por Mariango » Dom Jun 17, 2012 6:01 pm
Buenas Tardes.
Este es un tema, como ya se ha dicho en la lectura que corresponde, de poco manejo por el hombre, por la sociedad y por el mundo. Pero me he dado cuenta que ha medida que pasa el tiempo, por los acontecimientos que suceden, el hombre habla de las “fuerzas del mal” como la causa de lo que acontece, de lo malo que acontece. No estoy segura si hay la suficiente conciencia al decir esto, si efectivamente el hombre sabe de la existencia del demonio. Testimonios de santas y santos son joyas preciadas que, como verdades de fe, me hacen pensar profundamente sobre esto. Hay veces que pienso que no quiero ni imaginar como será el infierno, como será el demonio, pero se que es importante que lo tenga siempre presente, porque él siempre está presente.
Cada cosa que veo en el mundo, que está en contra de Dios me da la imagen del demonio. La imagen de aquel que por su vanidad, por su codicia y orgullo de estar al lado de Dios como creatura suya, fue expulsado, despedido y alejado de la eternidad, fue enviado a la oscuridad. Se que el demonio, día a día está al acecho, está pendiente de lograr sus objetivos: apartarnos de nuestra misión que es ser de Dios, estar y vivir con Él, en su presencia, constantemente.
Escoger entre el bien y el mal ha sido la gran tarea y reto del hombre, en toda su existencia. Allí está la gran prueba de fidelidad y más allá de eso, la prueba del convencimiento que la vida trae mayores frutos y en abundancia estando en el camino del bien y no en el del mal.
Voy tras la senda de la eternidad y día a día, como lo he venido diciendo a lo largo de este curso, intento estar en la verdad de Cristo, intento no apartarme; las tentaciones del mundo me llaman todos los días y la lucha es constante, en “pensamiento, palabra, obra y omisión”.
¿Cuanto tiempo significa un día en el infierno? ó ¿Cuánto tiempo es verdaderamente un día en el infierno? Estas son preguntas que sus respuestas, en la boca de santos y santas, dan miedo. El comportamiento del hombre, su conducta y sus obras darán las consecuencias de su estado en la vida y después de la muerte. Lo cierto es que vivir en estado de pecado trae considerables consecuencias mientras se está vivo y que el “infierno” comienza desde el momento en que sus pasos están alejados del camino hacia la eternidad. Es decir, el infierno está en la tierra, una vida en tinieblas la puede conseguir el hombre por la manera como se trata a sí mismo y a los demás, como concibe la existencia de Dios, si la concibe. Estar en este estado puede producir una vida eterna en el infierno, mientras se está en vida y después de la muerte.
Yo creo profundamente en el perdón de Dios y creo que un corazón arrepentido tiene ese perdón, siempre y cuando esté colmado de sinceridad, de arrepentimiento. Siempre estoy atenta a mantenerme en comunión con Dios e invitar a mis hermanos y hermanas a estar en ese estado. Este curso me ha ayudado mucho a reflexionar y a distinguir con mayor firmeza cual es el camino y de que manera puedo ayudar en mi sitio de trabajo a que todos y todas conozcan este camino.
Saludos cordiales
Mariango
Caracas - Venezuela