por el Reino todo lo que dice Jesús sobre el hombre original?
Respuesta.- 3. La mentalidad contemporánea está habituada a pensar y hablar, sobre todo, del instinto sexual, transfiriendo al terreno de la realidad humana lo que es propio del mundo de los seres vivientes, los animalia. Ahora bien, una reflexión profunda sobre el conciso texto del capítulo primero y segundo del Génesis nos permite establecer, con certeza y convicción, que desde “el principio” se delinea en la Biblia un límite muy claro y unívoco entre el mundo de los animales (animalia) y el hombre creado a imagen y semejanza de Dios. En ese texto, aun cuando relativamente muy breve, hay, sin embargo, suficiente espacio para demostrar que el hombre tiene una conciencia clara de lo que le distingue de modo esencial de todos los seres vivientes (animalia).
4.- ... Por lo tanto, la aplicación al hombre de esta categoría, sustancialmente naturalística, que se encierra en el concepto y en la expresión de ”instinto sexual”, no es del todo apropiada y adecuada. Es obvio que esta aplicación puede tener lugar, basándose en cierta analogía; efectivamente, la particularidad del hombre en relación con todo el mundo de los seres vivientes (animalia) no es tal, que el hombre, entendido desde el punto de vista de la especie, no pueda ser calificado fundamentalmente también como animal, pero animal racional... Para expresar esto de modo apropiado y adecuado, hay que servirse también de un análisis diverso de ese naturalístico. Y precisamente el estudio del “principio” bíblico nos obliga a hacer esto de manera convincente. La verdad sobre el significado esponsalicio del cuerpo humano en su masculinidad y feminidad, deducida de los primeros capítulos del Génesis (y en particular del capítulo 2, 23-25), o sea, el descubrimiento a la vez del significado esponsalicio del cuerpo en la estructura personal de la subjetividad del hombre y de la mujer, parece ser en este ámbito un concepto-clave y, al mismo tiempo, el único apropiado y adecuado.
5.- ... En la base de la llamada de Cristo a la continencia está no sólo el “instinto sexual”, como categoría de una necesidad, diría, naturalística, sino también la conciencia de la libertad del don, que está orgánicamente vinculada con la profunda y madura conciencia del significado esponsalicio del cuerpo, en la estructura total de la subjetividad personal del hombre y de la mujer. Sólo en relación a este significado de la masculinidad y feminidad de la persona humana, encuentra plena garantía y motivación la llamada a la continencia voluntaria “por el reino de los cielos”.
San Ignacio de Loyola, Rogad por nosotros.