por profehumberto1 » Mar Mar 01, 2011 2:32 pm
Perdón por apenas publicar la tarea de la semana pasada.
¿Qué diferencia hay entre la creación de Adán y la creación de Eva?
La creación del varón:
Lo amasó de la tierra y le sopló en la nariz un alma viviente
Adán es creado primero y Eva creada después. Adán es creado primero de una materia que es el barro de la tierra. Dios lo amasa con sus manos. No como las otras creaturas a las que crea simplemente con su Palabra sin un contacto material. Dios amasa a Adán con sus propias manos. Lo plasma del barro de la tierra entre sus manos divinas y le sopla un alma de vida en la nariz.
La capacidad de estar y percibir la presencia de Dios le viene a Adán de su alma. De manera que el primer vínculo del varón es con Dios. Adán tiene un vínculo religioso con Dios antes de tener un vínculo esponsal o un vínculo social.
Adán tiene, pues, desde el principio una relación con la tierra, con la creación. Dios le encarga el jardín. El jardín no es suyo. Lo cultiva por encargo de Dios. Dios, Creador de cielo y tierra, era el Auxilio de Adán antes de que tuviera mujer e hijos. Pero el mismo Señor quiso que Adán no tuviera sólo el auxilio divino sino “un auxilio semejante a él frente a él”. Y se prepara aquí la creación de Eva, que se presenta como una iniciativa divina y un don de Dios. Eva no es posesión de Adán sino don de Dios para Adán. Pero también nos dice el relato que, en la intención divina, Eva es para Adán y no Adán para Eva.
Adán, antes de poder relacionarse con Eva o con otro ser humano, ya se relacionaba con Dios. Pero tenía - como dijimos - una capacidad “ociosa” de comunicación espiritual humana..
Eva viene después de Adán porque es para Adán. La mujer no es para sí misma. La mujer es para el otro. Tiene su sentido en aquél a quien está destinada por Dios para ayudar, para auxiliar, porque sin ella no puede vivir plenamente lo que está destinado a Dios.
La creación de Eva: construyó una mujer
El Señor entonces envió un sueño sobre Adán y tomó una costilla de su costado. Va a hacer a la mujer. Pero el texto no dice que la plasmó o la amasó de la costilla. No, de la mujer dice algo mucho más sofisticado. Dice que la construyó. De la costilla del varón armó una mujer, como un aparato mucho más complicado. La mujer está hecha para ser un auxilio de Adán; es un ser acogedor.
Eva: la fuente de la vida
Ella está hecha para ser maestra en la amistad y acogedora. Mientras que el destino de Adán estaba en trabajar el Paraíso, era una destinación hacia fuera, la de Eva es una destinación hacia adentro. El varón es extro-vertido y la mujer es interior, es introvertida. La mujer tiene su vida hacia adentro mientras que el varón tiene su vida hacia afuera, hacia el mundo, hacia el jardín, hacia los animales. La mujer tiene una vocación de interioridad, de amor, de amistad, de conversación, de comunicación amorosa.
La destinación de Eva es una destinación espiritual para la ayuda del varón, mientras él tiene una destinación terrenal de cultivar el jardín. Diríamos que es la amiga del jardinero. Ella está destinada a la amistad por designio divino. Destinada a colmar la capacidad ociosa de comunicación espiritual del varón, que está insatisfecha y a cultivar la interioridad del varón que en su dirección hacia lo exterior debe ser fomentada y cultivada.
Todas estas cualidades de Eva están ordenadas a su misión principal: ser la madre de los vivientes, darle hijos a su esposo por amor al esposo.
Adán es creado del barro y Eva es creada de carne humana. Es decir que la materia de que están hechos ya es distinta. Adán de materia, Eva de materia ya humanizada. El cuerpo de Eva, rasgo diferencial, no fue tomado del barro sino del cuerpo de Adán. Hasta en su misma materia es más espiritual. Ella es una parte: participa de la misma naturaleza que el todo.
Podríamos decir que Dios es el divino Suegro de Adán porque le da la esposa. Y por lo tanto ya el primer matrimonio es una realidad sacra, una realidad santa en la que Dios está en el medio, creando y uniendo. “Lo que Dios ha unido, el hombre no lo separe”. Ahí ya aparece esa frase. La obra es de Dios. El amor humano es una obra divina. Hay una revelación de la santidad del amor que va a culminar en la revelación en el Nuevo Testamento de la sacralidad del amor.