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MADRES DEL DESIERTO---------------------------------------------
Con la expresión Madres del desierto o "ammas del desierto" se conoce a las primeras mujeres del cristianismo primitivo que decidieron llevar, en el desierto, una forma de vida ascética, propia de ermitañas, anacoretas y monjas, similar a la forma de vida que adoptaron los Padres del Desierto. En los apotegmas que escribieron los padres, hay referencias a las ammas y a los apotegmas que algunas de ellas escribieron. Se sabe que hubo mujeres que practicaron la vida anacorética. Algunas veces tuvieron que hacerlo vestidas como los hombres. Ѕаrа, Sinclética de Alejandría у Теоdоrа, а quіеnеѕ ѕе lеѕ аtrіbuуеn арорhthеgmаtа, no ocultaron su identidad femenina.
Dado lo completos e interesantes comentarios y las aportaciones de los compañeros del curso, evito hacer una descripción más amplia del témino AMMAS (Madres del Desierto) y me limito al párrafo anterior.
Las PrincipalesAMMA MARÍA, HERMANA DE S. PACOMIO (3 APOTEGMAS)A pesar de que todo el mundo habla de Pacomio como fundador de la vida comunitaria, en realidad cuando Pacomio organiza la vida cenobítica en la Tebaida, las monjas pacomianas del monasterio de Panápolis, eran más de quatrocientas. Amma Maria fue la fundadora de estos cenobios femeninos. Paladio hace de ella grandes elogios.
Como las otras Ammas, más que en la ascesis corporal, ella se fija en la pureza del corazón. Decía:
"El propio capricho ha hecho caer palmeras bien arraigadas en la virtud. Si nos dicen sexo débil, tenemos que poner en Cristo nuestra fortaleza. No son los ayunos, sino la caridad encarnada en el amor fraterno, lo que apaga la soberbia de los egoísmos"
Quería que todas las monjas aprendieran a leer y a escribir. La biblioteca era un elemento importante en sus monasterios. Así entre las monjas también había copistas de pergaminos. Amma Maria, sin embargo, ponía todo el acento en la caridad fraterna. Tanto ella como Pacomio (su hermano), imponían la limpieza del cuerpo, cosa innovadora, puesta que los monjes y monjas solían ir sucios, considerándolo como una fuente de ascesis.
Amma Maria procuraba que las monjas sintieran una gran reverencia por la plegaria. El fervor en la plegaria fue la característica de sus monjas, además de una gran estima por la Bíblia. Cada día, al anochecer, reunía a las monjas exhortándolas a cumplir las Escrituras.
CARACTERÍSTICAS Y ORGANIZACIÓN DE LOS MONASTERIOS PACOMIANOS
Los monasterios parecían pueblecitos, ya que las monjas vivíen en celdas indepenedentes pero formando una sola aldea cada 3 o 4 conjuntos de celdas. Así la iglesia tenía diferentes edificios alrededor, agrupando a 30 o 40 monjas. Ellas teníen la costumbre de dormir en sillas bajas con la espalda muy inclinada, no en camas. En cambio el trabajo, las comidas y la plegaria, lo hacían en común. El silencio era riguroso, con el fin de mantener todo el día la plegaria del corazón repitiendo frases de la Escritura.
Se levantaban a las 2 de la madrugada, para empezar la plegaria. Las comidas consistíen en pan, quesos, hortalizas, frutas y leche. Hacían dos comidas al día.
Cada monja tenía destinada una letra del alfabeto para identificarse. La letra "yot" (la "y") la guardaban para las más humildes.
Según las habilidades, se las destinaba a hilar, coser, hacer cestos o sandalias...El trabajo se hacía dentro del cercado del monasterio. Las murallas no sólo salvaguardaban la soledad, sino los asaltos de bandas armadas, propios de los ss. V-IX.
La clausura es propia de los monasterios pacominanos, pero algunas veces salían para pasar días rogando en la soledad del desierto.
Sólo celebraban la Eucaristía los domingos, mientras que rezaban el Oficio por la mañana, mediodía y atardecer, y a media noche hacían la gran "sinaxi" de las vigílias. Recitaban los 150 salmos en un solo día.
Éste es el ideal monástico que S. Benito menciona en el cap.18 de la Regla, recomendando que se recen al menos los 150 salmos en una semana. De lo contrario demostraríamos una gran dejadez, ya que "leemos que nuestros padres (nuestras madres) lo rezaban valerosamente en un sólo día".
A los monasterios pacomianos, debemos no sólo la vida cenobítica (en común), sinó la institución de los ritos de la "vestición". Los ascetas de los ss. II-III, hombres y mujeres, no se distinguían por su forma de vestir. El velo que hacia el año 200, el obispo imponía a las monjas, era el mismo que llevaban las mujeres. La única distinción era la pobreza del vestido. Decían los Padres que la vestimenta de un monje tenía que poder estar tres días delante de la puerta, sin que ningún pobre se lo llevara.
DIONÍSIO AREOPAGITA YA HABLA DE TRES MOMENTOS EN LA VIDA MONÁSTICA FEMENINA:
La renuncia al mundo.
El corte del pelo.
Y la vestimenta, que consistía en cambiar sus vestidos, por unos de más viejos y ordinarios, propios de los que seguían la vida monástica.
Las monjas pacomianas llevaban una capucha (kukol) que escondía la cabeza rapada, una túnica (kalovi), y encima una capa (mafori).
Las postulantes eran admitidas desde los 16 o 18 años. A los primeros tiempos la profesión era aceptada por los obispos. En esta época tan floreciente del monaquismo de Egipto (s. IV), monjes y monjas tenían las mismas Reglas.
Hay autores como Rufíno de Aquileia o Paladio, que hablan de haber encontrado en Oxirinco a unas 20,000 monjas. Lo cierto es que, en el s. V, el monacato femenino egipcio se extendió mucho.
Alejandría quedó rodeada de monasterios con miles de monjes y monjas, a veces venidos del extranjero, atraídos por la fama de la vida monástica.
Nitria tuvo unos 5,000 anacoretas de los dos sexos. Escete 3,000 monjes y monjas, y en las Celdas vivían unos 600 ermitaños y ermitañas. Algunos historiadores aseguran que en el s. V los monjes y monjas de Egipto llegaron a los 500,000. Es que el alma egipcia era muy inclinada a la meditación y a pensar en el más allá. Lo demuestran sus pirámides, y los embalsamamientos.
S. Cirilo de Alejandría fue el último escritor griego, de esta época. Después, la ruptura con la filosofía griega empobreció mucho el monaquismo copto, a pesar de que en nuestros días hay un cierto resurgimiento promovido por el Abbá Matta el Meskín.
SHENUTE Y LAS MONJAS PACOMIANAS
Hace falta tener en cuenta la obra de Shenute entre las monjas (hacia 334-434)
Shenute tomó las riendas del monasterio de Atripe de unas mil monjas, de inspiración pacomiana, y lo hizo independiente.
