Me alegra ver la hermosura y grandeza de Santuarios Marianos que hay en mí país Colombia, les mostraré algunos santuarios Marianos de mi hermoso país. Estoy muy feliz por llegar a esta parte del curso.
SANTUARIO MARIANO DE NUESTRA SEÑORA DE LA PEÑA
También en el siglo XVII comenzó el culto y devoción a Nuestra Señora de la Peña, cuyo origen se relaciona con el hallazgo que en los cerros orientales de la capital hizo el 10 de agosto de 1685 un hombre humilde, de nombre Bernardino de León, de las imágenes de Jesús, María y José con el arcángel Miguel delineadas en la roca viva.
La noticia del milagroso hallazgo cundió por la capital y para evitar, ya fuera el fanatismo o la novelería, el arzobispo don Antonio Sanz Lozano ordenó al vicario general de la Arquidiócesis levantara ante un notario las informaciones sobre dónde, cómo yen qué circunstancias se había producido el afortunado hallazgo. Oídos todos los testimonios, el prelado dio licencia "el día de carnestolendas de 1686" para la veneración pública de las sagradas imágenes y para la construcción de su capilla y altar. La humilde ermita que se levantó por parte de sus devotos se vino al suelo por completo en 1714, como que era de muy pobres materiales y de techo pajizo. Ya para ese entonces fungía un capellán de la ermita, quien aleccionado por el desastre resolvió levantar una nueva capilla, "de paredes de cal y canto y cubierta de teja", que en el curso de un año fue concluida, de tal manera que pudo ser bendecida el16 de diciembre de 1715. Sin embargo, un hecho que puede señalarse como sugestión colectiva, dio inmediatamente ocasión para que se pensara que las imágenes debían ser sacadas de la roca y trasladadas al lugar donde hoy se hallan: repentinamente el rostro de Nuestra Señora se puso triste y lloroso, pero también tuvo simultáneamente reacciones de alegría, sin que se supiera la causa; y el8 de mayo de 1716 se derrumbó la pared del lado derecho de la capilla, desde los cimientos. La capilla no alcanzó a tener sino unos 150 días de vida.
A principios de junio del mismo año, el cantero comenzó a separar las imágenes de la piedra fundamental, dejando la piedra cortada con el peso de unas 30 arrobas. Con inmensos trabajos, pero con mucha industria, fueron bajadas las imágenes desde la escarpada loma hasta el llano, obra que concluyó en noviembre de 1716.
Ya abajo las imágenes, se les construyó una capilla pajiza y la primera fiesta que se celebró en esta ramada tuvo lugar el 9 de febrero de 1717, fecha que puede retenerse como el comienzo en firme de la construcción de la segunda capilla, que vino a concluirse en 1722.
De todas maneras parece que, aun con las eventuales mejoras que pudo tener esta capilla, se mantuvo en su pobre estado hasta las primeras décadas del siglo XIX, cuando en pleno fragor de la época independentista, y más concretamente por el año de 1816 o 1817, su capellán, el presbítero José Ignacio Alvarez, desde la cárcel a donde lo había mandado el Pacificador Morillo hizo la promesa a la Santísima Virgen de mejorarle su templo si alcanzaba a salir con vida de las garras del poder extranjero: "Salvado de la muerte casi segura, emprendió la obra; sin embargo, la tuvo que terminar su albacea José Luis Carbonell"36. Puede retenerse el año de 1820 como el de la terminación de los trabajos de la nueva ermita, con los cuales se mantuvo hasta 1955 cuando se emprendió su restauración.
Debe tenerse en cuenta que la casa cural apenas vino a ser construida en 1898, pero que no fue habitada de continuo, por la soledad de aquellos parajes, por el frío intenso, por el apartamiento de la ciudad, etcétera, por lo cual en 1902 el arzobispo Herrera Restrepo aprobó la sugerencia de confiar el santuario a una comunidad religiosa, que vino a ser de la Orden franciscana capuchina, cuyo contrato se celebró entre el prelado y el superior de los capuchinos el 15 de febrero de 1906. En manos suyas estuvo el santuario durante 26 años consecutivos, hasta que hicieron dejación de la capilla y casa en el año de 1933. Pocos días después, el arzobispo confiaba el santuario a dos religiosos de la Orden cisterciense, cuya estadía no sobrepasó los dos años. Desde entonces el santuario tuvo muchas vicisitudes y poca atención, pues pasó a depender de la parroquia de Egipto.
