26 RAZONES VÁLIDAS PARA NO RECIBIR LA SAGRADA COMUNIÓN EN LA MANO
Estudio sobre la Sagrada Comunión en la mano efectuado por la Comunidad Católica
“Mensajeros de la vida”, Santander, España
La Sagrada Comunión en la mano no fue autorizada por el Concilio Vaticano II, no es bíblica y no es teológica
LA OBEDIENCIA. Que gran virtud, pero cuántos crímenes se camuflan bajo su nombre. Debemos ser obedientes a los sacerdotes siempre y cuando nunca se salgan de la Santa Doctrina de la Santa Iglesia Católica. Recuerden que la Masonería – el principal enemigo de la Iglesia Católica- gana cada día mayor espacio en nuestra amada Iglesia, y es nuestro deber defender la sana Doctrina.
Sin embargo, en cuanto a la “Obediencia”, hay que abrir el discernimiento para saber cuando obliga y cuando no la obediencia. En los Mensajes de Jesús dados al P. Octavio Michelini le indica que “no obliga obedecer a los obispos malos”, y ello quiere decir a los que se oponen al cumplimiento verdadero de la sana Doctrina y del Magisterio de la Iglesia Católica dados en los Concilios que no sufrieron la infiltración masónica y de la secta luciférica de los Illuminati como pasó con el Concilio Vaticano II, donde hasta participaron 6 pastores protestantes y un rabino judío con la consigna de atacar los aspectos litúrgicos de la Iglesia, en especial los correspondiente a la celebración tradicional de la Santa Misa, imponiendo a contrario sensu un “Novus Ordo Misae” con reformas que atacaron la gran fuerza de la Gracia que la Misa Tradicional –en latín- concedía a todos los fieles.
RAZONES PARA NO RECIBIR LA COMUNIÓN EN LA MANO:
1.- El Papa Pablo VI fue presionado por algunos miembros del clero (en Alemania, Bélgica, Holanda, Francia), para que autorizara la práctica de la Comunión en la mano, que se ha extendido sin ningún permiso, en una actitud abusiva de indisciplina e individualismo.
2.- En febrero de 1965 se creó el Consilium para poner en marcha las recomendaciones litúrgicas conciliares. Este organismo pidió en carta al cardenal Alfrink, del 12 de Octubre de ese año, que Holanda conservase el modo tradicional de distribuir la Comunión, es decir en la boca y de rodillas.
3.- Ante las continuas presiones, la Sagrada Congregación de Ritos concedió la nueva práctica de recibir la Comunión en la mano a Alemania el 6 de julio de 1968, y a Bélgica el 11 de julio de 1968. Debido a la protesta que levantaron estas decisiones calificadas como claudicación ante la táctica de aceptar “hechos consumados” el Papa Paulo VI suspendió tal concesión 15 días después, el 25 de julio de ese mismo año.
4.- S.S. Juan Pablo II en su carta apostólica “Dominicae Cenae # 11” escribió lo siguiente: “NO OLVIDAR EL DEBER PRIMERO DE LOS SACERDOTES QUE HAN SIDO CONSAGRADOS EN SU ORDENACIÓN PARA REPRESENTAR A CRISTO SACERDOTE: POR LO CUAL, TANTO SUS MANOS, COMO SU PALABRA Y SU VOLUNTAD QUEDAN CONSTITUIDAS INSTRUMENTO DIRECTO DE CRISTO. POR ESO, COMO MINISTROS DE LA SAGRADA EUCARISTIA, TIENEN UNA RESPONSABILIDAD PRIMARIA Y TOTAL SOBRE LAS SAGRADAS ESPECIES A LOS FIELES QUE DESEAN RECIBIRLA.
Cuan elocuente es, por lo tanto, en nuestra ordenación sacerdotal latina, el RITO DE LA UNCIÓN DE LAS MANOS, como si a esas manos les fuera necesaria una especial gracia y fuerza del Espíritu Santo, para TOCAR Y DISTRIBUIR LA COMUNIÓN, QUE ES UN PRIVILEGIO EXCLUSIVO DE LOS ORDENADOS E INDICA UNA PARTICIPACIÓN ACTIVA EN EL MINISTERIO DE LA EUCARISTÍA”.
