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119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Vie Jul 04, 2014 4:49 pm
por pilar calva
¿Cuál es la esencia de la doctrina de la Iglesia acerca de la transmisión de la vida en la comunidad conyugal, de esa doctrina que nos ha recordado la Constitución pastoral del Concilio «Gaudium et spes» y la Encíclica «Humanæ vitæ» del Papa Pablo VI? El

1. ¿Cuál es la esencia de la doctrina de la Iglesia acerca de la transmisión de la vida en la comunidad conyugal, de esa doctrina que nos ha recordado la Constitución pastoral del Concilio "Gaudium et spes" y la Encíclica "Humanæ vitæ" del Papa Pablo VI?

El problema está en mantener la relación adecuada entre lo que se define "dominio... de las fuerzas de la naturaleza" (Humanæ vitæ, 2) y el "dominio de sí" (Humanæ vitæ, 21), indispensable a la persona humana. El hombre contemporáneo manifiesta la tendencia a transferir los métodos propios del primer ámbito a los de segundo. "El hombre ha llevado a cabo progresos estupendos en el dominio y en la organización racional de las fuerzas de la naturaleza -leemos en la Encíclica-, de modo que tiende a extender ese dominio a su mismo ser global: al cuerpo, a la vida psíquica, a la vida social y hasta las leyes que regulan la transmisión de la vida"(Humanæ vitæ, 2).

Esta extensión de la esfera de los medios de "dominio... de las fuerzas de la naturaleza" amenaza a la persona humana, para la cual el método del "dominio de sí" es y sigue siendo específico. Efectivamente, el dominio de sí corresponde a la constitución fundamental de la persona: es precisamente un método "natural". En cambio, la transferencia de los "medios artificiales" rompe la dimensión constitutiva de la persona, priva al hombre de la subjetividad que le es propia y hace de él un objeto de manipulación.

2. El cuerpo humano no es sólo el campo de reacciones de carácter sexual, sino que es, al mismo tiempo, el medio de expresión del hombre integral, de la persona, que se revela a sí misma a través del "lenguaje del cuerpo". Este "lenguaje" tiene un importante significado interpersonal, especialmente cuando se trata de las relaciones recíprocas entre el hombre y la mujer. Además, nuestros análisis precedentes muestran que en este caso el "lenguaje del cuerpo" debe expresar, a un nivel determinado, la verdad del sacramento. Efectivamente, al participar del eterno plan de amor ("Sacramentum absconditum in Deo"), el "lenguaje del cuerpo" se convierte en un "profetismo del cuerpo".
Se puede decir que la Encíclica «Humanæ vitæ» lleva a las últimas consecuencias, no sólo lógicas y morales, sino también prácticas y pastorales, esta verdad sobre el cuerpo humano en su masculinidad y feminidad .

3. La unidad de los dos aspectos del problema -de la dimensión sacramental (o sea, teológica) y de la personalística- corresponde a la global "revelación del cuerpo". De aquí se deriva también la conexión de la visión estrictamente teológica con la ética, que nace de la "ley natural".
En efecto, el sujeto de la ley natural es el hombre no sólo en el aspecto "natural" de su existencia, sino también en la verdad integral de su subjetividad personal. El señor manifiesta, en la Revelación, como hombre y mujer, en su plena vocación temporal y escatológica. Es llamado por Dios para ser testigo e intérprete del eterno designio del amor, convirtiéndose en ministro del sacramento que, "desde el principio", se constituye en el signo de la "unión de la carne".

4. Como ministros de un sacramento que se realiza por medio del consentimiento y se perfecciona por la unión conyugal, el hombre y la mujer están llamados a expresar ese misterioso "lenguaje" de sus cuerpos en toda la verdad que les es propia. Por medio de los gestos y de las reacciones, por medio de todo el dinamismo, recíprocamente condicionado, de la tensión y del gozo -cuya fuente directa es el cuerpo en su masculinidad y feminidad, el cuerpo en su acción e interacción- a través de todo esto "habla" el hombre, la persona.

