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Raquel del Carmen escribió:Dios se revela al hombre ¿Cuál es el nombre de Dios en la Biblia?
1. Alguien sin preparación religiosa, ¿Puede discernir entre el bien y el mal?
El hombre con la sola razón y a partir de la Creación, puede con certeza conocer a Dios como origen y fin del universo y como sumo bien.
El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, que ha sido creado por Dios y para Dios; Dios no deja de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encuentra la paz, la verdad y la alegría, que no cesa de buscar. El hombre es un ser religioso. Como decía San Pablo en Atenas, "en Dios vivimos, nos movemos y existimos" (Hechos 17,28).
Pero a veces el hombre puede olvidarse de Dios e incluso rechazarlo o negar su existencia. ¿Motivos? La ignorancia, el rebelarse contra el mal que se sufre o se ve, los afanes del mundo y de las riquezas, el mal ejemplo de algunos que se llaman cristianos, ideas contrarias a la religión, y la actitud del pecador que -por miedo- se oculta de Dios y huye ante su llamada. Ninguno de estos pretextos justifica el olvido o la negación de Dios.
2. ¿Qué es la ley moral?
Se la puede definir, en el sentido bíblico, como una instrucción paternal, una pedagogía de Dios. Prescribe al hombre los caminos, las reglas de conducta que llevan a la bienaventuranza prometida; proscribe los caminos del mal que apartan de Dios y de su amor. Es a la vez firme en sus preceptos y amable en sus promesas.
3. ¿Qué es la ley natural?
«La ley natural [...] está inscrita y grabada en el alma de todos y cada uno de los hombres porque es la razón humana que ordena hacer el bien y prohíbe pecar. Pero esta prescripción de la razón humana no podría tener fuerza de ley si no fuese la voz y el intérprete de una razón más alta a la que nuestro espíritu y nuestra libertad deben estar sometidos» (León XIII, Carta enc. Libertas praestantissimum).
La ley natural «no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar. Esta luz o esta ley, Dios la ha dado al hombre en la creación. (Santo Tomás de Aquino, In duo pracepta caritatis et in decem Legis praecepta expositio, c. 1).
4. ¿Podemos solos encontrar la Revelación plena para llegar a Dios?
No, es posible solos, sólo Dios, en su bondad y sabiduría, se revela al hombre. Por medio de acontecimientos y palabras, se revela a sí mismo y el designio de benevolencia que él mismo ha preestablecido desde la eternidad en Cristo en favor de los hombres. Este designio consiste en hacer partícipes de la vida divina a todos los hombres, mediante la gracia del Espíritu Santo, para hacer de ellos hijos adoptivos en su Hijo Unigénito.
5. Después del pecado original, ¿Dios nos abandonó para que aprendiéramos la lección?
Desde el principio, Dios se manifiesta a Adán y Eva, nuestros primeros padres, y les invita a una íntima comunión con Él. Después de la caída, Dios no interrumpe su revelación, y les promete la salvación para toda su descendencia. Después del diluvio, establece con Noé una alianza que abraza a todos los seres vivientes.
El culmen del amor de Dios a nosotros es comprobado al enviar a Su propio Hijo a Salvarnos, a abrirnos de nuevo las puertas del Cielo, no hay prueba más grande de su amor, y es con El, con Jesús que viene a cerrar la Revelación perfecta, no hay nada más que agregar, Jesús funda su Iglesia como instrumento de continuidad de Enseñanza para las generaciones futuras, da poder a su representante en la tierra (los Papas), y nos deja las herramientas elementales de salvación (Los sacramentos), signos visibles de realidades invisibles.
6. ¿Dónde se encuentra la Revelación plena? ¿Con los profetas? ¿en la ley Mosaica? ¿En la Biblia? ¿En la Iglesia (Magisterio, Tradición Apostólica, Biblia)?
