7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

En este curso, haremos un viaje en el tiempo para situarnos en los orígenes del monacato cristiano. Conoceremos las distintas órdenes monásticas, a sus fundadores, sus monasterios, su arte, cultura, forma de vida y su importancia para la civilización a través de la historia hasta la actualidad.

Fecha de inicio:
11 de agosto de 2014

Fecha final:
27 de octubre de 2014

Responsable: Hini Llaguno

Moderadores: Catholic.net, Ignacio S, hini, Betancourt, PEPITA GARCIA 2, rosita forero, J Julio Villarreal M, AMunozF, Moderadores Animadores

Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor ClauBA » Jue Oct 02, 2014 5:00 am

Buenos días a todos, aquí está mi contribución para esta semana.

LA ORDEN LIBANESA MARONITA (1695 – 1998)
Es de vital importancia, hacer constar que a partir del año de 1960, la comunidad maronita de México, debe su dirección espiritual, la conservación de sus tradiciones (el rito Siriaco Antioqueño) y la unidad propia de la comunidad, a los Padres de la Orden Libanesa Maronita. Religiosos libaneses que han demostrado a lo largo de casi 40 años, gran celo en su labor pastoral y ayuda incondicional a los maronitas mexicanos.
La historia de esta Orden Religiosa se remonta al año de 1695, en que tres jóvenes oriundos de Alepo, se reunieron para dar un giro importantísimo a la vida monástica de Líbano, fundando una nueva Orden Religiosa. Tomaron el hábito monacal de manos del Patriarca Estefan Duwaihi (en aquella época, la toma de habito incluía la profesión de los votos de pobreza, castidad, y obediencia, y la consagración total y definitiva a Dios).
El primer nombre de la Congregación fue el Orden Alepina Maronita, pero el año de 1706 fue cambiado por el de Orden Libanesa Maronita, en honor del país donde se había fundado.
Los tres religiosos decidieron seguir, de común acuerdo, la Regla de San Antonio el Grande, Padre del Monacato, imponiéndose tres finalidades básicas:
1° Volver a las fuentes originales, es decir, a los Santos Padres, especialmente a Basilio el Grande, el Venerable Juan Clímaco, y el ilustre Efrén el Sirio, todos ellos seguidores de los ideales de ascetismo y vida contemplativa de San Antonio el Grande.
2° Conservar en toda su pureza la vida religiosa de los conventos de Líbano, hasta ese momento independientes unos de otros.
3° Dar al Instituto Religioso una organización, a la manera del monacato occidental, centralizada y en base a una jerarquía que estaría compuesta de un Superior General y cuatro Consejeros.
La Orden Libanesa Maronita tendría siempre como ideal la vida contemplativa propia de los ermitaños; la vida activa sólo sería un escalón par alcanzar esta meta.
Los fundadores se dieron a la tarea de redactar las Constituciones propias del Instituto, que fueron aprobadas por el Patriarca Duwaihi, el 18 de junio de 1700. Con ello la Jerarquía Maronita de Líbano, daba reconocimiento oficial a la Orden, siendo confirmada la aprobación, el 23 de noviembre de 1725 , por el Patriarca Jack Awad.
La nueva Orden se extendió por todo Líbano y muchos conventos tomaron sus Constituciones.
Varios miembros de la Orden se dirigieron a Roma, mediante una carta fechada el 15 de septiembre de 1726, para solicitar la aprobación de sus Reglas y Constituciones, al entonces Pontífice Benedicto XIII. En Roma, apoyó de manera decisiva, Mons. José Simón AlSemaani, y en mayo de 1727, el Superior General de la Orden, el P. Alejandro Eskandar, viajó a la Ciudad Eterna para obtener la aprobación del Papa sin demora. El 31 de marzo de 1732, el Papa Clemente XII, dio la aprobación definitiva, y la Orden Libanesa Maronita, se convirtió en Instituto de Derecho Pontificio (había sido de Derecho Patriarcal).
Gran éxito alcanzó la Orden en poco tiempo, para el año de 1739, contaba con doce Monasterios y doscientos diez monjes; incluso había una casa en Chipre.
Para el año 1770, la Orden Libanesa Maronita se dividió en dos: la Orden Alepina Maronita y la Orden Libanesa Maronita.
La vida de esta Orden, como se puede apreciar, ha sido de lucha continua y de notable labor pastoral, además ha dado grandes Santos a la Iglesia como: San Charbel Makhlouf, orgullo de la Orden cuya santidad y milagros son famosos en el mundo y especialmente entre los maronitas, Beata Rafqa Rayes ejemplo de santidad en el sufrimiento y el Beato Padre Nemetallah Alhardini. La O.L.M. a lo largo de su historia a contado con innumerables ermitaños, hombres santos que han dedicado su vida a la oración y a la contemplación.
Habiendo revisado, en apretada síntesis, la historia de la Orden Libanesa Maronita, se hace necesario conocer su estructura actual en base al último informe presentado por su Superior General, el Abad Juan Tabet, quien presenta los datos estadísticos y funcionales que permitirán una apreciación en conjunto de la vitalidad de este Instituto Religioso, máximo exponente del catolicismo del Medio Oriente, así como su extensión y capacidad en varios países donde han fundado misiones para atender el bien espiritual de los maronitas, la preservación del culto Sirio-Antioqueño, y la conservación de las tradiciones culturales y nacionales de Líbano.
Actualmente, la Orden Libanesa Maronita cuenta, en el aspecto humano, con 85 aspirantes a la vida religiosa en el Escolasticado, 42 Novicios, y 50 Seminaristas que cursan los estudios de Filosofía y Teología como preparación al Sacerdocio, sin olvidar de tres ermitaños, los únicos en el mundo: El R.P. Antonio Chaina en la ermita del convento de Kuzhaya, el R. P. Dr. Jean Khawand el la ermita del convento de Tamish y el R.P. Dario, en la ermita del valle Santo de Kozhaya.
Hoy, la Orden se encuentra integrada, por 275 Sacerdotes repartidos en 59 Centros Pastorales y conventos en Líbano, y en 12 Misiones alrededor del mundo.
Aún cuando el ideal de este Instituto Religioso, es, principalmente, la vida eremítica, existen desde su origen otros carismas como son el de la educación y el cuidado de enfermos. La Orden tiene a su cargo 13 escuelas en Líbano que incluyen las etapas de Primaria, Secundaria, y Preparatoria, además de la Universidad del Espíritu Santo, en Kaslik, donde se imparten carreras en las áreas de Teología, Filosofía, Administración, Arquitectura, Musicología, Arte y Ciencias Humanas, otorgando los grados Académicos de Licenciatura, Maestría, y Doctorado.
Fuera del Líbano, la Orden Libanesa Maronita, atiende también tres escuelas en: Abidjan (Costa de Marfil, África), Dakar (Senegal, África), y Sidney (Australia).
El cuidado de enfermos incluye dos hospitales en Líbano: el de Beit Chebab, para mutilados de guerra, y el de Nuestra Señora del Socorro en Biblos.
Como se puede apreciar, por el análisis de estos datos, se trata de una comunidad dinámica, espiritual y socialmente hablando; ya que se dedica con gran éxito a la formación de religiosos y sacerdotes comprometidos, como también a la educación de niños y jóvenes que sirven a la sociedad en los distintas ramas de la actividad profesional.
En cuanto al cuidado y atención a los enfermos, se trata de una Obra de caridad en la cual sus miembros sirven directamente a Cristo.
Su labor en el mundo ha sido, más que nada, en el sentido de la conservación del rito propio del Medio Oriente y del cuidado pastoral en la unidad propia de la gran nación maronita.
En México es conocida su entrega a la comunidad no sólo maronita, sino de Rito Latino desde 1960 cuando llegaron los fundadores de la Misión Libanesa presidida por el R. Abad Antonio Abi Younes, y los Reverendos Padres José Boustany, y Antonio Abi Sleiman.

Fuente:http://www.sancharbel.com/Orden%20Libanesa%20Maronita.htm
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Jue Oct 02, 2014 1:28 pm

San Nemetala Kassab Al-Hardini O.L.M.

Nemetala Kassab Al-Hardini, o Ni'matullah, o Ni'mat Allah Kassab Al-Hardini, fue un religioso maronita libanés, que nació en Beirut, Libano en1808, su nombre secular Yusuf Kassab; sus padres George Kassab y Marium Raad.

Inició sus estudios en la escuela católica de los monjes de San Antonio Abad en Houb en 1816 a 1822. Ingresó al Monasterio Maronita de San Antonio Ishaia en su pueblo natal para recibir su noviciado en noviembre de 1828, tomando el nombre de Padre Nimatullah, allí aprendió y trabajó como encuadernador de libros religiosos.

Profesó sus primeros votos el 14 de noviembre de 1830. El 25 de diciembre de 1833, terminados sus estudios teológicos fue ordenado sacerdote por el Obispo Seiman Zwain en el Monasterio de Kiffan.

Formó parte del Consejo General de la Orden Maronita en varias ocasiones, fue director espiritual y maestro de novicios en su monasterio de Kfifane, donde vivió hasta sus últimos días, fue maestro de San Charbel Mahklouf.

San Nemetala Kassab Al-Hardini se destacó por su incansable vida de oración y penitencia. Imagen-.Y por su ferviente devoción a Cristo, a la Santísima Virgen María y a la Eucaristía.

Falleció en su monasterio de Kfifane, Líbano el 14 de diciembre de 1858, a la edad de 50 años, sosteniendo entre sus manos una imagen de la Virgen María y pronunciando sus últimas palabras: "Oh, Virgen María a tus manos encomiendo mi alma". Las personas que estuvieron presentes, afirmaron que en ese momento una luz divina iluminó la habitación del Padre Kassab y que un perfume especial se podía percibir en la habitación hasta varios días después del fallecimiento del sacerdote.

Años más tarde, los monjes del Kfifan abrieron la tumba del Padre Nimatullah y encontraron que su cuerpo había permanecido incorrupto. Éste fue entonces colocado en un ataúd cerca de la Iglesia del monasterio. A partir de 1864 hasta 1927, después de obtenido el permiso previsto por la autoridad eclesiástica local, se permitió a los fieles ver el cuerpo intacto del Padre Nimatullah. Ese mismo año la Comisión investigadora inicia el proceso para la Causa de los Santos. El cuerpo del Padre Nimatullah fue sepultado nuevamente en el monasterio, antes de su transferencia a una pequeña Capilla especial, donde son celebradas las misas para visitantes.

Es declarado Venerable el 7 de septiembre de 1989 y el 18 de mayo de 1996, por encargo del Patriarca; su Beatitud Nasrallah Peter Sfeir, el cuerpo del sacerdote fue examinado y colocado en un nuevo ataúd hecho de cedro y colocado en el Monasterio de Kfifan, donde actualmente es visitado por una gran cantidad de fieles.

San Juan Pablo II.- Imagen

El 16 de diciembre de 1998, el P. John Tabet, Secretario General de la Orden Libanesa Maronita, ofreció una conferencia de prensa en la que anunció la aprobación pontificia para la beatificación del Venerable Siervo de Dios, Nimatullah Al-Hardini, la misma que tuvo lugar en el Vaticano el 10 de mayo de 1998, fecha en la que también se conmemoró la primera visita pastoral del Papa Juan Pablo II al Líbano.

Canonizado por S. S. el Papa Juan Pablo II el 16 de mayo de 2004, VI Domingo de Pascua.

Su festividad el 14 de diciembre.

Fuentes: Wikipedia. Aci Prensa.
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor iCristinai » Jue Oct 02, 2014 2:50 pm

Hola, compañeros peregrinos, les presento un pequeño aporte sobre
El lenguaje maronita..en esta ruta...
Espero que lo encuentren interesante como yo. Shalom,

La lengua siríaca, utilizada por los maronitas, antes era la lengua oficial del ritual y ahora se usan dos lenguas: la del país en el cual se encuentra la iglesia y la siríaca oriental.

Una de las contribuciones más importantes de la lengua siríaca se encuentra en las Sagradas Escrituras. Un manuscrito completo de las Odas a salomón fue recuperado en 1908 por el Dr. Rendel Harris, a partir de un manuscrito en siríaco que datab del siglo vvi, que tenía él en su poder. También los Salmos de Salomón estaban contenidos por el manuscrito. Esta colección escrita posiblemente tiene entre 300 y 400 años de antigüedad y se cree que proviene del vallle del Tigris junto con otra colección miscelánea de otras hojas en siríaco. Antes de esta recuperación sólo podía leerse en Pistis Sophia .

El título de Pistis Sophia es oscuro y se traduce a veces como Sabiduría de Fe, Sabiduría en Fe o Fe en Sabiduría. Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Pistis_Sophia para profundizar en el conocimiento
.

Pistis Sophia incluye citas de cinco de las Odas de Salomón, que se encuentran entre los capítulos 58 y 71. Pístis Sophía era la única fuente conocida para la redacción existente de cualquiera de las Odas hasta el descubrimiento de un texto siríaco casi completo de las Odas en 1909.


http://es.wikipedia.org/wiki/Pistis_Sophia

El último volumen es una curiosa compliación de un registro de una serie de conversaciones que tuvieron lugar en el Monte de los Olivos, entre el Cristo resucitado y sus discípulos después de la resurrección; data del siglo XII, y tiene intercalados una serie de himnos llamados metanoia o actos de penitencia. Se cree fue escrito entre 200 y 250 después de Cristo y constituyen, al parecer de los estudiosos, el manual de un rito gnóstico o servicio religioso, aunque también se cree que se usó en la iniciación del misterio cristiano y algunos salmos pueden ser de origen hebreo.


Siríaco es el nombre del lenguaje usado por los escritores Cristianos en la región este de Antioquía, incluyendo los asuntos cristianos del imperio persa.

Parece haber sido originalmente el dialecto local arameo de Edessa (llamada Oshroene por los griegos y romanos), el cual se convirtió en el centro de Cristiandad en el tercer período del siglo II.

Edesa es el nombre histórico de una ciudad del norte de Mesopotamia, refundada sobre otra anterior por Seleuco I Nicátor. Para la ciudad actual, véase Sanliurfa (es una ciudad situada en la región del sureste de Anatolia, en Turquía).


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La herencia de la Edesa romana aún pervive en las columnas del yacimiento del castillo de Urfa, que dominan la ciudad actual de Şanlı Urfa.


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Se desconoce el nombre de la ciudad en las inscripciones cuneiformes, pero su nombre posterior fue Osroe (por su fundador legendario, Cosroes I), en siríaco fue Ourhoï, Ourha en armenio, y Er Roha en árabe (Orfa o Sanli Urfa, en su forma común). Seleuco I refundó la ciudad como colonia militar en el 303 a. C., y la llamó “Edessa” (en memoria de la ciudad homónima y antigua capital de Macedonia, también llamada Vodena).


