Me han pedido aclarar qué significa o por qué se le llama alma espiritual a la del ser humano y si existiría alguna diferencia entre alma y espíritu. A continuación propongo un texto que explica muy bien esta cuestión. Algunos términos pueden resultar difíciles de comprender en la primera lectura, porque esta cuestión pertenece a la antropología filosófica (y no a la teología). Adelantando la respuesta... verán que hablando del hombre, comúnmente intercambiamos "alma" y "espíritu", porque en él se identifican; pero filosóficamente, existen de tres tipos diferentes de alma, de los cuales, al hombre corresponde el espiritual.
Estamos para servirles,
Effy De Lille.
La fuente de la vida: el principio vital
El principio vital es la forma sustancial del ser viviente, superior a la del ser inanimado, llamada comúnmente alma: “Principio de la vida en los seres vivos – dice Tomás de Aquino – es el alma: de hecho llamamos animados a los seres vivientes e inanimados a los privados de la vida”. El principio vital no es una actividad vital como las otras, sino la forma substancial del ser viviente y, como tal, el primer principio de toda actividad.
[…]El alma es el principio vital, pero como se dan actividades vitales tan diversas, es necesario distinguir tres principales tipos de alma, fuente de dichas actividades vitales:
• Alma vegetativa: principio de las funciones vegetativas de las plantas (nutrición, crecimiento, reproducción).
• Alma sensitiva: principio de las funciones vegetativas mencionadas y sensitivas de los animales (conocimiento, instintos, locomoción).
• Alma intelectiva o espiritual: principio de las funciones vegetativas y sensitivas mencionadas, y espirituales del hombre (entender, querer, padecer, ser feliz…).
Como la actividad sensitiva supone la vegetativa y la intelectual supone ambas, así el alma sensitiva tiene en sí todas las virtualidades de la vegetativa, y el alma espiritual todas las capacidades de la vegetativa y de la sensitiva. Por tanto, el hombre no posee tres almas, ni el animal dos, sino una sola alma o fuente de la vida que posee la virtud de las otras. El alma humana es espiritual y por eso única, irrepetible, propia de cada persona, inmortal.