102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Esta parte del curso consta 27 sesiones que se impartirán todos los martes y viernes a
partir del 1 abril del 2014 , la última será el 16 de junio del 2014 .Esta
es la quinta parte de seis partes que se darán de manera consecutiva e
ininterrumpida. El curso completo se dará a lo largo de un año y consta de:
:
Parte I: Principios del amor humano (23 lecciones)

Parte II: La purificación del corazón (40 lecciones)

Parte III: La resurrección de la carne (9 lecciones)

Parte IV: La virginidad cristiana (14 lecciones)

Parte V: El sacramento del matrimonio (27 lecciones)

Parte VI: Amor y fecundidad (16 lecciones)

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano,
también conocida como Teología del Cuerpo.

En esta quinta parte contempla la sacramentalidad del matrimonio y la
redención del cuerpo, la significación esponsal y redentora del amor, el
«lenguaje del cuerpo», el amor masculino y femenino, la verdad sobre el
amor, relación de los cónyuges a imagen de la relación de Cristo con la
Iglesia, el matrimonio sacramento y la restauración del sacramento
primordial.

Moderadores: raulalonso, tito, Catholic.net, gache, Moderadores Animadores

102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor pilar calva » Vie May 30, 2014 5:49 pm

1. Hemos analizado la Carta a los Efesios, y sobre todo el pasaje del capítulo 5, 22-33, en la perspectiva de la sacramentalidad del matrimonio. Ahora trataremos de considerar, una vez más, el mismo texto a la luz de las palabras del Evangelio y de las Cartas paulinas a los Corintios y a los Romanos.
El matrimonio -como sacramento que nace del misterio de la redención y que renace, en cierto modo del amor nupcial de Cristo y de la Iglesia- es una expresión eficaz de la potencia salvífica de Dios, que realiza su designio eterno incluso después del pecado y a pesar de la triple concupiscencia, oculta en el corazón de cada hombre, varón y mujer. Como expresión sacramental de esa potencia salvífica, el matrimonio es también una exhortación a dominar la concupiscencia (tal como de ella habla Cristo en el sermón de la montaña). Fruto de este dominio es la unidad e indisolubilidad del matrimonio, y además el sermón de la montaña). Fruto de ese dominio es la unidad e indisolubilidad del matrimonio, y además el profundo sentido de la dignidad de la mujer en el corazón del hombre (como también de la dignidad del hombre en el corazón de la mujer), tanto en la convivencia conyugal, como en cualquier otro ámbito de las relaciones recíprocas.

2. La verdad, según la cual, el matrimonio, como sacramento de la redención, es concedido “al hombre de la concupiscencia”, como gracia y a la vez como ethos, encuentra particular expresión también en la enseñanza de San Pablo, especialmente en el capítulo 7 de la primera Carta a los Corintios. El Apóstol, comparando el matrimonio con la virginidad (o sea, con la “continencia por el reino de los cielos”) y declarándose por la “superioridad” de la virginidad, constata igualmente que “cada uno tiene de Dios su propio don: éste, uno, aquel, otro” (1 Cor 7, 7). En virtud del misterio de la redención, corresponde, pues, al matrimonio un “don” particular, o sea, la gracia. En el mismo contexto el Apóstol, a dar consejos a sus destinatarios, recomienda el matrimonio “por el peligro de la incontinencia” (ib., 7, 2), y, luego, recomienda a los esposos que “el marido otorgue lo que es debido a la mujer, e igualmente la mujer al marido” (ib., 7, 3). Y continúa así: “Mejor es casarse que abrasarse” (ib., 7, 9).

3. Basándose en estas fórmulas paulinas, se ha formado la opinión de que el matrimonio constituye un específico remedium concupiscentiæ. Sin embargo, San Pablo, que, como hemos podido constatar, enseña explícitamente que el matrimonio corresponde un “don” particular y que en el misterio de la redención el matrimonio es concedido al hombre y a la mujer como gracia, expresa en sus palabras, sugestivas y a la vez paradójicas, sencillamente el pensamiento de que el matrimonio es asignado a los esposos como ethos. En las palabras paulinas “Mejor es casarse que abrasarse”, el verbo ”abrasarse” significa el desorden de las pasiones, proviniente de la misma concupiscencia de la carne (de manera análoga presenta la concupiscencia el Sirácida en el Antiguo Testamento: cf. Sir 23, 17). En cambio, el “matrimonio” significa el orden ético, introducido conscientemente en este ámbito. Se puede decir que el matrimonio es lugar de encuentro del eros con el ethos y de su recíproca compenetración en el “corazón” del hombre y de la mujer, como también en todas sus relaciones recíprocas.

