Re: 6. Orden del Carmelo. 18 enero 2015
Publicado: Sab Abr 11, 2015 3:47 pm
NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
LA ORDEN DEL CARMELO Y SU ESCAPULARIO
ORIGEN
El culto y la devoción a la Virgen del Carmen se remonta a los orígenes de la Orden carmelitana, cuya tradición más antigua la relaciona con aquella “pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que subía desde el mar”(1 Rey 18,44) y que se divisaba desde la cumbre del Monte Carmelo, mientras el profeta Elías suplicaba al Señor que pusiese fin a una larga sequía. La nube cubrió rápidamente el cielo y trajo lluvia abundante a la tierra sedienta durante tanto tiempo.
En esta nube cargada de bienes se ha visto una figura de la Virgen María, quien, dando el Salvador al mundo, fue portadora del agua vivificante de la que estaba sedienta toda la humanidad.
El monte Carmelo se eleva en Palestina al oeste de Nazaret. Es una pequeña cadena montañosa de unos 60 Km. que acaba por hundirse en el Mar Mediterráneo al sur del actual puerto de Haifa. Desde siempre este monte ha sido considerado el jardín floreciente de Palestina y símbolo de fertilidad. “Karmel” de hecho significa “jardín o huerta”
Todas las montañas palestinas tienen sus recuerdos teofánicos (es decir de las manifestaciones de Dios), que las convierten en cumbres sagradas y místicas. Y es en el Monte Carmelo donde el profeta Elías lucho en defensa de la pureza de la fe en el Dios de Israel - venciendo en la lid con los sacerdotes de Baal -, donde vio aparecer la nubecilla portadora de la lluvia y allí encontró refugio en cuevas espaciosas, de entradas estrechas.
Una tradición piadosa sostiene que desde los días de los profetas Elías y Eliseo, hubo en aquella zona hombres de oración que vivían en soledad la búsqueda de Dios. En el período de los Cruzados surgió entre los cristianos el deseo de vivir sobre aquella montaña una vida de entrega al Señor. En el siglo XII (quizás después de la tercera cruzada, 1189-1191) algunos penitentes-peregrinos, provenientes de Europa, se establecieron junto a la "fuente de Elías", en una de las estrechas vaguadas del Monte Carmelo, para vivir en forma eremítica y en la imitación del Profeta Elías su vida cristiana en la misma tierra del Señor Jesucristo. Tanto entonces como después, los Carmelitas no reconocieron a ninguno en particular con el título de fundador, permaneciendo fieles al modelo de Elías ligado al Monte Carmelo por episodios bíblicos y por la tradición patrística greco-latina, que veía en el Profeta uno de los fundadores de la vida monástica. Habiendo construido una pequeña iglesia en medio de las celdas, la dedicaron a María, Madre de Jesús, desarrollando el sentido de pertenencia a la Virgen como la Señora del lugar y como Patrona, y tomaron de ahí el nombre de "Hermanos de Santa María del Monte Carmelo". El Carmelo por este motivo está profundamente ligado a Elías y a María. Del Profeta ha heredado la pasión ardiente por el Dios vivo y verdadero y el deseo de interiorizar la Palabra en el corazón para testimoniar su presencia en el mundo; con María, la Virgen Purísima Madre de Dios, se empeña en vivir "en obsequio de Jesucristo" con los mismos sentimientos de intimidad y profundidad de relación que tuvo María.
Este grupo de ermitaños laicos para tener una cierta estabilidad jurídica se dirigió al Patriarca de Jerusalén, Alberto Avogadro (1150-1214), residente en aquel tiempo en San Juan de Acre, en las cercanías del Monte Carmelo. Este escribió para ellos una norma de vida, entre el 1206-1214. Estas normas de vida se convirtieron en Regla al ser aprobadas canónicamente por el Papa Honorio III, el 30 de enero de l226.
Hacia 1235, a causa de las incursiones y persecuciones de los sarracenos -que estaban reconquistando la Tierra Santa, retomándola a los cruzados-, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen, porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar. La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo.