En 1944, tras tantas dificultades, la iglesia de La Peña volvió a ser administrada por el clero de la Arquidiócesis y su párroco desde aquel año hasta 1968 fue el sacerdote alemán Ricardo Struve Haker. En 1955 este sacerdote, enamorado de su santuario, llevó a cabo su restauración, "cuya belleza y fidelidad al estilo colonial han sido reconocidas hasta ahora sin excepción alguna, por las personas más competen¬tes del campo del arte", como escribía él mismo en el folleto que publicó en 1956 con el título de Guía Ilustrada del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Peña. A este sacerdote se debe también la extensa monografia El Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Peña, publicada en la Imprenta Nacional de Colombia, 1955, en la que se contienen no sólo la historia pormenorizada del santuario desde 1685 hasta 1955, sino la vida y linajes de cada uno de sus capellanes, incluida la de él mismo. Obra preciosa, tanto por su impecable y perfecta edición, como por lo sólidamente fundamentada y por el espíritu crítico de su autor, a la cual puede remitirse el lector curioso, con la seguridad de que en sus páginas encontrará respuesta a cualquier pregunta relacionada con el pasado de tan venerable santuario capitalino.
http://www.bienmesabe.org/revista_uploa ... s%20xv.jpghttp://www.arquibogota.org.co/tools/mic ... .JPG&w=470SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE- BOGOTA
Mientras la ermita de Monserrate resistió el embate de los terremotos de los siglos XVIII y XIX y sólo la pica demoledora la echó a tierra para dar paso a la actual construcción -que como hemos dicho, data de 1920-, la de Guadalupe ha sido derribada por lo menos en cinco ocasiones distintas por causa de los terremotos.
La primera construcción data de 1656, cuando unos cuantos devotos simpatizantes de la advocación a Nuestra Señora de Guadalupe resolvieron erigir una ermita en honor de la Virgen Morena, en el cerro compañero de Monserrate: el 8 de septiembre se llevó a cabo una peregrinación, presidida por la audiencia, el cabildo eclesiástico y el ayuntamiento, y fue trasladada una imagen de nuestra Señora de Guadalupe, que fue colocada en aquella modesta capilla. No tan concurrida como la de Monserrate, pero sí venerada con igual devoción, la ermita de Guadalupe se mantuvo hasta el día 18 de octubre de 1743 cuando el violento terremoto que sacudió la capital del virreinato la destruyó completamente. La imagen de la Virgen, sin embargo, quedó intacta después del movimiento sísmico y en peregrinación solemne se le trajo desde el cerro hasta la catedral.
La capilla fue reedificada por sus devotos en 1760, pero veinticinco años después el 12 de julio de 1785 un nuevo terremoto derribó esta construcción. Reconstruida por segunda vez, un nuevo temblor, el del año 1827, la destruyó casi completamente.
Todo parece indicar que los tentativos que se hicieron para restaurar la iglesita después de 1827 no tuvieron éxito alguno. Solamente en 1858 el presbítero Fernando Mejía se dio a la tarea de levantarla a fundamentis. Gracias a un folleto escrito por él mismo -con encantadora simplicidad, pero con pasmosa exactitud-, podemos conocer todos los detalles de esta nueva construc¬ción. Las dimensiones del templo eran:
"20 metros 80 centímetros de longitud, y 19 metros 20 centímetros de latitud. Sus cimientos ocultos en la tierra tienen dos metros 40 centímetros de profundidad y un metro sesenta centímetros de espesor; todo hecho de: calicanto y con materiales escogidos. Estos mismos muros se levantan de la superficie de la tierra por entre los aires a la altura de 7 metros 80 centímetros y un metro de espesor... La madera es de la mejor calidad; cortada en El Rosal de Subachoque, en buen tiempo y conducida a esta ciudad, y de aquí transportada a Guadalupe en hombros... El agua, la arena y la piedra, todo ha sido transportado a espaldas de hombres, desde las profundas honduras que hacen las caídas de la roca... Todo esto se ha hecho con súplicas y limosnas colectadas en las actuales y difíciles circunstancias... El ladrillo invertido en esta obra es mucho; la teja y demás materiales y cosas necesarias, y el alimento de los trabajadores, todo ha sido conducido de Bogotá a Guadalupe; porque en esta cima no hay nada, sino la pureza del aire y la vista que da la cúspide de una elevadísima pirámide levantada por la misma naturaleza...".