4. Esta verdad -es decir, que el matrimonio, como sacramento que brota del misterio de la redención, es concedido al hombre “histórico” como gracia y a la vez como ethos- determina además el carácter del matrimonio como uno de los sacramentos de la Iglesia. Como sacramento de la Iglesia, el matrimonio tiene índole de indisolubilidad. Como sacramento de la Iglesia, es también palabra del Espíritu, que exhorta al hombre y a la mujer a modelar toda su convivencia sacando fuerza del misterio de la “redención del cuerpo”. De este modo, ellos están llamados a la castidad como al estado de vida “según el Espíritu” que les es propio (cf. Rom 8, 4-5; Gál 5, 25). La redención del cuerpo significa, en este caso, también esa “esperanza” que, en la dimensión del matrimonio, puede ser definida esperanza de cada día, esperanza de la temporalidad. En virtud de esta esperanza es dominada la concupiscencia de la carne como fuente de la tendencia a una satisfacción egoísta y la misma “carne”, en la alianza sacramental de la masculinidad y feminidad, se convierte en el “sustrato” específico de una comunión duradera e indisoluble de las personas (communio personarum) de manera digna de las personas.

5. Los que, como esposos, según el eterno designio divino se unen de manera que, en cierto sentido, se hacen “una sola carne”, están llamados también, a su vez, mediante el sacramento, a una vida “según el Espíritu”, capaz de corresponder al “don” recibido en el sacramento. En virtud de ese “don”, llevando como esposos una vida “según el Espíritu”, con capaces de volver a descubrir la gratificación particular de la que han sido hechos participes. En la medida en que la “concupiscencia” ofusca el horizonte de la visual interior, quita a los corazones la limpidez de deseos y aspiraciones, del mismo modo la vida “según el Espíritu” (o sea, la gracia del sacramento del matrimonio) permite al hombre y a la mujer volver a encontrar la verdadera libertad del don, unida a la conciencia del sentido nupcial del cuerpo en su masculinidad y feminidad.

6. La vida “según el Espíritu” se manifiesta, pues, también en la “unión” recíproca (cf. Gén 4, 1), por medio de la cual los esposos, al convertirse en “una sola carne”, someten su feminidad y masculinidad a la bendición de la procreación: “Conoció Adán a su mujer, que concibió y parió..., diciendo: He alcanzado de Yahvé un varón” (Gén 4, 1). La “vida según el Espíritu” se manifiesta también en la conciencia de la gratificación, a la que corresponde la dignidad de los mismos esposos en calidad de padres, esto es, se manifiesta en la conciencia profunda de la santidad de la vida (sacrum), a la que los dos han dado origen, participando -como padres-, en las fuerzas del misterio de la creación. A la luz de la esperanza, que está vinculada con el misterio de la redención del cuerpo (cf. Rom 8, 19-23), esta nueva vida humana, el hombre nuevo concebido y nacido de la unión conyugal de su padre y de su madre, se abre a las “primicias del Espíritu” (ib. , 8, 23) “para participar en la libertad de la gloria de los hijos de Dios” (ib., 8, 21). Y si “la creación entera hasta ahora gime y siente dolores de parto” (ib 8, 22), una esperanza especial acompaña a los dolores de la madre que va a dar a luz, esto es, la esperanza de la “manifestación de los hijos de Dios” (ib., 8, 19), la esperanza de la que todo recién nacido que viene al mundo trae consigo un destello.

