por narita » Mié Jun 08, 2016 2:55 pm
Cuestionario lección 2
1.- ¿Cuál es el principal objetivo de la apologética, dialogo interreligioso y ecumenismo? ¿Cuál es el fundamento bíblico de la apologética?
El principal objetivo de la apologética, diálogo interreligioso y ecumenismo es defender, explicar y promover el Evangelio de Jesús, dar razones de la esperanza que tenemos, discutir con otras personas, dentro la misma religión como fuera de ella, sobre la fe; sin miedo. Promover la unidad entre los cristianos
El fundamento bíblico de la apologética es:
• “… Estén siempre dispuestos a defenderse delante de cualquiera que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen. 1Pe 3:15
• Estos obran por amor, sabiendo que yo tengo la misión de defender el Evangelio. Filipenses 1:16
• «Hermanos y padres, les dijo, escuchen lo que hoy les voy a decir en mi defensa». Hechos 22:1
• Y es justo que tenga estos sentimientos hacia todos ustedes, porque los llevo en mi corazón, ya que ustedes, sea cuando estoy prisionero, sea cuando trabajo en la defensa y en la confirmación del Evangelio, participan de la gracia que he recibido. Filipenses 1:7
• Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. Hechos 17:2-3
2.- ¿Cuáles son las principales bases bíblicas de la unidad y de las divisiones? ¿Cuáles fueron las primeras sectas cristianas?
Las bases bíblicas de la unidad son:
• Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:21
• La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Hechos 4:32
• Traten de conservar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Efesios 4:3-5
• Solamente les pido que se comporten como dignos seguidores del Evangelio de Cristo. De esta manera, sea que yo vaya a verlos o que oiga hablar de ustedes estando ausente, sabré que perseveran en un mismo espíritu, luchando de común acuerdo y con un solo corazón por la fe del Evangelio, Filipenses 1:27
• Les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento. Filipenses 2:2
• Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo los exhorto a que se pongan de acuerdo: que no haya divisiones entre ustedes y vivan en perfecta armonía, teniendo la misma manera de pensar y de sentir. 1Cor 1:10
Las bases bíblicas sobre las divisiones son:
• Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina; y una ciudad o una familia dividida no puede subsistir. Mateo 12:25
• Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo. Tito 3:10
• Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu. Judas 1:19
• Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles; si el Señor no custodia la ciudad en vano vigila el centinela. Salmo 127:1
Las primeras sectas cristianas fueron:
• Judaizantes. Fue la primera gran división en la Iglesia. Eran judíos convertidos al Evangelio. Predicaban que un no judío se tenía que someter a las leyes de la Torah, la circuncisión y observar el sábado. Hoy en día esta división ha surgido de nuevo con características mesiánicas-apocalípticas.
• Ebionitas. Grupo de judíos que sostenían que Jesús era un hombre común con dones proféticos, aunque algunos creían en el nacimiento virginal de Jesús; otros creían que este era hijo natural de José y María… Sobrevivieron hasta el siglo IV.
• Gnosticismo. Herejía del primer y segundo siglo que amenazó la Iglesia sobre todo en la cultura griega. Fue una combinación de religiones mistéricas u ocultistas, conceptos paganos griegos, conceptos esotéricos egipcios y magia persa entre otros, todo combinado con conceptos y fórmulas cristianas. La “gnosis”, según ellos, era un conocimiento revelado y transmitido solamente a un pequeño grupo de “iniciados” y para quienes estaba reservada la salvación.
• Marcionismo. Su fundador marción fue hijo de un Obispo del Ponto sobre el año 138 DC. Su doctrina consistía en proclamar que la Iglesia había contaminado el Evangelio al querer asimilarlo al judaísmo. Enseñaba que en un mundo donde se veían tantos sufrimientos tenía que ser la obra de un dios malo, al que llamó “demiurgo” y es el creador del mundo y de los hombres. Frente a este dios malo, estaba un dios bueno y amoroso que permaneció escondido por siglos y se manifestó en Cristo. Hoy en día existen sectas como los pentecostales liberales.
