por Liliana Apolonio » Mié May 30, 2012 10:54 pm
Para adentrarnos la Basílica de San Pablo Extramuros, comencemos dando una vista a San Pablo, el apóstol al que en modo especial se debe la difusión de la fe cristiana en el mundo greco-romano. Sus cartas y el texto bíblico de los "Hechos de los apóstoles" nos dan abundantes noticias sobre su vida, su pensamiento y su actividad. Ninguno de los apóstoles tiene una existencia tan documentada como San Pablo. Pablo nació en Tarso, un pueblo de Cilicia (actual Turquía), aproximadamente en el año 10 de la era cristiana. Al inicio fue un perseguidor convencido y encarnizado de la joven Iglesia. Convertido por Cristo, que se le apareció en el camino de Damasco, se transformó en el mensajero más decidido de la fe cristiana. Sus predicaciones lo llevaron a Chipre, Panfilia, Pisidia y Licaonia. La tradición indica que San Pablo murió decapitado aproximadamente en el año 67, en Roma.
La Basílica de San Pablo Extramuros es, después de San Pedro, la iglesia más grande de Roma.
Aquí cada año se clausura solemnemente -el 25 de enero, día de la conversión de san Pablo- la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.
Desde siempre, esta Basílica fue meta incesante de fieles y peregrinos provenientes de todas partes del mundo, para venerar al "Apóstol de los gentiles", que con su palabra y sus escritos contribuyó - en los primeros años de vida de la Iglesia- a la difusión del mensaje cristiano en modo determinante
San Pablo extramuros es un vasto complejo extra territorial (Motu proprio del Papa Benedicto XVI, 30 de mayo de 2005), administrado por un Arcipreste.
Con el Motu del 31 de mayo 2005, el Santo Padre Benedicto XVI ha querido esclarecer y definir con mayor precisión los principales aspectos que, bajo el perfil pastoral y administrativo, caracterizan tal Complejo extraterritorial.
La confirma como ente canónico con personalidad jurídica publica, y que a ella sea prepósito, a la par de las otras tres Basílicas Mayores, un Arcipreste nombrado por el Romano Pontífice.
El Arcipreste supervisa todo el Complejo extraterritorial, coordinando las varias administraciones allí operantes, salvo cuanto entra en las competencias exclusivas del Abad al interior de la Abadía, que hospeda la Comunidad de los Monjes Benedictinos.
Al Arcipreste ha confiado un Vicario para la Pastoral, en la persona del Abad de la Abadía Benedictina de San Pablo, además de un Delegado para la Administración.
Además de la Basílica papal, el conjunto comprende una abadía benedictina muy antigua, restaurada en el 936, activa bajo la dirección de su abad. Los monjes benedictinos de la antiquísima abadía, edificada junto a la tumba del Apóstol por el papa Gregorio II (715-731), favorecen el ministerio de la Reconciliación (o de la Penitencia) y la promoción de acontecimientos ecuménicos.
La presencia la comunidad Benedictina se remonta al papa Gregorio I, Magno (590-604).Pero es el papa Gregorio II quien constituye comunidad benedictina, aún existente.
El abad más célebre es el monje Hildebrando de Soana, quien, tras haber trabajado en la renovación de la Basílica y de la vida de su monasterio, fue elegido Papa con el nombre de Gregorio VII .La abadía controlaba entonces un amplio patrimonio feudal.
Conocerá periodos de gran esplendor espiritual, también periodos oscuros, hasta la confiscación de sus bienes en 1870; pero los monjes jamás abandonaron el oficio junto a la tumba del Apóstol.
La actividad monástica reanudó con vigor antes de los comienzos del siglo XX ,
Aquí el papa Juan XXIII anunció el 25 de enero de 1959 la convocación del Concilio Vaticano II. La Biblioteca antigua posee más de 10.000 volúmenes del siglo XV al siglo XVII (con ediciones de los maurinos y bolandistas) mientras que la moderna posee más de 100.000.
El 28 de junio de 2007 el Santo Padre Benedicto XVI proclamó en la Basílica “el Año Paulino” en el bimilenario del nacimiento de san Pablo. El Año Paulino fue celebrado des de 28 de junio de 2008 al 29 de junio de 2009.
Con el fin de las persecuciones contra el cristianismo y la promulgación de los edictos de tolerancia, a comienzos del siglo del IV, el emperador Constantino mandó realizar excavaciones en los lugares de la cella memoriae donde los cristianos veneraban la memoria del Apóstol San Pablo, decapitado entre el año 65 y el 67, bajo Nerón. Sobre esta tumba, situada en la Vía Ostiense, a unos dos kilómetros de la muralla aureliana que rodeaba Roma, mandó levantar una Basílica, que el Papa Silvestre consagró en el 324, y a lo largo de los siglos los Papas seguirán embelleciéndola y añadiendo partes, como la imponente cinta de fortificación levantada contra las invasiones a finales del siglo IX, el campanario y la maravillosa puerta bizantina del siglo XI. Es el periodo de la edad de oro de la Basílica más grande de Roma, hasta la consagración de la nueva Basílica de San Pedro en 1626. Este lugar sagrado de peregrinación de la cristiandad es famoso también por sus obras artísticas.
