LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

La intención de curso es ofrecer un enfoque que nos ayude a profundizar en el contenido de la felicidad, a descubrir el modo de ser feliz en la vida diaria, y a conectar esa felicidad cotidiana con la felicidad definitiva en la vida futura, se trata de ser feliz mientras se camina, y no solamente al final del trayecto. Este curso nos ayudará a responsabilizarnos de nuestra propia felicidad, que no es una cuestión de suerte; aprenderemos a ser felices en el proceso ordinario de la vida .

El curso consta de 16 lecciones

Fecha de inicio: 4 Febrero
Fecha de término: 22 Abril

Moderadores: Catholic.net, Ana Cecilia Margalef, pedroluisllera, AlbertoMestreLC, Moderadores Animadores

LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor Catholic.net » Lun Feb 03, 2014 2:45 pm


Julían Marías
¿Qué se entiende por felicidad?

Las grandes ausencias

Me preocupa una situación frecuente en el pensamiento de nuestro tiempo, y que se podría llamar las «grandes ausencias». Quiero decir que hay ciertas cuestiones que se rehúyen sistemáticamente, y que resultan ser algunas de las más importantes. Hace años tuve una sorpresa cuando advertí que en una excelente y extensa Enciclopedia no aparecía el artículo «Amor». (Algún tiempo después comenté con su director lo que me parecía escandaloso, y me pidió que escribiera tal artículo para el Suplemento; me sentí obligado y así lo hice.) Esto me llevó a mirar en algunas de las más ilustres Enciclopedias, sin excluir la Britannica, y encontré la ausencia de «Amor» en sus millares de páginas. En cambio, en aquel admirable y viejo Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, que se publicó entre 1887 y 1899 en veinticinco grandes volúmenes -y al cual suelo acudir de arribada forzosa después de consultar. la más encopetada bibliografía en varias lenguas-, había un largo y minucioso artículo sobre el amor.

Algo parecido ocurre con otros temas capitales: persona, vida humana, libertad, muerte (quiero decir muerte personal, porque de la biológica sí se habla). Esto da mucho que pensar. ¿Por qué se rehuyen las cuestiones sobre las que sería más necesario orientarse, acerca de las cuales sería tan urgente saber a qué atenerse? Creo que esto tiene causas complejas; por lo pronto, cierto temor intelectual, la tendencia de muchos intelectuales de nuestro tiempo a escapar cuando se encuentran con un verdadero problema difícil de domesticar, de reducir a lo ya conocido.

Sobre todo, los temas que acabo de nombrar se refieren a realidades que no son «cosas», y hay una convicción tácita, no expresada, pero muy arraigada, de que la realidad son cosas. Esto es, sin duda, una forma de pensamiento arcaico, pero el arcaísmo es uno de los rasgos de nuestra época. Las realidades que se evitan no son cosas, aunque puedan tener que ver con ellas: les pertenece otro tipo de realidad. Por eso no se aclaran con meras observaciones o experimentos. No se puede esclarecer lo que es el amor o la vida humana o la muerte e o la libertad o la felicidad haciendo observaciones, encuestas, estadística, o experimentos de laboratorio; hace falta otro tipo de planteamiento, y se elude cuanto es posible. Tampoco caen esas cuestiones bajo la sombra de una disciplina particular, como el estudio de los números en la aritmética o el de las plantas en la botánica. Son realidades complejas, que propiamente no son cosas, porque aunque tengan ingredientes materiales tienen otros dinámicos, dramáticos.

Esta consideración nos llevaría muy lejos. Habría que renovar radicalmente los conceptos y las categorías de la vieja ontología, pensada para comprender las cosas o sustancias, o en otro caso las funciones. Si nos preguntamos por la realidad de muchas «realidades» de nuestro tiempo, nos encontramos en estado de perplejidad. ¿Cuál sería, por ejemplo, la «ontología» de una línea aérea, digamos Iberia? ¿En qué consiste? ¿Los aviones, los pilotos, las azafatas, los complejos sistemas económicos y administrativos, los vuelos mismos, los pasajeros, la carga? Es todo eso y mucho más, pero en unas relaciones complejas que no están previstas, para las cuales no hay esquemas intelectuales, que no se han pensado nunca, y que constituyen esa peculiar realidad que es una línea aérea.

Se ha pensado lo que es una piedra, un árbol, un perro, una mesa; pero faltan conceptos para entender innumerables realidades con las cuales tenemos que habérnoslas: es menester una revisión de todo nuestro sistema conceptual para enfrentarse con las formas de realidad de la mayoría de los componentes efectivos del mundo.

Si, para poner un ejemplo de particular alcance, se quiere entender un país, se estudian los datos estadísticos, se acumula toda la información que puedan aportar. Naturalmente, eso no es un país. Es, antes que eso, un proyecto, una historia, una serie de intentos, de éxitos, de fracasos, de errores, de renuncias (en mi libro España inteligible he intentado poner en claro la realidad efectiva de nuestro país). Hay que intentar un planteamiento adecuado a lo que es una nación, tipo de realidad complejísima, diferente de lo que es un territorio, o un conjunto de hombres, o un sistema político o jurídico, un Estado; es mucho más que eso, y sólo se entiende si se lo considera en otra perspectiva.

Estas cuestiones sin aclarar las cuales no entendemos el mundo ni nuestra vida, y que son elusivas, son las que me han interesado siempre, y he procurado durante una vida que ya es larga buscar alguna luz sobre algunas de ellas, remediar en lo posible ciertas ausencias.

Los nombres

Estos son los motivos que me llevan a enfrentarme con la felicidad humana. He dudado un momento si debía incluir el adjetivo. ¿Hay felicidad que no sea humana? El animal ¿puede ser feliz? ¿Se le puede aplicar ese concepto? No es claro ni seguro. Por otra parte, se puede hablar de felicidad en otras formas de vida, la angélica o la divina; pero no tenemos experiencia directa de esas realidades. En la duda acerca de si se puede extender el concepto de felicidad por debajo del hombre, y en la ignorancia, al menos intuitiva, de lo que puede ser en realidades superiores, conviene usar el adjetivo para delimitar el campo de la investigación. Tal vez más adelante sea posible decidir si el animal es capaz de felicidad, y acaso lanzar una mirada imaginativa, incierta, dudosa, problemática, a lo que pudiera ser una felicidad angélica o, a mayor distancia todavía, hacia el sentido que podría tener hablar de felicidad referida a Dios.

Para plantear una cuestión, suele ser útil empezar por los nombres de las cosas. Lo hice temáticamente, hace más de cuarenta años, en Introducción a la Filosofía, para intentar aclarar lo que es razón. El uso lingüístico es revelador: nos remite directamente a lo que se entiende cuando se nombra una realidad; las diversas acepciones de una misma palabra descubren flancos o aspectos de la realidad en cuestión, y el hecho de que se usen diversos nombres señala otros tantos puntos de vista o perspectivas sobre esa realidad. Esto ocurre en las diferentes lenguas, pero las correspondencias no son automáticas, y cada lengua revela una actitud peculiar.