5.- El 1 de marzo de 1989, en el Templo del Santísimo Nombre de María, de Roma, S.S. Juan Pablo II dijo lo siguiente: “….POR LO TANTO, UNA VEZ MAS, YO OS ADVIERTO DE TODAS LAS FORMAS DE INFAMIA, COMO POR EJEMPLO LA PROHIBIDA COMUNIÓN EN LA MANO. YO NO REVOQUE LO QUE UNO DE MIS PREDECESORES DIJO ACERCA DE LA COMUNIÓN EN LA MANO: “ELLO SUCEDE BAJO VUESTRA RESPONSABILIDAD, MIS QUERIDOS OBISPOS DE OTRAS DIÓCESIS, Y PIDO QUE RECONOZCAIS A TIEMPO CUÁN EQUIVOCADO ES VUESTRO CAMINO”.
SOLO PERMITIRÉ LA COMUNIÓN EN LA LENGUA Y DE RODILLAS. CUALQUIER OTRA COSA IMPORTADA Y EXTENDIDA POR FORÁNEOS ESTA PROHIBIDA. OS DIGO ESTO COMO OBISPO VUESTRO”
6.- S.S. Juan Pablo II en su “Inaestimabile Donum” del 3 de abril de 1980 escribió: “LA COMUNIÓN ES UN DON DEL SEÑOR, QUE SE OFRECE A LOS FIELES POR MEDIO DEL MINISTRO AUTORIZADO PARA ELLO. NO SE ADMITE QUE LOS FIELES TOMEN POR SI MISMOS EL PAN CONSAGRADO Y EL CÁLIZ CONSAGRADO; Y MUCHO MENOS QUE SE LO HAGAN PASAR DE UNO A OTRO” (AP 1080). El Papa está, así, diciendo NO a los ministros de la Comunión.
Esta misma Instrucción Episcopal dice que ningún feligrés puede ser obligado a recibir la Comunión en la mano.
7.- La decisión del Papa no logró cortar los abusos, y Pablo VI creyó conveniente realizar una ENCUESTA MUNDIAL entre el episcopado, a la que el 21 de marzo de 1969 ya habían respondido 2136 obispos en todo el mundo.
El resultado fue el siguiente: A la pregunta: “¿Se ha de acoger el deseo de que, además del modo tradicional (en la boca y de rodillas), se permita el rito de recibir la Sagrada Comunión en la mano?” Respondieron así:
No a la Comunión en la mano 1.223 obispos 57.0%
Si a la Comunión en la mano 567 obispos 26.0%
Según la circunstancia (tibios) 315 obispos 14.7%
Votos inválidos 21 obispos 0.98%
Los tres últimos sumados dan: 41.68% frente al 57% de los 2136 obispos consultados. Hubo dos supuestos más en la misma encuesta. La opción mayoritaria fue así mismo la del NO a la Comunión en la mano.
8.- Se consultó a los obispos (escogidos por el Espíritu santo para regir la Iglesia, según el libro de los Hechos de los Apóstoles 20: 28), pero no se les hizo caso, a pesar de que estimaron, al responder la encuesta, que “no se debe cambiar la disciplina vigente”, es decir, la de dar la Comunión en la boca y de rodillas. Más aún consideraron, que el cambio sería dañoso, tanto para el sentimiento como para el culto espiritual de los mismos obispos y de muchos fieles. (Memorial Domine)
9.- Por otra parte, no se pidió el parecer de los laicos, quienes según el Concilio Vaticano II: “tienen la facultad y, a veces, el deber de expresar su opinión acerca de lo que mira al bien de la Iglesia Católica” (Lumen Gentium 37). Esta fue una clara actitud anticonciliar.
