9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Aula virtual para comentar y discutir los temas semanales del Curso de Promoción Vocacional. El futuro de la Iglesia y de las Congregaciones depende de las vocaciones.

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9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor gache » Dom Nov 28, 2010 12:58 pm

En el Congreso sobre las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada en Europa, tenido en Roma en 1997, y en el décimo aniversario que se celebró en Madrid, en noviembre de 2007, se afirmaba que la pastoral vocacional es la vocación de la pastoral. Toda nuestra tarea pastoral realizada con niños, jóvenes o adultos y a través de cualquier mediación como puede ser, por ejemplo, la educación, la vida parroquial o los medios de comunicación social, tienen un objetivo vocacional si entendemos la vocación como el proceso a través del cual conocemos, amamos y seguimos más de cerca a Jesucristo. El objetivo de toda pastoral es suscitar la experiencia de Jesús para responder a su llamada con nuestra vida.

Cuando hablamos entre nosotros, laicos/as colaboradores, hombres y mujeres consagrados, de la pastoral vocacional, a veces, sin darnos cuenta, estamos pensando en primer lugar en suscitar y promover vocaciones para nuestra propia vocación o instituto. Hoy día esto es una tentación muy fuerte ante la falta de vocaciones, el envejecimiento de nuestras comunidades y ante las necesidades urgentes de nuestras obras apostólicas.

Es necesario situarnos ante el desafío de la pastoral vocacional sin temores ni angustias y sin prisas por acelerar los procesos personales. En algunos lugares, las familias religiosas damos una triste impresión de desesperados, al situarnos con nuestros grandes barcos pesqueros, redes y anzuelos, todos alrededor de una pequeña laguna de agua, en la que solamente se mueven unos pocos peces. Y además, rivalizando entre los pescadores porque nos arruinan el negocio.

En la pastoral vocacional tenemos que situarnos en el terreno del Espíritu y de la esperanza. Es el Espíritu de Dios el que nos mueve a esperar una realidad nueva a pesar de las apariencias contrarias. La esperanza es el secreto de la vida cristiana y el respiro absolutamente necesario en la misión de la Iglesia y, en particular, en la pastoral vocacional. Es necesario regenerar esta esperanza en los sacerdotes, en los educadores, en las familias cristianas, en las familias religiosas y en todos los que tratan con los jóvenes para apasionarlos por la vida. La esperanza pide que hagamos espacio al misterio del Señor resucitado que nos dice: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”(Mt 28,20).

En estas reflexiones queremos entrar en sintonía con el Espíritu de la esperanza. La prioridad de la pastoral vocacional tiene su raíz en la urgencia de escuchar al Espíritu de la vida, al Espíritu de Jesús, que nos sigue invitando y dando señales para que seamos testigos vivos de su presencia a través de nuestra misión, de nuestra oración y de nuestra vida comunitaria, y así seamos transparentes mediaciones para otros en su seguimiento. Los que trabajan en la animación vocacional con sus actividades, acompañamientos y discernimientos tienen que ser hombres y mujeres que “esperan”. Sus actuaciones se dirigen hacia el futuro, hacia algo que todavía no es, intentando descifrar una vida solo germinal que se desarrollará más adelante.


Nuestra animación vocacional tendría que estar abierta a la colaboración con toda la iglesia, con los laicos y otras familias religiosas, deseosos todos de provocar en los jóvenes la experiencia de Jesús. En este ambiente dejamos al Espíritu del Señor que oriente los discernimientos de los jóvenes hacia el estado de vida que sea el más indicado para seguirle, vida laical, presbiterado o vida religiosa. Y esto, lo hacemos con libertad, orgullosos de colaborar con el Espíritu en mostrarnos la voluntad de Dios, la suya, y no la nuestra, como si la voluntad de Dios estuviera ya predefinida hacia nuestra opción particular por la vida religiosa.

El tema de la prioridad de la pastoral vocacional lo quiero centrar en presentar algunos elementos necesarios para crear una cultura vocacional en nuestra vida de consagrados y en nuestra acción pastoral. Divido la presentación del tema en tres partes: Una primera, centrada en las herejías que hay que combatir, contrarias a la animación vocacional ; después presentaré algunos aspectos teológicos que favorecen dicha cultura vocacional.

Por último, indicaré algunas orientaciones prácticas en la orientación vocacional.

1.- Herejías en contra de una cultura vocacional

La máxima sagrada para toda acción pastoral y específicamete para la vocacional es la rectitud de intención. Lo que está en juego no es, ante todo, la supervivencia de nuestras obras ni de nuestra congregación, sino algo tan serio como el plan de Dios para cada persona. Se trata de no poner obstáculos, de acoger y favorecer la libertad de Dios que llama a quien El quiere y de favorecer la libertad de los jóvenes en la respuesta a su llamada. Cuanto mayor sea nuestra rectitud de intención, buscando que los jóvenes crezcan como personas, avancen en su vida de fe y se inserten en la comunidad cristiana, tanto mayor será el fruto vocacional que obtengamos.

La situación de muchas congregaciones nos obliga a actuar diligentemente para que no se pierda el don de Dios (1Tim.4,14; 2Tim.1,6) y antes de construir una cultura vocacional tenemos que afrontar algunas actitudes que nos lo impiden y nos bloquean.

a) El derrotismo: No podemos hacer nada.

Algunos opinan que puesto que las vocaciones son un don del Espíritu Santo, no cabe sino esperar pasivamente las vocaciones que al Espíritu le plazca enviar. Si Dios quiere, ya enviará vocaciones...En absoluto ponemos en tela de juicio que las vocaciones sean don de Dios y sólo de Dios; pero sería malentender la confianza en Dios no cooperar con El.

Hay una versión secularizada de esta herejía, según la cual, con los jóvenes de la actual sociedad de consumo del occidente postcristiano y posteclesial “no podemos hacer nada”. Es cierto que la situación sociocultural actual no juega a favor de la animación vocacional, pero no podemos engañarnos: los jóvenes de hoy tienen muchos valores y hay posibilidad de enganchar con ellos (Cfr. J..García Roca. Constelaciones de los jóvenes. Síntomas, oportunidades, eclipses. Cuadernos “Cristianisme i justicia, nº 62, Barcelona 1994; Jose Maria Rodríguez Olaizola, s.j. 2008).

En todo caso, la resignación no parece que ofrezca demasiados alicientes. El comprobar que otros aciertan a crear una “ecología vocacional” en su entorno pone en entredicho esta afirmación. Podemos ser instrumentos de la gracia y colaboradores de la libertad humana, sin que podamos ni debamos suplantar ni la una ni la otra.


Todos conocemos el caso típico del chico tímido que no consigue ligar con la chica de la que está enamorado (la cual, a su vez, está enamorada de él) porque no se atreve a hablarle y menos aún a decírselo. A veces consideramos impropiamente la animación vocacional como un atentado contra la libertad individual. A otros, les da vergüenza presentarse como religiosos.

El que no espabila no “liga”, como tampoco lo hace el que se queda en casa estudiando o acompañando a sus padres y no acude adonde van las chicas de su edad. ¿No será que en el terreno vocacional “ligamos” por debajo de nuestras posibilidades porque “nos da corte declararnos” y nos sentimos fuera de lugar en las “movidas” que atraen a los jóvenes?

b) El abatimiento: Hacemos lo que podemos y, sin embargo...

Es una versión más sutil de la herejía anterior y consiste en creer que hacemos todo lo que podemos: ya dedicamos energías a la pastoral juvenil, a ejercicios para jóvenes, a experiencias de verano.

Curiosamente, los grupos con más vocaciones son los que más energías invierten y los que están más convencidos de que deberíamos hacer más, en cantidad y calidad: Mejorar sus ofertas pastorales y adaptarlas; implicar en ellas a más gente; evaluarlas a fondo y regularmente; mantener en formación continua a quienes las dirigen; hacer más equipo entre los miembros de la congregación; ampliar el espectro de publicaciones y materiales de orientación vocacional, elaborando algunos para cada edad específica..

c) La excusa: Ya tenemos un (equipo) encargado.
La animación de vocaciones no es asunto exclusivo de un delegado ni de un equipo, ni siquiera de los que están en la pastoral juvenil, sino de toda la congregación. Es la comunidad entera y la congregación en su totalidad la que atrae o repele las vocaciones. El promotor vocacional es como la comadrona y la comunidad como la embarazada; si la comunidad no es fértil, la comadrona no puede hacer nada.