En español, las palabras que nombran o sugieren la felicidad, además de esta, son muchas: dicha, suerte, fortuna; beatitud, ventura, bienaventuranza y algunas más menos claras y cuya equivalencia con «felicidad» sería discutible.

Por otra parte, hay los opuestos, los contrarios, algo de que suelen carecer la mayoría de las realidades, y que parece reservado a las humanas. Existen palabras que designan realidades contrarias a la felicidad: infelicidad, desgracia, desventura, mala suerte; infortunio o mala fortuna. Adviértase que estas palabras suelen ser privativas, es decir, construidas sobre la palabra positiva: des-gracia, des-ventura, in-felicidad, in-fortunio. Esto quiere decir que lo malo es derivado de lo bueno; se parte de la felicidad, y después esta felicidad puede faltar, puede ser destruida, y entonces sobreviene la desgracia, el infortunio, la mala suerte. Esto, que me parece importante, es un primer tanto a favor de la felicidad.

Algo análogo ocurrió con el prejuicio a favor del absurdo, que dominó durante un par de decenios. El absurdo no es primario, es lo que no tiene sentido, es decir, buen sentido. El absurdo se mueve en el elemento del sentido, que pertenece intrínsecamente a la vida humana, y cuando falta o no es bueno, decimos que algo es absurdo. Lo mismo ocurre con la falsedad, que supone la verdad, se mueve en su ámbito. La infelicidad en cualquiera de sus formas es algo secundario, derivado, privativo, negativo respecto a la felicidad. Esto nos llevaría a pensar que la felicidad, al menos en algún sentido, pertenece al hombre.

Para seguir con la lengua, siempre tan reveladora, es curioso que hay una serie de adjetivos correspondientes a la felicidad -feliz, dichoso, afortunado, venturoso, bienaventurado, y los negativos correspondientes-, pero no hay un verbo de la felicidad. ¿Es que la felicidad no es una acción? El verbo es la forma que lo expresa. Los relacionados con la felicidad se forman con los adjetivos y el verbo «ser» (el español tiene también la posibilidad del verbo «estar»: ser feliz o estar feliz). A veces se emplea el verbo «tener» con un sustantivo: tener fortuna, tener ventura, tener suerte o mala suerte. Es sumamente interesante este repertorio de posibilidades lingüísticas, estas maneras de referirnos a la felicidad. No se olvide que nos preguntamos qué se entiende por felicidad, y hay que partir, por tanto, del uso lingüístico, de la noción no crítica, ni científica, ni filosófica, que tenemos cuando usamos la palabra «felicidad», sus derivados o sus análogos. No es siempre lo mismo, en todas las épocas, y si más adelante hacemos una incursión por otras lenguas, nos encontraremos con que no hay correspondencias exactas entre las palabras que indican la felicidad en las lenguas clásicas, en las modernas y entre ellas el español. Además, estas palabras tienen etimologías muy distintas, es decir, corresponden a diversos mundos, a lados profundamente diferentes de la vida. Esto ilumina ya bastante esa realidad tan elusiva, tan difícil de aprehender, y por eso creo importante tener una especie de primer contacto, casi fisiognómico, visual o auditivo, con la felicidad tal como la encontramos en el uso normal de la palabra cuando la sentimos por un momento, o nos quejamos de no tenerla o haberla perdido, o la descubrimos en alguien. Esto es lo que primariamente nos interesa, lo que puede ser el único fundamento sólido para iniciar una investigación sobre esa extraña realidad, buscada y rara vez hallada, que llamamos felicidad.

Primera exploración

Habría que preguntarse -las preguntas inocentes suelen ser las más fecundas- si es importante la felicidad. Hay realidades que parecen importantes en una época o en un país, y en otros no. En el caso de la felicidad, hay grandes fragmentos de humanidad, en el tiempo o en el espacio, que parecen no haber caído en la cuenta de ella, y por eso se ha pensado extrañamente poco sobre esta cuestión -y sobre tantas otras-. Sobre casi todo se han acumulado noticias, datos, y ello ha permitido conseguir saberes útiles y valiosos, pero lo que se llama pensar es algo que el hombre ahorra, con extraña tacañería, Sobre algunos asuntos es sorprendente lo poco que se ha pensado, y uno de ellos es la felicidad, lo cual haría pensar que no se le ha dado demasiada importancia.

Por lo pronto, se la confunde con otras cosas: con la alegría, con el bienestar, con placer; realidades que sin duda tienen que ver con la felicidad. Uno de los descubrimientos más interesantes de Ortega es el del pensamiento confundente: confundir es una función tan necesaria como distinguir, porque permite descubrir las conexiones entre realidades que por otra parte hay que distinguir. Si hablamos de la hoja de un árbol, de la de una espada y de una de papel, evidentemente se trata de tres cosas muy distintas, y parece mera confusión emplear la misma palabra; pero tienen que ver, algo se parecen, y esa denominación lo tiene presente y así se justifica.

Muchas veces me he referido a la vaguísima y estupenda palabra española «bicho», desesperante para un zoólogo -creo que hay unas ochenta mil especies clasificadas de coleópteros-, que permite referirse a innumerables animales prescindiendo de sus diferencias. Si estoy leyendo o escribiendo y entra un insecto por la ventana- como en el poema de Dámaso Alonso-, si tuviera que comportarme con él según su especie, no podría fácilmente decidir mi conducta; si lo que quiero es quitarlo de en medio, tengo que tratarlo como «bicho» sin plantearme más cuestiones. La felicidad tiene que ver con muchas cosas, y la infelicidad con las opuestas, pero no se confunde con ninguna de ellas, como veremos cuando nos adentremos en el problema.

Por su carácter confuso y elusivo, no se le ha prestado mucha atención intelectual a la felicidad, pero por otra parte el hombre no cesa de buscarla: todo lo que hace, lo hace con el propósito más o menos deliberado, al menos con la esperanza de aumentar su felicidad. Es algo que llena nuestra vida, al menos en la forma de la ausencia, de la privación, de la busca, pero la ocupa entera. Es la gran envolvente de todo lo demás. Las cosas que buscamos, que queremos, que nos interesan, por las cuales nos afanamos, todas tienen como un trasfondo que es esa elusiva, esa improbable felicidad. Nos interesan en la medida en que van a contribuir a la felicidad, o la van a hacer más probable, o van a restablecerla si se ha perdido, y esto muestra la desproporción entre la importancia intelectual que se le ha dado y el peso real, absorbente, inmenso, que tiene en nuestra vida.