• Montanismo. Movimiento que dividió la Iglesia por más de dos siglos. Su fundador Montano nació en Frigia (Asia Menor). Ellos llamaban a los cristianos a un “avivamiento” de estilo profético de la primera Iglesia, esperaban el inminente fin del mundo y la venida de Jesús. Estableció una ciudad ideal, la Nueva Jerusalén. Montano experimentó “el don de lenguas” y predicó que el Paráclito prometido en el Evangelio se había manifestado en él. Es antecesor de algunos movimientos Pentecostales.
• Novacianos y Donatistas. El primer cisma surge en el tercer siglo y el segundo en el cuarto y aunque llevan nombres diferentes el origen fue el mismo: el descontento por la relajación de las prácticas morales de los cristianos y por el tratamiento que se le daba a los que negaban la fe en tiempos de persecución. El Donatismo surgió después de la despiadada persecución de Diocleciano. Se consideraban la “verdadera Iglesia Católica” y proponían que después del bautismo no había perdón para los pecados. Como conclusión de esto se le agregó al credo de la Iglesia de Roma “creo en el perdón de los pecados”
3.-Resume las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia sobre la apologética, dialogo interreligioso y Ecumenismo. ¿Son las sectas protestantes Iglesias? ¿Se puede llamar a la Iglesia Ortodoxa Iglesia?
Los principales textos del Magisterio de la Iglesia sobre apologética:
• Pablo VI especificó cuatro cualidades para enseñar la fe y evangelizar sobre la verdad absoluta y universal; de un modo apropiado y coherente; que permita a la gente acoger dicha verdad y reflexionar sobre lo que eso implica. Estas cualidades son: perspicuitas, lenitas, fiducia y prudentia, es decir, claridad, mansedumbre, confianza y prudencia (cf. Ecclesiam suam, 75).
Hablar con claridad: explicar de manera comprensible la verdad de la Revelación y las enseñanzas de la Iglesia. No sólo debemos repetir, sino también explicar respondiendo a las exigencias actuales, no imponiendo nuestras razones, sino conquistando almas, no discutiendo ideologías, sino defendiendo y promoviendo el Evangelio.
Espíritu de mansedumbre, humildad compasiva que comprende las preocupaciones y los interrogantes de los demás, y no se apresura a ver en ellos mala voluntad o mala fe. Al mismo tiempo, no ceder a una interpretación sentimental del amor y de la compasión de Cristo separada de la verdad, sino, insistir en que el amor y la compasión verdaderos plantean exigencias radicales, precisamente porque son inseparables de la verdad, que es lo único que nos hace libres (cf. Jn 8, 32).
Hablar con confianza. A pesar de que otros puedan negar nuestra competencia específica o reprocharnos las faltas de los miembros de la Iglesia, nunca debemos perder de vista que el evangelio de Jesucristo es la verdad a la que aspiran todas las personas, aunque nos parezcan alejadas, reticentes u hostiles.
La prudencia, definida como sabiduría práctica y buen sentido, y que san Gregorio Magno considera la virtud de los valientes (cf. Moralia, 22, 1), significa que debemos dar una respuesta concreta a la gente que pregunta: ¿Qué hemos de hacer? (Lc 3, 10. 12. 14). DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II a los obispos de las regiones noroccidentales de Canadá con motivo de la visita "AD LIMINA"
• En una sociedad que tiene justamente en alta consideración la libertad personal, la Iglesia debe promover en todos los ámbitos de su enseñanza: en la catequesis, la predicación, la formación en los seminarios y universidades – una apología encaminada a afirmar la verdad de la revelación cristiana, la armonía entre fe y razón, y una sana comprensión de la libertad, considerada en términos positivos como liberación tanto de las limitaciones del pecado como para una vida auténtica y plena. El Evangelio debe ser predicado y enseñado como modo de vida integral, que ofrece una respuesta atrayente y veraz, intelectual y práctica, a los problemas humanos reales. RESPUESTAS DEL PAPA BENEDICTO XVI a las preguntas de los obispos estadounidenses tras su discurso en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington,
Enseñanzas de la Iglesia sobre Ecumenismo:
• El Concilio Vaticano II en su decreto Unitatis Redintegratio - Define al Ecumenismo como el movimiento impulsado por el Espíritu Santo para restaurar la unidad de los cristianos - Exhorta a todos los fieles católicos a que “reconociendo los signos de los tiempos, cooperen diligentemente en la empresa ecuménica” - Afirma que el verdadero ecumenismo busca por medio del diálogo aumentar el entendimiento entre las distintas confesiones cristianas, - Busca la unidad con todos aquellos que se encuentran alejados de la Iglesia Católica, en la plenitud de la fe que solo se puede encontrar en ella. - Establece que solamente por medio de la Iglesia Católica de Cristo, que es auxilio general de la salvación, puede conseguirse la plenitud total de los medios salvíficos. - Creemos que el Señor entregó todos los bienes de la Nueva Alianza a un solo colegio apostólico, presidido por Pedro, para constituir un solo Cuerpo de Cristo en la tierra, al que tienen que incorporarse totalmente todos los que de alguna manera pertenecen ya al Pueblo de Dios.
