pam_gonzalez escribió:Buenas tardes a todos: Me gustaría saber a qué se refiere la expresión "la alegría del cristiano". En ocasiones leí algún mensaje del Papa o algún artículo de la Iglesia en donde se lo menciona.
Hace unos meses, al terminar una confesión, el sacerdote me dice: "Bueno, ahora vamos a rezar y pedirle a la Virgen que te devuelva la Alegría"...Channn.! Yo no comprendí a qué se refería con eso,pues no noté haber hablado con pesimismo o tristeza o algo parecido; me quedé confundida, pero no pregunté nada, sólo lo acompañé en el rezo.
Por otro lado, En varias ocasiones, durante los últimos 3 años, he recibido la crítica de mi esposo de que ya no soy la mujer de antes, que cambié muchisimo, que ahora soy una persona amargada, que tengo cara de enojada todo el tiempo.
Éstos llamados de atención que me están haciendo: ¿Se trata de lo mismo? ¿Son cosas distintas pero con una relación implícita entre ellos?.
Muchas gracias por su tiempo y aporte, al que lo pueda dar.
Estimada en Cristo Pam:
Pues dice la sabiduría popular que "cuando el río suena, es que agua lleva". Es decir, si diferentes personas en diferentes contextos están coincidiendo en decirte algo, pues evidentemente lo más probable es que eso tenga una parte significativa de verdad.
En general, la vida es dura, y conforme vamos creciendo, vamos sustituyendo la inocencia e ingenuidad infantiles y juveniles por lo que consideramos actitudes "realistas" y "maduras"; pero en muchas ocasiones, bajo esos adejetivos lo que en realidad escondemos son actitudes defensivas de suspicacia, desconfianza y, si, desencanto y amargura. Actitudes de "¡ya aprendí!", "¡ya no me la vuelven a hacer!". Y esto no necesariamente lo vivimos internamente como un acto de rencor, sino simplemente, insisto, como una actitud "realista" ante la vida. Pero, la verdad, es que en ello es donde perdemos la alegría propia de los seguidores de Cristo. No quiere decir, por supuesto, que entonces tengamos que ser ingenuos ante la vida, ya el Señor nos dijo que debíamos ser "astutos como serpientes y sencillos como palomas." . Lo que pasa es que nos quedamos solamente con la primera parte, la que exageramos y reforzamos, y nos olvidamos generalmente de la segunda.
El cristiano es alegre por naturaleza porque, pese y en medio de las más grandes dificultades que a veces nos presenta el mundo, el cristiano sabe y tiene la certeza de que el Amor de Cristo tiene YA asegurada la Victoria Definitiva que Cristo ganó en la Cruz. Lo demás son solo dificultades pasajeras. Esa conciencia -la de la Victoria del Amor de Cristo-, cuando se tiene realmente, permea tanto la vida de la persona que modifica radicalmente la forma en que recibe e interpreta todos los acontecimientos de su vida, de forma tal que nada ni nadie puede afectar ya esa alegría profunda y fundamental que viene de tener la certeza del Amor y el Triunfo del Señor. Es algo que no se puede fingir, ni forzar, pero que tampoco se puede ocultar. Por tanto, si no se ve en nosotros, eso habla de que nos hemos dejado llevar más por las preocupaciones, valores y formas de actuar del mundo, que por el Amor de Cristo.
En fin, creo que es importante prestar atención al llamado de la gente que te quiere y te hace esas observaciones y recomendaciones no por molestarte ni menoscabarte en modo alguno, sino porque nota que hay algo bueno que has perdido y que es importante recuperar.
Que Dios te bendiga.