7. Esta esperanza que está “en el mundo”, impregnando -como enseña San Pablo- toda la creación, al mismo tiempo, no es “del mundo”. Más aún: debe combatir en el corazón humano con lo que es “del mundo”, con lo que hay “en el mundo”. “Porque todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida, no viene del Padre, sino que procede del mundo” (1 Jn 2, 16). El matrimonio, como sacramento primordial y a la vez como sacramento que brota en el misterio de la redención del cuerpo del amor nupcial de Cristo y de la Iglesia, “viene del Padre”. No procede “del mundo”, sino “del Padre”. En consecuencia, también el matrimonio, como sacramento, constituye la base de la esperanza para la persona, esto es, para el hombre y para la mujer, para los padres y para los hijos, para las generaciones humanas. Efectivamente, por una parte, “pasa el mundo y también sus concupiscencias”, por otra parte, “el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (ib., 2, 17). Con el matrimonio, como sacramento, está vinculado el origen del hombre en el mundo, y en él está también grabado su porvenir, y esto no sólo en las dimensiones históricas, sino también en las escatológicas.

8. A esto se refieren las palabras en las que Cristo se remite a la resurrección de los cuerpos, palabras que traen los tres sinópticos (cf. Mt 22, 23-32; Mc 12, 18-27; Lc 20, 34-39). “Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino que serán como ángeles en el cielo”: así dice Mateo y de modo parecido Marcos; y Lucas: “Los hijos de este siglo toman mujeres y maridos. Pero los juzgados dignos de tener parte en aquel siglo y en la resurrección de los muertos, ni tomarán mujeres ni maridos, porque ya no pueden morir y son semejantes a los ángeles e hijos de Dios, hijos de la resurrección” (Lc 20, 34-36). Estos textos ya han sido sometidos anteriormente a un análisis detallado.

9. Cristo afirma que el matrimonio -sacramento del origen del hombre en el mundo visible temporal- no pertenece a la realidad escatológica del ”mundo futuro”. Sin embargo, el hombre, llamado a participar de este futuro escatológico mediante la resurrección del cuerpo, es el mismo hombre, varón y mujer, cuyo origen en el mundo visible temporal está unido al matrimonio como sacramento primordial del misterio mismo de la creación. Más aún, cada hombre, llamado a participar de la realidad de la resurrección futura, trae al mundo esta vocación, por el hecho de que en el mundo visible temporal tienen su origen por obra del matrimonio de sus padres. Así, pues, las palabras de Cristo, que excluyen el matrimonio de la realidad del “mundo futuro”, al mismo tiempo desvelan indirectamente el significado de este sacramento para la participación de los hombres, hijos e hijas, en la resurrección futura.

10. El matrimonio, que es sacramento primordial -renacido, en cierto sentido, del amor nupcial de Cristo y de la Iglesia- no pertenece a la “redención del cuerpo” en la dimensión de la esperanza escatológica (cf. Rom 8, 23). El mismo matrimonio, concedido al hombre como gracia, como “don”, destinado por Dios precisamente a los esposos, y a la vez asignado a ellos, con las palabras de Cristo, como ethos, ese matrimonio sacramental se cumple y se realiza en la perspectiva de la esperanza escatológica. Tiene un significado esencial para la “redención del cuerpo” en la dimensión de esta esperanza. De hecho, proviene del Padre y a El se debe su origen en el mundo. Y si este “mundo pasa”, y si con el pasan también la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y el orgullo de la vida, que proceden “del mundo”, el matrimonio como sacramento sirve inmutablemente para que el hombre, varón y mujer, dominando la concupiscencia, cumpla la voluntad del Padre. Y “el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre”. (1 Jn 2, 17).

11. En este sentido, el matrimonio, como sacramento, lleva consigo también el germen del futuro escatológico del hombre, esto es, la perspectiva de la “redención del cuerpo” en la dimensión de la esperanza escatológica, a la que corresponden las palabras de Cristo acerca de la resurrección: “En la resurrección... ni se casarán ni se darán en casamiento” (Mt 22, 30): sin embargo, también lo que, “siendo hijos de la resurrección... son semejantes a los ángeles y... son hijos de Dios” (Lc 20, 36), deben su propio origen en el mundo visible temporal al matrimonio y a la procreación del hombre y de la mujer. El matrimonio, como sacramento del “principio” humano, como sacramento de la temporalidad del hombre histórico, realiza de este modo un servicio insustituible respecto a su futuro extra-temporal, respecto al misterio de la “redención del cuerpo” en la dimensión de la esperanza escatológica.