La plena y definitiva etapa de la Revelación de Dios es la que Él mismo llevó a cabo en su Verbo encarnado, Jesucristo, mediador y plenitud de la Revelación. En cuanto Hijo Unigénito de Dios hecho hombre, Él es la Palabra perfecta y definitiva del Padre. Con la venida del Hijo y el don del Espíritu, la Revelación ya se ha cumplido plenamente, aunque la fe de la Iglesia deberá comprender gradualmente todo su alcance a lo largo de los siglos.
«Porque en darnos, como nos dio a su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra, y no tiene más que hablar» (San Juan de la Cruz)
7. ¿Qué es la Tradición Apostólica?
La Tradición Apostólica es la transmisión del mensaje de Cristo llevada a cabo, desde los comienzos del cristianismo, por la predicación, el testimonio, las instituciones, el culto y los escritos inspirados. Los Apóstoles transmitieron a sus sucesores, los obispos y, a través de éstos, a todas las generaciones hasta el fin de los tiempos todo lo que habían recibido de Cristo y aprendido del Espíritu Santo.
8. ¿Es la biblia suficiente para conocer la Revelación completa?
Es importante saber que la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios transmitida por escrito, y consta en los libros inspirados por Dios y La Tradición es la revelación divina encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los Apóstoles, y transmitida íntegra de viva voz a la Iglesia, por lo tanto la Escritura, Tradición y Magisterio están tan estrechamente unidos entre sí, que ninguno de ellos existe sin los otros. Juntos, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente, cada uno a su modo, a la salvación de los hombres.
9. ¿Qué es el depósito de la Fe?
El depósito de la fe ha sido confiado por los Apóstoles a toda la Iglesia. Todo el Pueblo de Dios, con el sentido sobrenatural de la fe, sostenido por el Espíritu Santo y guiado por el Magisterio de la Iglesia, acoge la Revelación divina, la comprende cada vez mejor, y la aplica a la vida.
10. ¿Yahve o Jehova?
La palabra «Yahvé» significa que «Él es el UNICO DIOS», el único y verdadero Dios, y que todos los otros dioses y sus ídolos no son nada, no existen y no pueden hacer nada.
En cambio los Testigos de Jehová hacen aparecer en el Nuevo Testamento 237 veces la palabra «Jehová», pero eso no es correcto. Cuando en el Nuevo Testamento se habla de Dios con el nombre «Señor» (Kyrios en griego, Edonay en hebreo) ellos lo traducen como Jehová, pero esto es claramente una adulteración de los textos bíblicos.
Más importante para nosotros, que vivimos en el Nuevo Testamento, es saber cómo Jesús hablaba del misterio de Dios. Jesús y sus apóstoles, según la costumbre judía de aquel tiempo, nunca pronunciaban el nombre «Yahvé» o «Jehová». Siempre leían la Biblia diciendo: «Edonay» -el Señor- para indicar el nombre propio de Dios.
Todo el Nuevo Testamento fue escrito en griego, por eso encontramos en el Nuevo Testamento la palabra Kyrios (el Señor) que es la traducción de «Edonay».
Pero Jesús introdujo también una novedad en las costumbres religiosas y nombró a Dios «Padre»: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra». «Mi Padre sigue actuando y yo también actúo». «Por eso los judíos tenían ganas de matarlo: porque El llamaba a Dios Padre suyo haciéndose igual a Dios» (Jn. 5, 17-18).
Además Jesús enseñó a sus seguidores a hacer lo mismo: «Por eso, oren ustedes así: Padre Nuestro, que estás en los cielos» (Mt. 6, 9). Ahora, el nombre más hermoso que nosotros podemos dar a Dios es el de: «Padre nuestro».
11. ¿La Iglesia nos pide leer la Biblia?
La Iglesia tiene gran veneración por la Sagrada Escritura, destacando los cuatro evangelios que ocupan un lugar verdaderamente privilegiado, pues su centro es Cristo Jesús. En la Misa, después de leer el Evangelio, el sacerdote lo besa en señal de veneración y de respeto. Es lógico que todo cristiano conozca la Sagrada Escritura, especialmente los Evangelios, y que dedique un tiempo a leerla y meditarla. Como dice San Jerónimo, "desconocer la Escritura es desconocer a Cristo".