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(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Edesa)

Hasta el 216 era el asiento de una monarquía nativa, en consecuencia una nueva religión
Asumió una forma vernácula allí, donde dentro del imperio romano sólo el Latín y el Griego eran usados por los Cristianos para la literatura y la adoración pública hasta el siglo IV.
Pero la Biblia y las formas de la liturgia cristiana habían sido traducidas al dialecto edesense y usadas públicamente (El originador de este movimiento de traducción para hacerlos del conocimiento de todos fue San Jerónimo de Estridón con la edición La Vulgata, como lo estudiamos en la Orden de San Jerónimo) para que todos pudieran tener acceso a ellas.
Desde el siglo V, a partir de las diferencias teológicas entre los cristianos que usaban el Siríaco, se habían dividido entre Nestorianos o siriacos del este y Jacobitas o Monofisistas.

Monofisistas : la que sostiene la doctrina que Cristo tiene una inseparable y singular naturaleza que lo hace a la vez divino y humano más que tener dos diferentes naturalezas unificadas. Traducción del inglés de la definición del Merriam Webter Online Dictionary.


http://www.merriam-webster.com/dictionary/monophysites

“Monophysite: one holding the doctrine that Christ has a single inseparable nature that is at once divine and human rather than having two distinct but unified natures”.)


Los Jacobistas eran del oeste de Siria o Siria occidental. Estos grupos ahora están lingüísticamente distinguidos por ciertas diferencias de pronunciación, mayormente, las vocales.
Los sirios del este en la mayoría de los casos han mantenido la pronunciación más primitiva; por ejemplo la antigua vocal semita a acentuada con una línea horizontal curva arriba, en los Jacobitas es una o con las mismas características. El nombre de Jesús se pronuncia en Siria del este Isho y en los Jacobitas Yeshu.

El lenguaje de los maronitas, en comunión con Roma y con su sede en e l Líbano, es el mismo de los Jacobitas del oeste de Siria. El siríaco clásico no es ahora un lenguaje hablado. Una variedad del siríaco occidental sobrevivió hasta cerca de 1880 en algunas aldeas cerca de Damasco y los nestorianos del valle del Tigris hablan un moderno dialecto con algún parecido al antiguo de Siria del este, aunque difieren considerablemente de él.

(Fuente: Enciclopedia Britannica. Edición Especial.)
Hermanos peregrinos, el lenguaje es la expresión de la cultura y del conocimiento y siempre lo será. çPaz y bien,
Cristina
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Nep » Jue Oct 02, 2014 9:33 pm

OTROS MONJES MARONITAS

SAN CHÁRBEL MAKHLOUF

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Gran amante de la Eucaristía y de la Virgen Santísima, ejemplo de vida consagrada y de ermitaño.

HISTORIA

Nació en el pueblo de Beqakafra, a 140km. del Líbano, capital libanesa, el 8 de mayo, de 1828. Era el quinto hijo de Antun Makhlouf y Brigitte Chidiac, una piadosa familia campesina. Fue bautizado a los ocho días en la Iglesia de Ntra. Señora en su pueblo natal, recibiendo por nombre Yusef (José). A los tres años el padre de Yusef fue inscrito en el ejército turco en la guerra contra los egipcios y muere cuando regresaba a casa. Su madre cuida de la familia siendo gran ejemplo de virtud y fe. Pasado un tiempo, ella se casa de nuevo con un hombre devoto quien eventualmente será ordenado sacerdote (en el rito maronita, hombres casados son elegibles al sacerdocio).

Yusef ayudó a su padrastro en el ministerio sacerdotal. Ya desde joven era ascético y de profunda oración. Yusef estudió en la pequeña escuela parroquial del pueblo. A la edad de 14 años fue pastor de ovejas y aumenta su oración. Se retiraba con frecuencia a una cueva que descubrió cerca de los pastizales para adentrarse en horas de oración. Por ello recibió muchas burlas de otros jóvenes pastores. Dos de sus tíos maternos eran ermitaños pertenecientes a la Orden Libanesa Maronita. Yusef acudía a ellos con frecuencia para aprender sobre la vida religiosa y el monacato en especial.

VOCACIÓN

A los 20 años de edad, Yusef es el sostén de su casa. Es el tiempo de contraer matrimonio pero el se siente llamado a otra vida. Después de tres años de espera, escuchó la voz del Señor: "Deja todo, ven y sígueme". Así, una mañana del año 1851 se dirige al convento de Ntra. Señora de Mayfouq, donde fue recibido como postulante. Al entrar en el noviciado renuncia a su nombre bautismal y escoge como nombre de consagración : Chárbel.

Un tiempo mas tarde lo envían al Convento de Annaya, en donde profesó los votos perpetuos como monje en 1853. Lo enviaron inmediatamente al Monasterio de San Cypriano de Kfifen, donde realizó sus estudios de filosofía y teología, llevando una vida ejemplar de obediencia y observancia. Fue ordenado sacerdote el 23 de julio, de 1859 por Mons. José al Marid, bajo el patriarcado de Paulo Massad. Al poco tiempo regresó al Monasterio de Annaya por orden de sus superiores. Ahí pasó muchos años de vida ejemplar de oración y apostolado. Entre estos, el cuidado de los enfermos, el pastoreo de almas y el trabajo manual en cosas muy humildes.

ERMITAÑO

Chárbel recibió autorización para la vida ermitaña el 13 de febrero, de 1875 . Desde ese momento hasta su muerte, ocurrida en la ermita de los Santos Pedro y Pablo, la víspera de la Navidad del año 1898, se dedicó a la oración (rezaba 7 veces al día la Liturgia de las Horas), la ascesis, la penitencia y el trabajo manual. Comía una vez al día y llevaba silicio.

MUERTE Y MILAGROS

El padre Chárbel alcanzó la celebridad después de su muerte. Dios quiso señalar a este santo por numerosos prodigios: Su cuerpo se ha mantenido incorrupto, sin la rigidez habitual, con la temperatura de una persona viva. Suda sangre, ocurren prodigios de luz constatados por muchas personas. El pueblo lo veneraba como santo aunque la jerarquía y sus mismos superiores prohibieron su culto formal mientras la Iglesia no pronunciara su veredicto.

En 1950, al pasarle un amito por la cara, quedó impresa en la prenda el rostro de Cristo como en el Sudario de Turín.
(Ver "Leyendas Negras de la Iglesia" por Vittorio Messori pg. 210).

BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN

Dado al constante culto del pueblo, el Padre Superior General Ignacio Dagher solicitó al Papa Pío XI en 1925, la apertura del proceso de beatificación del P. Chárbel. Fue beatificado durante la clausura del Concilio Vaticano II, el 5 de diciembre, de 1965 por el Papa Pablo VI. El Papa dijo: "Un ermitaño de la montaña libanesa está inscrito en el número de los Bienaventurados... Un nuevo miembro de santidad monástica enriquece con su ejemplo y con su intercesión a todo el pueblo cristiano. El puede hacernos entender, en un mundo fascinado por las comodidades y la riqueza, el gran valor de la pobreza, de la penitencia y del ascetismo, para liberar el alma en su ascensión a Dios".

El 9 de octubre de 1977, durante el Sínodo Mundial de Obispos, el Papa canonizó al P. Chárbel con la siguiente proclama: "En honor de la Santa e Individua Trinidad, para la exaltación de la fe católica y promoción de la vida cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, después de madura deliberación y tras implorar intensamente la ayuda divina... decretamos y definimos que el beato Chárbel Makhlouf es SANTO, y lo inscribimos en el catálogo de los santos, estableciendo que sea venerado como santo con piadosa devoción en toda la Iglesia. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo."

Es el primer santo oriental desde el siglo XIII.
Nep
 
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor iCristinai » Vie Oct 03, 2014 9:48 am

Buenos días, hermanos peregrinos. Un poquito más de información sobre el lenguaje de esta parte de las rutas monásticas!

Siríaco es un dialecto del arameo y usa el mismo alfabeto como el hebreo. Usa seis consonantes principales, cuya escritura y nomenclatura es idéntica a la del griego: la b, g, d, k, p, y t. Son aspiradas cuando son precedidas por una vocal.
El siríaco pertenece al conjunto de lenguas semitas o semíticas ( habladas por los descendientes de Sem), así denominadas en 1781 por Scholez. Eran habladas en Arabia, Mesopotamia, Siria y Palestina. Desde esos lugares se extiendieron hacia Abisinia, Egipto, el norte de Africa y otros.

Veamos.

La lengua aramea.

El arameo (del hebreo אֲרַמִּי, aramí, «de la tierra de Aram (Siria)») es una rama de las lenguas semíticas con una historia de al menos 3000 años, por lo que podría hablarse propiamente de lenguas arameas.

El arameo antiguo fue el idioma original de grandes secciones de algunos libros de la Biblia, como los de Daniel y Esdras, así como la lengua principal del Talmud, el Bahir y el Zóhar. Aunque no hay pruebas de que se hablara en la Judea del siglo I,1 es todavía hoy la principal lengua de algunas pequeñas comunidades no-arabófonas de Oriente Medio.

El grupo arameo pertenece a la familia de las lenguas semíticas, que a su vez forman parte de la macrofamilia afroasiática, como el árabe, y al grupo de lenguas semíticas noroccidentales que incluye a las lenguas cananeas, como el hebreo.



Distribución geográfica

Durante el siglo XII a. C. los arameos, primitivos hablantes de esta lengua, comenzaron a establecerse en un territorio que corresponde a los actuales Siria, Irak y este de Turquía. Desde allí se expandieron a un territorio más amplio, que iba desde la costa oriental del Mediterráneo hasta la orilla este del Tigris. La lengua común más hablada actualmente en Medio Oriente es el árabe, pero el arameo aún tiene importancia como lengua litúrgica y literaria entre los judíos, mandeos y entre algunos cristianos. Adicionalmente, la turbulencia vivida durante los últimos dos siglos en esta región, ha dispersado a hablantes de arameo por todo el mundo.


(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Lenguas_arameas)

El siríaco

El siríaco (ܣܘܪܝܝܐ suryāyā), también llamado asirio o caldeo, es un conjunto de dialectos del arameo, un idioma semítico hablado en Oriente Medio; el cual, alguna vez, durante su apogeo, se habló en la mayor parte del Creciente Fértil.
El siriaco clásico llegó a ser la principal lengua literaria del Medio Oriente desde el siglo iv d. C. hasta el viii d. C.,3 así como un vehículo de transmisión cultural y religiosa del cristianismo ortodoxo sirio, difundiéndose a través de Asia hasta lugares tan lejanos como las costas malabares de la India y el oriente de China. E, incluso, también llegó a servir a árabes y persas (aunque en menor medida para estos últimos) como medio de comunicación y diseminación cultural. Al tiempo que el idioma clásico de Edesa se preservaba en una vasta colección literaria.

Siendo principalmente un medio de expresión cristiano, el siriaco tuvo una fundamental influencia cultural y literaria en el desarrollo de la lengua árabe, la cual lo reemplazaría hacia el fin del siglo viii. En la actualidad, el siriaco sigue siendo el idioma litúrgico para los cristianos sirios.

De un modo general, el término siríaco se utiliza para referirse a todo el arameo clásico de la antigüedad tardía; pero, más específicamente, se refiere a la lengua clásica de Edesa, que se convirtió en el idioma litúrgico de la Iglesia siria oriental.


(Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_sir%C3%ADaco)

Paz y bien,
Cristina
iCristinai
 
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor iCristinai » Vie Oct 03, 2014 11:16 am

La Orden Aleppina (Mariamita)

A continuación transcribo un texto publicado en el diario online 30 días, revista mensual internacional dirigida por Giulio Andreotti. Archivo del 04-05-2011.

El archipiélago maronita

Panorámica de las casas religiosas maronitas de Roma.
En unas se alojan seminaristas y en otras sacerdotes estudiantes; hay también quien ha transformado su convento en santuario dedicado a los grandes santos maronitas


por Pina Baglioni

Imagen

Panorámica de los tejados y las cúpulas de Roma desde la terraza del convento de San Antonio Abad, en el Colle Oppio [© Paolo Galosi]


Además del Colegio Pontificio, en Roma existe un archipiélago de procuradurías y colegios sacerdotales de las órdenes maronitas más significativas.
La orden Libanesa Maronita se encuentra en un pequeño convento a pocos pasos de la Pirámide Cestia, junto a la parroquia dedicada a santa Marcela, una noble romana que, por una curiosa analogía con los monjes maronitas, siguió el siglo IV la regla de san Antonio abad, junto con sus amigos.
En el Colle Oppio, frente a la Basílica de San Pietro in Vincoli, a dos pasos del Coliseo, está el convento de San Antonio Abad, la sede de los Maronitas Mariamitas de la Bienaventurada María Virgen. Están allí desde 1753, después de dejar la casa y la iglesia de los Santos Marcelino y Pedro en la vía Labicana. Y además, entre la vía Portuense y el barrio del Trullo, está el Colegio sacerdotal de la orden Antoniana Maronita de San Isaías. Finalmente, en varios institutos eclesiásticos de Roma viven, estudian y trabajan los padres de la orden Misionera Libanesa Maronita, que, siendo de derecho patriarcal y no pontificio como las demás, no posee una casa generalicia en Roma.


A finales del siglo XVII la orden Libanesa Maronita y la Maronita de la Bienaventurada María Virgen formaban una única realidad, la orden Alepina Libanesa fundada el 10 de noviembre de 1695 por tres jóvenes sirios de Aleppo, Gabriel Hawwa, Abdallah Qara’li y Joseph El-Betn, que habían establecido su residencia en el monasterio de Nuestra Señora de Qannoubine, en el valle de Qadisha, en el norte de Líbano.


En Roma, la orden Alepina había obtenido ya en 1707 de Clemente XI la iglesia de los Santos Marcelino y Pedro en la vía Labicana, gracias también al buen resultado de una misión que el Papa había encargado a Gabriel Hawwa, que fue la de reconducir a la obediencia romana a un obispo copto. Mientras tanto, en Líbano se había originado tal afluencia de jóvenes procedentes de Damasco, Jerusalén, Sidón y muchas ciudades de Egipto, que se hizo necesario el traslado al monasterio más grande de Saint Elysées, en Becharre, y la fundación de otros monasterios incluso fuera del país de los cedros.

A la redacción de las reglas, que se remitían vagamente a las de san Antonio Abad, pero que estaban demasiado equiparadas a las de las órdenes latinas, le había metido mano de manera decisiva el patriarca Stefano El Douaihy, gran promotor de la orden. Reglas que serán definitivamente aprobadas el 31 de marzo de 1732 por Clemente XII.


Profundamente ligados a la vida campesina, estos monjes compar­tían su dureza. El patriarca pondrá en manos de estos monjes siempre la responsabilidad de la diáspora libanesa en Egipto, en Europa y en el Nuevo Mundo. La Iglesia maronita, completamente concentrada entre las montañas de Líbano, les debe el indestructible apego del pueblo al cristianismo, a la tierra y al papado. Y sobre todo la instrucción de los campesinos y de los más pobres: las escuelas de los pueblos surgían a menudo a la sombra de los conventos y de las iglesias parroquiales.
Andando el tiempo, sin embargo, nacieron dentro de la orden serios enfrentamientos que determinaron el nacimiento de dos corrientes: una sostenía que el cargo de padre general tenía que ser vitalicio y que la orden tenía que asumir un carácter misionero. La otra, por su parte, sostenía que el cargo tenía que durar un tiempo limitado y que la orden tenía que mantener íntegramente la vida contemplativa.


