por rarlcatgenesis » Mié Nov 03, 2010 6:02 pm
1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
La experiencia nos ha ido demostrando que existe una "cadena vocacional". Casi siempre, detrás de cada vocación y de cada cristiano comprometido, ha habido una variedad de personas que se han puesto a su servicio, que lo han formado, que han orado por su vocación, que han descubierto sus capacidades, y que han despertado en él los grandes deseos de hacerse disponible a la llamada del Señor.
Se trata de una verdadera cadena de pastores vocacionales, en la que cada cual tuvo su papel. Parece que es ineludible la exigencia de crear en torno nuestro un ámbito humano que favorezca el nacimiento y el desarrollo de las vocaciones.
Cultura, en su etimología primera latina, significa el conjunto de labores y de frutos inherentes al cultivo de los campos. Cicerón emplea la metáfora “cultura animi” (cultura y educación del alma), equivalente a la paideia griega, y que se ha trasmitido hasta nuestros días con el significado de “proceso formativo de la personalidad humana”. Cultura, como sinónimo de "saber", conjunto de conocimientos que tiene una persona.
Persona culta sería la persona “cultivada”, por oposición a la ruda que no ha cultivado sus cualidades o capacidad intelectual, artística, literaria, etc.
Actualmente, por el progreso e influjo de las ciencias antropológicas, el término cultura ha adquirido un significado mucho más amplio, se ha enriquecido. Y así, cultura es el arte, y la forma de organización sociopolítica, y la manera de celebrar las fiestas, la aparición de la vida o el desenlace de la muerte; la forma de vestir y de valorar las cosas y el quehacer humano. Cultura, en sentido antropológico, viene a equivaler a estilo de vida propio de un colectivo, tribu o pueblo; mentalidad que le anima; concepción de la vida.
Elementos de la cultura (D. Mamo): Según este autor, la cultura comprende elementos muy diversos y que abarcan el ser y quehacer de la persona en todas sus dimensiones. Enumera los siguientes:
elementos cognoscitivos: técnicos y científicos; la estructura política, la organización social, etc.
creencias (cultura implícita, sin racionalidad aparente: ritos y fiestas...);
valores y normas (no son los mismos en las diversas culturas, no hay una tipología sistemática de valores de rango universal; los llamados valores humanos son cuestionados por algunos pueblos que los tildan de producto occidental);
símbolos: sistema simbólico que funda expectativas y formas dadas de reacción; cada cultura tiene un sistema de símbolos por los que se expresa, y la lengua es sin duda el sistema simbólico más genuino de cada pueblo.
El CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) en su asamblea celebrada en Puebla afirma que la cultura “abarca la totalidad de la vida de un pueblo: conjunto de valores que lo animan y desvalores que lo debilitan y que, al ser participados en común por sus miembros, los reúne en base a una misma conciencia colectiva " (Pablo VI, Evangelii Nuntiandi 18). La cultura comprende, asimismo, las formas a través de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran, es decir, las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social, cuando no son impedidas o reprimidas por la intervencion de otras culturas dominantes”
Es esta concepción que Puebla nos presenta sobre la cultura la que preferentemente vamos a tener en cuenta a lo largo de la exposición.
Está claro que esta comprensión de la cultura se aleja de aquellas que ponen el acento en la dimensión cognoscitiva o de adquisición de destrezas en un campo u otro. Y es esta forma de entender la cultura como conjunto de valores la que aquí nos interesa.
La nueva cultura vocacional: “Es una componente de la nueva evangelización. Es cultura de la vida y de la apertura a la vida, del significado del vivir, pero también del morir”, que (frente a la ´cultura de la muerte´) subraya algunos valores, tales como:
la gratitud y la acogida del misterio,
el sentido de lo imperfecto del hombre,
la apertura del hombre a la trascendencia,
la disponibilidad a dejarse llamar por otro (por Otro) y preguntar por la vida,
la confianza en sí mismo y en el prójimo,
la libertad de conmoverse ante el don recibido,
el afecto, la comprensión, el perdón,
la capacidad de soñar y anhelar,
el asombro que permite apreciar la belleza y elegirla por su valor intrínseco
el altruismo que nace del descubrimiento de la dignidad de cualquier ser humano
la búsqueda del sentido de la vida, el deseo de encontrar la verdad7.
2. Da alguna descripción de la cultura vocacional
La expresión
•“Cultura vocacional” es una expresión que se ha hecho muy común en el lenguaje de la teología y pastoral pero se ha “explicado” poco.
•La intuición contenida en la fórmula debe desarrollarse, explicitar lo implícito.
•El título está formulado con dos palabras: “cultura”, el sustantivo “vocacional” el adjetivo que cualifica. Se establece una relación entre cultura y vocación.
