5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

En este curso, haremos un viaje en el tiempo para situarnos en los orígenes del monacato cristiano. Conoceremos las distintas órdenes monásticas, a sus fundadores, sus monasterios, su arte, cultura, forma de vida y su importancia para la civilización a través de la historia hasta la actualidad.

Fecha de inicio:
11 de agosto de 2014

Fecha final:
27 de octubre de 2014

Responsable: Hini Llaguno

Moderadores: Catholic.net, Ignacio S, hini, Betancourt, PEPITA GARCIA 2, rosita forero, J Julio Villarreal M, AMunozF, Moderadores Animadores

Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor albeitia » Lun Sep 08, 2014 4:39 am

INFORMES, SOBRE LAS MONJAS CARTUJAS
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UN POCO DE SU HISTORIA
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Cuando Maestro Bruno, nuestro Padre y Fundador, se adentró en los bosques de Chartreuse (Francia) en el lejano junio de 1084, no sospechaba que sería Padre de una numerosa familia de monjes e incluso de monjas. El y sus seis compañeros, no pretendían más que encontrar " un lugar a propósito para la vida eremítica donde entregarse a la contemplación del Único Bien ".

Sólo después de la muerte de Bruno (1101) empezó la expansión de la forma de vida que él iniciara. Expansión que, al principio, revistió características propias: los primeros monasterios de monjes cartujos se constituyeron a partir de grupos monásticos ya existentes que adoptaron los "Costumbres" o Regla en vigor en Chartreuse. Más tarde esos grupos se unieron y formaron jurídicamente nuestra Orden. (1140).

Análogo, en cierto sentido, fue el origen de la rama femenina de la Cartuja. Las monjas de Prébayon (en Provenza, Francia), obtuvieron gracias al Beato Juan de España, cartujo de Montrieux, una copia de las " Costumbres " de la Cartuja y las adoptaron como Regla (hacia 1145). En esa época el concepto de "Regla" era muy amplio. Al escoger una, se la podía adaptar a las necesidades del propio monasterio, y eso es lo que hicieron las monjas de Prébayon: tomar las " Costumbres cartujanas " conservando al mismo tiempo ciertos usos peculiares, cosa perfectamente legítima, ya que ningún vínculo jurídico las unía a la Orden de la Cartuja. Su filiación jurídica se realizó hacia 1150-1155.

Esa filiación, al principio, fue principalmente de orden espiritual. El monasterio de Prébayon, situado en un lugar muy solitario, encontró en la espiritualidad cartujana el ideal que respondía a su estricta separación del mundo. Pero a nivel de observancia práctica, las monjas continuaron concediendo a la vida común un lugar más amplio que el previsto en las " Costumbres " para los monjes.

Al multiplicarse los monasterios de monjas cartujas, la Orden fue concediéndoles acceso a las diversas observancias cartujanas. Nunca, sin embargo, se apresuró por establecer la observancia clave de la vocación cartujana: la soledad estricta y personal. Se creía entonces que el temperamento femenino no era apto para asumirla en la misma proporción que los monjes, y se aceptaba esa creencia sin discusión.

Pasaron los siglos. Los monasterios cartujanos femeninos, aunque no exentos de flaquezas, conocieron épocas de fervor y santidad. Con todo, el sello que marca nuestra historia es una larga serie de tribulaciones que desembocan en la total extinción de nuestras casas, a raíz de la Revolución francesa (1791).

El año 1820 señala una nueva era: cinco monjas supervivientes de la Revolución, se reúnen y hacen resurgir nuestra vocación. Brotan las primeras fundaciones en Francia y luego en Italia. La vida cartujana femenina se organiza en todos esos monasterios según las antiguas y conocidas tradiciones: una separación formal del mundo y una vida común bastante intensa.

El siglo XX abre otros horizontes. Hacia mediados del mismo se dibuja una nueva corriente: las jóvenes generaciones de monjas presienten que el espíritu de desierto de la Cartuja, sólo puede vivirse plenamente si la observancia y estructuras externas están realmente de acuerdo con él. Un deseo cada vez mejor definido, bulle en un buen número de monjas: se anhela una vida cartujana plena, en la que la soledad ocupe un lugar semejante al que San Bruno y sus hijos le han concedido desde el principio. Lentamente se inicia una orientación hacia una soledad efectiva. Los actos comunes se reducen poco a poco, y, tras muchos tanteos y experiencias se llega a realizar lo que Bruno quiso para sus compañeros y lo que ciertamente hubiera deseado para aquellas que lo tenemos por Padre

Una auténtica vida solitaria - compartida fraternalmente.

Las monjas cartujas en España
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Comparando la familia cartuja con otras Órdenes monásticas, se advierte que en la Iglesia somos " un pequeño rebaño ", y esto cabe aplicarlo de modo especial de la rama femenina. Nuestros monasterios, cuando más, no superaron el número de diez. Casi todos se concentraron en el sudoeste de Francia y en el norte de Italia: sólo hubo dos en Bélgica y hasta hace poco ninguno en España.

¿Cómo explicar que nuestro país, de tan honda tradición contemplativa y cartujana, haya tardado tanto en tener en su suelo a las hijas de San Bruno? Misterio de la Providencia, que puede esclarecerse algo considerando que la existencia de monjas cartujas ha sido, y es aún hoy día, ignorada en muchos ambientes eclesiásticos que sólo conocen la rama masculina. Además, en el pasado, algunas vocaciones a la vida cartujana femenina, preferían orientarse hacia otro género de vida contemplativa antes que verse obligadas a dejar nuestra patria. Por último, nuestra Orden siempre se ha mostrado reservada al promover las fundaciones, no aceptándolas más que si podía asegurar a las monjas una existencia verdaderamente solitaria e independiente.

Sin embargo, hacia 1949, en ciertos ambientes femeninos de España se despertó un vivo interés por la Cartuja, y, ante las repetidas demandas, el Capítulo General de la Orden, designó una Cartuja de monjas de Italia, la de San Francesco, para recibir y formar a las aspirantes españolas, mientras se procedía a buscar un lugar adecuado para establecerlas en España.

En 1960, se empezó la reconstrucción de la antigua abadía cisterciense de Santa María de Benifaçá (Castellón) para acondicionarla y transformarla en monasterio cartujano. En 1967, los edificios del interior de clausura estaban terminados, y un grupo de monjas españolas, procedentes de la Cartuja de San Francesco, depositaron en este desierto la primera semilla de la vida cartujana femenina en España.

Santa María de Benifaçá se halla en un paraje privilegiado: un rincón agreste, en plena montaña, un verdadero " desierto cartujano ". Sin embargo nuestro monasterio lleva inscrito en su estructura, la transición que hemos vivido las monjas cartujas en las últimas décadas. Iniciada su reconstrucción cuando el Capítulo General no se había pronunciado sobre nuestra orientación a la soledad personal, sus edificios, vistos del exterior, ofrecen el aspecto cenobítico propio de nuestras antiguas casas. Pero en 1975, se hicieron en el interior las necesarias modificaciones, de modo que las monjas disponemos de celdas y de un marco ambiental con todas las características propias de la vocación solitaria cartujana.

Ideal y espiritualidad cartujanos
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Hablar de la espiritualidad y del ideal de la Cartuja, es dirigir sencillamente una mirada agradecida hacia la roca de que fuimos talladas, hacia nuestro Padre San Bruno. Este nombre evoca, para nosotras sus hijas, a aquel hombre de corazón profundo que se dejó seducir por la Absoluta Bondad de Dios y, renunciando a un brillante porvenir, se retiró al desierto de Chartreuse. Allí, permaneciendo a la escucha del Espíritu, concedió al Amor el derecho de ser el todo de su vida y ese Amor, desbordando del corazón de Bruno hasta el de los hermanos que con él vivían en el desierto, creó entre ellos un vínculo indestructible de caridad que nos han transmitido a través de los siglos.

" Amor a Dios en el desierto " - " Amor a las hermanas que comparten nuestro desierto " son los dos polos fundamentales de la vocación cartujana. Nuestra vocación no suele ser muy conocida en lo que tiene de más peculiar: con razón se nos considera "monjas contemplativas", pues lo somos, pero es muy importante añadir algo esencial de nuestra vocación:

Somos una comunión fraterna de solitarias

Buscar la unión con Dios en el silencio y la soledad, son nuestro principal empeño y el ideal de nuestra vocación. Por lo mismo, la soledad impregna nuestra existencia interior y exteriormente. Nuestros monasterios se construyen, intencionadamente, en lugares apartados de toda población, y las celdas acondicionadas como ermitas, ofrecen a cada monja la posibilidad de una auténtica vida solitaria. Una Cartuja reproduce, hoy en día, lo que fueron en Egipto las "Lauras" al principio del monacato cristiano.

La vocación cartujana vocación Eclesial
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Retirarse al desierto para pasar allí la entera existencia, es una decisión que sólo puede tomarse cuando en el corazón arde la íntima certeza, más o menos bien formulada, de que en el seno de la soledad se esconde un AMOR incomparable que no puede ser igualado por ningún otro amor. La soledad cartujana no es una huida, sino la respuesta a ese Amor, tan grande, que tiende a hacerse absorbente hasta ocupar la entera existencia.

La vocación cartujana, no es " un circuito cerrado con Dios ". Al llamarnos al desierto Dios pensaba en su Iglesia y en todos los hombres de buena voluntad y nuestra respuesta se la damos en tanto que miembros del Cuerpo de Cristo y como representantes de la entera familia humana. Deseamos ser el corazón adorante de la Iglesia y el corazón amante de la humanidad. Por eso, día y noche, desde nuestra soledad, elevamos al cielo la alabanza a Dios y en nombre de todos presentamos a Dios el grito de nuestros hermanos los hombres.

Abrazar la vida solitaria en la Cartuja no supone desligarse de la familia humana: separadas de todos permanecemos unidas a todos y en nombre de todos estamos en presencia del Dios vivo. No podemos ni queremos salvarnos solas; con nosotras arrastramos a todos los que buscan a Dios y a todos los que Dios busca. Nada escapa a la influencia de la oración: en el Cuerpo Místico de Cristo cumplimos la misión de arterias que, silenciosas y escondidas, transmiten incesantemente la sangre vivificante a los demás miembros.

Aunque no entra directamente en nuestra vocación ser testigos ante el mundo, nuestra misma existencia es, en cierto sentido, un verdadero testimonio. Al orientarnos hacia Aquel que ES, somos en nuestra sociedad como testigos de Dios, de su existencia, de su presencia en medio de los hombres. Nuestra vida misma intenta expresar que Dios puede colmar completamente un corazón humano y liberarlo de los condicionamientos de la sociedad de consumo, y así somos, en cierto modo, signos de la existencia de los bienes eternos.

No estará fuera de lugar señalar que la existencia de una monja cartuja es una experiencia de alegría divina. No necesariamente una alegría exteriorizante, sino la que brota espontáneamente ante la certeza de saber que el Amor de Dios está realmente presente en nuestra vida, alegría ante la certeza de saber que la nuestra es una existencia bien empleada pues une en un mismo abrazo a Dios y a todos los hermanos.

La comunidad cartujana
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Desde su origen, nuestra Orden, como un cuerpo en el que no todos sus miembros ejercen la misma función, halla su unidad en diversas formas de vivir la soledad, que a su vez permite a los diferentes temperamentos realizar su vocación solitaria de acuerdo con sus posibilidades y aptitudes personales.

Las monjas del claustro, consagran su existencia en la soledad de la celda de la cual sólo salen para los oficios de Maitines-Laudes, la Misa conventual y las Vísperas. A ellas se les confían todas las tareas compatibles con la soledad de la celda.