Las divergencias no llegaron a limarse. De modo que el 19 de julio de 1770 nacieron dos ramas distintas: la orden Antoniana Aleppina de los Maronitas, de carácter misionero, y la orden Libanesa Maronita, de vocación contemplativa. Cada cual con sus propios miembros, sus propios conventos y sus propias posesiones. En 1969, la Aleppina tomaría el nombre de orden Maronita Mariamita de la Beata María Virgen.
La división de la orden hizo que, por lo que respecta la situación en Roma, los aleppinos se quedaran en los Santos Marcelino y Pedro, para trasladarse luego a la sede de la plaza de San Pedro in Vincoli, y que la orden Libanesa Maronita se trasladara a Chipre, para asistir espiritualmente a los maronitas que vivían en la isla. La presencia de los maronitas en Chipre se remontaba al siglo XI, cuando, tras la fuga de Siria debido a las persecuciones, una pequeña parte de los maronitas se había refugiado allí, mientras que la gran mayoría de los fugitivos encontró refugio en las montañas de Líbano.

La orden del Patriarca: los Maronitas de la Virgen María

A dos pasos del Coliseo está el convento de San Antonio Abad, sede de la Procuraduría de la orden Maronita Mariamita de la Bienaventurada María Virgen y del Colegio de formación sacerdotal. Cuando fuimos allá encontramos a los padres mariamitas en un estado de gran euforia: su beatitud Béchara Boutros Raï, el patriarca recién elegido, pertenece a su orden. «La elección, creo yo, viene del Espíritu Santo. Él es la persona adecuada para todos los libaneses, cristianos y no cristianos, y para la Iglesia maronita, gracias a su inteligencia, a su carisma y a la capacidad de dialogar con todos», dice el padre François Nasr, ecónomo y postulador de la Orden. En este período se está ocupando del proceso del siervo de Dios, padre Antonios Tarabay. «En su vida sacerdotal este religioso se ocupó de la dirección espiritual de las Hermanas de san Juan Bautista en Líbano. Devotísimo al Santísimo Sacramento practicó la ascesis y la contemplación. Luego fue enviado al monasterio de Qannoubine, en el Valle Santo, y vivió en perfecta y completa unión con Jesucristo. Soportó durante veintisiete años una grave enfermedad de manera heroica: él encarna el carisma de nuestra Orden, es decir, una síntesis perfecta entre vida misionera enraizada en la realidad de cada día y la vida mística hecha de renuncias, oración y contemplación».

Un caso casi único, el Colegio aloja todavía a seminaristas que llegan a Roma después de hacer el bienio de Filosofía en Líbano. «Hasta hace algunos años, nuestros estudiantes podían hacer en Roma también el bienio. Acogemos, además, a obispos y peregrinos de todas las partes del mundo». En el Colegio de Roma hacen el trienio de Teología y después los estudios de especialización como Teología Espiritual, Derecho Canónico, Ciencias Humanas. Y Mariología, «también por nuestra denominación, adoptada durante el Concilio Vaticano II, gracias a la insistencia del padre Genadios Mourani (un hermano nuestro conocido por su gran espiritualidad, que murió en un atentado terrorista en Líbano en 1959), que deseaba más que nada en el mundo colocar nuestra orden bajo la protección de la Virgen».
En Líbano estos estudiantes serán rectores de los distintos campus universitarios de la orden, que hoy tienen seis mil matriculados. O directores de las escuelas, en las que estudian siete mil estudiantes. O rectores de seminarios, o párrocos. «Nuestro Colegio de Roma ha sido desde siempre lugar de acogida para los libaneses maronitas, para estudiantes de otras Iglesias cristianas. El domingo por la mañana, son muchos los que vienen a asistir a la misa de nuestra capilla, atraídos por la antigua liturgia sirio-antioquiana».
El convento-colegio tiene una biblioteca con una gran cantidad de textos sagrados que se remontan al siglo XIII. Entre ellos hay muchos volúmenes de literatura árabe. En el salón de entrada, el padre François indica un retrato de santa Teresita del Niño Jesús. «En Líbano la devoción hacia ella es inmensa: el primer monasterio que se le dedicó, después de la canonización, fue un monasterio masculino mariamita, pues el padre general de la orden que había asistido a la ceremonia en el Vaticano se había quedado impresionado por su vida ejemplar. En este momento sus reliquias están visitando Palestina. Y santa Teresita, por lo que me dicen, está haciendo grandes cosas por aquellas tierras».


La orden Libanesa Maronita, vivero de santos


La orden Libanesa Maronita, aunque depende de la Santa Sede, llegó a contar muy tarde con un Procuraduría en Roma. «El gran deseo de venir a Roma siempre lo tuvimos. Pero siempre se postergaba porque existía la convicción de que la presencia de los Mariamitas en la Ciudad Eterna era ya suficiente», explica el padre Elías Al Jamhoury, postulador de las causas de los santos de la orden y procurador general en Roma.


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La fachada del convento, en la plaza de San Pedro in Víncoli [© Paolo Galosi]

Lo que “trajo” a Roma a estos monjes fue la causa de beatificación de san Charbel Makhlouf, canonizado por Pablo VI el 9 de octubre de 1977. Esto pasó hace sesenta años, cuando se hizo necesaria la presencia de un postulador que pudiera seguir la causa de Charbel, nacido en Bkaakafra, en el norte de Líbano, en 1828, y muerto en 1898. A este monje le es devoto todo Líbano y los maronitas de todo el mundo gracias a la cantidad de milagros concedidos por su intercesión.


«San Charbel es como el cedro de Líbano, ya es parte fundamental de nuestro país. Cada maronita, por una cosa u otra, tiene que ver con él. Aunque sus devotos ya están por todo el mundo. Es algo así como vuestro Padre Pío», confirman dos jóvenes monjes del convento. Los dos se llaman, mira tú por dónde, Charbel. Uno es doctorando en Arqueología cristiana, el otro en Ciencias bíblicas. Viven establemente en el Colegio de la Universidad de San Anselmo junto con otros cuatro miembros de la orden presentes en Roma para hacer los estudios de especialización. Cuando el estudio se lo permite, ambos Charbel le dan una mano al padre Elías. Porque además al convento hace tiempo que llegan llamadas telefónicas, cartas y visitas de toda Italia para pedirle gracias a san Charbel y a los otros dos santos de la orden: santa Rafka Rayes, una monja canonizada en 2001, y Nimatullah Al-Hardini, gran teólogo, hecho santo en 2004. A estos se les podría añadir pronto un cuarto: el fraile Estephan Nehmé, beatificado el 27 de junio de 2010.
La pequeña capilla adyacente al convento situado en las cercanías de la Pirámide Cestia aloja las reliquias de los tres santos, y se ha convertido en la meta de un gran número de personas de Roma y de fuera que vienen para visitar este lugar y para pedir gracias. «¡Algo impensable! Nuestra intención –como es obvio si la Congregación para las Iglesias orientales lo consiente– es transformar este lugar en un verdadero santuario dedicado a san Charbel: el flujo de peregrinos es imparable», añade el padre Elías. «San Charbel comenzó a hacer milagros el día después de su muerte. Por eso en 1926 comenzó su causa. En el Año Santo de 1950 los milagros fueron treinta mil. En un tándem espiritual con los milagros de la Virgen de Lourdes. Entonces, en 1951, se decidió que no tenía sentido esperar y por fin vinimos a Roma».


Los Antonianos de San Isaías y la amistad con el pueblo druso

La orden Antoniana Maronita de San Isaías posee, entre sus antiguas vocaciones, una que está resultando de gran actualidad, vistos los tiempos que estamos viviendo: el diálogo y la acogida respecto a las otras creencias.


«Todo comienza con el obispo Gebraël Blouzani, futuro patriarca de la Iglesia maronita, quien en 1673 decidió fundar el monasterio de Nuestra Señora en Tamiche, en el norte de Líbano, convirtiéndolo en sede de su obispado», cuenta el padre Maged Maroun. «Después de educar a muchos jóvenes en las reglas de la vida monástica oriental, los envió a edificar el monasterio de san Isaías en Broumana, en la cumbre de una colina conocida como “Aramta”. Aquí, el día de la fiesta de la Asunción de 1700, se celebró la primera misa. La zona estaba habitada principalmente por drusos, un pueblo que había huido de Egipto y que seguía una religión de derivación musulmana, ni chiíta ni sunnita. Se habían establecido en las montañas libanesas en 1300 –unos quinientos años después que los maronitas– para escapar de las persecuciones de los sunnitas. El emir Abdullah Abillamah, jefe de los drusos de la zona, había recibido tan de buen grado a los monjes que decidió, junto con otros emires de la zona, mandar a sus hijos a estudiar con los monjes antonianos. Muchos de ellos pidieron el bautizo. También por todo ello, el papa Clemente XII aprobó nuestra orden con la bula Misericordiarum Pater el 17 de enero de 1740».


Volviendo a la actualidad, en el famoso monasterio de San Isaías de Líbano, considerado la casa madre de la orden Antoniana Maronita, hacen el noviciado los jóvenes aspirantes al sacerdocio. La llegada a Roma se remonta a 1906, con un primer seminario en el Janículo. Luego, en 1958, en la vía Boccea. Y, finalmente, desde 1998, en la vía Affogalasino, entre los barrios Portuense y Trullo.
«Hoy los sacerdotes que estudian en Roma son siete y se están especializando en Música sacra y Derecho canónico», explica el padre Maged. «Pero sobre todo en Ciencias eclesiásticas orientales y Diálogo islamo-cristiano en el Pontificio Instituto Oriental y en el Pontificio Instituto de Estudios árabes y de islamística. Además del estudio, van a trabajar a las parroquias de la zona, a visitar a los enfermos. Durante la Semana Santa, por ejemplo, fueron a bendecir las casas de los habitantes del barrio». Una vez que vuelvan a Líbano, serán educadores en las escuelas y en los tres campus universitarios de la orden. O bien párrocos en Líbano y entre los maronitas de la diáspora. «Fieles a la vocación de los orígenes tendrán que ser cada vez más un canal de comunicación con todos, cristianos y no cristianos. Como indican también nuestros nuevos estatutos y nuestra historia», termina diciendo el religioso.


Los Misioneros del Patriarca

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La entrada del convento de la orden Libanesa Maronita con la estatua de san Charbel Makhlouf, canonizado en 1977 por Pablo VI [© Paolo Galosi]


Diseminados por varios institutos eclesiásticos de Roma, los sacerdotes de la Congregación de los Misioneros Libaneses son un instituto religioso masculino de derecho patriarcal. Se les llama también Kreimistas, porque su fundación tuvo lugar el 22 de mayo de 1884 en el monasterio de Kreim, en Ghosta, en el Monte Líbano, por obra de Yuhanna Habib, un sacerdote de la eparquía de Baalbek, con el objetivo de educar a la juventud maronita y anunciar el Evangelio también a los no creyentes. Una de las características de sus miembros es el juramento que hacen de no ambicionar los grados eclesiásticos. Además de en Líbano, los Misioneros Libaneses están en las comunidades maronitas de Brasil, Argentina, Sudáfrica, Estados Unidos de América y Australia.


«Nosotros mandamos a nuestros sacerdotes a estudiar directamente a las tierras de misión. De este modo, mientras tanto, comienzan a asistir a los maronitas de la diáspora. A Roma vienen solamente quienes han de especializarse en disciplinas que se estudian solo aquí, como Teología dogmática, Derecho canónico y los estudios bíblicos». Monseñor Hanna Alwan, que ya encontramos como rector emérito del Pontificio Colegio Maronita, es también, entre otras cosas, el responsable para Europa de la Congregación de los Misioneros Libaneses Maronitas. También él viene del norte de Líbano, la cuna de la Iglesia de san Marón. Y entró en la Congregación a los 16 años, junto con su hermano gemelo. «Los maronitas se establecieron en el norte, después de abandonar Siria, para escapar de los bizantinos primero y luego de los musulmanes. Y la decisión fue cuanto menos sabia: cuando los turcos llegaron a Líbano se detuvieron en las costas y en las ciudades del sur porque tenían un miedo tremendo a las montañas. Así que los maronitas estuvieron a salvo».


El fundador de la Congregación de los Misioneros Libaneses Maronitas, Youhanna Habib, fue a finales del siglo XIX juez del imperio turco, cuyos funcionarios, cuando se dieron cuenta de que era bastante difícil hacer que los maronitas siguieran las leyes islámicas, dispusieron un tribunal para ellos y otro para los musulmanes, de modo que las causas no terminaran todas en el tribunal de Estambul. Habib fue elegido como juez de los maronitas. Pero tras caer en desgracia ante el emir, dejó el tribunal para hacerse jesuita. El patriarca no se lo permitió. Le ordenó sacerdote, colocó a su lado a algunos sacerdotes y lo mandó a las misiones. Eran tiempos de emigración para los maronitas, hacia América. Y el patriarca temía que, una vez llegados, perdieran la fe.


Luego Youhanna Habib fue nombrado obispo. Y tras morir el patriarca, el Sínodo lo eligió a él como sucesor. Pero rechazó el cargo y en su lugar fue elegido en 1899, a propuesta suya, un amigo: Elías Broutros Hoyek, un obispo que en 1890 había venido a Roma a comprar el terreno para reconstruir el Pontificio Colegio Maronita.
La cosa no termina aquí. Hoyek fundó también la Congregación de la Sagrada Familia, monjas que tienen como misión principal a la familia mediante la educación de los niños y la asistencia a los párrocos en la pastoral familiar. La Congregación de la Sagrada Familia depende, en cuanto a la dirección espiritual, de la Congregación de los Misioneros Libaneses Maronitas.


«Una característica de los Misioneros Libaneses es su gran aplicación al estudio. Un poco como los jesuitas», añade, con cierto orgullo, monseñor Alwan. Al final le preguntamos si sus misioneros tendrán en el futuro un trabajo cada vez más fatigoso considerando la emigración constante de los maronitas. Y qué debería hacer la Santa Sede: «El interés de Roma se ha reforzado cuando se ha dado cuenta de que la onda expansiva de los musulmanes se estaba haciendo demasiado fuerte, tanto en Líbano como en las otras Iglesias de Oriente Medio. En definitiva, cuando estudiaron los números se dieron cuenta de ello. El Sínodo de las Iglesias orientales celebrado el pasado octubre fue importante. Cuanto menos porque la prensa de todo el mundo habló del estado de las cosas. Estamos todos a la espera de la exhortación de Benedicto XVI. No hay que excluir que lo que está ocurriendo en Oriente Medio y en África del Norte traiga cosas buenas. Estoy convencido de que esos jóvenes que hemos visto en las plazas quieren libertad y trabajo. Es justo. Y que este anhelo de democracia puede favorecer también a los cristianos».


Fuente: http://www.30giorni.it/articoli_id_77629_l2.htm

Paz y bien,
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor FARV » Vie Oct 03, 2014 12:26 pm

Muy buen día, comparto con ustedes la presencia de los Maronitas en Bogotá - Colombia

COMUNIDAD MARONITA EN BOGOTA

Desde finales del siglo XIX, una importante migración libanesa de mayoría maronita se instaló en Colombia, especialmente en las poblaciones ubicadas a lo largo del río Magdalena desde la ciudad de Barranquilla hasta Girardot.