10.- En los primeros siglos (cuando se comulgaba en la mano), se tenía un conocimiento bastante imperfecto del Misterio Eucarístico, esto dió lugar a muchos abusos y herejías. Por ejemplo las de los arrianos, docetas, gnósticos, marcionitas, arrianos, antropomorfitas, artotiritas (ofrecían queso con el pan en la liturgia), acuarianos (ofrecían solo agua en el cáliz), ofitas, catafrigas, etc.
11.- Es sabido que el Espíritu Santo perfecciona a la Iglesia Católica con el paso del tiempo. Así lo recoge el Concilio Vaticano II: “Eligió Dios al Pueblo de Israel, con quien estableció un pacto, y a quien instruyó gradualmente manifestándole así mismo sus divinos designios a través de su historia” (Lumen Gentium II, 9).
12.- El Concilio Vaticano II no se pronunció sobre la práctica de la Comunión en la mano. La “aprobación” viene después del Concilio, en un periodo de abusos litúrgicos por los que S.S. Juan Pablo II pidió perdón en la Carta Apostólica “Dominicae Cenae” publicada el 24 de febrero de 1980.
13.- NO EXISTEN FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA JUSTIFICAR EL RITO DE LA COMUNIÓN EN LA MANO, sino más bien para denegarlo.
Dios revela el contenido de la liturgia en el Antiguo Testamento, del que Cristo no viene a abolir ni una sola tilde. El Antiguo Testamento es como un cliché que ha de revelarse en la Era Cristiana. El rito de no tocar las cosas sagradas (Números 4:15, Samuel 6: 1 al 9 y Judith 11. 13, entre otras citas) se hace realidad en el Nuevo Testamento, cuando Cristo mismo dice a la Magdalena en el Evangelio de Juan 20: 17: “¡NOLI ME TANGERE! (No me toques), y se revalida cuando la Iglesia Católica, llegada la madurez suficiente en la comprensión del Misterio Eucarístico, prohíbe la Comunión en la mano.
Entonces, se cumple también el Salmo 81, versículo 11 que dice: “Abre tu boca y Yo te la llenaré”; y en el versículo 17 agrega, que Dios promete alimentar a sus fieles con “flor de harina y miel de la roca”.
14.- El punto anterior (el 10) encierra la correcta interpretación de los textos sagrados en ese tema, por cuanto que la Iglesia católica prohibió esta práctica durante los últimos 13 siglos.
15.- NO EXISTEN FUNDAMENTOS EN LA TEOLOGÍA TRADICIONAL PARA JUSTIFICAR LA COMUNIÓN EN LA MANO.
Santo Tomás de Aquino (el doctor Angélico), nos dice lo siguiente: “Por reverencia a este Sacramento, ninguna cosa entra en contacto con ella (la Eucaristía), a no ser que esté consagrada; por lo cual se consagran no solo el corporal, sino también el cáliz, y así mismo las manos del Sacerdote para tocar este Sacramento. De donde se deduce que a ningún otro le es lícito tocarlo” (Summa Teológica IIIQ, 82, a, 3).
San Francisco de Asís advierte: “Sólo ellos (los sacerdotes), deben administrarlo, y no otros” (Carta 2, a todos los fieles, 35).
San Agustín afirma: “Sería locura insolente, el discutir que se ha de hacer cuando toda la Iglesia Católica tiene ya una práctica establecida” (Carta 54,6 a Jenaro).
El Papa Pío XII, conocido como “el Doctor Supremo”, 15 siglos más tarde mantenía la misma posición: “Hay que reprobar severamente la temeraria osadía de quienes introducen intencionadamente nuevas costumbres litúrgicas. O hacen renacer ritos ya desusados, y que no están en acuerdo con las leyes y rúbricas vigentes” (Mediator Dei, 17).