Al ser expulsados del Monte Carmelo regresaron en general a los países de origen en Europa. En 1245 se celebró en Inglaterra el primer Capítulo General y fue elegido prior general San Simón Stock. Las dificultades para la supervivencia de la Orden eran enormes: expulsados del Monte Carmelo, con un tipo de vida que no se adaptaba a los ambientes a donde habían emigrado, con la oposición de la Iglesia a nuevas órdenes, según lo decretado en 1215 en el Concilio IV de Letrán, y con su tradición, inadmisible para muchos, de tener como fundador al profeta Elías.
Agobiado por tales problemas. El nuevo general, acudió a la que la Orden tenía como especial patrona y objeto de su veneración. Le rogaba con insistencia:
Flor del Carmelo
Viña florida
Esplendor del cielo
Virgen singular
Que diste a luz
Madre dulce
Que no conociste varón
A los carmelitas se propicia,
Estrella del Mar
La respuesta de Santa María fue esplendida. En 1251, acompañada de una multitud de ángeles se le aparece con el escapulario de la Orden en sus manos y le dijo: “Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio, que quien muera con él no padecerá el fuego eterno.” Prometiéndole además la ayuda del Papa. La promesa de la Santísima Virgen se cumplió más de lo que podía soñar San Simón Stock, porque no solamente se obtiene en el 1274 la aprobación parcial de la Orden en el Concilio II de Lyon, quedando inserta en la corriente de las Ordenes Mendicantes, sino que, además, creció rápidamente, propagándose por todo el mundo, extendiéndose el Escapulario del Carmen a toda la Iglesia.
Escapulario del latín (scápulae=hombros) es un hábito sin mangas, abierto por los costados, que se metía por la cabeza y descansaba sobre los hombros, cayendo una parte para adelante y la otra para atrás. Era el delantal que los monjes vestían sobre el hábito religioso durante el trabajo manual.
En el siglo XIII comenzó la costumbre de conceder los frailes de las distintas órdenes a sus bienhechores, participación en sus oraciones y buenas obras. Así los Carmelitas hicieron partícipes a quienes llevasen su Escapulario de la promesa de especial protección de la Virgen en esta vida y de salvación en la hora de la muerte. Con ese motivo el Escapulario se redujo hasta el símbolo de dos pedazos de lana marrón unidos por cordones o cintas, que se debe llevar suspendido al cuello día y noche (no es necesario que haya ningún dibujo en la tela, aunque suele ponerse el escudo del Carmelo o la imagen de la Virgen con el Niño)
Al Papa Juan XXII se le atribuye un documento, llamado comúnmente Bula Sabatina, que lleva la fecha del 3 de marzo de 1322, en el cual refiere la visión que el mismo Papa tiene de la Virgen que le promete una protección personal a cambio de la ayuda que él mismo preste a los Carmelitas; en la Bula se alude al privilegio de una liberación de las penas del Purgatorio para todos aquellos que hayan llevado dignamente el Santo Escapulario, mediante la acción maternal de la Virgen que irá a liberar a sus devotos el sábado siguiente a su muerte. Este Privilegio Sabatino fue varias veces confirmado por sucesivos Sumos Pontífices.
Actualmente el Escapulario de la Virgen del Carmen es un signo aprobado por la Iglesia y propuesto por la Orden Carmelitana como manifestación del amor de María por nosotros y como expresión de confianza filial por parte nuestra en Ella, cuya vida queremos imitar.
EL ESCAPULARIO CARMELITA
"La devoción del escapulario del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales” (Pío XII, 6-VIII-1950).
El escapulario es un sacramental
Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia ha aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.
El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos sino que nos disponen al amor a Dios y a la verdadera contrición del pecado si los recibimos con devoción
Muchos Papas, santos y teólogos católicos han explicado que quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento). Por parte del devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima.
En concreto el escapulario del Carmen
NO ES
Ni un objeto para una protección mágica (un amuleto)
Ni una garantía automática de salvación
Ni una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana, al revés!