• El Papa Juan Pablo II respecto al tipo de unidad que busca el ecumenismo explica en Ut unum sint: 9) Jesús mismo antes de su Pasión rogó para «que todos sean uno» (Jn 17, 21). Esta unidad, que el Señor dio a su Iglesia y en la cual quiere abrazar a todos, no es accesoria, sino que está en el centro mismo de su obra. No equivale a un atributo secundario de la comunidad de sus discípulos. Pertenece en cambio al ser mismo de la comunidad. Dios quiere la Iglesia, porque quiere la unidad y en la unidad se expresa toda la profundidad de su ágape. En efecto, la unidad dada por el Espíritu Santo no consiste simplemente en el encontrarse juntas unas personas que se suman unas a otras. Es una unidad constituida por los vínculos de la profesión de la fe, de los sacramentos y de la comunión jerárquica. Los fieles son uno porque, en el Espíritu, están en la comunión del Hijo y, en El, en su comunión con el Padre: «Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo» (1 Jn 1, 3). Así pues, para la Iglesia católica, la comunión de los cristianos no es más que la manifestación en ellos de la gracia por medio de la cual Dios los hace partícipes de su propia comunión, que es su vida eterna. Las palabras de Cristo «que todos sean uno» son pues la oración dirigida al Padre para que su designio se cumpla plenamente, de modo que brille a los ojos de todos «cómo se ha dispensado el Misterio escondido desde siglos en Dios, Creador de todas las cosas» (Ef 3, 9). Creer en Cristo significa querer la unidad; querer la unidad significa querer la Iglesia; querer la Iglesia significa querer la comunión de gracia que corresponde al designio del Padre desde toda la eternidad. Este es el significado de la oración de Cristo: «Ut unum sint».” CARTA ENCÍCLICA UT UNUM SINT DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II SOBRE EL EMPEÑO ECUMÉNICO
Enseñanzas de la Iglesia sobre Diálogo interreligioso:
Las diversas religiones no cristianas. Desde la antigüedad y hasta nuestros días, los diversos pueblos han manifestado un íntimo sentido religioso. Las religiones a tomar contacto con el progreso de la cultura, se esfuerzan por responder a dichos problemas con nociones más precisas y con un lenguaje más elaborado… las diversas religiones que se encuentran en el mundo, se esfuerzan por responder de varias maneras a la inquietud del corazón humano, proponiendo caminos, es decir, doctrinas, normas de vida y ritos sagrados.
La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. La Iglesia Católica anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn., 14,6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas. DECLARACIÓN NOSTRA AETATE SOBRE LAS RELACIONES DE LA IGLESIA CON LAS RELIGIONES NO CRISTIANAS. PABLO VI. 28 de octubre de 1965.
Las sectas protestantes son Iglesias?
LAS "SECTAS" NO SON IGLESIA. Las iglesias protestantes revisten una cierta seriedad en su fe y moral. Las sectas carecen de consistencia y por desgracia son las más agresivamente proselitistas "Los hijos de las tinieblas son más astutos que los Hijos de la Luz" Jn. 16, 18.
