por Cielo_0511 » Dom May 27, 2012 7:21 pm
Hoy es el día más hermoso de todo este ciclo litúrgico festivo de la Pascua...hoy es Pentecostés, hoy se corona la Pascua, hoy Cristo glorificado se perpetúa en su pueblo que Él ha comprado a precio de su sangre; Cristo vive más que nunca en Pentecostés.
En el evangelio de san Juan de hoy, CRisto irrumpe en medio de sus discipulos que por miedo a los judíos, por miedo a la persecusión; están escondidos, Y Cristo les dice con la serenidada de una vida que ya no tien ocaso:"Paz a ustedes" aquel día él hace una efusión del espíritu santo que anima el corazón de los discípulos y les da su poder. Esta gracia de Pascua, se hace pública a los 50 días, en la fiesta que los judíos llamaban Pentecostés.
Al oír el ruído, acudieron en masas y quedaron desconcertados, aquel día el ruido de un huracán y una lluvia de lenguas de fuego que cayó sobre los discipulos reunidos en aquella casa de Jerusalén atraho a todos los peregrinos, venidos de todos los rincones del mundo conocido que estaban enla ciudad para la fiesta de Pentecostés; Ahora también la iglesia atrae a los hombres a escuchar las maravillas del Señor y a denunciar desde su posición evangélica seguidora fiel de Cristo, el pecado del mundo donde quiera que se encuentre.
Envía tu Espíritu Señor y repuebla la faz d ela tierra...La experiencia del Espíritu no es una presencia individual para regodeo de unos privilegiados, La donación del Espíritu se da en orden a crecimiento personal para el enrequecimiento eclesial y toda la crecaión. El don del Espíritu nos compromete con acción pronta, desinteresada, generosa en bien de la humanidad.
El Espíritu Santo es el que hace de la iglesia una nueva creación para la renovación del mundo actual." El Espiritu Santo conducea la iglesia a la plenitudde la verdad, la renueva en la santidadde sus miembros y la enriquece en sus dones y en sus carismas, en todas sus comunidades; suscita las vocaciones, los dones jerárquicos y carismáticos, da perseberancia, fortaleza, a esta misión de la iglesia a pesar de todas las tribulaciones".
"Mi amado es para mí y yo soy para mi amado"(Santa Teresa de Ávila)