El hombre y la mujer con el "lenguaje del cuerpo" desarrollan ese diálogo que -según el Génesis 2, 24-25- comenzó el día de la creación. Y precisamente a nivel de este "lenguaje del cuerpo" -que es algo más que la sola reactividad sexual y que, como auténtico lenguaje de las personas, está sometido a las exigencias de la verdad, es decir a normas morales objetivas-, el hombre y la mujer se expresan recíprocamente a sí mismos del modo más pleno y más profundo, en cuanto les es posible por la misma dimensión somática de la masculinidad y femineidad: el hombre y la mujer se expresan a sí mismos en la medida de toda la verdad de su persona.

5. El hombre es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo. Efectivamente, en cuanto que es dueño de sí mismo puede "donarse" al otro. Y ésta es una dimensión -dimensión de la libertad del don que se convierte en esencial y decisiva para ese "lenguaje del cuerpo", en el que el hombre y la mujer se expresan recíprocamente en la unión conyugal. Dado que esta comunión es comunión de personas, el "lenguaje del cuerpo" debe juzgarse según el criterio de la verdad. Precisamente la Encíclica "Humanæ vitæ" presenta este criterio, como confirman los pasajes antes citados.

6. Según el criterio de esta verdad, que debe expresarse con el "lenguaje del cuerpo", el acto conyugal "significa" no sólo el amor, sino también la fecundidad potencial, y por esto no puede ser privado de su pleno y adecuado significado mediante intervenciones artificiales. En el acto conyugal no es lícito separar artificialmente el significado unitivo del significado procreador, porque uno y otro pertenecen a la verdad íntima del acto conyugal: uno se realiza justamente con el otro y, en cierto sentido, el uno a través de otro. Así enseña la Encíclica (cf. Humanæ vitæ, 12). Por lo tanto en este caso el acto conyugal, privado de su verdad interior, al ser privado artificialmente de su capacidad procreadora, deja también de ser acto de amor.

7. Puede decirse que en el caso de una separación artificial de estos dos significados, en el acto conyugal se realiza una real unión corpórea, pero no corresponde a la verdad interior ni a la dignidad de la comunión personal: communio personarum. Efectivamente esta comunión exige que el "lenguaje del cuerpo" se exprese recíprocamente en la verdad integral de su significado. Si falta esta verdad, no se puede hablar ni de la verdad el dominio de sí, ni de la verdad del don recíproco y de la recíproca aceptación de sí por parte de la persona. Esta violación del orden interior de la comunión conyugal, que hunde sus raíces en el orden mismo de la persona, constituye el mal esencial del acto anticonceptivo.

8. Tal interpretación de la doctrina moral, expuesta en la Encíclica "Humanæ vitæ", se sitúa sobre el amplio trasfondo de las reflexiones relacionadas con la teología del cuerpo. Resultan especialmente válidas para esta interpretación las reflexiones sobre el "signo" en conexión con el matrimonio, entendido como sacramento. Y la esencia de la violación que perturba el orden interior del acto conyugal no puede entenderse de modo teológicamente adecuado, sin las reflexiones sobre el tema de la "concupiscencia de la carne".

Pregunta:
¿Por qué es persona el hombre?

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Vie Ago 01, 2014 11:20 am
por lindoro50
¿Por qué es persona el hombre?

Porque es un ser que es en sí mismo, que pertenece a sí mismo y no a otro. La persona existe en sí y por eso es subsistente. Se le llama persona por su racionalidad. Para hablar de persona humana se precisa la naturaleza racional, la autoconciencia y la autodeterminación.
Otra característica de la persona es la capacidad de donarse al otro. Y ésta es una dimensión de la libertad del don que se convierte en esencial y decisiva para el lenguaje del cuerpo, en el que el hombre y la mujer se expresan recíprocamente en la unión conyugal. Los esposos, mediante su recíproca donación personal, propia y exclusiva, tienden a la comunión de sus seres en orden a un mutuo perfeccionamiento personal, para colaborar con Dios en la generación y en la educación de nuevas vidas

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Vie Ago 01, 2014 3:10 pm
por Maria 2
¿Por qué es persona el hombre?

El cuerpo humano no es sólo el campo de reacciones de carácter sexual, sino que es, al mismo tiempo, el medio de expresión del hombre integral, de la persona, que se revela a sí misma a través del "lenguaje del cuerpo". Este "lenguaje" tiene un importante significado interpersonal, especialmente cuando se trata de las relaciones recíprocas entre el hombre y la mujer. Además, nuestros análisis precedentes muestran que en este caso el "lenguaje del cuerpo" debe expresar, a un nivel determinado, la verdad del sacramento.