Pregunta: ¿Cómo se manifiesta la vida “según el Espíritu”?
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pilar calva
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor Mary Jo » Dom Jun 01, 2014 3:16 pm

¿Cómo se manifiesta la vida "según el Espíritu"?
En el matrimonio la vida “según el Espíritu” se manifiesta:
• En que permite al hombre y a la mujer volver a encontrar la verdadera libertad del don, unida a la conciencia del sentido nupcial del cuerpo en su masculinidad y feminidad.
• En la "unión" recíproca por medio de la cual los esposos, al convertirse en "una sola carne", someten su feminidad y masculinidad a la bendición de la procreación.
• En la conciencia de la gratificación a la que corresponde la dignidad de los mismos esposos en calidad de padres.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor mariaines » Lun Jun 02, 2014 9:11 am

¿Cómo se manifiesta la vida "según el Espíritu"?
En el crecimiento de la libertad, en la entrega del uno al otro, en el buscar juntos el plan de Dios en sus vidas
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor virginia castro » Mar Jun 03, 2014 8:20 am

VIRGINIA CASTRO

Como se manifiesta la vida "segun el Espiritu" ?

Los esposos al estar unidos como una sola carne como el eterno designio de Divino, estan comprometidos a responder el don recibido en el sacramento, para poder llevar una vida "segun el Espiritu" por esos nuestros corazones Deben estar limpios de deseos y aspiraciones del mismo modo la vida "segun el espiritu" y unirse libremente en el sentido nupcial del cuerpo en su masculinidad y feminidad; asi tambien se someten a la procreacion bendita de ser una sola carne. Tambien la vida "segun el espiritu" se manifiesta en la calidad de padres y la conciencia profunda de la santidad.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor lindoro50 » Mar Jun 03, 2014 2:11 pm

¿Cómo se manifiesta la vida "según el Espíritu"?

Reconociendo que todos procedemos de Dios, en Él tenemos nuestras raíces más hondas, y Él nos sostiene en la existencia. Vivir así es acoger a Dios y darle un lugar en nuestro devenir diario. Quien abre su corazón a Dios, está dejando que el amor empape toda su vida. Y esta vida ya no es un lapso de tiempo vacío sin sentido, sino un camino que comienza en la tierra y se alarga hasta la eternidad.
Vivir según el espíritu no sólo entraña una gran paz y coraje interior. Esta forma de vivir tiene consecuencias prácticas, y a esto se refiere Pablo cuando habla de obrar según el espíritu, y no según la carne. Quien vive así, ya no puede ser frívolo, inconsecuente o insensible ante los demás. Vivir según la carne significa una vida centrada en uno mismo y en el propio bienestar, sin preocuparse del mundo ni de cuantos nos rodean. Vivir según el espíritu nos llevará a seguir el ejemplo de Cristo, generosamente, abiertos a los demás e imitando la bondad de Dios.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor Silviamaria » Mié Jun 04, 2014 3:45 pm

¿Cómo se manifiesta la vida “según el Espíritu?

En la entrega mutua de los esposos con su masculinidad y feminidad porque al convertirse en “una sola carne” obtienen la bendición para la procreación. Durante esa unión buscan juntos cumplir con el Plan de Dios en lo que respecta a la calidad de padres.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor NELSON » Sab Jun 07, 2014 3:27 pm

Pregunta: ¿Cómo se manifiesta la vida "según el Espíritu"?
La "vida según el Espíritu" se manifiesta también en la conciencia de la gratificación, a la que corresponde la dignidad de los mismos esposos en calidad de padres, esto es, se manifiesta en la conciencia profunda de la santidad de la vida (sacrum), a la que los dos han dado origen, participando -como padres-, en las fuerzas del misterio de la creación. A la luz de la esperanza, que está vinculada con el misterio de la redención del cuerpo (cf. Rom 8, 19-23), esta nueva vida humana, el hombre nuevo concebido y nacido de la unión conyugal de su padre y de su madre, se abre a las "primicias del Espíritu" (ib. , 8, 23) "para participar en la libertad de la gloria de los hijos de Dios" (ib., 8, 21).
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor yaluz » Dom Jun 08, 2014 5:55 pm

