por tamy100 » Lun Mar 04, 2013 12:15 pm
TEMA 11 - Unitatis Redintegratio
1. ¿ Cual es la finalidad del movimiento ecuménico?
R/ El término ecumenismo se deriva de la palabra griega oikoméne, que quiere decir la tierra entera habitada, y que se usa a veces para describir los esfuerzos dirigidos a promover la armonía entre los representantes de todas las diversas religiones e incluso entre todos los pueblos. Esta voz es la que utiliza el decreto sobre el ecumenismo del concilio Vaticano II, restringiendo su significado al tema del restablecimiento de la unidad (Unitatis redintegratio) entre los cristianos.
2. ¿ Reconoce la Iglesia a los hermanos separados como cristianos?
R/ El decreto también incluye un importante texto donde reconoce a los hermanos separados como cristianos:
"Efectivamente, por causa de las varias discrepancias existentes entre ellos y la Iglesia católica, ya en cuanto a la doctrina, y a veces también en cuanto a la disciplina, ya en lo relativo a la estructura de la Iglesia, se interponen a la plena comunión eclesiástica no pocos obstáculos, a veces muy graves, que el movimiento ecumenista trata de superar. Sin embargo, justificados por la fe en el bautismo, quedan incorporados a Cristo y, por tanto, reciben el nombre de cristianos con todo derecho y justamente son reconocidos como hermanos en el Señor por los hijos de la Iglesia católica".(116)
Reafirmando lo que ya había dicho la Constitución Dogmática de la Iglesia respecto a que "estando bautizados, se honran con el nombre de cristianos, pero no profesan la fe en su totalidad o no guardan la unidad de comunión bajo el sucesor de Pedro"(117).
3. ¿Enseña que es necesario da igual que los cristianos se encuentren
separados de la única Iglesia de Cristo? Justifique su respuesta.
R/ La Iglesia católica reconoce que los cristianos no católicos (en sentido sociológico o jurídico) son verdaderos cristianos, siempre y cuando hayan recibido válidamente el sacramento del bautismo y profesen los dogmas principales de la fe cristiana (expresados por ejemplo en el Credo Apostólico)(118).
4. ¿Se opone el diálogo ecuménico a la búsqueda de conversiones individuales de los hermanos separados?
R/- Si bien los hermanos separados son cristianos, están en comunión con la Iglesia de una forma imperfecta. Esa imperfección no se refiere directamente a la condición moral de esas personas, sino a una profesión de fe incompleta o a una comunión incompleta con la Iglesia universal.
- Se menciona como las divisiones entre los cristianos se han producido "ya desde los primeros tiempos"(119), "a veces no sin responsabilidad de ambas partes"(120), y como dicho pecado de separación no puede atribuirse a los que nacen hoy en las comunidades separadas(121).
5. ¿Por qué es importante la restauración de la unidad entre los cristianos?
R/Esta unidad es condición imprescindible “para que el mundo crea”. Hoy de manera particular, cuando el relativismo niega la existencia de una verdad sobre Dios, el mundo y el hombre, y diluye las convicciones, fuertes en otro tiempo, sobre valores fundamentales; cuando el hedonismo pretende hacer del placer el bien supremo y casi único, y cuando la libertad, desligada de la verdad, se exalta de tal modo que pone en peligro la serena convivencia de los hombres y de los pueblos. Todo ello hace más urgente el que lo cristianos demos un testimonio fuerte, unido, de la verdad del Evangelio y de la vida que de él surge.
La restauración de la unidad entre todos los cristianos, con la superación de viejos prejuicios, de fáciles descalificaciones, de juicios apresurados, de desconocimientos mutuos, etc., exige por parte de todos un corazón abierto a la acción del Espíritu Santo que mueve a la unidad. Requiere la firme voluntad de dejarnos interpelar por la Palabra de Dios, el deseo de una fidelidad al Maestro purificada de continuo, y una disposición firme de conversión del corazón. Como precisa el Concilio: “Recuerden todos los fieles que tanto mejor promoverán e incluso practicarán la unión de los cristianos cuanto mayor sea su esfuerzo por vivir una vida más pura según el Evangelio” (ibídem, 7).
La restauración de la unidad pide también sentir verdaderamente próximos a quienes son nuestros hermanos; apreciar las verdades de fe, la riqueza de oración y los valores de vida que nos unen; colaborar como discípulos de Jesús en la promoción de la paz y de la justicia, de la vida humana, del respeto de los derechos inalienables de todos, del cuidado de los más débiles y desprotegidos, de la solidaridad efectiva con los que sufren.
Vale la pena orar en estos días, con fe y confianza, al Señor común de todos los cristianos, para que Él nos conceda el don preciosísimo de la unidad, de modo que hechos “un solo corazón y una sola alma” (Hch 4, 32), anunciemos al mundo la buena nueva de la salvación y construyamos un mundo según los designios de Dios.
6. ¿Se lograría una verdadera unidad basada en un máximo común denominador entre las respectivas creencias que profesamos los cristianos?.
R/ Estoy de acuerdo con la opinión de uno de mis compañeros de curso!. El diálogo siempre debe estar presente sin caer en discusiones que profundicen la separación
Los temas deben ser tratados con diplomacia, humildad, respeto y caridad entre las partes, además con sinceridad para no ocultar nada sobre la doctrina.
7. ¿Cuál es la posición del Magisterio respecto a la atenuación de la verdad católica en el diálogo ecuménico?
R/ Lo rechaza y trata de mostrar siempre la verdad para así lograr una conversión interior y así dar un testimonio creíble de fe.
8. ¿Por qué elementos está constituida la unidad que busca el verdadero ecumenismo del que habla el Concilio?
R/ Po r el amor traducido en caridad y por la verdad a la que nunca renunciará!