Re: 8. La Orden de San Basilio. Semana del 6 de octubre
Publicado: Lun Oct 13, 2014 4:17 pm
Regla de San Basilio
Bajo el nombre de Basilianos están incluidos todos los religiosos que siguen la Regla de San Basilio. Los monasterios de estos religiosos no han tenido nunca la organización jerárquica que existe normalmente en las casas de una orden propiamente dicha. Sólo unas pocas casas estuvieron anteriormente agrupadas en congregaciones o están combinadas de este modo hoy en día. San Basilio preparó esta Regla para los miembros del monasterio que fundó hacia el año 356 en la ribera del Iris, en Capadocia. Antes de formar esta comunidad, San Basilio visitó Egipto, Palestina, Celesiria y Mesopotamia para ver por sí mismo el modo de vida llevada por los monjes en estos países. San Gregorio Nacianceno, que compartió el retiro, ayudó a Basilio con sus consejos y su experiencia. La Regla de Basilio está dividida en dos partes: las “Reglas monásticas mayores” (Regulae fusius tractatae, Migne, P.G., XXXI, 889-1052) y las “Reglas menores” (Regulae brevius tractatae, ibid., 1051-1306). Rufino, que las tradujo al latín, reunió las dos en una única Regla bajo el nombre de “Regulae sancti Basilii episcopi Cappadociae ad monachos” (P.L., CIII, 483-554); esta Regla fue seguida por algunos monasterios occidentales. Durante mucho tiempo, se sostuvo que fue el obispo de Cesarea el autor de una obra sobre el monacato llamada “Contitutiones monasticae” (P.G., XXXI, 1315-1428). En esta Regla, San Basilio seguía un método catequético: el discípulo pregunta y el maestro responde. Él se limita a establecer una serie de principios indiscutibles que guiarán a los superiores y los monjes en su conducta. Envía a sus monjes a las Sagradas Escrituras; a sus ojos, la Biblia es la base de toda la legislación monástica, la verdadera Regla. Las preguntas se refieren generalmente a las virtudes que los monjes deberían practicar y los vicios que deberían evitar. La mayor parte de las respuestas contiene uno o varios versos de la Biblia acompañados de un comentario que define el significado. Las cualidades más destacables de la Regla Basiliana son su prudencia y su sabiduría. Deja a sus superiores el cuidado de establecer los muchos detalles de la vida diaria local e individual; no determina el material que es ejercicio de la práctica religiosa o de los reglamentos administrativos del monasterio. Pobreza, obediencia, renuncia y abnegación son las virtudes en las que se basa San Basilio para la fundación de la vida monástica.
Cuando dio esta Regla, podría no bastar para alguien que deseara organizar un monasterio, puesto que toma esta obra como un hecho cumplido. La vida de los monjes capadocios no podía ser reconstruida con estas referencias a la naturaleza y el número de comidas o la vestimenta. Los superiores tenían como guía una tradición aceptada por todos los monjes. Esta tradición fue progresivamente enriquecida por las decisiones de los concilios, por las ordenanzas de los emperadores de Constantinopla y por los reglamentos de algunos abades reverenciados. Así pues, se formó un conjunto de leyes que regulaban los monasterios. Algunas de éstas fueron aceptadas por todos, otras sólo por las casas de algunos países, mientras que había reglamentos que sólo se aplicaban en algunas comunidades. En este aspecto, el monacato oriental se asemeja al del occidental: es notable la gran variedad de prácticas. La existencia de la Regla de San Basilio formaba un principio de unidad.
II. LOS MONASTERIOS ORIENTALES
Los monasterios de Capadocia fueron los primeros en aceptar la Regla de San Basilio; después se fue extendiendo gradualmente a todos los monasterios del Este. Los de Armenia, Caldea y Siria prefirieron en general, en lugar de la Regla de San Basilio, las prácticas que eran conocidas como la Regla de San Antonio. Ni las autoridades eclesiásticas ni las imperiales se esforzaron en universalizar la conformidad con la Regla de San Basilio. Es por tanto imposible decir en qué época adquirió la supremacía de las comunidades religiosas del mundo griego, pero la fecha es probablemente muy temprana.
