por pattypj » Mié Mar 19, 2014 9:31 pm
1.El autor presenta el realismo como la disposición adecuada para vivir la felicidad, ¿en qué se diferencia del dogmatismo y del relativismo?
Entre el relativismo y el dogmatismo, dos posturas extremas y dos modos opuestos de concebir la verdad, se sitúa el realismo. La persona realista funda su vida en la verdad. Su actitud contrasta con la del relativista, porque está convencida de que la verdad es objetiva y universal, es decir, válida en sí misma e independiente de las apreciaciones subjetivas y personales; y contrasta también con la actitud del dogmático, porque reconoce que el conocimiento de la verdad no es tarea fácil, sino que supone un proceso paulatino de aproximación, con diversos niveles de certeza, según la verdad de que se trate
2.¿De todas las condiciones que el autor presenta para conocer la realidad; para ti, cuáles serían las tres condiciones principales?
1. Aunque resulte evidente, hay que señalar que la condición inicial consiste en reconocer que las cosas poseen su propia verdad, independientemente de que yo las conozca, es decir, que tienen su propia constitución, su propio modo de ser y sus propias leyes que las rigen. Esto vale para todos los seres: desde una piedra cualquiera, que está sometida a la ley de la gravedad por su constitución material; o un objeto artificial, como un coche, en el que hay que observar unas leyes de funcionamiento derivadas de su fabricación -si, por ejemplo, se accionan los frenos en lugar del embrague para hacer el cambio de velocidad, o se presionan simultáneamente los pedales del freno y del acelerador, el automóvil se echará a perder por no respetar sus leyes-, hasta el ser humano, creado por Dios con unas leyes correspondientes a su naturaleza, que ha de cumplir si desea perfeccionarse como persona y llegar al fin para el que ha sido creada: son leyes que existen independientemente de que el sujeto las conozca -como la obligación de respetar la vida de los demás, vivir la justicia, honrar a los propios padres-, porque no surgen de ese conocimiento -el hombre no las crea al conocerlas-, sino de la misma naturaleza humana. 2. La siguiente condición para ser realista radica en el convencimiento de que la inteligencia humana posee la suficiente capacidad para conocer la verdad con objetividad, es decir, para adecuarse a la realidad como ésta es en sí misma. Esto es posible porque el entendimiento humano está configurado para coincidir con la verdad que está en las cosas, siempre que no intervengan en el proceso factores que deformen ese conocimiento.
Entre esos factores se encuentra, por ejemplo, la imaginación que, en ocasiones, produce serios distanciamientos de la realidad porque agranda los datos, exagera la información o incluso inventa lo que no existe. El realista conoce este peligro y se esfuerza por mantenerse en el nivel de lo objetivo, eliminando lo que pueda ser producto exclusivo de la fantasía.
3. Sin embargo, tener capacidad para conocer la verdad con objetividad no quiere decir que sea fácil llegar a esa verdad. El realista admite que la realidad que se propone conocer es compleja, y reconoce que su inteligencia es limitada. Por eso cuenta con que el proceso para conocer las cosas exige tiempo y esfuerzo, y que muchas veces tendrá que conformarse con un conocimiento aproximativo de algunas realidades que sobrepasan ampliamente, por su contenido o por su complejidad, la capacidad de su inteligencia
3.¿Qué actitudes favorecen el realismo de modo privilegiado?
1. El punto de partida para alcanzar la meta propuesta, esto es, la coherencia propia de quien conoce con objetividad la realidad y vive de acuerdo con ese conocimiento, consiste en amar la verdad.
2. Otra actitud que dispone al hombre para identificarse vitalmente con la verdad es la apertura. La persona abierta sabe que se encuentra en un permanente proceso de crecimiento interior, que siempre puede conocer mejor y más profundamente la realidad y, sobre todo, que se encuentra muy lejos de considerar su vida plenamente identificada con la verdad.
3. Quien fomenta en su vida la actitud de apertura, se hace flexible, que es una cualidad muy característica del realista. La realidad no responde a esquemas rígidos ni tiene una estructura unilateral. Su riqueza le da precisamente una enorme variedad de matices y tonalidades, que no permite que se le someta a esquemas preconcebidos, ordinariamente reductivos.
4. La apertura se complementa con la capacidad de admiración, que es la actitud opuesta a la indiferencia. Quien se admira lo hace por el interés que tiene en aquello que le produce esa reacción, un interés que está vinculado al aprecio, a la valoración del objeto admirado..
5. La humildad intelectual es otra actitud esencial. Consiste en reconocer que la verdad está en la realidad, para obrar en consecuencia. Esto implica respeto y sometimiento a la verdad, dejar que la realidad me comunique su verdad y aceptarla por mi parte tal como se me manifiesta; renunciar a la tendencia de querer ajustar la verdad a mi gusto, de convertirme yo en el autor de la verdad o de imponerle mis condiciones subjetivas.
6. La sinceridad juega también un papel decisivo en el proceso de aproximarse a la realidad y permanecer en ella. Es una actitud muy unida a la humildad.
7. A veces el problema para estar en la realidad procede del temor a afrontar las situaciones que a uno le corresponden. Se buscan alternativas que no son sino evasiones, escapes ante una realidad costosa. La solución está en la valentía, que lleva a afrontar la realidad como es y a tratar de superar los obstáculos para identificarse con la verdad objetiva.
8. Aunque en diversos momentos se ha hecho referencia a lo que significa ajustar la vida a la realidad, resulta oportuno subrayar la importancia de la actitud que conduce precisamente a esta meta: el afán permanente de vivir de acuerdo a la verdad. Se trata de una disposición práctica que convierte con rapidez, en obras, la verdad que se descubre intelectualmente.
4.¿Según el autor, qué dos consecuencias se obtienen como frutos de las condiciones para conocer la realidad y las actitudes que favorecen el realismo?
Quien está en la realidad, porque ha sabido ajustar su vida a la verdad, experimenta una paz interior permanente, que es fruto de la armonía que hay en su ser: vive como piensa y su pensamiento es verdadero. Esa paz es serenidad de ánimo, tranquilidad profunda, que no depende de unas circunstancias externas favorables, sino que procede de dentro, y se mantiene aun en las situaciones difíciles que acompañan la vida de toda persona, gracias al sólido fundamento en que se apoya: la identificación integral con la verdad
La otra consecuencia que deriva del estar en la realidad, es la seguridad personal, propia de quien tiene los pies en la tierra y se encuentra ubicado, porque sabe lo que quiere y su vida está llena de sentido: tiene como fin vivir de acuerdo a la verdad, a la verdad sobre el hombre.