El amor no es un juego. Es de una importancia primordial que no debe encararse como la de dos personas inconscientes.
Es un compromiso cuyo alcance es tan profundo que llega hasta lo mas intimo que hay en el hombre.
Se abre, sobre la eternidad a la que conduce,puesto que desemboca en ella.
Se abre sobre la felicidad terrena a la que permite realizarse lo mas totalmente posible.
El primer objetivo de las relaciones es iniciar la compresión. Asi, en el noviazgo, es decisivo iniciar la unión interior que se expresará en una mutua comprensión. Indispensable para la felicidad y condición necesaria de ésta.
Tratarse para conocerse.
¿Para qué si no, dos personas pasan juntos durante meses, algunas tardes cada semana? ¿Se trata simplemente de hacer compañia? ¿De distraerse recíprocamente? ¿De asistir juntos a invitaciones? ¡Nada de eso! Las relaciones carecen de sentido si no se desarrollan en un clima de descubrimiento.
Descubrir al otro.Conocerlo, traspasar su corteza, averiguar detrás de las apariencias la verdadera configuración de su personalidad, captar su valor profundo, aprender a adaptarse a sus reacciones, a intuir sus deseos, he aquí porqué deben siempre ser orientados.
Además, en este sentido son indispensables, porque si es cierto decir que el amor sigue al conocimiento ¿Cómo no ver que entre ambos los lazos del corazón serán tanto más sólidos, mas duraderos cuanto mas profundo y serio sea su conocimiento mutuo?
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Continuará...( adaptación del libro Noviazgo y felicidad)