La primera entrega que han recibido, a manera de introducción, tiene como objetivo encuadrar la Teología del cuerpo de Juan Pablo II en el conjunto del magisterio de la Iglesia. Ahora bien, es importante hacer un breve recordatorio de la parte de éste que aborda la sexualidad, el matrimonio y la familia. En el material, el recuento comienza con el Concilio Vaticano II, pero antes de la publicación de esos documentos, la Iglesia ya había recorrido un largo camino, no exento de dificultades... Por razones de extensión, el material no hace ese recorrido, pero aquí les pongo un fragmento del libro que puede iluminar.
Como segunda anotación, algunos de los participantes han comentado sobre la Humanae vitae. Ya en su momento estaremos retomando las normas morales enunciadas en esta encíclica, pero por ahora podemos adelantar que su intuición es correcta. Juan Pablo II se propone con su Teología del cuerpo aportar el sustento antropológico y pedagógico que haga comprensibles dichas normas morales. La novedad de su propuesta no se encuentra, entonces, en su separación de la doctrina tradicional de la Iglesia, sino en la originalidad de su planteamiento, de su metodología y de su lenguaje. Espero que les sirva este texto...
Effy De Lille.
[LA SEXUALIDAD SEGÚN JUAN PABLO II. YVES SEMEN.] 1
La teología tradicional del matrimonio1
“Para afrontar los interrogantes que suscita la Encíclica ‘Humanae vitae’ sobre todo en teología, para formular dichos interrogantes y buscarles respuesta, es necesario encontrar el ámbito bíblico-teológico a que nos referimos cuando hablamos de ‘redención del cuerpo y sacramentalidad del matrimonio’. En este ámbito se encuentran las respuestas a los interrogantes perennes de la conciencia de hombres y mujeres, y también a los difíciles interrogantes de nuestro mundo contemporáneo respecto del matrimonio y la procreación”2. Juan Pablo II.
La enseñanza de Juan Pablo II corta de manera resuelta, en el plano metodológico, con la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad. Esta enseñanza, alimentada en la fuente de una experiencia pastoral dotada de una riqueza poco común, integra la cuestión del cuerpo y la sexualidad en una radicalidad teológica totalmente nueva y le confiere una amplitud ignorada hasta ahora.
El pensamiento de la Iglesia se ha limitado, durante mucho tiempo, a una teología del matrimonio que dependía más de una filosofía natural que de una reflexión teológica. En lo relativo a los fines del matrimonio, era habitual distinguir, siguiendo a Tomás de Aquino, entre el fin primario del matrimonio – la procreación y la educación de los hijos – y los fines secundarios – la ayuda mutua y el remedio de la concupiscencia.
Antes de la doctrina tomista de los fines del matrimonio, es preciso mencionar la obra de san Agustín (354-‐430), que le valió el título de “Doctor del matrimonio cristiano”3. San Agustín, adversario de los maniqueos, después de haber padecido su influencia, estableció su doctrina de los “bienes del matrimonio”: proles, fides, sacramentum (los hijos, la fe jurada entre los esposos y el sacramento). Dado el contexto cultural de aquella época, fuertemente impregnado por los restos de la civilización grecorromana y en especial por el neoplatonismo, es digna de mención la aportación positiva de san Agustín4. Con todo, el mismo san Agustín estaba fuertemente influenciado por su formación filosófica heredada de Platón.
Es cosa sabida que debemos a Platón el juego de palabra “sôma, sema”: “el cuerpo es una tumba” y que la antropología platónica está marcada por el dualismo entre el cuerpo y el alma, puesto que considera fundamentalmente al hombre como un alma perdida, extraviada, prisionera de un cuerpo5. Eso es lo que hizo que san Agustín experimentara algunas dificultades para conciliar su enfoque cristiano el matrimonio con la herencia de su formación filosófica. Aunque, como nos dice el gran historiador de la filosofía Étienne Gilson, el obispo de Hipona se alimenta cada vez de menos buena gana de este fondo neoplatónico.
1 La sexualidad según Juan Pablo II. 4a edición. Yves Semen. Desclée Brouwer, p. 21.
2 Audiencia del 28 de noviembre de 1984, 4.
3 Véase a este respecto P. Adnes, Le marriage, Éd. Desclée, Tournai 1963, edición española. 4 Cf. especialmente De Bono Conjugali.
5 Cf. Fedón 82d-‐83e y República 611b-‐612a.