Intento rectificar ese desequilibrio, pensar en serio sobre la felicidad, acercarme un poco a ella, esclarecer sus límites, tal vez descubrir lo que en ella hay de misterioso, lo que no se acaba de comprender. Y hay una pregunta primaria, condición de las demás: ¿a qué afecta la felicidad? Cuando hablamos de ella, ¿a qué nos referimos? Y por lo pronto en su sentido temporal: ¿afecta al momento, al instante, o acaso a la vida entera? Volvamos a los usos del lenguaje. Se dice a alguien «¡Felicidades!» -curiosamente en plural- por algo muy concreto, por ejemplo su cumpleaños; o decimos «Feliz año nuevo», con deseo de felicidad para todo el año, pero en particular para su comienzo. En este uso, la felicidad aparece como algo momentáneo. En el extremo opuesto está la concepción de los griegos, para quienes de nadie viviente se podía decir que era feliz, porque nunca se sabe lo que puede pasar, cómo puede terminar. Sólo cuando había muerto se podía decir de un hombre que había sido feliz. Por lo demás, griegos y romanos, para decir de alguien que ha muerto, decían «ha vivido» (bebíotai, vixit), englobando la totalidad de la vida una vez que ha quedado conclusa, sellada por la muerte. De modo que no está claro si la felicidad se refiere a un momento o a la vida entera en su conjunto.

Es decisiva la aparición del cristianismo. Más adelante será menester preguntarse por la visión de la felicidad dentro de él, pero hay que tocar ahora un punto que afecta a lo que acabo de decir. El cristianismo ha transferido el concepto de felicidad primariamente a la salvación, y esa transferencia tiene un carácter muy interesante y que plantea problemas teológicos. En la concepción cristiana más admitida, el destino personal del hombre depende del último momento; es decir, una vida enormemente pecaminosa puede desembocar en la salvación mediante el arrepentimiento (Don Juan Tenorio dice que «un punto de contrición / da a un alma la salvación»). A la inversa, una vida llena de virtudes puede terminar con un pecado mortal sin arrepentimiento, y conducir a la condenación, a la definitiva infelicidad. Es un extraño actualismo en que se hace pender el destino del hombre de un momento, de un instante (la justificación de esto no está clara para muchos, lo que tiene no pocas consecuencias).

La vida humana aparece así concentrada en un último instante, con un desenlace definitivo e irreversible. Esta concepción tiene dos riesgos, lleva consigo dos tentaciones que me parecen graves. En primer lugar, olvidar la felicidad en esta vida. Es frecuentísimo en los escritos ascéticos de todos los tiempos el olvido de ella, como si fuera desdeñable, como si no tuviera interés, lo cual me parece absolutamente problemático: que lo principal sea la salvación puede aceptarse; que la felicidad en esta vida no tenga importancia es algo absolutamente diferente.

El segundo peligro, de índole aparentemente opuesta, es no imaginar la felicidad ultraterrena. La esperanza de ella se reduce a algo muy abstracto y sobre todo inconexo con la vida anterior; se piensa en la otra vida como algo que no tiene gran conexión con esta, a lo sumo con el cumplimiento de ciertas «condiciones», pero no con su figura y su contenido real. De hecho se ha imaginado mucho más la condenación que la salvación; el mundo está lleno de pinturas, relatos, cuentos en que aparecen los demonios y las calderas de Pedro Botero, ha habido una imaginación minuciosa y truculenta del infierno y la condenación -basta recordar al Bosco-; el equivalente de la salvación, de la beatitud, falta casi enteramente.

Me parece inquietante la tentación de no imaginar la otra vida. Se dirá que no se puede imaginar, que no podemos saber cómo será. Hace falta imaginarla al menos lo suficiente para poder desearla, a sabiendas de que no será así, sino mejor (no podemos admitir que superemos a Dios, que Dios se quede corto); pero con esa reserva metódica tenemos que imaginarla para desearla. En nuestra época hasta tal punto sucede así, que la falta de imaginación ha extinguido el deseo en enormes mayorías, que ni siquiera cuentan con ella. No se desea lo que parece exangüe y espectral: no se olvide que en la Odisea el héroe piensa que es mejor ser siervo del último labrador en el mundo que ser rey de los muertos, con una realidad mínima, una vida espectral.

Hay finalmente una tendencia a la generalización abstracta. Cuando se habla de la felicidad terrenal, de la felicidad en este mundo, se suele pensar en las condiciones de la felicidad, más que en lo que ella misma pueda ser. Se la identifica con un repertorio de condiciones que se pueden realizar o no, o se piensa en los medios de conseguirla o conservarla. Con ello se omite algo capital: la felicidad tiene que ser mía. La vida humana es siempre «mi vida», la de cada cual. Felicidad en abstracto no tiene sentido; no puede ser un esquema, un modelo aplicable a cualquier caso. Felicidad es mi felicidad, no sólo en el sentido de que tiene que poseer un carácter individual, particular, diferenciado, sino sobre todo en que tiene que tener conexión con el quién proyectivo que es cada uno de nosotros.

La felicidad es de ese alguien que soy yo; más aún, que pretendo ser, que intento ser, que necesito ser. La felicidad de cualquiera no es felicidad de nadie, y por eso es menester que la posible felicidad ultraterrena se piense en conexión estrecha con esta. Si no, no sería mi otra vida, sería algo ajeno. Cada vez es más evidente el carácter único e insustituible de la vida humana, en todos los órdenes. Y estamos en una época en que se hacen esfuerzos constantes por despersonalizar lo humano, reducirlo a números y estadísticas, considerar que no hay un esquema aplicable por igual a todos los hombres.

Siempre me ha inquietado en formas literarias de otro tiempo, por ejemplo en el teatro español del Siglo de Oro, que se vea como un happy end el desenlace de unos amores apasionados que al final, por un azar, un reconocimiento o una decisión del príncipe, terminan en un cambio de parejas, con tal de que la nueva dama sea de gran belleza y alta alcurnia, y el caballero tenga atributos análogos, como ocurre en La vida es sueño. Un hombre enamorado lo está de una mujer única, sin equivalente, sin que se la pueda sustituir por ninguna otra.

La vida, en la medida en que es humana, es mía, irreductible a ninguna otra. Y veremos cómo la felicidad afecta al núcleo último de la vida. No se puede uno contentar con sus determinaciones sociales, psicológicas, circunstanciales; todo esto pueden ser los alrededores, los aledaños de la felicidad, o las formas en que se puede o no se puede realizar. En ciertas circunstancias es más o menos probable, pero su último sentido es siempre rigurosamente personal.

Los esquemas que componen la teoría general o analítica de la vida humana no tienen verdadero valor de realidad más que cuando se llenan de contenido; por lo pronto, el que corresponde a la antropología, a lo que llamo «la estructura empírica»; pero sobre todo lo que corresponde a cada vida singular y única. A la felicidad le pertenece esto en grado máximo, no hay nada que requiera más la unicidad de la persona. Desde esta perspectiva hay que plantear el problema.

