por Mivida » Mié Feb 12, 2014 2:11 pm
1. Ser feliz supone querer ser feliz, ¿qué elementos menciona el autor del artículo que resultan integrantes de este "quehacer" de la felicidad?
1. Averiguar dónde está la felicidad y dónde no, para orientar adecuadamente el rumbo del camino.
2. Evitar los obstáculos -sobre todo internos, como el resentimiento y la envidia- que interfieren con la felicidad, y aprender a eliminarlos cuando ya están presentes.
3. Saber cuáles actitudes y disposiciones favorecen la felicidad -por ejemplo, la gratitud y el optimismo-, y cómo se generan en la práctica.
4. Responsabilizarse de la propia felicidad, ya que no es una cuestión de azar o buena suerte.
5. Aprender a ser feliz en el proceso de la vida ordinaria, más que en los resultados o en los momentos puntuales extraordinarios.
6. Descubrir el modo de sobrellevar las situaciones difíciles y dolorosas de la existencia, de manera que queden integradas en el sentido de la propia vida y no destruyan la felicidad.
7. Aprender a contar con los demás y con Dios en el camino de la felicidad, porque solo no es posible ser feliz.
2. ¿Se puede decir que todo ser humano, por serlo, tiende a la felicidad, y por ello la busca sin descanso?
Si, ya que estamos hechos para la felicidad, por eso tendemos naturalmente a ella, con la misma naturalidad con que la piedra tiende a caer. Sólo que en el hombre esta inclinación necesaria es a la vez libre: no puede querer otra cosa que ser feliz y, al mismo tiempo, lo desea libremente.
3. Placer, alegría y felicidad, ¿son sinónimos? ¿se relacionan? ¿existe, según el autor, alguna jerarquía entre ellas?
No, no son sinónimos, estas palabras tienen en común que mencionan un estado de satisfacción producido por la consecución de alguna meta o la experiencia de algún placer. Pero cada palabra introduce un análisis diferente de este núcleo básico.
Se relacionan en base a un propósito: El camino hacia la felicidad.
El autor le da jerarquía en cuanto a la función de los tres términos y en base al resultado de la palabra, así el placer tiene un tono fugaz, transitorio, huidizo; es importante y nos abre una ventana de aire fresco; en el caso alegría significa ponerse alegre, refiriéndose al resultado inmediato de un estímulo concreto y placentero, teniendo un tono más duradero y se presenta como consecuencia de haber logrado algo tras un esfuerzo y lucha personal; y llegamos a la felicidad suma y compendio de la vida auténtica y de ver el proyecto a flote, una situación permanente de la persona, que ya no depende de unas circunstancias determinadas anteriormente, sino que es una condición de la persona misma, de toda ella, es decir, está en el orden del ser, y no del tener: esto es lo propio de la felicidad.
4. ¿Es suficiente el placer para lograr la felicidad? Comenta alguna de las frases que te haya interesado de alguno de los pensadores que el autor menciona.
Voy a dar mi punto de vista mas que lo que piense lo que dijo algún pensador mencionado ya que incurriría en postular una corriente de pensamiento con lo que se llegaría a un posicionamiento individual que llevaría a posiciones partidarias o detractoras del mismo, originando razonamientos, supuestos, discusiones y/o enfrentamientos. Con este antecedente, la corriente de pensamiento que identificaba el bien con el placer, con un estado de suprema felicidad ("hedoné", del griego placer. Epicuro de Samos (341-270 AC)), se llama hedonismo, cuyas primeras formas sostenían que el bien era el placer y que el dolor era el mal y el hedonismo radical sostiene que todos los placeres físicos deben ser satisfechos sin que se les ponga ninguna restricción, mientras que el hedonismo moderado afirma que la actividad de placeres debe ser moderada, para que así aumente el placer. En ambos casos el placer es la principal motivación. El hedonismo psicológico del futuro, sostiene que el placer personal es el único fin último de una persona.
Nuestra fe católica, mí fe, mi libertad y mi razonamiento se opone al hedonismo porque mina los valores espirituales de caridad, fe, justicia, auto-sacrificio y las virtudes morales necesarias para el crecimiento de la persona en relación con Dios y el prójimo. De allí que el placer por el placer mismo es una actitud carente de moral, no porque despreciemos algún placer, sino porque lo pone por encima de las exigencias del amor a Dios y al prójimo; siendo una actitud egocéntrica que incapacita al sujeto para relacionarse con otros sino es para explotarlos con miras a satisfacer el afán del placer (como regresión literaria sobre el placer leamos a Wilde en su famoso Retrato de Dorian Gray).