ES
Un signo "fuerte" aprobado por la Iglesia desde hace varios siglos, ya que representa nuestro compromiso de seguir a Jesús como María:
* abiertos a Dios y a su voluntad
* guiados por la fe, por la esperanza y por el amor
* cercanos al prójimo necesitado
* orando constantemente y descubriendo a Dios presente en todas las circunstancias
* un signo que introduce en la familia del Carmelo
* un signo que alimenta la esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna bajo la protección de María Santísima.
NORMAS PRÁCTICAS
* El Escapulario lo impone una vez para siempre, un religioso carmelita u otro sacerdote autorizado, preferentemente en comunidad
* Una vez bendecido el primer escapulario, el devoto no necesita pedir la bendición para escapularios posteriores
* El Escapulario puede ser sustituido por una medalla que represente por una parte la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, y por otra la de la Virgen del Carmen. Esta medalla se bendice cuando se cambia.
* Los Escapularios gastados, no se deben echar a la basura. Se pueden quemar o enterrar como signo de respeto.
Es evidente que La Virgen María en sus apariciones en Fátima quiere revelarnos de manera especial el Escapulario. Reporta Lucia (vidente de Fátima, luego Hermana María del Inmaculado Corazón), que en la última aparición (Octubre, 1917, día del milagro del sol), la Virgen vino vestida con el hábito carmelita y con el Escapulario en la mano y recordó que sus verdaderos hijos lo llevaran con reverencia. También pidió que los que se consagraran a ella lo usaran como signo de dicha consagración.
Usar el Escapulario es una respuesta de amor a la Madre que vino a darnos un regalo de su misericordia. Debemos usarlo como recordatorio que le pertenecemos a ella, que deseamos imitarla y vivir en gracia bajo su manto protector.
CELEBRACION DE LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN
La Orden desde el siglo XIV quiso celebrar con una fiesta especial, la Conmemoración de la Virgen María del Monte Carmelo, los beneficios recibidos por intercesión de nuestra Señora. Esta fiesta tenía a la vez el sentido de recordar la protección de María y de realizar la acción de gracias por parte de la Orden. En la elección de la fecha, como se sabe, influye la parcial aprobación de la Orden obtenida en el Concilio II de Lyon, el 17 de julio de 1274, cuando había estado en peligro la extinción de la Orden. Posteriormente, la fecha del 16 de julio fue considerada como el día tradicional de la aparición de la Virgen a San Simón Stock; de esta forma el recuerdo de la protección de la Virgen se concentró en el agradecimiento particular por lo que constituía la suma y compendio del amor de la Virgen para los Carmelitas: el don del Santo Escapulario y sus privilegios.
ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES
"Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."
El Santuario de La Virgen del Carmen en el Monte Carmelo
El gran santuario dedicado a Nuestra Señora del Carmen se encuentra lógicamente en el Monte Carmelo, en Haifa (Israel).
El monasterio Stella Maris en la cima del Monte Carmelo es el principal santuario de la Virgen del Carmen en todo el mundo. En su interior está la gruta del profeta Elías. Desde allí se contempla la ciudad y la bahía de Haifa, hasta Akko (San Juan de Acre), y se pueden divisar las ciudades del sur del Líbano. La gruta del profeta es visitada por los musulmanes, judíos y cristianos de todas las confesiones, que suelen celebrar sus bautismos en la basílica de la Virgen.
El monasterio se construyó en 1827. La Basílica está dentro del Monasterio, pues no le permitieron que su fachada diera al exterior. Es de cruz griega y estilo neoclásico italiano.
Esta hermosa imagen esta entronizada en el altar mayor del santuario Stella MarisEs el centro de atención y la Virgen aquí no está vestida con el hábito del Carmen, como ordinariamente la vemos en nuestras Iglesias. Es obra de Caraventa de Génova (1820), y coronada en el Vaticano en presencia de Pío VII. Después de su restauración (1933) fue bendecida por el Papa Pío XI.
La cúpula está decorada con escenas de Elías y otros profetas, la Sagrada Familia, los Evangelistas y algunos santos carmelitas. Las pinturas se realizaron en 1928. También es de entonces el revestimiento marmóreo del templo, terminado en 1931.