Las monjas conversas, viven la soledad en el marco más amplio del monasterio y se ocupan de ciertas actividades incompatibles con la permanencia en la celdas.

Las monjas donadas, consagran su vida entera al Señor y se dan a Dios a través de una "donación" o promesa personal que supone un vínculo menos estricto que el de los votos monásticos.

Todas participamos de la misma vocación realizada de modo diferente, y gracias a esta diversidad, la familia cartujana cumple con mayor perfección su misión en la Iglesia. Estas diversas formas de la vida cartujana, en la unidad de un mismo cuerpo, poseen gracias diferentes, pero hay entre ellas una comunicación de bienes espirituales que las complementan mutuamente. Este armonioso equilibrio lleva a su plenitud el carisma confiado por el Espíritu Santo a nuestro padre San Bruno. Así cada monja (del claustro, conversa o donada) expresa a su manera las riquezas de una vida enteramente consagrada a Dios en la soledad.

Soledad y vida de comunidad
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Una parte notable de la jornada de la monja cartuja, transcurre en la soledad. En la celda celebramos a diario buena parte del Oficio Divino, es decir:

PRIMA a primera hora de la mañana.
TERCIA después de la Misa conventual.
SEXTA antes del almuerzo del mediodía.
NONA después de dicha comida.
COMPLETAS antes del descanso.
Igualmente en la soledad de la celda, cada monja se consagra a diario a la oración personal, lectura, “lectio divina”, estudio.

Entre semana, todas las comidas las tomamos solas en la celda.

La observancia de la soledad, está equilibrada en la Cartuja por una justa proporción de vida común. El eje de nuestra vida comunitaria lo constituye la Liturgia que nos reúne en la iglesia tres veces al día:

MAITINES LAUDES a media noche.
la EUCARISTÍA matutina.
VÍSPERAS a media tarde.
Los domingos y días festivos se concede mayor lugar a los encuentros fraternos. Las horas menores de Tercia - Sexta - Nona se cantan en el coro. Tomamos juntas en el refectorio el almuerzo, y después de Nona tenemos una reunión capitular. Por último, una vez por semana un largo paseo de tres horas, al aire libre, contribuye a fomentar el amor mutuo y nos aporta el equilibrio necesario para vivir luego mejor nuestra soledad.

Ascesis cartujana

Ante la llamada de Cristo, hemos prometido dejarlo todo para seguirle. Esa es la razón de la ascesis cartujana.

A la ascesis propia de todo cristiano, y teniendo en cuenta nuestro modo peculiar de vida, añadimos:

régimen de comidas muy sencillo, con abstinencia perpetua de carne y de lacticinios todos los viernes del año.
interrupción del sueño, ya que el Oficio nocturno de Maitines y Laudes empieza aproximadamente a medianoche.
ausencia de relación con el exterior, exceptuando el encuentro con nuestros familiares más cercanos dos días al año. La correspondencia epistolar, se reduce también a la familia; las visitas de amigos las evitamos, conscientes de que Dios merece ese sacrificio, sin duda más provechoso a los hombres que nuestras palabras.
Etapas de la formación

Se requiere una formación prolongada para adentrarse en el desierto cartujano con paso firme. El tiempo de formación es idéntico para todas las monjas, y dura al menos siete años que se reparten así:

de seis meses a un año de postulantado.
dos años de noviciado.
tres años de profesión o votos temporales (o de donación temporal).
renovación por dos años de la profesión o donación.
profesión solemne o donación perpetua.
Después de la profesión solemne o la donación perpetua, las monjas que libremente lo escogen pueden recibir la consagración virginal, rito cuya tradición ha estado siempre en vigor en nuestra Orden.

Requisitos para ingresar en la cartuja

La soledad fascina los ánimos, pero no se debe ignorar que puede resultar una dura prueba. Hemos sido creadas para vivir en sociedad, y no es raro que quienes suspiran por una vida solitaria sean incapaces de sobrellevar el austero desprendimiento exigido por la soledad. Para no reducirse a un estéril aislamiento, la soledad requiere:

Deseo sobrenatural de buscar la unión con Dios en la soledad y silencio.
Espíritu de oración, fe bien templada, recto juicio,
con una buena base de sentido común.
Fidelidad en la obediencia, y el corazón humilde y pobre
de un discípulo consciente de que tiene mucho que aprender.
Temperamento equilibrado y carácter alegre, sociable y sencillo,
sin inclinación a la melancolía o escrúpulos.
El apego a la propia voluntad, la búsqueda de singularidades,
la tendencia a la exaltación espiritual o una excesiva necesidad de actividad
o de iniciativas exteriores, son a priori signos poco favorables.
Una edad que oscile entre los 20 y 35 años.
Buena salud física y psíquica. Buen sueño.
No haber hecho profesión en otro Instituto u Orden religiosos.
Carecer de deudas y no tener que mantener a sus padres.
Horario de una jordana en la cartuja

La celebración de la Liturgia a horas fijas nos une a todas las monjas en la oración, y estructura nuestra jornada. Este es el horario más corriente:

NOCHE
11.45 hs. Levantarse
12.00 hs. Maitines de la Virgen María (en la celda)
12.30 hs. MAITINES Y LAUDES (en la iglesia)
02.30 hs. Laudes de la Virgen María (en la celda)
Descanso
DÍA
06.30 hs. Levantarse
07.00 hs. PRIMA (en la celda)
07.15 hs. Oración
08.00 hs. EUCARISTÍA CONVENTUAL.
09.15 hs. TERCIA (en la celda)
09.30 hs. "Lectio divina"
Estudio - trabajo
11.45 hs. SEXTA (en la celda)
12.00 h. Angelus - almuerzo (en la celda)
Tiempo libre
13.15 hs. NONA (en la celda)
Trabajo
16.00 hs. VÍSPERAS
16.30 hs. Oración - lectura (en la celda)
17.30 hs. Cena (en la celda)
Tiempo libre
18.30 hs. Oración
19.00 hs. Angelus - COMPLETAS
19.45 hs. Descanso
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Cartuja de Santa María de Benifaçà
12599 Puebla Benifasar
Castellón de la Plana (ESPAÑA)
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor Faustinak » Lun Sep 08, 2014 6:08 am

hola, les dejo mientras la página oficial de la Orden de los Cartujos:

http://www.chartreux.org/es/



si pueden y desean ver la película, que es en realidad un documental sobre la vida cartujana:

https://www.youtube.com/watch?v=tY45g8trFMY



otro link de interés:

http://www.vocatiochartreux.org/ENCANTADO%20DE%20SER%20CARTUJO.html
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor jfemoralesj » Lun Sep 08, 2014 7:13 am

Vivir en una Cartuja (Fuente: http://olo-ololo.blogspot.com/2011/08/m ... n-una.html).

“Díme cómo vives y te diré quién eres”. Si el otro día usé este punto de partida para explicar lo específico de la arquitectura de una Cartuja, hoy lo haré para describir la vida diaria de un padre cartujo. Ésta se distribuye entre cinco horas en la iglesia, participando como monje en la liturgia comunitaria (Maitines/Laudes, Misa y Vísperas) y diecinueve horas en la soledad absoluta de su celda, que es su desierto de eremita. Durante la liturgia comunitaria los cartujos rezan juntos, pero tienen que mantener una regla de estricto silencio, sin que medie conversación alguna entre ellos. Silencio que solo pueden romper durante el paseo semanal cada domingo, y aun así solo entre los cartujos, porque este paseo tiene lugar por senderos rurales solitarios

De las diecinueve horas de soledad del padre cartujo en su celda, ocho lo son de sueño, aunque partido en dos pedazos: los cartujos, padres y hermanos, se acuestan a las siete y media de la tarde y se levantan cuatro horas después para acudir en la iglesia a la liturgia de Maitines, que puede acabar a las dos y media de la madrugada; poco después se acuestan de nuevo para levantarse a las seis y media de la mañana e iniciar la jornada.

Las once horas restantes de vigilia diaria en su celda, las distribuye el padre cartujo del siguiente modo:
.- Durante unas cinco horas reza en su oratorio las restantes horas del oficio divino: Prima, Tercia, Sexta, Nona y Completas. Mientras que los monjes no eremitas, como pueden ser los cistercienses, hacen este rezo reunidos en el coro de la iglesia, igual que rezan los cartujos Maitines/Laudes y Vísperas, estos últimos rezan el resto de las horas mencionadas cada uno en su celda, aunque al mismo tiempo, llamándolos a ello la campana de la iglesia. De manera que este rezar aislados el resto del Oficio Divino es un acto comunitario pero llevado a cabo en estilo eremítico, desde la soledad y el silencio.
.- Dos horas las dedican a la lectura meditada de la Biblia y a la oración particular.
.- Una hora al estudio.
.- Una hora al trabajo manual en el tallercito o el huerto de su celda.
.- Una hora es de libre disposición; pueden tomar el sol, si es que luce, en su huerto, dedicar tiempo adicional al estudio o al trabajo manual, llevar a cabo cualquier otra actividad no programada.

Nos detenemos ante la puerta(1) de una celda. Junto a ella hay un ventanuco (2) a través del cual un hermano le entrega a cada padre cartujo la comida del día. Abrimos la puerta de la celda: entramos en un pequeño vestíbulo, en el que del lado del ventanuco hay una mesita y una silla (3) en las que el cartujo come; del otro lado un reclinatorio frente a una imagen de la Virgen (4), a la que el cartujo reza cada vez que entra o sale de su celda.
La alimentación del cartujo es muy sobria, una comida normal a mediodía y una pequeña colación por la tarde. Ayuna a pan y agua un día a la semana. Y hay una prohibición absoluta de carne.
El culto a la Virgen María ocupa un papel central en la oración privada del cartujo en su celda. Cada padre cartujo reza diariamente el Oficio de la Virgen, a la que tiene entronizada tanto a la entrada de la celda como en el estudio. Lo acompaña como madre y protege su pureza.

Desde este pequeño vestíbulo, a un lado se abre una puerta que da al taller (5), al otro sube una escalera (6) estrecha y empinada a la planta superior. En algun rincón de la planta baja puede estar el baño (7).





El taller (5) es amplio; lo típico es que tenga un banco de carpintería, pero el único requerimiento es que se ejercite allí un trabajo manual, que podría ir desde la cerámica hasta la electrónica. Por el lado del taller que da al huerto hay un porche (8), acristalado o no, en el que el cartujo acumula la leña para su calefacción y puede tener un pequeño invernadero.

El pequeño huerto (9), privativo de cada celda, está rodeado de altas tapias, de modo que desde él no se ve sino el cielo. Puede ser un huerto o un jardín, lo que se le exige al cartujo es que críe allí algo vivo, que en muchos casos no son sino flores para adornar las imágenes de la Virgen que tiene en su celda.




La planta superior recoge la intimidad del cartujo y es el centro de su vida espiritual. Está dividida en tres partes. Ocupando más de la mitad del espacio un estudio (10) en el que el cartujo tiene una mesa de trabajo y una pequeña biblioteca. En un rincón, un oratorio (11), que imita el sillón y el reclinatorio que el cartujo tiene en el coro de la iglesia; allí rezará, delante de un crucifijo. El rincón restante está ocupado por la cama (12).

Aquí duerme el padre cartujo su sueño partido en dos. La cama es muy sobria, con una tabla de madera que soporta un fino colchón de borra. Sobre esa tabla enterrarán cuando muera al cartujo en un rincón del gran claustro, sin sudario ni ataúd que lo cubra.
Ese rincón está ocupado por el pequeño cementerio, la única parte del gran patio claustral sembrada con abundantes árboles, la mayoría cipreses, que para los monjes simbolizan el dedo de Dios.