Se preguntará si esto es posible, pues desde Aristóteles se ha dicho que la ciencia lo es de lo universal, y nos encontramos con la necesidad de saber qué es algo absolutamente singular. Tal vez no sea posible alcanzar ese conocimiento, o acaso el gran Aristóteles no tenía enteramente razón y sea posible otra ciencia de lo singular, de lo concreto, de lo único. Vamos a intentar esa exploración aventurada.

Tutores del Curso

P.Alberto Mestre, LC
amestre@legionaries.org

Roxanna Solano
rsolano@consultores.catholic.net

Participación en el foro

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?

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Lección 2

Qué es la felicidad


La felicidad ha sido muchas veces sustituida o suplantada por otras cosas, que tienen que ver con ella, pero que no son ella.

Da un click para acceder a la presentación en power point
http://www.es.catholic.net/catholic_db/archivosWord_db/que_es_la_felicidad-6.pdf

Tomado del libro:

La felicidad humana
JULIÁN MARÍAS,
Alianza Editorial,
Madrid 2005
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor Mivida » Lun Feb 03, 2014 4:20 pm

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
Las virtudes y fortalezas humanas para conseguir la felicidad en una lucha continua. Siempre debemos situarnos en el contexto de cada cultura, de cada grupo humano, y de todos los elementos psico-sociales que se fueron impreganando en cada civilizacion, lo que implica una manera distinta de ver la felicidad en cada grupo humano y en cada ser humano, pero que en el fondo existen muchos puntos en común, una ética que subyace al ser humano y capta la noción del buen carácter. Cuan importante es descubrir la esencia de estos elementos (virtudes y fortalezas) y realizar diferentes estudios que nos permitan construir nuestra felicidad individual y colectiva. Elementos como la sabiduría, el conocimiento, el valor, el amor, la humanidad, la justicia, la templanza, la espiritualidad, la trascendencia dentro de rasgos morales que se forjan con el tiempo y la práctica, la perseverancia, la buena educación y dedicación.
Desarrollar todos estos elementos es un proceso de construcion y de toma de decisiones, el fomentarlas no supone un aprendizaje sino más bien guarda relación con el descubrimiento, la creatividad, entendida como la capacidad de crear, de producir cosas nuevas y valiosas, es la capacidad de un cerebro para llegar a conclusiones nuevas y resolver problemas en una forma original, dentro de una espiritualidad, de fe, de sentido religioso pensando y sintiendo que existe un propósito o un significado universal en las cosas que ocurren en el mundo y en la propia existencia, ese algo superior (DIOS) que da forma a determina nuestra conducta y nos protege, por ello es nuestro deber desarrollar nuestras fortalezas.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
El cristianismo ha transferido el concepto de felicidad primariamente a la salvación, y esa transferencia tiene un carácter muy interesante y que plantea problemas teológicos. En la concepción cristiana más admitida, el destino personal del hombre depende del último momento; es decir, una vida enormemente pecaminosa puede desembocar en la salvación mediante el arrepentimiento (Don Juan Tenorio dice que «un punto de contrición / da a un alma la salvación»). A la inversa, una vida llena de virtudes puede terminar con un pecado mortal sin arrepentimiento, y conducir a la condenación, a la definitiva infelicidad. Es un extraño actualismo en que se hace pender el destino del hombre de un momento, de un instante (la justificación de esto no está clara para muchos, lo que tiene no pocas consecuencias).
En el Evangelio, se nos presenta dos pasajes como son las bienaventuranzas (Mt 5, 1-12), y San Lucas, en Hch 20,35. Las bienaventuranzas son un canto a la identificación y el seguimiento a Cristo, pero también, un programa de vida: pobres en el espíritu (voluntad personal, obediencia, escucha); los que lloran (la alegría y la compasión en el sufrimiento), los humildes (sencillez); los que tienen hambre y sed de hacer la voluntad de Dios (Palabra y Buena Noticia); los misericordiosos (poner el corazón, el cariño); los que tienen un corazón limpio (sinceridad, generosidad); los que hacen la paz (sosiego, reconciliación); los perseguidos e injuriados por la voluntad de Dios (hijos de Dios). En el fondo, la búsqueda y el encuentro para estar en júbilo y la permanencia en el bien. Por su parte, San Lucas, nos dice, en los Hechos de los Apóstoles que “mayor felicidad hay en dar que en recibir”. Dar y recibir son verbos que invitan a la participación y el compartir. Como bien relata Julián Marías, los conflictos de la felicidad se comparan con los enfrentamientos que produce la vida (ser, pensar y decir). Los mayores problemas humanos (decía Sartre que la escasez mueve el mundo) son el egoísmo y la avaricia que engendra divisiones y discordias. En la felicidad, pasa lo mismo. La inmoderación y el afán desordenado conllevan al descontento y la insatisfacción de los demás (cercanía) pero nunca al afectado (lejanía) que admite las cosas. El abuso y realizar favores en nombre de los actos de caridad y la ayuda puede alcanzar un nivel muy dañino. Un ejemplo coloquial, los pobres también quieren irse de vacaciones al Caribe. La vida, hay que aceptarla como viene. No se puede rebelarse contra nadie, ni atacar al prójimo.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
El Autor hace una lectura directa de los textos evangélicos, con la que llega a conclusiones muy significativas sobre la esencia de la felicidad: su carácter personal, su vinculación con lo que es más propio del hombre, la continuidad entre la felicidad antes y después de la muerte. Al hilo de estas consideraciones, enjuicia la reflexión teológica sobre las bienaventuranzas, que no le parece que haya sido especialmente iluminante; quizá atribuye demasiado peso al influjo de la filosofía griega en la religión y en la teología cristiana. Avanza también una apreciación de lo que suelen entender las personas sobre la felicidad temporal y la eterna. A su luz, muchas de las consideraciones cobran más fuerza y profundidad; es el caso, de las observaciones que se hacen sobre la vida cotidiana, fuente de novedad, que excluye toda monotonía, para la persona que es verdaderamente feliz; o lo que se afirma sobre ilusión y felicidad, o sobre el valor de las contrariedades. Así en el capítulo dedicado a las bienaventuranzas, señala que con frecuencia se presenta la felicidad eterna como ligada a unas condiciones que serían como externas a ella, y no como esencialmente conectadas con la verdadera felicidad también terrena: "ha predominado la idea de que para conseguir la beatitud, la bienaventuranza, la salvación, hace falta cumplir ciertas condiciones, fundamentalmente morir en estado de gracia, no en pecado mortal. No es que esto no sea cierto, sino que elimina toda conexión entre nuestra vida aquí y esa vida sobrenatural prometida". Puede ser que haya predominado; pero no es desde luego lo que nos enseñó nuestro Padre, que nos hizo ver siempre nuestra vida cristiana aquí en perfecta continuidad con lo que nos espera en el cielo; y nos enseñaba a entender que sólo serían felices en el cielo los que lo hubieran sido de verdad, con felicidad auténtica, aquí en la tierra.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?
La felicidad es presente en su pensamiento originario: resulta que viviendo y mirando mi vida veo que tiene un horizonte que se extiende desde el nacimiento, entendido como el pasado más absoluto, hasta el futuro más lejano: mi muerte. Y a la vista del horizonte limitado, mi carácter futurizo y amoroso aúnan un deseo de felicidad, en consecuencia una problemática contingente cargada del dramatismo particular de cada vida humana donde estos dos elementos, amor e ilusión serán los componentes esenciales. La vida consiste pues en constantes elecciones, y si no se ve con claridad que es lo que realmente proporciona sorbos de felicidad, entonces se elige lo que no importa y la decisión es equivocada. El hombre es una realidad utópica, que es y no es, que es lo todavía no es y tal vez no pueda ser. Consiste en ser una realidad proyectiva, futuriza, deseante, nunca lograda, nunca conclusa, en suma, utópica (…). Nuestra vida consiste en el esfuerzo por lograr parcelas, islas de felicidad, anticipaciones de la felicidad plena. Y ese intento de buscar la felicidad la felicidad nutre de ilusión, la cual, es ya una forma de felicidad. En cada instante tiene que elegir entre las posibilidades. Y ninguna posibilidad basta ni satisface, porque cada cosa -como veí­amos antes- no es la realidad; es real, tiene algo de la realidad, pero no es la realidad; al captar cualquier cosa tenemos la cosa real en la mano, pero la realidad se nos escapa. La felicidad, por tanto, consiste en la realización de cierta pretensión o proyecto vital que se construye dentro de un repertorio de circunstancias determinadas. Es decir se trata de cierta presión que yo ejerzo sobre las circunstancias, las cuales me permiten o no realizar esa pretensión, proyecto, programa o vocación. Si lo consigo , decimos que soy feliz; si no lo consigo, decimos que soy infeliz, desgraciado, desdichado, desventurado. El hombre es el único ser del mundo que no renuncia ni quiere renunciar a su felicidad, para ser feliz cada uno necesita unas u otras cosas, pero la felicidad está intrí­nsicamente ligada al ser humano; en cada una de las pequeñas cosas que realmente nos interesan hay un halo de felicidad, buscamos a DIOS, que es lo que quiero, lo que me interesa, por tanto, es la felicidad en cada acto que hago en cada palabra que pienso, por que el eje de todo ello es DIOS. La vida feliz es por tanto, la que esta conforme con nuestra naturaleza, y esa naturaleza es DIOS.
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor FerAguilar33 » Lun Feb 03, 2014 4:55 pm