En la actualidad, la presencia de la colonia libanesa maronita se ha extendido a la mayoría de las ciudades colombianas, principalmente en Bogotá; y se ha destacado por su contribución al desarrollo del país en los campos religioso, científico, económico, político y cultural.

Un grupo de la comunidad – actualmente Asociación Nuestra Señora del Líbano -convocó a la colonia colombo libanesa con el fin de construir un templo consagrado a la Santísima Virgen en la advocación de Nuestra Señora del Líbano.

En el año 2006, la Asociación vio la luz en la liturgia maronita celebrada por la paz del Líbano, la cual fue presidida por el padre Elie Mikhael, con la presencia de su Eminencia el cardenal Pedro Rubiano Sáenz.

La primera obra de la Asociación fue la construcción de una capilla bajo la advocación de San Chárbel, en la parroquia de Cristo Rey.

A partir de ese acontecimiento se dio un vínculo muy estrecho con la Iglesia Católica Colombiana y con el beneplácito y bendición del cardenal Pedro Rubiano Sáenz, se dio la autorización para erigir en Bogotá la Parroquia de Nuestra Señora del Líbano, bajo la dirección del Obispo Maronita de México, su Excelencia Georges Saad Abi Younes.

El proyecto se desarrolló gracias a la generosidad de la Parroquia de Santa Clara de Asís –carrera 8 calle 98-, que nos acogió para fundar en el mismo lugar la Parroquia de Nuestra Señora del Líbano, rito católico maronita y con la presencia de los misioneros libaneses (Kraime’h), quienes designaron al padre Naji Zouein para servir a la Parroquia de Nuestra Señora del Líbano. Allí, todos los domingos a las 11 a.m, se celebra la Santa Misa en el rito católico maronita.

La Asociación Nuestra Señora del Líbano, como Consejo Pastoral y Administrativo y de acuerdo con sus objetivos, ha venido apoyando a la Parroquia y al Párroco en la medida de sus posibilidades, con recursos provenientes de diferentes actividades de carácter social, espiritual y cultural, como afiliaciones, bazares, conciertos, artesanías, entre otras.

En enero de 2009 el párroco, padre Naji Zouen, debido a su delicado estado de salud, se vio obligado a desplazarse al Líbano atendiendo la orden médica y la de su Superior; en consecuencia, el cardenal Pedro Rubiano Sáenz nombró como Administrador Parroquial al padre Ancízar Martínez, quien cumplió durante 13 meses sus funciones con un alto grado de compromiso y colaboración.

Cuando asumió como Arzobispo de Bogotá, el hoy cardenal Rubén Salazar Gómez, asignó al padre Luis Manuel Alí Herrera como párroco, lo que ha hecho que la Parroquia de Nuestra Señora del Líbano, rito católico – maronita, se haya mantenido unida en sus actividades y celebraciones litúrgicas.

Como parte de nuestras actividades, el día 8 de cada mes, la Santa Misa de la Parroquia de Santa Clara, en su horario de las 12 m, está dedicada a San Chárbel; y al finalizar la celebración, el sacerdote unge a los asistentes que lo deseen, con el aceite del santo libanés.

Así mismo, el primer domingo de cada mes, después de la celebración litúrgica, tenemos un almuerzo familiar, con el que se busca mantener unida a la comunidad, alrededor de una manifestación de la cultura libanesa, como es su gastronomía.

Santoral libanés

La Santidad de San Marón reflejada en la vida de sus seguidores forjó una espiritualidad profunda que marcó la comunidad maronita en toda su historia ensangrentada y dio origen a un número considerable de santos cuyas virtudes heroicas enriquecieron el tesoro espiritual de la Iglesia por nobles figuras y maestros de perfección. Aparte de un número ilimitado de fieles, históricamente ignorados, que lucharon indefectiblemente, durante 16 siglos, para conservar su fidelidad al Evangelio y a Roma y sin contar los millares de mártires que derramaron su sangre para dar testimonio de su fe, la Iglesia Maronita honra en los altares a muchos santos reconocidos, beatificados o canonizados por la Iglesia Universal cuya memoria forma un tesoro espeiritual invalorable:

San Marón:Fundador y Patrono de los Maronitas, un cenobita de la Iglesia de Antioquía del siglo IV. Su fiesta se celebra el 9 de febrero.

Los 350 MÁRTIRES:Monjes discípulos de San Marón, degollados el año 517 por sus adversarios los cristianos monofisitas, contrarios al Concilio Ecuménico de Calcedonia. Su fiesta se conmemora el 31 de Julio.

Los Santos LIMINAUS, SANTIAGO y las Santas MARINA, DOMNINA y CORA,todos discípulos de San Marón. Su fiesta se celebra el 17 de julio.

SAN JUAN MARÓN:Monje del Convento de San Marón, obispo de Batrún y del Monte Líbano, elegido y entronizado en 685 como Primer Patriarca de la Iglesia Maronita y sexagésimo sucesor de San Pedro en la Sede de Antioquía. Su fiesta se conmemora el 2 de marzo.

Los Mártires MASABKI:FRANCISCO, ABDULMOTI y RAFAEL, tres hermanos de sangre, llamados los Mártires de Damasco, martirizados junto a 10 frailes franciscanos en la Iglesia de los Frailes de San Francisco en Damasco, el 10 de Julio de 1864, a raíz de la masacre en 1860 de los cristianos del Líbano. Su fiesta se celebra el domingo después del 10 de Julio.

SAN CHARBEL MAKHLOUF:Monje ermitaño maronita libanés cuyos milagros suscitaron la admiración del mundo entero. Canonizado el 9 de Octubre de 1977 por el Papa Paulo VI. En el año 1998, llamado Año Chamberliano, se conmemoro el primer centenario de su muerte, acontecida el 24 de Diciembre de 1898.

SANTA RAFQUA:Monja de la Orden Libanesa Maronita, beatificada por el Papa Juan Pablo II el 17 de Mayo de 1985, y canonizada el 10 de Junio de 2001. Su fiesta se celebra el 23 de Marzo.

SAN NAMTALLAH AL HARDINI:Monje libanés maronita, director espiritual y profesor de teología de San Charbel. Nació en Batrúm en el año 1808; falleció en el año 1858 a los 50 años de edad. Fue beatificado por Juan Pablo II el 10 de Mayo de 1998 y canonizado el 16 de Mayo de 2004. Su fiesta se celebra el 14 de Diciembre.

El Patriarcado de Antioquía y de todo el Oriente de los Maronitas


En el siglo VIII, la Iglesia Maronita, conoció su primer patriarca en la persona de San Juan Marón. Hasta hoy, los maronitas tienen un patriarca que lleva, junto a su propio nombre, el nombre de Pedro, el Apóstol de Cristo, primer obispo de Antioquía y más tarde, primer obispo de Roma. Actualmente, el Patriarca de Antioquía de los Maronitas, elegido el 11 de Marzo de 2011 por los obispos Maronitas reunidos en Sínodo en Bkerke, - Sede del Patriarcado- se llama Bechara Boutros Rai. En español, se traduce Bechara: Anunciación. Boutros: Pieda y Rai: Pastor
El lema de su mandato es “Comunión y Amor”

Las Maronitas, los inicios de su historia
Padre Peter-Hans Kolvenbach, s.j

El nombre de “maronita” indica una relación especial con el santo monje cuyo nombre en siríaco era Marún y en griego Marón. El gran patriarca de Constantinopla, San Juan Crisóstomo, lo menciona en una de sus cartas escrita antes del año 407. También Teodoreto, obispo de Cyr (+466), lo menciona unos treinta años después al describir la profunda devoción que los monjes del monasterio de Bet Marún (Casa de Marón) tenían por Marón, su ya difunto padre espiritual. Si no fuera por estas dos referencias, la única indicación de la existencia del santo fuera la tradición oral de la misma comunidad maronita.

Marón era contemporáneo con San Patricio. Como San Patricio en Irlanda, san Marón atrajo a muchos de lejos y de cerca a quienes atraía su santidad y sabiduría y que querían vivir bajo su guía espiritual. Así como posteriormente en Europa los pueblos que se desarrollaron alrededor de los monasterios llegaron a ser ciudades y naciones, el monasterio de Bet Marún, edificado cerca de la tumba de San Marón, llegó a ser el núcleo de una comunidad donde hombres y mujeres, bajo la guía de los monjes, podían encontrar alegría material y espiritual.

Esta es la razón por la cual, hasta hoy mismo, la liturgia y la organización de la comunidad maronita tienen características monásticas. También es esta la razón por la cual los jefes espirituales de los maronitas han velado por siglos sobre los derechos políticos y sociales de su grey.

La historia del monasterio de Bet Marún fue agitada y acontecida. Situado en el norte de Siria a orillas del río Orontes, probablemente de Qal´at al-Madiq, el monasterio pertenecía jurídicamente a la venerable Iglesia Patriarcal de Antioquia. La Iglesia de Antioquía fue fundada por San Pedro y fue allí donde primero se les llamó cristianos a los discípulos de Jesús. Junto con Alejandría en Egipto y Constantinopla, Antioquía era uno de los centros espirituales más importantes del oriente. Estaba por encima de los otros en su erudición bíblica. Hubo dos factores que, sin embargo, contribuyeron al desmoronamiento gradual de la iglesia de Antioquía. Estos fueron su posición política como un estado entre el Imperio Bizantino y poderes antagonistas y también las divisiones eclesiásticas causadas por herejías y cismas. Mas y mas los fieles ponían sus esperanzas en la comunidad maronita donde, a pesar de las persecuciones y las guerras devastadoras, los jefes espirituales guiaban y protegían a sus fieles con moderación y sabiduría.

Al comienzo del siglo ocho, la comunidad Bet Marún tuvo que proclamar patriarca de Antioquía a uno de sus miembros, el monje Juan, entonces obispo de Botrys en el Líbano. Desde ese día, el jefe espiritual de la comunidad maronita ha sido patriarca de “Antioquia y de todo el Oriente” esto es, del territorio administrado por Antioquía, la capital. Parece ser que fue durante el patriarcado de San Juan Marón que la comunidad maronita abandonó el norte de Siria para refugiarse en “El Valle Santo”, el “Qadish” de las montañas libanesas. Fue allí, probablemente en el 749, donde edificaron la primera iglesia maronita en el Líbano, Mar Mama en Ehden.

Gracias a la prudencia de sus jefes espirituales, la comunidad maronita disfrutaba de la paz de los Cedros y la relativa seguridad de las montañas del Líbano. Desde aquella hora la historia de los maronitas y del Líbano han estado entrecruzadas. Sin los maronitas no hubiera habido un Líbano y sin el Líbano el destino de los cristianos en el Medio Oriente hubiera sido mucho más inestable.

LA LITURGIA MARONITA


Los maronitas siempre han celebrado una liturgia en la cual pueden reconocer su cultura y su historia: su relación con la ciudad de Antioquía, sus orígenes monásticos y su permanente fidelidad y obediencia al obispo de Roma.
Siempre es con emoción que los maronitas escuchan las palabras de consagración cantadas por el sacerdote maronita en siríaco lengua tan cercana a la que nuestro Señor, la noche antes de sufrir y morir, pronuncio estas palabras por primera vez.

La liturgia maronita enfatiza estas palabras con gestos que pertenecen al aniquísimo simbolismo cristiano. Al pronunciar las palabras “…tomó pan en sus santas manos, lo bendijo, lo santificó…” el sacerdote bendice el pan con la señal de la cruz; y al decir las palabras “lo partió”, toca las cuatro puntas de la hostia. En la misma forma hace la señal de la cruz sobre el cáliz y al pronunciar las palabras “…que será derramada y entregada por ustedes y por muchos…” el sacerdote inclina el cáliz hacia los cuatro costados como si en realidad derramara la sangre. Con estos gestos, la liturgia maronita enfatiza y subraya el carácter universal de la Eucaristía. A su vez, los fieles participan en este don universal y misión universal con su “Amén”.

IGLESIAS CATÓLICAS ORIENTALES

La Iglesia Maronita es una Iglesia sui iuris, es decir una Iglesia particular con derecho propio. Es llamada también Patriarcado Maronita de Antioquía. Tiene una estructura jerárquica episcopal-sinodal, con fieles y clero (diáconos, presbíteros y obispos) y con una cabeza que es el Patriarca. El Patriarca viene elegido en el Sínodo de los obispos y, luego de su elección, hace profesión de comunión eclesial con el Obispo de Roma, pastor supremo de la Iglesia Católica.

El actual Patriarca es su Beatitud Bechara Boutros Rai, elegido en 2011 y creado Cardenal en 2012, junto con nuestro Arzobispo Rubén Salazar Gómez. Es el 77º “Patriarca de Antioquía y de todo el Oriente de los Maronitas”. La sede del patriarcado es en Bkerke, a unos 30 kilómetros de Beirut, en el Líbano.

La Iglesia Maronita está organizada por medio de Eparquías (diócesis). La mayoría se encuentran en el Líbano y países del Medio Oriente. En Latinoamérica se han constituido 4 Eparquías: dos en Brasil, una en México y otra en Argentina. La Parroquia de Nuestra Señora del Líbano de Bogotá es una parroquia de rito maronita que hace parte de la Arquidiócesis de Bogotá. Su párroco actual es el Padre Luis Manuel Alí Herrera.
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Monike Stephany » Vie Oct 03, 2014 8:46 pm

Los Marónnitas (Siríaco Marunôye; Árabe Mawarinah) son unas 300 mil almas, distribuidas entre Siria, Palestina, Chipre y Egipto. De este número, alrededor de 230 mil viven en Líbano, formando casi cinco octavos de la población de ese territorio y la parte principal de la población en cuatro de los siete kaïmakats 2 , a saber, aquellos de Batrum, Kasrawan, Meten y Gizzin (los Ortodoxos Griegos predominan en Koura, los Católicos Griegos en Zahlé, y los Drusos en Shûf). Son de raza Siria, pero durante muchos siglos han hablado sólo Árabe, si bien en un dialecto que ha retenido muchas particularidades siríacas. En los distritos de la montaña las costumbres son muy simples, y los Marónnitas se ocupan en cultivar la tierra, la ganadería o la industria de la seda; en las ciudades se ocupan del comercio. Sangrientas campañas, debidas a las rivalidades de familias o clanes, todavía se sostienen en las montañas. La población crece muy rápidamente, y gran número de Marónnitas emigran a las diferentes provincias del Imperio Otomano, a Europa, particularmente a Francia, y a las colonias francesas, pero la mayoría va a los Estados Unidos. Los emigrantes vuelven con sus fortunas hechas, y con demasiada frecuencia traen con ellos un gusto por el lujo y el placer, a veces también una clara indiferencia hacia la religión que en algunos casos, degenera en hostilidad.

