por maria monte » Mar Jun 21, 2016 2:58 am
María Monte: LECCION 7 DEL MÓDULO 1.
Inicio mi comentario con la frase de San Jerónimo: “Desconocer la Sagrada Escritura es desconocer a Cristo”, definitivamente si no conozco a Cristo, no puedo conocer al Padre, porque Jesús lo dijo “Quien me ve a mí, ve al Padre, mi Padre y yo somos uno”
Han sido importantes las investigaciones, estudios realizados y hallazgos arqueológicos, para dar a conocer quienes escribieron, guiados por inspiración divina, en el Antiguo y Nuevo Testamento, y que al leer cada texto bíblico debemos recordar que el centro de la Sagrada Escritura es Jesucristo, La hermenéutica es propicia para determinar el sentido exacto de cada palabra de la Biblia, conforme a la verdad revelada.
El Evangelista en Juan 1,1- 4 escribió: ” Al principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios, Ella existía al principio junto a Dios, todo existió por medio de ella, en ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”.
Queda bien claro que el contenido del Antiguo y Nuevo testamento es la historia de salvación que Dios trazó desde la eternidad ,para toda la humanidad, y que podemos leer en diferentes textos bíblicos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento ( Ef 1, 4 . 8; Deut 7, 6 – 8; Is 11,1; Mt 16, 18 …). Vemos, pues, a un Dios que se revela, poco a poco a : Abrahán dándole bendición , promesa y protección; a Moisés, le exige fidelidad a la ley para recibir la bendición del Dios único; a los profetas le muestra sus cualidades, él es santo, esposo, fiel, justo, interior.
Pero, con Jesús la imagen misericordiosa de Dios del Antiguo testamento es revelada y perfeccionada, no juzga, ni condena, solo ama, perdona y sirve y nos dice el que quiera ser el más grande que sirva a todos y con gesto de humildad lava los pies a sus discípulos ( función en ese tiempo de los esclavos).
Los 72 sabios que realizaron la traducción, del Antiguo Testamento. Del hebreo al griego, añadiendo los 7 libros denominados deuterocanonicos (La Septuaginta. Versión utilizada en la época de Jesús) , debieron conocer muy bien el arameo, hebreo, y el modo de pensar del pueblo hebreo sobre Dios, su voluntad con ello ser más exactos en su traducción. Y además conocer el modo de pensar y sentir del pueblo griego.
De igual manera San Jerónimo, debió conocer el hebreo, el arameo , el griego y el latín y el modo de pensar y sentir del pueblo griego, con su cultura analítica, maravillados ante el cosmos y el espacio y la búsqueda del sentido del hombre y así realizar la traducción de la Vulgata, versión oficial de la Iglesia católica para traducir la Biblia a los demás idiomas.
El Papa Pio XII, en la Encíclica Divino Afflante (1943) escribe “El exégeta católico hace uso de los géneros literarios, para mostrar y comprobar a través de los géneros literarios el no error del libro y conducirnos a una verdadera y genuina interpretación del texto”. Por ende el exégeta ha de ser bien cuidadoso y conocedor de los muchos géneros literarios existentes y reconocer como y porque, época, fecha de redacción, lugar, acontecimientos, historia del autor, lengua, escritura y forma literaria de la época en escribieron cada uno de los autores de cada libro de la Biblia.
El exegeta, tiene un gran compromiso ya que no debe correr el riesgo de decir al texto lo que no quiso decir el autor, sino lo que al autor quiso decir realmente.
Es importante , conocer y dar a conocer a otros que no debemos interpretar el texto literalmente, pero si recordar cuales eran las costumbres de la época para no escandalizarnos de sucesos escritos con toda su verdad por ejm: la infertilidad permitía entregar a una esclava para que diera a luz al hijo que no podía concebir la esposa ( el código de Hammurabi lo permitía) . y Cuando leamos un texto bíblico debemos recordar que lo escrito es verdad en cuanto a la revelación de Dios y su plan de salvación.
y que al leer la Palabra hay que tener en cuenta el proceso de elaboración de cada libro, donde intervienen, el autor, el que transcribe y el redactor final, en ese proceso pudo haber cambios de una palabra de la redacción del autor, por ello quien transcribe debe conocer bien la lengua del autor original. Sabemos ya que no hay un orden estricto y universal para leer la Sagrada Escritura, pero ahora puedo emplear un modelo y darlo a conocer a otros y como dice al final la lección: Lo más importante es la vivencia espiritual que adquiramos al leer cada texto o libro.
Por todo esto hay tres recursos que podemos utilizar para poder interpretar un texto bíblico: por medio de la tradición ( escritos de la patrística), el magisterio de la Iglesia( documentos varios, encíclicas, exhortaciones etc y la Biblia ( una buena traducción aprobada ) . Y sobre todo usar para interpretarla el sentido espiritual en donde cada texto lo veamos como signo del plan de Dios con su sentido alegórico (acontecimientos que conducen a Cristo), moral (que el texto nos lleve a actuar) y anagógico (buscar el Reino, para llegar a la patria celestial).
Para disponernos a leer la Palabra, he observado que se nos ha dado los pasos de la Lectura orante de la Palabra o Lectio Divina: Oración invocando al Maestro de la oración : El Espíritu Santo, la lectura y relectura del texto que pasamos a meditar siguiendo las reglas de la exégesis y la hermenéutica, pasamos a contemplar , reflexionando el texto con mi vida , la vida de la comunidad y llevar la reflexión a la realidad o sea poner en práctica lo leído, meditado y reflexionado.