Cristo fundo UNA IGLESIA que históricamente hablando es la Iglesia Católica, por lo tanto, todas las iglesias emanadas de la "reforma Protestante", son falsas. La auténtica Reforma de la Iglesia surgió desde dentro, a partir del Concilio de Trento (1545-1563) convocado por el gran San Pío V y a grandes reformadores católicos como San Ignacio de Loyola, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Avila, San Jerónimo Emiliani, San Antonio María Zacarías y otros, que sin abandonar el regazo maternal de la Iglesia, la purificaron y santificaron. Dios no abandona a su Iglesia y se cumple la promesa de Nuestro Señor: "Estaré con ustedes hasta el fin del mundo" (Mt.28,20)
Las Iglesias Protestantes surgieron del error básico de DESCONOCER LO QUE ES LA VERDADERA IGLESIA, de ello se derivan todos los demás errores protestantes, como estos:
a) Como la Iglesia es invisible, no hace falta estar en comunión con Roma.
b) Para desconectarse del Magisterio infalible y la tradición de la Iglesia, sostienen la libre interpretación de la Biblia, sacando cada quien sus conclusiones muy personales.
c) Para negar la Tradición, tuvieron que adulterar la Biblia o de plano suprimir libros enteros.
d) Habiendo roto con Roma, se quedaron sin sacerdocio válido y por lo tanto tuvieron que negar la validez y necesidad de alguno o todos los Sacramentos.
e) Desconociendo la esencia de la Iglesia de Cristo, se dedicaron a fundar, Biblia en mano, iglesias por todos lados. Resultado: existen miles de "iglesias cristianas" predicando las doctrinas más contradictorias y sembrando la total confusión en el pueblo.
f) Para subsistir independientes, la mayoría de las iglesias y sectas no tienen la más mínima preocupación ecuménica. Aquel deseo del Señor de que constituyamos "Un solo Rebaño y un solo Pastor"(Jn. l0,1 6), les tiene sin cuidado.
g) Faltos de autoridad, han olvidado la moral cristiana, sobre todo en cuestiones sexuales. El "No Fornicarás" y el "No desearás la mujer de tu prójimo" han caído en total desuso y ahora, para ellos, todo vale: relaciones prematrimoniales, divorcio, anticonceptivos, homosexualismo y hasta el aborto.
h) Han suprimido del diccionario palabras como mortificación", "sacrificio" o "austeridad" y la principal preocupación es la búsqueda del placer a toda costa, de la comodidad, abundancia de satisfactores y prosperidad económica, aunque sea a costa de los demás. Es un materialismo práctico y desenfrenado en el cual las exigencias del cristianismo auténtico como el tomar la cruz en seguimiento del Señor, carecen de sentido.
i) "Aparecerán falsos Cristos y falsos profetas que harán señales y prodigios con el fin de engañar, aún a los elegidos, si esto fuera posible". Mc. 13,22
Por tanto, EL ECUMENISMO NO APLICA A LAS SECTAS. Es un error tratar de dialogar con testigos de Jehová, adventistas, mormones y otros grupos proselitistas de corte sectario; muchos de estos aprovechan esta disposición al diálogo para minar la fe. Muchos de estos grupos ni siquiera son cristianos porque no profesan una fe trinitaria.
Estos grupos tienen una doctrina especialmente orientada a atacar puntos clave de la fe católica; de allí que LA APOLOGÉTICA, es un elemento indispensable en la formación de aquellos que quieren participar en el diálogo ecuménico e interreligioso. A este respecto comentaba el Papa Juan Pablo II: “Es esencial desarrollar en vuestras Iglesias particulares una nueva apologética para vuestro pueblo, a fin de que comprenda lo que enseña la Iglesia y así pueda dar razón de su esperanza”. La necesidad de esta nueva apologética la explica así: “En un mundo donde las personas están sometidas a la continua presión cultural e ideológica de los medios de comunicación social y a la actitud agresivamente anticatólica de muchas sectas, es esencial que los católicos conozcan lo que enseña la Iglesia, comprendan esa enseñanza y experimenten su fuerza liberadora. Sin esa comprensión faltará la energía espiritual necesaria para la vida cristiana y para la obra de evangelización” Juan Pablo II en su discurso a la Conferencia Episcopal de las Antillas en visita “Ad Limina” 7 de Mayo del 2002
La Iglesia Ortodoxa es también Iglesia?
