por cabacort » Mar May 13, 2014 9:37 pm
1. ¿Cómo nos manifestó Dios que nos ama?
Cuando Dios nos dió a su Hijo, a nuestro Señor Jesús, al salvador y redentor del mundo, para que nos redimiera del pecado, para que nos manifestara el perdón infinito a la humanidad; con su muerte y resurrección, rescata nuestra felicidad, nuestra alegría y nuestra paz.
2. ¿Cuál fue el precio que se pagó por mi pecado? Jesús se entregó generosamente y por amor para darnos la salvación, para lograr el perdón infinito, nos rescata del pecado para que recuperaramos la vida, la vida en abundancia. "...Me amo y se entregó por mí" Gal 2,20 Por nosotros los pecadores, por nosotros los humanos entregó su vida para que tuviéramos vida, vida en abundancia.
3. ¿Qué consiguió Jesús con su muerte en la cruz? Cita
En Juan 10, 17-18 se cita que Jesús da su vida generosamente, gratuitamente, la da por nosotros para que tengamos vida y vida en abundancia, para que nuevamente puedan fluír en nuestro corazón su amor y su alegría. N,adie lo obligó, se entrega voluntariamente, pudo haber escapado, esconderse, regresarse a otros lugares donde era protegido, pero sabía que esta era su misión el Padre lo había enviado para que rescatara a sus hermanos para que nos diera nuevamente esta vida, se entrega voluntariamente a la cruz, y con su sangre paga nuestros pecados,paga esta ofensa infinita y enorme en contra de nuestro Padre, nuestras ofensas al Padre, deja clavadas en la cruz iniquidades, ofensas, miserias, que habíamos y que podemos hacerle al Señor. Establece la paz tanto en la tierra como en el cielo, por su sangre se lavaron todos nuestros pecados, se clavaron nuestras miserias, nuestros pecados, la nota de cargo que pesaba sobre nosotros él la pagó. Pagó la deuda de mis pecados que merecían el infierno; ofreció su sangre, el Señor recibe su sangre a cambio de la mía. Para que podamos regresar nuevamentea la casa del padre y que mientras estemos de paso en este mundo podamos gozar lo que Dios nos había ofrecido ya en el paraíso, no completamente, por que continúan las secuelas del pecado, pero podemos estar sanos, vivir con alegría, con paz, con gozo en medio de todas las dificultades y problemas de la vida. Cristo pagó, se entregó por nosotros, el clavo y puso ese documento que nos condenaba y acusaba de pecadores y convictos, que deberíamos estar lejos de la presencia de Dios; se hizo hombre toma el pacto y clava nuestra sentencia en su cruz, y con ello queda canccelada y abolida nuestra deuda que teníamos. Ahora somos libres, el pecado ejercía sobre nosotros un dominio, una tiranía, nos obligaba a ser lo que no queremos ser, rompió las cadenas que nos ataban al pecado. Paga con su propia sangre, con su vida, paga el precio que merecía nuestro castigo, la condenación el estar separados de Dios,el destino del hombre de vivir lejos de Dios, fuera de su proyecto, un castigo eterno. Dios que es solo amor y misericordia, dice que el hombre está llamado a vivir en la eternidad, y el Hijo se ofrece y se entrega para ir y morir por sus hermanos los hombres para que puedan volver a incorporarse a la vida del cielo. En una cruz clava esta carne de pecado, de donde salen las concupiscencias, las maldades, queda crucificada, claavada en esa cruz para que nazca el hombre nuevo y recuperemos la dignidad de hijos de Dios.