La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios transmitida por escrito, y consta en los libros inspirados por Dios que forman la Biblia. La Tradición es la revelación divina encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los Apóstoles, y transmitida íntegra de viva voz a la Iglesia.
Los católicos leemos la Biblia al menos en cada misa que asistimos (Lecturas y Evangelio), y la Iglesia nos insta a sí mismo a hacer la práctica de la Lectio Divina (leer la Biblia), para nutrimos de la Palabra de Dios.
Raquel del Carmen escribió:1. ¿Cuándo se definió la divinidad del ES? ¿En qué concilio? ¿Cuál fue el motivo?
En el Concilio de Constantinopla se definió la divinidad del Espíritu Santo. Este concilio combatió una herejía conocida como macedonianismo (porque sus defensores eran de Macedonia), que negaba la divinidad del Espíritu Santo. En este concilio completó el símbolo del concilio de Nicea, principalmente mediante el agregado de un párrafo referido al Espíritu Santo “Creemos…en el Señor y dador de vida, que procede del Padre; que con el Padre y el Hijo recibe la misma adoración y gloria, que habló por los profetas. (Concilio Constantinopla I, FIC 1382 /DS150).
El hecho de que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo se refleja en otra declaración de Jesús:
Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, que procede del Padre, dará testimonio de mí [Juan 15:26].
Esto significa que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (“a quien yo os enviaré”). También puede decirse que el Espíritu Santo procede del Padre a través del Hijo.
2. ¿Bases bíblicas que demuestran Cristo es Dios?
Tenemos:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios… Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Juan 1, 1 y 14).
“Tomás respondió, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan 20, 28).
“Les dijo Jesús: De cierto, de cierto os digo que antes que Abraham existiera, Yo Soy” (Juan 8, 58).
“Y matasteis al Autor de la vida…” (Hechos 3, 15).
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso."(APOCALIPSIS 1:8.)
" Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre." (APOCALIPSIS 15:3. También 15:3; 17:14; FILIPENSES 3:21.)
“Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9, 6)
3. ¿Qué significa que el Padre es mayor que Cristo? ¿Le hace esto no ser dios?
La más clara evidencia de que Jesús y Dios no son iguales, viene de las mismas palabras de Jesús; en Jn. 14,28 “Mi Padre es más grande que Yo”. Cuando el joven se dirige a ÉL diciéndole: maestro bueno? “Hay Uno solo bueno y ese es Dios”. También aclara la diferencia entre él y Dios, cuando dice: “Yo procedo de y vengo de Dios, Yo no viene por mí mismo, sino que Él me envió” y así existen más textos que explican la procedencia humana y divina. Estos se distinguen en la Escritura, pero siempre de acuerdo en todo. El hecho de que están de acuerdo no elimina el hecho de que son conceptualmente distintas. El Padre, Hijo y Espíritu Santo son distintos, también. No quiere decir que no hay Tres Personas en la Divinidad, ya que siempre están de acuerdo unos con otros y son uno en esencia.
4. ¿Porque en la Escritura se habla de varios dioses?
La Escritura se refiere a los magistrados considerados como un grupo personas; como aquéllos que se reúnen para ejercer justicia. A pesar de esa traducción, la referencia es indudablemente a los magistrados del pueblo, y la idea es, que ellos son considerados como representantes de Dios; que actúan en su nombre; y por consiguiente a quienes, en un sentido subordinado, se les puede dar el nombre de "dioses". Comparemos con el Salmo 82, 6. En Exo. 21, 6; Exo 22, 8-9, Exo 22, 28, también, la misma palabra en plural se aplica a los magistrados, y en nuestras versiones se traduce como "jueces". La idea es, que ellos eran los representantes de la soberanía divina en la administración de justicia. (Rom 13, 1-2, Rom 13, 6). Ellos eran, en cierto sentido, "dioses" a otras personas; pero, a pesar de eso, no debían olvidarse de ese Dios estaba de pie entre ellos como su Dios; que si ellos se enaltecían por encima de sus súbditos, debían ser juzgados por Uno a quien el nombre de Dios le pertenece en el sentido más alto.