En los laterales hay unas placas de mármol que representan:
1º Castillo interior de las Moradas de santa Teresa;
2º Subida al Monte Carmelo de san Juan de la Cruz;
3º La rosa de Galilea de una santa carmelita de Belén;
4º La estrella de David entre alambradas, que representa a una santa carmelita judía: Edith Stein, víctima de los Nazis.
Debajo del altar está la gruta que recuerda al profeta Elías, pues según una tradición moró en ella durante un tiempo. Elías el gran defensor de la pureza de la Religión Yahvísta, de cuyo espíritu los Carmelitas se sienten herederos . Se trata de un ambiente de unos tres por cinco metros, separado de la nave por dos columnas de pórfido y unos escalones; al fondo, hay un altar y una imagen del profeta.
Frente al monasterio se alza una columna con una imagen de la Virgen del Carmen, patrona de Chile, levantada por la devoción del pueblo Chileno a su Patrona, el año 1894.Delante de la puerta hay una pequeña pirámide, colocada sobre el sepulcro de los soldados franceses de Napoleón que fueron masacrados por los turcos en respuesta a Napoleón que, en su campaña para conquistar Acre, utilizó el Monasterio como hospital, los turcos destruyeron el monasterio y masacraron a la comunidad de Carmelitas.
Cerca se encuentra la capilla de la Sagrada familia, construida sobre un antiguo molino de viento y que la tradición identifica como el lugar de descanso de la Sagrada Familia a su regreso de Egipto.– Se puede contemplar desde el Mirador la magnífica vista de HAIFA, su puerto, etc. En los días claros se llega a ver hasta Acre.
Además de Stella Maris, la Orden del Carmen cuenta con otro santuario en la punta sur del monte Carmelo, en El-Muhraqa, conocido como el Sacrificio de Elías: recuerda el episodio de los profetas de Baal. Sin embargo, del antiguo monasterio fundado en Wadi es-Siah —actualmente Nahal Siakh— solo quedan ruinas.
LA ORDEN DEL CARMELO Y SU ESCAPULARIO
ORIGEN
El culto y la devoción a la Virgen del Carmen se remonta a los orígenes de la Orden carmelitana, cuya tradición más antigua la relaciona con aquella “pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que subía desde el mar”(1 Rey 18,44) y que se divisaba desde la cumbre del Monte Carmelo, mientras el profeta Elías suplicaba al Señor que pusiese fin a una larga sequía. La nube cubrió rápidamente el cielo y trajo lluvia abundante a la tierra sedienta durante tanto tiempo.
En esta nube cargada de bienes se ha visto una figura de la Virgen María, quien, dando el Salvador al mundo, fue portadora del agua vivificante de la que estaba sedienta toda la humanidad.
El monte Carmelo se eleva en Palestina al oeste de Nazaret. Es una pequeña cadena montañosa de unos 60 Km. que acaba por hundirse en el Mar Mediterráneo al sur del actual puerto de Haifa. Desde siempre este monte ha sido considerado el jardín floreciente de Palestina y símbolo de fertilidad. “Karmel” de hecho significa “jardín o huerta”
Todas las montañas palestinas tienen sus recuerdos teofánicos (es decir de las manifestaciones de Dios), que las convierten en cumbres sagradas y místicas. Y es en el Monte Carmelo donde el profeta Elías lucho en defensa de la pureza de la fe en el Dios de Israel - venciendo en la lid con los sacerdotes de Baal -, donde vio aparecer la nubecilla portadora de la lluvia y allí encontró refugio en cuevas espaciosas, de entradas estrechas.
