por dahrendorf » Mar Nov 05, 2013 11:39 am
Primero, decirte que no eres ni el primero ni será el último en esas circunstancias. Hay sacerdotes que tenían novia y la dejaron para entrar al seminario. Obviamente, una vez tomes la decisión, si es entrar al seminario, no conviene que te relaciones para nada con ella.
Segundo, cuidado con los sentimientos. Los sentimientos van y vienen. Lo importante es discernir la voluntad de Dios y seguirla. Y para ello tienes dos instrumentos principales: la dirección espiritual con un buen sacerdote y la oración. Uno solo no es un buen juez. He visto a personas que tenían fuertes sentimientos de tener una vocación, pero objetivamente no tenían las cualidades para serlo. Por tanto, tener un discernimiento sereno. QUizá unos ejercicios espirituales o un retiro te vendría bien. Alejado de tu vida cotidiana y también de ella para ver si Dios te llama al matrimonio o al sacerdocio.
Tercero, no vas a tener certeza absoluta. La certeza al cien por cien no la tiene nadie. Tanto el sacerdocio como el matrimonio son un servicio e implica un compromiso. No olvides que el amor más que en "sentir" consiste en "querer querer", en la voluntad de seguir y de amar. No es meramente pasivo, sino también activo. No se abandona cuando transitoriamente se deja de "sentir". Por tanto, si crees que Dios te llama, adelante sin mirar atrás, pero no esperes a tener una especie de certificado de llamado de Dios, una especie de prueba de la llamada divina, porque eso no existe.