MADRES DEL DESIERTO------------------
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- PRIMERAS AMMAS cristianes no citades al Nou Testament (tradicions diverses)
Se cree que la primera "virgen consagrada" fue
Sta. Petronila, discípula de S. Pedro, que ya recibe culto en el s. IV en Roma. Según las actas de los Stos. Nereo y Aquileo, Sta. Felícula i Sta. Prisca la siguieron.
En Constantinopla se veneró muy pronto a Sta. Irene, discípula del obispo S. Timoteo, discípulo de S. Pablo. En Cilícia (Turquía), Stas. Ceneida y Filonia, se veneran como primas de S. Pablo.
S. Metodio de Olimpo (311dC) considera Sta. Marcela como la primera virgen cristiana. Y la leyenda dice que fue criada de Marta y Maria. También se habla de Sta.Ifigenia, hija del rey de Etiopía, convertida por el apóstol Mateo.
Éstas son las primeras raíces de lo que después llamaremos la "Matrologia".
Vírgenes documentadas
Sta. Tecla de Iconio (Turquía) es discípula de S. Pablo, y considerada "madre" de las vírgenes que después se marcharon al Desierto. Según la tradición es la primera mujer mártir a causa de la fidelidad al evangelio. Hablan de ella S. Agustín, S. Ambrosio y muchos otros.
En Cataluña, la Asociación bíblica de Tarragona organiza viajes a Turquía, "siguiendo las huellas de Sta. Tecla". Y en la revista de la Asociación se puede ver la documentación arqueológica sobre los lugares de la Sta.
Sta. Macrinala joven..............
Es considerada
la primera Amma (Madre) del Desierto de Turquía (380). Es hermana de S. Gregorio de Nisa y de S. Basilio. (S. Benito considera a S. Basilio su Padre, por eso lo cita al final de la Regla benedictina). Sta. Macrina, seguidora de Sta. Tecla, es nieta de Sta. Macrina la Vieja (mártir en la época de Diocleciano s. III), y discípula de S. Gregorio Taumaturgo. Macrina la Vieja tuvo que huir al desierto con su marido, durante la persecución. Murió en el año 350.
Esta familia de "santos" vivía en el Ponto, cerca del Mar Negro, llevando una vida ascética y pobre, a pesar de ser de clase acomodada. La nuera de Sta. Macrina la Vieja, también fue santa, la veneramos con el nombre de Sta. Emelia. Tuvo 10 hijos. La mayor era Sta. Macrina la joven.
Sta. Macrina la Joven recibió de Dios la capacidad de armonizar la actividad y la contemplación. Ayudó a su madre, Sta. Emelia, en la educación de sus hermanos. Tres de los hermanos también seran santos: Basilio, Gregorio de Nisa y Pedro de Sebaste. Pedro, el menor, fue educado exclusivamente por Macrina. Debemos la "Vida de Sta. Macrina " a la pluma de su hermano S. Gregorio de Nisa, en agradecimiento a todo lo que ella ha hecho por él, a quién llama su "segunda madre, fuerte, benevolente, y maestra de su vida".
La joven Macrina estaba muy compenetrada con su madre, Emelia, y cuando ya esta era viuda, la convenció de convertir a su hogar en un monasterio, llevando vida monástica junto con sus sirvientas, sin que hubiera ninguna distinción entre ellas.
A diferencia de los monjes de Egipto (y de los cenobios de Pacomio), el monacato capadocio era más culto, y las austeridades eran menos espectaculares que las de los monjes coptos y sirios. Podía haber influido también el paisaje. La dureza del desierto de Egipto no tenía nada a ver con la belleza de las orillas del río Iris, donde había los monasterios turcos.
Cuando Basilio el grande inició la vida monástica (356), el monasterio de su hermana Macrina ya era floreciente.
La última plegaria de Macrina, antes de morir fue: "
Tú, Señor, me has quitado el miedo a la muerte. Yo sé que nosotros somos de barro, y que Tú ahora lo devuelves a la tierra. Pero después harás que este barro se revista de inmortalidad."
Al morir todas las monjas lloraban diciendo: "se ha extinguido la lámpara de nuestros ojos...".
Entre las monjas sabemos los nombres de la diaconisa Lampadion, que era maestra de coro. Y de Veciana, una viuda noble que la amortajó.