Una tradición piadosa sostiene que desde los días de los profetas Elías y Eliseo, hubo en aquella zona hombres de oración que vivían en soledad la búsqueda de Dios. En el período de los Cruzados surgió entre los cristianos el deseo de vivir sobre aquella montaña una vida de entrega al Señor. En el siglo XII (quizás después de la tercera cruzada, 1189-1191) algunos penitentes-peregrinos, provenientes de Europa, se establecieron junto a la "fuente de Elías", en una de las estrechas vaguadas del Monte Carmelo, para vivir en forma eremítica y en la imitación del Profeta Elías su vida cristiana en la misma tierra del Señor Jesucristo. Tanto entonces como después, los Carmelitas no reconocieron a ninguno en particular con el título de fundador, permaneciendo fieles al modelo de Elías ligado al Monte Carmelo por episodios bíblicos y por la tradición patrística greco-latina, que veía en el Profeta uno de los fundadores de la vida monástica. Habiendo construido una pequeña iglesia en medio de las celdas, la dedicaron a María, Madre de Jesús, desarrollando el sentido de pertenencia a la Virgen como la Señora del lugar y como Patrona, y tomaron de ahí el nombre de "Hermanos de Santa María del Monte Carmelo". El Carmelo por este motivo está profundamente ligado a Elías y a María. Del Profeta ha heredado la pasión ardiente por el Dios vivo y verdadero y el deseo de interiorizar la Palabra en el corazón para testimoniar su presencia en el mundo; con María, la Virgen Purísima Madre de Dios, se empeña en vivir "en obsequio de Jesucristo" con los mismos sentimientos de intimidad y profundidad de relación que tuvo María.
Este grupo de ermitaños laicos para tener una cierta estabilidad jurídica se dirigió al Patriarca de Jerusalén, Alberto Avogadro (1150-1214), residente en aquel tiempo en San Juan de Acre, en las cercanías del Monte Carmelo. Este escribió para ellos una norma de vida, entre el 1206-1214. Estas normas de vida se convirtieron en Regla al ser aprobadas canónicamente por el Papa Honorio III, el 30 de enero de l226.
Hacia 1235, a causa de las incursiones y persecuciones de los sarracenos -que estaban reconquistando la Tierra Santa, retomándola a los cruzados-, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen, porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar. La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo.
Al ser expulsados del Monte Carmelo regresaron en general a los países de origen en Europa. En 1245 se celebró en Inglaterra el primer Capítulo General y fue elegido prior general San Simón Stock. Las dificultades para la supervivencia de la Orden eran enormes: expulsados del Monte Carmelo, con un tipo de vida que no se adaptaba a los ambientes a donde habían emigrado, con la oposición de la Iglesia a nuevas órdenes, según lo decretado en 1215 en el Concilio IV de Letrán, y con su tradición, inadmisible para muchos, de tener como fundador al profeta Elías.
Agobiado por tales problemas. El nuevo general, acudió a la que la Orden tenía como especial patrona y objeto de su veneración. Le rogaba con insistencia:
Flor del Carmelo
Viña florida
Esplendor del cielo
Virgen singular
Que diste a luz
Madre dulce
Que no conociste varón
A los carmelitas se propicia,
Estrella del Mar
La respuesta de Santa María fue esplendida. En 1251, acompañada de una multitud de ángeles se le aparece con el escapulario de la Orden en sus manos y le dijo: “Tú y todos los Carmelitas tendréis el privilegio, que quien muera con él no padecerá el fuego eterno.” Prometiéndole además la ayuda del Papa. La promesa de la Santísima Virgen se cumplió más de lo que podía soñar San Simón Stock, porque no solamente se obtiene en el 1274 la aprobación parcial de la Orden en el Concilio II de Lyon, quedando inserta en la corriente de las Ordenes Mendicantes, sino que, además, creció rápidamente, propagándose por todo el mundo, extendiéndose el Escapulario del Carmen a toda la Iglesia.
Escapulario del latín (scápulae=hombros) es un hábito sin mangas, abierto por los costados, que se metía por la cabeza y descansaba sobre los hombros, cayendo una parte para adelante y la otra para atrás. Era el delantal que los monjes vestían sobre el hábito religioso durante el trabajo manual.