Esto no impide que pueda y deba existir un encargado de la animación vocacional, con una labor específica, ni que no se requieran contactos individuales con personas que puedan ser modelos significativos de identificación. Hay gran diferencia cuando un carisma es refrendado por una comunidad que va a una o cuando topa con actitudes de indiferencia y resignación. Esta batalla no se gana con francotiradores sino con la participación de todos en una estrategia de conjunto. Cada individuo, cada obra y cada comunidad tienen que hacer una aportación específica.

d) La edad: Eso es cosa de las más jóvenes; a mi edad...

Con frecuencia se oye que la promoción vocacional compete a los jóvenes y que a partir de cierta edad ya no se puede contribuir más que con la oración. Esto no es totalmente verdad. Es verdad que las jóvenes pueden aportar más cercanía y espontaneidad pero las encuestas realizadas entre religiosos que han entrado en los últimos años demuestran que para muchos, el contacto con religiosos/as adultos que vivían la plenitud del trabajo apostólico, fue determinante. Hay ejemplos de sacerdotes y religiosas mayores que envían jóvenes al noviciado. ¿No puede funcionar la edad como una disculpa fácil?


e) Es la hora de los laicos.
A veces se oye que no está bien insistir en las vocaciones de especial consagración, sacerdocio y vida consagrada. Su tiempo y su protagonismo en la Iglesia sería cosa del pasado. El siglo XXI será y habría de ser el siglo del laicado. Los religiosos y sacerdotes deberíamos reconocerlo y preparar el camino a los laicos, cediéndoles nuestro puesto.

El tema es muy complejo. No cabe duda que una eclesiología actual saluda con entusiasmo la mayoría de edad del laicado, en cuyo logro efectivo nos faltan muchos pasos. Sin embargo, la misma eclesiología del concilio valora sobremanera toda la diversidad de carismas y ministerios en la Iglesia, al servicio de la edificación de la misma y para el cumplimiento de su misión. Juan Pablo ha resaltado tanto el laicado (Christifideles laici) como el ministerio ordenado (Pastores dabo vobis) y la vida consagrada (Vita consecrata). No podemos concebir una pugna entre las diversas vocaciones, ni considerar que la valorización del laicado ha de ser en detrimento del valor, la necesidad y la identidad de los otros carismas.

2.- Elementos para la construcción de una cultura vocacional
En un reciente Sínodo europeo de los obispos se ha hablado mucho sobre los denominados “nuevos movimientos religiosos”. Sin que se conozcan estadísticas fiables, se afirma que de ellos proceden hoy en día gran parte de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Es decir, habrían logrado cuajar una cultura vocacional, tan necesaria en el conjunto de la Iglesia actual. Por ello parece conveniente extender los ojos para ver cuáles son los elementos de esta cultura vocacional.

Voy a señalar seis elementos que me parecen significativos de cara a la cultura vocacional. No parece ninguna novedad, puesto que en la bibliografía y en las conversaciones sobre estos temas se vuelve casi siempre sobre los mismos motivos: la centralidad de Jesucristo, la figura de la Virgen, la experiencia fuerte de Dios, la importancia de la Iglesia, de la vivencia comunitaria de la fe y el aprecio de las diversas vocaciones eclesiales. Los tres primeros tienen más que ver con la experiencia de Dios, mientras que los tres siguientes se refieren más a la experiencia eclesial y al ambiente grupal que genera y facilita dicha experiencia de fe.

a) La centralidad de Jesucristo
Nadie puede dudar de que la vocación nace, crece, se discierne y se consolida en el encuentro profundo con Dios. Así pues, una cultura vocacional debe propiciar, por distintos caminos, que el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo posible.

El aspecto que más llama la atención de los nuevos movimientos es la predicación descarada y entusiasta de Jesucristo. La cultura en la que vivimos no es fácil y si bien no es reacia a todo lo religioso, encuentra dificultades casi connaturales hacia la Iglesia y al mensaje que la Iglesia propone. Ante ello caben diversas alternativas.


Una opción puede ser la de la paciencia dialogante: no tratar de imponer nada, escuchar todas las dificultades que puedan tener los jóvenes actuales para confiar en el Jesucristo que la Iglesia predica, no herir la sensibilidad de los oyentes, ser tolerantes con otras posturas y considerarlas valiosas. No cabe duda de que resulta necesario un tacto especial para ser un buen evangelizador y animador vocacional y que partimos de una situación más bien de sospecha negativa frente al evangelio, que de curiosidad o de inocencia. Incluso la ignorancia, cada vez mayor con respecto al cristianismo dentro de las sociedades europeas, no destierra del todo los prejuicios negativos. ¿Qué actitudes despiertan en nosotros, pastoralistas, el contacto con los jóvenes: rabia, incapacidad, compasión..?

Otra opción, más adaptada quizás al ambiente brutal del mercado que nos envuelve, consiste en presentar, sin tapujos ni miedos ni vergüenza alguna, la propia fe como la mejor opción posible. Partir de la convicción personal, alegre, gozosa, entusiasta, desbordante, que no se puede ni callar ni encerrar; que recoge el grito de Pablo: “Ay de mi si no evangelizare” (1Cor.9,16). Una predicación descarada, que a los más prudentes revestidos de sensatez, les parece incluso descabellada, exagerada, fruto de una borrachera espiritual: “Están bebidos”(Hch 2,13). Este modo refleja mucho más poderosamente una experiencia de vida atractiva y plena; su testimonio es más convincente.

No podemos presentar nuestra fe sin alegría. El entusiasmo y el gozo se tienen que convertir en elementos intrínsecos del anuncio misionero de Jesucristo. No podemos presentar nuestra fe sin un convencimiento firme y esperanzado de que llevamos la buena noticia que los jóvenes están anhelando escuchar. Es imposible que nuestra animación vocacional alcance a alguno, si no confiamos en la fuerza de lo que anunciamos, la Palabra de Dios capaz de transformar a los oyentes (1Te 2,13). Por último, la animación vocacional deberá ir acompañada de signos de vida verdadera. Es decir, una evangelización que conjuga palabras y hechos. Aquí resultan significativas las formas de celebrar la fe (“perseveraban en la oración y en la fracción del pan”), de compartir la fe (“todo lo tenían en común”), de articular la vida cotidiana desde la fe y de mejorar la vida de los pobres.

No cabe duda de que resultan mucho más atractivos los grupos alegres, entusiastas, convencidos, con signos elocuentes de que viven lo que anuncian; que aquellos otros donde se haya introducido la duda, la resignación, el desconcierto, la desesperanza, la valoración de otras formas de vida como igual de buenas que las propias.

b) La figura de María
Siempre que se habla del tema vocacional, se termina por mencionar la figura de Nuestra Señora, la Virgen María, como uno de los factores clave en el proceso de elección y de discernimiento vocacional. María, como figura de la fe de los creyentes, constituye el modelo de discípulo, el arquetipo por antonomasia del joven con vocación.


En general, en el conjunto de la Iglesia hemos bajado bastante nuestro perfil mariano. El acompañamiento constante de María en nuestros procesos de discernimiento es una forma de ir aprendiendo de ella esas actitudes tan suyas y tan propias del creyente: la humildad, la alabanza de la grandeza de Dios, el reconocimiento de la obra que Dios hace en nosotros, la confianza desproporcionada en Dios y la esperanza en el cumplimiento de sus promesas, el cultivo de la oración, la aceptación de la cruz y de los reveses de la vida, la perseverancia en el camino de la fe a pesar de las oscuridades, el gozo por la preferencia de Dios por los humildes, la lectura creyente de la propia historia y, evidentemente, la respuesta positiva a la llamada de Dios.

c) La experiencia fuerte de Dios
Muchos reconocen que nuestro tiempo y nuestra cultura están habitados por un anhelo de experiencia espiritual, aunque a veces esté buscado fuera de la Iglesia. Los grupos religiosos que crecen son aquellos que consiguen articular y ofrecer una experiencia fuerte de Dios, que aciertan a acompañar, guiar y suscitar el encuentro directo con el Dios transcendente, con el misterio absoluto. La imagen de nuestra Iglesia, tristemente, está mucho más marcada por la insistencia en la doctrina y en las prohibiciones, sobre todo, en materia de moral económica, social y sexual.. No se percibe a la Iglesia proponiendo un Dios amable, como el que hemos encontrado los creyentes en el Padre de Nuestro Señor Jesucristo; no acertamos a invitar a hacer la experiencia fabulosa de encontrarse con Jesucristo. Una Iglesia así tiene pocas posibilidades de ser fecunda.