Él fue un monje enérgico, pero con poco tacto. Introdujo una promesa de obediencia, pero debida a él, no a Dios, con el fin de obligar a las monjas a permanecer bajo su dirección. Éste fue el primer paso hacia la Profesión Monástica en la historia del monaquismo. Hizo muy rigurosas las normas de la clausura y del silencio, igual que las otras observancias monásticas. Eso hizo que los monasterios de Shenute no prosperaran a lo largo de los siglos, a pesar de haber dado un fuerte impulso al monacato femenino.
SHENUTE Y LA BILIOTECA DE NAG HAMMADI
n la obra de R. Kuntzmann y J.D. Dubois (ed. Verbo Divino 1998), se ve la importancia que tiene para la historia de los primeros siglos del cristianismo el descubrimiento de la biblioteca de Nag Hammadi, que sería la del monje Shenute.
En más de 1,100 papiros, escritos en copto que es la lengua del Egipto cristiano, encontramos la teología cristiana de los ss. II al IV.
Los primeros códices fueron descubiertos en 1946 en la ciudad de Nag Hammadi, en el Djebel el Tarif, a unos 100 Kms de Luxor. Y las traducciones a las lenguas occidentales son de los años 1958-1980.
La biblioteca recoge papiros de hasta los años 340-350. Son escritos de tendencia gnóstica, con secretismos, y presentando la salvación por medio del conocimiento de los misterios divinos. Es sabida la influencia del gnosticismo en el Egipto monástico.
Contiene unos 60 títulos. Entre los evangelios el más conocido es el de Tomás. Se han encontrado también 6 Apocalipsis, algunas plegarias y varios tratados sobre el Bautismo y la Eucaristía. Incluso obras paganas, como un fragmento de la "República" de Platón.
Algunos textos son traducciones coptas de escritos de épocas anteriores. Muchos del s. II.
El evangelio de Tomàs ya se conocía en griego, y Nag Hammadi nos lo da en una versión copta, posterior.
Por el interés que tiene este conjunto de códices, y para hacernos cargo de la teología que presenta, cito 4 palabras del Tratado de la Resurrección.
El libro dice que:
"como la resurrección pertenece a la FE, no quieras persuadir los otros a creer, ya que la Fe no es fruto de la persuasión. Andando hacia la unidad de ti mismo, y evitando las divisiones, poseerás ya la resurrección. La resurrección no es una ilusión, sino que la ilusión está en el mundo que ves, mientras que la Resurrección es la Novedad"
Teología típica del gnosticismo, que no deja de tener intuiciones interesantes.
Este monje inteligente y dominador, es recordado no tanto por sus buenas obras, como por el legado de doctrina, de tendencia gnóstica, igual que muchos otros monjes de Egipto, que recogió y guardó cuidadosamente en su gran biblioteca, hoy tan admirada por los historiadores cristianos. Se ha llegado a decir que la importancia de Nag Hammadi para el cristianismo primitivo, es semejante a la de Qumram de cara al judaísmo.
Fuente | Autor :
http://www.benedictinescat.com/montserr ... tml#indiceSANTA MACRINASanta Macrina la Mayor o Santa Macrina la Anciana vivió en el s. IV. Considerada como santa en la Iglesia católica como en la Iglesia ortodoxa. Es la madre de San Basilio el Anciano y abuela de San Basilio el Grande, Padre de la Iglesia, así como de san Gregorio de Nisa, Santa Macrina la Joven (su nieta) y de San Pedro de Cesárea.
Nace en Niksar, poco después de la muerte de San Gregorio el Taumaturgo; ella transmite a sus hijos y nietos la doctrina y enseñanzas de este prelado. Durante las persecuciones de Maximino Daya hacia el 311, ella se retira, con su esposo, al bosque durante 7 años. Muere alrededor del año 340.
Su nieto, San Basilio el Grande decía de ella:
«Ella moldea nuestras almas en una piedad fundada sobre la sana doctrina.»
Fuente | Autor :
http://www.wikipedia.orgNuestro conocimiento de la vida de Macrina la Mayor proviene principalmente del testimonio de los grandes Padres Capadocios de la Iglesia, especialmente de sus nietos : Basilio, Gregorio de Nisa, y el panegírico de St. Gregorio Nacianzeno, en San Basilio.
Ella era la madre de Basilio el Mayor, padre de Basilio, de Gregorio, y de otros hijos cuyos nombres nos son familiares, incluyendo a Macrina la Joven.
Su hogar estaba en Neocaesarea en Ponto. Durante su infancia conoció a San. Gregorio Taumaturgo, primer obispo de su ciudad natal.
Como este venerable doctor, que había ganado Neocaesarea casi totalmente para el cristianismo, murió entre el año 270 y 275, se supone que Santa. Macrina debió haber nacido antes del año 270.
Macrina y su esposo sufrieron mucho en la persecución de Galerio y Máximo, hasta el grado de verse forzados a huir y ocultarse delos perseguidores en los bosques de Ponto, durante siete años. Con frecuencia padecieron hambres, y San Gregorio Nazianceno afirma que, en ocasiones sólo sobrevivieron comiéndose a las fieras que, por un milagro de la Providencia, se dejaban cazar dócilmente.
Ella fue por lo tanto un confesor de la fe durante la violenta tormenta que estalló sobre la Iglesia.
En cuanto a la formación intelectual y religiosa de San Basilio y de sus hermanos y hermanas mayores, ella ejerció una gran influencia, sembrando en sus mentes las semillas de la piedad y ese ardiente deseo por la perfección cristiana que más tarde alcanzó un auge tan importante.
Como San Basilio nació probablemente hacia el año 331, Santa. Macrina debió morir pronto, en la cuarta década del cuarto siglo.
Su santo se celebra el 14 de enero.
Fuente | Autor : www. es.Catholic.net
Nuestro conocimiento de la vida de Macrina la Mayor proviene principalmente del testimonio de los grandes Padres capadocios de la Iglesia, especialmente de sus nietos: San Basilio el Grande (Ep. 204:7; 223:3), San Gregorio de Nisa ("Vita Macrinae Junioris"), y el panegírico de San Gregorio Nacianceno, en San Basilio (Gregory Naz., Oratio 43)
Ella era la madre de Basilio el Mayor, padre de Basilio, de Gregorio, y de otros hijos cuyos nombres nos son familiares, incluyendo a Santa Macrina la Joven. Su hogar estaba en Neocaesarea en Ponto. Durante su infancia conoció a San Gregorio Taumaturgo, primer obispo de su ciudad natal. Como este venerable doctor, que había ganado Neocaesarea casi totalmente para el cristianismo, murió entre el año 270 y 275, se supone que Santa Macrina debió haber nacido antes del año 270. Durante la persecución de Diocleciano ella huyó de su ciudad natal con su marido, cuyo nombre ignoramos, y tuvo que padecer muchas privaciones. Ella fue por lo tanto una confesora de la fe durante la violenta tormenta que estalló sobre la Iglesia. En cuanto a la formación intelectual y religiosa de San Basilio y de sus hermanos y hermanas mayores, ella ejerció una gran influencia, sembrando en sus mentes las semillas de la piedad y ese ardiente deseo por la perfección cristiana que más tarde alcanzó un auge tan importante. Como San Basilio nació probablemente hacia el año 331, Santa. Macrina debió morir pronto, en la cuarta década del siglo IV. Su santo se celebra el 14 de enero.