Como ministros de un sacramento que se realiza por medio del consentimiento y se perfecciona por la unión conyugal, el hombre y la mujer están llamados a expresar ese misterioso "lenguaje" de sus cuerpos en toda la verdad que les es propia. Por medio de los gestos y de las reacciones, por medio de todo el dinamismo, recíprocamente condicionado, de la tensión y del gozo -cuya fuente directa es el cuerpo en su masculinidad y feminidad, el cuerpo en su acción e interacción- a través de todo esto "habla" el hombre, la persona.

El hombre y la mujer con el "lenguaje del cuerpo" desarrollan ese diálogo que -según el Génesis 2, 24-25- comenzó el día de la creación. Y precisamente a nivel de este "lenguaje del cuerpo" -que es algo más que la sola reactividad sexual y que, como auténtico lenguaje de las personas, está sometido a las exigencias de la verdad, es decir a normas morales objetivas-, el hombre y la mujer se expresan recíprocamente a sí mismos del modo más pleno y más profundo, en cuanto les es posible por la misma dimensión somática de la masculinidad y femineidad: el hombre y la mujer se expresan a sí mismos en la medida de toda la verdad de su persona.

Según el criterio de esta verdad, que debe expresarse con el "lenguaje del cuerpo", el acto conyugal "significa" no sólo el amor, sino también la fecundidad potencial, y por esto no puede ser privado de su pleno y adecuado significado mediante intervenciones artificiales. En el acto conyugal no es lícito separar artificialmente el significado unitivo del significado procreador, porque uno y otro pertenecen a la verdad íntima del acto conyugal: uno se realiza justamente con el otro y, en cierto sentido, el uno a través de otro. Así enseña la Encíclica (cf. Humanæ vitæ, 12). Por lo tanto en este caso el acto conyugal, privado de su verdad interior, al ser privado artificialmente de su capacidad procreadora, deja también de ser acto de amor.

Puede decirse que en el caso de una separación artificial de estos dos significados, en el acto conyugal se realiza una real unión corpórea, pero no corresponde a la verdad interior ni a la dignidad de la comunión personal: communio personarum. Efectivamente esta comunión exige que el "lenguaje del cuerpo" se exprese recíprocamente en la verdad integral de su significado. Si falta esta verdad, no se puede hablar ni de la verdad el dominio de sí, ni de la verdad del don recíproco y de la recíproca aceptación de sí por parte de la persona. Esta violación del orden interior de la comunión conyugal, que hunde sus raíces en el orden mismo de la persona, constituye el mal esencial del acto anticonceptivo.

COMENTARIO: El hombre es persona porque es dueño de sí y se domina a sí mismo y por tal motivo puede "donarse" al otro. Y ésta es una dimensión de la libertad del don que se convierte en esencial y decisiva para ese "lenguaje del cuerpo", en el que el hombre y la mujer se expresan recíprocamente en la unión conyugal. Esta comunión es comunión de personas, y el "lenguaje del cuerpo" debe juzgarse según el criterio de la verdad.

Un abrazo y hasta pronto.-

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Sab Ago 02, 2014 9:11 am
por NELSON
¿Por qué es persona el hombre?
El hombre es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo. Efectivamente, en cuanto que es dueño de sí mismo puede "donarse" al otro. Y ésta es una dimensión -dimensión de la libertad del don que se convierte en esencial y decisiva para ese "lenguaje del cuerpo", en el que el hombre y la mujer se expresan recíprocamente en la unión conyugal. Dado que esta comunión es comunión de personas, el "lenguaje del cuerpo" debe juzgarse según el criterio de la verdad.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Sab Ago 02, 2014 9:42 am
por virginia castro
VIRGINIA CASTRO # 119

POR QUE ES PERSONA EL HOMBRE?