En el siglo XIII comenzó la costumbre de conceder los frailes de las distintas órdenes a sus bienhechores, participación en sus oraciones y buenas obras. Así los Carmelitas hicieron partícipes a quienes llevasen su Escapulario de la promesa de especial protección de la Virgen en esta vida y de salvación en la hora de la muerte. Con ese motivo el Escapulario se redujo hasta el símbolo de dos pedazos de lana marrón unidos por cordones o cintas, que se debe llevar suspendido al cuello día y noche (no es necesario que haya ningún dibujo en la tela, aunque suele ponerse el escudo del Carmelo o la imagen de la Virgen con el Niño)
Al Papa Juan XXII se le atribuye un documento, llamado comúnmente Bula Sabatina, que lleva la fecha del 3 de marzo de 1322, en el cual refiere la visión que el mismo Papa tiene de la Virgen que le promete una protección personal a cambio de la ayuda que él mismo preste a los Carmelitas; en la Bula se alude al privilegio de una liberación de las penas del Purgatorio para todos aquellos que hayan llevado dignamente el Santo Escapulario, mediante la acción maternal de la Virgen que irá a liberar a sus devotos el sábado siguiente a su muerte. Este Privilegio Sabatino fue varias veces confirmado por sucesivos Sumos Pontífices.
Actualmente el Escapulario de la Virgen del Carmen es un signo aprobado por la Iglesia y propuesto por la Orden Carmelitana como manifestación del amor de María por nosotros y como expresión de confianza filial por parte nuestra en Ella, cuya vida queremos imitar.
EL ESCAPULARIO CARMELITA
"La devoción del escapulario del Carmen ha hecho descender sobre el mundo una copiosa lluvia de gracias espirituales y temporales” (Pío XII, 6-VIII-1950).
El escapulario es un sacramental
Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia ha aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.
El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos sino que nos disponen al amor a Dios y a la verdadera contrición del pecado si los recibimos con devoción
Muchos Papas, santos y teólogos católicos han explicado que quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento). Por parte del devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima.
En concreto el escapulario del Carmen
NO ES
Ni un objeto para una protección mágica (un amuleto)
Ni una garantía automática de salvación
Ni una dispensa para no vivir las exigencias de la vida cristiana, al revés!
ES
Un signo "fuerte" aprobado por la Iglesia desde hace varios siglos, ya que representa nuestro compromiso de seguir a Jesús como María:
* abiertos a Dios y a su voluntad
* guiados por la fe, por la esperanza y por el amor
* cercanos al prójimo necesitado
* orando constantemente y descubriendo a Dios presente en todas las circunstancias
* un signo que introduce en la familia del Carmelo
* un signo que alimenta la esperanza del encuentro con Dios en la vida eterna bajo la protección de María Santísima.
NORMAS PRÁCTICAS
* El Escapulario lo impone una vez para siempre, un religioso carmelita u otro sacerdote autorizado, preferentemente en comunidad
* Una vez bendecido el primer escapulario, el devoto no necesita pedir la bendición para escapularios posteriores
* El Escapulario puede ser sustituido por una medalla que represente por una parte la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, y por otra la de la Virgen del Carmen. Esta medalla se bendice cuando se cambia.
* Los Escapularios gastados, no se deben echar a la basura. Se pueden quemar o enterrar como signo de respeto.
Es evidente que La Virgen María en sus apariciones en Fátima quiere revelarnos de manera especial el Escapulario. Reporta Lucia (vidente de Fátima, luego Hermana María del Inmaculado Corazón), que en la última aparición (Octubre, 1917, día del milagro del sol), la Virgen vino vestida con el hábito carmelita y con el Escapulario en la mano y recordó que sus verdaderos hijos lo llevaran con reverencia. También pidió que los que se consagraran a ella lo usaran como signo de dicha consagración.
Usar el Escapulario es una respuesta de amor a la Madre que vino a darnos un regalo de su misericordia. Debemos usarlo como recordatorio que le pertenecemos a ella, que deseamos imitarla y vivir en gracia bajo su manto protector.