De todos los monasterios de este período, el más célebre fue el de San Juan Bautista de Studium, fundado en Constantinopla en el siglo V. Adquirió fama en la época de la persecución iconoclasta mientras estuvo bajo el gobierno del santo Hegumenos (abad) Teodoro, llamado el Estudita. En ningún otro lugar encontraron los emperadores heréticos una resistencia más valiente. Al mismo tiempo, el monasterio era un activo centro de la vida intelectual y artística y un modelo que ejerció una considerable influencia en las prácticas monásticas orientales. Se pueden ver más detalles sobre esto en "Prescriptio constitutionis monasterii Studii" (Migne, P.G., XCIX, 1703-20) y en "Canones de confessione et pro peccatis satisfactione" (ibid., 1721-30) del monasterio. Teodoro atribuyó las prácticas seguidas por los monjes a su tío, San Platón abad, que las introdujo en primer lugar en el monasterio de Saccudium.
Desde el principio, las Iglesias Orientales tomaron a menudo a sus patriarcas y obispos de los monasterios. Más tarde, cuando el clero seglar fue reclutado ampliamente de entre los hombres casados, esta costumbre se hizo casi universal, pues como el oficio episcopal no podía ser dado a hombres que estuvieran casados, se desarrolló de algún modo en un privilegio de los religiosos que habían hecho el voto de castidad. Debido a esto, los monjes formaban una clase aparte, correspondiente al clero superior de las Iglesias Occidentales; esto dio y aún sigue dando una influencia preponderante a los propios monasterios.
III. BASILIANOS CISMÁTICOS
Los monasterios de basilianos cismáticos más conocidos son el del Monte Athos y el del Monte Sinaí. Aparte de estos, hay todavía muchos monasterios en Turquía y en Asia, de los cuales 10 en Jerusalén, 1 en Belén y 4 en Jericó. Son también numerosos en las islas del mar Egeo: 3 en Quíos, 6 en Samos, unos 50 en Creta y 11 en Chipre. En el Viejo Cairo está el monasterio de San Jorge. En Grecia, donde hubo anteriormente hasta 400 monasterios, había en 1832 solamente 82, que aumentaron hasta 169 en 1904; 9 conventos basilianos para mujeres existe actualmente en Grecia. En Rumanía, hay 22 monasterios; 44 en Serbia, con sólo unos 118 monjes; en Bulgaria 78, con 193. Montenegro tiene 11 monasterios y unos 15 monjes; Bosnia 3 y Herzegovina 11. En Dalmacia hay 11 monasterios y en Bucovina 3. Hungría tiene 25 monasterios y 5 ramas distintas. Los monjes cismáticos son mucho más numerosos en Rusia; además, es en este país donde tienen mayor influencia y tienen los monasterios más ricos. En ningún otro sitio ha estado la vida monástica tan conectada con la existencia nacional. Los monasterios más célebres son Pescherskoi, en Kieff, y Troïtsa (Trinidad, Nota del Traductor), en Moscú; cabe mencionar asimismo los monasterios de Solovesk, Nóvgorod, Pskof, Tver, and Vladmir. Rusia tiene unos 9000 monjes y 429 monasterios. No hay diócesis que no tenga al menos una casa religiosa. Los monasterios están divididos entre los que tienen subvenciones estatales y los que no reciben este tipo de ayudas. IV. BASILIANOS CATÓLICOS Cierto número de monasterios basilianos estuvieron siempre en comunión con la Santa Sede. Entre estos estaban las casas fundadas en Sicilia, en Italia. El monasterio de Rossano, fundado por San Nilo el Joven, siguió siendo fiel durante mucho tiempo a las mejores tradiciones literarias de Constantinopla. Cabe mencionar los monasterios de San Salvatore de Mesina y San Salvatore de Otranto; también fue célebre el monasterio de Grottaferrata. La emigración de los griegos al oeste tras la caída de Constantinopla y la unión con Roma, concluida en el Concilio de Florencia, dio un cierto prestigio a estas comunidades. El cardenal Bessarion, que fue abad de Grottaferrata, luchó para estimular la vida intelectual de los basilianos por medio de los tesoros literarios que contenían sus bibliotecas.