Durante muchos siglos los Marónnitas montañeses han sido capaces de mantenerse casi independientes del Imperio Otomano. En los comienzos del siglo diecinueve su organización era enteramente feudal. Las familias aristocráticas –que, especialmente cuando viajaban a Europa, mostraban rango principesco- elegían el emir. El poder del emir Marónnita era preponderante en el Líbano, especialmente cuando la familia Siria de Benî Shibâb renunció al Islamismo por el Cristianismo. El famoso emir Beshîr, en apariencia Musulmán, era realmente Marónnita; pero después de su caída la condición de los Marónnitas cambió a peor. Una lucha inmisericorde contra los Drusos, iniciada en 1845, devastó totalmente el Líbano. Entonces se crearon dos emires, uno Marónnita y uno Druso, ambos portadores del título de Kaïmakam, y que respondían ante el Pachá de Saïda. En 1860 los Drusos, empujados por su fanatismo, masacraron un gran número de Marónnitas en Damasco y en el Líbano. Dado que el Gobierno Turco miraba abúlicamente este proceso de exterminación, Francia intervino: una expedición guiada por el General de Beaufort d'Hautpoult restableció el orden. En 1861 se inauguró el presente sistema, con un sólo gobernador para todo el Líbano. Este gobernador lo nombra, para cinco años, el Gobierno Turco. No hay más derechos feudales; todos son iguales ante la ley, sin distinción de raza; cada nación tiene su sheik, o jefe, quien tiene conocimiento (o autoridad; n.d.t.) sobre los asuntos comunes, y es juez en el consejo provincial. Cada Marónnita entre las edades de quince y sesenta años paga impuestos, con la excepción de los clérigos, siendo ligeras las contribuciones sobre las propiedades monásticas. En contraste con la norma sobre otros ritos, el patriarca Marónnita no está obligado a solicitar la confirmación de su investidura al sultán; pero, por otro lado, él no es la cabeza temporal de la nación, y no tiene representante en la Sublime Puerta, estando los Marónnitas, junto a otras comunidades Uniatas (ortodoxos católicos u orientales unidos en obediencia a Roma, n.d.t.) representados por el Vakeel de los Latinos. Fuera de Líbano están enteramente sujetos a los Turcos; en estas regiones los obispos –Vg., el Arzobispo de Beirut- deben conseguir su bérat, (aprobación; n.d.t.) en cuyo defecto no tendrían que ver con el gobierno civil, y no podrían ocupar asiento en el consejo provincial.

Como otras comunidades Católicas en el Imperio Turco, los Marónnitas están bajo la protección de Francia, pero en su caso el protectorado está combinado con unas relaciones más cordiales que datan del contacto entre este pueblo y el Francés tan pronto como del siglo doce.

Esta cordialidad ha sido reforzada por numerosas intervenciones Francesas, desde las Capitulaciones de Francisco I hasta la campaña de 1861, y por la amplia difusión de la lengua Francesa y la cultura, gracias a los numerosos establecimientos en Líbano bajo la dirección de misioneros Franceses –Jesuitas, Lazaristas, y mujeres religiosas de diferentes órdenes.

Es imposible prever qué cambios traerá a la situación de los Marónnitas, nacional e internacional, la subida al poder de los “Jóvenes Turcos”.

La Iglesia Marónnita

La Iglesia Marónnita se divide en nueve diócesis: Gibail y Batrun (60.000 almas); Beirut y una parte de Líbano (50.000); Tiro y Sidón (47.000); Baalbek y Kesraouan (40.000); Trípoli (35.000); Chipre y otra parte de Líbano (30.000); Damasco y Hauran (25.000); Aleppo y Cilicia (5.000); Egipto (7.000). La última diócesis nombrada está bajo un vicario patriarcal, que también está al cargo de las comunidades Marónnitas en lugares extranjeros – Leghorn, Marsella, París- y particularmente de aquellas de América.

El Patriarca

El título oficial es Patriarca Marónnita Antioqueno. El patriarca Marónnita comparte el título de Antioquía con otros tres patriarcas Católicos – el Melquita, el Sirio Católico, y el Latino (titular) - uno cismático (Ortodoxo), y uno herético (Sirio Jacobita).

La cuestión que se considerará más tarde es si, aparte de la concesión de la Santa Sede, el patriarca Marónnita puede alegar derechos históricos al título de Antioquía. Desde el siglo XV su residencia tradicional ha sido el claustro de Santa María de Kanôbim, donde están las tumbas de los patriarcas. En invierno reside en Bkerke, al sur de Beirut, en el distrito de Kesraouan. Por sí mismo administra la Diócesis de Gibail-Batrun aunque con la ayuda de los Obispos titulares de San Juan de Acre, Tarso, y Nazaret, quienes también le asisten en la administración general del patriarcado. Ostenta el derecho de nombrar a otros, y hay, también, varios vicarios patriarcales que no son obispos. El patriarca es elegido por los obispos Marónnitas, usualmente en el noveno día después que la sede ha sido declarada vacante. No debe ser menor de cuarenta años, y son necesarios dos tercios del total de votos para ser elegido. La entronización se realiza al día siguiente, y entonces el recién elegido patriarca hace una bendición solemne. El desarrollo de la asamblea se transmite a Roma; el Papa puede o aprobar o no aprobar la elección; si la aprueba, envía el palio al nuevo Patriarca; si no, anula las actas de la asamblea y puede nombrar un candidato de su propia elección. Las principales prerrogativas del patriarca son: convocar concilios nacionales; elegir y consagrar obispos; oír y juzgar las demandas contra obispos; visitar las diócesis, aparte de la suya, una vez cada tres años. Él bendice los santos óleos y los distribuye a clérigos y laicos; concede indulgencias, recibe los diezmos y las tasas por administración, y puede aceptar legados, personales o para la Iglesia. Antes de 1736 recibía honorarios por las ordenaciones y la bendición de los santos óleos; habiéndose suprimido este privilegio, Benedicto XIV lo sustituyó por el permiso para recibir un subsidium caritativum. La insignia distintiva del patriarca son el masnaftô (un tipo de cubre-cabeza 3 ), el phainô (una especie de capa o capa pluvial), el orarion (una especie de palio 4 ), la tiara, o mitra (los otros obispos llevan solamente el orarion y la mitra), el báculo pastoral coronado con una cruz, y, según el modelo Latino, el anillo de pastor y la cruz pectoral. En suma, el patriarca Marónnita ejerce sobre sus súbditos, virtualmente, la autoridad de un metropolitano. Él mismo es sólo responsable ante el papa y la Congregación de Propaganda; está obligado a hacer su visita ad limina sólo una vez cada diez años. El actual (1910) ocupante del trono patriarcal es Monseñor Elías Hoyek, elegido en 1899.

El clero

Algunas de las 300 parroquias son concedidas por el obispo a regulares, y otras a seculares (todos presbíteros; n.d.t.). Los presbíteros sin parroquia son célibes y dependen del patriarca. Los demás están casados – es decir, se pueden casar mientras sólo tienen las órdenes menores, pero no pueden casarse por segunda vez. Hay alrededor de 1100 presbíteros seculares y 800 regulares. La formación de los clérigos se lleva a cabo en cinco seminarios patriarcales y nueve diocesanos. Muchos estudian en Roma, y un gran número en Francia, gracias a la “Obra de San Luis” y las becas concedidas por el Gobierno Francés. El nivel intelectual del clero Marónnita es decididamente más alto que el del clero cismático o herético de su alrededor. Los presbíteros casados de las parroquias rurales son a menudo, hombres muy sencillos, y todavía más a menudo están lejos de ser gente adinerada, viviendo casi exclusivamente de los honorarios percibidos por las Misas y los regalos de productos de granja que les hacen las gentes del campo. Muchos de ellos tienen que estirar estos recursos cultivando sus pequeñas parcelas de tierra o empleándose en alguna industria modesta.

Los religiosos

Estos cuentan unos 2000, de los que 800 son presbíteros. Observan la regla conocida como de San Antonio, pero están divididos en tres congregaciones: la más antigua, la de San Antonio, o de Eliseo, fue aprobada en 1732. Posteriormente fue dividida en Aleppinos y campesinos o Baladitos, división aprobada por Clemente XIV en 1770. Por el mismo tiempo otra congregación Antoniana había sido fundada bajo el patronazgo de Isaías, y aprobada en 1740. Los Aleppinos tienen 6 monasterios; los Isaianos, 13 o 14; los Baladitos, 25. Los Aleppinos tienen un procurador en Roma, cerca de S. Pietro in Víncoli. Los hermanos legos se dedican a trabajos manuales; los presbíteros a los intelectuales con la cura de almas, teniendo a su cargo muchas parroquias. El hábito monacal consiste en túnica negra con un cinturón de piel, túnica con capucha, manto, y sandalias. Hay otros siete monasterios con unos 200 religiosos, bajo una regla fundada por el anterior Obispo de Aleppo. En Aintoura, también, hay algunas hermanas Marónnitas que siguen la Regla Salesiana.

La Liturgia

El Marónnita es un Rito Siríaco, siendo Siríaco la lengua litúrgica, aunque el Evangelio se lee en Árabe en beneficio del pueblo. Muchos presbíteros, que no están suficientemente formados para seguir la Liturgia en Siríaco, usan el Árabe en su lugar, pero Árabe escrito en caracteres Siríacos ( Karshuni ). La Liturgia es de tipo Siríaco, es decir, la liturgia de Santiago, pero muy desfigurada por las adaptaciones a los usos romanos. La adaptación, a menudo inútil y servil, a las costumbres romanas es la característica distintiva del Marónnita entre los Ritos Orientales. Esto se hace notar, no sólo en la Liturgia, sino también en la administración de todos los Sacramentos. Los Marónnitas consagran pan sin levadura, no mezclan agua tibia en el Cáliz, y celebran muchas Misas en el mismo altar. La Comunión bajo las dos especies fue desaconsejada por Gregorio XIII y, al fin, formalmente prohibida en 1736, aunque todavía le es permitida al diácono en la Misa grande. Benedicto XIV prohibió la comunicación de los niños recientemente bautizados. El Bautismo se celebra en la manera Latina, y desde 1736 la confirmación, reservada al obispo, se celebra separadamente 6 . La fórmula de la absolución no es deprecativa, como es en otros Ritos Orientales, sino indicativa, como en el Latino, y los presbíteros Marónnitas pueden absolver válidamente a los Católicos de cualquier rito. Las órdenes son: tonsura, psalte, o cantor, lector, sub-diácono, diácono, presbítero. La ordenación como psalte puede recibirse con siete años; como diácono, con veintiuno; como presbítero, a los treinta, o, con dispensa, con veinticinco. Miércoles y Viernes de cada semana son días de abstinencia; el ayuno dura hasta mediodía, y la abstinencia es de carne y huevos. La Cuaresma dura siete semanas, comenzando en Quincuagésima; el ayuno se guarda todos los días excepción hecha de Sábados, Domingos, y ciertos días de fiesta; el pescado está permitido. No hay días de las estaciones 7 ni vigilias, pero se guarda abstinencia durante veinte días de Adviento y los catorce días precedentes a la fiesta de los Santos Pedro y Pablo. Las prácticas devocionales latinas son más frecuentes entre los Marónnitas que en ninguna otra Iglesia Oriental Unida – bendición con el Santo Sacramento, el Vía Crucis, el Rosario, la devoción al Sagrado Corazón, etc.

Los Fieles

En el interior del país los fieles están fuertemente apegados a su fe y son muy respetuosos con los monjes y demás clérigos. Rodeados por Musulmanes, cismáticos y herejes, ellos están orgullosos de poder llamarse a sí mismos Católicos Romanos; pero la formación no está sino poco desarrollada, a pesar de los laudables esfuerzos de algunos de los obispos, y aunque se hayan establecido escuelas, a través, en gran parte, de los esfuerzos de los misioneros Latinos y el apoyo de la sociedad de las Escuelas de Oriente, además del Colegio de la Sabiduría en Beirut.

Los emigrantes que vuelven no hacen nada por elevar el nivel moral y religioso. La influencia de la prensa de Occidente es escandalosamente perjudicial. Los Marónnitas acaudalados, indiferentes con demasiada frecuencia, si no peor, no se sienten afectados por esta situación de los asuntos, que causa, seriamente, ansiedad a los más inteligentes y esclarecidos de entre el clero. Pero la nación Marónnita como un todo permanece fiel a sus tradiciones. Si no son, exactamente, la más importante comunidad de los Uniatas Orientales en cuanto a su número, es al menos verdad decir que forman el más efectivo punto de apoyo para el ejercicio de una propaganda Católica en Líbano y en la costa siria.
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Monike Stephany » Vie Oct 03, 2014 8:54 pm

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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Idamis Sanchez » Vie Oct 03, 2014 9:15 pm

La espiritualidad maronita.

La pertenencia a las Iglesias arameas ha determinado la espiritualidad maronita, así como las persecuciones y su fidelidad a Roma.

Gracia al idioma común de todas las iglesias arameas, el siríaco, los intercambios culturales con las demás iglesias locales no cesaron nunca. Por ello, la espiritualidad maronita es jurídicamente antioqueña y culturalmente aramea. Mientras que Roma y Bizancio formaron imperios, las iglesias arameas no lo consiguieron nunca, perpetuando en su fracaso temporal el experimentado por el propio Cristo.

Hasta la conquista musulmana, los maronitas vivieron del legado antioqueño. Al haber roto con Bizancio, se mira a Roma, ampliándose la influencia latina desde las cruzadas.

Son muy numerosos los autores libaneses que a partir del siglo XVI destacan: Ibn al Qilá´i, Gaspar de Chipre, Gabriel Sionita,Víctor Shalaq, Isaac Shidraoui, José al-Báni, Ibrahim al Samráni, Yuasáf al – Dibsi, Abdal-Masih Libyán, Jacques Arouiin, Germanos Farhat, Pedro Touláoui, André Scandar y otros muchos.

Especialmente en la segunda mitad de XIX, los religiosos latinos miembros de órdenes docentes, se extienden por todo Líbano, aumentando su influencia y la latinización, incorporando a las devociones libanesas, las postridentinas de Europa.

En cualquier caso, las aportaciones latinas son tardías, sin ahogar la específica espiritualidad maronita, alimentada en sus orígenes por tres fuentes.

La primera fuente es la eclesiástica. Los primeros maronitas vivieron sin una regla escrita, pues los ancianos son en sí mismos la ley. En los orígenes, no existe diferencia entre laicos y clérigos, ni entre cenobitismo y anacoretismo. Todos están llamados al mismo ideal.

La segunda fuente específica es la liturgia, cuyo fondo es común a toda Siria. El ordo y los textos, los ritmos, etc., son idénticos al resto de las iglesias sirias, procedentes del patriarcado antioqueño.

La tercera fuente es la monástica. Ya hemos visto que la Iglesia maronita nace de los monasterios. Durante siglos esta Iglesia es conducida por monjes. Ser monje significaba vivir de forma más radical el mismo ideal que el resto del pueblo. Así, el mismo pueblo vive la liturgia, es austero, practica ayunos y reza las horas canónicas. Esta comunidad parece fuera una gran abadía con numerosas fundaciones, formando el pueblo que vive en torno a la misma, una especie de tercera orden.

Organización.

La comunidad maronita, extendida actualmente por muchos países, es liderada por el Patriarca Nasrallah Sfeir. Cuenta con varias Diócesis en Líbano, así como Eparquías (obispados) en la diáspora: 2 en EE.UU., 1 en Alemania, 1 en Argentina, 1 en Brasil, 1 en Canadá, 1 en Chipre, 1 en Siria y 1 en Alejandría.