Fuente: Kirsch, Johann Peter. "St. Macrina the Elder." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9. New York: Robert Appleton Company, 1910.<
http://www.newadvent.org/cathen/09508b.htm>.
Traducido por Rafael Pla Calatayud. Valencia, España.
Fuente | Autor :
http://ec.aciprensa.com/wiki/Santa_Macrina_la_MayorSANTA TECLATecla de Iconio, más conocida como Santa Tecla, fue una mártir anatólica del s. I, venerada como santa por la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. El único registro que se conoce de ella proviene de los Hechos de Pablo y Tecla, texto apócrifo del s. II, donde se la menciona como seguidora de San Pablo. Tecla (en griego Θέκλα, Thekla) fue reverenciada como un modelo de castidad femenina por los primeros movimientos ascéticos cristianos, especialmente en Egipto, Siria y Armenia. Su culto estuvo muy difundido en las ciudades de Seleucia (donde se dice que fue sepultada), Iconium (actual Konya) y Nicomedia. En la iglesia Ortodoxa, donde la gran difusión de los Hechos de Pablo y Tecla generó una fuerte veneración por Tecla, es considerada «protomártir entre las mujeres e igual a los apóstoles».
A ella estuvo consagrada la antigua basílica paleocristiana ubicada donde actualmente se encuentra la Catedral de Milán. Aún se conservan algunos restos de dicha edificación. En el martirologio de Beda, Tecla es celebrada el 23 de septiembre, fecha que aún es el día de su festividad para la iglesia Católica. Las Iglesias orientales la celebran el 24 de septiembre.
Biografía
De acuerdo a los Hechos de Pablo y Tecla, Tecla era una joven virgen de Konya, Anatolia. Tras escuchar durante varios días los sermones de San Pablo sobre la resurrección y el valor de la virginidad, su madre y su prometido temieron que se convirtiera en seguidora del apóstol y se confabularon para castigar a ambos. Pablo fue azotado y expulsado y Tecla condenada a morir en la hoguera.
Tecla fue salvada milagrosamente al producirse un terremoto y una fuerte tormenta de agua y granizo que apagó el fuego. Huyó con Pablo a Antioquía de Pisidia, donde un magistrado intentó violarla. Tecla se defendió y fue acusada de agredirlo, por lo cual fue sentenciada a ser devorada por bestias salvajes, pero nuevamente fue salvada por milagro de varios ataques de fieras. Luego de estos episodios se reunió en Myra de Licia con el apóstol. Por último se recluyó en una cueva de Seleucia Pieria durante los siguientes 72 años, donde gracias a otro milagro es salvada de sus perseguidores al abrirse la montaña para protegerla.
Si bien los Hechos de Pablo y Tecla no son un testimonio histórico, constituyen el reflejo de las tendencias ascéticas del cristianismo primitivo y de la experiencia de la persecución durante ese mismo período. La legendaria historia local de la mártir Tecla de Iconio, pudo haber inspirado este texto apócrifo, en el cual aparece relacionada a Pablo de Tarso. Durante siglos fue la más célebre de las vírgenes mártires, y recibió el tratamiento de «protomártir» entre las mujeres, particularmente en las Iglesias de Oriente.
Al menos tres lugares reclaman ser el sitio donde descansan sus restos: Aya Tekla (provincia de Mersin, Turquía), Maalula (Siria) y Roma. En Maalula, se encuentra el monasterio ortodoxo griego de Santa Tecla, Deir Mar Takla, construido cerca de una cueva donde se dice que fue sepultada.
Patronazgo
Es especialmente reverenciada en la Iglesia Ortodoxa. Es patrona de las ciudades italianas de Este, Mirto, Osimo y de la fracción de Santa Tecla en Acireale; de [Sitges] y de Tarragona en España, de Santa Tecla en El Salvador y de la villa de Llandegla, condado de Denbighshire, Gales.
Desde 1321 se celebran en Tarragona las Fiestas de Santa Tecla, luego de que la reliquia del brazo de la santa llegara a esta ciudad, por intercesión de Jaime II el Justo, rey de Aragón, ante el Reino armenio de Cilicia.
También es patrona de los enfermos de cáncer de huesos.
Humorísticamente se le asigna a Santa Tecla el patronazgo sobre el gremio informático, debido a la similitud de su nombre con el que designa cada una de las teclas del teclado. Este supuesto patronazgo se popularizó entre internautas de lengua española y catalana, a partir de una parodia en la web, aunque ninguna iglesia lo avala.
Hechos de Pablo y Tecla
Los Hechos de Pablo y Tecla (Acta Pauli et Theclae) es un texto apócrifo cristiano del s. II, escrito en griego, que narra la vida de Tecla de Iconio, joven virgen de Anatolia, a partir de su conversión al cristianismo luego de escuchar la prédica de Pablo de Tarso. Es considerado uno de los evangelios apócrifos.
Origen
El descubrimiento de un texto copto de los Hechos de Pablo conteniendo la narración de Tecla sugiere que el abrupto comienzo de los Hechos de Pablo y Tecla se debe a que formaba parte de un trabajo más extenso. Numerosas versiones en copto y en griego, así como referencias al texto entre los Padres de la Iglesia demuestran que alcanzó gran difusión en tiempos del cristianismo primitivo. En las Iglesias orientales, la amplia circulación de los Hechos de Pablo y Tecla en griego, siríaco y armenio es evidencia de la veneración hacia Tecla de Iconio. También existen versiones en latín, copto y amhárico, algunas de las cuales tienen grandes diferencias con la versión griega. Según el teólogo estadounidense Edgar J. Goodspeed, «En etíope, con la omisión de la facultad de Tecla para predicar y bautizar, la mitad de la historia se pierde».
En De Baptismo adversus Quintillam (17:5, c. 190), Tertuliano refirió que el texto fue escrito alrededor del año 160 por un presbítero de Asia Menor, quien, al ser descubierto su fraude, se justificó diciendo que fue compuesto en honor de san Pablo. Sin embargo, no pudo evitar ser privado de su oficio. Tertuliano vituperó el uso de este texto en función de su rechazo a otorgar a las mujeres el derecho a predicar y bautizar.
La historia es presentada en el marco de los Hechos de los Apóstoles, pero el retrato que se hace de Pablo de Tarso es diferente al del Nuevo Testamento. Por otra parte, la exaltada defensa de la virginidad que realiza el texto fue un tema central en varias corrientes del paleocristianismo.