Bajo el nombre de Basilianos están incluidos todos los religiosos que siguen la Regla de San Basilio. Los monasterios de estos religiosos no han tenido nunca la organización jerárquica que existe normalmente en las casas de una orden propiamente dicha. Sólo unas pocas casas estuvieron anteriormente agrupadas en congregaciones o están combinadas de este modo hoy en día. San Basilio preparó esta Regla para los miembros del monasterio que fundó hacia el año 356 en la ribera del Iris, en Capadocia. Antes de formar esta comunidad, San Basilio visitó Egipto, Palestina, Celesiria y Mesopotamia para ver por sí mismo el modo de vida llevada por los monjes en estos países. San Gregorio Nacianceno, que compartió el retiro, ayudó a Basilio con sus consejos y su experiencia. La Regla de Basilio está dividida en dos partes: las “Reglas monásticas mayores” (Regulae fusius tractatae, Migne, P.G., XXXI, 889-1052) y las “Reglas menores” (Regulae brevius tractatae, ibid., 1051-1306). Rufino, que las tradujo al latín, reunió las dos en una única Regla bajo el nombre de “Regulae sancti Basilii episcopi Cappadociae ad monachos” (P.L., CIII, 483-554); esta Regla fue seguida por algunos monasterios occidentales. Durante mucho tiempo, se sostuvo que fue el obispo de Cesarea el autor de una obra sobre el monacato llamada “Contitutiones monasticae” (P.G., XXXI, 1315-1428). En esta Regla, San Basilio seguía un método catequético: el discípulo pregunta y el maestro responde. Él se limita a establecer una serie de principios indiscutibles que guiarán a los superiores y los monjes en su conducta. Envía a sus monjes a las Sagradas Escrituras; a sus ojos, la Biblia es la base de toda la legislación monástica, la verdadera Regla. Las preguntas se refieren generalmente a las virtudes que los monjes deberían practicar y los vicios que deberían evitar. La mayor parte de las respuestas contiene uno o varios versos de la Biblia acompañados de un comentario que define el significado. Las cualidades más destacables de la Regla Basiliana son su prudencia y su sabiduría. Deja a sus superiores el cuidado de establecer los muchos detalles de la vida diaria local e individual; no determina el material que es ejercicio de la práctica religiosa o de los reglamentos administrativos del monasterio. Pobreza, obediencia, renuncia y abnegación son las virtudes en las que se basa San Basilio para la fundación de la vida monástica.
Cuando dio esta Regla, podría no bastar para alguien que deseara organizar un monasterio, puesto que toma esta obra como un hecho cumplido. La vida de los monjes capadocios no podía ser reconstruida con estas referencias a la naturaleza y el número de comidas o la vestimenta. Los superiores tenían como guía una tradición aceptada por todos los monjes. Esta tradición fue progresivamente enriquecida por las decisiones de los concilios, por las ordenanzas de los emperadores de Constantinopla y por los reglamentos de algunos abades reverenciados. Así pues, se formó un conjunto de leyes que regulaban los monasterios. Algunas de éstas fueron aceptadas por todos, otras sólo por las casas de algunos países, mientras que había reglamentos que sólo se aplicaban en algunas comunidades. En este aspecto, el monacato oriental se asemeja al del occidental: es notable la gran variedad de prácticas. La existencia de la Regla de San Basilio formaba un principio de unidad.
II. LOS MONASTERIOS ORIENTALES
Los monasterios de Capadocia fueron los primeros en aceptar la Regla de San Basilio; después se fue extendiendo gradualmente a todos los monasterios del Este. Los de Armenia, Caldea y Siria prefirieron en general, en lugar de la Regla de San Basilio, las prácticas que eran conocidas como la Regla de San Antonio. Ni las autoridades eclesiásticas ni las imperiales se esforzaron en universalizar la conformidad con la Regla de San Basilio. Es por tanto imposible decir en qué época adquirió la supremacía de las comunidades religiosas del mundo griego, pero la fecha es probablemente muy temprana.