El oratorio de la celda, con su silla y su reclinatorio, que imitan los que el padre cartujo tiene en el coro de la iglesia.

Desde la celda rezará una buena parte del Oficio Divino, en un espíritu de comunión con sus hermanos monjes, pero en absoluta soledad.

Para terminar la descripción de los aspectos más importantes de la vida cotidiana de un padre cartujo, debo decir que siempre lleva puesto, directamente sobre la piel desnuda, un gran silicio hecho de cerdas de caballo. Este cilicio tiene la misma estructura de un poncho pequeño, es una suerte de gran escapulario con un orificio para meterlo por la cabeza y que cubre enteramente pecho y espalda, amarrándose con fuerza por los costados. Los hermanos están dispensados, pero los padres cartujos tienen que llevarlo puesto de por vida, noche y día, dormidos y despiertos, continuamente.
Recuerdo que cuando estuve en Miraflores y me entrevisté con el padre prior, le pregunté por este tema. Con una sonrisa, se golpeó fuertemente el pecho con la mano y me dijo: "el cilicio molesta algo durante los tres o cuatro primeros años, pero luego te acostumbras a él y ni lo notas".
Porque para los cartujos el silencio, la soledad y la dureza de vida son las puertas que les permiten salir del ruido del mundo para, a través de la oración, acercarse lo más posible a Dios.

En cuanto a los hermanos cartujos, que no tienen celdas eremíticas y se dedican principalmente al trabajo manual dentro del monasterio, su vida espiritual se rige por los mismos ideales que la de los padres. El silencio, la dureza de vida y la oración son también para ellos los elementos fundamentales de su camino espiritual.

También hay monasterios de mujeres cartujas, cuyas condiciones de vida y reglas son las mismas que las de los cartujos.Se dividen en monjas de claustro, similares a los padres cartujos excepto en que no son sacerdotes, y monjas conversas, equivalentes a los hermanos cartujos.

Hay una película maravillosa sobre la vida cotidiana de los cartujos que recomiendo vivamente. Se llama "El Gran Silencio", y la rodó en 2005 (empezó a pedir permiso a los cartujos en 1984) el cineasta alemán Philip Gröning, en la Gran Cartuja de Grenoble, Francia. Padres y hermanos cartujos, además del silencio, de su silencio, son los grandes protagonistas de esta película insólita y reveladora.
jfemoralesj
 
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor Marigel » Lun Sep 08, 2014 7:14 am

MONJAS CARTUJAS

Un poco de historia
La rama femenina de la Orden, las monjas cartujas, surgió en 1145 cuando las monjas de Prebayon, en el sur de Francia, pidieron a los monjes de la Gran Cartuja, poder seguir su mismo estilo de vida.
Sin embargo, no ha sido sino hasta los años que siguieron al Concilio Vaticano II cuando se pudo adecuar su vida y conformarla totalmente al ideal vivido por san Bruno: En la soledad y silencio del desierto acoger el Amor de Dios que invita a:

"Buscarle más ardientemente,
encontrarle más prontamente
y poseerle más plenamente"
(Estatutos de las Monjas, 1.4)

A pesar del transcurso del tiempo, el carisma de nuestro fundador sigue tan vivo y actual hoy como en 1084. Hoy, como ayer, hombres y mujeres siguen sintiéndose llamados, como san Bruno, a vivir sólo para Dios en el silencio y soledad del desierto

Nuestro carisma
Somos, como nuestros hermanos cartujos, una comunidad de solitarias, pequeña iglesia cartujana en la que todo se orienta a "dedicarse sólo a Dios" (Est. de las Monjas, 30.1).
También entre nosotras hay dos modos de vivir el carisma de san Bruno: las monjas de claustro están llamadas a permanecer siempre en su celda, mientras que las monjas conversas pasan parte de su tiempo fuera de ella, ocupadas en los diversos trabajos de la Comunidad: cocina, ropería, etc. Sin embargo, tanto unas como otras tienen en la celda un seguro y tranquilo puerto en el que pueden fomentar una actitud de escucha tranquila del corazón que permita a Dios penetrar en él por todos los caminos y accesos (Cf. Estatutos de las monjas 4.2-4.6).
Nuestro día a día, el camino de formación y los requisitos para la admisión de jóvenes aspirantes, son similares a los de los monjes cartujos, aunque la edad de admisión en nuestro caso no debe sobrepasar los 35 años.


Las cartujas en España: Santa María de Benifasar
Vivimos en un desierto, en el corazón del Parque Natural de la Tinensa de Benifasar, en el linde de las provincias de Castellón de la Plana y Tarragona.
Nuestro monasterio fue fundado en 1967 sobre las ruinas de un antiguo monasterio cisterciense. Al principio, conservó la distribución clásica para una vida cenobítica hasta que en 1975 se adaptó para permitir la vida de soledad y silencio en las celdas, propia de nuestro carisma eremítico.
Nuestra comunidad nunca ha sido numerosa, pero nuestra presencia en medio de este paraje incomparable suscita inevitablemente unos cuantos interrogantes. La alegría y la acción de gracias de quienes vivimos aquí, sólo para Dios, son un testimonio mudo pero elocuente de que los bienes eternos están ya presentes en la tierra. (EM 30.3) .

Separadas de todos,
estamos unidas a todos,
y así, en nombre de todos,
permanecemos en presencia del Dios vivo
(EM 30.2)
PAZ Y VIDA
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor Ana M+ 97 » Lun Sep 08, 2014 7:27 am

Buenos días. He quedado sorprendida de la espiritualidad de los cartujos. Cuando una ve como va el mundo, con tanta velocidad y con tanto ruido, saber que hay personas que se deciden por el silencio y la soledad es reconfortante, una manera de ser del mundo sin dejarse llevar por él. De todo lo que leí escogí "las monjas cartujas" para participar en este interesante camino:
Las monjas cartujas
Para alabanza de la gloria de Dios, Cristo, Palabra del Padre por mediación del Espíritu Santo, eligió desde el principio a algunos hombres, a quienes llevó a la soledad para unirlos a sí en íntimo amor. Siguiendo esta vocación el Maestro Bruno entró con seis compañeros en el desierto de Cartuja, el año del Señor 1084, y se instaló allí. Tanto ellos como sus sucesores, permanecieron en aquel lugar bajo la dirección del Espíritu Santo, y, guiándose por la experiencia, fueron creando gradualmente un género de vida eremítica propio, que se transmitía a sus continuadores, no por escrito, sino con el ejemplo.
La existencia de las monjas cartujas se remonta a los orígenes de la Orden de los cartujos. Es en 1145 que las monjas de Prébayon en Provenza, al sur de Francia decidieron abrazar la regla de vida de los monjes de Chartreuse. Ellas fueron acogidas en la Orden por San Antelmo, entonces prior de la Cartuja. Así nació la rama femenina de nuestra Orden. Desde ese momento las monjas cartujas forman con los monjes una única Orden bajo la dirección del mismo Ministro General, el prior de la Gran Cartuja.
Aunque se habían decidido a abrazar la regla de vida de los Cartujos, durante varios siglos las monjas tuvieron una parte de vida común más importante que los monjes. Se pensaba entonces que el temperamento femenino no estaba adaptado para soportar todos los rigores de la soledad de los monjes. Hacia 1970, a raíz de solicitudes apremiantes de las monjas de poder llevar la vida cartujana en plenitud, hubo una evolución hacia una vida más solitaria, de modo que actualmente la vida de las monjas es idéntica a la de los monjes.
Como para ellos, la vida de las monjas cartujas es una vida contemplativa marcada por la soledad. Todo nuestro deseo es responder al llamado de Dios devolviéndole amor por Amor. Nuestros monasterios, alejados de las ciudades, son « desiertos » con el fin de favorecer el encuentro con Dios. En efecto, nuestra aplicación principal y nuestra vocación son encontrar a Dios en el silencio y la soledad. Allí Dios y su servidor mantienen frecuentes coloquios, como se hace entre amigos.
Compartimos pues con los monjes cartujos la misma vocación y el mismo espíritu. Pero ciertas particularidades, al tiempo que nos diferencian de ellos, le otorgan a nuestra vida un sello propio. Nuestros Estatutos no se encuentran en este sitio web; enumeramos aquí ciertos puntos que merecen ser precisados.
Al igual que en la rama masculina hay en la rama femenina monjas de claustro, dedicadas más especialmente a la soledad de la celda, monjas conversas y donadas. La formación para la vida cartujana dura aproximadamente ocho años y sigue las mismas etapas que la de los monjes. Luego de la profesión solemne o de la donación perpetua, las monjas que lo desean pueden recibir la consagración virginal.
El hábito de las monjas es similar al de los monjes: hábito blanco y cogulla con bandas laterales para las profesas. Pero en lugar de la capucha de los monjes las monjas llevan toca con velo.
En todas las casas de monjas hay uno o dos padres cartujos que garantizan las funciones sacerdotales según el rito cartujano: celebración de la Eucaristía y Ministerio de la reconciliación. Junto con estos padres ordinariamente hay uno o dos hermanos encargados de los trabajos que no pueden ser realizados por las monjas. Padres y hermanos viven en un edificio separado.
Nuestros Oficios litúrgicos son idénticos a los de los monjes. Sin embargo el Oficio de Maitines, a la medianoche, simplemente se recita en lugar de ser cantado, lo que reduce en aproximadamente media hora la duración de nuestra vigilia.
Cada semana hacemos un día de abstinencia pero no a pan y agua: ese día no se nos sirve ni huevo ni pescado, ni tampoco leche, manteca ni queso. El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son también días de abstinencia; estos días, las monjas que pueden se contentan con pan y agua. Algunos días y en ciertos períodos del año tomamos solamente una comida al mediodía y una pequeña colación por la tarde. Además, en todo tiempo del año, se nos concede a modo de desayuno una bebida y un trozo de pan.
La edad de admisión de las interesadas está comprendida entre los 20 y los 35 años, aunque siempre se puede considerar la posibilidad de una excepción si existen razones serias que hagan pensar en una vocación verdadera.
Las monjas cartujas han conocido en su historia las mismas duras pruebas que los monjes. En 1794, a causa de la Revolución francesa, todas las cartujas de mujeres fueron cerradas, aunque en 1816 algunas monjas que habían sobrevivido volvieron a darle vida a la rama femenina de la Orden que cuenta actualmente con cinco casas en Europa (dos en Francia, en el Macizo Central y en Provenza, dos en Italia y una en España) más una fundación en curso en Corea.
Tras los pasos de los primeros cartujos, « permaneciendo bajo la dirección del Espíritu Santo y dejándose formar por la experiencia », las monjas cartujas quieren permanecer fieles al carisma de su Padre San Bruno.
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor leoo_torres » Lun Sep 08, 2014 8:21 am

¿Quién fue el fundador de la Orden de los Cartujos?


Una llamada : San Bruno

« Para alabanza de la gloria de Dios, Cristo, palabra del Padre por mediación del Espíritu Santo, eligió desde el principio algunos hombres, a quienes llevó a la soledad para unirlos a sí en íntimo amor. Siguiendo esta vocación el Maestro Bruno entró con seis compañeros en el desierto de Cartuja y se instaló allí. »
Estatutos I.1

¿Quién era Bruno?

Nació en Colonia hacia 1030 y llegó, siendo aún joven, a estudiar en la escuela catedralicia de Reims. Adquirido el grado de doctor y nombrado Canónigo del Capítulo de la catedral, fue designado en 1056 escoláster, es decir, Rector de la Universidad. Fue uno de los maestros más renombrados de su tiempo : « …un hombre prudente, de palabra profunda. »

Bruno, se encuentra cada vez menos a gusto en una ciudad donde no escasean los motivos de escándalo por parte del alto clero e incluso del mismo Arzobispo. Después de haber luchado con éxito contra estos desórdenes, Bruno experimenta el deseo de una vida más entregada totalmente a sólo Dios.