El Sínodo de Rouén. Reunido entre los años 649 y 653, prohibió la Comunión en la mano, pero siglos antes, en el siglo IV y quizás en el II, con el Papa San Sixto I (115-125) ya se había desechado en bastantes lugares. Estas mismas prohibiciones son mantenidas por el Concilio Dogmático de Trento. E incluso el Concilio Vaticano II nos ofrece doctrina para descalificar la Comunión en la mano: “Aunque cada uno de los prelados por sí sólo no posea la prerrogativa de la infalibilidad, sin embargo, si todos ellos, aún estando dispersos por el mundo, pero manteniendo el vínculo de unión entre sí y con el sucesor de Pedro, convienen en un mismo parecer como Maestros auténticos que exponen como definitiva una doctrina en las cosas de Fé y de costumbres, en ese caso anuncian infaliblemente la Doctrina de Cristo” (Lumen Gentium 5): la mayoría de los obispos respondió “No”, porque consideraron que la Comunión en la mano iba a ser perjudicial para la Iglesia. Se rompió entonces la Tradición de la Iglesia.
16.- Usted lo sabe: Cristo está presente en cada una de las partículas que se desprenden de la sagrada forma. Es doctrina de la Tradición Eclesiástica (obra maestra del Espíritu Santo) con fundamentos teológicos y filosóficos, desde los Santos Padres (Orígenes, Tertuliano, San Anastasio, San Cirilo de Alejandría, San Cirilo de Jerusalén, San Efrén, San Jerónimo, Santo Tomás de Aquino) pasando por Concilios como los de Florencia y Trento, hasta nuestros días. Por eso en la liturgia actual está ordenado que al recibir la Sagrada Comunión se utilice la Bandeja o Patena de los fieles: “El que comulga responde amén y recibe el Sacramento, teniendo la Patena debajo de la boca” (Misal Romano, numeral 117). No dice que con la patena debajo de las manos.
17.- La Comunión en la mano contribuye a que se pierda el sentido de lo sagrado. UN objeto es sagrado cuando se ha separado de su uso normal para dedicarlo al Culto Divino. Al Comulgar en la mano el rito se hace más sensorial y la simbología recuerda más lo que es una comida vulgar normal, pero al someter lo Santo a los sentidos (al tacto), al humanizar lo que es divino, al naturalizar lo sobrenatural, se pierde por completo el sentido de lo sagrado, se produce una DESACRALIZACIÓN en el Misterio más importante para nuestra Fé, vaciándolo de buena parte de su contenido y eficacia.
En cierto modo, al Comulgar en la mano el rito se degrada, el Santísimo es tratado como un objeto...sagrado, pero un objeto, como una cosa....un tanto especial entre otras cosas. Es difícil entender en ese gesto vulgar, la unión de nuestra alma palpitante con el Dios Altísimo. ¡Que osadía de nuestras manos pecadoras, sin haber sido escogidas, marcadas, consagradas por Dios! No es de extrañar, que después de haber manoseado al Santísimo, el comulgante no comprenda ya la obligación de adorarle de rodillas, la necesidad de sentirse nada ante su Creador, que sea incapaz de reconocer el Misterio de la Cruz actualizado en el Sacramento, y que no sienta la llamada inmolación, a una entrega absoluta, en correspondencia al infinito amor de Dios humillado en el Sacramento para mi salvación.
18.- Existen documentos que demuestran que la Masonería, desde el siglo XIX ha tratado de conseguir que los católicos comulgasen de pié y en la mano. Los seculares enemigos de la fe católica se salen con la suya. ¡Qué ceguera de nuestra parte! Incluso existen masones que son Ministros Extraordinarios de la Comunión.
19.- Hay iglesias, autodenominadas cristianas, no católicas (sectas) cuyos adeptos “comulgan en la mano”, pero no creen en la extraordinaria y real presencia de Cristo en la Eucaristía.
20.- Existen Iglesias de rito oriental bizantino (unidas o separas de Roma) que tienen prohibida la Comunión en la mano. Este rito que fue pensado para un supuesto acercamiento ecuménico, ha resultado antiecuménico.
21.- S.S. el Papa Juan Pablo II nunca fue partidario de la Comunión en la Mano. El dijo en su Carta Apostólica “Dominicae Cenae”, publicada el 24 de febrero de 1980 que: “El tocar las Sagradas Especies, su distribución con las manos, es un privilegio de los ordenados” (sacerdotes). Y para que nadie malinterpretara sus palabras, tres meses después, en mayo de 1980, ante las cámaras de la TV francesa, negó la Comunión en la mano a la esposa del entonces presidente de Francia, Valery Giscard D´Estaing.