El obispo Araxios, con todo el presbiterio, fueron al entierro de Macrina (380). La iglesia oriental celebra su fiesta el 19 de julio.
AMMAS FAMOSAS DEL DESIERTO DE EGIPTO
AMMA SYNCLÉTICAEs la más famosa de las Madres del Desierto. Su vida se escribió poco después de su muerte. Anterior a este escrito, sólo está la vida de Sta. Macrina (del 380) y las actas de los Mártires.
Synclética abrazó la vida solitaria, en tiempo de S. Antonio.
Su nombre quiere decir "asamblea celestial". Hija de Macedonia, fue a vivir con su familia (1 hermana y 2 hermanos) en Alejandría, entonces una gran ciudad cosmopolita. Después de Roma, la mayor del Imperio.
A pesar de ser de una casa acomodada, quería vivir según las enseñanzas de Sta. Tecla. Por eso evitaba las conversaciones, para permanecer en la profundidad interior. A pesar de que amaba las penitencias como medio para fortalecer su vida en Dios, obraba con tanta discreción que nadie notaba sus renuncias.
Al morir sus padres, abandonó su casa, dio sus posesiones a los pobres, y, junto con su hermana ciega, se fue a vivir en el Desierto, cerca de un sepulcro. Como lo hizo todo con mucha humildad, bien pronto la rodearon muchas jóvenes discípulas. Algunas vivían en comunidad con ella, y otras solas.
Cuando las discípulas le preguntaban sobre el camino de salvación, ella acostumbraba a responder: "si queréis instruiros, id a la Fuente, Cristo".
Su doctrina está muy centrada en el amor, de donde proviene todo, y a donde va todo, decía. Según ella el amor es doble: dar y recibir. Y enseñaba a mantener el alma LIBRE, en medio de las riquezas espirituales.
A los 84 años murió destrozada por la enfermedad, que soportó con gozo.
Tenemos 27 apotegmas (dichos famosos) de Amma Synclética. Copio algunos que evidentemente me parecen muy prácticos para la vida espiritual:
1- Se puede vivir solo entre la multitud, y vivir con la multitud estando solo.
2- Al Principio del camino hacia Dios hay dificultades, pero después se llega a un gozo inefable (S. Benito dice al final del Prólogo: "Con el progreso en la vida monástica, se ensancha el corazón y se corre por la vía de los mandamientos de Dios en la inefable dulzura del amor").
3- Cuando pases dificultades alégrate de qué Dios te visite, y no dejes de cantar. La ascesis consiste en dominarse en el sufrimiento y continuar dirigiendo a Dios acciones de gracias.
4- Si las ventanas de tu casa están abiertas, entrarán los ladrones y te lo tomarán todo (quiere decir que no podemos vivir en la "galería", exhibiendo nuestra virtud)
5- Tu actitud delante de los enemigos depende de tus progresos en la virtud.
6- Por la medida y la discreción, conocerás si tu ascesi viene de Dios o de tu orgullo.
AMMES MARA, CIRINA I DOMNINA
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Las Ammas empiezan a llenar el desierto en el año 250, pero sin hacer ruido. Como los grandes acontecimientos que cambian la historia, aunque a menudo pasen desapercibidos. Amar la tradición, quiere decir ser conscientes de todo lo que hemos recibido de muchos hombres y mujeres que ni siquiera conocemos, pero que nos han dejado el legado de sus vidas santas.
Dice S. Juan Crisótomo: "si visitas el desierto de Egipto encontrarás a una multitud de mártires y de vírgenes que tienen aquí sus celdas.
Teodoreto de Ciro en la "Historia de los monjes" (444), junto con la vida de 23 monjes, nos explica la vida de 3 monjas: Mara, Cirina y Domnina. Entre los Padres, dice Teodoreto, también a estas 3 Ammes se les puede aplicar el calificativo de "renunciants", pues para seguir a Cristo hace falta "renunciar" a otros intereses:
1- Ellas renunciaron al materialismo, a través de la virginidad
2- Renunciaron a los vicios que llevan al desorden
3- Renunciaron a las cosas sensibles, para llegar a la pureza del corazón.
Esta renuncia, dice Teodoreto, es necesaria para conseguir la plegaria contínua, fundamentada en el amor. Y las Ammas practican, sobre todo, esta oración del amor. Dicen: "a quien ama recordando siempre al Amado, descubre su Palabra en la soledad y el silencio".