2. Cultura
2.1 Etimológicamente
•Cultivo:
De la tierra… Relación con la naturaleza
De los conocimientos, del ánimo… Relación consigo mismo
De las amistades… Relación con los demás
Culto:
Homenaje que se tributa a Dios… Relación con Dios
Conjunto de modos de vida, costumbres, conocimientos, grado de desarrollo artístico, científico, etc.
2.2 Antropológicamente
•Puebla 286:
La manera como las personas cultivan:
Su relación con la naturaleza
Su relación entre sí mismas
Su relación con Dios
•Aparecida 477 recoge el mismo contenido.
2.3 Elementos de la cultura
•Puebla 287:
Los valores,
Las expresiones culturales (costumbres, lengua),
Las estructuras sociales
•Jean Ladriére, “El reto de la racionalidad”, Sígueme, Salamanca.
Sistema simbólico: ideas, creencias, símbolo.
Sistemas valorativos: valores, normas.
Sistemas expresivos: formas de expresión, de “dar sentido”.
Sistema de acción: organización social para lograr sus objetivos.
2.4 Objetivo de la cultura
•El objetivo de la cultura es la humanización plena. El hombre, haciendo cultura, se hace a sí mismo. No es “naturaleza hecha” sino que se sirve de la naturaleza, la transforma y da sentido.
•Magisterio de la Iglesia:
G.S. (Vaticano II) n. 53: “El hombre no llega a un nivel verdadero y plenamente humano sino por la cultura,…”
Puebla 286 cita el texto anterior.
Aparecida 476, “… a fin de lograr una existencia plenamente humana” y cita también G.S., 53.
3. Vocacional- vocación
Vocacional:
•Perteneciente o relativo a la vocación: ambientes, grupos, personas, actividades, instituciones, etc. En cuanto guardan relación con la vocación.
•Vocación: acción de llamar.
3.1 Antropología elemental de la vocación
• La vocación implica: un llamador o vocante, un llamado o vocado.
•El que llama
Tiene la iniciativa
Y quiere ser escuchado
•El llamado responde:
positivamente ,Sí,
negativamente, No.
•La forma y razón de la llamada y de la respuesta establecen un típica relación.
•Se llama para algo, básicamente para:
estate conmigo, acompáñame,
Una relación:
vete, aléjate.
Para un encargo, tarea.
3.2Teología elemental de la vocación
•Dios nos llama en Jesucristo:
Libremente,
Gratuitamente,
Amorosamente.
•Nosotros respondemos:
Libremente,
Amorosamente o desoyendo el llamado.
•Llamados para:
Estar con el Señor,
Ser enviados.
•Se establece una relación de comunión
Discípulos,
Amigos,
Hermanos.
3.3 Explicación elemental de la experiencia de ser llamados
•Conocimiento de la voluntad de Dios en nuestra experiencia:
Pone de relieve las relaciones que se entrecruzan entre Dios y el hombre en el nacer y desarrollarse de la vocación.
No podemos ponernos en el punto de visa de las decisiones divinas de manera que la vocación sea una ejecución ciega de lo que Dios ha elegido en mi lugar.
La llamada de Dios sólo podemos conocerla en la experiencia personal de nosotros mismos y del mundo y en el proceso psicológico y espiritual que ella suscita.
Al hablar de la experiencia hemos de distinguir: empírico, experimental y experiencial.
La experiencia vocacional es “experiencial” pues implica a toda la persona.
La persona se ve como introducida en la irradiación de un valor al que aprecia lo suficiente como para ponerse a su servicio.
•Unas circunstancias históricas concretas:
Dios nos llama a través de un valor en la situación en la que nos encontramos.
La invitación interior de la gracia origina en mi un movimiento afectivo por el que experimenta como buena para mí la tarea sugerida por las situaciones.
•Experiencia de inmanencia y de trascendencia
La experiencia de ser llamado es una experiencia personal, en la que la persona es sujeto activo viviendo e interpretando lo que le acontece, por dentro y por fuera.
Y a la vez es la experiencia de alguien que me trasciende, de una realidad a la que no puedo negarme sin negarme a mí mismo.
La vocación así entendida es primeramente una acontecimiento personal, único e incomunicable, misterioso. Ni la gracia ni la persona son totalmente “explicables”.
Pero por ser experiencia humana tiene elementos discernibles para uno mismo y para los demás.
3.4 Pedagogía elemental de la vocación
•Experiencia inicial del llamado.
•Proceso de discernimiento
•Proceso de acompañamiento
•Decisión personal
•Aceptación de la comunidad eclesial
•Realización en fidelidad creciente.
3. Menciona brevemente las acciones que se pueden llevar a cabo para fomentar la “cultura pro-vocacional
La educacion
La formacion