Los nuevos movimientos, en general, han acertado a configurar una auténtica experiencia de Dios. En muchos de ellos la liturgia resulta una celebración de la fe, que la recrea y alimenta, no un acto aburrido y sin experiencia espiritual.

d) Sentido de Iglesia
Aunque la experiencia de fe constituya un factor fundamental en la cultura vocacional, no cabe duda de que la inserción en un cuerpo eclesial que la cultiva, la facilita y la promueve, repercute significativamente en las vocaciones. ¿Qué sucede en determinados grupos religiosos para que en ellos las vocaciones florezcan con mayor abundancia? ¿Qué formas sociales-eclesiales de vivir la fe resultan estimulantes para la vocación?

Al pasar a este terreno entramos en un campo mucho más polémico, donde las diferencias entre los distintos grupos eclesiales comportan una fuerte carga emocional e ideológica.

Resulta casi imposible, a pesar de la gracia, que se den vocaciones eclesiales en medios donde se muestra una cierta desafección a la Iglesia. A pesar de las razones del malestar de muchos cristianos con la Iglesia, parece claro que las vocaciones solamente florecerán en aquellos grupos en los que, sin cerrar los ojos al pecado eclesial, se viva un fuerte sentido eclesial, radicado en la alegría de la pertenencia a la Iglesia, el deseo de servirla y el reconocimiento de su puesto singular en la economía de la salvación querida por Jesucristo.

Una de las características de los nuevos movimientos consiste en este sentir eclesial y en estar en sintonía con el Papa. Leen sus documentos, secundan sus iniciativas con entusiasmo y convicción.


En cualquier grupo social, el aprecio de sus dirigentes, la comunión con ellos, la convicción de gozar de una buena dirección, resulta uno de los elementos determinantes para una pertenencia tranquila, pacífica y satisfecha. También es uno de los puntos de apoyo o de inconveniente. Un escándalo grave por parte de algún directivo o la división manifiesta entre ellos, repercute negativamente en las posibilidades de conseguir nuevos miembros o de captar simpatizantes

La jerarquía, el Papa y los obispos, ocupan un ministerio singular dentro de la comunidad cristiana. El sentir con la Iglesia y una eclesiología sana pasa por el aprecio y la estima de nuestros pastores. Esto no implica una ceguera ante sus defectos, ante su poco aprecio por la vida consagrada e incluso su débil insistencia en otro tipo de imágenes eclesiales centrales en el concilio Vaticano II, como Iglesia Pueblo de Dios o Iglesia comunión. Pero algunas maneras de hablar acerca de nuestros pastores son autodestructivas de nuestro propio ser eclesial. Tenemos que conseguir transmitir una vivencia del misterio de la Iglesia, de su centralidad en el plan de salvación, de algunos de sus aspectos teológicos,-madre de los creyentes, esposa de Cristo, templo del Espíritu Santo-, de tal modo que mostremos una pertenencia eclesial gozosa y agradecida, si queremos crear un campo de cultivo propicio donde las vocaciones eclesiales puedan crecer. Para una fe madura no debería resultar un problema descubrir una Iglesia pecadora, necesitada de reforma en mucha de sus instancias. La Iglesia no se identifica con el Reino de Dios (LG5); pero si nos alejamos de ella corremos el peligro de terminar más lejos y apartados del reino, del que ella es germen y al que está íntimamente ligada (LG3;13).

e) Vivencia comunitaria de la fe
Las personas que piensan en una posible vocación a la vida consagrada van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria auténtica. El individualismo corre el peligro de rebajar la dimensión corporativa del seguimiento en la vida consagrada. Mientras no superemos la crisis de individualismo y de obediencia en la vida religiosa difícilmente podemos soñar con que quienes nos rodean se sientan atraídos por nuestro modo de vida. Para un proyecto individual, por muy santo que sea, no es necesario unirse a ningún grupo.

Desde un punto de vista de la cultura vocacional, la vivencia y la expresión comunitaria de la fe es uno de los factores que más ayudan. Son las comunidades vigorosas las que reúnen a su alrededor, a aquellos cristianos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida. De ahí que el elemento comunitario: compartir la fe, rezar juntos, celebrarla juntos, formarse juntos, discernir juntos..sea un factor central de la cultura vocacional.

En una vivencia comunitaria de la fe deben estar presentes y bien articuladas las siguientes dimensiones: La liturgia o aspecto celebrativo, orante y sacramental, de encuentro personal y comunitario con el misterio; el aspecto misionero, testimonial, catequético, de anuncio, propagación e instrucción en la fe; la diaconía o dimensión de servicio fraterno en toda la variedad de atención a los pobres, abandonados o despreciados; y la koinonía o vivencia de la fe en armonía eclesial. Las comunidades que consiguen articular estas dimensiones de la fe, representan el lugar propicio para el florecimiento de las vocaciones.

f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas
Aquí tocamos uno de los temas más candentes y discutidos en la crisis de la pastoral vocacional. Si antes del concilio se realizaba una pastoral vocacional decidida, con sus fallos y exageraciones, el tiempo posterior llevó a un abandono de la pastoral vocacional. Todavía se da una resistencia a la misma. Como reflejo de esa crisis, abunda más la preocupación por las vocaciones que los planes precisos y experimentados de pastoral vocacional. El Congreso sobre las vocaciones en Europa, en su documento Nuevas vocaciones para la nueva Europa, propone articular toda la pastoral en clave vocacional.

Difícilmente se va a realizar bien o se va a proponer bien la elección de vida si no se aprecian las diversas vocaciones en el interior de la iglesia. No se trata de una guerra entre las diversas vocaciones. Cada una de ellas refleja la excelencia de la vida cristiana, y en todas ellas se puede vivir la santidad y la perfección, la plenitud de la vida cristiana. Ahora bien, como reacción a una insistencia desproporcionada sobre el valor del ministerio ordenado y de la vida consagrada, se ha pasado en algunos ambientes bien a ignorar la cuestión de la elección de vida o bien incluso a considerar, tácitamente, que el laicado es una forma de vida superior o más actual.

La reacción en contra de una Iglesia excesivamente clerical parece positiva. La pastoral vocacional no puede considerarse una pastoral anti-laical. Esto no quita que tanto el ministerio ordenado como la vida consagrada representen dentro de la Iglesia dos formas excelentes de vida cristiana, que toda comunidad cristiana debería estar empeñada en promover.

En muchos de los nuevos movimientos se celebra vivamente la existencia de vocaciones en su seno, se aprecian las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, las familias se alegran de que broten en su seno, lo entienden como una enorme bendición de Dios, en estas comunidades se reza por estas vocaciones, se presenta su belleza, se vive su atractivo por parte de todos los miembros, ya sean llamados o no. Tales comunidades constituyen un caldo de cultivo propicio para las vocaciones.

Soy consciente que estos seis elementos teológicos presentados para crear una cultura vocacional no bastan. Seguramente hay otros aspectos que inciden en este tema tan complejo. Ciertamente, existen al menos otros elementos, antropológicos (maduración de la persona: capacidad de silencio y soledad, resistencia ante las dificultades, mayor o menor fuerza de voluntad en las toma de decisiones, compromisos a largo plazo, autonomía...; desarrollo afectivo-sexual, acompañamiento, etc.) y sociológicos (ambiente familiar, fuerte incidencia en la identidad personal de la familia, el dinero y la profesión, cultura del presentismo, horizonte débil de valores, etc.) que afectan especialmente a la pastoral vocacional. No es posible tratarlo todos aquí.

Un tercer apartado de nuestra exposición es el que anunciaba al inicio como orientaciones operativas en la pastoral vocacional. Tampoco quiero ser exhaustivo en esto, pero indicaré las que creo más importantes.



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1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
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gache
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor queen moreno » Mar Nov 30, 2010 11:21 am

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
El derrotismo, el abatimiento, la excusa y la edad.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo: El entusiasmo y el gozo son elementos clave en el anuncio misionero, no podemos promover una cultura vocacional sin alegria, debemos tener el mismo entusiasmo de Jesus.
b) La figura de María: Maria es el primer modelo de vocacion joven, modelo de un si incondicional al llamado de dios.
c) La experiencia fuerte de Dios: Se tiene que ofrecer una experiencia fuerte de Dios mediente celebraciones de fe no mediante de cultura de prohibiciones.
d) Sentido de Iglesia: Estar en sintonia con todo lo eclesial mediante el conocimiento y el estudio de las doctrinas de la iglesia.
e) Vivencia comunitaria de la fe: El factor central de la cultura vocaciones en hacer un trabajo en comunidad el individualismo lleva al fracaso, el trabajon comunitario lleva al exito vocacional.
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas: se deben apreciar y conocer todas las vocaciones existentes dentro de la iglesia para poder, cada una tiene su propio valor y sobre todo el fin ultimo de servir a Dios.