Ese mismo año declaró en Fulfa, Alemania que no estaba de acuerdo con el documento que “autorizaba” en este país Comulgar en la mano (Cfr. “Vox Fidei” # 10, 1981, “Chiesa Viva” # 12), “Sol de Fátima” # 82) Alguien preguntará. ¿Por qué después de esa fecha se le vio dar la Comunión en la mano en algunos lugares? Porque se le sometió a fuertes presiones, haciéndole creer que sería escandaloso para los fieles prohibir ahora lo que tan fraudulentamente se autorizó o mostrarse en contra de lo que “aprobaron” algunas Conferencias Episcopales. Lo mismo que Moisés permitió el divorcio “por la dureza del corazón de los israelitas” (Mateo 19: 8).
22.- La madre Teresa de Calcuta manifestó en varias oportunidades que el peor mal que se da en el mundo es el rito de Comulgar en la mano, “The Wanderer” del 23 de marzo de 1989; “The Fátima Crusader” del tercer trimestre de 1989). Es lógico, se trata de un rito inadecuado, causa de profanación, irreverencia y desacralización. Así, recibiendo la Hostia consagrada en la mano se pierden Gracias. “Si la gracia de Dios vale más que la vida… (Is 62:4), y la Eucaristía es la vida del mundo…” (Juan 6: 51). El rito aludido es un mal de primera magnitud.
23.- Las Apariciones del Señor y de la Santísima Virgen, extendidas por todo el mundo, nos hablan de que el Cielo no acepta el rito de la comunión en la mano.
No nos referimos a un hecho aislado, sino a un fenómeno mundial. En países como Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Italia, México, Polonia, etc…., le atribuyen al Cielo revelaciones que descalifican esta forma de Comulgar. “Y que nadie en la tierra ose concretarle al Cielo lo que debe decirnos”.
24.- Las almas del Purgatorio le dicen a la alemana María Simma que el pecado por el cual tienen que sufrir más, tanto los vivos como ellas, es por la Comunión en la mano. Simma relata el siguiente caso al responder a esta pregunta:
¿Han dicho las almas algo acerca de los “ministros de la Eucaristía”?
Sí. En condiciones normales, solamente las manos consagradas de los sacerdotes pueden distribuir la Comunión. La Ley de la Iglesia dice que debe hacerse así salvo que haya “circunstancias extraordinarias”, como ser que el sacerdote estuviera en reposo.
“Extraordinarias” no se refiere a la diferencia entre que los fieles deban esperar dos minutos en lugar de diez para recibir la Comunión. Siempre debemos prepararnos en oración para recibir a Jesús, y las personas o sacerdotes que insisten en hacer todo lo más rápido posible no saben el privilegio enorme y la fuente de gracias y de protección que obtenemos al recibir a Jesús.
Si alguien necesita pruebas de que los ministros de la Eucaristía, en la forma apresurada en que se los consagra hoy día, el hecho de que no se encuentran entre los deseos de Dios puedo contar la siguiente historia sobre algo que ocurrió muy cerca de aquí hace poco tiempo.
Falleció un día una mujer que repartía la Comunión y que guiaba a muchas otras mujeres a que obraran igual. No la conocía bien, pero había escuchado mucho acerca de ella. Antes del funeral, el cajón estaba abierto para que se despidiera la familia y los amigos. Pasada cierta hora predeterminada se cerró el cajón. Pero antes de que hubiera transcurrido una hora, un pariente cercano llegó tarde y le pidió al sacerdote a cargo que por favor lo abriera brevemente para poder despedirse de la difunta al igual que el resto. El sacerdote cedió y con una o dos personas presentes, levantó la tapa y miró adentro. El pequeño grupo vio algo que no era lo que habían visto un rato antes. Las manos de la mujer se habían vuelto de color negro. Este signo, para mí, como para el resto, fue la confirmación de Dios de que las manos no consagradas no pueden distribuir a Jesús durante la Comunión.
El indebido desplazamiento de los Altares o Tabernáculos, obra diabólico-masónica.