. En 1823 fue destruida casi completamente por un terrible incendio, provocado por el descuido de los vigilantes en la restauración del techo. A León XIII le tocó la ardua tarea de iniciar la reconstrucción de la Basílica. En los trabajos de reconstrucción se encontró un sepulcro sumamente antiguo (de antes del siglo IV) con esta inscripción: "A San Pablo, Apóstol y Mártir".
Se modifica, se restaura, se derriba, se reconstruye. No sólo responden en masa los católicos, sino que llegan donativos de todo el mundo, como los bloques de malaquita y de lapislázuli enviados por el Zar Nicolás I, que se usarán para los dos suntuosos altares laterales del transepto, o las columnas y las ventanas de alabastro finísimo regaladas por el rey Fuad I de Egipto, o también los pilares de alabastro enviados por el virrey de Egipto, Mohamed Alí. Es la obra más imponente de la Iglesia de Roma del siglo XIX.
Los trabajos continuaron activamente. En 1849 el Papa Gregorio XVI consagraba el altar de la Confesión y el transepto y, bajo su pontificado Pío IX el 10 de diciembre de 1854 consagró la nueva Basílica.
Las Puertas
En la liturgia de la Iglesia, la puerta tiene un valor simbólico. En el Evangelio, el mismo Cristo se define como la "puerta", a través de la cual se puede llegar al Padre. Por esta razón las puertas de las iglesias eran y son embellecidas con bajorrelieves, hermosos desde un punto de vista estético, y funcionales para la comprensión del significado de la puerta, en la simbología cristiana. San pablo Extramuros tiene tres puertas, la más importante es la de la derecha, es la "Puerta Bizantina" por el indiscutible estilo con que está realizada. Originalmente era la puerta central; con la restauración realizada después del incendio del siglo XIX, fue puesta en el año 1967 en la posición actual, para cerrar la Puerta Santa. En los paneles de bronce, se narra la vida de Cristo, desde la Navidad hasta Pentecostés, seguida de las imágenes de los profetas y de los apóstoles.
El interior de la Basílica
Da la sensación de espacios inmensos y grandiosidad en el interior de una de las más grandes basílicas existentes en el mundo, por la disposición simétrica de las 80 columnas de mármol blanco y el reflejo del suelo. El pavimento en el crucero se colocó, utilizando también los hermosos mármoles de lápidas de la antigua Basílica, en las naves, alternando baldosas de mármol verde y granito rojo. La parte más antigua , retocada y restaurada, es la del ábside y el arco triunfal. .
Los retratos de los Papas
Bajo las ventanas de la nave central y en las naves laterales, realizados en mosaico, están los retratos de los Papas desde San Pedro hasta nuestros días. Es tradición que cuando muere el Papa, se actualicen agregando la imagen del nuevo elegido. La serie de retratos fue iniciada por el papa León Magno (440-461). Además de un valor de investigación iconográfica, los retratos de los Papas responden a importantes exigencias históricas y teológicas. Sobre todo, por las fechas de los diversos pontificados y la necesidad de hacer evidente la sucesión apostólica desde Pedro hasta el último Papa viviente.
El Mosaico del Arco Triunfal
El mosaico original fue realizado en el siglo XIII por expertos venecianos, el actual es una copia fiel de la antigua imagen con algunos fragmentos salvados del incendio del año 1836. En el centro del ábside está Cristo sentado en un trono, en un prado lleno de flores y animales, entre los Santos Pedro y su hermano Andrés a la izquierda, y a la derecha se encuentran Pablo y su antiguo biógrafo, el evangelista Lucas, autor de los "Hechos de los apóstoles En la parte inferior se aprecia la imagen de la "Hetimasia", es decir, el trono vacío con los instrumentos de la Pasión: la cruz, la corona y los clavos. Más abajo se ven cinco Santos Inocentes, dos personajes históricos del tiempo de Honorio III. El mosaico reafirma la importancia central de Jesucristo en el plan de salvación y destaca el testimonio de vida de los apóstoles y de los santos que por Él sacrificaron su propia vida.