Contenido
Se inicia con el viaje de Pablo desde Antioquía a Iconium, proclamando «la palabra de Dios acerca de la abstinencia y de la resurrección». Se da una descripción física completa del apóstol, que puede ser reflejo de tradiciones orales: «él era un hombre de tamaño medio, su pelo era escaso, sus piernas algo combadas, sus rodillas sobresalientes, tenía grandes ojos, sus cejas estaban unidas, su nariz era prominente, y estaba lleno de gracia y misericordia; por momentos parecía un hombre, y por momentos parecía un ángel.» Dio sus sermones en la casa de un habitante de Iconium, Onesíforo, bajo la forma de una serie de bienaventuranzas.
Tecla, una joven virgen que habitaba una casa vecina, escuchó durante días las palabras de Pablo, en especial las referentes a la castidad. Su madre, Teocleia, y su prometido, Tamyris, temieron que ella siguiera la exhortación de Pablo respecto a que «uno debería temer sólo a Dios y vivir en castidad». Reunieron una muchedumbre que arrastró al apóstol hasta el gobernador, quien lo encarceló. Tecla engañó a la guardia y se introdujo en la prisión, y se sentó a los pies de Pablo toda la noche, escuchando sus enseñanzas y besando sus cadenas. Cuando su familia la encontró, ambos fueron llevados ante el gobernador. A pedido de su madre, Pablo fue sentenciado a ser azotado y expulsado, y Tecla fue condenada a la hoguera, a fin de que «todas las mujeres que recibieron enseñanzas de este hombre puedan sentirse atemorizadas». Si bien Tecla estaba desnuda y atada a una estaca, milagrosamente las llamas no alcanzaron a tocarla, y una tormenta de agua y granizo junto con un terremoto extinguieron el fuego.
De nuevo reunidos, Pablo y Tecla viajaron a Antioquía de Pisidia, donde un magistrado de nombre Alexander deseó a Tecla y pretendió comprarla a su acompañante. Éste negó conocerla, y Alexander intentó tomarla por la fuerza ante la cual la joven se defendió, ridiculizándolo delante de testigos. El magistrado la condujo ante el gobernador por haberle atacado y, a pesar de la protesta de los pobladores, Tecla fue sentenciada a ser devorada por bestias salvajes. Ella solicitó que se le permitiese conservar su virtud intacta hasta la muerte, ante lo cual una rica viuda llamada Tryphaena, miembro de la realeza, la tomó bajo su protección.
Según se relata en el capítulo IX, días después fue llevada a un anfiteatro y puesta en un cubil junto a una leona, la cual le lamió los pies frente a una multitud de espectadores. Luego de este episodio, regresó a la casa que la albergaba. Esa misma noche, la hija fallecida de Tryphaena se le apareció en sueños y le pidió a su madre que tomase a Tecla como hija propia y que le rogase que orara por su felicidad eterna.
Al amanecer del día siguiente, con el rechazo de su anfitriona y del resto de las mujeres del pueblo Tecla fue conducida al anfiteatro. Allí fue desnudada y arrojada a las bestias que proporcionó Alexander. Fue salvada milagrosamente de la muerte por una leona que se echó a sus pies y que combatió a otras fieras hasta morir. Mientras se encontraba en la arena, Tecla tuvo la visión de un foso de agua que contenía leones marinos. Pensando que sería su última oportunidad para bautizarse, se arrojó al agua proclamando que se estaba bautizando a sí misma. Un nuevo milagro la protegió de estos animales, rodeándola con una nube de fuego que además ocultaba su desnudez ante los presentes.
Luego de que fracasara otro intento de matarla con toros atados a sus extremidades, el mismo Alexander rogó al gobernador que la liberara por temor a que ambos y la propia ciudad fuesen destruidos. Ante la pregunta del gobernador respecto a quién era y debido a qué circunstancias ninguna fiera la había tocado, Tecla respondió que ella era una sierva del Dios viviente, creyente en Jesucristo su Hijo, y que por esa razón ninguna bestía logró dañarla.
Tecla se reunió nuevamente con Pablo en Myra de Licia, y luego regresó a Iconium para convertir a su madre. Durante los siguientes 72 años, vivió en una cueva que se convirtió en centro de peregrinación de enfermos. Los Hechos de Pablo y Tecla terminan con la descripción de un nuevo rescate milagroso, en el cual al final de sus días Tecla logra huir de una horda que pretendía despojarla de su estado de castidad, al abrirse un pasaje en la montaña tras el cual desaparece.
Significado e influencia
Si bien no se trata de un registro histórico, la narración es reflejo de tendencias ascéticas y de la experiencia de la persecución durante el cristianismo primitivo.
La leyenda local de la mártir Tecla de Iconio, pudo haber inspirado este episodio, en el cual se la relaciona a Pablo de Tarso. M.R. James escribió que «de otra manera es difícil establecer el porqué de la enorme popularidad del culto a Santa Tecla, que se propagó de oriente a occidente, y que la convirtió en la más famosa de la vírgenes mártires»
Alcanzó una gran difusión, a pesar de la condena de parte de los apologetas, y no sólo en sus versiones más conocidas en griego y en copto. El culto a santa Tecla se difundió a partir de Asia Menor, en particular desde Iconium (actual Konya), Nicomedia y Seleucia donde ya existía a fines del s. IV un santuario en su honor que fue visitado por Egeria, según cuenta en su diario sobre su visita a Tierra Santa (Peregrinatio Aetheriae, 23.4)
Los eventos resumen la forma tradicional de la literatura griega del período helenístico: la peripecia de la joven y rica heroína, el salvataje extraordinario y la defensa de la propia castidad amenazada, transfigurada bajo una forma cristiana, que incluye la conversión luego de escuchar la palabra del apóstol y la intervención milagrosa de Dios que protege a la santa condenada al suplicio.
El texto se caracteriza por una extrema defensa de la castidad. A Iconio, donde se produce la conversión de santa Tecla, san Pablo llega portando la acusación de haber pervertido a las doncellas de la ciudad, que ya no desean casarse debido a su prédica. Esta posición es totalmente diferente a la que se le atribuye al santo en la primera Epístola a Timoteo, 1Tim 4:1-3, donde condena explícitamente la negación del matrimonio. De todos modos, en la primera Epístola a los Corintios, 1Cor 7:1, (universalmente aceptada como auténticamente paulina), parece mostrar una mayor ambivalencia acerca del matrimonio, con la frase «Bueno le sería al hombre no tocar mujer». Este texto está más en sintonía con lo expresado en los Hechos de Pablo y Tecla que, más allá de cualquier discusión, parece atestiguar una posible interpretación, aún vigente en el s. II, de las enseñanzas de san Pablo.
Pablo también es presentado en forma ambigua. Como predicador del ascetismo, fascina a las mujeres. Sus enseñanzas involucran en graves problemas a Tecla, pero él nunca está cuando las dificultades comienzan.