En una de las pocas notas que trae este interesante folleto, se dice: "El ilustrísimo arzobispo Herrán personalmente puso la primera piedra del templo, y el ilustrísimo señor obispo Arbeláez y su secretario, cargaron piedra desde las canteras, en compañía del batallón Rifles; y algunos otros sacerdotes ayudaron personalmente a conducir el material".
La primera piedra, según nos aclara Jorge Bayona Posada, fue colocada el 13 de diciembre de 1858 y doce años más tarde fue terminada la construcción; y agrega: "Ese templo le alcanzamos a conocer y subsistió hasta el 31 de agosto de 1917. Todos recordamos con horror los temblores ocurridos en los tres últimos días del citado mes, cuando vinieron a tierra numerosos edificios, entre ellos la iglesia de Guadalupe, que quedó completamente destruida".
SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN- BOGOTA
A mediados del siglo XVII fue construida una pequeña iglesia del monasterio de carmelitas en Bogotá, fundado por doña Elvira de Padilla.
Esta antigua iglesita fue por varios siglos el centro de la devoción a la Virgen del Carmen en Santa Fe de Bogotá, hoy Bogotá. Al extenderse esta devoción por toda la república, debido sobre todo a la palabra inflamada del canónigo don Francisco Javier Baldúa, se vio la necesidad de construir un templo ad hoc. En efecto, las fiestas marianas congregaban en Bogotá un número tan crecido de devotos, que colmaban por completo las amplias naves de la basílica primada.
En 1922 el padre José María Bertola, director del Colegio León XIII en Bogotá, consultó al señor arzobispo, monseñor Bernardo Herrera Restrepo, acerca del lugar donde había de situarse la sede de la devoción a la Virgen del Carmen.
El ilustre prelado respondió que el nuevo templo debía levantarse en el antiguo Carmen. Desde entonces los superiores salesianos no pensaron sino en llevar a cabo tan noble proyecto.
El 24 de agosto de 1923, venciendo dificultades que a veces parecían insuperables, se firmó el contrato para canalizar el mal llamado río de San Agustín, un riachuelo de aguas malsanas comprendido entre las carreras 5a. y 4a. con la calle 8a.
El 18 de febrero de 1924 se empezó el derrumbe de los viejos locales de la carrera 4a. para echar los cimientos del nuevo colegio, sin el cual no se podía preparar el local del templo.
En 1926 se dio comienzo a la construcción del templo.
El 22 de agosto del mismo año el señor arzobispo coadjutor Ismael Perdomo bendijo con toda solemnidad la primera piedra. Reinó mucho entusiasmo, especialmente al saber que el Congreso había aprobado un proyecto de ley por medio del cual se asociaba la nación colombiana a la construcción del templo.
El 10 de noviembre de 1927 el excelentísimo señor Pablo Giobbe, nuncio de Su Santidad ante el gobierno de Colombia, colocó en forma solemnísima la primera piedra bendecida el año anterior. La concurrencia fue inmensa. Asistieron a la ceremonia el Presidente de la República, varios ministros del despacho, el gobernador, el alcalde, muchos congresistas, los miembros de la Corte Suprema de Justicia y del Congreso de Estado, destacados miembros de ambos cleros, un selecto grupo de damas y caballeros de la alta sociedad bogotana, los miembros del Ejército y todos los prelados de la conferencia episcopal en esos días.
