por arredondoblanco » Lun Jul 15, 2013 9:14 pm
Pregunta:
¿Dónde se encuentra la experiencia humana del cuerpo?
Respuesta.- Proviene del conocimiento surgido de forma original, según la cual los primeros seres humanos, varón y mujer, “estaban desnudos” y sin embargo “no se avergonzaban de ello” esta experiencia natural y recíproca del cuerpo, parte del hombre de la feminidad que se revela en la desnudez del cuerpo y, recíprocamente, la experiencia análoga de la masculinidad por parte de la mujer.
Se desprende del propio texto del Génesis 2, 25 en el cual se unen las reflexiones sobre la teología del cuerpo, con la dimensión de la subjetividad personal del hombre.
Y después de algunos versículos, escribe el mismo autor: "Abrirnos los ojos de ambos, y entonces viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos cinturones" (Gén 3, 7). El adverbio "entonces" indica un momento nuevo y una nueva situación que siguen a la ruptura de la primera Alianza; es una situación que sigue a la desilusión de la prueba unida al árbol de la ciencia del bien y del mal, que al mismo tiempo constituía la primera prueba de "obediencia", esto es, de escucha de la Palabra en toda su verdad y de aceptación del Amor; Siendo significativa la diferencia de formulaciones que separa al Génesis 2, 25 del Génesis 3, 7. En el primer caso "estaban desnudos, pero no se avergonzaban de ello"; en el segundo caso, "se dieron cuenta de que estaban desnudos". La transformación significativa que nos testimonia el texto bíblico sobre la experiencia de la vergüenza (de la que habla aún el Génesis, especialmente en 3, 10-12) se realiza en un nivel más profundo del puro y simple uso del sentido de la vista.
Este cambio se refiere directamente a la experiencia del significado del propio cuerpo frente al Creador y a las criaturas. Esto se confirma a continuación por las palabras del hombre: "Te he oído en el jardín, y temeroso porque estaba desnudo, me escondí" (Gén 3, 10). Pero especialmente ese cambio que el texto yahvista delinea de manera tan concisa y dramática, se refiere directamente, acaso del modo más directo posible, a la relación varón-mujer, feminidad-masculinidad.