Tras un ensayo de vida solitaria de breve duración, llegó a la región de Grenoble donde el obispo, el futuro San Hugo, le ofreció un lugar solitario en las montañas de su diócesis. En el mes de junio de 1084 el mismo obispo, condujo a Bruno y sus seis compañeros al valle selvático de Cartuja que dará su nombre a la Orden. Allí construyen su eremitorio formado por algunas cabañas de madera que se abren a una galería, que permite acceder sin sufrir demasiado por la intemperie a los lugares de vida común: La iglesia, el refectorio y el Capítulo.

Después de seis años de apacible vida solitaria, Bruno fue llamado por el Papa Urbano II al servicio de la Sede Apostólica. Creyendo su comunidad que no podía continuar sin él, primero pensó en separarse pero finalmente se dejó convencer de continuar la vida en la que había sido formada. Consejero del Papa, Bruno no se sentía a gusto en la Corte Pontificia. Permaneció solamente unos meses en Roma. De acuerdo con el Papa fundó un nuevo eremitorio en los bosques de Calabria al sur de Italia, con algunos nuevos compañeros. Allí falleció el seis de octubre de 1101.

Un testimonio de sus hermanos de Calabria :
« Por muchos motivos merece Bruno ser alabado, pero sobre todo por uno: Fue un hombre de carácter siempre igual. De rostro siempre alegre, era sencillo en su trato. A la firmeza de un padre unía la ternura de una madre. Ante nadie hizo ostentación de grandeza, sino que se mostró siempre manso como un cordero. »


La primera Regla : Guigo

« A instancias de otros eremitorios fundados a imitación de Cartuja, Guigo, quinto Prior de Cartuja puso por escrito la norma de su propósito (las "Costumbres", o usos de Cartuja, hacia 1127) que todos se comprometieron a seguir e imitar como regla de su observancia y como vínculo de caridad de la naciente familia. »
Estatutos I.1

Después que una avalancha destruyó el eremitorio en 1132 sepultando siete monjes. El Prior Guigo construyó el eremitorio en el emplazamiento que tiene actualmente la Gran Cartuja.

El nacimiento de la Orden : San Antelmo

« …durante el priorato de Antelmo se reunió el primer Capítulo General (1140) al cual se sometieron para siempre todas las casas, junto con la misma casa de Cartuja. »
Estatutos I.1

Por lo tanto a partir de 1140 la Orden de los cartujos nació oficialmente y así quedó situada entre las grandes instituciones monásticas de la Edad Media.

Las monjas

« Por aquel entonces, las monjas de Prebayón abrazaron también espontáneamente el modo de vida cartujano. »
Estatutos I.1

La incorporación tuvo lugar hacia 1145 y fue el comienzo de la rama femenina de la familia cartujana.
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor LuisManuel25 » Lun Sep 08, 2014 8:50 am

Una llamada: San Bruno
« Para alabanza de la gloria de Dios, Cristo, palabra del Padre por mediación del Espíritu Santo, eligió desde el principio algunos hombres, a quienes llevó a la soledad para unirlos a sí en íntimo amor. Siguiendo esta vocación el Maestro Bruno entró con seis compañeros en el desierto de Cartuja y se instaló allí. »
Estatutos I.1
¿Quién era Bruno?
Nació en Colonia hacia 1030 y llegó, siendo aún joven, a estudiar en la escuela catedralicia de Reims. Adquirido el grado de doctor y nombrado Canónigo del Capítulo de la catedral, fue designado en 1056 escoláster, es decir, Rector de la Universidad. Fue uno de los maestros más renombrados de su tiempo : « …un hombre prudente, de palabra profunda. »
Bruno, se encuentra cada vez menos a gusto en una ciudad donde no escasean los motivos de escándalo por parte del alto clero e incluso del mismo Arzobispo. Después de haber luchado con éxito contra estos desórdenes, Bruno experimenta el deseo de una vida más entregada totalmente a sólo Dios.
Tras un ensayo de vida solitaria de breve duración, llegó a la región de Grenoble donde el obispo, el futuro San Hugo, le ofreció un lugar solitario en las montañas de su diócesis. En el mes de junio de 1084 el mismo obispo, condujo a Bruno y sus seis compañeros al valle selvático de Cartuja que dará su nombre a la Orden. Allí construyen su eremitorio formado por algunas cabañas de madera que se abren a una galería, que permite acceder sin sufrir demasiado por la intemperie a los lugares de vida común: La iglesia, el refectorio y el Capítulo.
Después de seis años de apacible vida solitaria, Bruno fue llamado por el Papa Urbano II al servicio de la Sede Apostólica. Creyendo su comunidad que no podía continuar sin él, primero pensó en separarse pero finalmente se dejó convencer de continuar la vida en la que había sido formada. Consejero del Papa, Bruno no se sentía a gusto en la Corte Pontificia. Permaneció solamente unos meses en Roma. De acuerdo con el Papa fundó un nuevo eremitorio en los bosques de Calabria al sur de Italia, con algunos nuevos compañeros. Allí falleció el seis de octubre de 1101.
Un testimonio de sus hermanos de Calabria :
« Por muchos motivos merece Bruno ser alabado, pero sobre todo por uno: Fue un hombre de carácter siempre igual. De rostro siempre alegre, era sencillo en su trato. A la firmeza de un padre unía la ternura de una madre. Ante nadie hizo ostentación de grandeza, sino que se mostró siempre manso como un cordero. »
La primera Regla: Guigo
« A instancias de otros eremitorios fundados a imitación de Cartuja, Guigo, quinto Prior de Cartuja puso por escrito la norma de su propósito (las "Costumbres", o usos de Cartuja, hacia 1127) que todos se comprometieron a seguir e imitar como regla de su observancia y como vínculo de caridad de la naciente familia. »
Después que una avalancha destruyó el eremitorio en 1132 sepultando siete monjes. El Prior Guigo construyó el eremitorio en el emplazamiento que tiene actualmente la Gran Cartuja.
El nacimiento de la Orden: San Antelmo
« …durante el priorato de Antelmo se reunió el primer Capítulo General (1140) al cual se sometieron para siempre todas las casas, junto con la misma casa de Cartuja. »
Por lo tanto a partir de 1140 la Orden de los cartujos nació oficialmente y así quedó situada entre las grandes instituciones monásticas de la Edad Media.
Las monjas
« Por aquel entonces, las monjas de Prebayón abrazaron también espontáneamente el modo de vida cartujano. »
La incorporación tuvo lugar hacia 1145 y fue el comienzo de la rama femenina de la familia cartujana.
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Lun Sep 08, 2014 9:18 am

La Orden de los Cartujos.-Imagen el nombre en latín de esta Orden: "Ordo Cartusiensis" con las siglas: «OCart» .-Es una Orden monástica contemplativa de la Iglesia Católica.

Fue fundada esta Orden en el año 1084 por: San Bruno de Colonia.-Imagen presbítero, Padre de la Iglesia, que se festeja el 6 de octubre.

Su lema en latín: “Stat Crux dum volvitur orbis” que se traduce en: “La Cruz estable mientras el mundo da vueltas” y/o, “Cruz constante mientras el mundo cambia” Imagen

Los cartujos son la orden que profesa más austeridad en la práctica y a lo largo de su existencia han permanecido en pobreza sin caer en lujos.

Los Monasterios de los Cartujos son llamados: Cartujas; buscan allí los monjes una vida de contemplación y oración continua.

La Regla o Regula de los Cartujos
recibe el nombre de Statutos y difiere de la Regla de San Benito practicada por las otras órdenes monacales.

Fuentes: Calendario de Galván. Wikipedia. Enciclopédia on Line.
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor Jeam » Lun Sep 08, 2014 10:37 am

San Bruno

El sabio y devoto cardenal Bona, hablando de los monjes Cartujos, cuya orden fue fundada por San Bruno, y cuyo instituto religioso está por encima de todos los demás, los llama "el gran milagro del mundo: viven en el mundo como si estuviesen fuera de él; son ángeles en la tierra, como Juan Bautista en el desierto". 

San Bruno fue profesor de filosofía y teología en la escuela de Reims, donde mantuvo durante 18 años, un alto nivel en los estudios. Después fue nombrado canciller en la diócesis por el arzobispo Manasés, quien era un personaje indigno de llevar ese alto cargo. 

La Iglesia considera la vida de los Cartujos como el modelo perfecto del estado de contemplación y penitencia. Sin embargo, cuando se estableció en Chartreuse, no tenía la menor intención de fundar una orden religiosa. Si sus monjes se extendieron, seis años más tarde por el Delfinado, ello se debió, después de la voluntad de Dios, a una invitación que se les formuló. El conde Rogelio, hermano de Roberto Guiscardo, regaló al santo el fértil valle de La Torre, en la diócesis de Squillace. Ahí se estableció San Bruno con algunos discípulos. 

El santo expiró el domingo 6 de octubre de 1101. Luego, los monjes de La Torre enviaron un relato de su muerte a las principales iglesias y monasterios de Italia, Francia, Alemania, Inglaterra e Irlanda, pues era entonces costumbre pedir oraciones por las almas de los que habían fallecido. Ese documento junto con los "elogia" escritos por los 178 que recibieron el relato de su muerte, es uno de los más completos y valiosos que existen. 

San Bruno no ha sido canonizado formalmente, pues los Cartujos rehuyen todas las manifestaciones públicas. Sin embargo, en 1514 obtuvieron del Papa León X el permiso de celebrar la fiesta de su fundador, y Clemente X la extendió a toda la Iglesia de occidente en 1674. El santo es particularmente popular en Calabria, y el culto que se le tributa refleja en cierto modo el doble aspecto activo y contemplativo de su vida.
La Orden de los Cartujos

 (en francés Ordre des Chartreux y en latín Ordo Cartusiensis, abreviado «OCart»[1] ) es una orden contemplativa de la Iglesia católica, fundada por San Bruno en el año 1084. Su lema es en palabras latinas Stat Crux dum volvitur orbis (La Cruz estable mientras el mundo da vueltas, o, Cruz constante mientras el mundo cambia).

Los cartujos son la orden que profesa más austeridad en la práctica y a lo largo de su existencia han permanecido en pobreza sin caer en lujos. Los monasterios de los cartujos son llamados cartujas y allí buscan estos monjes una vida de contemplación y oración. La regla o regula de los cartujos recibe el nombre de Statutos y difiere de la regla de San Benito practicada por las otras órdenes monacales.

La rama femenina

El primer monasterio de monjas cartujas se fundó en 1147 en Prebayon (Provenza) por un grupo proveniente de un monasterio bajo la Regla de San Cesáreo de Arlés, que anhelaba una vida más interior. Siguieron el consejo de Juan de España, prior de la cartuja de Montrieux, quien les facilitó un ejemplar de las Constituciones de Guigo. En el siglo XIII se alcanzó el máximo de monasterios femeninos, con 7 casas y 2 afiliadas. En 1794 habían desaparecido todos, hasta 1822, fecha en la que se volvió a abrir uno en Francia. En el siglo XX había monasterios en Francia e Italia, y desde 1967 en España.

Cada monasterio femenino tiene considerable independencia, pero está sujeto desde el siglo XIII a visitas regulares de un prior, y se le asigna un vicario, que se ocupa de la dirección espiritual, y dos o tres ayudantes. Todos ellos viven fuera de la clausura de las monjas.