Imposible reseñar día por día el adelanto de las obras del santuario que desde entonces siguieron su curso regular. Dirigía las labores el señor Buscaglione, ingeniero salesiano. Con bazares y festivales se fueron allegando fondos para cubrir los ingentes gastos. Con creciente entusiasmo todo el público bogotano iba siguiendo el avance de la obra a medida que se acercaba su conclusión y con ella la consagración (7 de mayo de 1938) y el estreno del templo (8 de mayo de 1938).
Desde entonces, la Virgen del Carmen, al establecer en su nuevo santuario el solio de misericordia, imparte abundantes gracias a los que la invocan y atrae a la salvación a las almas extraviadas por causa de la ignorancia, del error y del pecado.
http://www.djibnet.com/photo/4961776807 ... lombia.jpgSANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL CAMPO
Nuestra Señora del Campo –patrona de nuestra ciudad capital– surge desde el año 1600 aproximadamente, cuando el Arzobispo de Bogotá, Mons. Lobo Guerrero, deseando exaltar a la Virgen María como patrona y reina de Santafé de Bogotá, pidió al escultor Juan Cabrera esculpir una imagen en piedra de la Inmaculada Concepción. Obra que no llegó a su feliz término, porque el artista se vio obligado a abandonar la escultura en la mitad del camino, dado que la piedra era inadecuada por su estrechez y dureza.
La piedra sobre la cual se intentó plasmar la obra comenzó a rodar hasta quedar en la quebrada de La Cabrera, que corre cerca del Río Arzobispo, donde sirvió de puente durante un tiempo. De acuerdo con la gente de la época, de la imagen a medio labrar comenzaron a desprenderse misteriosos resplandores, que llamaron la atención especialmente de don Alonso de Mayorga, finquero vecino de San Diego, quien pidiendo permiso a las autoridades removió la piedra desde la quebrada y la colocó en la capilla de su finca; lugar al que acudió un fraile de la Recoleta, de nombre Juan, con la misión de dar figura celestial a la piedra y transportarla en procesión a la Iglesia de la Recolección de San Diego en 1620. Su fiesta se celebra el 2 de julio, día del año 1629 en que se dedicó la capilla en su honor.
En muy poco tiempo la imagen comenzó a tomar el nombre de “Virgen del Campo” y actualmente es nuestra patrona desde el 8 de enero de 1996, cuando nuestro señor Arzobispo decide según el decreto 078 erigir esta comunidad como parroquia de la Arquidiócesis de Bogotá, la cual contó con la fortuna de tener como primer Párroco al Padre José Daniel Falla, gestor de la construcción de nuestro bello y majestuoso templo y promotor de las actividades pastorales.
http://www.arquibogota.org.co/tools/mic ... .jpg&w=470Una Imagen muy especial
Nos cuenta Diego Fonnegra, director de la Casa Museo de Francisco de Paula Santander, que en la Hacienda Los Cedros donde se conserva la Capilla original de Nuestra Señora del Campo, se dio el primer milagro de la virgen.
Para los años 1600 en la Sabana de Bogotá los cultivos de trigo y cebada fueron atacados por la plaga denominada el Polvillo y parece que Nuestra señora les hace el favor de acabarla y desde esa época se consagra como patrona de la Sabana de Bogotá, en 1606.
En la hacienda original que se extendía conforme a la actual estructura del Distrito, de la localidad de Usaquén a la localidad de Suba, contaba con mil indígenas, razón por la cual funcionaba una ‘Capilla Doctrinaria', que servía de culto a Nuestra Señora del Campo muy venerada por los aborígenes.
Más adelante "en 1720, Melchor Trujillo le pide a Diego de un préstamo de 725 patacones (moneda de la época). Moneda que nunca fue pagada ni por él ni por sus descendientes. Entonces esa deuda termina canalizándola los recoletos de San Diego, la hacen efectiva y se vuelve Nuestra Señora del Campo patrona de la Sabana de Bogotá, propietaria de la hacienda Los Cedros con escritura pública. Una imagen tallada en piedra era dueña de esta Hacienda", nos relata Fonnegra.