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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor mariaines » Mar Nov 30, 2010 11:38 am

Participación en el Foro

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
Hay que superar el derrotismo, diciendo que no podemos hacer nada; el abatimiento (hacemos lo que podemos pero…); la excusa (ya tenemos un equipo encargado); la edad (es cosa de jóvenes); el escudarnos en el afirmar que es la hora de los laicos entre otras. Sí cultivar una gran esperanza, un espíritu de colaboración entre todos para ayudar a los jóvenes a descubrir el proyecto de Dios.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo: propiciar, por distintos caminos, que el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo posible.
b) La figura de María: María, como figura de la fe de los creyentes, constituye el modelo de discípulo, el arquetipo por antonomasia del joven con vocación.
c) La experiencia fuerte de Dios: aun desde la liturgia ayudar a esta experiencia de un Dios que es amor.
d) Sentido de Iglesia: radicado en la alegría de la pertenencia a la Iglesia, el deseo de servirla y el reconocimiento de su puesto singular en la economía de la salvación querida por Jesucristo.
e) Vivencia comunitaria de la fe: es uno de los factores que más ayudan. Son las comunidades vigorosas las que reúnen a su alrededor, a aquellos cristianos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida. De ahí que el elemento comunitario: compartir la fe, rezar juntos, celebrarla juntos, formarse juntos, discernir juntos..sea un factor central de la cultura vocacional.
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas: Cada una de ellas refleja la excelencia de la vida cristiana, y en todas ellas se puede vivir la santidad y la perfección, la plenitud de la vida cristiana.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor fitopaez » Mar Nov 30, 2010 12:04 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
A) Derrotismo: No podemos hacer nada.
B) Abatimiento: Hacemos lo que podemos y, sin embargo...
c) La excusa: Ya tenemos un (equipo) encargado.
D) La edad: Eso es cosa de las más jóvenes; a mi edad...
E) Es la hora de los laicos: El siglo XXI será y habría de ser el siglo del laicado
2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo : ya que El es el enviado del Señor y por el cual somos participes de la salvaciòn y en el que nos hacemos hijos e hijas de Dios, a quiens se proclama es la palabra de Dios encarnada en Jesucristo quie hace la voluntad del padre.
b) La figura de María: la Virgen María, como uno de los factores clave en el proceso de elección y de discernimiento vocacional. María, como figura de la fe de los creyentes, constituye el modelo de discípulo, el arquetipo por antonomasia del joven con vocación.
c) La experiencia fuerte de Dios: se debe configurar una auténtica experiencia de Dios. En muchos de ellos la liturgia resulta una celebración de la fe, que la recrea y alimenta, no un acto aburrido y sin experiencia espiritual además de un acto en el que hacemos cercano al hermano y no hablamos de èl o lo alejamos.
d) Sentido de Iglesia: sentir eclesial ( Familia) ( Asamblea) que vive y se preocupa no solo por la vida del otro como chisme sino como hermano que ayuda al que lo necesita recordemos hechos 2 donde resalta la preocupacion de los hermanos y en estar en sintonía con el Papa es decir con las obras de la iglesia en la caridad y el amor.
e) Vivencia comunitaria de la fe: Son las comunidades vigorosas las que reúnen a su alrededor, a aquellos cristianos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida. De ahí que el elemento comunitario: compartir la fe, rezar juntos, celebrarla juntos, formarse juntos, discernir juntos..sea un factor central de la cultura vocacional.
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas: en las comundiades debemos celebrar vivamente la existencia de vocaciones en su seno, se aprecian las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, las familias se alegran de que broten en su seno, lo entienden como una enorme bendición de Dios, en estas comunidades se reza por estas vocaciones, se presenta su belleza, se vive su atractivo por parte de todos los miembros, ya sean llamados o no. Tales comunidades constituyen un caldo de cultivo propicio para las vocaciones.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor normiux » Mar Nov 30, 2010 12:31 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
a) El derrotismo: No podemos hacer nada.

b) El abatimiento: Hacemos lo que podemos y, sin embargo...

c) La excusa: Ya tenemos un (equipo) encargado.

d) La edad: Eso es cosa de las más jóvenes; a mi edad...

e) Es la hora de los laicos.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional

Mantener una actitud dispuesta a evangelizar con amor y alegría sin caer en un sinsentido de las cosas de Dios, la vocación no centrarla precisamente en una consagración o sea monja o sacerdote si no mostrar que el encontrar una vocación es cumplir en plan de Dios ese que el ah creado solo para ti . :lol:
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor Gabriela_Ladron » Mar Nov 30, 2010 4:51 pm

.1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?

1.El derrotismo: la idea de que no hay nada que podamos hacer
2.El abatimiento: consiste en creer que hacemos todo lo que podemos, aunque falta invertir energías.
3.La excusa: Ya se tiene un encargado
4.La edad: Se piensa que sólo es para jóvenes
5.Es la hora de los laicos. El siglo XXI será y habría de ser el siglo del laicado. Los religiosos y sacerdotes deberíamos reconocerlo y preparar el camino a los laicos, cediéndoles nuestro puesto. carismas.

2.Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional

•La centralidad de Jesucristo Se debe propiciar, por distintos caminos, que el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo posible.
•La figura de María María, como figura de la fe de los creyentes, constituye el modelo de discípulo, el arquetipo por antonomasia del joven con vocación.
• La experiencia fuerte de Dios Muchos reconocen que nuestro tiempo y nuestra cultura están habitados por un anhelo de experiencia espiritual, aunque a veces esté buscado fuera de la Iglesia. Los grupos religiosos que crecen son aquellos que consiguen articular y ofrecer una experiencia fuerte de Dios, que aciertan a acompañar, guiar y suscitar el encuentro directo con el Dios transcendente, con el misterio absoluto
•Sentido de Iglesia La inserción en un cuerpo eclesial que la cultiva, la facilita y la promueve, repercute significativamente en las vocaciones
•Vivencia comunitaria de la fe Las personas que piensan en una posible vocación a la vida consagrada van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria auténtica.
•Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas Difícilmente se va a realizar bien o se va a proponer bien la elección de vida si no se aprecian las diversas vocaciones en el interior de la iglesia. No se trata de una guerra entre las diversas vocaciones. Cada una de ellas refleja la excelencia de la vida cristiana, y en todas ellas se
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor SIEMBRA » Mar Nov 30, 2010 7:23 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
El derrotismo
Abatimiento
Excusa
Edad
Es la hora de los laicos
Todas estas actitudes son necesarias de enfrentar y confrontar pues son comunes en nuestra realidad actual. Cada una expresa actitudes de desilusión, de sentirse fracasado al no ver resultados, y de dejarse llevar por la generalidad.
Debemos tomar conciencia de la realidad y enfrentar con optimismo y fe los caminos que vamos teniendo y no perder la confianza en Aquél que nos llamó y sigue llamando.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo
Toda vocación debe estar centrada en la persona de Jesús, es ÉL quien quien llama y acompaña. Se debe buscar que la persona tenga un encuentro profundo e íntimo con Jesús de manera que esto sea lo central en su vida.
b) La figura de María
María es un ejemplo de vida clave de una respuesta vocacional dada con entrega y fidelidad. La figura de María debe resaltarse y contribuir al discernimiento vocacional del joven
c) La experiencia fuerte de Dios
Como lo menciono anteriormente, la experiencia de Dios desde el encuentro fundante y diario con ÉL. Hace el discernimiento vocacional profundo, serio y de una intimidad fecunda. Se debe guiar al encuentro con Dios que fortalezcal la relación y el camino ascético a seguirlo

d) Sentido de Iglesia
El sentirse llamado es sentirse llamado a ser constructor del cuerpo de la Iglesia que somos todos, Todos tenemos la misión de hacerla vida, pero es importante, qué participación estamos teniendo ante la misma.

e) e) Vivencia comunitaria de la fe
Las personas que piensan en una posible vocación a la vida consagrada van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria auténtica. El llamado que Dios nos hace es personal, pero el servicio y misión que nos encomienda es en comunidad, Es decir es necesario el compartir con otros la experiencia de fe que tenemos y que deseamos construir. La comunidad es la que nos fortalece en nuestro crecimiento personal y vocacional, Dios llama a seguirlo en comunidad y a compartir juntos su mensaje de amor.
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas
Ante la realidad que vivimos en nuestros días, el aprecio , oración y entrega por las vocacionales sacerdotales y consagradas debe aumentar y ser cada día más fecundo. Nuestra misión es compartir y contagiar de este estilo de vida de seguimiento de Jesús. Debemos apreciar de una manera especial la vida sacerdotal que en la actualidad se está desprestigiando y sacar a relucir esas vidas sacerdotales que se entregan día con día y que permanecen en lo oculto dando testimonio de Jesús Sacerdote.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor rarlcatgenesis » Mar Nov 30, 2010 7:38 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
a) El derrotismo: No podemos hacer nada.
b) El abatimiento: Hacemos lo que podemos y, sin embargo...
c) La excusa: Ya tenemos un (equipo) encargado.
d) La edad: Eso es cosa de las más jóvenes; a mi edad...
e) Es la hora de los laicos.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo
Nadie puede dudar de que la vocación nace, crece, se discierne y se consolida en el encuentro profundo con Dios. Así pues, una cultura vocacional debe propiciar, por distintos caminos, que el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo posible.