El Baldaquino y la Confesión
No obstante las restauraciones , el Baldaquino es el original realizado en el año 1285. Los bajorrelieves representan a Adán y Eva, la ofrenda de Caín y Abel, y al abad Bartolomé que ofrece el tabernáculo a San Pablo: en los nichos laterales se distinguen las figuras de Pedro y Pablo, de Timoteo, discípulo de Pablo y San Benito, el fundador de la orden que lleva su nombre. Los monjes benedictinos, hoy como antiguamente, presiden las celebraciones de la Basílica y habitan en el monasterio que está junto a la misma. Debajo del altar se encuentra la Confesión, el lugar más sagrado de toda la Basílica, el sepulcro del apóstol Pablo, que llegó a Roma en el 61, para ser juzgado. Fue decapitado a dos millas de donde su cuerpo enterrado entre el 65 y el 67,en el área sepulcral que la cristiana Lucina poseía en la Vía Ostiense que formaba parte de un antiguo cementerio.Fue posible enterrar al apóstol Pablo en una necrópolis romana, aun siendo cristiano, en cuanto ciudadano romano. Su tumba fue enseguida objeto de veneración, y sobre ella se edificó una cella memoriae o tropaeum, donde, durante estos siglos de persecución, iban a rezar los fieles y los peregrinos, sacando fuerzas para continuar la evangelización del gran misionero.
Sobre el sarcófago donde fueron edificados los sucesivos “altares de Confesión”, durante las úlimas obras se abrió un hueco debajo del Altar Papal para que los fieles puedan ver la tumba del Apóstol. Se puede descender a este lugar mediante una doble escalera
Cerca del sepulcro de Pablo se conservan también los restos mortales de Timoteo, que junto a Tito fueron los discípulos predilectos del apóstol. A ellos, Pablo escribió tres cartas en las que les manifiesta un gran afecto, los anima a ser coherentes con el mensaje recibido, los exhorta con consejos que después de dos mil años de historia de la Iglesia, iluminan a todo cristiano
Por qué se le dio a san Pablo el rostro de un filósofo La más antigua representación del apóstol se encontró a poca distancia de su tumba, también objeto de nuevas investigaciones. La Iglesia quiso representarlo como el Platón cristiano, lo cual fue una decisión audaz, y muy actual también hoy
El año dedicado a San Pablo (2008-2009), a dos mil años de su nacimiento, concluyó con dos importantes descubrimientos anunciados el mismo día, en la vigilia de la festividad del santo.
El primer descubrimiento lo ha revelado Benedicto XVI en persona, en la homilía de las vísperas del 28 de junio de 2009, en la basílica romana de san Pablo Extramuros:
"Estamos congregados en la tumba del apóstol, cuyo sarcófago, conservado bajo el altar papal, ha sido recientemente objeto de un atento análisis científico. En el sarcófago, que no ha sido abierto jamás durante tantos siglos, se practicó una pequeñísima perforación para introducir una sonda especial, mediante la cual se han puesto de manifiesto huellas de un precioso tejido de lino de color púrpura, recubierto con oro cequí, y de una tela de color azul con filamentos de lino. Se ha puesto de manifiesto también la presencia de granos de incienso rojo y de sustancias proteicas y calcáreas. Además, el análisis de pequeñísimos fragmentos óseos, sometidos al examen del carbono 14 por parte de expertos que desconocían su procedencia, ha dado como resultado que pertenecieron a una persona que vivió entre los siglos I y II de la era cristiana. Esto parece confirmar la unánime e indiscutible tradición que se trata de restos mortales del apóstol Pablo".
También para Pablo entonces – como antes para el apóstol Pedro, cuya tumba está identificada ahora con seguridad, bajo el altar mayor de la basílica de San Pedro en el Vaticano – se ha confirmado que está sepultado precisamente donde ha sido venerado siempre: bajo el altar mayor de la basílica romana que le está dedicada.
El segundo descubrimiento fue anunciado por "L´Osservatore Romano", en su edición del 28 de junio.
Se descubrió además la más antigua representación que se conoce del apóstol Pablo, que se remonta a fines del siglo IV.
Esta imagen de Pablo apareció el 19 de junio de 2009, en las excavaciones en una catacumba que tiene el nombre de santa Teclar, a poca distancia de la basílica del apóstol.
Al limpiar con rayos láser la bóveda de un cubículo, los arqueólogos han visto salir a la luz una exuberante decoración pintada al fresco. En el centro de la bóveda apareció la imagen del Buen Pastor, con cuatro círculos a su alrededor y con las figuras de Pablo, la mejor conservada de Pedro y probablemente la de otros dos apóstoles.
Pero hay un elemento que impacta más que los otros, y remite a los motivos que llevaron a representar al apóstol Pablo tal como lo vemos en este fresco, con el aspecto de un filósofo pensativo, la mirada penetrante, la frente alta, la calvicie incipiente y la barba puntiaguda.