"Más adelante para hacer traspasos y venderla tiene que intervenir el Papa para que diera el poder y se pudieran firmar las escrituras", puntualiza el director del Museo.
Así Nuestra Señora del Campo ha formado parte de la historia de nuestra ciudad casi desde su fundación. De salvadora de cosechas, patrona de la sabana de Bogotá, puente de paso sobre una quebrada, imagen con luz propia, alivio de los enfermos, dueña de una hacienda y ratificada el 8 de enero de 1996, como patrona de Bogotá por su Arquidiócesis.
http://www.arquibogota.org.co/tools/mic ... .JPG&w=336SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD DE BOJACÁ
http://4.bp.blogspot.com/_RVuW1baHQw8/S ... che+08.jpgEl Santuario de Nuestra Señora de la Salud está ubicado en el municipio de Bojacá, en la vía que de Bogotá, saliendo por la calle 13, conduce a Facatativá, a unos 70 minutos de la capital. La parroquia donde se encuentra el cuadro milagroso de la Virgen de la Salud, es la parroquia San Lorenzo, mártir.
Reseña Histórica del Santuario:
En 1739 el español don José Pérez, trajo de la ciudad de Granada (España), una imagen de Nuestra Señora de los Dolores o Virgen de las Angustias, que era conocida allá como una virgen milagrosa, la cual instaló en el oratorio de la Hacienda Cortés, donde se celebraba la eucaristía. Esta hacienda era propiedad de su esposa, quien era una dama de Santafe, hija de una buena familia y heredera de haciendas en la población de Bojacá. Don José, llevado por su devoción a la Virgen y su amistad con el P. Cárdenas, decidió donar el cuadro a la Iglesia de Bojacá, a los Padres Agustinos, para que siguiera recibiendo culto y concediendo gracias a sus devotos. Al morir don José, el día 23 de Junio de 1757, siendo cura Fray Luis Acuña, la imagen fue trasladada a la Iglesia, donde los feligreses tributaban fervoroso culto, siendo acrecentada cada día por los milagros recibidos. Con el paso de los días, al recibir infinitos favores, decidieron hacerla su patrona con el nombre de Nuestra Señora de la Salud de Bojacá, entronizándola en el Altar mayor.
Actualmente se encuentra en la nave izquierda, correspondiente a la que fuera la primera capilla. Testimonios de sus milagros son las placas de mármol que se encuentran en el monumento detrás del templo.
Le evangelización en Bojacá fue llevada, desde sus inicios, por diferentes órdenes religiosas; sin embargo, desde 1645 han estado al frente los Padres Agustinos, cuando tomaron posesión de la doctrina de Bojacá; y esto debido a que, según las actas del Capítulo Provincial celebrado el 23 de junio de 1645 se determinó permutar el convento y la doctrina de Cáqueza por la doctrina de Bojacá. Más adelante, vino a adquirir el carácter de Parroquia, teniendo como titular a San Lorenzo mediante el decreto del 21 de enero de 1.760 concedido por el Virrey de la Nueva Granada, el excelentísimo Sr. José Solís.
¿Por qué Roma Chiquita? Gracias a la elocuencia en el brillante Sermón que pronunció el Párroco de Bojacá, P. Fray Diego Padilla, en el Capítulo General de los Agustinos en Roma; reconocimiento que hizo su Santidad Pío VI con estas palabras: “Donde se forja en toda su nitidez la lengua del laico, no puede tener otro nombre más que Roma, La Roma Chiquita.
San Agustín presentó el retrato de la Virgen Madre como ideal perfecto de la vida cristiana contribuyendo a difundir su devoción entre todos los fieles de todos los tiempos. Los Agustinos, siguiendo el ejemplo de San Agustín, han dedicado su vida a propagar la devoción Mariana. Vale la pena resaltar, que el comienzo del culto y el entendimiento del amor y devoción a la Virgen de la Salud entre los vecinos, cercanos y lejanos a Bojacá, se debe a la labor realizada por Fray Higinio Hernández Silva, religioso agustino, a quien la Comunidad Agustiniana ofrece una placa conmemorativa la cual se encuentra al lado izquierdo de la imagen.