De todos los monasterios de este período, el más célebre fue el de San Juan Bautista de Studium, fundado en Constantinopla en el siglo V. Adquirió fama en la época de la persecución iconoclasta mientras estuvo bajo el gobierno del santo Hegumenos (abad) Teodoro, llamado el Estudita. En ningún otro lugar encontraron los emperadores heréticos una resistencia más valiente. Al mismo tiempo, el monasterio era un activo centro de la vida intelectual y artística y un modelo que ejerció una considerable influencia en las prácticas monásticas orientales. Se pueden ver más detalles sobre esto en "Prescriptio constitutionis monasterii Studii" (Migne, P.G., XCIX, 1703-20) y en "Canones de confessione et pro peccatis satisfactione" (ibid., 1721-30) del monasterio. Teodoro atribuyó las prácticas seguidas por los monjes a su tío, San Platón abad, que las introdujo en primer lugar en el monasterio de Saccudium.
Desde el principio, las Iglesias Orientales tomaron a menudo a sus patriarcas y obispos de los monasterios. Más tarde, cuando el clero seglar fue reclutado ampliamente de entre los hombres casados, esta costumbre se hizo casi universal, pues como el oficio episcopal no podía ser dado a hombres que estuvieran casados, se desarrolló de algún modo en un privilegio de los religiosos que habían hecho el voto de castidad. Debido a esto, los monjes formaban una clase aparte, correspondiente al clero superior de las Iglesias Occidentales; esto dio y aún sigue dando una influencia preponderante a los propios monasterios.
III. BASILIANOS CISMÁTICOS
Los monasterios de basilianos cismáticos más conocidos son el del Monte Athos y el del Monte Sinaí. Aparte de estos, hay todavía muchos monasterios en Turquía y en Asia, de los cuales 10 en Jerusalén, 1 en Belén y 4 en Jericó. Son también numerosos en las islas del mar Egeo: 3 en Quíos, 6 en Samos, unos 50 en Creta y 11 en Chipre. En el Viejo Cairo está el monasterio de San Jorge. En Grecia, donde hubo anteriormente hasta 400 monasterios, había en 1832 solamente 82, que aumentaron hasta 169 en 1904; 9 conventos basilianos para mujeres existe actualmente en Grecia. En Rumanía, hay 22 monasterios; 44 en Serbia, con sólo unos 118 monjes; en Bulgaria 78, con 193. Montenegro tiene 11 monasterios y unos 15 monjes; Bosnia 3 y Herzegovina 11. En Dalmacia hay 11 monasterios y en Bucovina 3. Hungría tiene 25 monasterios y 5 ramas distintas. Los monjes cismáticos son mucho más numerosos en Rusia; además, es en este país donde tienen mayor influencia y tienen los monasterios más ricos. En ningún otro sitio ha estado la vida monástica tan conectada con la existencia nacional. Los monasterios más célebres son Pescherskoi, en Kieff, y Troïtsa (Trinidad, Nota del Traductor), en Moscú; cabe mencionar asimismo los monasterios de Solovesk, Nóvgorod, Pskof, Tver, and Vladmir. Rusia tiene unos 9000 monjes y 429 monasterios. No hay diócesis que no tenga al menos una casa religiosa. Los monasterios están divididos entre los que tienen subvenciones estatales y los que no reciben este tipo de ayudas. IV. BASILIANOS CATÓLICOS Cierto número de monasterios basilianos estuvieron siempre en comunión con la Santa Sede. Entre estos estaban las casas fundadas en Sicilia, en Italia. El monasterio de Rossano, fundado por San Nilo el Joven, siguió siendo fiel durante mucho tiempo a las mejores tradiciones literarias de Constantinopla. Cabe mencionar los monasterios de San Salvatore de Mesina y San Salvatore de Otranto; también fue célebre el monasterio de Grottaferrata. La emigración de los griegos al oeste tras la caída de Constantinopla y la unión con Roma, concluida en el Concilio de Florencia, dio un cierto prestigio a estas comunidades. El cardenal Bessarion, que fue abad de Grottaferrata, luchó para estimular la vida intelectual de los basilianos por medio de los tesoros literarios que contenían sus bibliotecas.