Organización

Cada cartuja está gobernada por un prior elegido por los padres y hermanos del monasterio. Es el responsable del monasterio y de las necesidades espirituales y materiales de los monjes. La orden cartujana siempre se ha resistido a las sugerencias de Roma de elevar a sus priores al rango de abades, a causa del ceremonial y la pompa que esto lleva consigo. El prior coloca a los monjes en los distintos cargos.

El vicario es el suplente del prior. Para ayudar en la administración del monasterio, hay un consejo privado formado por el prior, el vicario, el procurador, un monje (padre o hermano) elegido por el prior, y otro elegido por la comunidad.

El procurador es el monje en el que delega el prior el cuidado de atender las necesidades materiales, y el supervisor del trabajo de los hermanos. Puede tener un ayudante. Otro cargo importante es el maestro de novicios, que lleva su dirección espiritual y comprueba su aptitud. El sacristán se ocupa de la iglesia del monasterio. El chantre dirige el canto del coro. El bibliotecario se ocupa de la custodia de los libros de la biblioteca.

Todos los cartujos están exentos de la dependencia de obispos y cardenales. Los priores dependen directamente del supremo de la orden, que es el prior de la Gran Cartuja. Hay un procurador general de la orden para las relaciones con el Vaticano, que vive en los alrededores de Roma.

En el aspecto financiero, los cartujos se mantienen con donaciones y trabajos de los monjes. En caso de no ser autosuficientes, reciben trimestralmente fondos de la Gran Cartuja. Cada dos años se celebra un capítulo general en la Gran Cartuja, al que asisten todos los priores y representantes de los hermanos. Suelen durar dos semanas y revisan el desarrollo de la orden en todos sus aspectos. Todos los monasterios son visitados cada dos años por un visitador y un covisitador, para asegurar que están a la altura de las exigencias de la orden en cuanto a fidelidad y obediencia.

Se ha dicho repetidamente que la orden cartujana no ha sido nunca reformada porque nunca se ha deformado (Nunquam reformata, quia nunquam deformata). Esto se ha expuesto en varias encíclicas papales. En una de ellas, Pío XII afirma:

Al revés que otras órdenes religiosas, esta orden no ha necesitado, en tan largo espacio de tiempo, ninguna enmienda o reforma
Pío XII.Encíclica de 1924

Vida de los monjes cartujos
El fin de un cartujo es la contemplación en una vida monástica de oración pura y continua. La primera característica de un monje cartujo es la búsqueda de Dios en la soledad. La soledad del cartujo es encontrada en tres niveles:

1. La separación del mundo
2. La guarda de la celda
3. La soledad interior, o la soledad del corazón
Los monjes cartujos guardan los tres votos de pobreza, castidad y obediencia, pero además guardan dos votos extras, que son el de estabilidad en el monasterio y el voto de conversión de costumbres, en el cual se busca un crecimiento de entrega hacia el Señor.

Hay dos clases de monjes: los padres cartujos, que reciben la ordenación sacerdotal, y los hermanos cartujos, que no la reciben. Dentro de los hermanos, pueden ser hermanos conversos, que hacen la profesión de votos, igual que los padres, y los hermanos donados, que no hacen votos solemnes de por vida.

Dentro de la cartuja puede haber, aunque es poco frecuente, el estatus de familiar, personas que llevan vida semi-monástica, y ejercen funciones similares a las de criados.

Las cartujas
Las cartujas requieren de gran extensión de territorio debido a que los monjes son eremitas que viven en comunidad: esto les permite tanto el aislamiento como la unión para lograr llevar a cabo su carisma contemplativo.

Los católicos contemplativos incluyendo a los cartujos, son la espiritualidad con menor número de miembros; de los católicos contemplativos la mayoría son mujeres.

Los monjes cartujos viven una vida solitaria y común, en sus cartujas se encuentran:

1.- El claustro grande (donde se agrupan todas las celdas)
2.- Lugares comunitarios (lugares como la cocina, el lavadero, el refectorio, etc.)
3.- Los lugares que producen ruido (talleres de carpintería, forja, etc.)
La vida diaria
La vida diaria de un monje cartujo incluye varias actividades sugeridas que varían en cada cartuja, pero en general siguen el mismo patrón que incluye los oficios como Maitines, Laudes, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas. Estos oficios dan el ritmo fundamental a la jornada de un cartujo. Cada hora del oficio del día es precedida o seguida del oficio de la Santísima Virgen.

Horario
23:30 Levantarse-Oración en la celda La oración en la celda, en el medio de la noche es uno de los momentos más ricos de la jornada.
0:15 Maitines y Laudes Dependiendo del día, estos oficios duran entre dos y tres horas.
6:30 Levantarse La hora no es fija, pero prepara para las 7:00
7:00 Prima-Angelus El tiempo que sigue al Angelus está consagrado a la oración o a la Lectio Divina
8:00 Misa conventual Se lleva a cabo en la Iglesia
10:00 Tercia
12:00 Angelus - Sexta
Comida y recreación Tiempo libre
14:00 Nona
Trabajo manual y estudio El equilibrio estudio-trabajo manual depende de cada monje.
16:00 Vísperas de la Santísima Virgen
16:15 Vísperas En la iglesia
Colación, lectura, oración Lectura de un libro de autor espiritual o de la Palabra de Dios.
18:45 Angelus - Completas
19:30 Acostarse Libertad entre 19:30 y 20:00
Descontado el tiempo de sueño, comida, aseo y trabajo manual, el padre cartujo dedica 14 horas a la oración y el estudio, de ellas 6 en la iglesia y 8 en la celda.

El hermano cartujo (cartujo sin ordenar) dedica 7 horas diarias a los trabajos u oficios manuales, que se denominanobediencias. El reparto del trabajo lo hace el procurador. Como no tienen tanto tiempo para los oficios como los padres, están dispensados para algunos de ellos. Todos los hermanos hacen cada año un retiro de 8 días en sus celdas.

La alimentación
Los cartujos no comen carne. En Adviento y Cuaresma prescinden también de los alimentos lácteos. Una vez a la semana, generalmente los viernes, toman sólo pan y agua. Desde el 14 de septiembre hasta la pascua, hacen una comida diaria, más un panecillo para cenar. El resto del año tienen dos comidas diarias, una a media mañana y otra por la tarde.

El silencio
El silencio se considera fundamental para lograr la contemplación. Por eso, la palabra se utiliza solamente en el canto o en lo estrictamente necesario para llevar a cabo las tareas cotidianas. Sin embargo, como compensación, los domingos hay un recreo que dura de una hora a hora y media, y los lunes un paseo de tres horas fuera del monasterio, durante el cual se puede hablar libremente. Una vez al año, toda la comunidad disfruta del llamado «gran paseo», que dura todo el día.

En los monasterios no hay periódicos, radio ni televisión. Sólo el prior puede leer noticias, que en caso de suma importancia, a su criterio, puede comunicar a los monjes.

Liturgia de los cartujos

La liturgia de los cartujos está basada en la escrita por San Bruno y sus compañeros, la cual se distingue por una gran simplicidad y sobriedad. Esta liturgia incluye muchos tiempos de silencio, ningún instrumento musical, si bien está informada con el canto cartujano, parecido al canto gregoriano, pero más austero.

La pureza del canto cartujano se ha preservado celosamente durante siglos. Más lento que el benedictino, de tonos menos agudos, y menos melismático, está considerado como más profundamente espiritual por quienes han escuchado ambos.
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor Pachelli1960 » Lun Sep 08, 2014 10:54 am

La Orden de los Cartujos

Imagen

https://www.youtube.com/watch?v=tY45g8trFMY

Aunque ser cartujo no es fácil, no faltan aspirantes. En España 61 monjes y 11 monjas de clausura mantienen una vida solitaria consagrada a la oración

El legado de los cartujos: una Orden que despierta el interés de los jóvenes

Una vida consagrada a la oración

Imagen

Desde la Provenza llegaron en el siglo XII los monjes de la Orden de la Cartuja para construir un monasterio, fundando así la primera cartuja de la Península Ibérica. Escogieron un paraje singular, enmarcado por la Sierra de Montsant, donde un pastor había soñado con unos ángeles que subían al cielo por una escalera apoyada en el tronco de un pino, de ahí Escaladei o «escalera de Dios».

La Cartuja subsistió hasta el 1835 con gran esplendor. Con la desamortización de Mendizábal (1835) los monjes se vieron forzados a huir, privados por decreto de sus tierras. En tan sólo dos años la majestuosa cartuja quedó convertida en un montón de escombros.

Hoy día se pueden visitar las ruinas de la Cartuja de Escaladei recorriendo el exterior de los 3 claustros, la iglesia y el refectorio, así como una celda reconstruida con todo detalle.

.................................Imagen.......................

La Cartuja de Escaladei es, pues, una visita obligada para todos aquellos que quieran hacer un viaje a los orígenes de la comarca del Priorat.

Pasado y presente de una Orden milenaria
Esta es una parte de la historia de los Cartujos en España. En la actualidad existen 19 casas de Cartujos repartidas por el mundo, con 289 monjes y 5 casas de Cartujas con 65 monjas.

El legado de los cartujos: una Orden que despierta el interés de los jóvenes

Una vida activa y contemplativa

En España existen cuatro casas, la Cartuja de Miraflores en Burgos, la de Porta Coeli en Valencia, la Cartuja de Montalegre en Barcelona, y la de Cartuja de Santa María de Benifasar en Castellón. En total son 61 monjes y 11 monjas.

-Cartuja de Miraflores Imagen

--------Cartuja de Porta CoeliImagen

----------------Cartuja de MontalegreImagen

---------------------Cartuja de Santa Maria de BenifasarImagen

Pero antes de hablar de su legado y su presencia actual en nuestro país, vamos a hacer un poco de historia para saber cuál es el origen de la Orden de la Cartuja.

San Bruno, el fundador de la Orden

Imagen

Los Cartujos forman una Orden milenaria, fundada por San Bruno. Nació en Colonia hacia 1030 y llegó a ser designado en 1056 Rector de la Universidad. Bruno, se encuentra cada vez menos a gusto en una ciudad donde no escasean los motivos de escándalo. Después de haber luchado con éxito contra estos desórdenes, experimenta el deseo de una vida entregada totalmente a Dios.

Tras llegar a la región de Grenoble, su obispo, el futuro San Hugo, le ofreció un lugar solitario en las montañas de su diócesis, en el valle selvático de Cartuja, que dará nombre a la Orden. Es aquí donde se estable eremitorio formado por algunas cabañas de madera.

Es nombrado consejero del Papa Urbano II, y funda un nuevo eremitorio en los bosques de Calabria al sur de Italia, donde fallece en octubre de 1101.

Una vida solitaria

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Aún hoy en día, los monjes Cartujos llevan una vida solitaria consagrada a la oración, para trabajar por su salvación y por la de toda la Iglesia.

La soledad implica la separación del mundo y se concreta, entre otros aspectos, en una salida semanal, carencia de visitas, sin apostolado exterior y sin radio ni televisión.

Los cartujos no son completamente ermitaños, ya que la vida activa y contemplativa están presentes en especial con la misa conventual, el largo oficio nocturno, la recreación y el espaciamiento.

Las rentas de la Orden están en buena parte aseguradas por la comercialización del licor, pero también por los productos de artesanía provenientes de algunas de las casas.

