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Me has dicho alguna vez que pareces un reloj descompuesto, que suena a destiempo: estás frío, seco y árido a la hora de tu oración; y, en cambio, cuando menos era de esperar, en la calle, entre los afanes de cada día, en medio del barullo y alboroto de la ciudad, o en la quietud laboriosa de tu trabajo profesional, te sorprendes orando... ¿A destiempo? Bueno; pero no desaproveches esas campanadas de tu reloj. —El espíritu sopla donde quiere.
3. Emplea, en la oración, una hora cada día, antes de comer; pero, si es posible, mejor será hacerlas a primeras horas de la mañana, porque, con el descanso de la noche, tendrás el espíritu menos fatigado y más expedito. No emplees más de una hora, si el padre espiritual no te dice expresamente otra cosa.
Angy_29 escribió:Oh Rafa, que bella oración. No recuerdo donde leí la frase, hace mucho de ello.
Gracias por colocarla.
Del mismo santo cura de Ars
1. La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador. (Sermón sobre la oración).
2. Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios. (Sermón sobre la perseverancia).
3. La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a Dios y de temer su propia debilidad. (Sermón sobre la oración).
4. Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal. (Sermón sobre la oración).
5. Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron; y todos los condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente necesaria para perseverar. (Sermón sobre la perseverancia).
6. ¡Cuántas veces venimos a la iglesia sin saber a qué venimos ni qué queremos pedir! Sin embargo, cuando se va a casa de cualquiera, se sabe muy bien por qué uno se dirige a ella. Los hay que parecen decirle a Dios: «Vengo a decirte dos palabras para cumplir contigo...». Con frecuencia pienso que, cuando venimos a adorar a nuestro Señor, conseguiríamos todo lo que quisiéramos, con tal de pedirle con fe viva y un corazón puro. (Sobre la oración).
7. Nuestras oraciones han de ser hechas con confianza, y con una esperanza firme de que Dios puede y quiere concedernos lo que le pedimos, mientras se lo supliquemos debidamente. (Sermón sobre la oración).
8. Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación. (Sermón sobre la oración).
9. Por muchas que sean las penas que experimentemos, si oramos, tendremos la dicha de soportarlas enteramente resignados a la voluntad de Dios; y por violentas que sean las tentaciones, si recurrimos a la oración, las dominaremos. (Sermón sobre la oración).
10. La tercera condición que debe reunir la oración para ser agradable a Dios, es la perseverancia. Vemos muchas veces que el Señor no nos concede enseguida lo que pedimos; esto lo hace para que lo deseemos con más ardor, o para que apreciemos mejor lo que vale. Tal retraso no es una negativa, sino una prueba que nos dispone a recibir más abundantemente lo que pedimos. (Sermón sobre la oración)
Bendiciones.
Rafael de Maria escribió:Quizás te refieres a la oración mas famosa del santo cura de Ars, Angy.
Te amo, Oh mi Dios.
Mi único deseo es amarte
Hasta el último suspiro de mi vida.
Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios,
Y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti.
Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno
Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor,
Oh mi Dios,
si mi lengua no puede decir
cada instante que te amo,
por lo menos quiero
que mi corazón lo repita cada vez que respiro.
Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo,
Y de amarte mientras que sufro,
y el día que me muera
No solo amarte pero sentir que te amo.
Te suplico que mientras más cerca estés de mi hora
Final aumentes y perfecciones mi amor por Ti.
Amén.
jzaldivar60 escribió:En el libro "Camino" de San Josemaría Escrivá, el santo escribe que no se debe orar ni más por consolación, ni menos por aridez. También insiste mucho en que debemos apegarnos a un horario (me imagino que el tiempo de oración va incluido). Pero por otro lado, la Biblia dice que oremos siempre, no debemos dejar de orar (1 Tes 5,17). ¿A qué se refería, entonces, San Josemaría cuando decía que no oráramos "ni más por consolación" ?, ¿No se contradice, en cierta manera, con lo que dice la Biblia?
Saludos
Asimismo, el enemigo se parece a un vano enamorado en querer ser secreto y no descubierto. El hombre vano que intenta seducir a una hija o mujer casada quiere que sus palabras y sugerencias sean secretas, y le molesta mucho cuando la hija al padre o la mujer al marido descubren sus palabras engañosas y su intención depravada, porque deduce fácilmente que no podrá salirse con la suya. De igual manera, cuando el enemigo de la humana naturaleza trae astucias y sugerencias al alma justa, quiere y desea que sean recibidas y tenidas en secreto. Si se descubren al buen confesor o a otra persona espiritual que conozca sus engaños y malicias, le molesta mucho, porque sabe que al haber sido descubierto ya no podrá lograr su objetivo.
jzaldivar60 escribió:En el libro "Camino" de San Josemaría Escrivá, el santo escribe que no se debe orar ni más por consolación, ni menos por aridez. También insiste mucho en que debemos apegarnos a un horario (me imagino que el tiempo de oración va incluido). Pero por otro lado, la Biblia dice que oremos siempre, no debemos dejar de orar (1 Tes 5,17). ¿A qué se refería, entonces, San Josemaría cuando decía que no oráramos "ni más por consolación" ?, ¿No se contradice, en cierta manera, con lo que dice la Biblia?
Saludos
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