La característica del Santuario es su nota moral y religiosa, destacada en el sinnúmero de conversiones de personas que habiendo pasado muchos años alejadas de Dios, al acercarse a visitar a la madre dolorosa, han sentido su llamado maternal que les ha conducido al confesionario, a la participación de la comunión en la Eucaristía y a la práctica de una vida sinceramente cristiana. Claro que la Santa madre de Dios protege y, por mediación de su Hijo Jesús, imparte bendiciones y favores a todos aquellos que lo piden tanto para sus hijos, como para su salud personal, espiritual y corporal, como para los objetos religiosos y los conductores de vehículos que reciben su protección y compañía.
http://www.colombiaturismoweb.com/DEPAR ... ojaca2.JPGhttp://mw2.google.com/mw-panoramio/phot ... 987332.jpghttp://profile.ak.fbcdn.net/hprofile-ak ... 2914_n.jpghttp://static.panoramio.com/photos/orig ... 986997.jpgSANTUARIO DE LA BORDADITA
“La Bordadita” es la Virgen Patrona del Colegio Mayor, y preside la Capilla con su nombre que está ubicada al costado izquierdo del Claustro.
La imagen viste un manto en diamantes y oro de singular belleza, que tejió la Reina Margarita de Austria. Así lo atestigua el General Pedro Alcántara Herrán, en el tomo III del Papel Periódico Ilustrado, p. 383:
“La iglesia que es de sencilla construcción, tenía el altar mayor, en el cual se veneraba a la Patrona del Colegio, en la imagen que para el mismo labraron las reales manos de Doña Margarita de Austria, y que era conocida generalmente con el nombre de La Bordadita”.
Se conoce como La Bordadita, por acoger la imagen de la Virgen del Rosario bordada sobre tela con seda de colores e hilos de oro y plata, por la reina de España, Mariana de Austria en el siglo XVII. Conserva valiosos lienzos de artistas criollos y europeos como Gregorio Vázquez de arce y Ceballos, Joaquín Gutiérrez y Angelino Medoro, obras estas de los siglos XVI al XVIII. En los años cuarenta, el pintor Luis A. Acuña lo reconstruyó por entero, sin dejar rastro de la construcción de época colonial. Después se dotó a la capilla, de una torrecilla ”español-californiana”.
http://t1.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9 ... Yoc8jQPokQhttp://catedrarosarista.tripod.com/imag ... ery/1j.JPG[/img]
http://catedrarosarista.tripod.com/imag ... ery/1i.JPGhttp://upload.wikimedia.org/wikipedia/c ... dadita.JPG “La Bordadita” es la Virgen Patrona del Colegio Mayor, y preside la Capilla con su nombre que está ubicada al costado izquierdo del Claustro.
La imagen viste un manto en diamantes y oro de singular belleza, que tejió la Reina Margarita de Austria. Así lo atestigua el General Pedro Alcántara Herrán, en el tomo III del Papel Periódico Ilustrado, p. 383:
“La iglesia que es de sencilla construcción, tenía el altar mayor, en el cual se veneraba a la Patrona del Colegio, en la imagen que para el mismo labraron las reales manos de Doña Margarita de Austria, y que era conocida generalmente con el nombre de La Bordadita”.
La Capilla de Nuestra Señora del Rosario “La Bordadita”
Es una construcción de gran valor histórico que ha sido el núcleo y corazón de la Universidad. Su construcción surgió de la costumbre del Siglo XVI, de edificar sin cesar iglesias, capillas y santuarios dedicados a la Virgen María en la América Española, cuando por la Contrarreforma la devoción Mariana se convirtió en el distintivo de los católicos frente a los protestantes.
La primera versión de la iglesia debió ser un oratorio levantado hacia 1553. En 1584 se dio al culto de la iglesia original bajo la advocación de Santo Tomás.
La capilla arquitectónicamente forma parte integral del Claustro en su concepción original, pues fue construida con la fundación del Colegio Mayor en el Siglo XVII, en honor a Nuestra Señora del Rosario y fue inaugurada el 18 de diciembre de 1653.