En una muestra de arte dedicada a san Pablo, se exponen las cabezas de dos filósofos, (esculpidas en la época romana), uno de los cuales es probablemente Plotino, y que presentan fuertes semejanzas con las antiguas representaciones de Pablo.
La misma cuestión se plantea para el apóstol Pedro, representado tradicionalmente con cabellera corta, espesa y cándida, con rostro amplio y la mirada decidida la barba corta y llena.
La técnica del retrato estaba muy difundida en el arte griego y en el arte romano. Pero en la cultura hebrea las imágenes estaban prohibidas, razón por la cual era impensable que Pablo y los otros se hicieran retratar. Sólo más tarde la Iglesia aceptó representar las celebridades de la fe cristiana.
He aquí la sugestiva explicación que ha dado el director de los Museos Vaticanos y gran historiador del arte, al presentar la muestra sobre san Pablo:
"El problema se planteó entre los siglos III y IV, cuando una Iglesia ya difundida y estructurada aceptó e hizo propio el mundo de las imágenes y lo aceptó en las formas en las que lo había elaborado la tradición estilística e iconográfica helénico-romana. De este modo, sucedió que Cristo -buen pastor- asumió el rostro de Febo Apolo o de Orfeo
Pero para representar a Pedro y Pablo, los príncipes de los apóstoles, las columnas que sostienen a la Iglesia, : dio a los proto-apóstoles los semblantes de los proto-filósofos. Así Pablo tuvo el rostro de Platón o quizás de Plotino, mientras que el de Aristóteles le fue dado al pragmático y terrenal Pedro, que tiene la tarea de guiar en medio de las insidias del mundo a la Iglesia practicante y combatiente
Si así sucedió, la Iglesia de los primeros siglos no tuvo entonces ninguna timidez en atribuir a los apóstoles, y en particular a Pablo, la cualidad de filósofo, ni en trasmitir, estudiar y proclamar su pensamiento en su totalidad, que por cierto no es fácil de comprender y aceptar.
El retrato de Pablo filósofo es advertencia elocuente para todo aquél que considera inactual a un Papa teólogo como Benedicto XVI, moderno Padre de la Iglesia.
Las sorpresas arqueológicas de San Pablo extramuros
El peregrino puede descubrir en su plenitud el patrimonio histórico y espiritual de la Basílica San Pablo Extramuros de Roma, testigo fiel de dos milenios de la historia del cristianismo, gracias a nuevos hallazgos arqueológicos.
El Papa Benedicto XVI inauguró el pasado un importante complejo arqueológico, con piezas de la antigua basílica, construida por orden de Constantino en el siglo IV.
Se destaca una galería que va desde la abadía benedictina, hasta la entrada a las recientes excavaciones y un edificio dedicado a los turistas y peregrinos que contiene una librería y un café, donde pueden verse piezas arqueológicas. Las vitrinas que exhiben estas piezas están separadas por dibujos que muestran la evolución de la Basílica: desde su consagración en el siglo IV hasta nuestros días.
LAS EXPOSICIONES
LA CAPILLA DE LAS RELIQUIAS
La más valiosa de las reliquias y de los objetos expuestos son sin duda las cadenas que, según la tradición más antigua, ataron al Apóstol Pablo al soldado romano que lo custodiaba, durante el periodo de custodia militaris que pasó en Roma. En este tipo de prisión el prisionero podía escoger una residencia, y el militar que lo vigilaba debía acompañarlo a todas horas y tenerlo atado con una cadena al salir a la calle. La cita ya el papa León el Grande, en el siglo V.
LA PINACOTECA
La actual Pinacoteca, que se encuentra en la sacristía y en dos locales adyacentes, conserva los tesoros pictóricos de la antigua basílica, unas cuarenta obras que van del siglo XIII al XIX, como la Virgen con el Niño de Antoniazzo Romano (siglo XV) y también la copia de algunos documentos raros come una Biblia carolingia miniada del siglo VIII, conservada en la biblioteca de la Abadía, y algunas incisiones del incendio de 1823.
LA COLECCIÓN LAPIDARIA
En el claustro pueden verse hoy los sarcófagos y unos 2000 fragmentos de lápidas, algunas de éstas con leyendas en griego, latín, hebreo, procedentes de la necrópolis que vino a la luz durante las varias obras que se han ido realizando cerca de la Basílica
Pese a su distancia con el centro histórico de Roma, lo que hace que algunos recorridos turísticos la ignoren, San Pablo Extramuros cobra cada vez más importancia por ser un importante punto de referencia para el ecumenismo, por los grandes tesoros del arte y la arquitectura que se encuentran allí, por los medallones de todos los papas, desde San Pedro hasta Benedicto XVI que dan fe de la continuidad de la sucesión de Pedro y ahora, por las nuevas piezas arqueológicas dan fe de la historia del cristianismo en la Ciudad Eterna.