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
Es una experiencia personal de gozo pleno que se siente en el corazón. Un estado permanente debido a la renovación contínua de las facultades superiores del hombre (Inteligencia, voluntad y afectividad) esto es: Buscar con la inteligencia el conocimiento de la verdad y el bien. Con el Afecto, experimentar sintonía con las acciones verdaderamente buenas y reconocerlas en el corazón y Con la Voluntad buscar ser y hacer el bien que la inteligencia me dicta como verdaderamente bueno. Al transcurso de la vida, se van descubriendo realidades más profundas que renuevan la inteligencia a través de la reflexión y a la vez, actualizan nuestra voluntad y afectos.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
Si, La salvación de nuestras almas, es la meta que presenta el Cristianismo como la búsqueda más importante de la vida terrena. Conocer profundamente la persona de Jesucristo como el modelo de Verdad, Camino y Vida y gozar de la presencia de Dios en la vida eterna. Se diría que no alcanzar la salvación sería la mayor de las infelicidades. Con la inteligencia debemos buscar y conocer la voluntad de Dios para sintonizar nuestros corazones a ella y Voluntariamente buscar hacer el bien. Transformar nuestra voluntad a la voluntad de Dios, así nuestro corazón encontrará descanso y gozo profundo.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Es una problemática que hay que superar. El Cristianismo pone el foco principalmente en buscar la felicidad en la vida después de la vida terrenal, lo cual, implica muchas veces la negación de lo que hoy se conoce como felicidad. La sociedad de nuestros días está en constante búsqueda de la felicidad, pero la concepción de felicidad “terrenal” o “mundana” se presenta como la posesión de bienes materiales, el tener “poder” sobre los demás y experimentar “placeres” en los sentidos corporales (hedonismo) que nunca satisfacen la carne. Esto se convierte en un camino que lleva al desorden y degenera la figura de “persona” que según el cristianismo, debe orientar todas sus potencias hacia Dios. El otro problema sería no buscar la felicidad en esta vida, en este peregrinar hacia el reino de Dios. Inevitablemente al ir conociendo la “verdad” que presenta el Cristianismo como camino a la salvación y hacia la “felicidad” vamos a encontrar radicales diferencias con la concepción de felicidad Hedonista de la sociedad Actual. El camino de Cruz, la vivencia del dolor, el buscar la felicidad en el dar más que en el recibir, el amor a los pobres, la sencillez, la humildad, entre otras concepciones que presenta la doctrina Cristiana no hace sintonía con la felicidad que nos presentan los medios de comunicación y que la mayor parte de la sociedad acepta como verdadera sin siquiera cuestionarla.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?
Si, claro, es una religión que tiene la misión de difundir el evangelio y el camino verdadero a la felicidad mediante el conocimiento del hijo de Dios y adherirnos voluntariamente a ser sus discípulos viviendo según las enseñanzas que nos dejó, principalmente la del amor al prójimo. El reto más grande es descubrir el verdadero significado de “Amor” para ponerlo en práctica y dar los frutos que Dios quiere de nosotros.
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor Isi » Lun Feb 03, 2014 7:51 pm

1- ¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
La felicidad es consecuencia de actualizar las facultades superiores humanas: inteligencia, voluntad y afectividad, lo que implica un continuo trabajo personal, se descubre a modo de vivencia interior, no es, pues, ni mero descubrimiento intelectual ni mero voluntarismo ni mero sentimiento. constituye un caminar único e irrepetible de cada ser humano.
2-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
Sí, la de embellecer el caminar terrenal con una mirada sobrenatural que le da un exquisito sentido. La presencia continua de Dios en nuestra vida nos regala unas huellas de amor que día a día nos hablan de una felicidad con ciertas características en este mundo, seguramente propias de nuestra humanidad que adoptarán otras diferentes tras la muerte, con características celestiales por decirlo de algún modo.
3-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Sí, a lo largo de la historia se han ido sucediendo maneras de entender la religión que nos alejaban del sentido verdadero de la felicidad, que no suprime la terrenal, limitándose a sólo esperarla en la vida eterna. no se presentaba a la felicidad con la riqueza integral que tiene.
4-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?
Totalmente, la vivencia de felicidad interior nace de la comunión con Cristo que nos habla de amor y que nos invita a aprender tan vasto idioma, es el vivenciarse abrazado diariamente por su amor mientras vamos caminando hacia Él.
Isi
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor LourdesGalarzaV » Lun Feb 03, 2014 10:21 pm

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
Los elementos son de carácter personal, en el que interviene la conciencia y la voluntad del ser humano, no es algo lírico, es un proceso de trabajo y compromiso personal.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
Efectivamente el cristianismo en el inicio presentaba a la felicidadad como el momento de la salvación por nuestro Señor Jesucristo, planteándola como un momento no como un camino en el que se se puede ser feliz por las vivencias de las enseñanzas que nos dejó nuestro Salvador.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Algunos autores plantean a la felicidad como algo celestial, sin hacer un nexo con la felicidad terrena, pero el autor de esta lección expone lo contrario, que la felicidad en el cristianismo es posible aquí en la tierra bajo la gracia de nuestro Señor, siguiendo su doctrina y en el diario vivir.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?

