81. El celibato, don de Dios

En esta tercera y cuarta partes se toca la teología del cuerpo, la
resurrección de los cuerpos, la virginidad, el celibato,la abstinencia en el
matrimonio, la doctrina paulina sobre virginidad y matrimonio .

Esta parte consta 23 lecciones que se enviarán todos los martes y viernes a
partir del 14 de enero de 2014 , la última será el 1 de abril del 2014
.Estas son la tercera y cuarta partes de seis partes que se darán de manera
consecutiva e ininterrumpida. El curso completo se dará a lo largo de un año
y consta de:

Parte I: Principios del amor humano (23 lecciones)

Parte II: La purificación del corazón (40 lecciones)

Parte III: La resurrección de la carne (9 lecciones)

Parte IV: La virginidad cristiana (14 lecciones)

Parte V: El sacramento del matrimonio (27 lecciones)

Parte VI: Amor y fecundidad (16 lecciones)

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano,
también conocida como Teología del Cuerpo.

Moderadores: raulalonso, tito, Catholic.net, gache, Moderadores Animadores

Re: 81. El celibato, don de Dios

Notapor Carlos64 » Vie May 09, 2014 7:51 pm

Pregunta: "¿En qué consiste la paradoja que se presenta en este número? La ley del don y de la renuncia, como evidencia de la masculinidad y feminidad."

Cito:

"A la luz de las palabras de Cristo, como también a la luz de toda la auténtica tradición cristiana, es posible deducir que esta renuncia es a la vez una particular forma de afirmación de ese valor en virtud del cual la persona no casada se abstiene coherentemente, siguiendo el consejo evangélico (...) Al aceptar este significado de la llamada a la continencia "por el reino de los cielos", sacamos una conclusión correcta, sosteniendo que la realización de esta llamada sirve también -y de modo particular- para la confirmación del significado nupcial del cuerpo humano en su masculinidad y feminidad. La renuncia al matrimonio por el reino de Dios pone de relieve, al mismo tiempo, ese significado en toda su verdad interior y en toda su belleza personal. Se puede decir que esta renuncia (...) es, en cierto sentido, indispensable, a fin de que el mismo significado nupcial del cuerpo sea más fácilmente reconocido en todo el ethos de la vida humana y sobre todo el ethos de la vida conyugal y familiar."

En suma, la continencia por el reino de Dios viene a poner de relieve la dignidad del matrimonio por cuanto, de forma muy particular, significa en la vida de la Iglesia el valor del don de sí como forma de realización personal según el designio divino. Y de esta manera la continencia señala el significado esponsalicio del cuerpo: el cuerpo, en su masculinidad y feminidad, como vehículo, expresión concreta, canal por decirlo de alguna forma, del don personal que se entrega al otro, siendo en el matrimonio este "otro" el cónyuge con quien la persona se une para la formación de una familia; en la continencia voluntaria, siendo el "otro" Dios en primera instancia y la comunidad (Iglesia) en la instancia inmediata.

La continencia o celibato por el reino de los cielos es una forma elocuente, dada su significación escatológica, teológica y antropológica, de significar al valor del don personal de sí, elemento esencial a su vez de la vocación matrimonial. Desde el punto de vista ético cristiano, este valor del don de si mismo es coherente con el valor esponsalicio del cuerpo que se ha de manifestar en la unión conyugal entre el varón y la mujer. Nos encontramos, pues, ante la paradoja evangélica de que la virginidad consagrada nutre la sacramentalidad del matrimonio, toda vez que el matrimonio por su parte viene a expresar, en la dimensión terrena y transitoria de la historicidad, el ethos esencial del don de sí como forma y contenido de la realidad futura, en el sentido de la comunión perfecta (ágape) con Dios y con los santos bienaventurados.

Bendiciones, doctora Pilar.
Discípulo de Cristo por amor del Padre y unción del Espíritu. Miembro de la Iglesia por gracia divina. Amar a Jesús es mi mayor alegría.