Según ellas: "es mejor vivir con la gente y desear la soledad, que llevar una vida solitaria y desear constantemente la compañía."
A menudo la espiritualidad de las Ammes, contraria a la tendencia de algunos malos monjes que buscaban con deleite la fama, se centraba en la sinceridad de la vida.
AMMA SARA
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Es contemporánea de Pafnufio (finales del sIII). Cerca de de Escete (al lado de Alejandría)durante 60 años estuvo en una celda cerca del Nilo. Tenía costumbre de mantener la vista baja y por este motivo el demonio la tentaba duramente, pero viendo que no la vencía quiso hacerla caer con la vanagloria. Un día le dijo provocativamente: "Sara, tú me has vencido". Pero ella le respondió: "Te ha vencido Cristo que vive en mí". Así, Amma Sara permaneció siempre humilde.
Se cuenta que en una ocasión en qué 2 anacoretas de fama la visitaron para que les diera un buen consejo, ella respondió: "yo no soy más que una mujer esforzada y tenaz, fundamentada en Cristo que es mi Roca". De manera que ellos quedaron profundamente admirados de su virtud. La humildad es uno de los dones más queridos por la tradición monástica.
El deseo de Amma Sara era de ser olvidada de todo el mundo, a fin de que su centro fuera sólo Cristo.
Llegó a ser una de las Ammas más austeras.
Igual que de los Padres, también de ella se acuerdan algunos pensamientos:
Decía: "mi naturaleza es de mujer, pero el espíritu no tiene sexo", respondiendo a los que se admiraban de su fortaleza.
Y demostrando una gran libertad interior afirmaba: "si quisiera que todo el mundo alabara mi conducta tendría que arrodillarme en la puerta de todas las celdas, pero lo que yo quiero es mantener el corazón LIBRE para Dios. Tenemos que hacer buenas obras, pero no para ser alabados por los demás, sino para gustar a Dios".
AMMA TEODORA
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Es una mujer culta y con conocimientos teológicos, de finales del sIV. Como Sara vivió cerca de Alejandría. Tenía una gran penetración psicológica, y era muy delicada y prudente.
Mientras los apotegmas de los Padres se centran más en la ascesis, la renuncia, y la penitencia, Amma Teodora, igual que las otras Ammas, hacen más atención a Dios y a vivir en Cristo a través de las Escrituras.
Amma Teodora avanzaba por el camino de la liberación interior, para descubrir el Dios-Misericordioso que es Padre y Madre.
Las sentencias de Teodora están llenas de juicio: "como los árboles que necesitan el paso de las estaciones para crecer, nosotros tenemos que pasar el invierno con el fin de dar buenos frutos".I decía :"Ni la rigidez de la observancia monástica, ni las austeridades corporales, nos salvan, sino la humildad sincera". Explicaba que un anacoreta que sacaba demonios, un día preguntó a los espíritus malignos qué era lo que les hacía marcharse: ¿El ayuno? ¿Las vigílies? Pero ellos respondieron de que nada los vencía tanto como la humildad. Entonces añadía ella: "Sólo la humildad nos da la victoria".
Un día explicó a un monje que quería marcharse del monasterio para no tener que pasar por tentaciones, que en una ocasión un monje cogió le sandalias para marcharse, y vio al demonio que haciendo lo mismo le decía: "No te marches por mí, porque allí donde tú vayas yo te precederé".
Y recomendaba a los que dirigen las comunidades que tienen que renunciar tanto a querer dominar, como a buscar adulaciones, siendo pacientes, humildes, y rectos. Condescendientes con equilibrio, y amando sin hacer distinciones.
Ella estaba convencida que las dificultades las llevamos todos dentro y que nos acompañarán siempre.
Se explica que un día Abba Teófilo le preguntó qué quería decir "redimir el tiempo", y ella le respondió que era "aprovechar todo lo que te viene, para transformarlo en virtud." Y añadió: "si te hacen una injuria, aprovechala para ser humilde y penitente. Así el tiempo se convierte en una ganancia".
Según ella ni la ascesis, ni las vigílias, ni nada nos salva, sino la humildad sincera. La humildad que proviene de un auténtico conocimiento de uno mismo, es, pues, la principal herencia de Amma Teodora.