Pregunta: ¿Cómo se manifiesta la vida “según el Espíritu”?
R:
Se manifiesta viviendo en Dios es decir, en el camino que Él nos ha trazado. Somos parte de ese Cuerpo, la Iglesia, cuya cabeza es Cristo Jesús, por lo tanto el Espiritu se nos manifiesta en la medida que comprendamos la gracia, el don recibido por la redención del cuerpo. En el caso del sacramento del matrimonio, don sacramental y gracia, se nos ofrece la oportunidad de trascender, evitando la concupiscencia de la carne en este mundo temporal. El Espiritu se manifiesta en el Amor entre la pareja, el hombre y la mujer, el respeto mutuo, la reciprocidad y comunión al igual que Cristo Jesús con su Iglesia. El matrimonio, es un camino escatológico, del mundo temporal, donde se manifiesta el Espiritu para agradecer el don y hacer vida en Él, vida en esperanza, que también se manifiesta en sus frutos, los hijos. El sacramento del matrimonio, es una gracia, un don del Espiritu, del mundo temporal, que nos proporciona elementos para trascender al mundo futuro, aun a sabiendas que no participará en éste. Este Amor y esta esperanza también son manifestaciones del Espiritu.
Zulay R. de Álvarez (yaluz)
Venezuela
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor Maria 2 » Mar Jun 10, 2014 4:50 pm

¿Cómo se manifiesta la vida "según el Espíritu"?

Los esposos al estar unidos como una sola carne por el eterno designio de Dios, están comprometidos a responder al don recibido en el sacramento y para poder llevar una vida "según el Espíritu" los corazones deben estar bien limpios de deseos y aspiraciones sometiéndose a la procreación bendita de los hijos.

Un abrazo y hasta pronto.-
Maria 2
 
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor patricio » Sab Jun 14, 2014 9:48 pm

Pregunta: ¿Cómo se manifiesta la vida "según el Espíritu"?

Los esposos, según el eterno designio divino se unen y se hacen “una sola carne”, están llamados a una vida “según el Espíritu”, capaz de corresponder al “don” recibido en el sacramento. En virtud de ese “don”, llevando como esposos una vida “según el Espíritu”, son capaces de volver a descubrir la gratificación particular de la que han sido hechos participes. En la medida en que la “concupiscencia” ofusca el horizonte de la visual interior, quita a los corazones la limpidez de deseos y aspiraciones, del mismo modo la vida “según el Espíritu” (o sea, la gracia del sacramento del matrimonio) permite al hombre y a la mujer volver a encontrar la verdadera libertad del don, unida a la conciencia del sentido nupcial del cuerpo en su masculinidad y feminidad.

La vida “según el Espíritu” se manifiesta, pues, también en la “unión” recíproca (cf. Gén 4, 1), por medio de la cual los esposos, al convertirse en “una sola carne”, someten su feminidad y masculinidad a la bendición de la procreación: “Conoció Adán a su mujer, que concibió y parió, diciendo: He alcanzado de Yahvé un varón” (Gén 4, 1). La “vida según el Espíritu” se manifiesta también en la conciencia de la gratificación, a la que corresponde la dignidad de los mismos esposos en calidad de padres, esto es, se manifiesta en la conciencia profunda de la santidad de la vida, a la que los dos han dado origen, participando como padres, en las fuerzas del misterio de la creación. A la luz de la esperanza, que está vinculada con el misterio de la redención del cuerpo, esta nueva vida humana, el hombre nuevo concebido y nacido de la unión conyugal de su padre y de su madre, se abre a las “primicias del Espíritu” “para participar en la libertad de la gloria de los hijos de Dios”.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor maguie » Mié Jun 18, 2014 1:17 pm