CELEBRACION DE LA FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN
La Orden desde el siglo XIV quiso celebrar con una fiesta especial, la Conmemoración de la Virgen María del Monte Carmelo, los beneficios recibidos por intercesión de nuestra Señora. Esta fiesta tenía a la vez el sentido de recordar la protección de María y de realizar la acción de gracias por parte de la Orden. En la elección de la fecha, como se sabe, influye la parcial aprobación de la Orden obtenida en el Concilio II de Lyon, el 17 de julio de 1274, cuando había estado en peligro la extinción de la Orden. Posteriormente, la fecha del 16 de julio fue considerada como el día tradicional de la aparición de la Virgen a San Simón Stock; de esta forma el recuerdo de la protección de la Virgen se concentró en el agradecimiento particular por lo que constituía la suma y compendio del amor de la Virgen para los Carmelitas: el don del Santo Escapulario y sus privilegios.
ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES
"Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."
El Santuario de La Virgen del Carmen en el Monte Carmelo
El gran santuario dedicado a Nuestra Señora del Carmen se encuentra lógicamente en el Monte Carmelo, en Haifa (Israel).
El monasterio Stella Maris en la cima del Monte Carmelo es el principal santuario de la Virgen del Carmen en todo el mundo. En su interior está la gruta del profeta Elías. Desde allí se contempla la ciudad y la bahía de Haifa, hasta Akko (San Juan de Acre), y se pueden divisar las ciudades del sur del Líbano. La gruta del profeta es visitada por los musulmanes, judíos y cristianos de todas las confesiones, que suelen celebrar sus bautismos en la basílica de la Virgen.
El monasterio se construyó en 1827. La Basílica está dentro del Monasterio, pues no le permitieron que su fachada diera al exterior. Es de cruz griega y estilo neoclásico italiano.
Esta hermosa imagen esta entronizada en el altar mayor del santuario Stella MarisEs el centro de atención y la Virgen aquí no está vestida con el hábito del Carmen, como ordinariamente la vemos en nuestras Iglesias. Es obra de Caraventa de Génova (1820), y coronada en el Vaticano en presencia de Pío VII. Después de su restauración (1933) fue bendecida por el Papa Pío XI.
La cúpula está decorada con escenas de Elías y otros profetas, la Sagrada Familia, los Evangelistas y algunos santos carmelitas. Las pinturas se realizaron en 1928. También es de entonces el revestimiento marmóreo del templo, terminado en 1931.
En los laterales hay unas placas de mármol que representan:
1º Castillo interior de las Moradas de santa Teresa;
2º Subida al Monte Carmelo de san Juan de la Cruz;
3º La rosa de Galilea de una santa carmelita de Belén;
4º La estrella de David entre alambradas, que representa a una santa carmelita judía: Edith Stein, víctima de los Nazis.
Debajo del altar está la gruta que recuerda al profeta Elías, pues según una tradición moró en ella durante un tiempo. Elías el gran defensor de la pureza de la Religión Yahvísta, de cuyo espíritu los Carmelitas se sienten herederos . Se trata de un ambiente de unos tres por cinco metros, separado de la nave por dos columnas de pórfido y unos escalones; al fondo, hay un altar y una imagen del profeta.
Frente al monasterio se alza una columna con una imagen de la Virgen del Carmen, patrona de Chile, levantada por la devoción del pueblo Chileno a su Patrona, el año 1894.Delante de la puerta hay una pequeña pirámide, colocada sobre el sepulcro de los soldados franceses de Napoleón que fueron masacrados por los turcos en respuesta a Napoleón que, en su campaña para conquistar Acre, utilizó el Monasterio como hospital, los turcos destruyeron el monasterio y masacraron a la comunidad de Carmelitas.
Cerca se encuentra la capilla de la Sagrada familia, construida sobre un antiguo molino de viento y que la tradición identifica como el lugar de descanso de la Sagrada Familia a su regreso de Egipto.– Se puede contemplar desde el Mirador la magnífica vista de HAIFA, su puerto, etc. En los días claros se llega a ver hasta Acre.
Además de Stella Maris, la Orden del Carmen cuenta con otro santuario en la punta sur del monte Carmelo, en El-Muhraqa, conocido como el Sacrificio de Elías: recuerda el episodio de los profetas de Baal. Sin embargo, del antiguo monasterio fundado en Wadi es-Siah —actualmente Nahal Siakh— solo quedan ruinas.