En los primeros 1000 años de Cristianismo, la Iglesia Católica Ortodoxa y la Iglesia Católica Romana eran una sola Iglesia, debido a esto ambas iglesias comparten muchas cosas en común, son “Católicas” (Universales) y “Apostólicas” (tienen “sucesión apostólica”), son herederas de las comunidades cristianas fundadas por los mismos apóstoles) – pero existen diferencias notables entre ellas, las cuales han ido aumentando con los años:
Diferencias Dogmáticas
1. La Procedencia del Espiritu Santo. La Iglesia Católica la explica así: “Creo en el Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo”. La Iglesia Ortodoxa ha conservado el credo original sin alteración que dice: “creo…y en el Espíritu Santo que procede del Padre”.
2. El Purgatorio. La iglesia Católica Romana enseña que las almas, después de la muerte terrenal, van a dar a un lugar llamado “Purgatorio“, donde se limpian (“purgan” de ahí el nombre) de sus pecados leves sufriendo algunos tormentos, y que después de este “lavado espiritual” entran al Paraíso. La Iglesia Ortodoxa cree que las almas después de la muerte esperan el Juicio Final, en un lugar que no es el Paraíso ni tampoco el Hades.
3. El “Pecado Original”. La Iglesia Católica reconoce el Pecado original – el pecado cometido por Adán y Eva, al desobedecer el mandato divino de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Por esta razón se condena al pecado a cada uno de los nacidos. En la iglesia ortodoxa no existe el “pecado original”, lo que existe es el “pecado ancestral”.
4. La Inmaculada Concepción de la Virgen María. La Iglesia de Roma cree que Santa Ana concibió a la Virgen sin esperma, sin mancha de pecado original “Ave María Purísima sin pecado concebida“. La Iglesia Ortodoxa cree y enseña que la Santísima, Purísima, Bendita Señora Madre de Dios y Siempre Virgen María fue concebida en la carne de manera natural como cualesquier ser humano, sólo considera como inmaculado el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, ya que Él fue dado a luz milagrosamente — del Espíritu Santo y la Virgen María. Según las palabras de San Ambrosio de Milán.
5. La Infalibilidad Papal. En el año de 1870 decidió el Concilio Vaticano I – encabezado por el Papa Pío IX – un nuevo dogma, el cual no tiene ningún antecedente en toda la historia de la Iglesia: “La infalibilidad Papal”, lo cual significa que el Papa “no se equivoca” cuando habla “Ex Cathedra” sobre materia de fe o de costumbres. Según la Iglesia Ortodoxa, este nuevo dogma contradice lo dicho por el Señor quien no aceptó que lo llamaran: “Maestro bueno” cuando le preguntó el joven: “…Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Le contestó Jesús: …¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino sólo Dios” (Lc. 18:18-19).
6. Las Órdenes y Congregaciones. La Iglesia de Roma, a lo largo de su historia y hasta el día de hoy, ha dado pie a la proliferación de numerosas instituciones (Agustinos, Benedictinos, Dominicos, Franciscanos, Jesuitas, …… etc) que han traído, a lo largo de la historia, varios dolores de cabeza al Obispado de Roma. La Iglesia ortodoxa no tiene y nunca ha admitido órdenes, ni congregaciones religiosas. La razón es bastante sencilla y práctica: porque estas asociaciones incuban intrínsecamente el peligro de convertirse en SECTA, esto es “Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica” como lo define la Real Academia. En la iglesia ortodoxa, sólo hay cristianos ortodoxos sin acepción de edad, sexo, estirpe o condición. La forma de que un feligrés piadoso desee hacer votos de vida consagrada es por medio de la vida monástica.
7. Diferencias Litúrgicas. Una parte de las diferencias litúrgicas es producto de tradiciones étnicas, y la otra se formó después de la separación de las Iglesias Oriental y Occidental. Ejemplo: El uso del pan ácimo en la Eucaristía en la Iglesia de Roma; la Iglesia Ortodoxa consagra el pan natural con levadura.
8. El bautismo y la Confirmación. La Iglesia Ortodoxa bautiza metiendo al niño en el agua, mientras que la Iglesia Romana bautiza por infusión.
9. El Celibato del Clero. La Iglesia Romana exige el celibato a su clero. La Iglesia Ortodoxa sostiene que la Iglesia Primitiva nunca prohibió el matrimonio del Clero ni de los Obispos.