Pasa la mayor parte del día en su ermita donde ora, estudia,

El legado de los cartujos: una Orden que despierta el interés de los jóvenes

Vida de comunidad en los oficios diurnos

trabaja, come y duerme. Todas las ermitas están adosadas al claustro y completamente separadas unas de otras. Junto a la puerta de la ermita hay un ventanillo en el que se deposita la comida. La primera pieza es una amplia habitación, a modo de zaguán, llamada «avemaría» porque siempre que entra el monje reza un avemaría. Junto al zaguán hay un taller donde el monje puede trabajar. Un pequeño jardín donde el monje cultiva sus flores, sus hortalizas, y le sirve a la vez de asueto, completa la planta baja de la ermita. En la planta superior se encuentra el oratorio, una pequeña habitación que sirve de estudio, el dormitorio y el servicio.

Los domingos y fiestas domina la vida de comunidad, ya que todos los oficios litúrgicos se cantan en la iglesia, se come en el refectorio común y hay un rato de recreación. El lunes hay también un paseo de unas cuatro horas de duración en el que se conversa animadamente.

La vida del cartujo tiene que conjugar aspectos tan opuestos como la vida eremítica y la vida comunitaria, la soledad y la vida fraterna, el silencio y la cordialidad. En la síntesis está el equilibrio.

Cartuja de Santa María de Benifasar

Se encuentra en un auténtico desierto, en el corazón del Parque

El legado de los cartujos: una Orden que despierta el interés de los jóvenes

Cartuja de Benifasar en Castellón
Natural de la Tinença de Benifasar.

Es el primer monasterio de monjas cartujas de España, fundado en 1967 aprovechando las ruinas de un antiguo monasterio cistercienses.

En 1975 fue posible adaptar la estructura general del monasterio, transformando las primitivas celdas cistercienses, en los eremitorios clásicos cartujanos.

Cartuja de Santa María Porta Coeli
En el entorno de la Sierra Calderota, en el Vall de Lullén es donde nos encontramos con este monasterio.

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Porta Coeli, en Valencia

Fue en 1272 cuando Fray Andrés de Albalat, obispo de València decidió fundarlo. La edificación se inició en 1274, y se la llamó Porta Coeli, la puerta del cielo.

Fue el primer monasterio que se fundó en el recién conquistado Reino de València, y sus primeros 8 monjes provinieron del monasterio tarraconense de Scala Dei.

Aunque inicialmente nació como monasterio dominico, hoy sigue siendo convento cartujo de clausura.

Cartija de Santa María de Montalegre
Se encuentra situada en la comarca catalana del Maresme, muy cerca de la población de Tiana.

El edificio se empezó a construir en el año 1247 para acoger a una pequeña comunidad de monjas agustinas, aunque no es hasta

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Cartuja de Montalegre, en Barcelona

el 1434 cuando pasan a ocuparlo una pequeña comunidad de monjes Cartujos que procedían del monasterio de Sant Pol. Las obras de la cartuja finalizaron en 1463.

Tras numerosos avatares la Guerra Civil afecta de nuevo a la comunidad. Los 21 padres y 16 hermanos que formaban esta cominuidad se dispersaron, y los Cartujos no regresan hasta 1939, fecha en la que se instala el seminario menor de la diócesis. El seminario se cerró en 1998 ya que resultaba inviable mantenerlo económicamente. El antiguo edificio del seminario se cedió a la Fundación Pere Tarrés y actualmente funciona como casa de colonias.

Cartuja Santa María de Miraflores
Está situada en Burgos, y es la única que se puede visitar. Es una joya de fama internacional, y panteón real.

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La Cartuja de Miraflores, en Burgos

El monasterio fue levantado por el rey Enrique III y alberga numerosas obras de gran interés, como la sillería gótica del coro de los padres, el coro renacentista de los hermanos, ejecutado en el siglo XVI por Simón de Bueras, y la estatua de San Bruno, obra de gran realismo, de Manuel Pereira.

De Pedro Berruguete es la extraordinaria tabla de la Anunciación que aparece junto al altar mayor.

Los monjes de este monasterio viven de su artesanía, en especial sus rosarios de pétalos de rosa, cultivados, molidos, prensados y engarzados a mano por ellos mismos.

Para ser Cartujo

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La vida de los Cartujos no es fácil. Aún así sigue despertando el interés de numerosos jóvenes hoy en día. Para ser cartujo se necesita, ante todo, sentir la llamada de Dios, o vocación. Se requiere también buena salud, no sólo física, sino también psíquica. La adaptación a la soledad exige un carácter equilibrado y madurez humana. Para poder ingresar se exige haber cumplido los veinte años. Los estatutos de esta orden ponen muchas trabas para recibir aspirantes con más de cuarenta y cinco años por lo difícil que resulta la adaptación a su forma de vida a partir de esa edad.
Normalmente, antes de recibir a alguien, se piden informes a algún sacerdote que conozca al aspirante a cartujo. Si éstos son positivos, se le invita a hacer una prueba vocacional de ocho a quince días, que realizará directamente en la ermita, como un monje más.
Gracias
Dios nos bendiga a todos

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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor AMunozF » Lun Sep 08, 2014 11:35 am

---------------------------------------------MONASTERIOS CARTUJOS---------------------------------------------

Imagen...MONASTERIO DE LA CHARTREUSE (CASA MADRE), GRENOBLE, FRANCIA

Imagen...MONASTERIO DE MIRAFLORES, ESPAÑA

Imagen...MONASTERIO DE LA TRINIDAD, ITALIA

Imagen...MONASTERIO DE MARINEAU, ALEMANIA

Imagen...MONASTERIO DE NOTRE DAME DE CORÉE, COREA DEL SUR

Imagen...MONASTERIO DE NSTRA. SEÑORA DE MEDIANEIRA, BRASIL
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor marietaantonia » Lun Sep 08, 2014 11:42 am

Hola a todos he elegido las monjas cartujas
Las monjas conversas sirven a Dios en soledad y recogimiento se ocupan de las necesidades de la casa
Las monjas de claustro buscan a Dios en el silencio y la soledad de la celda no abandonan mas que para encontrarse con las demás monjas en la iglesia
La jornada de una monja - a partir del oficio nocturno a media noche hasta completas a las 19.00hs
Todas las monjas trabajan ya sean en la celda en la cada o en las obediencias
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor AMunozF » Lun Sep 08, 2014 11:51 am

-----------------------------------SAN BRUNO Y LOS SEIS COMPAÑEROS----------------------------------------


ImagenImagen
ImagenImagen

...................SAN BRUNO Y LOS 6 COMPAÑEROS
MONASTERIO CARTUJO DE SANTA MARÍA DEL PAULAR, RASCAFRÍA - MADRID - ESPAÑA
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Lun Sep 08, 2014 12:03 pm

Monasterio de la Cartuja de Granada

*********Imagen*********

Este monasterio fue fundado por orden de Don Gonzalo Fernández de Córdoba, llamado: El Gran Capitán, sobre una antigua viña árabe llamado: Aynadamar = Fuente de las Lágrimas.

Se inicio su construcción del Monasterio en 1506, pasaron tres siglos pata terminarlo.

Vivieron los Monjes Cartujos en este lugar hasta el año 1835, cuando los expulsaron.

*****Imagen*****

La puerta de entrada al Monasterio de la Cartuja, de estilo renacentista que da acceso a un patio, con escaleras que permiten el paso a la puerta del convento y desde donde se puede ver el conjunto conventual: el templo de estilo barroco del XVII, el altar mayor, policromado, y detrás del altar está el Sancta Santorum, de 1720, con un baldaquino en el centro, una auténtica obra barroca diseñada en mármol de Lanjarón, y una pintura en el techo de Antonio Palomino y José Risueño.

La sacristía: con paredes blancas donde el estucado armoniza con el color rojo del mármol del altar mayor, destacando la imagen de San Bruno, su fundador. Con las vetas que hace el mármol, se observan las figuras: el pez, el perro, la dama española.

El claustro es un pequeño lugar que da paz y tranquilidad y en él se encuentran: naranjos y plantas aromáticas.

Sala capitular: era el lugar de reunión de los Monjes Cartujos. En esta sala se admiran nteresantes cuadros de Vicente Carducho.

Capilla de Profundis: en este el lugar los frailes hacen penitencia. Hay un altar pintado en la pared y un cuadro de Sánchez Cotán.

El refectorio: decorado con unos cuadros tenebristas de Sánchez Cotán. El que representa a la Santa Cena, con las extrañas expresiones de los Apóstoles, y en el de Los Mártires de Inglaterra; que según desde donde se mire el cuadro, parecen ir los caballos.

El Monasterio de la Cartuja se puede visitar todos los días y admirar cada una de las partes de este conjunto.

Fuentes: granadadirec.com. Wikipedia.Google
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor sverbi » Lun Sep 08, 2014 12:32 pm

Un licor famoso: el Chartreuse
Historia de los Licores
Fundada en 1084 por San Bruno, la Orden de los Cartujos es una de las más antiguas ordenes monásticas cristianas del mundo.
En 1605, el Mariscal d'Estrées entregó a los Monjes de la Chartreuse de Vauvert, en París, un Manuscrito que revelaba la fórmula de un Elixir de Larga Vida, cuyo origen nadie conoce.
En efecto, en esta época, sólo los monjes y los apoticarios poseen los conocimientos necesarios para trabajar con las plantas. Demasiado compleja, la receta del Elixir parece haber sido utilizada sólo parcialmente durante varios decenios en Paris.
En 1737, el Monasterio de la Grande-Chartreuse (cerca de Grenoble) decidió hacer un estudio exhaustivo de la receta
El apoticario de la Grande-Chartreuse, Hermano Jérôme Maubec, se encargó de esta obra. Consiguió fijar definitivamente su fórmula.
Su comercialización era entonces muy limitada : era el Hermano Carlos quien, montado en una mula, lo vendía en los mercados de Grenoble y de Chambéry. Todavía fabricado según las mismas indicaciones, este “Elixir de Larga Vida” se conoce hoy bajo el nombre de “Elixir Vegetal de la Grande-Chartreuse” tiene 71º.

El Chartreuse Verde, 55º, llamado “Licor de Salud”, apareció en 1764. Su éxito fue inmediato, pero limitado a la región del Dauphiné (Francia).
La Revolución Francesa de 1789 dispersó a los Monjes. En 1793, como medida de prudencia, se hizo elaborar una copia del valioso Manuscrito que el único religioso autorizado a permanecer en el Monasterio conservó; otro Padre llevaba siempre consigo el original.
Detenido y después enviado a Burdeos, este último encontró la manera de sacarlo fuera de la celda y entregárselo a otro Monje refugiado cerca del Monasterio.
Sin poder hacer uso del secreto y convencido de que la Orden de los Cartujos nunca sería restablecida, cede una copia al señor LIOTARD, farmacéutico en Grenoble.
En 1810, habiendo decidido el emperador Napoléon I que los “remedios secretos” debían ser enviados al Ministerio del Interior para ser examinados a fin de ser explotados por el Estado, el señor LIOTARD remite el Manuscrito al Ministerio del Interior; le es devuelto con la mención “RECHAZADA”.
A su muerte, los documentos vuelven al Monasterio de la Grande-Chartreuse, adonde los Monjes habían vuelto en 1816.
En 1838, la fórmula se adaptó para producir un licor más dulce y suave, el CHARTREUSE AMARILLO, de 40º.
En 1903, los Cartujos son expulsados de Francia. Se llevan su secreto e implantan una destilería en Tarragona (España) para la fabricación del Licor. Licor que fabricaron también en Marseille desde 1921 hasta 1929, bajo el nombre de “Tarragona”.
Durante este mismo periodo, el Estado francés vende su marca a un grupo de Licoreros que crean la “Compagnie Fermière” de la Grande-Chartreuse. Esta sociedad, cuya producción no tenía nada que ver con el auténtico Chartreuse, quebró en 1929. Los Monjes recuperan entonces el uso de la denominación CHARTREUSE ; reanudan la destilación en Francia, en su antigua destilería de FOURVOIRIE construida en 1860, cerca del Monasterio de la Grande-Chartreuse.
Estos edificios son destruidos en 1935 por un corrimiento de tierras. Entonces, la fabricación es transferida a VOIRON (Francia) donde todavía es realizada, después del trabajo de selección de las plantas efectuado dentro del Monasterio.
Es la sociedad CHARTREUSE DIFUSIÓN la que, desde 1970, se encarga del acondicionamiento, de la publicidad y de la venta de los productos elaborados por los Cartujos.
Encargados de esta misión por su Orden, trabajan bajo secreto y son los únicos que conocen los detalles de la producción. Todavía hoy, como antaño, la fórmula es un misterio que no ha podido ser revelado ni siquiera por los métodos modernos de investigación.
Los Licores fabricados por los Padres Cartujos no contienen aditivos ni químicos. Los colores provienen de las plantas que los componen. Tras su maceración en un alcohol seleccionado, las 130 plantas enumeradas en la receta son seguidamente destiladas. A los alcoholatos así producidos se les añade miel destilada y jarabe de azúcar para obtener Licor Verde o Amarillo, que debe envejecer largamente en barricas de roble antes de ser comercializados.
Si se alarga el envejecimiento, el Chartreuse adquiere una calidad particularmente notable y se le designa entonces con la denominación “CHARTREUSE V.E.P.” (Vieillissement Exceptionnellement Prolongé / Envejecimiento Excepcionalmente Prolongado). La producción, forzosamente limitada, se presenta en botellas de medio y un litro, reproduciendo fielmente las que eran utilizadas en 1840. Su primer lanzamiento en el mercado data de 1963.