Numerosas escuelas en sus diversos niveles, y una universidad en Beirut, son las aportaciones de esta Iglesia particular a la educación de su patria, atendiendo a católicos y alumnos de otras confesiones religiosas.

Diversos hospicios, dispensarios y otras obras sociales, son desarrolladas también por los cristianos maronitas de Líbano.

Otro factor importante en la vida maronita es la relativa a las órdenes religiosas.

Los monjes maronitas han configurado desde sus inicios –ya lo hemos visto- la identidad de esta Iglesia particular, hasta el punto de que es la única iglesia particular cuyo nombre es dado por un monje.

La vida eremítica originó pronto formas comunitarias de vida, dotándose de reglas de vida y de órdenes propias.

En la actualidad varias son las órdenes religiosas nacidas de la vida maronita, entre las que mencionaremos, por su tradición e incidencia en la comunidad maronita, las siguientes:

1. Monjes Libaneses.

2. Mariamitas (antes, Alepinos).

3. Antoninos.

4. Congregación de los Misioneros Libaneses Maronitas (“kraimistas”, pues es en Kraim donde se estableció el primer convento de la orden, en un anterior convento armenio católico). Hoy día están presentes en una docena de países, en los que residen importantes comunidades maronitas en la diáspora.
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Idamis Sanchez » Vie Oct 03, 2014 9:17 pm

Los santos maronitas.



De la profunda y difícil vida y de la espiritualidad de la Iglesia Maronita, y sin olvidar a los millares de fieles que dieron su vida por la fe, un importante elenco de santos y beatos maronitas es la aportación de esta Iglesia particular a la Iglesia universal. Veámoslos.

- San Marón. Fundador de la comunidad maronita. Se celebra el 9 de febrero.

- Santos Liminaus y Santiago; Santas Marina, Domnina y Cora. Discípulos de San Marón. Festividad del 17 de julio.

- Los 350 monjes mártires degollados en el año 517 por sus enemigos monofisitas. Su fiesta se conmemora el 31 de julio.

- San Juan Marón. Primer Patriarca maronita, monje obispo de Batrun y Monte Líbano, entronizado en el 685. Se celebra el 2 de marzo.

- Mártires Masabki, Francisco, Abdulmoti y Rafael. Son los llamados “mártires de Damasco”, junto a 10 franciscanos asesinados el 10 de julio de 1.864. Se celebra el domingo siguiente al 10 de julio.

- Beato Namtala El Hardini. Monje maronita, maestro de San Charbel Majluf. Su fiesta se celebra el 14 de diciembre.

- San Charbel Majluf. Ermitaño maronita fallecido el 24 de diciembre de 1.898. Admirado por muchos y con devotos por todo el mundo. Se celebra el tercer domingo de julio.

- Beata Rafca. Monja maronita. Se celebra el 23 de marzo.

Otras Iglesias católicas en Líbano.

Además de la comunidad maronita, otras comunidades católicas están presentes en este país.

- Iglesia Armenia Católica. Casi un 6% de la población libanesa es de origen armenio. La mayoría es ortodoxa y una minoría es católica. Actualmente, 8 parroquias atienden a unos 30.000 fieles armenios católicos. Está presente con conventos y varios colegios.

- Iglesia Caldea Católica. En 1.551 es reconocido por Roma Juan Simón SOULAKA como Patriarca de los Caldeos católicos. Pero hasta 1.830, en que Pío VIII confirma en el patriarcado a Juan HORMIZD con el título de Patriarca de Babilonia de los Caldeos, no se consolida esta comunidad oriental. Actualmente hay dos parroquias en Beirut y una en Zahle, que atienden a unos 10.000 fieles. Su presencia arranca en Líbano de 1.895, al escapar de las persecuciones de turcos y kurdos.

- Iglesia Copta Católica. Su origen es el Patriarcado de Alejandría. Los pocos cientos de coptos de origen que egipcio residen en Líbano son atendidos en una parroquia radicada en Beirut.

- Iglesia Greco - Melquita Católica. La Iglesia Melquita no es una Iglesia nacional, sino particular, arrancando su idiosincracia de la fidelidad al Emperador de Bizanzio (“melk”, en siriaco es emperador, término con que sus enemigos monofisitas les denominaron de forma despectiva) y a los 7 primeros Concilios Ecuménicos. Actualmente, sus integrantes son árabes. En Líbano existen una docena de lugares de culto abiertos para esta comunidad.

- Iglesia Siriaca Católica. Tiene el mismo rito y la misma liturgia que la Iglesia Siriaca Ortodoxa, habiéndose unido a la Iglesia Católica en 1.783. Una única diócesis agrupa en Líbano a unos 30.000 fieles.

- Iglesia Latina. Apenas 14.000 fieles pertenecen a la Iglesia latina que, arranca hoy día, fundamentalmente, de las obras educativas y hospitalarias de las órdenes religiosas procedentes de Europa.

Los maronitas en el mundo.

Con los cruzados en retirada, varios grupos de maronitas les siguen. De los que acompañaron a los hospitalarios a Rhodas y Malta, no queda vestigio. Pero de los que acompañaron a los cruzados a Chipre, sobrevive una pequeña minoría que llegó a sumar 72 pueblos, masacrados en gran parte a raíz de la ocupación turca.

En el siglo XIX, como consecuencia en parte de las masacres que se inician en 1.858, la emigración masiva se plantea entre los cristianos maronitas como una salida digna para garantizar el futuro de sus familias.

Actualmente, casi 4 millones de personas en todo el mundo descienden de los emigrantes maronitas, siendo especialmente numerosos en Brasil, Argentina, Canadá, Estados Unidos, Australia y Europa.
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Idamis Sanchez » Vie Oct 03, 2014 9:28 pm

La tradición maronita
A finales del Siglo IV, San Marón vivió como ermitaño en algún
lugar de Antioquía. Con el tiempo, los discípulos que vivían cerca de él
formaron una comunidad monástica, y posteriormente surgieron las
comunidades de los laicos. Principalmente en el Siglo VII estas
comunidades se trasladaron a Líbano y desarrollaron su propio estilo de
vida cristiana, creando así otra iglesia en lengua siríaca. Es la única
tradición oriental cuyos miembros se reúnen todos en una sola iglesia,
la Iglesia Católica Maronita, que tomó el nombre de San Marón, su
fundador. La Iglesia sigue teniendo una gran presencia en Líbano, pero
también tiene una importante diáspora en Europa, Norteamérica,
Australia y otros lugares. Aunque la Iglesia Maronita ha adoptado
muchas costumbres de la Iglesia Católica Romana, aún conserva gran
parte de su antigua tradición distintiva siríaca. La Iglesia cuenta con
más de tres millones de miembros en todo el mundo. Su patriarca
reside en Bkerke, Líbano.
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor JeimmyRP » Vie Oct 03, 2014 10:01 pm

Hola compañeros!! Saludos en Cristo Jesús!!!


ESPIRITUALIDAD MARONITA

La pertenencia a las Iglesias arameas ha determinado la espiritualidad maronita, así como las persecuciones y su fidelidad a Roma.

Gracia al idioma común de todas las iglesias arameas, el siríaco, los intercambios culturales con las demás iglesias locales no cesaron nunca. Por ello, la espiritualidad maronita es jurídicamente antioqueña y culturalmente aramea. Mientras que Roma y Bizancio formaron imperios, las iglesias arameas no lo consiguieron nunca, perpetuando en su fracaso temporal el experimentado por el propio Cristo.

Hasta la conquista musulmana, los maronitas vivieron del legado antioqueño. Al haber roto con Bizancio, se mira a Roma, ampliándose la influencia latina desde las cruzadas.

Son muy numerosos los autores libaneses que a partir del siglo XVI destacan: Ibn al Qilá´i, Gaspar de Chipre, Gabriel Sionita, Víctor Shalaq, Isaac Shidraoui, José al-Báni, Ibrahim al Samráni, Yuasáf al – Dibsi, Abdal-Masih Libyán, Jacques Arouiin, Germanos Farhat, Pedro Touláoui, André Scandar y otros muchos.

Especialmente en la segunda mitad de XIX, los religiosos latinos miembros de órdenes docentes, se extienden por todo Líbano, aumentando su influencia y la latinización, incorporando a las devociones libanesas, las postridentinas de Europa.

En cualquier caso, las aportaciones latinas son tardías, sin ahogar la específica espiritualidad maronita, alimentada en sus orígenes por tres fuentes.

La primera fuente es la eclesiástica. Los primeros maronitas vivieron sin una regla escrita, pues los ancianos son en sí mismos la ley. En los orígenes, no existe diferencia entre laicos y clérigos, ni entre cenobitismo y anacoretismo. Todos están llamados al mismo ideal.

La segunda fuente específica es la liturgia, cuyo fondo es común a toda Siria. El ordo y los textos, los ritmos, etc., son idénticos al resto de las iglesias sirias, procedentes del patriarcado antioqueño.

La tercera fuente es la monástica. Ya hemos visto que la Iglesia maronita nace de los monasterios. Durante siglos esta Iglesia es conducida por monjes. Ser monje significaba vivir de forma más radical el mismo ideal que el resto del pueblo. Así, el mismo pueblo vive la liturgia, es austero, practica ayunos y reza las horas canónicas. Esta comunidad parece fuera una gran abadía con numerosas fundaciones, formando el pueblo que vive en torno a la misma, una especie de tercera orden.

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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Manuel_Azmitia » Vie Oct 03, 2014 10:18 pm

San Charbel Makhlouf La orden libanesa maronita

A pesar de los numerosos conventos y comunidad religiosa, los monjes maronitas no pronunciaban voto alguno y no tenían una regla expresa, más que la transmitida de la tradición y atribuida a San Antonio Abad. De la relación tenida en los siglos XV y XVI con los misioneros franciscanos y jesuitas, se sirve para crear una organización centralizada de varios conventos y una regla formal, uniforme y precisa, como venía sucediendo de siglos anteriores en occidente.
Tres jóvenes moronitas, Gabriel Hawa, Abdallah Quarali y José Al-Batn; provenientes de nobles y ricas familias en Alepo, Siria; después de discutir largamente con sus progenitores, deciden dedicarse a la vida de monasterio.
Los tres se presentan al patriarca Stefano Duhai (m.1704), que vivió por largo tiempo en Roma, y quien había podido constatar y apreciar personalmente las ventajas de las organizaciones monásticas centralizadas, para obtener el permiso de fundar una nueva comunidad religiosa.
Los jóvenes, que habían frecuentado las ordenes franciscana, jesuita y carmelita en Alepo, y quienes conocían la organización occidental, sometieron al patriarca su proyecto de dotar de una regla que comprendiera más allá de la transmitida por San Antonio Abad, y que tomara algunas normas típicas de las otras instituciones monásticas, sin olvidar la pronunciación de los votos.
El patriarca buscó en un principio disuadirles, haciéndoles presente los sacrificios que pide la vida comunitaria y pidiéndoles tener paciencia, no obstante, vista la determinación de los jóvenes, acepta y el 10 de noviembre de 1695 reciben los hábitos monásticos, siéndoles concedido un lugar para vivir en el viejo convento de Santo Moura, en Ehden, donde comienza el experimento. En un comienzo no toman voto alguno, pero ese mismo año los tres pronuncian el de pobreza.
Luego de tres largos años de estudio y trabajo, un primer esbozo de la regla está listo y sus fundadores deciden convocar el primer Capítulo General al monasterio de Mar-Licha, en Becharé. El 10 de noviembre de 1698, en el tercer aniversario de su ordenación y día en que el Padre Hawa, fue nombrado Superior General, la nueva orden había nacido.
Con el tiempo, a los tres monjes se les unieron numerosos discípulos y otros conventos habían adoptado la nueva regla. Inicialmente, como reconocimiento a sus fundadores, fueron llamados Alepinos, en el 1706, de Monjes Libaneses de San Antonio.
La nueva orden pronto tuvo su primera prueba a consecuencia de una disputa interna entre el Padre Hawa y el Padre Quarali. El primero sostenía que el puesto de Padre General debía ser de por vida y que la orden debía tener un carácter preponderantemente misionero; mientras que el segundo sostenía que el puesto tenía que ser por un tiempo limitado y la orden volcada casi exclusivamente al rezo y la vida en común. Para dirimir la diferencia fue convocado un Capítulo General anticipado, en el cual fué depuesto el Padre Hawa, y en su función nombrado General de la Orden al Padre Quarali; se estableció que el mandato debía ser por un tiempo limitado y que el General podía tomar decisiones solo conjuntamente y en acuerdo de sus asistentes.
A éste punto, el Padre Hawa, decide abandonar la orden e intenta constituir otra, para luego retirarse definitivamente a Roma. La regla que incluía los votos de castidad, pobreza y obediencia fue aprobada por el patriarca maronita el 18 de junio de 1700, para luego traducirla del árabe al latín. Repasada y aumentada, se aprobó por el Papa Clemente XII, el 31 de marzo de 1732. Conjuntamente al notable desarrollo de la Orden, sea como en número de monjes, como de conventos, el germen de la discordia fue latente entre ellos. Los motivos de este contraste son diversos, así como su oposición interna. Los historiadores nunca los han aclarado definitivamente, pero estos llevaron a una división de la Orden en dos facciones; una que incluye a los monjes Alepinos y la otra a aquellos de la montaña. A pesar de dos intervenciones de Roma, a los cuales los monjes habían recurrido para dirimir los pleitos, las desavenencias no terminan hasta que en 1770 la Santa Sede interviene y constata lo irremediable de la división, la oficializa y divide en dos ramas: La Orden Antoniana Libanesa de los Maronitas (de San Antonio de Abad) y la Orden Antoniana Alepino de los Moronitas.
En la actualidad los monjes son conocidos con la denominación de Orden Libanesa Maronita. A consecuencia de la evolución de los tiempos, desde 1955 ha estado definida como orden no monástica y como tal administra las parroquias dedicándose a la enseñanza. Actualmente la Orden cuenta con 80 casas (17 en el exterior), 300 sacerdotes, numerosos hermanos y postulantes distribuidos en todo el mundo.
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Al+100cia » Vie Oct 03, 2014 11:49 pm

JMJ

Feliz reencuentro peregrinos!!!

Los edificios eclesiásticos, el incienso y los servicios litúrgicos

Durante los primeros siglos, la mayoría de las iglesias católicas, tanto de Oriente como de Occidente, se orientaron de acuerdo con un plano este-oeste (por ejemplo, la Basílica de San Pedro en Roma).Muchas iglesias orientales siguen utilizando este plano básico.

El santuario y el altar están en el este y la puerta principal se encuentra al oeste. Durante siglos, el este ha representado a Dios y la santidad. Para los cristianos, el sol que sale por el este ha sido a menudo un símbolo de Cristo que se levanta de entre los muertos el Domingo de Pascua.