Dios te salve, María, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Avatar de Usuario
Carlos64
 
Mensajes: 98
Registrado: Mar Sep 17, 2013 6:58 pm
Ubicación: Costa Rica

Re: 81. El celibato, don de Dios

Notapor mamafeliz » Lun Jun 16, 2014 8:22 am

Al aceptar el significado de la llamada a la continencia "por el reino de los cielos", sostenemos que la realización de esa llamada sirve de modo particular para la confirmación del significado nupcial del cuerpo humano en su masculinidad y feminidad. La renuncia al matrimonio por el Reino de Dios pone de relieve, al mismo tiempo, ese sinificado en toda su verdad interior y en toda su belleza personal. Cristo, hijo de la Virgen, el cual era El mismo virgen, es "eunuco por el reino de los cielos", en el sentido más perfecto del término.
La única clave para comprender la sacramentalidad del matrimonio es el amor nupcial de Cristo hacia la Iglesia.
mamafeliz
 
Mensajes: 116
Registrado: Mié Jun 05, 2013 12:33 pm

Re: 81. El celibato, don de Dios

Notapor jcuengar » Mar Jun 24, 2014 8:36 pm

La renuncia plenamente consciente de la vida matrimonial permite el perfeccionamiento de la vida esponsal en relación con Cristo.
Me parece que es más una paradoja semántica que teológica, pues en la explicación del texto se entiende claramente esta posibilidad como una conw3cuencia lógica. Sólo se puede renunciar que se tiene, conoce o entiende.
jcuengar
 
Mensajes: 106
Registrado: Lun Ene 09, 2012 5:56 pm

Re: 81. El celibato, don de Dios

Notapor Dolovalencia » Vie Jun 27, 2014 12:01 pm

La única clave para comprender la sacra mentalidad del matrimonio es el amor nupcial de Cristo hacia la iglesia. (Efecios 2,22-23)
Dolovalencia
 
Mensajes: 100
Registrado: Mié Jun 05, 2013 2:52 pm

Re: 81. El celibato, don de Dios

Notapor vegafroilan » Jue Jul 31, 2014 7:57 pm

¿En qué consiste la paradoja que se presenta en este número? La ley del don y de la renuncia, como evidencia de la masculinidad y feminidad
Respuesta: 4. Así, pues, aunque la continencia "por el reino de los cielos" (la virginidad, el celibato) oriente la vida de las personas que la eligen libremente al margen del camino común de la vida conyugal y familiar, sin embargo, no queda sin significado para esta vida: por su estilo, su valor y su autenticidad evangélica. No olvidemos que la única clave para comprender la sacramentalidad del matrimonio es el amor nupcial de Cristo hacia la Iglesia (cfr. Ef 5, 22-23): de Cristo, Hijo de la Virgen, el cual era El mismo virgen, eso es "eunuco por el reino de los cielos", en el sentido más perfecto del término. Nos convendrá volver sobre este tema más tarde.

San Ignacio de Loyola, Ruega por nosotros :-)
vegafroilan
 
Mensajes: 76
Registrado: Vie Sep 14, 2012 6:38 pm

Re: 81. El celibato, don de Dios

Notapor marthika7 » Mié Dic 10, 2014 12:52 pm

Preguntas:
¿Cuál es la única clave para comprender la sacramentalidad del matrimonio?
La única clave para comprender la sacramentalidad del matrimonio es el amor nupcial de Cristo hacia su Iglesia. En Efesios 5, 22-23 queda plasmada esta clave: sean dóciles “las mujeres a su marido, como si fuera el Señor, porque el varón es la cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo”.
Cristo, se donó, siendo Virgen, es decir se hizo “eunuco por el reino de los cielos” en el sentido más perfecto del término. Cristo se donó a sí mismo por amor a su cuerpo, la Iglesia.

¿En qué consiste la paradoja que se presenta en este número? La ley del don y de la renuncia, con evidencia de la masculinidad y feminidad.
Que la renuncia es al mismo tiempo es afirmación del don. La renuncia a los valores de la vida conyugal y familiar implica una conciencia vida a estos valores, al igual implica una afirmación del valor de la renuncia, al reconocerla como don dado por Dios, en la cual la persona no casada se abstiene en coherencia por seguir el ejemplo de Cristo, quien se hizo a sí mismo eunuco por el reino de los cielos. Al aceptar este significado de la llamada a la continencia “por el reino de los cielos”, esta misma llamada sirve también para la confirmación del significado nupcial del cuerpo humano en su masculinidad y feminidad.
La renuncia al matrimonio por el reino de Dios pone de relieve, al mismo tiempo, ese significado en toda su verdad interior y en toda su belleza personal. Esta renuncia, es, en cierto sentido, indispensable, a fin de que el mismo significado nupcial del cuerpo sea más fácilmente reconocido en todo el ethos de la vida humana y sobre todo el ethos de la vida conyugal y familiar.
marthika7
 
Mensajes: 179
Registrado: Mié Ene 04, 2012 4:01 pm

Anterior

Volver a Catequesis de Juan Pablo II sobre el amor humano, Parte III y IV: La resurrección de la carne y la virginidad cristiana

¿Quién está conectado?

Usuarios registrados: Google [Bot], Google Adsense [Bot]

Reportar anuncio inapropiado |
Reportar anuncio inapropiado |