Una historia tan larga…
Un Manuscrito entregado en 1605,
Un Elixir definitivamente desarrollado en 1737,
El Chartreuse Verde, elaborado en 1764, el Chartreuse Amarillo en 1838, el “Blanco” en dos periodos diferentes, el “Licor de los Juegos Olímpicos” en 1968, el “9 Centenario” en 1984, el “Episcopal del Tercero milenio” en 2000,
Pero también el Chartreuse fabricado en Tarragona desde 1904 a 1989, llamado el “Tarragona”.
…..Y los “Verde” y “Amarillo” fabricados en Marsella desde 1921 a 1929 llamados “Tarragona”.
Todos estos Licores basados en la receta de un libro del siglo XVI o XVII fueron elaborados por los Padres Cartujos, su comercialización permite a su comunidad sobrevivir y seguir rogando en el silencio y la soledad, según la inspiración de San Bruno.
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor Adriana Espinoza » Lun Sep 08, 2014 12:46 pm

Chartreuse, el Elixir de la Larga Vida.  

En 1084 San Bruno funda la Orden de los Cartujos.

En 1605, los monjes de la Chartreuse de Vauvert de París recibieron un manuscrito secreto con la fórmula de un elixir de larga vida de origen desconocido. Lo trasladaron a la Gran Cartuja, para ser producido en la farmacia, ayudados del gran conocimiento acumulado en su biblioteca.

En 1903 los cartujos son expulsados de Francia, se instalan en Tarragona, España y se llevan su fórmula y destilería. El licor se distribuye bajo el nombre de Tarragona.

Después de la Segunda Guerra Mundial los monjes son autorizados a volver a Francia, a su antiguo monasterio, pero la destilería fue ubicada a 25 km de Grenoble, en Voiron, desde donde se produce hasta la fecha.

El licor es una combinación de 130 hierbas con propiedades medicinales, hay 2 presentaciones principales:
Chartreuse Verde: 55% alcohol. Tiene un tono verde brillante producto de la clorofila de las hierbas utilizadas. Se produce desde 1764.

Chartreuse Amarillo: 40% alcohol y un sabor más dulce. Contiene las mismas hierbas pero en proporciones distintas. Se elabora desde 1838.

Otras presentaciones:
Chartreuse VEP (Vieillissement Exceptionnellement Prolongé) (54º la verde, 42º la amarilla) se elabora con los mismos procesos secretos del licor tradicional pero se evejece más tiempo en grandes barricas de roble para alcanzar una calidad excepcional.

Elixir Végétal de la Grande-Chartreuse (71% alcohol). El elixir de hierbas, fabricado desde 1737, Es un concentrado digestivo y tónico. Se consume añadiendo unas gotas a una infusión, un grog, o sobre un terrón de azúcar.

Chartreuse 1605 - Liqueur d'Elixir (56% alcohol). Elaborada según la receta original de 1605, esta Chartreuse es la antepasada de la Chartreuse verde.

Envejecen en barriles de roble en la cava más grande del mundo. La receta sigue siendo un secreto. No es patentada y sólo la conocen dos monjes que la transmiten generación tras generación.

La mezcla de las hierbas se prepara en la "sala de las plantas" del monasterio, y es llevada a la destilería en grandes sacos de tela.

Tanto la destilería como la cava en Voiron reciben visitas guiadas del público, gratuitas y con cata de estas variedades de licores, por el contrario no se permite el acceso del público al monasterio.  
Adriana Espinoza
 
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor Ger16 » Lun Sep 08, 2014 1:09 pm

Me llamó la atención que en una participación anterior donde se habla de los monasterios cartujos de España no se menciona la cartuja de Aula Dei y con pena me entero que los monjes que quedaban en el año 2012 dejaron ese monasterio para irse a otros quedando la construcción en manos de la comunidad Chemin Neuff quienes ya tienen otro estilo de vida.

Tuve la oportunidad de conocer la cartuja de Aula Dei en noviembre de 1981 y se podía entrar sólo los días miércoles de cada semana ya que ese día abrían sus puertas a las visitas que desearan ver las pinturas de Francisco de Goya que estaban en su capilla principalmente y que Goya había hecho mostrando, en más de 10 pinturas, diversos pasajes de la Virgen María.

Es sumamente interesante ver la vida de los monjes cartujos fundados por San Bruno con la intención de combinar la vida eremítica (de soledad) y la vida religiosa (en comunidad) aprovechando las ventajas de cada una en el orden de buscar a Dios en el silencio y la oración basándose en el pasaje del profeta Elías relatado en el libro de Los Reyes cuando el profeta al buscar a Dios no lo encuentra en el ruido del mar ni del viento, sino en la suave brisa de una cueva, este pasaje y la experiencia de los anteriores eremitas les permite tener un estilo de vida donde el silencio sea un componente para escuchar a Dios. Por otro lado la vida religiosa, en comunidad les ofrece la posibilidad de orar y alabar a Dios en comunidad por medio de la oración en grupo y, sobre todo mediante el canto en común incluido en el rezo de la liturgia de las horas. La vida en comunidad, también les permite organizarse en el trabajo y ayudarse en las tareas propias de producción de alimentos, y de mantenimiento de monasterio.

En la cartuja de Aula Dei, la mayoría de las celdas eran amplias para que en la misma celda pudieran tener algún pequeño taller y cada celda contaba con un pequeño jardín donde el monje cultivaba sus hortalizas donde producía su alimento o parte de su alimento y el complemento se lo pasaban diariamente por una pequeña ventana de la celda.

La búsqueda de Dios en la soledad y el silencio quedaba establecida en una regla, donde sólo veinte días al año (en las fiestas principales de la Iglesia) se reunían para platicar entre ellos y para compartir los alimentos, y en el resto del tiempo no había comunicación hablada entre ellos, lo que sí hacían con el Señor por medio de la oración comunitaria.

El estudio era un parte muy importante y para esto contaban con una excelente biblioteca que debió ser una de las mejores de España, por lo menos.

Cuando se visitaba la cartuja para ver las pinturas de Goya, se veían a los monjes que trabajaban en el campo, igual conduciendo un tractor que cosechando a mano los frutos de la tierra. En la Cartuja de Aula Dei tenían un gran terreno cultivado con rosales de flores rojas con mucho aroma mismas que usaban para fabricar los rosarios hechos con pétalos de rosa y que conservaban su olor característico.

A la Eucaristía del domingo solían invitar a uno que otro laico y se podía ver, por ejemplo que para no hablar, el sacerdote celebrante ponía una tabla de madera que contenía el nombre de cada monje y algunos espacios más y después de cada nombre había un pequeño agujero donde, si el monje iba a comulgar en esa misa, ponía un pequeño palillo en el orificio correspondiente a su nombre, así el celebrante entraba al final, contaba el número de personas que comulgarían y de esta manera consagraba sólo las hostias que se consumirían. Otra cosa característica era que la disposición del las sillas en el templo no era la común donde todos miran al frente, sino que las silla estaban en forma de coro, es decir al rededor del templo, prácticamente pegadas a la pared; y a la hora de la consagración en lugar de la genuflexión (incarse) se postraban, es decir se acostaban en el piso boca abajo con las manos a la altura de la frente; esto lo hacían la mayoría ya que había algunos que por su edad ya no les era posible.

Es impactante conocer la vida de estos hombres que viven de una manera muy intensa la relación y comunicación con Dios y al mirarlos se descubre una gran Fortaleza en todos los aspectos.
Ger16
 
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor ayga127 » Lun Sep 08, 2014 2:00 pm

El modo de vida de los monjes cartujos

Imagen

Imagen Cartujo estudiando

La Orden Cartujana es una de las congregaciones religiosas que ha sabido mantener con mayor fidelidad el espíritu y la práctica de sus orígenes y, de hecho, a lo largo de su dilatada historia, no ha sufrido ni dramáticas escisiones internas ni grandes reformas como otros movimientos monásticos o conventuales. Obviamente la Orden Cartujana fue experimentando cambios a lo largo del tiempo, algunos importantes, pero estos nunca fueron radicales, ni llevaron consigo una extraordinaria separación de las pautas primigenias, sobre todo, de las que se refieren a la vida cotidiana del monje.
Cualquier monasterio de la Orden, desde primero instalado en Chartreuse por San Bruno hasta el que recientemente ha sido fundado en América, se encuentra habitado por una comunidad compuesta por dos grupos de monjes, los llamados padres y los llamados hermanos conversos o legos.

Los padres son monjes que se dedican exclusivamente a la contemplación, al continuo diálogo con Dios, a la lectura espiritual, al rezo vocal del Oficio Divino y a la ejecución de algún trabajo manual no productivo. No realizan, pues, una labor predicación o beneficencia, no mantienen escuelas ni hospitales, no tienen como principal objetivo la santificación a través del trabajo, sino que, convencidos del bien que con ello pueden hacer a sus semejantes, se entregan por completo a la contemplación y adoración de Dios. Su especial particularidad además es que, a diferencia de otros monjes que oran, leen, trabajan, comen y duermen juntos, cada uno de los padres cartujos realizan cotidianamente las actividades citadas de manera individual, en absoluta soledad, silencio y aislamiento, en el ámbito de la celda, que consistía en una casa con su huerto o jardín. Característico también es el clima de simplicidad y pobreza en el que se desarrolla la vida del padre cartujo, que se reflejan en su austero hábito, en las frugales comidas (son muy frecuentes los ayunos y no comen carne), en el ámbito arquitectónico o desnuda celda donde habita el monje o incluso, en su propia liturgia que se peculiariza por su marcada sobriedad y sencillez. Es cierto que las comunidades cartujanas, con el paso del tiempo llegaron a ser poseedoras de extensos patrimonios y de espléndidos monasterios, pero esta riqueza jamás trascendió a la vida cotidiana del cartujo que continuó viviendo dentro de las mismas pautas de soledad y pobreza como los antiguos anacoretas. Pero, los cartujos no sólo realizan actividades en soledad. En efecto, siendo consciente San Bruno de las dificultades que entrañaba perseverar en esta vocación eremítica, quiso que los monjes pudieran contar con un apoyo humano y espiritual en el grupo, aspecto en el que se encuentra otra de las singularidades de la Cartuja. Dicho con otras palabras, quiso el fundador que además de las actividades que los monjes efectuaban en aislamiento, también llevasen a cabo en específicos momentos del día o en determinados días a la semana prácticas comunitarias, propias de la vida cenobítica. Estas son, por ejemplo, la celebración cotidiana, en común, en el ámbito de la iglesia, de distintas partes del Oficio Divino, como los maitines, las vísperas, y de la misa conventual o, ya en algunos días concretos (por ejemplo domingos y días de festividad religiosa), la comida en común, las reuniones en la sala capitular y el paseo. Por su puesto, los monjes cuentan también con la tutela o dirección de un superior o prior que obviamente en la primera cartuja fue San Bruno.