b) La figura de María
Siempre que se habla del tema vocacional, se termina por mencionar la figura de Nuestra Señora, la Virgen María, como uno de los factores clave en el proceso de elección y de discernimiento vocacional. María, como figura de la fe de los creyentes, constituye el modelo de discípulo, el arquetipo por antonomasia del joven con vocación.
En general, en el conjunto de la Iglesia hemos bajado bastante nuestro perfil mariano. El acompañamiento constante de María en nuestros procesos de discernimiento es una forma de ir aprendiendo de ella esas actitudes tan suyas y tan propias del creyente: la humildad, la alabanza de la grandeza de Dios, el reconocimiento de la obra que Dios hace en nosotros, la confianza desproporcionada en Dios y la esperanza en el cumplimiento de sus promesas, el cultivo de la oración, la aceptación de la cruz y de los reveses de la vida, la perseverancia en el camino de la fe a pesar de las oscuridades, el gozo por la preferencia de Dios por los humildes, la lectura creyente de la propia historia y, evidentemente, la respuesta positiva a la llamada de Dios.

c) La experiencia fuerte de Dios
Muchos reconocen que nuestro tiempo y nuestra cultura están habitados por un anhelo de experiencia espiritual, aunque a veces esté buscado fuera de la Iglesia. Los grupos religiosos que crecen son aquellos que consiguen articular y ofrecer una experiencia fuerte de Dios, que aciertan a acompañar, guiar y suscitar el encuentro directo con el Dios transcendente, con el misterio absoluto. La imagen de nuestra Iglesia, tristemente, está mucho más marcada por la insistencia en la doctrina y en las prohibiciones, sobre todo, en materia de moral económica, social y sexual.. No se percibe a la Iglesia proponiendo un Dios amable, como el que hemos encontrado los creyentes en el Padre de Nuestro Señor Jesucristo; no acertamos a invitar a hacer la experiencia fabulosa de encontrarse con Jesucristo. Una Iglesia así tiene pocas posibilidades de ser fecunda.

d) Sentido de Iglesia
Aunque la experiencia de fe constituya un factor fundamental en la cultura vocacional, no cabe duda de que la inserción en un cuerpo eclesial que la cultiva, la facilita y la promueve, repercute significativamente en las vocaciones. ¿Qué sucede en determinados grupos religiosos para que en ellos las vocaciones florezcan con mayor abundancia? ¿Qué formas sociales-eclesiales de vivir la fe resultan estimulantes para la vocación?
Al pasar a este terreno entramos en un campo mucho más polémico, donde las diferencias entre los distintos grupos eclesiales comportan una fuerte carga emocional e ideológica.
Resulta casi imposible, a pesar de la gracia, que se den vocaciones eclesiales en medios donde se muestra una cierta desafección a la Iglesia. A pesar de las razones del malestar de muchos cristianos con la Iglesia, parece claro que las vocaciones solamente florecerán en aquellos grupos en los que, sin cerrar los ojos al pecado eclesial, se viva un fuerte sentido eclesial, radicado en la alegría de la pertenencia a la Iglesia, el deseo de servirla y el reconocimiento de su puesto singular en la economía de la salvación querida por Jesucristo.



e) Vivencia comunitaria de la fe
Las personas que piensan en una posible vocación a la vida consagrada van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria auténtica. El individualismo corre el peligro de rebajar la dimensión corporativa del seguimiento en la vida consagrada. Mientras no superemos la crisis de individualismo y de obediencia en la vida religiosa difícilmente podemos soñar con que quienes nos rodean se sientan atraídos por nuestro modo de vida. Para un proyecto individual, por muy santo que sea, no es necesario unirse a ningún grupo.

Desde un punto de vista de la cultura vocacional, la vivencia y la expresión comunitaria de la fe es uno de los factores que más ayudan. Son las comunidades vigorosas las que reúnen a su alrededor, a aquellos cristianos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida. De ahí que el elemento comunitario: compartir la fe, rezar juntos, celebrarla juntos, formarse juntos, discernir juntos..sea un factor central de la cultura vocacional.

f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas
Aquí tocamos uno de los temas más candentes y discutidos en la crisis de la pastoral vocacional. Si antes del concilio se realizaba una pastoral vocacional decidida, con sus fallos y exageraciones, el tiempo posterior llevó a un abandono de la pastoral vocacional. Todavía se da una resistencia a la misma. Como reflejo de esa crisis, abunda más la preocupación por las vocaciones que los planes precisos y experimentados de pastoral vocacional. El Congreso sobre las vocaciones en Europa, en su documento Nuevas vocaciones para la nueva Europa, propone articular toda la pastoral en clave vocacional.

Difícilmente se va a realizar bien o se va a proponer bien la elección de vida si no se aprecian las diversas vocaciones en el interior de la iglesia. No se trata de una guerra entre las diversas vocaciones. Cada una de ellas refleja la excelencia de la vida cristiana, y en todas ellas se puede vivir la santidad y la perfección, la plenitud de la vida cristiana. Ahora bien, como reacción a una insistencia desproporcionada sobre el valor del ministerio ordenado y de la vida consagrada, se ha pasado en algunos ambientes bien a ignorar la cuestión de la elección de vida o bien incluso a considerar, tácitamente, que el laicado es una forma de vida superior o más actual.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor CarmelitaMR » Mar Nov 30, 2010 9:41 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
situarnos en el terreno del Espíritu y de la esperanza
Nuestra animación vocacional tendría que estar abierta a la colaboración con toda la iglesia, con los laicos y otras familias religiosas, deseosos todos de provocar en los jóvenes la experiencia de Jesús


2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
las herejías que hay que combatir,
El derrotismo. Si Dios quiere, ya enviará vocaciones… no cooperar con El.
El abatimiento: Hacemos lo que podemos y consiste en creer que hacemos todo lo que podemos
La excusa: Ya tenemos un (equipo) encargado.
La edad: Eso es cosa de las más jóvenes; a mi edad...
Es la hora de los laicos. Ser religioso es pasado de moda, ahora todos somos laicos

aspectos teológicos que favorecen dicha cultura vocacional.
la centralidad de Jesucristo, el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo posible
la figura de la Virgen, ejemplo de seguimiento y fe en Dios
la experiencia fuerte de Dios,
la importancia de la Iglesia, alegría de la pertenencia a la Iglesia, el deseo de servirla. El aprecio de sus dirigentes, la comunión con ellos, la convicción de gozar de una buena dirección, resulta uno de los elementos determinantes para una pertenencia tranquila, pacífica y satisfecha. Esto no implica una ceguera ante sus defectos. Pero para una fe madura no debería resultar un problema descubrir una Iglesia pecadora, necesitada de reforma en mucha de sus instancias.

de la vivencia comunitaria de la fe
las personas van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria auténtica.
En una vivencia comunitaria de la fe deben estar presentes y bien articuladas las siguientes dimensiones:
La liturgia o aspecto celebrativo, orante y sacramental, de encuentro personal y comunitario con el misterio;
el aspecto misionero, testimonial, catequético, de anuncio, propagación e instrucción en la fe;
servicio fraterno en toda la variedad de atención a los pobres, abandonados o despreciados;
y la koinonía o vivencia de la fe en armonía eclesial.
y el aprecio de las diversas vocaciones eclesiales.
CarmelitaMR
 
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor VictorRonald » Mar Nov 30, 2010 10:34 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
a) El derrotismo: No podemos hacer nada.
b) El abatimiento: Hacemos lo que podemos y, sin embargo...
c) La excusa: Ya tenemos un (equipo) encargado.
d) La edad: Eso es cosa de los más jóvenes; a mi edad...
e) Es la hora de los laicos