Nuestro catolicismo se basa justamente en la felicidad, que es lo que nuestro Señor quiere para cada uno de nosotros, mostrándonos que viviendo cerca de El, esta felicidad es posible aquí en la tierra, en el diario vivir y es lo que nos debe de diferenciar de las otras religiones.
LourdesGalarzaV
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor christopher0cb » Lun Feb 03, 2014 11:14 pm

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
El conocimiento de la verdad, actualizar los sentimientos y emociones, y querer y realizar el bien.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
Si, la felicidad que presenta es alejándose del pecado y acercándose a hacer el bien, mediante el conocimiento de la verdad y la práctica del amor fraterno.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Sí, porque lo reducen a prácticas de penitencias, y llevar la cruz diariamente.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?

Si.
christopher0cb
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor M4ri4n4is » Lun Feb 03, 2014 11:22 pm

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
Los elementos de la felicidad según Julián Marías son: la felicidad es personal, de carácter individual, particular, diferenciada y de conexión con el "quien proyectivo" es decir con el "yo mismo"

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
Si, el cristianismo ha vinculado la felicidad con la salvación mediante el arrepentimiento. La salvación según el cristianismo es dar la cara al amor de Dios, recibirlo y aceptarlo, esta experiencia causa la auténtica felicidad e impulsa a buscar el bien propio y de los demás lo cual la incrementa.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
No, según Julián Marías, la felicidad está vinculada al cristianismo; es necesario imaginarla y desearla; no se debe pensar que la felicidad involucra solo la vida terrenal, sino, hay una interrelación de la vida "temporal" con la "trascendental"

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?
Si para le cristianismo, la felicidad es la salvación de la persona, pero, a partir de "esta vida". Esta salvación parte de una experiencia del amor de Dios lo cual dona gozo y paz. La salvación es encuentro entre la gracia de Dios y la voluntad del hombre que se abre a esa gracia y a ese amor. Quien se siente amado por Dios es feliz y busca compartir esa felicidad con los demás
M4ri4n4is
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor Elizabeth1 » Lun Feb 03, 2014 11:31 pm

Lección 1 y 2:

1. Uno de los elementos sería el sentido respecto a lo intrínseco, a la vida humana, pertenece al hombre, otro elemento sería la época que se está viviendo no es la misma desde la antigüedad hasta ahora; otro elemento sería el campo intelectual de la felicidad, se refiere a un momento o a todo aquello de lo que está compuesto la vida. Finalmente cabe resaltar que otro elemento crucial es imaginar la existencia de la felicidad, y por tanto que es un proyecto individual, es mía.

2. El cristianismo presenta un tipo de felicidad, que es todo aquello que se debe hacer para alcanzar la salvación, es decir, ser feliz en la otra vida, mediante el arrepentimiento si se ha pecado.

3. No

4. Si, un encuentro con Cristo que nos permite llegar a la felicidad en búsqueda de la santidad.
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor Stephanny » Lun Feb 03, 2014 11:40 pm

1. Los elementos serían: La importancia de la felicidad como un estado interior, una vivencia personal, algo que se experimenta de manera subjetiva pero se basa en hechos objetivos; El tiempo y el espacio, debe ser algo que perdure no sea momentáneo; en el campo intelectual de la felicidad debe apuntar afectar la vida en su totalidad, es decir, en la inteligencia (búsqueda y conocimiento de la verdad), la afectividad (sentimientos y emociones) y en la voluntad (el deseo de hacer las cosas bien); además de imaginar la existencia de la felicidad, y por tanto tomarla como un proyecto individual consecuencia de mis acciones y pensamientos.

2. Para el cristianismo la felicidad se alcanza mediante la salvación mediante el arrepentimiento y penitencia, aunque no sólo se detiene ahí, se es feliz cuando conocemos a Cristo lo amamos, lo aceptamos y le permitimos formar parte de nuestra vida, al hacerlo podemos llegar amar y aceptar a los demás.

3. No

4. Si, un estilo de vida que deseamos tener, aquel que Cristo nos enseñó mediante su estadía en la Tierra.
Stephanny
 
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Re: LECCION 1 Y Y CAMINO FELICIDAD

Notapor 19521230 » Lun Feb 03, 2014 11:46 pm

[]PREGUNTA. ¿Que elementos corresponden a la felicidad según el autor Julian Maria.?
RESPUESTA: De hecho el autor no se pronuncia por una definición concreta de lo que es la felicidad. Se limita al menos en buena parte del documento a señalar realidades con las que suele confundirse la felicidad a la que el llama ´´realidad estraña y pocas veces hallada´´ (no comparto totalmente esta opinión) y también ´´realidad alusiva´´. Las realidades a que se refiere son la alegría, la fortuna, el bienestar, ser bienaventurado. Estas entre otras suelen confundirse con la felicidad total. También el autor hace una larga explicación un tanto embarullada de los diferentes significados de la palabra felicidad de acuerdo al idioma y a la cultura a la que se refiera.

PREGUNTA: ¿El cristianismo presenta alguna tipo de felicidad con características propias?
RESPUESTAS: Si, así es, el cristianismo relaciona la felicidad con la salvación personal. El autor afirma que el cristianismo da mucha importancia al momento final de la persona para la salvación (felicidad) o condenación (infelicidad), siendo asi que todo se juega a un momento estelar en la vida, en la frontera con la muerte (en lo personal no comparto totalmente esta afirmación).