La vida según el Espíritu se manifiesta a través de la esperanza escatológica de la resurrección del cuerpo. "El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre". Es decir el que tiene la esperanza escatológica de la resurrección final, hace la voluntad de Dios lo cual se manifiesta en su conducta de la vida diaria, con lo que se muestra la vida según el Espíritu.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Mié Jun 18, 2014 11:27 pm

La vida “según el Espíritu” se manifiesta, en la “unión” recíproca (cf. Gén 4, 1), por medio de la cual los esposos, al convertirse en “una sola carne”, someten su feminidad y masculinidad a la bendición de la procreación. La “vida según el Espíritu” se manifiesta también en la conciencia de la gratificación, a la que corresponde la dignidad de los mismos esposos en calidad de padres y se manifiesta en la conciencia profunda de la santidad de la vida (sacrum), a la que los dos han dado origen, participando en las fuerzas del misterio de la creación en la esperanza de la que todo recién nacido que viene al mundo trae consigo un destello. Esposos llamados a una vida “según el Espíritu”, capaz de corresponder al “don” recibido en el sacramento. Esposos capaces de volver a descubrir la gratificación particular de la que han sido hechos participes.
MA SOCORRO A REYES L
 
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor Jeanette Palacios » Mié Jun 25, 2014 3:02 pm

¿Cómo se manifiesta la vida “según el Espíritu”?

La vida "según el Espíritu" se manifiesta, pues, en la "unión" recíproca (cf. Gén 4, 1), por medio de la cual los esposos, al convertirse en "una sola carne", someten su feminidad y masculinidad a la bendición de la procreación. La "vida según el Espíritu" se manifiesta también en la conciencia de la gratificación, a la que corresponde la dignidad de los mismos esposos en calidad de padres, esto , se manifiesta en la conciencia profunda de la santidad de la vida , a la que los dos han dado origen, participando -como padres-, en las fuerzas del misterio de la creación.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor antonio_7 » Jue Jun 26, 2014 11:43 am

Como se manifiesta la vida " segun el Espiritu " ?
La manifestacion de la vida en el Espiritu, se da en la medida que los esposos, se dejan llevar por la grasia del sacramento, siguiendo y teniendo siempre como guia y ejemplo,la redencion y el misterio del plande salvacion, y la redencion del cuerpo, por el cual Cristo ama y se une a su Iglesia, con el amor incondisional, con que se entrega, la grasia de la manifestacion del Espiritu en los esposos, donandose el uno al otro como Cristo a su amada la Iglesia, dandose la fecundidad en los frutos del espiritu, asi en los esposos de la misma manera en la unidad del eros con el ethos, con la puresa del Corazon primario del principio, con la grasia del amor puro cumpliendo el mandato del Genesis, creser y multiplicarse,con un Corazon puro de los esposos cumpliendo con la grasia de que lla no seran dos sino uno y dando el fruto a la fecundidad y procreacion , glorificando a su creador.
la vida sengun el Espiritu exorta a dominar la concupisencia, con matrimonio en el sacramento de la redencion.
antonio_7
 
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor b. gabriel reyes reyes » Sab Jun 28, 2014 8:02 pm

[b]¿Cómo se manifiesta la vida "según el Espíritu"?[/b]

[i]La vida "según el Espíritu" se manifiesta en un corresponder al "don" recibido en el sacramento:
• En la pureza de los deseos y aspiraciones.
• En la vivencia gozosa de la libertad del don, gozo que nace de la conciencia del sentido nupcial del cuerpo, en su masculinidad y feminidad.
• En el sometimiento de su feminidad y masculinidad a la bendición de la procreación, en su unión recíproca.
• En la permanente acción de gracias, que enraíza en su dignidad de esposos en calidad de padres, por el don de participar en las fuerzas del misterio de la creación.
• En la esperanza, para los padres y para los hijos, de la "manifestación de los hijos de Dios".[/i]
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor claudia Bermeo » Lun Jun 30, 2014 2:09 pm

Como se manifiesta la vida "segun el Espiritu" ?
La vida en el Espíritu, se manifiesta en la obediencia, en la docilidad y apertura a la Palabra de Dios, en los actos cotidianos de amor, caridad y santidad. En el manejo de las emociones, dando lugar en todo momento a que el mismo Espíritu de Dios, obre en nuestra vida, dejándonos transformar, dándole el poder, y rindiendo nuestra libertad y voluntad a la suya.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor sanaquino » Dom Jul 06, 2014 10:53 pm

Pregunta: ¿Cómo se manifiesta la vida “según el Espíritu”?

