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Misterios de Gloria « La contemplación del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado. '¡Él es el Resucitado!'... El Rosario ha expresado siempre esta convicción de fe, invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasión para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurrección y en su Ascensión. Contemplando al Resucitado, el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe, y revive la alegría no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestó –los Apóstoles, la Magdalena, los discípulos de Emaús–, sino también el gozo de María, que experimentó de modo intenso la nueva vida del Hijo glorificado. »
Primer misterio de Gloria La Resurrección de Nuestro Señor « El no está aquí, ha resucitado.
Mirad el lugar donde ellos lo colocaron. »(Lc 24:6)
Meditación
« La tumba está vacía. Es un testigo silente del evento central de la historia humana: la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo... la tumba vacía nos ha permitido presenciar la victoria de la Vida sobre la muerte. Con los Apóstoles y los Evangelistas, con la Iglesia de todo tiempo y lugar, nosotros también damos testimonio y proclamamos: '¡Cristo ha resucitado!' Ha resucitado de entre los muertos y nunca volverá a morir; la muerte no tiene más poder sobre Él » (cf. Rom 6, 9) . *