PREGUNTA: Hay ciertos autores que presentan al cristianismo como una religión que no busca la felicidad. ¿Según el autor esto es así?
RESPUESTA: Creo que el autor no esta de acuerdo en que se señale al cristianismo como una religión que no busca la felicidad (yo añadiría aquí en la tierra). El autor afirma que esta de acuerdo en que felicidad y salvación vayan de la mano pero, que eso no quiere decir que en la vida terrena la felicidad, no tenga importancia.
19521230
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor gloriamaria52 » Mar Feb 04, 2014 1:35 am

LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO A LA FELICIDAD
1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
Los elementos que corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías están íntimamente relacionados con el ser humano en la medida en que este desarrolle su inteligencia y voluntad; por lo tanto exigen que el hombre trabaje de manera consciente en el crecimiento de su yo reconociendo sus errores y sus virtudes.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
El cristianismo si presenta la felicidad como la vivencia del ser humano en búsqueda de la salvación de su alma y esta se logra según haya sido su vida pecaminosa o virtuosa. Es de anotar que en las Bienaventuranzas el Señor nos invita a tener un estilo de vida diferente a lo que el mundo propone para lograr de esta manera la verdadera felicidad.
3.- Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Según el autor la felicidad no es algo imposible de alcanzar cuando prevalece el amor a la verdad y aquí reafirma la unidad en Cristo para ser verdaderamente feliz, esta felicidad debe ser terrenal y celestial, es de esta manera como la religión no lo propone ya que en la medida en que nuestra vida sea coherente estaremos siendo fieles a la alianza con Jesús.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?

El hombre con el anhelo de encontrar la felicidad se ánima a buscar a Dios en medio de las luchas de una manera radical, ya que la unidad de su yo con el Espíritu divino dinamiza su fe y lo impulsa a realizar en su vida cambios de hábitos que le permitan de manera particular encontrar la paz y la sabiduría de la cual nos habla la Palabra.
Santiago 1, 12 ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman.
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor nana1856 » Mar Feb 04, 2014 7:31 am

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?

R= La felicidad tiene como elementos: la voluntad, inteligencia y afectividad que residen en una persona. Es una consecuencia progresiva del crecimiento de los elementos mencionados.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?

R= Para el cristianismo la felicidad se presenta en la salvacion del alma, en la lucha por alcanzar la vida eterna, es decir, el destino de una persona depende de sus actos en vida.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?

R= Si, hay muchos autores que piensan que el cristianismo solo va en busca de la salvacion (lo cual no es del todo equivocado) pero tambien va en busca de nuestra felicidad en la tierra, de como encontrar el verdadero sentido de vida y felicidad, porque muchas veces se confunde la felicidad con placeres o alegrias momentaneas.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?

R= Si, lo es. Porque el cristianismo es la religion que te permite tener contacto con Dios de manera desinteresada, que busca el encuentro con Cristo que nos enseña a como vivir en armonia y amistad con nuestro entorno.
nana1856
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor IgnaciaCac » Mar Feb 04, 2014 8:36 am

¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
" Es algo que llena nuestra vida, al menos en la forma de la ausencia, de la privación, de la busca, pero la ocupa entera. Es la gran envolvente de todo lo demás. Las cosas que buscamos, que queremos, que nos interesan, por las cuales nos afanamos" Es el ser humano que busca la felicidad inteligentemente, mediante la voluntad de crecer en la afectividad.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
Sí, para el cristiano la felicidad es la "salvación eterna", aunque ella viniese en el último instante de la vida a través del profundo arrepentimiento de las ofensas cometidas y arrepentirse por ellas. Sin embargo la felicidad también está en la cotidianidad de la vida, en el interactuar constante dentro de la familia, la comunidad, sin condicionar a una vida de meditación ascética.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Desde la óptica de que ciertos autores entienden que la religión condiciona la felicidad a la vida eterna, fuera de la vida terrenal; sin embargo el autor cuestiona que la felicidad tampoco está en la vida cinematográfica que resalta los atributos físicos, títulos nobiliarios que al fin objetivizan al ser humano conviertiendolos en simples piezas de cambio con tal de que tengan las cualidades deseadas, olvidándose que es un ser irrepetible de la creación.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?
Es el cristianismo que nos presenta a un Dios amor, por ello mismo nos crió a su imagen y semejanza y como hijos de Dios que somos nuestra felicidad está a donde está nuestro Padre.
Es un arduo camino a recorrer, por cierto, en lo que a mi respecta.
IgnaciaCac
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor LuisManuelCejaFlores » Mar Feb 04, 2014 9:10 am

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
Primeramente el uso del lenguaje porque al hablar de concepto, hablamos de experiencia y no hay nada de lo cual no se diga. después hace referencia al uso de nuestra inteligencia; el dice imaginar para desear, cuanto más grande es nuestro deseo, mas nuestra voluntad tiende a él. finalmente se refiere al estado de la felicidad, o sea que es muy propia e intima y que a la vez es reflejada a través de nuestra persona, singular y única.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
Si, porque en él existe toda una cosmovisión a partir del cual se desprende un modo de vida práctico y de nivel moral superior. El cristianismo no es un sistema conceptual; es una religión, es norma de vida el cual puede ser explicado y comprendido alrededor de siete ideas capitales, que son: Dios, el hombre, Cristo, la redención, la Iglesia, el orden sobrenatural y la trascendencia. es por eso que considero que es imprescindible en la revisión de los principales pensamientos que versan sobre el problema de la felicidad.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Si, porque en el texto hace referencia sólo al último momento y como cito en la respuesta de la pregunta anterior, son varios los aspectos que comprende. el Cristianismo se preocupa por la realización completa del hombre a través de la experiencia de Dios, manifestada en la caridad hacia sus hermanos y la armonía con el mundo.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?
si, porque Jesucristo no hizo definiciones, ni explicó por medio de causas; su lenguaje es metafórico; no fue un profesor teórico, sino un maestro práctico acerca de la vida y es aquí donde la cosmovisión cristiana toma sus lineamientos fundamentales: "Todo es para el hombre; el hombre es para Cristo y Cristo es de Dios".
LuisManuelCejaFlores
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor Anyi Zorrilla » Mar Feb 04, 2014 10:07 am

Participación en el foro

1.- ¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
Según el autor la felicidad tiene que ver con muchas cosas, las cosas que buscamos, que queremos, que nos interesan y por la cual nos afanamos, estas nos interesan en medida en que van a contribuir a nuestra felicidad y se encuentra estrechamente relacionada con la inteligencia, la afectividad y la voluntad en la persona.



2.- ¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?

En el cristianismo la felicidad para el hombre es la salvación del alma, todos buscamos y nos esforzamos por alcanzar y lograr esa felicidad.


3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?

No, según el autor el cristianismo ha transferido el concepto de felicidad primeramente a la salvación, en ningún momento menciona que no busca la felicidad.


4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?

