por Carlos64 » Vie Nov 29, 2013 10:49 pm
Pregunta: "¿Qué quiere decir el texto cuando expresa que las exigencias de Cristo en el sermón del Monte se basan en una afirmación y no en una negación?"
Este es un tópico que considero crucial de cara a la ética cristiana en torno al cuerpo y al amor corporal (conyugal) entre el varón y la mujer. Lejos de negar la bondad intrínseca del cuerpo y, en consecuencia, de la relación entre el varón y la mujer en todas sus dimensiones, incluida la carnal, el Señor Jesús afirma que esta bondad debe ser rescatada de la concupiscencia mediante la pureza de corazón, de manera que lo corpóreo de la persona humana (en tanto varón y mujer) adquiera el significado que es grato a Dios: el significado real de la sexualidad humana en tanto el "ser cuerpo" para el don de si que sustenta la comunión en la pareja unida sacramentalmente. De esta manera el Divino Maestro imprime en sus Palabras la dimensión peculiar del Ethos del Evangelio, que radica en la apelación al corazón humano, para que esta dimensión a su vez se imprima de forma positiva en la praxis moral humana. Y con ello, la apelación de Cristo se aleja absolutamente del error maniqueísta, según el cual lo corpóreo es intrínsecamente perverso o malo sin importar cuáles sean la forma y el contexto en que se manifieste. Puede decirse que en la ética de Cristo el cuerpo y sus manifestaciones, incluida la unión conyugal, son puros en la medida en que el corazón (hombre interior) descubre su pureza como lo esencial --es decir, se libera de la concupiscencia y de sus limitaciones--; ha de añadirse que el corazón u hombre interior, la imagen de Dios en nosotros, ha de ejercer dominio sobre el cuerpo, y el cuerpo ha de serle sujeto y expresarle en la materialidad física, que es una materialidad sexuada necesariamente.
La exigencia ética planteada por Cristo en el pasaje de Mateo sólo puede sustentarse de forma afirmativa. En suma, el Redentor no llama a que lo corpóreo se niegue como algo malo per se, sino a que se afirme en la óptica del designio divino para con el sentido último de la existencia humana en la historia, que es la comunión. La limitación de la concupiscencia, que reduce el sentido del cuerpo a la mera satisfacción sexual mediante la cosificación del otro (especialmente de la mujer), ha de ser superada para que el cuerpo se afirme como vehículo físico de la comunión integral entre los esposos. La feminidad y la masculinidad, así, se han de rescatar de las distorsiones que ha ejercido el pecado sobre las mismas y sobre la atracción mutua que les caracteriza. Al afirmar el significado real de la corporeidad sexual humana, Cristo plantea la exigencia de que lo hagamos propio y nos esforcemos por vivirlo consecuentemente, es decir, desde nuestro ser interior más profundo., dado que es en el corazón del hombre que la moral adquiere vida en el sentido de adquirir su dimensión mas personal y concreta, y "la moral viva es siempre ethos de la praxis humana".
Cristo no acusa al corazón humano, a pesar de señalar que en dicho corazón se origina el pecado. Cristo apela a este corazón para llamarle al bien, a su original y auténtica entelequia.
Pregunta: (Reflexiona sobre lo que es el maniqueísmo y ve en qué se aplica a nuestro mundo, hazlo para ti.)
Con gusto, doctora Calva. Gracias por la información adicional acerca del maniqueísmo contenida en sus notas. Dios la bendiga.
Discípulo de Cristo por amor del Padre y unción del Espíritu. Miembro de la Iglesia por gracia divina. Amar a Jesús es mi mayor alegría.
Dios te salve, María, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.