Por otro lado, el comienzo del llamado “altar de las personas” deleita a satanás. En el tabernáculo, que debería estar siempre en el centro de la Iglesia, se encuentra Jesús. Al dar vuelta al altar sucedieron varias cosas. Para empezar la concentración de los fieles en Jesús se disipó por tener la cara del párroco entre medio; y la cara, como todo el mundo sabe, es el punto de comunicación más fuerte entre las personas. Solamente durante la Homilía deberían las personas concentrase en el párroco, en sus palabras y en su cara. Al dar vuelta al altar se le dio un lugar secundario a Jesús, y esto resultó en que se lo dejara a un costado y luego por último, como sucede hoy en día en muchas iglesias, totalmente afuera, en un ala separada o hasta en una habitación totalmente separada. Precisamente esto es lo que satanás tenía en mente desde el principio: deshacerse de Jesús. (Cfr. Libro: “Advertencias del Más Allá a la Iglesia Contemporánea”, P. Arnold Renz
25.- Se ha comprobado (y como se temía), que la práctica de la Comunión en la mano ha potenciado incalculablemente el número de profanaciones.
26.- La Instrucción Pastoral “REDEMPTIONIS SACRAMENTUM” de S.S. Juan Pablo II advierte que los párrocos no deben convertirse en laicos, mientras los laicos actúan como sacerdote. Eso es desacralizar el templo. NO debe cederse todo a los laicos.
10 ARGUMENTOS SIN BASES TEOLOGICAS, NI BÍBLICAS, DE LOS DEFENSORES DE LA COMUNIÓN EN LA MANO
1.- Que, “Jesús dio en el Cenáculo la Comunión en la mano a los apóstoles…” Esto no lo dice el Evangelio. Es una simple suposición. Pero aún cuando así fuere, los Apóstoles estaban siendo ordenados obispos, no eran simples fieles. Y si hubiéramos de hacer caso a las revelaciones privadas, la estigmatizada alemana Ana Catalina Emmerick nos dice que la Comunión de los apóstoles fue en la boca.
2.- Que, “lo ha aprobado la Iglesia…”. En contra del parecer del Papa y de la mayoría de los obispos del mundo (el 57%). ¿ Y no representan estos a la Iglesia ? Y el Papa…..¿ Por qué la prohibió en la Diócesis de Roma ? ¿ No es el quién mejor representa a la Iglesia ? Tampoco se consultó a los laicos quienes también son Iglesia. Además, cada obispo tienen autoridad para aprobar o denegar individualmente este rito. En estas circunstancias, decir que lo ha aprobado la Iglesia…no es decir toda la verdad.
3.- Que, “no es más santa la lengua que la mano…”. No es cuestión de anatomía, sino de dignidad. No se trata de aceptar el resultado de una investigación litúrgica de base antropológica, sino el de una Revelación Litúrgica, y logro tradicional que debemos aceptar con humildad y obediencia. La litúrgia nos habla de las “SANTAS Y VENERABLES MANOS” de Jesús (texto retirado sin razón de la liturgia). Así son las del sacerdote el día de su ordenación, pero no las de los laicos, simples fieles, aptas para funciones mas o menos profanas.
Las manos lo tocan todo, hasta lo más bajo. En la lengua se deposita solo lo que esta limpio y puro. Además, tocar encierra cierta expresión de dominio sobre el objeto, y el Santísimo es un regalo de Dios Padre, sin yo merecerlo.
4.- Que, “No es una practica nueva…..”. No es nueva, pero si superada y desechada or la Iglesia que, guiada por el Espíritu Santo, camina hacia su perfección. La Comunión en la mano es mas que un anacronismo. Es una verdadera involución. Con un agravante cuando se utilizaba esta práctica no se comprendía con tanta profundidad el Misterio Eucarístico. Así lo confirma el documento “Memoriale Domine”.