10. Las Estatuas. La Iglesia Romana colocó estatuas en las iglesias. El Oriente Ortodoxo las rechazó y sigue rechazándolas dentro de los templos, basándose en la Palabra del Señor: “Dios es espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren” (Jn. 4:24). Y también: “…Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás” (Mt. 4:10). San Pablo nos dice: “El Dios que hizo el mundo… siendo Señor del cielo… no habita en templos hechos por manos humanas…” (Hch. 17:24)
11. La Santa Unción. La Iglesia Ortodoxa ora sobre el aceite para la curación de las enfermedades y remisión de los pecados. La Iglesia Romana considera que el aceite es para los moribundos y para los enfermos graves (de ahí el nombre de “Extrema-unción“)
12. La Eucaristía a los niños. En Occidente sólo se da la Comunión a los niños que han llegado al uso de la razón; si un infante muere, muere sin Comunión. En Oriente se puede impartir la comunión desde que se es bautizado. En la Iglesia Occidental, de ordinario, sólo se recibe el Pan Eucarístico, que no es fragmento de un solo Pan sino una Hostia; últimamente se permitió que en ocasiones especiales se recibiera el Pan y el Vino. En la Iglesia Ortodoxa la comunión es con pan y vino, los fieles reciben del sacerdote o el Obispo un trocito de pan y vino mezclado en una cucharada que se reparte desde el cáliz eucarístico.
13. Las fórmulas Sacramentales. Los católicos romanos creen que la acción de los Santísimos Sacramentos reside en la persona del Sacerdote. Dice el Sacerdote: “Yo te bautizo”, “Yo te uno en matrimonio”, “Yo te unjo”, “Yo te perdono”. El sacerdote Ortodoxo dice: “Se bautiza el siervo de Dios”, “Se unge el siervo de Dios”, “Se perdona el siervo de Dios”, porque la Iglesia Ortodoxa está segura que el medio principal en los Sacramentos es la Gracia Divina y no el Sacerdote que sólo es su instrumento.
Diferencias Administrativas
La Autoridad Máxima. La iglesia Ortodoxa considera al Concilio Ecuménico como Autoridad Máxima de todas las Iglesias. En tanto que la Iglesia Romana considera al Papa como la Autoridad Máxima de todas las Iglesias “Por encima de los Concilios Ecuménicos”.
La Sucesión de Pedro. Occidente basa la Primacía del Obispo de Roma o Papa en que es el sucesor de Pedro y que Pedro fue el superior de los Apóstoles, apoyándose en Mateo 16:13, 16-18:
El Derecho a la Primacía. El ceder el derecho, al Obispo de Roma, de la Primacía sobre los Obispos de Occidente, así como al de Constantinopla sobre los Obispos de Oriente, fue algo temporal y político, era privilegio de la Capital del Imperio.
4.-¿Qué nos enseña el documento de Aparecida? ¿Que nos enseña el Papa San Juan Pablo II en su exhortación apostólica en Oceanía sobre la Apologética? ¿Cuál es la misión de los laicos según las enseñanzas de Pablo VI y Juan Pablo II?
.-¿Qué nos enseña el documento de Aparecida?
¿Que nos enseña el Papa San Juan Pablo II en su exhortación apostólica en Oceanía sobre la Apologética?
¿Cuál es la misión de los laicos según las enseñanzas de Pablo VI y Juan Pablo II?
Pablo VI dice que los laicos ejercitan su apostolado tanto en el mundo como en la Iglesia, lo mismo en el orden espiritual que en el temporal: por eso el laico, que es a un tiempo fiel y ciudadano, debe comportarse siempre en ambos órdenes con una CONCIENCIA CRISTIANA - Toda vez que la obra Redentora de Cristo, comprende la restauración incluso de todo el orden temporal. Por tanto, la misión de la Iglesia no es sólo anunciar el mensaje de Cristo y su gracia a los hombres, sino también el impregnar y perfeccionar todo el orden temporal con el espíritu evangélico.