Paralelamente, el texto parece reflejar una posición menos subordinada de las mujeres en el ámbito del cristianismo primitivo: Tecla es invitada por Pablo a predicar y convertir, (en la iglesia Ortodoxa es venerada como «protomártir entre las mujeres e igual a los apostoles»), es defendida por las mujeres de Antioquía de Pisidia y reúne en torno suyo a las mujeres de Seleucia. Tertuliano se lamentaba de que algunos cristianos de Alejandría se basaran en este texto para reivindicar la posibilidad de que las mujeres bautizaran y enseñaran en la iglesia.
THAISSanta Thais fue una cortesana egipcia, convertida al cristianismo, que vivió en la Alejandría romana y en el desierto egipcio, por lo que se le incluye en la lista de los Padres del yermo. Actualmente es venerada como santa por coptos, católicos y ortodoxos.
Relatos de su vida
Se dice que Thais vivió en el s. IV en el Egipto romano. Se la incluye en la literatura en las vidas de los santos de la iglesia griega. Existen dos esbozos biográficos: uno en griego quizá del s. V (está traducido al latín en la Vita Thaisis por Dionisio el Exiguo (Dionisio el pequeño) durante el s. VI o VII); el otro esbozo ha llegado a tiempos modernos en latín medieval por Marbodio de Rennes (m. 1123). También aparece en martirologios griegos por Maurolico y Greven, aunque no en los martirologios latinos. Las vidas de los santos y eremitas del desierto egipcio, incluida santa Tais, fueron recopiladas en la Vitae Patrum. Ha surgido recientemente la perspectiva de que su historia es "probablemente sólo un cuento moral inventado con propósitos edificantes." No obstante, santa Thais sigue apareciendo en el calendario eclesiástico, con fiesta el 8 de octubre.
Thais es descrita primero como una cortesana rica y bella viviendo en la prestigiosa ciudad de Alejandría, a los ojos de la iglesia una pecadora pública. Con el tiempo, sin embargo, indagó sobre el cristianismo y luego se convirtió. En su Vita un monje disfrazado entró en sus habitaciones para desafiarla y convertirla, pero se encuentra con que ya cree en Dios, a quien nada queda oculto. La identidad de esta persona que instruye y ofrece a Thais la oportunidad de transformación espiritual no queda clara, y son tres los nombres se mencionan: san Pafnucio (obispo egipcio de la Tebaida Superior), san Besarión (discípulo de san Antonio Abad en el desierto egipcio) y San Serapión el Escolástico (San Serapión de Thmuis, obispo en el Delta del Nilo). Después de su aceptación en la Iglesia, entró en una celda conventual con provisiones para tres años, y durante ese tiempo hizo penitencia por sus pecados. Cuando salió después, se dice que vivió entre las monjas del desierto egipcio sólo durante un breve período de quince días, luego murió.
Hroswitha de Gandersheim (935-1002) escribió en latín la obra Pafnutius en la que aparece santa Thais. Aquí está san Pafnucio dirigiéndose a la abadesa del convento del desierto, en relación con el cuidado de Thais:
"Te he traído una pequeña cabra medio muerta, recientemente arrancada de los dientes de los lobos. Confío en que por tu compasión se le asegure un refugio, y que por tu cuidado, [ella] sea curada, y que habiendo arrojado a un lado la áspera piel de una cabra ella será vestida con la suave lana del cordero."
Durante la Edad Media europea, la historia de santa Thais gozó de amplia popularidad.
En 1901 el egiptólogo Albert Gayet (1856-1916) anunció el descubrimiento cerca de Antinoë en Egipto de los restos momificados de Thais y Serapión, que fueron expuestos en el Museo Guimet de París. Poco después él matizó su identificación, dejando abierta la posibilidad de que los restos no fueran de los dos santos.
Las representaciones tradicionales de Thais la muestran en dos escenas diferentes:
Quemando sus tesoros y ornamentos.
Rezando en una celda conventual, con un rollo en el que está escrito "Tú que me has creado, ten piedad de mi."
Además de la medieval obra teatral de Roswita, Thais ha sido protagonista de diversas obras de arte en Época Moderna:
Thaïs, novela histórica de Anatole France (1844-1924) publicada en París en el año 1890.
Thaïs, ópera con música de Jules Massenet (1842-1912), representada por vez primera en la Ópera de París el 16 de marzo de 1894. El libreto lo escribió Louis Gallet (1835-1898) a partir de la novela de Anatole France.
Thais es una obra de teatro escrita por Paul Wilstach, interpretada en el Criterion Theatre de Londres desde el 14 de marzo hasta abril de 1911 (31 representaciones), con Constance Collier (1878-1955) interpretando el rol titular y Tyrone Power, Sr. (1869-1931) como el eremita.
Entre 1911 y 1917 hubo cinco películas mudas sobre Thais, realizadas en Francia, Italia y los Estados Unidos.
Thaïs es una estatua de bronce y marfil de una figura bailando, creada en Francia (con una producción limitada) en la época del Art Decó obra del rumano Demetre Chiparus (1886-1947)
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http://www.wikipedia.orgSARA, THEODORA Y SINCLÉTICA DE ALEJANDRÍA (AMMA SINCLÉTICA)AMMA SARASe la conoce como la imitadora de Abba Antonio (San Antonio de Egipto) y fue contemporánea de San Pafnucio, o sea, que vivió en el s. IV, durante casi sesenta años, en una celda próxima al río Nilo, en Scete, cercana a Alejandría; viviendo cerca del Nilo, jamás salió de su celda para recrearse mirándolo.
Ella, Teodora y Sinclética son las que nos han dejado las mejres colecciones de apotegmas y Amma Sara en los suyos nos muestra una personalidad muy original. Se dice que por humildad, siempre estaba mirando al suelo, así como que durante trece años fue continua y duramente tentada por el demonio de la lujuria. Nunca le pidió a Dios que apartara de ella esas tentaciones; sólo le pedía que le diera fuerzas para resitirlas y finalmente, en uno de los ataques más violentos, en el que el demonio se le presentó con figura humana con la intención de que ella renunciase a su voto de virginidad, viendo el diablo que no conseguía que ella se vanagloriase de sí misma o que cayera en la tentación, le llegó a decir: “Sara, me has vencido”, a lo que ella le respondió: “Quien te ha vencido es Cristo, que vive en mí”, así que ella terminó venciéndolo en el nombre de Cristo, “y a partir de aquel momento, la lucha se retiró de ella” (Segundo apotegma de la seriealfabética de la versión árabe).
En una ocasión fueron a visitarla dos eremitas a fin de que ella les aconsejara, pero ella respondió: “Soy una mujer esforzada y tenaz y estas virtudes están fundamentadas en una roca que es Jesucristo”, recomendándoles que ellos hicieran lo mismo y que se fueran ya que ella quería vivir olvidada por todo el mundo.
También se cuenta que otro día fueron a visitarla unos monjes de Scete y que ella les ofreció una pequeña cesta de frutas. Los monjes dejaron las frutas buenas y se comieron las malas y ella les dijo: “Vosotros sois de los verdaderos monjes de Scete”. Fue una de las “ammas” más austeras, mostrando asimismo una gran familiaridad con Cristo, a quien llamaba “Jesús mío”, expresión nada común en aquella época.