En el ritual del bautismo bizantino, se renuncia a Satanás de cara al oeste y después se gira hacia el este para profesar la fe en Cristo y la Santísima Trinidad. Simbólicamente, se entra en la Iglesia por el oeste- por donde es menos perfecto y menos santo - y se avanza hacia Dios hacia lo que es bueno y más santo…

La mayoría de los servicios religiosos orientales hacen un gran uso del incienso. Un típico servicio de domingo usa incienso por lo menos cuatro o cinco veces. A veces, el incienso se utiliza también para las bendiciones de menor importancia. Quemar incienso tiene muchos significados. En primer lugar, quemar especias y ungüentos es ofrecer a Dios las cosas que podrían ser utilizadas para el placer o beneficio personal. Así, es una forma de sacrificio. Además, el olor del incienso es dulce y agradable, nos recuerda que el culto a Dios da a nuestra vida un carácter limpio y atractivo, lo que se pierde en el pecado. Finalmente, como dice el Salmo 140, nuestras oraciones llegan a Dios como el humo del incienso que sube hasta el cielo.

La mayoría de los servicios litúrgicos cristianos de Oriente hace mucho más énfasis en el Espíritu Santo que los servicios católico romanos o protestantes. Por ejemplo, todo servicio bizantino (excepto de Pascua a Pentecostés) incluye la siguiente oración:

“Rey celeste, Espíritu Consolador, Espíritu de Verdad, que estás presente en todas partes y lo llenas todo, tesoro de todo bien y fuente de la vida, ven, habita en nosotros, purifícanos y sálvanos. ¡Tú que eres bueno!”



Un tema clave en los servicios de la mayoría de las iglesias orientales es también la conexión entre la Liturgia celestial y nuestra Liturgia terrena. Al igual que algunos de los Padres de la Iglesia durante los primeros siglos, los orientales tienden a pensar en su Liturgia como un reflejo de la Liturgia de la Santísima Trinidad con los santos y los ángeles.

En consecuencia, los santos y los ángeles aparecen con mayor frecuencia en la iconografía y en la Divina Liturgia. Uno de los ejemplos más sorprendentes de lo anterior es la oración bizantina de la Entrada al principio de la Divina Liturgia, cuando los ministros ingresan al santuario en la Pequeña Entrada:

“Maestro y Señor, Dios nuestro, Tú has establecido en el cielo los órdenes y ejércitos de ángeles y arcángeles para la Liturgia de Tu gloria. Concede que los santos ángeles entren con nosotros y juntos podamos servir y glorificar Tu bondad. Porque Tú mereces toda gloria, honor y adoración, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre y por siempre jamás. Amén.”


La oración pide que los ángeles de la Liturgia celestial también estén presentes en nuestra Liturgia, y va más allá al pedir que concelebren nuestra Liturgia.


Aunque sería injusto decir que toda Iglesia occidental ignora la resurrección de Cristo o la Pascua, sí se puede decir que las iglesias orientales colocan un mayor énfasis en la Resurrección de Cristo que la Iglesia occidental. La Pascua no es simplemente una de las fiestas más importantes para los cristianos de Oriente, es por sí misma la Fiesta delas fiestas. El ciclo de ocho semanas de himnos y estribillos que usan los domingos durante todo el año los cristianos bizantinos se llama “los tonos de la Resurrección”.

En el servicio matutino del domingo cada semana se lee uno de los Evangelios de la resurrección. En todas las iglesias orientales, la vigilia Pascual y la Divina Liturgia son, sin lugar a dudas, la corona y el centro del año litúrgico, a pesar de su longitud.

Incluso hoy, la dieta de los cristianos comunes con frecuencia es drásticamente restringida durante el Gran Ayuno(Cuaresma), previo a Semana Santa y Pascua.En consecuencia, la bendición litúrgica de todos estos alimentos y su reintroducción en la dieta hace que la Pascua también sea una delicia culinaria. Los cambios en la dieta y los servicios religiosos de Cuaresma significan que todo el estilo de vida cambia radicalmente durante la Pascua, por lo que es no sólo una ocasión religiosa, sino también un importante momento en la vida de la Iglesia.

Debido a la gran riqueza de las oraciones litúrgicas y a su abundancia, la mayoría de las oraciones personales utilizadas por los creyentes cristianos orientales provienen de los himnos y las oraciones de la Liturgia. En la Iglesia de Occidente, un gran número de las oraciones utilizadas para la devoción personal no forman parte de la Liturgia. Son, más bien, las oraciones que surgieron de la devoción personal. En las iglesias orientales, es muy cercana la relación entre la Liturgia de la Iglesia y la devoción personal. La mayoría de las oraciones para uso personal provienen de la Liturgia y cambian con la temporada litúrgica.

Los saludos litúrgicos (por ejemplo en Semana Santa, “Cristo ha resucitado,” la respuesta: “De hecho ha resucitado”) se utilizan en la vida cotidiana.

Cada tradición tiene sus propios servicios litúrgicos distintivos. Las iglesias orientales también tienen ritos (los “misterios”) correspondientes a los siete sacramentos de la Iglesia Católica Romana.

En muchas iglesias el bautismo, la crismación (confirmación), y la primera comunión se dan juntos al recibir a los niños en la comunidad de la Iglesia. En tales casos, los bebés y los niños siguen recibiendo regularmente la Santa Comunión. Aunque el número de siete grandes “misterios” (sacramentos) se ha arraigado en muchas iglesias orientales, otras ceremonias con estructuras parecidas tienen un valor similar, como la profesión monástica.

La Divina Liturgia

En la Liturgia asirio-caldea, la oración antes de la epístola expresa el sentido del pueblo cristiano al escuchar la palabra de Dios en las Escrituras.

“Ilumina, oh Señor y Dios nuestro, los pensamientos de nuestro corazón, para que podamos comprender las palabras de tu bondad que da la vida y los mandamientos divinos. Concédenos en tu bondad y tus misericordia sus frutos de amor y esperanza y la salud bienhechora del alma y del cuerpo. Sin fin vamos a cantar tus alabanzas, Señor del universo, Padre, Hijo y Espíritu Santo para siempre.”

Fuente: “Los cristianos orientales y sus iglesias, Padre Steven Hawkes-Teeples, S.J

¡Oh mi Dios y mi todo! oh,Padre, Hijo y Espíritu Santo.
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Domitila 1956 » Sab Oct 04, 2014 9:45 am

Marón es considerado el primer evangelizador de Fenicia que en el siglo IV conservaba sus ritos y religión pagana con su ejemplo sus discípulos fundaron enclaves de la evangelización del Monte Líbano.

Nació en Siria oyó la voz de Dios y le siguió aceptando sus retos con todo lo que esto significaba, con disciplina rigurosa alcanzo fama de santidad e incluso realizo milagros de curación y conversión, sus virtudes; justicia, castidad, templanza y duro trabajo fueron semillas que planto en otros que harían florecer la montaña del Monte Líbano en la fe solida de Nuestro Señor Jesucristo muere tras corta enfermedad su cuerpo desapareció y parte de su cráneo esta en la Catedral de Foligno.

La escuela que fundo toma su nombre Maronismo de sus discípulos fieles a la ortodoxia de la iglesia católica nace el núcleo de la iglesia maronita y de su pueblo.Se dispersaron de 626 a 750 a causa de la dominación árabe se refugiaron en las montañas del Líbano.

El patriarca ademas de la dirección espiritual tiene facultades temporales otorgados por los árabes, los cruzados, mamelucos, y otomanos entrelazados con los libaneses y maronitas ademas de ser defensor de la fe, la justicia y la libertad de su pueblo.

Con los cruzados en 1098 inicia una nueva época se retoma contacto con la iglesia latina suspendida por la dominación árabe todo esto duro hasta 1224 año de la caída de Jerusalen.

Desde 1291 hasta 1516 pasan periodo de paz y prosperidad relativa hasta 1860 cuando los drusos hostigados por los turcos y preocupados por su autonomía los asesina se habla de mas de viente mil muertos, el Papa Pio XI interviene por petición del Patriarca Elias Hoyek en 1861, se les da nuevo estatuto vigente hasta la primera guerra mundial

La independencia de Líbano se declara el 31 de agosto de 1920 es llamado el Gran Líbano pero el 26 de mayo de 1926 se transforma en República Libanesa y se promulga su constitución en 1944 se obtiene sus completa independencia.

Actualmente Beirut cuenta con 3200000 la mitad profesa la religión catolice y la otra mitad la religión musulmana.

Otros jóvenes maronitas

Tres jóvenes maronitas Gbriel Hawa, Abdallah Quarali y Jose Al-Batn nobles de ricas familias en Alepo Siria deciden dedicarse a la vida de Monasterio. Se presentan al patriarca Stefano Duhai (1704) habiendo ya conocido las ordenes franciscanas, jesuitas y carmelitas propusieron al patriarca el proyecto de una regla mas allá de la de San Antonio Abad que hubiese normas y pronunciación de votos. El 10 de noviembre de 1695 reciben hábitos monásticos, dandoseles el convento de Santo Moura en Edhen sin tomar voto alguno, tres años después pronuncian su primer capitulo y el 10 de noviembre de 1698 el padre Hawa es nombrado superior General, la nueva orden había nacido con el tiempo se les unieron discípulos y fueron llamados monjes libaneses y en 1706 monjes libaneses de San Antonio

La primera prueba fue la disputa entre el padre Hawa que sostenía que el puesto de Padre General debía ser de por vida con carácter misionero, mientras que el padre Quarali decía que el nombramiento debía ser por tiempo limitado y ellos deberían dedicarse al rezo y a la vida común.

Se convoco a un Capitulo General fue depuesto el padre Hawa se establece que e mandato fuera por tiempo limitado y que las decisiones deberían tomarse en conjunto y en acuerdo de sus asistentes, retirándose el padre Hawa a Roma.

Se inicia en la orden los votos de pobreza, obediencia y castidad aprobado por el patriarca maronita el 18 de junio de 1700 se tradujo del árabe al latín repasada y revisada la aprobó el papa Clemente XII el 31 de marzo de 1732.

En el año 1770 la orden se fracciono una en la orden de monjes Antoniana Alepinos de los maronitas y la otra en la orden Antoniana Libanesa de los maronitas ( de San Antonio Abad ). Actualmente es orden no monástica que administra parroquias dedicando-se a a enseñanza.

En estos tiempos cuenta con 80 casas ( 17 en el exterior ) 300 sacerdotes y numerosos hermanos postulantes distribuidos por todo el mundo. Siempre ha mantenido vínculos con el Vaticano y si es considerada como iglesia católica.
Domitila 1956
 
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Sab Oct 04, 2014 5:27 pm


Monasterio San Marón Annaya.-
Imagen

En una de las colinas del Líbano, en la región de Jbeil, se encuentra el Monasterio San Maron Annaya, de la Orden Libanés Maronita. El Monasterio se sitúa en Annaya, cerca de los pueblos de Ehmej y Mechmech.

Annaya es una palabra siriaca que significa corista, coro de fervientes o ermitaños.


Monasterio.- Imagen Imagen

El pueblo de Annaya era una granja de la región de Jbeil, atribuido al monasterio cuando los monjes compraron un terreno, y empezaron la construcción de un monasterio. El primer edificio se concluyo en 1828, el año del nacimiento de San Charbel.

La construcción de la Iglesia y de todos los sótanos se terminó del año 1838 al 1841, y la ermita: San Pedro y Paulo fue construida sbre una colina a 150 mts de altitud del monasterio.

La Orden Maronita.-
Imagen-.empezó formar un conjunto conventual con la ermita y el Monasterio San Maron Annaya, e inicio a la construcción de un nuevo templo, después de la beatificación de San Charbel Makhlouf en 1965.

Esta iglesia empezó a recibir cientos de creyentes que llegaban a Annaya, ya que la proclamación de la santidad de San Charbel, ya estaba estudiada. La consagración de la nueva iglesia, lleva nombre de San Charbel que esta al oeste del Monasterio.

Desde 1974 hasta ahora, el Monasterio sigue reformando el interior y rededor del Monasterio, para atender las necesidades espirituales de los peregrinos.

Dentro de este conjunto esta un museo privado dónde han reunido las sotanas y utensilios de San Chrabel; y el Hostal “Oasis San Charbel” fue construido, al lado del Monasterio para recibir los feligreses que quieren rezar y meditar alrededor del sepulcro del Santo, y pueden tomar alimento y descansar al lado del Hostal, o del parque que garantiza la tranquilidad a las familias y grupos que van al convento.

Escultura de San Charbel.- Imagen

El Monasterio San Maron Annaya, como San Charbel que ha unido el cielo y la tierra, hace una actividad agrícola única, y da múltiples productos, como el vino, las mermeladas y productos lácteos. La actividad de los Monjes Maronitas no se limita al cumplimiento de los deberes espirituales solamente en el Monasterio, ya que también atienden a las Parroquias.

Sepulcro de San Charbel.-
Imagen

Hoy, gracias a Dios y a San Charbel, el Monasterio San Maron Annaya se ha vuelto un lugar de peregrinación nacional e internacional que millones de creyentes visitan para rezar y realizar sus necesidades espirituales diferentes. El monasterio recibe cartas de los cuatros rincones del mundo, invocando la bendición del Santo del Líbano, y requiriendo su intercesión.

Fuentes: Monasterio de San Marón y sepulcro de San Charbel. Wikipedia.
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Antonio_Apostol » Sab Oct 04, 2014 11:01 pm

EPARQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS MÁRTIRES DE LÍBANO.
Margaritas No. 382
Tel. (55) 5554-70-14 y 9149-35-71/72
Fax: (55) 5554-06-56
Col. Florida, C.P. 01030
México, D.F.
Página de internet: www.sancharbel.org.mx

PARROQUIA DE SAN CHÁRBEL
Calle San Chárbel No. 6409
Col. Rincón de las Lomas
Sector 35 C.P. 31216
Tel. (614) 541-60-60
Chihuahua, Chih.
Página de Internet: www.iCharbel.org

CATEDRAL DE SAN MARÓN
(Ntra. Sra. de Balvanera)
SANTUARIO SAN CHÁRBEL
Correo Mayor No. 65
Col. Centro
México, D.F.
Tel. (55) 5521-20-11

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LÍBANO
Manzano No. 31
Col. Florida, C.P. 01030
México, D.F.
Tel. (55) 5661-97-10 / 5661-17-32
Fax: (55) 5661-89-75

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LÍBANO (Puebla)
Av. Hermanos Serdán No. 222
Col. Real del Monte C.P. 72060
Puebla, Pue
Hola, publicó algunas direcciones de Parroquias Maronitas en México, para cuando tengan la oportunidad de ir por estos bellos lugares, se den oportunidad de visitarlas.

TEMPLO DE SAN PEDRO APOSTOL
Calle Tapalpa No. 56
Vallarta Poniente
Guadalajara, Jal.
Tel. (33) 3642-85-89 y 1294-72-12

IGLESIA DE SAN CHÁRBEL
Calle Alamo Esq. Boulevar Carlos Avedrop Dávila s/n
Col. Ampliación Postal Cerritos C.P. 25019
Tel. (844) 439-10-43
Saltillo, Coah.


http://www.sancharbel.com/parroquias_maronitas.htm[img][url][img][/img][/url][/img]
Antonio_Apostol
 
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor Dorys Bencomo » Dom Oct 05, 2014 6:01 am

Hola Amuñoz: gracias por la aclaración, entendí perfectamente por que no es uniata, de allí lo importante de este foro, que buscamos información en internet pero no es correcta, gracias por el aporte
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Re: 7. Órdenes maronitas. 29 septiembre

Notapor nanxdo » Dom Oct 05, 2014 11:49 am

Entrevista a un sacerdote maronista en UruguayManuel es sacerdote católico de la orden maronita de la Virgen María, abocado al servicio de
la comunidad libanesa en el Uruguay.