Así es, eso es lo que buscamos los cristianos esa relación personal e intima con nuestro dios, esa paz interior que solo él puede dárnosla, es lo que deseamos, vivir y estar cerca de Dios.
Anyi Zorrilla
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor achavezi8 » Mar Feb 04, 2014 10:39 am

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?
Que envuelve todo el quehacer humano, ya que está detrás de todo cuanto hacemos. Llena nuestra vida. Es de carácter confuso y elusivo. La confundimos con alegría, bienestar o placer. Afecta el núcleo último de la vida. No es una cosa, es una realidad del hombre.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?
Se encuentra en la salvación que es el encuentro definitivo con Cristo, es decir en la vivencia del amor cotidiano que nos permite vivir en presencia de Dios, nutriéndose de una relación personal y actual con Él (es decir rezando y participando de los sacramentos). Para el autor la felicidad en el cristianismo depende del último momento. Como la felicidad está en Cristo, las características podrían ser que es permanente por el gozo interior que se descubre, y nadie te lo puede quitar, no está en las cosas ni placer ni tener ni poder, sino en el amor, por ello no se acaba. Porque quien tiene temor de perder el objeto de felicidad no puede ser feliz (San Agustín). Y que no se opone al sufrimiento, por ello no puede ser confundida con el placer, bienestar, tranquilidad o alegría.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Sí, el autor hace referencia primeramente a los escritos ascéticos que se centran en la salvación olvidando la felicidad. Es decir se centran más en el combate o los esfuerzos por alcanzar la vida eterna que en la felicidad que esto trae y esto podría ser problemático. De igual forma se habla más del infierno que del cielo, del castigo que la recompensa.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?
Sí, la felicidad se da como consecuencia de vivir cerca a Dios. E implica toda la existencia.
achavezi8
 
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor gues » Mar Feb 04, 2014 11:41 am

1. Que elementos corresponderian a la felicidad segun el autor Julián Marías?
La felicidad esta constituída propiamente en la singularidad de la persona y centrada en el fin ultimo.Es un estado interior generado en la afectividad como una consecuencia.
2. El cristianismo presenta algun tipo de felicidad con caractaristicas propias?
Con la venida de Cristo se da sentido a la felicidad del hombre en cuanto al logro de su salvacion, no centrada en lo circunstancial ni temporal sino en lo trascendente
3. Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religion que no busca la felicidad.¿segun el autor es asi?
No por el contrario se plantea que la felicidad no puede limitarse a la decisión del ultimo instante ni que es algo que no pueda ser alcanzado en la tierrra.
4. No es acaso el cristianismo una religion por la que se busca, tramite una relacion personal con Cristo, una viviencia de la felicidad interior, personal en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular de vivir cerca de Dios?
En efecto en el cristianismo se plantea la felicidad como el encuentro pleno con el creador y en la medida en la que se establezca esta relación aun en el plano terrenal es en el que la felicidad se va logrando. Es la union de la criatura con su creador en base al fin por el que fué creado.
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor gues » Mar Feb 04, 2014 11:41 am

1. Que elementos corresponderian a la felicidad segun el autor Julián Marías?
La felicidad esta constituída propiamente en la singularidad de la persona y centrada en el fin ultimo.Es un estado interior generado en la afectividad como una consecuencia.
2. El cristianismo presenta algun tipo de felicidad con caractaristicas propias?
Con la venida de Cristo se da sentido a la felicidad del hombre en cuanto al logro de su salvacion, no centrada en lo circunstancial ni temporal sino en lo trascendente
3. Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religion que no busca la felicidad.¿segun el autor es asi?
No por el contrario se plantea que la felicidad no puede limitarse a la decisión del ultimo instante ni que es algo que no pueda ser alcanzado en la tierrra.
4. No es acaso el cristianismo una religion por la que se busca, tramite una relacion personal con Cristo, una viviencia de la felicidad interior, personal en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular de vivir cerca de Dios?
En efecto en el cristianismo se plantea la felicidad como el encuentro pleno con el creador y en la medida en la que se establezca esta relación aun en el plano terrenal es en el que la felicidad se va logrando. Es la union de la criatura con su creador en base al fin por el que fué creado.
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor sky » Mar Feb 04, 2014 1:12 pm

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?

Que es alusiva y confusa

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?

si, que transfiere el concepto de la felicidad a la salvacion.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así? Los asceticos se olvidan de la felicidad en esta vida pero el autor dice que no debe de ser asi, se acepta que lo principal sea la salvacion pero ve como un problema que en esta vida no tenga importancia la felicidad.

4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios? Si, ya que una vida con Dios te da la sensacion de una felicidad permanente.
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Re: LECCION 1 Y 2 CURSO PROGRAMA DE VIDA Y CAMINO FELICIDAD

Notapor NatachaSoledad » Mar Feb 04, 2014 1:35 pm

1.-¿Qué elementos corresponderían a la felicidad según el autor Julián Marías?

Según el autor los elementos que corresponderían a la felicidad están vinculados por un lado, el interés del hombre por encontrar la felicidad en las cosa que hace. En palabras del autor "todo lo que hace, lo hace con el propósito más o menos deliberado, al menos con la esperanza de aumentar su felicidad. Es algo que llena nuestra vida, al menos en la forma de la ausencia, de la privación, de la busca, pero la ocupa entera. Es la gran envolvente de todo lo demás. Las cosas que buscamos, que queremos, que nos interesan, por las cuales nos afanamos, todas tienen como un trasfondo que es esa elusiva, esa improbable felicidad. Nos interesan en la medida en que van a contribuir a la felicidad, o la van a hacer más probable, o van a restablecerla si se ha perdido, y esto muestra la desproporción entre la importancia intelectual que se le ha dado y el peso real, absorbente, inmenso, que tiene en nuestra vida." En segundo lugar, la felicidad le pertenece a la persona singular y única así la felicidad humana tiene un carácter único e insustituible. Por último, la felicidad debe estar unida a un carácter proyectivo de una persona en concreto respetando el carácter individual, diferenciado y único de cada ser humano.

2..-¿El cristianismo presenta algún tipo de felicidad con características propias?

El cristianismo presenta la felicidad unida y vinculada al carácter de la salvación. Es decir, el destino personal del hombre depende del último momento; es decir, una vida enormemente pecaminosa puede desembocar en la salvación mediante el arrepentimiento (Don Juan Tenorio dice que «un punto de contrición / da a un alma la salvación»). A la inversa, una vida llena de virtudes puede terminar con un pecado mortal sin arrepentimiento, y conducir a la condenación, a la definitiva infelicidad.

3.-Hay ciertos autores que presentan el cristianismo como una religión que no busca la felicidad, ¿según el autor esto sería así?
Para el autor no es que el cristianismo no busque la felicidad sino que para él la concepción de felicidad presentada por el cristianismo en los términos ya mencionados, es extraña ya que hace pender al destino del hombre de un sólo momento haciéndonos olvidar la felicidad en esta vida y la inconexión de esta vida con la otra.
4.-¿No es acaso el cristianismo una religión por la que se busca, trámite una relación personal con Cristo, una vivencia de la felicidad interior, personal, en la que toda la vida tiene ese tinte coloreado de la felicidad particular del vivir cerca de Dios?

Creo que al iniciar el camino de Dios se comienza en una relación personal y única con la persona de Cristo a vivenciar sus enseñanzas siendo sus testigos y construyendo, así, el camino de la felicidad.
NatachaSoledad
 
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