El segundo grupo que compone la familia o comunidad cartujana es el de los hermanos o legos. La presencia de este segundo grupo tuvo su origen en una razón de orden práctico. San Bruno quiso que su comunidad constituyera una unidad orgánica independiente, con autonomía económica. Para poder alcanzar este objetivo y dado que los monjes ermitaños debían dedicarse exclusivamente a la contemplación, era imprescindible que dentro de la comunidad se integrasen otros religiosos que se ocupasen de los trabajos productivos y de las necesarias relaciones con el exterior, fundamentales para la subsistencia de todo el conjunto. De allí la importancia de los hermanos que son aquellas personas que sintiendo como los padres una vocación contemplativa (de hecho realizan prácticas de esta naturaleza) deciden entregar parte de su tiempo al trabajo que permitía la independencia de la comunidad. Aunque su régimen de vida es menos severo que el de los padres, sus actividades (cultivo de la tierra, cuidado del ganado, etc.) se desarrollan en las mismas pautas de pobreza y sobriedad y también realizan prácticas en comunidad como las antes citadas. Generalmente los hermanos pertenecían a un estrato social más bajo que el de los padres; sin embargo, también es cierto que a lo largo de la historia personajes de alta cuna o elevada cultura decidieron por humildad ingresar como conversos en los muros de las cartujas.

Las comunidades cartujanas viven aisladas del mundo, bajo una estricta clausura. Su número de miembros es relativamente pequeño. En los orígenes solo se admitía en cada monasterio 13 padres (incluido el prior) y 16 hermanos. Con el paso del tiempo este número se elevó; no obstante nunca se permitieron comunidades en exceso numerosas. En un principio la economía de las comunidades estaba basada en la agricultura y ganadería, al cargo de los hermanos. Con el tiempo también se aceptó la explotación de propiedades rústicas y urbanas y las cuantiosas donaciones de los benefactores. Desde mediados del siglo XII existen también comunidades de monjas cartujanas. Su modo de vida, aunque no idéntico, es similar al de las comunidades masculinas.

Imagen hermano en labores domesticas

Imagen padres en el refectorio

Imagen hermano con el ganado
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor ayga127 » Lun Sep 08, 2014 2:16 pm

Un día cualquiera en la vida de un cartujo se desarrollaría según el siguiente horario, que puede variar ligeramente según la casa o el individuo:

Entre 19:30 y 20:00 horas: Acostarse.
23:30: Levantarse y oración en la celda.
00:15: Maitines seguidos de laudes (en la Iglesia).
Laudes de la Santísima Virgen (en la celda) y acostarse.
6:30: Levantarse.
7:00: Prima-Angelus.
8:00: Misa conventual en la iglesia.
Lectio divina (lectura meditada de la Biblia).
10:00: Tercia.
Estudio-trabajo manual.
12:00: Angelus-Sexta.
Comida-Recreación (trabajar, leer, tomar el sol…).
14:00: Nona.
Trabajo manual-estudio (el equilibrio entre ambos será diferente en cada caso).
16:00: Vísperas de la Santísima Virgen.
16:15: Vísperas en la Iglesia.
Colación-lectura-oración.
18:45: Angelus-Completas.
19:30-20:00: Acostarse.


Fuente:http://www.shadowline1.com/
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Re: 5. La Orden de los Cartujos. 8 de septiembre

Notapor Caro1978 » Lun Sep 08, 2014 2:17 pm

Tour por Colonia.
Es una ciudad bellísima y posee una Catedral hermosa, enorme, bella, diferente, construida con Estilo Gótico (mi favorito) uno puede pasarse días enteros descubriendo nuevas cosas en su estructura. Se encuentra ubicada en la parte centro oeste de Alemania, junto al Río Rin. Les dejo una imagen Imagen

Un poco de historia:
En la antigüedad, fue una importante ciudad fronteriza del Imperio romano llamada Colonia Claudia Ara Agrippinensium (Colonia Agrippina). La ciudad fue la capital de una provincia romana, hasta su ocupación por los francos en 459. En el 313, Colonia se convirtió en la sede del obispado y en el 785, en sede del arzobispado.

Durante la Edad Media fue una importante ciudad comercial y universitaria. En 1095, se congregaron en torno a la ciudad los pobres y campesinos que guiados por Pedro el Ermitaño protagonizarían la Cruzada de los Pobres. El Arzobispo de Colonia fue uno de los príncipes electores del Sacro Imperio Romano-Germánico. Sin embargo, tras la batalla de Worringen en 1288, el arzobispo se vio obligado a exiliarse en Bonn y posteriormente en Brühl. La base del crecimiento de la ciudad fue su situación a orillas del río Rin, en la intersección de las principales rutas comerciales. Por eso, Colonia fue miembro de la Liga Hanseática y se convirtió en una Ciudad Imperial Libre en 1475. Esto le permitió disponer de su propia fuerza militar, la cual se caracterizaba por sus uniformes rojos y formaba parte del Ejército del Sacro Imperio Romano Germánico (Reichskontingent)

Colonia también se convirtió en un importante centro de peregrinación medieval, cuando el arzobispo Rainald de Dassel entregó las reliquias de los Reyes Magos a la catedral de Colonia en 1164. Además se conservan las reliquias de Santa Úrsula y San Alberto Magno.

A comienzos del siglo XIX, y como consecuencia de las Guerras Napoleónicas, este territorio pasó a ser una subprefectura del antiguo departamento francés del Roer y tras el Congreso de Viena se adhirió a la Confederación Germánica bajo el control de Prusia, que favoreció a otras ciudades de la zona, sobre todo Düsseldorf, en detrimento de Colonia.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Colonia fue duramente bombardeada por los aliados, ya que era una importante zona industrial. Hacia mayo de 1945, la ciudad quedó destruida en un 80% y reducida a escombros, tan sólo quedó en pie la catedral gótica, protegida[cita requerida] por ser Patrimonio de la Humanidad y dañada sólo levemente (aunque muchos de sus vitrales antiguos no sobrevivieron a las vibraciones causadas por los bombardeos).

Lugares para visitar...
El museo romano-germánico de Colonia.
El centro de Colonia quedó completamente destruido durante la Segunda Guerra Mundial. La reconstrucción de la ciudad siguió el estilo de los años 1950, pero respetando el esquema y la denominación medieval de las calles. De esta manera, la ciudad hoy en día se caracteriza por edificios de post-guerra, simples y modestos, con algunos edificios anteriores a la guerra dispersos que fueron reconstruidos debido a su importancia histórica. Algunos edificios de la "Wiederaufbauzeit" (era de reconstrucción), por ejemplo, la ópera de Wilhelm Riphahn, son, no obstante, considerados clásicos de la arquitectura moderna.

Mi preferida!!
La Catedral de Colonia en AlemaniaCatedral de Colonia: incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1996.1 Comenzó a construirse en 1248, se interrumpieron las obras por un largo periodo, hasta que fue concluida en 1880 con el patronazgo del Emperador de la recién unificada Alemania, a pesar de que -por las desavenencias entre Iglesia y Estado en aquel momento ("Kulturkampf")- el Arzobispo se hallaba en el destierro. En la Catedral se encuentra el Relicario de los Tres Reyes Magos, donde se dice están los restos de los Tres Reyes Magos, transportados desde la Catedral de Milán en 1164.
Museo Romano-Germánico: Colecciones de obras de la antigüedad.
Alrededor de 12 espléndidas iglesias románicas, destruidas parcialmente durante la II Guerra Mundial y reconstruidas: Sankt Gereon, St. Aposteln, Sankt Maria im Kapitol, St. Georg. Gross St. Martin, St. Ursula, St. Severin, etc.
Museo Wallraf-Richartz de artes plásticas.
Museo Ludwig de arte contemporáneo.
Museo del Chocolate

Santuario de Schoenstatt
Sendung: Vaterheiligtum
(Santuario del Padre)
Adresse: Arnold-von-Siegen Str. 3 50678 Köln (Colonia)

Fiestas:
El Carnaval de Colonia, también conocido como la "quinta estación del año", es uno de los acontecimientos culturales más importantes de Alemania. El pistoletazo de salida se da el 11 de noviembre a las 11:11 h. en el Alter Markt aunque la verdadera fiesta tiene lugar durante el mes de febrero tocando su fin el miércoles de ceniza tras una semana de festejos. La semana comienza el jueves con el Weiberfastnacht, día en el que las mujeres asumen el rol principal de las fiestas tras recibir las llaves de la ciudad de manos del alcalde. El día cumbre es el Rosenmontag (lunes del Carnaval), día en el que decenas de cabalgatas inspiradas en diferentes motivos desfilan en un recorrido a través de sus calles al ritmo de las típicas canciones carnavaleras bajo el lema “Kölle Alaaf”, que viene a significar “Colonia es de todos” en la antigua lengua local, el Kölsch.

Cada año el “Festkomitee Kölner Karneval” (fundado en 1823) se encarga de organizar el carnaval y de designar a los tres representantes del carnaval, el “Kölner Dreigestirn”: la virgen, el príncipe y el campesino (die “Jungfrau”, der “Prinz” y der “Bauer”); Éstos a cambio pagan una gran suma de dinero por los privilegios obtenidos con el título. El príncipe del carnaval es el más alto representante de las fiestas, precediendo los desfiles más importantes durante toda la semana.

En el domingo de Carnaval tienen lugar los llamados Kölner Schull- un Veedelszöch, de gran tradición, es decir, los desfiles de algunos colegios de Colonia y de las diferentes agrupaciones de los barrios de la ciudad, Veedel, que participan. Las mejores comparsas a pie y también motorizadas de los barrios serán premiadas y podrán participar en el desfile del lunes de Carnaval, Rosenmontagszug. Además muchos barrios organizan sus propios desfiles entre el sábado y el martes de Carnaval. En efecto se disfrutan antes los considerados locales, pero en lo que se refiere a la preparación estas no son mucho menos costosos. Los desfiles más importantes son los de Ehrenfeld y Nippes. 50 veces se puede oír estos días en algún lugar de Colonia “D’r Zoch kütt” ("llega el desfile"). Junto al Carnaval oficial, también se estableció uno alternativo. Desde 1984 existe la llamada Stunksitzung que, basado en un principio en la provocación, surge como una alternativa estudiantil al Carnaval oficial. Simboliza una mezcla entre el Carnaval de Colonia y el café-teatro político con elementos de comedia, y sigue organizándose debido a la creciente demanda de entradas. También en este Carnaval de la Colonial empiezan a lanzar a los niños y niñas Dulces a las Mujeres Rosas o diferentes flores


Colonienses célebres

Julia Agrippina, emperatriz romana, madre de Nerón.
San Bruno de Colonia, fundador de los Cartujos.
Caro1978
 
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