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo: El entusiasmo y el gozo se tienen que convertir en elementos intrínsecos del anuncio misionero de Jesucristo. No podemos presentar nuestra fe sin un convencimiento firme y esperanzado de que llevamos la buena noticia que los jóvenes están anhelando escuchar. Es imposible que nuestra animación vocacional alcance a alguno, si no confiamos en la fuerza de lo que anunciamos, la Palabra de Dios capaz de transformar a los oyentes (1Te 2,13). Por último, la animación vocacional deberá ir acompañada de signos de vida verdadera.
b) La figura de María: El acompañamiento constante de María en nuestros procesos de discernimiento es una forma de ir aprendiendo de ella esas actitudes tan suyas y tan propias del creyente: la humildad, la alabanza de la grandeza de Dios, el reconocimiento de la obra que Dios hace en nosotros, la confianza desproporcionada en Dios y la esperanza en el cumplimiento de sus promesas, el cultivo de la oración, la aceptación de la cruz y de los reveses de la vida, la perseverancia en el camino de la fe a pesar de las oscuridades, el gozo por la preferencia de Dios por los humildes, la lectura creyente de la propia historia y, evidentemente, la respuesta positiva a la llamada de Dios.
c) La experiencia fuerte de Dios: Los nuevos movimientos, en general, han acertado a configurar una auténtica experiencia de Dios. En muchos de ellos la liturgia resulta una celebración de la fe, que la recrea y alimenta, no un acto aburrido y sin experiencia espiritual.
d) Sentido de Iglesia: Las vocaciones solamente florecerán en aquellos grupos en los que, sin cerrar los ojos al pecado eclesial, se viva un fuerte sentido eclesial, radicado en la alegría de la pertenencia a la Iglesia, el deseo de servirla y el reconocimiento de su puesto singular en la economía de la salvación querida por Jesucristo.
e) Vivencia comunitaria de la fe: Desde un punto de vista de la cultura vocacional, la vivencia y la expresión comunitaria de la fe es uno de los factores que más ayudan. Son las comunidades vigorosas las que reúnen a su alrededor, a aquellos cristianos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida.
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas: La pastoral vocacional no puede considerarse una pastoral anti-laical. Esto no quita que tanto el ministerio ordenado como la vida consagrada representen dentro de la Iglesia dos formas excelentes de vida cristiana, que toda comunidad cristiana debería estar empeñada en promover.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor Javier AP » Mar Nov 30, 2010 11:12 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
a) El derrotismo: Pensar anticipadamente en que no podemos hacer nada, sin intentarlo primeramente.
b) El abatimiento: Considerar que hacemos lo que podemos y, sin embargo, no vemos resultados, pero más que todo por falta de compromiso.
c) La excusa: Ya tenemos una persona o un equipo encargado, sin pensar que cada uno puede contribuir con su granito de arena en las vocaciones.
d) La edad: Eso es cosa de los o de las más jóvenes; a mi edad ya no puedo contagiar a nadie.
e) Es la hora de los laicos.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
- La centralidad de Jesucristo. Quién mejor que Jesús sea el que mueva y motive nuestra vida vocacional, por lo que debemos de irradiar esa alegría que Jesús nos dejo.
- La figura de la Virgen. Nuestra Madre Santísima, figura esencial en las vocaciones, primera en dejarse llevar por el amor de nuestro Padre, sin vacilar en dar el sí, viva expresión de caridad, servicio y obediencia, elementos importantes para la cultura vocacional.
- La experiencia fuerte de Dios. Solo cuando tenemos ese encuentro con Dios, es cuando nos enamoramos realmente de Él, y encontramos sentido a la vida, a su llamado. Compartamos esa vivencia con todos.
- La importancia de la Iglesia. El cuerpo vivo de Jesús, es precisamente la Iglesia, donde se encuentran todos los carismas al servicio de las personas, guiados por el Espíritu.
- De la vivencia comunitaria de la fe. Cual es la mejor forma de promocionar las vocaciones, es precisamente uniéndonos en la comunidad, compartiendo con cada uno lo que Dios nos ha regalado, expresando esa alegría que nos da el sentirnos unidos a Cristo.
- El aprecio por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Valorar en todo lo que cabe, el tener a un Sacerdote o Religiosa dentro del seno familiar. Gran bendición recibida por Dios nuestro Señor.

"Estén siempre alegres, dice el Señor"
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor alvarezcruz » Mié Dic 01, 2010 9:36 am

1.)
situarnos en el terreno del Espíritu y de la esperanza
Nuestra animación vocacional tendría que estar abierta a la colaboración con toda la iglesia, con los laicos y otras familias religiosas, deseosos todos de provocar en los jóvenes la experiencia de Jesús


2.)
las herejías que hay que combatir.
El derrotismo. Si Dios quiere, ya enviará vocaciones… no cooperar con El.
El abatimiento: Hacemos lo que podemos y consiste en creer que hacemos todo lo que podemos
La excusa: Ya tenemos un (equipo) encargado.
La edad: Eso es cosa de las más jóvenes; a mi edad...
Es la hora de los laicos. Ser religioso es pasado de moda, ahora todos somos laicos

aspectos teológicos que favorecen dicha cultura vocacional.
la centralidad de Jesucristo, el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo posible
la figura de la Virgen, ejemplo de seguimiento y fe en Dios
la experiencia fuerte de Dios,
la importancia de la Iglesia, alegría de la pertenencia a la Iglesia, el deseo de servirla. El aprecio de sus dirigentes, la comunión con ellos, la convicción de gozar de una buena dirección, resulta uno de los elementos determinantes para una pertenencia tranquila, pacífica y satisfecha. Esto no implica una ceguera ante sus defectos. Pero para una fe madura no debería resultar un problema descubrir una Iglesia pecadora, necesitada de reforma en mucha de sus instancias.

de la vivencia comunitaria de la fe
las personas van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria auténtica.
En una vivencia comunitaria de la fe deben estar presentes y bien articuladas las siguientes dimensiones:
La liturgia o aspecto celebrativo, orante y sacramental, de encuentro personal y comunitario con el misterio;
el aspecto misionero, testimonial, catequético, de anuncio, propagación e instrucción en la fe;
servicio fraterno en toda la variedad de atención a los pobres, abandonados o despreciados;
y la koinonía o vivencia de la fe en armonía eclesial.
y el aprecio de las diversas vocaciones eclesiales.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor Leonesa » Mié Dic 01, 2010 9:48 am

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
a) El derrotismo: Esa idea que tenemos de no podemos hacer nada ya.
b) El abatimiento: El creer que ya hacemos lo que podemos, pero no invertimos
demasiadas energía, para que se vean los resultados que queremos.
c) La excusa: La idea que de que tenemos una persona o un equipo encargado, sin
tomar conciencia de que cada uno poniendo un poco de su parte puede hacer algo
para aportar su granito de arena en las vocaciones
d) La edad: Eso es cosa de los más jóvenes; a mi edad... Sin darnos cuenta que el
aportar algo no depende de la edad sino de mas cosas, porque una persona mayor
puede aportar tanto o mas que una persona joven.
e) Es la hora de los laicos. No solo de ellos, debe ser un trabajo conjunto, a la par.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo. Que debe propiciar, por distintos caminos, que el encuentro con Dios sea continuado, afectivo, auténtico, firme, transformante,…
b) La figura de María, como imagen de la fe de los creyentes, debe ser constitutiva del modelo de discípulo, la imagen por excelencia del joven con vocación.
c) La experiencia fuerte de Dios. Desde un encuentro total y diario con Dios. Haciendo un discernimiento profundo y enamorándonos realmente de Él, así encontramos sentido a nuestra vida y dar una respuesta a Dios.
d) Sentido de Iglesia. Si perdemos de vista el sentido de Iglesia, estamos perdidos porque es la Iglesia un foco fuerte de vivencia vocacional, fortalecido con la oración y la vida comunitaria, sintiendo un fuerte deseo de servirla y de poner al servicio de la Iglesia la vocación a la que hemos sido llamados.
e) Vivencia comunitaria de la fe. La vivencia y la expresión comunitaria de la fe es uno puntal muy importante que ayuda en la promoción de las vocaciones. Porque son las comunidades las que congregan a su alrededor a aquellos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida.
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas: Ante la realidad que vivimos en nuestros días, el aprecio que se debería tener por las vocacionales sacerdotales y consagradas debería ir en aumento y ser cada día más fecundo. Pero para ello los sacerdotes y consagrados deberíamos de contagiar el deseo de compartir y vivir el estilo de vida de Jesús, transmitir alegría y gozo, ya que muchas veces es todo lo contrario.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor Irad » Mié Dic 01, 2010 11:37 am

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?

El derrotismo: Pensar que no se puede hacer nada frente a la falta de vocaciones y que estas deben llegar solo por obra de Dios son que intervenga su iglesia.

El abatimiento: Perder la esperanza. Pensar que se hace todo lo posible pero no se dan resultados.