5. Un Testigo de Jehová te dice: La divinidad de Cristo fue un invento de Constantino en Nicea, por el año 325 d.C. allí se manipulo la Biblia y se inventó que Cristo era Dios. ¿Cómo puedes probarle históricamente que antes de Nicea ya se creía en la divinidad de Cristo?
Ante esta afirmación históricamente absurda podemos probar que la divinidad de Cristo mediante:
1. El testimonio de los miles de cristianos que dieron su vida por no querer negar a Jesús lo hicieron porque creían firmemente que Jesús era Dios y que negándole ponían en peligro la salvación de su alma. Nadie hubiera preferido los leones si Jesús hubiera sido simplemente un maestro de sabiduría que propagaba un código ético. De esos maestros ya había muchos en el mundo judío y en el griego, y nadie eligió dar su vida en honor a su memoria.
Jesús fue reconocido como Dios desde la era apostólica y no hay investigación histórica que pueda demostrar que los cristianos primitivos no lo creyeran así, al contrario, la evidencia es aplastante.
2. El acontecimiento único y totalmente singular de la Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. Él se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. La Iglesia debió defender y aclarar esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a unas herejías que la falseaban.
El concilio de Nicea se convocó no para discutir si Jesús era Dios, sino de qué forma lo era, y la ortodoxia ganó por goleada (300 contra 3). La mayoría sostenía, como siempre habían hecho los cristianos, que Jesús era Dios igual que el Padre era Dios. La recientemente aparecida minoría arriana decía también que Jesús era Dios pero que había sido creado por el Padre “al principio de los tiempos”, y ya no hubo más posturas en el concilio que esas dos, nadie negaba su divinidad, cero. La anterior herejía gnóstica llegada de Persia, dentro de su gran variedad, estaba casi de acuerdo en que Jesús era Dios, aunque su divinidad era vista de diferentes formas, o bien como el espíritu de Dios enviado bajo apariencia humana o bien como un ser humano divinizado por el Padre, o incluso como un dios creado por Dios. Y aún en el siglo I, antes del fin de la era apostólica, tenemos una herejía, el docetismo, que no solo reafirmaba la divinidad de Jesús, sino que lo que negaba era precisamente su humanidad, diciendo que su cuerpo humano era solo apariencia, como un fantasma. Es a esta herejía a la que el apóstol Juan combate en su epístola:
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y tocado con nuestras manos en relación con la Palabra de la vida, se trata de la vida eterna que estaba junto al Padre y que se ha manifestado, que se nos ha hecho visible y nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella y os la anunciamos—, eso que hemos visto y oído… (1 Juan 1:1-3)
Para negar a los docetas que decían que Jesús era Dios mas no hombre, Juan escribió eso, y así afirma que “la Palabra de la vida… que estaba junto al Padre” era algo que se podía ver y tocar, algo verdadera y realmente encarnado, y no solo con apariencia humana. Y al comienzo de su evangelio nos habla igualmente de esa Palabra o Verbo que está junto al Padre y que es Dios mismo:
En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y era Dios. (Juan 1:1)
Así que para el apóstol Juan, el que más tiempo vivió, el peligro de herejía no venía de una negación de la divinidad de Jesús, sino de una negación de su humanidad. En sus escritos Juan nos deja bien claro que Jesús era verdadero Dios y también verdadero hombre, y no le hizo falta ninguna votación de obispos para definir este punto.
6. ¿Quién uso por primera vez el término Trinidad?
El primero en usar esta expresión fue San Teófilo de Antioquia, en su obra Ad Autolycum usa la palabra griega Τριας (trinitas) para expresar la unión de las tres Divinas Personas en Dios. Pero sería Tertuliano quien le daría un significado más profundo, usando el término latino TRINITAS.
7. ¿Es el ES una fuerza o una persona? Justifícalo bíblicamente.