AMMA MARIA (hermana de Pacomio)
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A pesar de que todo el mundo habla de Pacomio como fundador de la vida comunitaria, en realidad cuando Pacomio organiza la vida cenobítica en la Tebaida, las monjas pacomianas del monasterio de Panápolis, eran más de quatrocientas. Amma Maria fue la fundadora de estos cenobios femeninos. Paladio hace de ella grandes elogios.
Como las otras Ammas, más que en la ascesis corporal, ella se fija en la pureza del corazón. Decía: "El propio capricho ha hecho caer palmeras bien arraigadas en la virtud. Si nos dicen sexo débil, tenemos que poner en Cristo nuestra fortaleza. No son los ayunos, sino la caridad encarnada en el amor fraterno, lo que apaga la soberbia de los egoísmos".
Quería que todas las monjas aprendieran a leer y a escribir. La biblioteca era un elemento importante en sus monasterios. Así entre las monjas también había copistas de pergaminos. Amma Maria, sin embargo, ponía todo el acento en la caridad fraterna. Tanto ella como Pacomio (su hermano), imponían la limpieza del cuerpo, cosa innovadora, puesta que los monjes y monjas solían ir sucios, considerándolo como una fuente de ascesis.
Amma Maria procuraba que las monjas sintieran una gran reverencia por la plegaria. El fervor en la plegaria fue la característica de sus monjas, además de una gran estima por la Bíblia. Cada día, al anochecer, reunía a las monjas exhortándolas a cumplir las Escrituras.
Características y organización de los monasterios pacomianosLos monasterios parecían pueblecitos, ya que las monjas vivíen en celdas indepenedentes pero formando una sola aldea cada 3 o 4 conjuntos de celdas. Así la iglesia tenía diferentes edificios alrededor, agrupando a 30 o 40 monjas. Ellas teníen la costumbre de dormir en sillas bajas con la espalda muy inclinada, no en camas. En cambio el trabajo, las comidas y la plegaria, lo hacían en común. El silencio era riguroso, con el fin de mantener todo el día la plegaria del corazón repitiendo frases de la Escritura.
Se levantaban a las 2 de la madrugada, para empezar la plegaria. Las comidas consistíen en pan, quesos, hortalizas, frutas y leche. Hacían dos comidas al día.
Cada monja tenía destinada una letra del alfabeto para identificarse. La letra "yot" (la "y") la guardaban para las más humildes.
Según las habilidades, se las destinaba a hilar, coser, hacer cestos o sandalias ... El trabajo se hacía dentro del cercado del monasterio. Las murallas no sólo salvaguardaban la soledad, sino los asaltos de bandas armadas, propios de los siglos V-IX.
La clausura es propia de los monasterios pacominanos, pero algunas veces salían para pasar días rogando en la soledad del desierto.
Sólo celebraban la Eucaristía los domingos, mientras que rezaban el Oficio por la mañana, mediodía y atardecer, y a media noche hacían la gran "sinaxi" de las vigílias. Recitaban los 150 salmos en un solo día.
Éste es el ideal monástico que S. Benito menciona en el cap.18 de la Regla, recomendando que se recen al menos los 150 salmos en una semana. De lo contrario demostraríamos una gran dejadez, ya que "leemos que nuestros padres (nuestras madres) lo rezaban valerosamente en un sólo día".
A los monasterios pacomianos, debemos no sólo la vida cenobítica (en común), sinó la institución de los ritos de la "vestición". Los ascetas de los siglos II-III, hombres y mujeres, no se distinguían por su forma de vestir. El velo que hacia el año 200, el obispo imponía a las monjas, era el mismo que llevaban las mujeres. La única distinción era la pobreza del vestido. Decían los Padres que la vestimenta de un monje tenía que poder estar tres días delante de la puerta, sin que ningún pobre se lo llevara.
Dionísio Areopagita ya habla de tres momentos en la vida monástica femenina:
La renuncia al mundo.
El corte del pelo.
Y la vestición, que consistía en cambiar sus vestidos, por unos de más viejos y ordinarios, propios de los que seguían la vida monástica.
Las monjas pacomianes llevaban una capucha (kukol) que escondía la cabeza rapada, una túnica (kalovi), y encima una capa (mafori).
Las postulantes eran admitidas desde los 16 o 18 años. A los primeros tiempos la profesión era aceptada por los obispos. En esta época tan floreciente del monaquismo de Egipto (sIV), monjes y monjas tenían las mismas Reglas.