De ella se conservan dez apotegmas, he aqui algunos:
“Mi naturaleza es de mujer, pero el espíritu no tiene sexo”.
“Si quiciera que todo el mundo alabara mi conducta tendría que arrodillartme en la puerta de todas las celdas, pero mi mayor deseo es mantener mi corazón libre para Dios”.
“Lo que yo quiero es mantener el corazón libre para Dios; tenemos que hacer buenas obras, pero no para ser alabados por los hombres, sino para gustar a Dios”.
“Puse mi pie para subir la escalera y pongo la muerte ante mis ojos antes de ira por ella”.
“El ayuno adelgaza el cuerpo, pero las vigilias agotan la carne más que el ayuno”.
“Nada humilla más al alma que la escasez de pan y de agua. Cuando el enemigo quiere conquistar una ciudad, lo primero que hace es cortar el suministro de pan y de agua, por lo cual, contra su voluntad, los sitiados se entregan. Por lo tanto, si en un monasterio no se restringe el estómago con hambre y sed, los monjes no pueden librarse de los malos pensamientos”.
Parece que murió con ochenta años de edad en el año 370. No se sabe dónde fue sepultada. Es venerada como santa en Oriente como en Occidente.
AMMA THEODORADe ella se puede decir que era una mujer muy culta, delicada y prudente, que vivió muy cerca de Alejandría, a finales del s. IV y que tenía profundos conocimientos teoógicos.
Sus famosos apotegmas se basan principalmente en la vivencia en Cristo a través de las Sagradas Escrituras y en su intento de avanzar en el camino de la liberación interior a fin de descubrir al “Dios misericordioso que es Padre y Madre”.
Un dicho suyo era “como los árboles necesitan el paso de las estaciones para crecer, nosotros tenemos que pasar el invierno a fin de que demos buenos frutos” y otro: “Ni la observancia monástica ni las austeridades corporales, nos salvan; sólo la humildad nos da la victoria”.
A los abbas de las comunidades masculinas les recomendaba que “se alejaran de las adulaciones y que fueran pacientes, humildes y rectos de corazón; condescendientes y que amaran a todos sus monjes sin hacer distinción alguna”. Uno de ellos, llamado Teófilo, le preguntó un día el significado de la expresión “redimir el tiempo“ y ella, que sabía de psicología le dijo “aprovechar todo lo que te viene para transformarlo en virtud: si te injurian, aprovéchala para ser humilde y así el tiempo se convierte en ganancia”.
A un monje que quería salirse de su monasterio a causa de las muchas tentaciones que sufría, le dijo: “Un monje cogió sus sandalias para marcharse y vio al demonio que estaba haciedo lo mismo mientras le decía: no te marches por mí, porque allí donde vayas, yo te estaré esperando”.
Decía que por encima de todas las mortificaciones corporales estaba la virtud de la humildad y que esta procede del conocerse a sí mismo profundamente. No se sabe la fecha exacta de su muerte ni donode está sepultada y es venerada como santa por la Iglesia Universal, tanto en Oriente como en Occidente.
SINCLÉTICA DE ALEJANDRÍANació en Alejandría en el s. IV. Anacoreta y virgen cristiana, vivió en el desierto sin ocultar su identidad femenina. Fue una de las Madres del desierto que, según las fuentes de la literatura egipcia, escribió Арорhthеgmаtа Маtum. Esas mismas fuentes consideran que estas mujeres eran "muјеrеѕ роr nаturаlеzа, реrо ѕоn hоmbrеѕ dе реnѕаmіеntо"
Арорhthеgmаtа Маtrum
«Un tesoro sólo está seguro cuando está escondido; descubrirlo equivale a exponerlo a la codicia del primero que venga y a perderlo; igualmente, la virtud sólo está segura cuando permanece secreta, y quien la ostenta la verá disiparse como el humo»
En la obra “Historia Eclesiástica, VIII, p.40”, se dice que Nicéforo Calixto es el primer autor que atribuye la “Vita” de esta Santa, escrita en griego, a San Atanasio de Alejandría. San Atanasio habría escrito la primera biografía de esta primera y gran fundadora de monasterios de monjas y lo mismo que San Antonio el Grande pudiese considerarse el padre del monacato masculino, San Sinclética lo sería del monacato femenino. Esto lo niega el hagiógrafo del s. XVII Le Nain de Tillemón.
Las colecciones de “Apophthegmata Patrum”, han mantenido su memoria y dice que, solamente de ella, son atribuídas a San Atanasio cerca de cuarenta citas. Así, Sinclética (su nombre quierde decir “asamblea celestial”) habría nacido en tiempos de San Antonio, siendo sus padres unos macedonios que residían en Alejandría de Egipto, ciudad que era la mayor del Imperio después de Roma. Por su rango y fortuna pudiera haber aspirado a casarse con un noble, pero ella, desde muy joven hizo de la oración y la austeridad su forma de vida poniéndose como modelo a Santa Tecla y así, a la muerte de sus padres, al igual que San Antonio, se desprende de todo, vende y reparte sus bienes, evita las conversaciones a fin de llevar una vida interior más profunda y se retira a un lugar solitario, llevándose con ella a su hermana que era ciega y que experimentaba sus mismo sentimnientos.
Vivieron en la más absoluta soledad, llevando vida de ermitañas cerca de un sepulcro y siendo tan discretas que nadie notaría su presencia, aunque, como a San Antonio, les ocurre lo mismo: pronto se extiende su fama de santidad y acuden a ellas quienes quieren llevar la misma vida de perfección.
Ella se niega a “dirigirlas”, pero accede a darles ejemplo con su silencio, sus oraciones y sus penitencias. Cuando le preguntan cual es el camino de la perfección, ella contesta que quien quiera saberlo, vaya a la fuente que es Cristo. Algunas de estas discípulas se quedan viviendo en común junto a ellas y otras se retiran llevando una vida más solitaria; pudiéramos decir que entre ellas se manifestaban simultáneamente las formas de vida cenobítca y eremítica.
Sinclética vivió largos años. Cayó enferma con ochenta años y durante tres, soportó con admirable resignación una grave enfermedad en los pulmones, posiblemente cáncer, que terminó incluso deformándole el rostro, cosa que le impedía ver, hablar e incluso comer. Anunció su muerte tres días antes de que aconteciera, muriendo consolando ella misma a quienes la asistían, cuando esto, normalmente sucede al revés.
La existencia histórica de la santa se basa únicamente en esta narración de San Atanasio. Los sinaxarios bizantinos la incluyeron rápidamente, recordándola normalemnte el día 4 de enero y digo normalmente, porque también se la conmemora los días precedentes y posteriores al día 4.
En Occidente de desconocía su culto hasta que César Baronio, basándose en los sinaxarios bizantinos, la incluyó en el s. XVI, en el Martirologio Romano el día 5 de 4 enero, haciendo mención a los elogios que sobre ella escribe San Atanasio.