Finalizaré con una frase de Frei Betto (Teólogo brasileño) “Acostumbro a decirles a los empleados de los centros comerciales, que se me acercan en las puertas de los negocios: "Sólo estoy observando cuántas cosas existen que no preciso....... para ser Feliz"!
5. ¿Bienestar y calidad de vida coinciden con el concepto de felicidad que el autor presenta?
El autor a mi entender deja dos caminos que si lo releemos derivarían a un solo camino a la felicidad. Que coincida o no, creo que no interesa ya que como profesional de salud la calidad de vida se interpreta de maneras diferente cuando lo emplean hombres cuyas necesidades vitales están satisfechas y otros cuya principal preocupación es cómo y dónde alimentarse. Para estos últimos, desarrollo económico tiene que ser rápido y prioritario para lograr satisfacer sus necesidades básicas: alimentación, vivienda, vestido, salud y educación. En el caso de los primeros, se replantea su crecimiento, intentando superar el enfoque económico ligado a la producción de riqueza material y la ampliación del mercado a costa de los países pobres. Los países subdesarrollados no deben imitar el proceso de desarrollo de las naciones avanzadas, sino que ambas deben reorientar sus estilos. Estas últimas, controlando su crecimiento material, buscando calidad en lugar de cantidad; y las primeras, estableciendo una conciencia global del problema y a la vez, una solución al mismo. Aunque crezca la economía y cree nuevos satisfactores para decir que se elevó la calidad de vida de las personas; es necesario que se distribuyan razonablemente entre la población. El bienestar humano se ha mantenido como objetivo central a lo largo de desarrollo del mismo hombre.
Es necesario lograr el bienestar, la felicidad y satisfacción de las personas, permitiéndosele una capacidad de actuación, en estos momentos en que se busca y se logra una vida mejor para todos con la participación de todos. La calidad de vida, por tanto, no es suficiente para alcanzar la plenitud que la felicidad implica. Y cierto es que ante estas desigualdades debemos dirigir nuestra vida, teniendo como eje central a DIOS, a enrumbar nuestra vida a construir la felicidad duradera y eterna empezando, porque siempre hay un nuevo día para empezar, con uno mismo, luego con quienes tiene a su alrededor que es nuestra familia, esposa, hijos, nuestro barrio, nuestro trabajo, la comunidad, el país, el mundo.
6. ¿Podríamos decir que la felicidad es un ir conquistarla, buscarla, y en esta búsqueda ya poseemos y alcanzamos cierta felicidad?
La conquista de la felicidad consiste en descubrir e integrar armónicamente esas múltiples piezas que la componen. Y hay una característica común a todas ellas, que deberá estar presente para que puedan dar como resultado la felicidad: la calidad o perfección con que habrán de construirse, en conclusión, puedo decir que la felicidad es algo mucho más complejo de lo que se puede imaginar a simple vista, pero que sin embargo mediante la investigación y reflexión es posible llegar a las respuestas de las preguntas de qué es la felicidad, y cómo se llega a ella; aunque estas respuestas claramente varían de persona en persona, así como cultura en cultura, personalmente voy descubriendo día a día, en cada mirada, en cada palabra, en cada sonrisa, en cada gesto, en el sol, en la lluvia, en el viento, en la naturaleza, en la selva de cemento, en las personas, en los niños, en los ancianos, en las mujeres respuestas satisfacientes a estas interrogantes. De ahí lo importante es poner esas conclusiones y respuestas que hallamos en acción, y hacerlas presentes en nuestra y en mi vida diaria, y de esta forma idealmente y prácticamente encontrar la felicidad profunda y duradera que todos buscamos.
7. Según el autor, ¿es posible ser feliz?
Aunque el autor mantenga sus dudas pedagógicas, con los problemas del dolor y el sufrimiento, personalmente pienso que si es ser posible ser feliz, hasta el momento no nos damos cuenta que somos millonarios teniendo a DIOS, por tanto, tengo hoy y para la eternidad la felicidad que busque. Primero si no dejamos a DIOS entrar en nuestras vidas, en nuestro corazón y en nuestra mente, la insatisfacción del autor será una constante, pero no la mía. Por tanto, si es posible ser feliz, como una afirmación y no como una pregunta.