5.- Que, “para los antiguos cristianos comulgar en la mano no significaba menos respeto que comulgar en la boca…”. Para algunos sí. Pero la comparación no es válida si los cristianos a quienes se hace referencia no conocían otro modo de hacerlo. Y la predicación de los Santos Padre de la Iglesia, desde el siglo II, que exhorta a “COMULGAR CON TEMOR Y TEMBLOR” (con respeto) y prohibiendo tocar el cáliz e incluso el altar, esta pidiendo a gritos el restablecimiento del único rito válido la comunión en la boca.
6.- Que, “en las manos es un gesto más natural…”. Falso. Porque en la Sagrada Eucaristía no hay nada natural. Todo es SOBRENATURAL.
7.- Que, “es más higiénico comulgar en la mano…”. El argumento denota muy poca fé. Jesús, con su manto curó a la hemorroisa. ¿Y su Sagrado Cuerpo va a transmitir enfermedades? Nos dice San Hipólito: “Cada fiel procure recibir la Eucaristía…pues si es fiel en tomarla, aunque se le dé veneno mortal, no tendrá poder sobre él”. Son palabras que se apoyan en las bíblicas de Cristo: “…si toman un veneno, no les hará dañó…”(Marcos 16:18). Pero no es cuestión de higipene sino de dignidad.
8.- Que, “en caso de aglomeración de fieles cualquiera puede dar la Comunión para que la ceremonia no se alargue…”. Es una grave tentación. Cristo no entregó su Cuerpo a las multitudes en el Monte de la Bienaventuranzas. Allí ofreció sólo un símbolo eucarístico, y los alimentó con el pan de la Palabra. Pero Su Cuerpo y Su Sangre los reservó para la intimidad del Cenáculo. Por eso, una celebración multitudinaria, o se organiza bien (con el suficiente numero de sacerdotes, acólitos y comulgatorios), o se deja solo en una celebración de la Palabra.
9.- Que, “en las parroquias de algunos pueblos en que, por escacez de sacerdotes, no tengan regularmente la misa dominical, es bueno que algún seglar o alguna religiosa, celebren la Palabra y repartan la Comunión…”. Otra grave tentación. Si faltan sacerdotes, lo que debemos hacer es pedir y rogar para que el dueño de la mies (Dios) envié obreros a su mies. Y si no hay Misa, se puede organizar a los fieles para que recen un Santo Rosario y/o mediten la Palabra de Dios y hacer una Comunión Espiritual. Santa Catalina de Siena, doctora de la Iglesia Católica, nos dice que si no fuere posible la Comunión Eucarística Sacramental, podría recibirse las mismas gracias en una Comunión Espiritual. Eso si, debe estarse en gracia de Dios.
10.- Que, “la ceremonia es más rápida si se comulga en la mano”. Todo lo contrario. Si el rito de Comulgar en la mano se hiciera como es se demoraría mucho más la Misa. Son siete pasos:
a) El comulgante debe hacer un acto de adoración (Misal Romano y otros Documentos).
b) El sacerdote debe observar si la mano del comulgante esta limpia (Doc 3-4 de 1985).
c) El comulgante extiende la mano izquierda sobre la derecha.
d) El sacerdote muestra la Sagrada Forma diciendo: El Cuerpo de Cristo” y debe esperar a que el fiel responda “Amén”.
e) El sacerdote deposita la Sagrada Forma en la mano del comulgante.
f) En presencia del sacerdote, el comulgante debe consumir la Hostia Consagrada (carta anexa a Memorial Dominus).
g) Tanto el comulgante como el sacerdote han de comprobar que no queden Sagradas Partículas en la mano (carta cit.; Instr. Inmensae C., 5)
SIETE PASOS Y TANTAS COSAS PARA HACER ALGO QUE NO ESTA BIEN Y QUE SI SE HACE COMO ES DEMORA MUCHO MAS LA CEREMONIA. LA CEREMONIA SE ACORTA CUANDO A LOS FIELES SE LES DISPONE ARRODILLADOS A LO LARGO DEL COMULGATORIO. PERO TAMPOCO ES CUESTIÓN DE RAPIDEZ, SINO DE DIGNIDAD. Y A DIOS NO SE LE ESCATIMA EL TIEMPO.