4. ¿Qué nos dice la cita Rm 6,6-11? Jesús clavó nuestro pecado, ya no somos esclavos, él ha roto estas cadenas y nos ha hecho completamente libres, porque cuando uno muere vive libre del pecado, cuando nos unimos a Cristo no solo clava en la curz nuestro pecado sino que nos libera de las garras del pecado, ya el pecadono tiene poder sobre nosotros porque ya estamos muertos al pecado, pero vivos para Dios. No solamente ha sido clavada la deuda, hemos sido reconciliados y perdonados, rompió las cadenas del pecado que nos impedían ser felices y nos ha ofrecido la vida eterna, no moriremos, nuestra vida se prolongará eternamente y viviermos con él en el paraíso infinitamente. Pagó con su sangre para que recuperaramos esta vida que nos tenía prometida Dios. En unión con Cristo Jesús, vamos a empezar a recibir estos beneficios en nuestra propia vida: perdón de Dios, vida en abundancia, no más esclavitud de nuestros deseos y nuestras pasiones, vida eterna en el cielo. Cómo no amarlo, cómo no amar a una persona que ha hecho esto por mí, estamos unidos a su muerte y con él a su victoria, con el bautismo recibimos la fuerza y la gracia para vencer junto con él la muerte y unirnos a su victoria, muertos al pecado las pasiones ya no operan en nosotros, viviremos con disgusto por las cosas que nos llevaban al pecado.Dios retoma nuestra vida, ha cancelado la deuda que teníamos con él, nos da vida en abundancia, lo que antes era precioso ahora lo despreciamos, hasta la propia vida, nada se compara con haber conocido a Jesús, de haber recibidoa de él su amor y su perdón. Todo esto es gratis, Jesús nos ofrece la salvación, la vida eterna, su amor... a cambio de nada, en el cielo todo es gratis.
5. ¿De quién depende mi salvación? ¿Por qué?
De nosotros mismos, de si aceptamos o no el amor de Dios, el perdón de Jesucristo. Hay que aceptar el regalo que nos ofrecen con su misericordia. Es gratuita, no se paga, Cristo pagó con su sangre nuestra salvación, basta con ir y decirle que lo aceptamos, que le pidamos la oportunidad para aceptar el cielo. Es importante la aceptación de la salvación, es conocer todas estas gracias, saber que no necesitamos lo del mundo, lo que el hombre busca para ser feliz, sino la gracia de Dios, separarnos del pecado que nos lleva a la noche y a la oscuridad, decirle que lo vamos a lograr con su ayuda, con su gracia. Es necesario aceptar conscientemente el regalo, ahí ya no estamos obligados a servir al pecado. Jesús nos dice que nos apartemos de pecar, que busquemos reuhírle al pecado, todo aquello que pueda apartrnos de Dios tenemos que rechazarlo, echarlo de nuestra vida, tenemos el poder que nos dió Dios para vencer nuestros vicios y superar nuestras situaciones pecaminosas, hay que aceptar a Jesús.
6. ¿Cuándo se realizó la salvación? cuando Jesús entregó su vida por nosotros, restauró la vida completa y se abrió la posibilidad del perdón de los pecados y la esperanza de la vida eterna.
7.¿Puedo participar en la obra de la salvación? Cita Mateo 18, 8-9
Jesús nos llama a tomar conciencia del pecado tanto individua como social, pues a veces son nuestros deseos y pasiones personales las que nos llevan al pecado, pero también podemos pecar a causa de otras personas. Nos invita a tomar la decisión de ser o no ser, de hacer o no hacer, guiándonos con su ejemplo, con su Palabra, para derrotar el yugo del pecado en nuestra vida y en nuestras decisiones de cada día.
Debemos decidir lo que hacemos, apartándonos del pecado para tener vida en abundancia y ser feliz. Jesús nos habla de lo difícil o doloroso de nuestras decisiones de dejar a esas personas que nos hacen daño, cómo debemos decidir dejar lugares, hábitos, amigos, compañías que no son buenas para nuestra vida, que van a provocar muerte y destrucción en nuestra existencia.
Hay que hacer un esfuerzo, siempre van a existir las malas compañías, que se convierten en instrumentos del demonio; hay que decirles no gracias, rechazarlas, y retirarlas, para evitar volver a caer en el pecado que puede llevarnos al infierno.
8. ¿Cómo?
No echando a perder el sacrificio de Cristo: cuando nos dejamos llevar por el pecado, hacemos vano su esfuerzo y nulificamos su Pasión redentora.
Se nos pide consagrarnos a Jesús, rechazar el pecado, rechazar invitaciones y deshacernos de todo aquello que pueda hacer que el demonio nos arrastre nuevamente a la oscuridad . Cada vez que estemos a punto de pecar debemos acercarnos a una cruz y recordar lo que Jesús hizo por nosotros, recordar las consecuencias que vendrán de ello, no olvidar que el salario del pecado siempre será la muerte y mantenernos siempre en esta decisión: vivir en Cristo, permanecer en él, aceptar la sangre redentora que pagó nuestrasalvación, vivir con él y para él, para que siempre tengamos vida en abundancia.