Se le atribuyen dichos famosos siedno estos algunos de ellos:
“Los que están cerca de Dios, al principio sienten muchísimas congojas y desconsuelos, pero luego experimentan una indecible alegría; necesitamos luz dentro de nosotros, el fuego divino que a veces se manifiesta con lágrimas y dolores”.
“Se puede vivir solo entre la multitud y vivir con la multitud estando solo”.
“Al princpio del camino hacia Dios existen dificultades, pero posteriormente se llega a un pozo inefable”.
“Cuando pases dificultades, alégrate de que Dios te visite y no dejes de cantar, pues la ascesis consiste en dominarse en los sufrimientos y seguir dando gracias a Dios”.
“Por su medida y su discreción, conocerás si tu ascesis, proviene de Dios o proviene de tu orgullo”.
“Quienes hemos elgido la vida monástica, debemos ser extremadamente prudentes”.
“Lo mismo que algunas hierbas medicinales pueden deshacernos de los reptiles venenosos, la oración y el ayuno elimina los malos pensamientos”.
“Es peligroso pretender enseñar a alguien si no se ha progresado en la práctica de la virtud”.
“No dejes que tu enojo vea el atardecer”.
“Cuando la virtud es ampliamente reconocida, desaparece; ante la alabanza, no reljarse, no dejar de luchar”.
Y algunos otros apotegmas o dichos famosos; asi, hasta veintisiete.
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http://www.preguntasantoral.es/2011/12/ ... incletica/¿ Qué significa "Espejo y paradigma mariano"?Espejo y paradigma mariano es, en el cristianismo, para mujeres y para hombres, la Virgen María por cuanto es un referente o modelo de comportamiento. Ese espejo reflejó, en el medievo, la imagen de aquellas virtudes que se atribuyeron a María por considerarlas virtudes femeninas. Durante el Renacimiento se perfila una imagen conforme al ideal de belleza renacentista. El paradigma mariano, después del conflicto religioso y político que planteó la Reforma Protestante y la Contrarreforma pasó a ser un referente para quienes estuvieron bajo la influencia del Concilio de Trento y del Tribunal del Santo Oficio.
Espejo mariano en la Edad Media
En el s. XII, la devoción mariana hizo resurgir la figura de María y de Jesús como referentes o modelos de conducta sociales, basados en la naturaleza de los sexos, de forma que el orden social se consideraba querido por el Cielo. Frente a Eva pecadora, la Nueva Eva. Las virtudes de la Virgen eran las femeninas y debían ser modelo tanto para mujeres como para hombres. Así se deduce de las Homilías en honor de la Virgen, pronunciadas por San Bernardo ante los monjes de su comunidad. La contradicción interna entre la grandeza virginal de la figura de María y las supuestas debilidades inherentes a su condición femenina, se resolvió fortaleciendo esas debilidades genéricas de su sexo, mediante el ejercicio de las virtudes que debían orientarse hacia la práctica de la obediencia. Este paradigma fue muy importante en la América Colonial.
Modelo de casadas
María, en cuanto Madre espiritual es modelo de casadas. Las mujeres casadas pueden mirarse en el espejo de María y, concretamente, poner en práctica virtudes como la humildad, la abnegación, la disponibilidad y la actitud caritativa hacia propios y extraños. Estas virtudes son las genuinamente marianas.
Modelo de religiosas
María, en cuanto Virgen Inmaculada, es espejo de religiosas. Virgen consagrada a Dios, es el ideal de perfección para hombres y mujeres de vocación claustral, especialmente para las monjas, y también para aquellas jóvenes que, destinadas al matrimonio, esperan la hora de consumarlo.
Espejo de la Iglesia
María, en cuanto que Madre de Dios, es 'espejo' de la Iglesia. Por su virtud de la castidad, por su dedicación a la meditación y la oración, las vírgenes cristianas pueden aspirar a realizar papeles similares. Y así desde los primeros siglos del cristianismo hubo mujeres que merecieron ocupar un puesto entre los padres de la Iglesia. Son las llamadas "madres del desierto". Luego, ya en la Edad Media, fue justificación de la autoridad de las abadesas sobre las comunidades monásticas. Por eso María es proclamada como "espejo de la Iglesia", "patrona de las vírgenes". María es referente de todas las condiciones sociales. Los poetas se refieren a ella con apelativos cariñosos sinónimos de madre, reina, señora, criada, gloriosa y como terrena; "poderosa, en la cúspide del orden social y como humilde en la indefinición de las masas populares".
Gracias a Ella adquirieron categoría de valores universales ciertos rasgos como la piedad, la misericordia o la caridad, que la axiología impregnada de signos violentos del altomedievo había considerado debilidades femeninas o actividad de monjes.
Reflejo en el amor cortés
Surge, entonces, el amor cortés que supuso un refinamiento de costumbres que tornaron más refinadas. Sin embargo convierte a la mujer en ser amado y no un «ser que ama». La convierte en un ser pasivo, casi inexistente, objeto del amor del poeta.
A la mujer se la glorifica, se la deifica, se la compara a una flor, a una diosa o a la Virgen María; en resumen, se la coloca en un pedestal: ha dejado de existir como sujeto activo, para convertirse en el objeto pasivo del amor, del odio o de la indiferencia masculina.
Reflejo en el Renacimiento y Barroco
El desarrollo de la cultura urbana fue para las niñas igual que para los niños una oportunidad de acceder al saber y al conocimiento.
Durante los ss. XIII y XIV, las mujeres, a pesar de las prohibiciones, lograron acceder a la Universidad y ejercer como profesionales de la medicina. Sin embargo, poco a poco fueron sustituidas por los varones. El renacimiento fue un mundo intelectual y artístico del que se excluyó definitivamente a la mujer, por eso se considera que fue la muerte intelectual y artística de la mujer. La humanidad se redujo a la parte masculina.
El estudio de los fondos bibliográficos es fundamental para comprender la formación de las mentalidades y su evolución a lo largo de los siglos. Existe una radical diferencia entre lo que leen los hombres y las mujeres. Con la culminación del Concilio de Trento, la Iglesia Católica modeló un nuevo estilo de pensamiento y de semblante: el interés primordial se centró en reservar el saber teológico y filosófico a una élite restringida.
Se dispuso definitivamente que las mujeres no podían recibir la ordenación sacerdotal ni convertirse en miembros del clero secular, sólo pertenecían al mundo eclesiástico como monjas o religiosas de segundo orden. Estableció reglas de clausura para los monasterios de mujeres y otras que impidieron a las monjas seguir aprendiendo latín, filosofía y teología.
Virginidad y maternidad fueron los dos paradigmas de mujer que, como depositaria de la honra familiar debía estar alejado del espacio de la razón, donde no sucumbiera a la continua tentación de los “pecados de la carne”. La mujer, legalmente fue considerada menor de edad de por vida, sujeta primero a la potestad del padre y luego a la del marido, o, en su defecto, a la de la autoridad religiosa competente.