La entrega de la vida conyugal el uno y el otro los esposos, la unión recíproca, para encontrar y concluir el plan de Dios, en toda libertad.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor RoxanaGomez25 » Mar Jul 15, 2014 12:18 pm

¿Cómo se manifiesta la vida según el Espíritu? El matrimonio como sacramento de la Iglesia es también palabra del Espíritu que exhorta al hombre y a la mujer a modelar toda su convivencia sacando fuerza del misterio de la redención del cuerpo. De este modo ellos están llamados a la castidad como al estado de vida según el Espíritu. cuando los esposos según el eterno designio divino se unen de manera que se hacen una sola carne están llamados a su vez, mediante el sacramento a una vida según el Espíritu, son capaces a volver a descubrir la gratificación particular de la han sido hechos participes. Vida según el Espíritu es la gracia del sacramento del matrimonio, permite al hombre y mujer a volver a encontrar la libertad del don, unida a la conciencia del sentido nupcial del cuerpo en la masculinidad y feminidad.
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor Alejandra S » Vie Ago 22, 2014 11:14 am

¿Cómo se manifiesta la vida "según el Espíritu"?
La vida según el Espíritu es lo contrario de la vida según la carne y se manifiesta en el matrimonio:
• En el sentido de la dignidad de la mujer y el hombre en la convivencia conyugal
• En el encuentro de la verdadera libertad del don,
• en la conciencia del sentido nupcial del cuerpo en su masculinidad y feminidad
• En la unión recíproca en la que los esposos se convierten en una sola carne
• En el poner su masculinidad y feminidad a la bendición de la creación
• En la conciencia de la santidad y de la paternidad ,
• en su participación en el misterio de la creación
• en una vida en gracia de Dios.
“El matrimonio, como sacramento primordial y a la vez como sacramento que brota en el misterio de la redención del cuerpo del amor nupcial de Cristo y de la Iglesia, "viene del Padre". No procede "del mundo", sino "del Padre". En consecuencia, también el matrimonio, como sacramento, constituye la base de la esperanza para la persona, esto es, para el hombre y para la mujer, para los padres y para los hijos, para las generaciones humanas”.
Alejandra S
 
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Re: 102. Matrimonio sacramental y la vida según el Espíritu

Notapor mamafeliz » Vie Ago 29, 2014 10:13 am

El matrimonio como Sacramento que bota del misterio de la redención es concedido al "hombre histórico" como gracia y a la vez como Ethos, y como Sacramento de la iglesia es también palabra de Espíritu, que exhorta al hombre y a la mujer a modelar toda su convivencia sacando fuerza del misterio de la "redención del cuerpo". De este modo, ellos están llamados a la castidad como al estado de vida "según el Espíritu" que les es propio y también están llamados a corresponder al "don" recibido en el Sacramento y a la conciencia del sentido nupcial del cuerpo en su masculinidad y feminidad.
La vida "según el Espíritu" se manifiesta también en la "Unión" recíproca cuando los esposos al convertirse "una sola carne", someten su feminidad y su masculinidad a la bendición de la procreación. La vida según el espíritu se manifiesta también la conciencia de la gratificación a la que corresponde la dignidad de los mismos esposos en calidad de padres, esto es en la conciencia profunda de la santidad de vida (sacrum) a la que los dos han dado origen participando como padres en las fuerzas del misterio de la creación, esta nueva vida humana, el hombre nuevo concebido y nacido de la unión conyugal de su padre y de su madre, se abre a las "primicias del Espíritu" para participar en la libertad de la Gloria de los hijos de Dios" una esperanza tiene todo recién nacido que viene al mundo de que trae consigo un destello.
El matrimonio, como Sacramento "viene del Padre" y constituye la base de la esperanza para la persona hombre y mujer, para los padres y para los hijos y para las generaciones humanas.
mamafeliz
 
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