La excusa: Pensar que la pastoral vacacional es solo cuestión de los encargados.

La edad: Pensar en la edad como un impedimento para ayudar en la búsqueda y promoción de las vocaciones.

Es hora de los laicos: Pensar que la vida consagrada ahora tiene menor importancia que la vida laical, y por tanto dejar de buscar vocaciones a la vida consagrada.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional

La centralidad de Jesucristo: Se trata de propiciar un encuentro con dios continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo.

La figura de María: Reconocer en María el modelo de discípulo que busca a Dios. Buscar en su ejemplo la vocación.

La experiencia fuerte de Dios: Configurar en los grupos una verdadera y auténtica experiencia con Dios, acompañar, guiar y suscitar este encuentro.

Sentido de Iglesia: Entender que todos somos parte de la iglesia y que ocupamos un lugar en ella, las vocaciones solo podrán surgir donde se tenga un fuerte sentido eclesial.

Vivencia comunitaria de la fe: Desde un punto de vista de la cultura vocacional, la vivencia y la expresión comunitaria de la fe es uno de los factores que más ayudan. Son las comunidades vigorosas las que reúnen a su alrededor, a aquellos cristianos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida. De ahí que el elemento comunitario: compartir la fe, rezar juntos, celebrarla juntos, formarse juntos, discernir juntos..sea un factor central de la cultura vocacional.

Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas: Darle su lugar a este tipo de vocaciones y considerarlas como una bendición de Dios.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor silvia Elena Aguirre » Mié Dic 01, 2010 9:05 pm

1.- Para poder construir la cultura vocacional, ¿ Qué actitudes hay que afrontar?

A) El derrotismo: No podemos hacer nada.
B) El abatimiento: Hacemos lo que podemos y , sin embargo.
C) La excusa: Ya tenemos un equipo encargado.
D) La edad: Eso es cosa de las más jóvenes; a mi edad.
E) Es la hora de los laicos.


2.- Explica brevemente los elementos para la construcción d la cultura vocacional.

a) La centralidad en Jesucristo: Nadie puede dudar de que la vocación nace, crece, se discierne y se consolida en el encuentro profundo con Dios.
b) La figura de María: Siempre que se habla del tema vocacional, se termina por mencionar a María, como uno de los factores calve en el proceso de elección y de discernimiento vocacional.
c) La experiencia de Dios: Muchos reconocen que nuestro tiempo y nuestra cultura están habitados por un anhelo de experiencia espiritual, aunque a veces este buscando fuera de la Iglesia.
d) Sentido de Iglesia: Aunque la experiencia de fe constituya un factor fundamental en la cultura vocacional, no cabe duda de que la inserción en un cuerpo eclesial que la cultiva, la facilita y la promueve, repercute significativamente en las vocaciones.
e) Vivencia comunitaria d fe: Las personas que piensan en una posible vocación a la vida consagrada van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria auténtica.
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas: Aquí tocamos uno d los temas más candentes y discutidos en la crisis de la pastoral vocacional. Si antes del concilio se realizaba una pastoral vocacional decidida, con sus fallos y exageraciones, el tiempo posterior llevó a un abandono de la pastoral vocacional.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor Martha Mejia » Mié Dic 01, 2010 9:28 pm

1.para poder construir una cultura vocacional que actitudes hay que afrontar

el derrotismo, el abatimiento, la excusa, la edad, es la hora de los laicos

2. explica brevemente los elementos para construir una cultura vocacional

a. la centralidad de jesucristo no tratar de imponer nada escuchar todas las dificultades que puedan tener los jovenes actuales para confiar en el Jesucristo que la Iglesia predica ser tolerantes con otras posturas tacto especial para ser buen animador.

b. la figura de Maria es uno de los factores claves en el proceso de eleccion y discernimiento vocacional configura la fe de los creyentes constituye el modelo de discipulos.

c. experiencia fuerte de Dios percibir a Dios como amable como el que hemos encontrado los creyentes en el padre de nuestro Señor Jesucristo experimentar a Dios la liturgia resulta una celebracion.

d. sentido de Iglesia la insercion en un cuerpo eclesial que la cultiva, la facilita y la promueve repercute en las vocaciones.

e. vivencia comunitaria de la fe las que piensan en una posible vocacion a la vida consagrada van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria autentica el individualismo corre peligro de rebajar la dimension corporativa del seguimiento en la vida consagrada.

f. aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagracion hay que apreciar las diversas vocaciones en el interior de la Iglesia no es una guerra entre las diversas vocaciones cada una refleja la excelencia de la vida cristiana y en todas se puede vivir la santidad y la perfeccion la plenitud de la vida cristiana se considera en el laicado como superior o mas actual por eso se debe promover el ministerio ordenado y la vida consagrada.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor Cristina G L » Jue Dic 02, 2010 10:39 am

1.- Para poder construir una cultura vocacional ¿qué actitudes hay que afrontar?
1. El derrotismo: no podemos hacer nada
2. El abatimiento: hacemos lo que podemos y, sin embargo...
3. La excusa: ya tenemos un encargado.
4. La edad: eso es cosa de los más jóvenes; a mi edad...
5. Es la hora de los laicos
Es necesario situarnos ante el desafío de la pastoral vocacional sin temores ni angustias y sin prisas por acelerar los procesos personales. Tenemos que situarnos en el terreno del Espíritu y de la Esperanza.

2.- Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
A. La centralidad de Jesucristo
La vocación nace, crece, se discierne y se consolida en el encuentro profundo con Dios, por eso, una cultura vocacional debe propiciar que el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, auténtico, radical, transformante y profundo posible.
Tenemos que presentar nuestra fe y anunciar a Jesucristo, con alegría y entusiasmo, con el convencimiento de que llevamos la buena noticia que los jóvenes están anhelando escuchar.

B. La figura de María
María constituye el modelo de discípulo, el arquetipo por antonomasia del joven con vocación. El acompañamiento constante de María en nuestros procesos de discernimiento es una forma de ir aprendiendo de ella esas actitudes tan suyas y tan propias del creyente: la humildad, la alabanza de la grandeza de Dios, el reconocimiento de la obra que Dios hace en nosotros, la confianza total en Dios, el cultivo de la oración, la aceptación de la cruz, la perseverancia en el camino de la fe a pesas de las oscuridades, la lectura creyente de la propia historia, la respuesta positiva a la llamada de Dios...

C. La experiencia fuerte de Dios
Nuestro tiempo y nuestra cultura están habitados por un anhelo de experiencia espiritual, aunque a veces se busca fuera de la Iglesia. Los grupos religiosos que crecen son los que consiguen articular y ofrecer una experiencia fuerte de Dios, que aciertan a acompañar, guiar y suscitar el encuentro directo en el Dios trascendente, con el misterio absoluto.
Hemos de invitar a hacer la experiencia fabulosa de encontrarse con Jesucristo.

D. Sentido de Iglesia
Aunque la experiencia de fe constituye un factor fundamental en la cultura vocacional, la inserción en un cuerpo eclesial que la cultiva, la facilita y la promueve repecurte significativamente en las vocaciones. Es preciso vivir un fuerte sentido eclesial, radicado en la alegría de la pertenencia a la Iglesia, el deseo de servirla y el reconocimiento de su puesto singular en la economía de la salvación querida por Jesucristo. El sentir con la Iglesia pasa por el aprecio y la estima de nuestros pastores.

E. Vivencia comunitaria de la fe
La vivencia y la expresión comunitaria de la fe es uno de los factores que más ayudan. Son las comunidades vigorosas las que reúnen a su alrededor a aquellos cristianos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida. El elemento comunitario: compartir la fe, rezar juntos, celebrarla juntos, formarse juntos, discernir juntos... es un factor central de la cultura vocacional.

F. Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas
Es necesario apreciar las distintas vocaciones en el interior de la Iglesia. Cada una de esas vocaciones refleja la excelencia de la vida cristiana, y en todas ellas se puede vivir la santidad y la plenitud de la vida cristiana. Pero el ministerio ordenado y la vida consagrada representan dentro de la Iglesia dos formas excelentes de vida cristiana, que toda comunidad cristiana debería estar empeñada en promover.
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor Gladysrei » Jue Dic 02, 2010 1:11 pm

FORO TEMA Nº 9
1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
a) El derrotismo. A veces se piensa que ya no se puede hacer nada, esto depende de Dios y por lo tanto tenemos esa actitud derrotista; hoy más que antes esta entrando ese espíritu negativo que nos lleva a quedarnos con los brazos cruzados y esperar que vengan las vocaciones o simplemente que desaparezcan.
b) El abatimiento. También este sentimiento de cansancio y desgano, ya hicimos lo que teníamos que hacer, o simplemente hacemos lo que podemos y ya…, esta actitud de igual manera nos lleva a sentirnos sin ánimos para trabajar o emprender nuevas iniciativas.
c) La excusa. Se confía demasiado a un equipo o una encargada de llevar adelante este servicio. Se considera si tener una encargada o un equipo, pero sobre todo la Comunidad toda es la promotora vocacional con su testimonio, es el trabajo de todas, de toda la Congregación y si se obra de tal forma creo que se tendrá mayores resultados.
d) La edad. Es así como se piensa es cosa de las más jóvenes, las mayores ya no podemos, o las jóvenes que se van a animar al encontrarse con hermanas mayes. Esta manera de pensar en muy negativa cuando todas podemos aportar desde nuestra experiencia de entrega.
e) Es la hora de los laicos. Es verdad se maneja esta manera de pensar, es hora de los laicos y nosotras debemos apoyarlos; cuando creo que Dios da a cada uno la vocación donde pueda realizarse y por tanto estamos llamadas a seguir presentando nuestra vida como una opción a realizarse como persona desde la llamada de Dios.

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo. Este aspecto es importante puesto que toda vocación tiene sentido desde este encuentro personal con Dios. Todo es posible desde él. Importante ayudar a los jóvenes a descubrir a este Jesús sin imponer, sino más bien hacer que tengan un encuentro personal y que desde él todo tiene sentido incluso los problemas.
b) La figura de María. María es el modelo de discípulo, la que esta dispuesta a ser fiel a la voluntad del Padre y la que esta siempre al lado de su hijo. Por eso es importante que en el discernimiento vocacional nos acompañe María, para que desde ella se aprenda a caminar por este camino vocacional.
c) La experiencia fuerte de Dios. Esto es lo que nos debe impulsar a presentar a los jóvenes, a que cada uno llegue a tener una experiencia profunda con Dios, solo desde este encuentro se puede lograr encausar y acompañar las vocaciones.
d) Sentido de Iglesia. No estamos solos ni solas, somos una familia, desde esta comunidad estamos llamadas a ser presente el Reino de Dios, ese mensaje que Jesús vino a anunciar.
e) La vivencia comunitaria de la fe. Esta vivencia de comunidad es la que se debe fortalecer puesto que este testimonio de vivir juntas ayudará a que otras jóvenes puedan reconocer la presencia de Jesucristo, por eso estamos llamadas a superar todo individualismo que pueda entrar en nuestras comunidades y solo así seremos creíbles.
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas. Es importante superar algunos fallos como el poco aprecio que pueda existir entre los diferentes grupos religiosos, lo cual puede influir negativamente o incluso creer que las otras opciones de vida son mejores que estas, creo que toda opción de vida es importante y donde cada uno puede realizarse como persona y vivir en plenitud el mensaje salvador de Jesús.
Gladysrei
 
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor erickito65 » Jue Dic 02, 2010 3:19 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
Es necesario situarnos ante el desafío de la pastoral vocacional sin temores ni angustias y sin prisas por acelerar los procesos personales.
Debemos afrontar
El derrotismo, el abatimiento, la excusa, la edad, es la hora de los laicos

2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
La centralidad de Jesucristo
Nadie puede dudar de que la vocación nace, crece, se discierne y se consolida en el encuentro profundo con Dios. Así pues, una cultura vocacional debe propiciar, por distintos caminos, que el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo posible.
La figura de María
Siempre que se habla del tema vocacional, se termina por mencionar la figura de Nuestra Señora, la Virgen María, como uno de los factores clave en el proceso de elección y de discernimiento vocacional. María, como figura de la fe de los creyentes, constituye el modelo de discípulo, el arquetipo por antonomasia del joven con vocación.
La experiencia fuerte de Dios
Muchos reconocen que nuestro tiempo y nuestra cultura están habitados por un anhelo de experiencia espiritual, aunque a veces esté buscado fuera de la Iglesia. Los grupos religiosos que crecen son aquellos que consiguen articular y ofrecer una experiencia fuerte de Dios, que aciertan a acompañar, guiar y suscitar el encuentro directo con el Dios transcendente, con el misterio absoluto. La imagen de nuestra Iglesia, tristemente, está mucho más marcada por la insistencia en la doctrina y en las prohibiciones, sobre todo, en materia de moral económica, social y sexual.. No se percibe a la Iglesia proponiendo un Dios amable, como el que hemos encontrado los creyentes en el Padre de Nuestro Señor Jesucristo; no acertamos a invitar a hacer la experiencia fabulosa de encontrarse con Jesucristo. Una Iglesia así tiene pocas posibilidades de ser fecunda.

Los nuevos movimientos, en general, han acertado a configurar una auténtica experiencia de Dios. En muchos de ellos la liturgia resulta una celebración de la fe, que la recrea y alimenta, no un acto aburrido y sin experiencia espiritual.
Sentido de Iglesia
Aunque la experiencia de fe constituya un factor fundamental en la cultura vocacional, no cabe duda de que la inserción en un cuerpo eclesial que la cultiva, la facilita y la promueve, repercute significativamente en las vocaciones. ¿Qué sucede en determinados grupos religiosos para que en ellos las vocaciones florezcan con mayor abundancia? ¿Qué formas sociales-eclesiales de vivir la fe resultan estimulantes para la vocación?
Vivencia comunitaria de la fe
Las personas que piensan en una posible vocación a la vida consagrada van buscando una espiritualidad profunda y una vida comunitaria auténtica. El individualismo corre el peligro de rebajar la dimensión corporativa del seguimiento en la vida consagrada. Mientras no superemos la crisis de individualismo y de obediencia en la vida religiosa difícilmente podemos soñar con que quienes nos rodean se sientan atraídos por nuestro modo de vida. Para un proyecto individual, por muy santo que sea, no es necesario unirse a ningún grupo.
Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas
Aquí tocamos uno de los temas más candentes y discutidos en la crisis de la pastoral vocacional. Si antes del concilio se realizaba una pastoral vocacional decidida, con sus fallos y exageraciones, el tiempo posterior llevó a un abandono de la pastoral vocacional. Todavía se da una resistencia a la misma. Como reflejo de esa crisis, abunda más la preocupación por las vocaciones que los planes precisos y experimentados de pastoral vocacional. El Congreso sobre las vocaciones en Europa, en su documento Nuevas vocaciones para la nueva Europa, propone articular toda la pastoral en clave vocacional.
erickito65
 
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Re: 9. Prioridad de la PV: Herejías y Elementos para la construc

Notapor Ivoneg » Jue Dic 02, 2010 5:31 pm

1. Para poder construir una cultura vocacional, ¿qué actitudes hay que afrontar?
Actitudes que nos lo impiden y nos bloquean.
a) El derrotismo: No podemos hacer nada.
b) El abatimiento: Hacemos lo que podemos y, sin embargo.
c) La excusa: Ya tenemos un (equipo) encargado.
d) La edad: Eso es cosa de las más jóvenes; a mi edad...
e) Es la hora de los laicos.


2. Explica brevemente los elementos para la construcción de la cultura vocacional
a) La centralidad de Jesucristo a vocación nace, crece, se discierne y se consolida en el encuentro profundo con Dios. Así pues, una cultura vocacional debe propiciar, por distintos caminos, que el encuentro con Dios sea lo más continuado, afectivo, gustoso, auténtico, radical, transformante, totalizador y profundo posible.
b) La figura de María María, como figura de la fe de los creyentes, constituye el modelo de discípulo, el arquetipo por antonomasia del joven con vocación.
c) La experiencia fuerte de Dios ofrecer una experiencia fuerte de Dios, que aciertan a acompañar, guiar y suscitar el encuentro directo con el Dios transcendente, con el misterio absoluto.
d) Sentido de Iglesia Tenemos que conseguir transmitir una vivencia del misterio de la Iglesia, de su centralidad en el plan de salvación,
e) Vivencia comunitaria de la fe Desde un punto de vista de la cultura vocacional, la vivencia y la expresión comunitaria de la fe es uno de los factores que más ayudan. Son las comunidades vigorosas las que reúnen a su alrededor, a aquellos cristianos que quieren hacer de Jesucristo el centro de su vida. De ahí que el elemento comunitario: compartir la fe, rezar juntos, celebrarla juntos, formarse juntos, discernir juntos..sea un factor central de la cultura vocacional
f) Aprecio por las vocaciones sacerdotales y consagradas Difícilmente se va a realizar bien o se va a proponer bien la elección de vida si no se aprecian las diversas vocaciones en el interior de la iglesia.
Ivoneg
 
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