CAPÍTULO 15:
1. Identifique los principales errores del progresismo radical.
Relativización del dogma: fue denunciado por la Congregación para la Doctrina de la Fe y consiste en afirmar que" las fórmulas dogmáticas están sometidas a una evolución histórica, hasta el punto que el sentido objetivo de las mismas sufre un cambio". Siguiendo esta línea de pensamiento numerosos teólogos se han apartado definitivamente de la fe católica.
- Infalibilidad de la Biblia e historicidad de los evangelios: En círculos progresistas se ha puesto en duda el carácter infalible de la Biblia en cuanto a lo doctrinal y la veracidad histórica de los relatos evangélicos, el Concilio Vaticano II ha enseñado precisamente lo contrario en su Constitución Dogmática de la Divina Revelación Dei Verbum en los números 11 y 19.
- Irenismo y falso ecumenismo: entender que las distintas religiones (cristianas y no cristianas) son caminos alternativos de salvación, ha disminuido el celo por las conversiones individuales y el retorno de nuestros hermanos cristianos separados a la Iglesia Católica.
- Sincretismo religioso: consiste en afirmar que todas las religiones tienen carácter salvífico en cuanto tales o decir que lo bueno que tiene otras religiones no se encuentra en la religión Católica.
- Innovaciones litúrgicas no aprobadas por la autoridad eclesial: Es uno de los más grandes errores en la recepción del Concilio Vaticano II en relación con la liturgia donde algunos sacerdotes han entendido que se abría la puerta a todo tipo de innovaciones que se han materializado en una cantidad de abusos difícil de cuantificar totalmente opuesto al Concilio Vaticano II en la Constitución sobre la Sagrada Liturgia
2. ¿En qué sentido se puede decir que evoluciona el dogma católico?
El dogma no puede cambiar en su naturaleza. Distinguimos así la evolución transformista del dogma, de la evolución homogénea o legítimo desarrollo de la doctrina cristiana que consiste en un crecimiento en profundidad y claridad del entendimiento de las verdades de la divina revelación. Las verdades esenciales o substanciales en el núcleo de cada doctrina permanece inmutable.
3. ¿Es lícito negar la historicidad de los evangelios? No, ya que el Concilio Vaticano II en la Constitución dogmática Dei Verbum enseña que: La Santa Madre Iglesia firme y constantemente ha creído y cree que los 4 Evangelios, cuya historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, viviendo entre los hombres hizo y enseñó realmente para la salvación de ellos, hasta su Ascensión al cielo.
4. ¿Cómo se debe interpretar que la Iglesia de Cristo "subsiste" en la Iglesia Católica? Esta es la única Iglesia de Cristo, que en el Símbolo confesamos como una, santa, católica y apostólica, y que nuestro Salvador, después de su resurrección, encomendó a Pedro para que la apacentara (cf. Jn 21,17), confiándole a él y a los demás Apóstoles su difusión y gobierno (cf. Mt 28,18 ss), y la erigió perpetuamente como columna y fundamento de la verdad (cf.1 Tm 3,15). Esta Iglesia, establecida y organizada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él si bien fuera de su estructura se encuentren muchos elementos de santidad y verdad que, como bienes propios de la Iglesia de Cristo, impelen hacia la unidad católica.
5. ¿Equipara el Concilio la religión católica con las demás religiones como caminos alternativos de salvación? No, la Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero, solamente, pero no las equipara
6. ¿Es necesario acudir a las demás religiones para encontrar elementos buenos y santos que no se encuentran en la religión católica? Claro que No, todo lo bueno que pueda encontrarse en ellas ya lo tenemos en nuestra Iglesia.