Por ser el primer ser humano creado por Dios y al cual le entrega toda la otra parte de la creacion natural, animal, cosmica en la cual Dios vio que faltaba alguien para sojusgarla y dominarla y cuidarla y tambien de sus huesos formo a su companera que la llamo varona, para que tambien cuidara la creacion, lo acompanara y los dos con el lenguaje del cuerpo y la union de la carne tuvieran descendencia y asi llenaran la tierra.
El ser humano es persona precisamente por ser dueno de si y tener su dominio propio y por esto puede "donarse" al otro, esta es la dimension de la libertad esencial y decisiva para el "lenguaje del hombre" en el cual el hombre y la mujer se expresan reciprocamente en la union conyugal.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Sab Ago 02, 2014 1:16 pm
por carranri
Pregunta: ¿Por qué es persona el hombre?

El Hombre ejerce el Dominio de la naturaleza y el dominio de sí mismo y debe de mantener la relación entre los dos "dominios" sin transferir el primero al segundo. "El hombre ha llevado a cabo progresos estupendos en el dominio y en la organización racional de las fuerzas de la naturaleza -leemos en la Encíclica-, de modo que tiende a extender ese dominio a su mismo ser global: al cuerpo, a la vida psíquica, a la vida social y hasta las leyes que regulan la transmisión de la vida"; Esta extensión de la esfera de los medios de "dominio... de las fuerzas de la naturaleza" amenaza a la persona humana, para la cual el método del "dominio de sí" es y sigue siendo específico.

El hombre es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo. Efectivamente, en cuanto que es dueño de sí mismo puede "donarse" al otro. Y ésta es una dimensión -dimensión de la libertad del don que se convierte en esencial y decisiva para ese "lenguaje del cuerpo", en el que el hombre y la mujer se expresan recíprocamente en la unión conyugal. Dado que esta comunión es comunión de personas, el "lenguaje del cuerpo" debe juzgarse según el criterio de la verdad.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Sab Ago 02, 2014 2:06 pm
por Jeanette Palacios
¿Por qué es persona el hombre?
El hombre es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo. Ya que es dueño de si , puede donarse al otro y esto es una libertad del don que se convierte, en esencial para el lenguaje del cuerpo. El acto conyugal que significa la fecundidad potencial que no puede ser privado de su pleno y adecuado significado mediante intervenciones artificiales.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Lun Ago 04, 2014 8:24 pm
por mariaines
¿Por qué es persona el hombre?
Porque es libre y es capaz de relacionarse.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Mar Ago 05, 2014 11:05 am
por sanaquino
¿Por qué es persona el hombre?

El hombre es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo.
:roll:

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Mar Ago 05, 2014 11:05 am
por sanaquino
¿Por qué es persona el hombre?

El hombre es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo.
:roll:

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Mié Ago 06, 2014 10:36 pm
por patricio
¿Por qué es persona el hombre?
Para la persona humana es indispensable mantener la relación adecuada entre lo que se define como "dominio de las fuerzas de la naturaleza" (Humanæ vitæ, 2) y el "dominio de sí" (Humanæ vitæ, 21). El hombre de estos tiempos, manifiesta la tendencia a transferir los métodos propios del primer ámbito a los de segundo. "El hombre ha llevado a cabo progresos estupendos en el dominio y en la organización racional de las fuerzas de la naturaleza, de modo que tiende a extender ese dominio a su mismo ser global: al cuerpo, a la vida psíquica, a la vida social y hasta las leyes que regulan la transmisión de la vida"(Humanæ vitæ, 2). Esta extensión de la esfera de los medios de "dominio de las fuerzas de la naturaleza" amenaza a la persona humana, para la cual el método del "dominio de sí" es y sigue siendo específico. Efectivamente, el dominio de sí, corresponde a la constitución fundamental de la persona: es precisamente un método "natural". En cambio, la transferencia de los "medios artificiales" rompe la dimensión constitutiva de la persona, priva al hombre de la subjetividad que le es propia y hace de él un objeto de manipulación.
El cuerpo humano no es sólo el campo de reacciones de carácter sexual, sino que es, al mismo tiempo, el medio de expresión del hombre integral, de la persona, que se revela a sí misma a través del "lenguaje del cuerpo". Este "lenguaje" tiene un importante significado interpersonal, especialmente cuando se trata de las relaciones recíprocas entre el hombre y la mujer. Además, nuestros análisis precedentes muestran que en este caso el "lenguaje del cuerpo" debe expresar, a un nivel determinado, la verdad del sacramento. Efectivamente, al participar del eterno plan de amor, el "lenguaje del cuerpo" se convierte en un "profetismo del cuerpo".
El sujeto de la ley natural es el hombre no sólo en el aspecto "natural" de su existencia, sino también en la verdad integral de su subjetividad personal. El señor manifiesta, en la Revelación, como hombre y mujer, en su plena vocación temporal y escatológica. Es llamado por Dios para ser testigo e intérprete del eterno designio del amor, convirtiéndose en ministro del sacramento que, "desde el principio", se constituye en el signo de la "unión de la carne".
El hombre es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo. Efectivamente, en cuanto que es dueño de sí mismo puede "donarse" al otro. Y ésta es una dimensión de la libertad del don que se convierte en esencial y decisiva para ese "lenguaje del cuerpo", en el que el hombre y la mujer se expresan recíprocamente en la unión conyugal. Dado que esta comunión es comunión de personas, el "lenguaje del cuerpo" debe juzgarse según el criterio de la verdad. Precisamente la Encíclica "Humanæ vitæ" presenta este criterio, como confirman los pasajes antes citados.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Vie Ago 08, 2014 2:44 pm
por maguie
El hombre es persona porque es capaz de dominar la creación y dentro de ello y principalmente porque es capaz dominarse a sí mismo. Después, porque es capaz de la donación de sí mismo