Entrevistador/a: ¿Cómo llegó al Uruguay?
Manuel: De misión, como sacerdote católico, de la orden maronita de la Virgen María. Tenemos
este templo hace ochenta años; empezó en una carpa y hoy tenemos este templo, de Dieste [el
ingeniero]. La colectividad libanesa en el mundo es religiosa; sean cristianos o musulmanes, o
rusos o evangelistas, son religiosos y participan. Ellos pidieron la presencia de la misión en aquél
momento, y hoy en día todavía estamos con ellos.
Entrevistador/a: ¿Cómo es la relación entre maronitas y católicos (o cristianos)?
Manuel: Primero, cuando uno habla de cristianos habla de varios tipos: están los maronitas u
otra cosa. Pero cristianos son todos los que creen en Dios, Jesús Cristo. Hay gente que vive una
línea de fe que se llama católica, hay otros que viven una línea de fe, que son ortodoxos, y hay
otros que viven una línea de fe que se llama evangelista. Cuando empezó a pasar todo lo que
pasó con Jesús, cuando en Jerusalén, en Tívoli, nuestros ancestros, los fenicios, empezaron a
conocer la fe, pues ellos eran ateos; no creían en Dios; creían en todo: en el sol, la luna y en
todos los dioses, menos en Dios, el Creador. Y luego, empezaron a conocerlo. Así empezó el
nacimiento de nuestra Iglesia oriental, que no era solamente maronita. Luego, quien
representaba a estas personas se llamaba Marón (estamos hablando del año 400 ahora) y sus
seguidores empezaron a conocerse como maronitas, que significa: los discípulos de Marón. Ésta
Iglesia maronita tiene una línea de fe que se une con nuestro papa; no hay un ortodoxo maronita
o un católico maronita: hay sólo maronitas.
Entrevistador/a: ¿Quiere decir que es diferente, por ejemplo, a la confesión jesuita o a la
salesiana?
Manuel: La maronita no es una confesión dentro de la Iglesia: no son orden, son Iglesia. La
Iglesia maronita tiene dentro órdenes, como los jesuitas. Es una Iglesia local, pero existe en todo
el mundo. Sigue la misma línea de la fe que la católica, pero es una Iglesia que tiene su
patriarca, y depende del patriarca-obispo. El patriarca está unido al papa y está en el Líbano. Se
le llama Iglesia local, pero se ha expandido a muchos otros países.
Entrevistador/a: ¿Están más cerca de los católicos o de los ortodoxos?
Manuel: En el caso de la Iglesia Maronita no hay ortodoxos ni católicos. Es una Iglesia, no es
una orden dentro de la Iglesia. Hay órdenes, como la orden maronita de la Beata Virgen María
acá, que es una orden religiosa adentro de la Iglesia maronita. Y jamás se separó del papa; es
una línea de fe unida al papa, unida a la Iglesia católica. Pero no es católica u ortodoxa, es
maronita.
Entrevistador/a: ¿Cómo fue su llegada al Uruguay en el 2003?
Manuel: Por nombramiento. Me nombraron como superior de la misión; como se llama: servidor
de los libaneses. Vine con mucha alegría. Antes, estuve en la Argentina cuatro años.
Entrevistador/a: Usted me corrigió, me dijo que sirio-libaneses no debería decirse, ¿por qué?
Manuel: Porque es como decir uruguayo-argentino. No sé si usted es uruguayo-argentino o
arge-uruguayo o argentino. Es decir, con todo respeto a los sirios. Hay una historia común,
cuando vinieron los turcos y abusaron del Líbano, de Siria, de Jordania, de toda aquella zona. El
Líbano y los sirios estuvieron debajo de este dominio y tuvieron que viajar con pasaporte turco.
Nos llaman "turcos" a todos, por falta de conocimiento. Hubo un acercamiento porque se habla el
mismo idioma; formalmente se acercaron y formaron algunas instituciones comunes, clubes,
instituciones sirio-libanesas. En Argentina, hay un hospital sirio-libanés, que lo formaron juntos.
Pero no hay una comunidad sirio-libanesa. Hay club, institución, hospital sí, pero los libaneses
son libaneses y los sirios son sirios. Y mucho más ahora que antes, luego de la Guerra de
Treinta años cuando los sirios abusaron de nuevo del Líbano. Hicieron peor que los turcos en
una época, viste. El régimen, no la gente, que son amigos. Y hoy estamos en la lucha para que
Siria reconozca al Líbano como país, que ella no nos reconoce. Los sirios entran al país, salen
del país, entran armas, sacan armas, dan órdenes a Hezzbolah, dan otras órdenes a otras
milicias que obran y tienen influencia en el Gobierno. Gobiernan con la fuerza, y cuando no les
gusta, muere alguien, en auto-bomba y otras cosas.
Entrevistador/a: ¿Se sabe cuántos descendientes de libaneses hay en Uruguay?
Manuel: Aproximadamente son sesenta y cinco mil. Dicen que somos la tercera colectividad en
el Uruguay, como en la Argentina. En Argentina son dos millones y medio. En Brasil son diez
millones. Aquí, si vos vas a Rivera, a Artigas o a Salto, a Flores, a Durazno, a Río Negro, acá, a
Montevideo, a Maldonado, en todos los rincones del país vas a encontrar una colectividad
libanesa. En Salto hay libaneses todavía, libaneses libaneses, señores que son jóvenes, de
nuestra edad, de treinta para arriba, de veinticinco para arriba. Vinieron del Líbano cuando la
última guerra, y viven. Ayer estuvimos en Tacuarembó y hubo una fiesta hermosa, para
encontrarnos como libaneses a Fin de Año. Bueno, y hablaban […] de mucha presencia también
de los libaneses y de que quieren más.
Entrevistador/a: ¿Y en qué áreas de la economía se han ubicado, sobre todo?
Manuel: Sobre todo, en el comercio, en los negocios, en posiciones medianas y altas. Hay
muchos trabajadores medianos, y hay gente, pero no son mayoría, que tiene negocios, plata,
empresas, y hacen negocios con el exterior.
Entrevistador/a: ¿Quiere decir que, desde el punto de vista económico, usted estima que la
comunidad libanesa ha sido exitosa?
Manuel: Normalmente, sí, gracias a Dios. Hay gente fuera del país, también. Hay gente que fue
a Brasil o Argentina, que estaban acá y fueron buscando más negocios, o que incluso volvieron
al Líbano en la nueva etapa. Bueno, hay gente que vive seis meses en el Líbano y seis meses
acá, seis meses en Europa y seis meses acá. Yo tengo amigos que viven así. Bueno, también
hay gente humilde pero trabajadora; su casa es muy pequeña pero son muy queridos por los
vecinos. Jamás podrás escuchar que un libanés vaya contra la política o contra el país. Un
libanés primero se involucra con el país en que está: es primero uruguayo hasta la muerte, y
después descendiente de libanés. Pero es libanés, con su sangre libanesa, como los fenicios
antiguamente; son gente de civilización. El Líbano conquista Medio Oriente con la paz y la
civilización. La Universidad de Medio Oriente es el Líbano; el sanatorio, el hospital de Medio
Oriente es Líbano; el descanso de Medio Oriente: el refresco, el mar, la montaña, el agua, el
verde, en medio del desierto muy grande (usted lo conoce más que yo). El libanés es el más
bienvenido de Medio Oriente: a los árabes les gustan, a los occidentes, a los franceses, a los
americanos… A todos. Seguramente, usted conoce a alguien que vino de allí. Puede decirte
cómo es.
Entrevistador/a Hábleme un poquito de la colectividad libanesa aquí. Por ejemplo, ¿tienden a
casarse entre sí?
Manuel: No, los que conozco acá, ninguno. No sé si dos familias que vinieron del Líbano se
fueron a casar al Líbano y después volvieron. Dos o tres familias. Pero después, son casados
con italianos, con alemanes, con uruguayos. Pero no hay, no, un racismo. El libanés está abierto.
Como el idioma [pasa lo mismo]. Hay gente que no sabe nada del idioma [árabe]; ya se
involucraron en la otra sociedad y se metieron con toda la fuerza.
Entrevistador/a: Cuando habla del idioma ¿se refiere al árabe?
Manuel: Mejor dicho, cuando vinieron los abuelos, era arameo. Estamos hablando de cien años
atrás, del 1890, 1860, cuando empezó la migración grande. Hablaban arameo en el Líbano,
Siria, Jordania. Bueno, conservaban aquella tradición, aunque, como usted también sabe mejor
que yo, cuando la invasión árabe islámica en el 1700, obligaban a que se hablara árabe. Pero
hoy en día hay una mezcla del idioma, gramática del arameo pero vocabulario entre árabe y
francés; es otra cosa. Hoy día un libanés habla, mientras está hablando contigo, francés e inglés,
y en algún caso español. Hoy, en el Líbano, no se habla solamente libanés; hay una mezcla
idiomática […].
Entrevistador/a Y dígame, ¿acá tienen sus propios institutos de enseñanza para los niños?
Manuel: Tenemos; propio, no tanto. El centro educativo Líbano, pero no es solamente para los
libaneses; es para el barrio.
Entrevistador/a ¿Es una escuela pública?
Manuel: No, es privada. Pero no es para los libaneses, es para el barrio. Bueno, es la
enseñanza común que todos queremos. En una época, en los primeros pasos […] era para los
libaneses e hijos de libaneses, que hablaban todavía libanés y estudiaban el árabe, y todas esas
cosas. Ahora, no es tanto, no.
Entrevistador/a El vínculo de la colectividad libanesa con el Líbano, ¿cómo es? ¿Se está
fortaleciendo más ahora, en los últimos años, por alguna razón?
Manuel: Mirá, por el tema de las guerras, estuvimos muchos años separados. Antes de eso,
cuarenta años atrás, nuestro presidente vino acá, hizo una visita grande, hubo un contacto más
cercano. Pero por la guerra se dio una separación muy grande, y a comienzos de los 80 iban a
cerrar la Embajada libanesa, porque se consideraba una carga; no hay mucho movimiento
político acá y no se podía sostener. La colectividad libanesa del sur del país, del norte del país,
del este al oeste, juntaron plata y compraron la Embajada, y prohibieron que se cerrara la
Embajada en el Uruguay. Bueno, y hasta hoy los libaneses aman al Líbano. Para ellos, el
embajador del Líbano es el presidente del Líbano. Es así. Hay mucho cariño. Los libaneses
están enamorados del Líbano, lloran cuando hablan del Líbano, les gusta comer la comida
libanesa, les gusta bailar el baile libanés. A nivel político, no se quieren involucrar con las
divisiones internas del Líbano. Siempre buscan esta libertad, la libertad de apoyar la parte de la
defensa que el pueblo libanés quiere hacer […]. Afuera, los libaneses quieren ser uno: no se
forman partidos y no se dividen por política.
Entrevistador/a: ¿Hay algunos canales institucionales entre el Líbano y la colectividad libanesa
aquí en Uruguay, aparte de la Embajada?
Manuel: Seguro. Hay, en Uruguay, dos representantes de los libaneses: la Iglesia libanesa
maronita y la Embajada libanesa. La Iglesia existió antes que la Embajada. La Iglesia fue la
primera; el padre que estaba acá puso los primeros dólares para juntar la plata para la
Embajada. Y nosotros, hoy en día, los uruguayos libaneses, los libaneses uruguayos, consideran
la presencia del párroco libanés muy importante.
Entrevistador/a: ¿En otros departamentos del país hay algún templo?
Manuel: Yo represento a los libaneses, y a los sirios también. Vamos a alguna parroquia de la
Iglesia católica, y pedimos que nos presten el templo [en el Interior]. Hay una linda relación.
Entrevistador/a: ¿Cuáles son sus celebraciones más importantes en el año?
Manuel: La fiesta de Nuestra Señora del Líbano. Acá, es el último domingo de mayo.
Entrevistador/a: ¿En qué consiste?
Manuel: Es la madre del Líbano, Nuestra Señora del Líbano, la Virgen. Vienen los libaneses
(hacemos muchos encuentros antes de preparación), después hacemos una misa, cantos
libaneses, algo así. Después hacemos un encuentro de familias, donde se hacen bailes
libaneses, cantos libaneses, comida libanesa [sic].
Entrevistador/a: ¿Cuál es la comida típica libanesa? ¿Cuál es el plato típico?
Manuel: Son varios. El kebbe es la carne con trigo burgol molido; el tabule, que es como una
ensalada con borgul, cebolla, perejil, tomates, limones, todo eso. Después, los dulces libaneses
también [son típicos].
Entrevistador/a: ¿Hay algún restaurante libanés en Montevideo?
Manuel: Hay una empresa chiquitita, que se llama Rafi; es un poco armenio, pero hace comida
libanesa, comida de medio oriental, comida armenia. Pero hay otro que se llama Yakar, que es
un restaurante que hace comida libanesa, donde hay baile libanés y todo.
Otra de las fiestas importantes que celebramos es la Independencia del Líbano, que fue recién,
el 22 de octubre; empieza una semana antes y se extiende más o menos algunos días después.
Primero, empezamos acá en la Iglesia el primer fin de semana antes del 22, hacemos una misa
con la colectividad, hacemos ofrendas florales en la plaza Líbano, acá en el barrio, y se unen las
instituciones para esta ofrenda.
Entrevistador/a: ¿Viene el embajador, también?
Manuel: Viene, normalmente. Cuando puede, viene; cuándo no puede, no viene. Pero sí,
normalmente viene.
Entrevistador/a: ¿Cuánta gente se junta, más o menos?
Manuel: Cuatrocientas personas, quinientas personas, entre el barrio y los libaneses. Después,
el 22 de octubre es el día de la Embajada; toda la colectividad va a visitar al embajador, a pasar
un tiempo a la Embajada (que está en la calle Rivera). También se hace a las once de la mañana
una ofrenda floral en plaza Matriz, con todas las colectividades amigas.
Entrevistador/a: ¿Cuáles serían las principales preocupaciones de la colectividad libanesa en el
Uruguay (aparte de la relación con el Líbano, la guerra y la situación política)?
Manuel: La parte cultural. Tratamos de trabajar con la gente del país, tratando de defender al
Líbano, que necesita defensa ahora, y reflejando la verdadera imagen de los libaneses […],
porque en algún momento de la historia fue muy destruida esa imagen. Pero gracias a Dios, por
la gente que ama al Líbano, no se permitió que la imagen del Líbano se destruyera […] [producto
de] la corrupción que se realizó en nuestro territorio libanés, por tanto terrorismo, tanta droga,
tantas matanzas.
Entrevistador/a: ¿No hay conflictos dentro de la colectividad en Uruguay? ¿No hay distintas
líneas?
Manuel: No, gracias a Dios
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