El Espíritu Santo es Dios Verdadero, Co Eterno y Consustancial al Padre y al Hijo, digno de adoración y gloria. Y te doy las pruebas de ello:
1. EL ESPIRITU SANTO ES DIOS DIVINO PORQUE:
ES ETERNO Hebreos 9:14
ES OMNIPRESENTE Salmos 139:7-10
ES OMNIPOTENTE Lucas 1:35; Génesis 1:2; Job 26:13
ES OMNICIENTE I Corintios 2:2-11; Juan 14:26; 16:12, 13
ES SANTO EN CARÁCTER Y PERSONA Lucas 11:13
ES VERDAD 1Juan 5:6
ES BENEVOLENTE Nehemías 9:20
ESTA EN COMUNION CON NOSOTROS Y DIOS I Corintios 13:14
2. EL ESPIRITU SANTO ES DIOS PORQUE HACE LO QUE SOLO DIOS PUEDE HACER
LA CREACION Job 33, 4; Salmos 104,30
LA SALVAVION I Corintios 6:11
EL SELLA DE INMEDIATO Y DE MANERA PERMANENTE EL CREYENTE NUEVO Efesios 1:13
EL DA VIDA Juan 6:63
EL ES EL AUTOR DEL NUEVO NACIMIENTO Juan 3:5, 6
EL INSPIRO LA SANTA PALABRA DE DIOS 2 Pedro 1:21
EL ES QUIEN NOS CONVENSE DE NUESTRO PECADO Juan 6:9-11
3. EL ESPIRITU SANTO ES DIOS PORQUE LA PLABRA DE DIOS SE LE ATRIBYE EL NOMBRE "DIOS.”: Isaías 6:8-10/Hechos 28:25-27 y Hechos 5:3-5
4. EL ESPIRITU SANTO ES DIOS PORQUE LA SANTA BIBLIA LE UNE AL TRINO DIOS: Mateo 28:19 y 2 Corintios 13:14
5. EL ESPÍRITU SANTO ES UNA PERSONA POR QUE:
Tiene voluntad - 1 Cor 12:11
Habla - Hechos 13:2
Ama - Romanos 15:30
Puede ser entristecido - Efesios 4:30
Convence de pecado - Juan 16:8
Crea - Génesis 1:2; Job 33:4
Reparte dones - 1 Cor. 12:8-11
Intercede Romanos 8:26
Enseña - Juan 14:26
Testifica de Jesús - Juan 15:26
Bautiza - 1 Corintios 12:13
Guía - Juan 16:13
Alienta - Hechos 9:31
Fortalece Miqueas 3:8
Da gozo - Romanos 14:17
Reconforta – Juan 14: 16-26
8. ¿Creían los primeros cristianos en la divinidad del Espíritu Santo? Da los fundamentos históricos de esta doctrina.
Los primeros cristianos sabían que Dios tenía un Nombre, y ese Nombre es Jesús, y lo confesaban.
Para ellos no era una fuerza activa e impersonal, comparable a la electricidad, como pretende la Wachtower. Por el contrario, el Espíritu Santo no sólo tenía personalidad, sino que además contaba con un papel en la vida de la Iglesia y de los creyentes (papel ya anunciado por el propio Jesús) que dejaba entrever su valor sobrehumano.
Además, sabían diferenciar las Tres Divinas Personas de la Trinidad: todos ellos habían sido bautizados en el NOMBRE del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Las palabras de Jesús transmitidas por el autor del cuarto evangelio no pueden resultar más claras: el Espíritu guiará a toda la verdad; hablará no según su propio impulso, sino lo que oiga, y anunciará el futuro.
El Espíritu Santo glorifica. "Aquél (el Espíritu Santo) me glorificará, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a ustedes" (Jn. 16,14).
El Espíritu Santo dirige la evangelización. "Además atravesaron Frigia y el país de Galacia, porque el espíritu santo les había prohibido hablar la palabra en el (distrito de) Asia" (He 16,6).
El Espíritu Santo conduce. "Porque todos los que son conducidos por el espíritu de Dios, éstos son los hijos de Dios" (Rom. 7,14).
El Espíritu Santo envía. "Por consiguiente, estos hombres, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí se embarcaron para Chipre" (He 13,4)…
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