Posteriormente en 1793, en gesto promovido por lo que se podría llamar el Primer Congreso de Ex – alumnos Rosaristas, se trasladaron a la Capilla los restos del Arzobispo Fundador que reposaban en la Catedral Primada.
La Capilla fue dotada de una torrecilla “español – californiana” en los años cincuenta, cuando el pintor Luis A. Acuña reconstruyó el Claustro tras la alteración sufrida en el siglo XIX.
Interiormente, en los años sesenta, Germán Téllez suprimió gran parte de la decoración implantada por Acuña en la nave de la Capilla, pero no intervino en el exterior de ésta, ni en el Claustro. Hoy, la Capilla guarda tesoros de devoción, de arte y de historia, y es considerada patrimonio cultural colombiano.
La Fachada
Esta joya de piedra, herencia del siglo XVII, da a la Carrera 6a. El arco de ingreso se abre sobre un paramento liso enchapado en 1953 y está encuadrado por columnas con capiteles corintios.
El frontón, terminado en 1654, es de vuelta redonda y presenta cinco figuras en barro cocido y estucado: la Virgen del Rosario con el Niño en medio de Santo Domingo y Santa Catalina de Siena, y a los lados Santo Tomás de Aquino y Fray Cristóbal de Torres, arrodillado.
La Archivolta, con el Ave María en latín, data de 1883, y las dos figuras laterales en piedra son de San Pío V. y San Buenaventura, obra del Maestro Acuña en 1958. La puerta es la original, con claveteado renacentista en bronce y una formidable cerradura del siglo XVII.
El Coro
Conserva su estructura original, pues desde la renovación volvió a quedar igual que en su fundación.
La Nave
Es de bóveda y testero plano y sus muros colosales construidos en mampostería tiene cerca de dos metros de espesor. El artesanado actual es obra del Maestro Acuña en 1953.
El Altar
Este nuevo altar, diseñado por el arquitecto Germán Téllez, es un sobrio monolito de piedra abuzardada, construido en 1971 para la celebración de la liturgia frente al pueblo. Ostenta como única decoración el Escudo Rosarista de Calatrava, según dibujo del Maestro Luis Acevedo.
El Retablo
La Bordadita ha cambiado varias veces de Retablo. Se recuerda uno que Masústegui ordenó labrar pero desapareció en las guerras civiles y otro neoclásico en madera imitando mármol, que Monseñor Carrasquilla hizo construir y fue reemplazado por el actual.
Este retablo fue diseñado por el Maestro Acuña inspirado en el barroco colonial y consta de dos cuerpos, un pedestal y tres calles. Lo corona el escudo sostenido por ángeles y en el cuerpo superior presenta un antiguo Cristo quiteño del siglo XVIII que hace un armónico conjunto con las pinturas de la Dolorosa y el Apóstol San Juan, obras de Acuña.
En el centro se encuentra la imagen de La Bordadita en un hermoso Marco Florentino, la cual fue descrita así por Ibañez: “... de pie, sobre un pedestal en que se destacan caras de ángeles, el cuerpo tiene la figura piramidal adoptada por los pintores de la Edad Media y está cubierto por un vestido y una capa adornados con prolijas ornamentaciones.
Cubre su cabeza una corona de exagerado tamaño para las dimensiones de la figura, sostiene en su brazo izquierdo al Niño, también coronado, y en la mano derecha un cetro y un rosario.
En el fondo amarillo del cuadro bordó la Reina...” (Crónicas.Tomo I Pag.199, Bogotá, 1951). La imagen de la Patrona ostenta además la Cruz de Boyacá conferida por el Gobierno Nacional en el año 1953.
Bajo el cuadro se encuentra el escudo arzobispal de Fray Cristóbal de Torres y en las hornacinas de las calles laterales se aprecian las imágenes de Santo Tomás y San Buenaventura. En la calle central está incrustado el Tabernáculo.
La Sacristía
Fue reconstruida en 1785 por el Rector Alarcón y Castro después de un terremoto y fue nuevamente renovada en 1972.