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Sab Ago 09, 2014 10:54 am
por Mary Jo
¿Por qué es persona el hombre?
El Papa Juan Pablo II, comenta en el texto que, el hombre es persona porque es dueño de sí y se domina a sí mismo. Al ser dueño de sí mismo puede "donarse" al otro.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Mar Ago 12, 2014 4:36 pm
por Silviamaria
¿Por qué es persona el hombre?

El hombre es persona porque se domina y domina la naturaleza, además como dueño de sí mismo se puede donar, puede entregarse a través de la unión conyugal, de la comunión de personas.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Mié Ago 13, 2014 8:43 pm
por Martha Leticia Barba
Porque el hombre imagen y semejanza de Dios, digno y libre es dueño de sí mismo, se autodomina, tiene señorío de espíritu.Saludos.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Jue Ago 14, 2014 5:20 pm
por yaluz
¿Por qué es persona el hombre?
R:
El hombre es persona porque es dueño de si mismo, por ser racional y por lo tanto se domina, es por ello que puede donarse, posee la libertad de donarse al otro, en comunión reciproca, expresándose el lenguaje del cuerpo en la unión conyugal de los esposos. El autodominio y su autodeterminación de realizar este acto, consciente de sus dos significados, lo hace en si, persona, porque es un acto de amor, lo contrario, seria una simple unión corpórea, ni unitiva ni procreadora, porque está intervenida por la artificialidad. No se da el proceso de convertirse en” una sola carne”

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Jue Ago 14, 2014 6:32 pm
por MA SOCORRO A REYES L
El sujeto de la ley natural es el hombre no sólo en el aspecto "natural" de su existencia, sino también en la verdad integral de su subjetividad personal. El hombre y la mujer se expresan recíprocamente y a sí mismos en la medida de toda la verdad de su persona. El hombre es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo. Y en cuanto que es dueño de sí mismo puede "donarse" al otro. En la dimensión de la libertad del don que se convierte en esencial y decisiva para ese "lenguaje del cuerpo", en el que el hombre y la mujer se expresan recíprocamente en la unión conyugal. Esta comunión exige que el "lenguaje del cuerpo" se exprese recíprocamente en la verdad integral de su significado. Si falta esta verdad, no se puede hablar ni de la verdad el dominio de sí, ni de la verdad del don recíproco y de la recíproca aceptación de sí por parte de la persona. Esta violación del orden interior de la comunión conyugal, que hunde sus raíces en el orden mismo de la persona, constituye el mal esencial del acto anticonceptivo.

Re: 119. La transmisión de la vida

NotaPublicado: Jue Oct 02, 2014 6:12 am
por Alejandra S
¿Por qué es persona el hombre?
El hombre es persona porque ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y “es persona precisamente porque es dueño de sí y se domina a sí mismo (…) en cuanto que es dueño de sí mismo puede "donarse" al otro. Y ésta es una dimensión -dimensión de la libertad del don que se convierte en esencial y decisiva para ese "lenguaje del cuerpo", en el que el hombre y la mujer se expresan recíprocamente en la unión conyugal”.