Juan Pablo II . Que la labor de los catequistas es un apostolado seglar, particularmente importante porque imparten las primeras nociones de catecismo y la preparación para el sacramento de la reconciliación, para la primera comunión y para la confirmación. Que el título de «catequista» se aplica por excelencia a los catequistas de tierras de misión. Habiendo nacido en familias ya cristianas o habiéndose convertido un día al cristianismo e instruidos por los misioneros o por otros catequistas, consagran luego su vida, durante largos años, a catequizar a los niños y adultos de sus países. Sin ellos no se habrían edificado Iglesias hoy día florecientes. Que la S. Congregación para la Evangelización de los Pueblos con miras a perfeccionar cada vez más la formación de esos catequistas realiza muchos esfuerzos. Que esta contribución de los seglares, constituye al mismo tiempo un reto a nuestra responsabilidad de Pastores. Los catequistas seglares deben recibir una formación esmerada para lo que es, si no un ministerio formalmente instituido, si al menos una función de altísimo relieve en la Iglesia. Esa formación nos invita a organizar Centros e Institutos idóneos, sobre los que los Obispos mantendrán una atención constante. Es un campo en el que una colaboración diocesana, interdiocesana e incluso nacional se revela fecunda y fructuosa. Aquí, igualmente, es donde podrá manifestar su mayor eficacia la ayuda material ofrecida por las Iglesias más acomodadas a sus hermanas más pobres.
5.-¿Qué pensaban los padres de la Iglesia sobre la Unidad de la Iglesia y los cismas? Señala algunas citas patrísticas sobre el tema.
El Concilio Vaticano II en su decreto Unitatis Redintegratio define al Ecumenismo como el movimiento impulsado por el Espíritu Santo para restaurar la unidad de los cristianos. Exhorta también a todos los fieles católicos a que “reconociendo los signos de los tiempos, cooperen diligentemente en la empresa ecuménica”. Define pautas muy claras para el movimiento ecuménico, las cuales por desconocimiento de muchos católicos, son ignoradas logrando efectos adversos y perjudiciales para la Iglesia, al punto que muchos fieles terminan practicando una especie de pancristianismo sincrético contrario no solo al espíritu sino a la letra misma del Concilio.
Que busca el verdadero ecumenismo. El decreto Unitatis Redintegratio establece que solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es auxilio general de la salvación, puede conseguirse la plenitud total de los medios salvíficos. Creemos que el Señor entregó todos los bienes de la Nueva Alianza a un solo colegio apostólico, a saber, el que preside Pedro, para constituir un solo Cuerpo de Cristo en la tierra, al que tienen que incorporarse totalmente todos los que de alguna manera pertenecen ya al Pueblo de Dios.
El verdadero ecumenismo busca por medio del diálogo aumentar el entendimiento entre las distintas confesiones cristianas, y la unidad con todos aquellos que se encuentran alejados de la Iglesia Católica.
El Papa Juan Pablo II respecto al tipo de unidad que busca el ecumenismo explica en Ut unum sint: Jesús mismo, antes de su Pasión rogó para «que todos sean uno» (Jn 17, 21). Esta unidad, que el Señor dio a su Iglesia y en la cual quiere abrazar a todos, no es accesoria, sino que está en el centro mismo de su obra. No equivale a un atributo secundario de la comunidad de sus discípulos. Pertenece al ser mismo de la comunidad.
Dios quiere la Iglesia, porque quiere la unidad y en la unidad se expresa toda la profundidad de su ágape. En efecto, la unidad dada por el Espíritu Santo no consiste simplemente en el encontrarse juntas unas personas que se suman unas a otras. Es una unidad constituida por los vínculos de la profesión de la fe, de los sacramentos y de la comunión jerárquica. Los fieles son uno porque, en el Espíritu, están en la comunión del Hijo y, en El, en su comunión con el Padre: «Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo, Jesucristo» (1 Jn 1, 3).
Para la Iglesia católica, la comunión de los cristianos no es más que la manifestación en ellos de la gracia por medio de la cual Dios los hace partícipes de su propia comunión, que es su vida eterna. Las palabras de Cristo «que todos sean uno» son pues la oración dirigida al Padre para que su designio se cumpla plenamente, de modo que brille a los ojos de todos «cómo se ha dispensado el Misterio escondido desde siglos en Dios, Creador de todas las cosas» (Ef 3, 9).
Creer en Cristo significa querer la unidad; querer la unidad significa querer la Iglesia; querer la Iglesia significa querer la comunión de gracia que corresponde al designio del Padre desde toda la eternidad. Este es el significado de la oración de Cristo: «Ut unum sint».” CARTA ENCÍCLICA UT UNUM SINT DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II SOBRE EL EMPEÑO ECUMÉNICO