Compañeros y compañeras de estas rutas monásticas, no es el final de la ruta sino el comienzo de otro tramo en el camino que nos lleva a Dios. Ha sido interesante e intensa la marcha hasta acá. La coordinadora y los moderadores han estado y son estupendos, y ejemplos de perseverancia y motivación a la Fe. Cuando pienso en todo lo que cada uno ha aportado y se ha mantenido unido en estas rutas, me viene a la mente una expresión que siempre está allí: Dios de lo visible y de lo invisible. Este foro ha corroborado el principio de que Dios une a las personas; que todas se unen en el Amor a Dios sin importar ninguna condición, especialmente en este medio donde sólo somos visibles a través de nuestro pensamiento y el Amor a Dios. A quien amamos y no vemos. Pero si lo sentimos en los otros. Este curso para mí ha sido una manera de comprender a los otros a quienes no veo y de esforzarme en entenderlos y en dar lo mejor de mi.
Me ha llamado la atención un aspecto común en todos los ermitas, monjes, abads y abadesas y santos: en un momento de sus vidas se dieron cuenta de la importancia de Dios en la vida de cada uno de ellos. Que la vida no era nada sin Dios al frente.
Una vez consciente de ello, muchos se convirtieron y se dedicaron a ayudar a los otros, a los pecadores, a los menesterosos, a los confundidos, a los que lo tienen todo físicamente pero no espiritualmente, a los huérfanos de Dios, a los enfermos y a muchos otros. Esta puede ser la historia de muchos laicos.
También otro aspecto es el de la unión de todos los que buscan a Dios: las distintas órdenes, las iglesias, las peregrinaciones, el turismo religioso para fortalecer lazos de Dios. Creo que esto se hizo en este curso maravilloso.
La inspiración divina para construir lugares de encuentro, de oración y contemplación; y trabajo.
Trabajar para el Señor. Trabajar en lo más sencillo y lo que provee a las comunidades: el trabajo de la tierra. Los frutos del trabajo son compartidos en las mesas de cada individuo de la comunidad. Los hermosos viñedos que exigen un cuidado riguroso y un mantenimiento intensivo para producir un vino que está en al altar para su consagración.
El cuidado del trigo para producir el pan diario que va a la mesa de cada uno.
Orar: para quien? Para qué?. Orar en todo momento y en las horas de oración. Orar para agradecer, para pedir por otros. Orara para pedir la protección de Dios: una alianza. Pedir la paz con Dios.
Protección: me llama la atención la orden de los templarios y la Orden de Jerusalem, entre otras. La protección física, y espiritual. Los monasterios y conventos, fortalezas de Dios.
Podría seguir pero creo que esto es un resumen de lo que siento y pienso.
En lo personal, desde pequeña he sentido la necesidad de orar a Dios y de pedir su ayuda porque El es el Creador, el Padre y la máxima autoridad del mundo visible e invisible. No he dejado de orar. Me ayudó en el encuentro un camino de colegios católicos y de talleres, y reconozco que no hago todo lo que quiero, si hago lo que puedo y un poquito más como es dedicar tiempo y cariño a este curso online que me ayuda a fortalecerme y a entrar en contacto con otros que pueden sentir como yo siento aunque no sea religiosa.
Tambien este curso me ayudó a encontrar que mi vida ha sido y continua siendo como estos parajes monásticos: me gusta la soledad y contemplar la grandeza de Dios; ayudar en la medida de lo posible a aquel (lla) que lo necesite. No soy perfecta ni me acerco pero estoy consciente de que cada día es una bondad de Dios y El sabe lo que le da a cada uno.
Gracias y bendiciones a ustedes compañeros y compañeras, a Hini, a Pepita y a AMuñoz, y a los demás de este curso.
Hago servicio voluntario en mi parroquia, en el despacho parroquial y mi jefe es el Señor. Estoy en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Maracaibo, Venezuela. En esta temporada estoy asistiendo todos los días.
Cuando algún vengan me pueden contactar (aunque cuesta muchísimo) en facebook como Cristina Castillo O'Brien. Mi correo es
castillobrien_c@yahoo.com. Sus mensajes los recibiré con mucho cariño.
Dios nos bendiga a todos!
Paz y bien,
Cris
tina