por paola1970 » Mar Oct 20, 2015 8:11 pm
1. ¿Cuál es la noción que da el Conciclio Vaticano II de la liturgia?
Para los documentos conciliares, especialmente la Sacrosanctum Concilium, la liturgia es un elemento esencial de la vida de la Iglesia que determina la situación presente del pueblo de Dios: «Con razón, entonces, se considera a la liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella, los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Cristo, es decir, la Cabeza y sus miembros ejerce el culto público íntegro. En consecuencia, toda celebración litúrgica por ser obra de Cristo Sacerdote y de su cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia.» (SC 7).
El Concilio destaca la dimensión litúrgica de la redención efectuada por Cristo en su muerte y resurrección, y, por otra, la modalidad sacramental o simbólica-litúrgica en la que se ha de llevar a cabo la «obra de salvación».
De esta manera, en la noción de liturgia que da el Vaticano II, destacan los siguientes aspectos :
a) es obra de Cristo total, Cristo primariamente, y de la Iglesia por asociación;
b) tiene como finalidad la santificación de los hombres y el culto al Padre, de modo que el sacerdocio de Cristo se realiza en los dos aspectos;
c) pertenece a todo el pueblo de Dios, que en virtud del Bautismo es sacerdocio real con el derecho y el deber de participar en las acciones litúrgicas;
d) en cuanto constituida por «gestos y palabras» que significan y realizan eficazmente la salvación, es ella misma un acontecimiento en el que se manifiesta la Iglesia, sacramento del Verbo encarnado;
e) configura y determina el tiempo de la Iglesia desde el punto de vista escatológico;
f) por todo esto la liturgia es «fuente y cumbre de la vida de la Iglesia» (SC 10; LG 11).
Así pues, en la noción de liturgia que ofrece el Concilio podemos definirla como la función santificadora y cultual de la Iglesia, esposa y cuerpo sacerdotal del Verbo encarnado, para continuar en el tiempo la obra de Cristo por medio de los signos que lo hacen presentes hasta su venida.
2. ¿Qué es la liturgia?
Dada la riqueza encerrada del misterio que se vive en la Liturgia, se han propuesto muchas definiciones que todas incluyen los mismos elementos: presencia de Cristo Sacerdote, la acción de la Iglesia y del Espíritu Santo, la historia de salvación continua y actual a través de signos eficaces, los sacramentos, y la santificación del culto.
La liturgia es fuente y culmen de la vida cristiana, (C.V. II), porque es donde tiene su más explícita expresión la acción divina y la cooperación humana. Es fuente, porque es punto de partida que nos impulsa a que sigamos caminando hacia la santidad mediante una vida recta y honesta, dando gloria a Dios con nuestras palabras y nuestras acciones. Y es culmen, como punto de llegada, es decir, toda la actividad de la Iglesia tiende a dar gloria a Dios.
La liturgia es el momento culminante de la vida de la Iglesia, de la actuación del Espíritu Santo y de la presencia del Cristo glorioso. La liturgia es la salvación celebrada, vivida.
3. ¿Cuál es la diferencia entre acción Litúrgica y ejercicios piadosos o devoción?
Las acciones litúrgicas son aquellos actos sagrados, que por institución de Cristo y de la Iglesia y en su nombre, son realizados por personas legítimamente designadas para este fin, en conformidad con los libros aprobados por la Santa Sede, para dar a Dios, a la Virgen, a los santos, a los beatos, el culto que les es debido, y para provecho y santificación de las almas de los que participan en esa acción litúrgica.
Acciones litúrgicas son, por ejemplo, una celebración eucarística, una celebración de la Palabra, una paraliturgia, una celebración para llevar la comunión a un enfermo, por parte de los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión, y cualquier celebración de los sacramentos: confesión, matrimonio, confirmación, orden sagrado, etc.
Las demás acciones que se realizan en una iglesia o fuera de ella, con o sin sacerdote que las dirija o presencie, se llaman ejercicios piadosos o devociones de la piedad popular. Por ejemplo, el Santo Rosario, el Vía Crucis, las procesiones por las calles, imposición de escapularios, medallas, etc.
Estos ejercicios piadosos, aunque no son propiamente actos litúrgicos, deben prepararnos a vivir mejor la liturgia.
Debemos valorar mucho estos ejercicios piadosos, al igual que todas las devociones de piedad popular, como expresión verdadera del alma de un pueblo y como la piedad de los "pobres y sencillos”. Es la manera como estos predilectos del Señor viven y traducen en sus actitudes humanas y en todas las dimensiones de su vida el misterio de la fe que han recibido. Es más, muchas de estas prácticas de piedad han brotado de una intensa vida litúrgica.
Por tanto, la liturgia siempre está conectada con el Misterio Pascual de Cristo a través de los signos sacramentales, y por lo mismo participamos de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, recibiendo los frutos de la Redención. Los ejercicios piadosos, también evocan el Misterio de Cristo pero únicamente de manera contemplativa y afectiva. Las acciones litúrgicas lo hacen actualizando la salvación de Cristo aquí y ahora, por medio del rito sacramental.
Las devociones piadosas nos preparan espiritualmente para vivir la liturgia, pero no la suplen, ni la reemplazan.