por David Damag » Jue Dic 06, 2012 10:34 pm
1.- Por qué era la Gaudium et spes una novedad respecto a los concilios anteriores?
Es un documento conciliar dirigido no solo a los cristianos, sino que se entabla un diálogo con toda la humanidad. Porque el documento constitutivo no está dirigido nada más a los cristianos sino a todo el mundo, entablando un diálogo con todos aunque no profesen en la Iglesia Católica. No estaba prevista en los esquemas del Concilio, sino que fue guiándose con el mensajes del Papa Juan XXIII emitido un mes antes del Con cilio; refiriéndose a los problemas que imperaban en ese tiempo en la humanidad entera, causando un profundo pesar en el Corazón de la Iglesia.
¿Cuál es la finalidad de la gaudium et spes?
Exponer la actitud de los cristianos ante el mundo, de decir los principios doctrinales de la Iglesia, con alegría y esperanza, a todos los hombres contemporáneos. Habla a todo el mundo para esclarecer el misterio del hombre y cooperar en el hallazgo de soluciones que respondan a los principales problemas de nuestra época. La actividad humana, perfeccionada en el Misterio del Verbo Encarnado que habitó en la tierra de los hombres. Él es quien nos revela que : Dios es caridad y al mismo tiempo nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana y de la transformación del mundo, es el mandamiento nuevo del amor y les asegura que el camino del amor está abierto para el hombre y para restaurar una fraternidad universal
3. Luego de leer completa la Constitución pastoral Gaudium et spes, por favor indique algunos de los errores que denuncia.
Para realizar la condición del hombre en el mundo moderno la Iglesia debe estructurar a fondo el signo de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio, conocer y comprender el mundo en que vivimos, de sus esperanzas y aspiraciones. Hoy el género humano se encuentra en una nueva era de su historia, los cambios nacidos de la inteligencia y del trabajo creador del hombre recae sobre el mismo hombre sobre su pensar y reacciona ante las cosas de una auténtica transformación social y cultural que influye en la vida religiosa.
Nunca tuvo el género humano tanta abundancia de riquezas, posibilidades y capacidad económica; pero por otra parte una grandísima población mundial, se ve afligida por el hambre y la miseria y es inagotable el número de analfabetas. La libertad comprometida con nuevas formas de esclavitud social y psíquica. Las fuerzas antagónicas y las atroces políticas sociales, económicas, raciales e ideológicas persisten y aún no ha desaparece el peligro de una guerra capaz de destruirlo todo desde sus cimientos.
Los cambios de mentalidades entre los jóvenes que muestran la impaciencia de rebelarse en su inquietud de querer tomar su propio papel en la vida social ocasionando dificultades en el cumplimiento de sus deberes; de ahí que las reglas de conducta del pasado ya no cuadran bien en el actual estado de cosas. Se desentienden de la religión, este fenómeno de masas crece de día en día, la negación de Dios y el prescindir de valores, como exigencia del progreso científico y del nuevo humanismo.
El mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, capaz de lo mejor y de lo peor, puede optar entre la libertad y la servidumbre, entre el progreso y el retroceso, entre la fraternidad y el odio, fuerzas que el mismo hombre ha desencadenado y que pueden oprimirle o servirle.
El hombre hecho para un estado de justicia por Dios, abusó de su libertad por persuasión del Maligno alzándose contra Él. Se nublo su necio corazón inclinándolo al mal y sumergirlo en una infinidad de males que no pueden proceder de su Creador; él está dividido dentro de sí mismo entre el mal y el bien, entre las tinieblas y la luz se encuentra incapacitado para resistir eficazmente por sí mismo a los ataques del mal. El pecado empequeñece al hombre, alejándolo de su propia plenitud, de la excelsa vocación del hombre de alabar libremente a su Señor. El hombre se hubiera librado de la muerte si no hubiera cometido el pecado.
El ateísmo moderno presenta una apariencia sistemática, sabe explotar el legítimo deseo de independizarse de Dios –del que somos dependientes y es autor de todas las cosas-, esta libertad consiste en que el hombre sea fin de sí mismo. Esta doctrina de los ateos no puede pasar por alto la liberación del hombre, principalmente su liberación económica y social orientada hacía una engañosa vida futura y que cuando llega a tomar las riendas del estado, ataca violentamente la religión.
La salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligada al buen ser de la comunidad familiar y conyugal. La institución del matrimonio parece aparece nublada por la poligamia, por la lacra del divorcio, por el llamado amor libre; el amor conyugal se ve profanado por el egoísmo, el hedonismo y las prácticas ilícitas contra la generación. Las condiciones económicas, sociales, psicológicas y civiles acarrean graves perturbaciones a la familia.
La Iglesia protege y promueve la intrínseca dignidad del estado matrimonial y su excelso valor sagrado. El matrimonio y el amor conyugal, por su propia índole se ordena a la procreación y educación de la prole, ciertamente el regalo más hermoso y contribuye al bien de los propios padres, para educarlo dignamente. El aumento de la familia se halla en peligro, cuando el adulterio y la infidelidad se presentan o los problemas económicos aumentan, entonces se adelantan a presentar soluciones deshonrosas e incluso no les repugna matar a la prole.
La cultura por tener su origen inmediato en el hombre, dotado de índole racional y social, requiere constantemente una justa libertad para desarrollarse y una legítima facultad de obrar, según su derecho y sus propios principios. Exige respeto y gozar de una especifica inviolabilidad, salvo siempre los derechos de las personas y de la comunidad, sea particular, sea universal, dentro de los límites del bien común, reconociendo esta justa libertad se afirma la justa autonomía de la cultura humana y principalmente de las ciencias; que la vida cultural se difunda entre todos, en las minorías de una nación, que esta no sea desviada de su propio fin y obligada a servir a los poderes políticos o económicos; se reconozca el ejercicio efectivo del derecho personal a la cultura.
El desarrollo económico este al servicio del hombre para hacer frente al aumento de la población y responder a las crecientes aspiraciones del género humano, porque han de eliminarse las enormes desigualdades económico-sociales.
Derecho al trabajo, a las condiciones del mismo y al descanso, siendo una actividad económica es injusto e inhumano organizarla y montarla con daño a cualquier trabajador. Solucionar los conflictos laborales, fundar libremente asociaciones capaces de representarlos de modo suficiente sin correr el riesgo de represalias.
Refrenar la crueldad de la guerra, la guerra total y la carrera armamentista, etc.
4. ¿Cuál es el mensaje central de la Gaudium et spes.
Es Cristo céntrica, se representa a Jesús como el fin de la historia humana, punto de convergencia hacía el cual tienden los deseos de la historia y de la civilización, centro de la humanidad, gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones. De esta manera, así como la constitución abordará los numerosos problemas del mundo, no dudará en presentar a Cristo como la solución perfecta para todos ellos.
La Iglesia afirma que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes que tienen su último fundamento en Cristo, quién existe ayer, hoy y para siempre. Bajo la luz de Cristo, imagen de Dios invisible, primogénito de toda de toda la creación.
El Concilio habla a todos para esclarecer el misterio del hombre y para cooperar en el hallazgo dse soluciones que respondan a los principales problemas de nuestra época.