Hay autores como Rufíno de Aquileia o Paladio, que hablan de haber encontrado en Oxirinco a unas 20.000 monjas. Lo cierto es que, en el sV, el monacato femenino egipcio se extendió mucho.
Alejandría quedó rodeada de monasterios con miles de monjes y monjas, a veces venidos del extranjero, atraídos por la fama de la vida monástica.
Nitria tuvo unos 5.000 anacoretas de los dos sexos. Escete 3.000 monjes y monjas, y en las Celdas vivían uno 600 ermitaños y ermitañas. Algunos historiadores aseguran que en el sV los monjes y monjas de Egipto llegaron a los 500.000. Es que el alma egipcia era muy inclinada a la meditación y a pensar en el más allá. Lo demuestran sus pirámides, y los embalsamamientos.
S. Cirilo de Alejandría fue el último escritor griego, de esta época. Después, la ruptura con la filosofía griega empobreció mucho el monaquismo copto, a pesar de que en nuestros días hay un cierto resurgimiento promovido por el Abbá Matta el Meskín.
Shenute y las monjas pacomianasHace falta tener en cuenta la obra de Shenute entre las monjas (hacia 334-434).
Shenute tomó las riendas del monasterio de Atripe de unas mil monjas, de inspiración pacomiana, y lo hizo independiente.
Él fue un monje enérgico, pero con poco tacto. Introdujo una promesa de obediencia, pero debida a él, no a Dios, con el fin de obligar a las monjas a permanecer bajo su dirección. Éste fue el primer paso hacia la Profesión Monástica en la historia del monaquismo. Hizo muy rigurosas las normas de la clausura y del silencio, igual que las otras observancias monásticas. Eso hizo que los monasterios de Shenute no prosperaran a lo largo de los siglos, a pesar de haber dado un fuerte impulso al monacato femenino.
Shenute y la bilioteca de Nag HammadiEn la obra de R. Kuntzmann y J.D. Dubois (ed. Verbo Divino 1998), se ve la importancia que tiene para la historia de los primeros siglos del cristianismo la descubierta de la biblioteca de Nag Hammadi, que sería la del monje Shenute.
En más de 1.100 papiros, escritos en copto que es la lengua del Egipto cristiano, encontramos la teología cristiana de los siglos II al IV.
Los primeros códices fueron descubiertos en 1946 en la ciudad de Nag Hammadi, en el Djebel el Tarif, a unos 100 Kms de Luxor. Y las traducciones a las lenguas occidentales son de los años 1958-1980.
La biblioteca recoge papiros de hasta los años 340-350. Son escritos de tendencia gnóstica, con secretismos, y presentando la salvación por medio del conocimiento de los misterios divinos. Es sabida la influencia del gnosticismo en el Egipto monástico.
Contiene una 60ª de títulos. Entre los evangelios el más conocido es el de Tomás. Se han encontrado también 6 Apocalipsis, algunas plegarias y varios tratados sobre el Bautismo y la Eucaristía. Incluso obras paganas, como un fragmento de la "República" de Platón.
Algunos textos son traducciones coptas de escritos de épocas anteriores. Muchos del sII.
El evangelio de Tomàs ya se conocía en griego, y Nag Hammadi nos lo da en una versión copta, posterior.
Por el interés que tiene este conjunto de códices, y para hacernos cargo de la teología que presenta, cito 4 palabras del Tratado de la Resurrección.
El libro dice que "como la resurrección pertenece a la FE, no quieras persuadir los otros a creer, ya que la Fe no es fruto de la persuasión. Andando hacia la unidad de ti mismo, y evitando las divisiones, poseerás ya la resurrección. La resurrección no es una ilusión, sino que la ilusión está en el mundo que ves, mientras que la Resurrección es la Novedad".
Teología típica del gnosticismo, que no deja de tener intuiciones interesantes.
Este monje inteligente y dominador, es recordado no tanto por sus buenas obras, como por el legado de doctrina, de tendencia gnóstica, igual que muchos otros monjes de Egipto, que recogió y guardó cuidadosamente en su gran biblioteca, hoy tan admirada por los historiadores cristianos. Se ha llegado a decir que la importancia de Nag Hammadi para el cristianismo primitivo, es semejante a la de Qumram de cara al judaísmo.