El paradigma no fue seguido por quienes se convirtieron al protestantismo. Monjas como Marie Dentière y Catalina de Bora, no tuvieron que alejarse de espacios de la razón. Pero fueron también, conforme a la legislación civil, menores de edad.
En el Barroco de Indias, la relación mujer-saber se estableció sobre tres bases: la vigilancia masculina, la consideración de la lectura y la escritura de mujeres como “labor de manos” y el vínculo entre saber femenino y espacio sagrado.
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Obra consultadas sobre el Tema:
EL ESPEJO MARIANO DE LA FEMINIDAD EN LA EDAD MEDIA ESPAÑOLA
Mª ISABEL PÉREZ DE TUDELA
Anuario Filosófico, 1993 (26), 621-634 621
Mª Isabel Pérez de Tudela
Facultad de Geografía e Historia
Departamento de Historia Medieval
Universidad Complutense
28040 Madrid España
PORQUE FUIMOS MONJAS. MUJER Y SILENCIO EN EL BARROCO DE INDIAS
Beatriz Ferrús Antón
Universitat Autónoma de Barcelona
Grupo de Investigación Cuerpo y Textualidad”
Comentar algún párrafo de la Constitución Apostólica Sponsa ChristiCOMENTARIO A LA CONSTITUCIÓN SPONSA CHRISTIEs difícil comentar un solo párrafo de esta Constitución, ya que todos ellos van ligados y como tal hago mi relato y luego el comentario.
El nombre de la Constitción en español es “Esposa de Cristo”; en este caso es la Iglesia, y en segundo término se considera a las Mujeres; Ammas, Monjas, Religiosas, etc.
Comienza esta Constitución haciendo un reconocimiento a las Ammas del Desierto como las primeras que iniciaron una vida religiosa, aunque en algunas ocasiones no había clausura, cenobios o conventos, ya que algunas vivían en el mundo incluso con su familia.
Hace un especial énfasis en las Mujeres Vírgenes y cómo llegaron a los albores del siglo XVI.
Contínúa en sus siguientes párrafos explicando la vida de las Ammas y cómo se fueron trasnformando a través de los siglos haciendo una partición en el siglo XVI. Aquí en esta época exlplica cómo se fueron conviertiendo las Ammas en Religiosas hasta llegar a ser Monjas, reconociendo que ellas formaron parte de los auténticos representantes de la Iglesia junto con los Monjes y los Clérigos Regulares.
Al llegar al siglo XVI, empiezan cambios más drásticos al empezar a aparecer ya las Órdenes Religiosas de Mujeres; las de los hombres aparecieron muchos años antes.
Y así continúa haciendo una relación de los cambios que fueron sucediendo hasta llegar a nuestros días, s. XX.
Hace especial énfasis en la clausura papal, mayor y menor y explica las diferencias entre ambas, la cual no es muy sustancial pero sí existe una rigidez que las define en cuanto a su aplicación.
Hace mención de la vida contemplativa, la cual varía dependiendo del carisma de las Monjas o Hermanas. Incluye aquí la necesidad de que hagan el Oficio Divino, tanto las contemplativas como las no contemplativas sean de clausura papal mayor o menor; pero sí insiste en su rezo.
Pasa luego a hablar de los votos, si son solemnes o son sencillos, los valora y explica sus diferencias y enfoques que se les dan en razón del carisma de la Orden o Congregación de que se trate.
Para terminar habla de las Uniones y Federaciones, explica sus bondades y también a los que están sujetas éstas hacia la Santa Sede; habla del Trabajo Monástico de la necesidad de él para vivir su vida en forma digna; del Apostolado de lo que exige y necesita la Iglesia y de la misión que deben de cumplir.
A continuación habla de reglas para las Órdenes y/o Congregaciones de Monjas.
En estas reglas llamadas “ESTATUTOS GENERALES DE LAS MONJAS” explican los alcances de la Constitución, y en general trata de las reglas por las que se habrán de regir en adelante el funcionamiento de los Conventos, Monasterios y Casas de Religiosas. No hago un ánalisis de éstos toda vez que no estamos en un Instituto Religioso, pero, aconsejo su lectura para conocer de qué tratan.
Lo que más me llamó la atención fue el reconocimiento que hace el Papa en su Constitución de las Ammas del Desierto y en especial que recalca su Virginidad como algo muy especialísimo, que las convierte en Esposas privilegiadas de Cristo.
Otro punto es que esta Consitución está dirigida a los Institutos Religiosos de Monjas, sea la que sea, tipo Convento, Monasterio, Casa de Religiosas, y a sus personas, Monjas o Hermanas; aunque creo que con la llegada del Concilio Vaticano II, dicha Constitución ya quedó un poco atrás incluso sus Estatutos con el Documento denominado “PERFECTAE CARITATIS” SOBRE LA ADECUADA RENOVACIÓN DE LA VIDA RELIGIOSA, el Catecismo de la Iglesia Católica y el Código de Derecho Canónico, las Exhortaciónes Apostólicas “VERBI SPONSA” y “VITA CONSECRATA“ y otros documentos que lo largo de 50 años posconciliares deben de haberse expedido.
Sin embargo, en su tiempo, hace ya 64 años fue algo que vino a cambiar la vida de las mujeres Monjas.
Comentar algún párrafo de la Instrucción Verbi SponsaCOMENTARIO A LA INSTRUCCIÓN VERBI SPONSAEs poco difícil comentar un solo párrafo de la anterior Instrucción.
Esta Instrucción es, por decirlo de algún modo, un complemento a Documentos del Vaticano II y a Constituciones posteriores a él, emanados de la mano del Santo Padre o de quien esté al frente de la Congregación de los Institutos de Vida Religiosa.
A manera de un comentario o resumen, puedo decir que esta INSTRUCCIÓN VERBI SPONSA, alaba, insiste, clarifica y apoya a las Monjas de Vida Contemplantiva, pero en especial a las de Clausura Papal Mayor.
A la vez que cita palabras del Evangelio en apoyo de estas Monjas, hace mención al establcimiento no formal de las mismas desde tiempos inmemoriales.
Como segunda parte, la Instrucción, hace énfasis en que el Convento de monjas de Clausura Papal debe ser tal, esto es, con una separación apostólica y física total del mundo.
No hay medias tintas. O se está separada al100% del mundo o no; y esto se debe de definir en las Constituciones del Instituo Religioso de que se trate.
Por último,cita algunos Artículos que se refieren en especial a la Conventos de Clausura Papal, a las Confedereaciones o Federaciones y a lo que se puede obtener de estas Asociaciones, señalando que los alcances de las atribucionbes de ellos deben de estar perfectamente establecidas en las Constituciones propias de cada Orden Religiosa.
Esta Instrucción la veo como una actualización a todas las Constituciones o Instrucciones dadas con anterioridad y algunas posteriores al Conciliio Vaticano II.
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