por bernardoramirez » Dom Jul 31, 2016 8:16 pm
DIPLOMADO APOLOGÉTICA
MODÚLO 1 CLASE 11
Participante: Bernardo Alonso Ramírez Betancur
COMENTARIO:
“LA IGLESIA CATÓLICA EN EL A.T y N.T”
Ha sido muy fascinante hacer todo el estudio propuesto en esta lección 11, del módulo 1 sobre “LA IGLESIA CaTÓLICA EN EL A.T y N.T” De esta forma he podido ver comprender como Dios en su infinita sabiduría dentro de la historia de la salvación ha presupuestado grandiosamente la manera de acompañar al hombre en su rehabilitación espiritual y así logre recupere su estado de gracia mancillado con el pecado original una vez llevada a cabo su obra creadora.
Es fascinador mirar el actuar de nuestro Padre Dios desde el momento en que se elige su pueblo y va estructurando toda una empresa espiritual, la cual le da un tinte complementario con una rama administrativa en donde jerarquiza su actuar valiéndose de hombres elegidos y sustraídos de su pueblo predilecto. Este proceso se inicia con la era patriarcal con Noé y pasa por Abraham hasta Moisés y David, hombres elegidos por Dios como sus intermediarios con su pueblo y asumen el liderazgo en la ejecución del proyecto salvífico de Dios. (Gn, 41, 39-42; Ez 34, 23-24; Ex 25, 20-22; Lv 16, 2). En estos patriarcas se configura la cabeza visible de la Iglesia, el Vicario de Cristo, llamado también Santo Padre, Soberano Pontífice, el Papa. (Is 22, 20-24)
Complementa de modo admirable Dios su inteligencia al inspirar a estos hombres, en especial a Moisés por medio de su suegro Jetró, el cual era también sacerdote de Medián y quien aconsejo a Moisés se rodease de personas afines a Dios para que le colaborasen en la misión que Dios le había confiado. Moisés escucho el consejo de su suegro y eligió hombres capaces y los brindo autoridad sobre grupos de mil personas. Es en este instante donde se instituye el Magisterio de la Iglesia y el cual lo conforma todo el Episcopado en comunión con el Papa a nivel mundial con sus respectivas Iglesias particulares (Ex 18) Ellos inspirados por el Espíritu Santo guían a la Iglesia y desde la sana Doctrina dan solución a la luz de la fe a toda realidad que ella afronte. De esta forma se establece el gobierno eclesial que en el Concilio se reúne a forma de Concejo y deliberan en beneficio del pueblo a fin de conservar el orden.
Se va perfeccionando todo este caminar eclesial del A.T con la elección de los Profetas quienes son instrumento de Dios con su Pueblo, entre otros, Isaías, Jeremías, Daniel, Oseas, Amós, Habacuc, etc. Tanto los Patriarcas como los Profetas eran líderes de condición pecadora, ya que de algún modo habían ofendido abiertamente a Dios como es el caso de Moisés quien desobedeció a Dios por lo que no logró llegar a la tierra prometida. (Nm 20, 1-12)
A este perfeccionamiento de la Iglesia en el A.T se suma la parte sacramental que ya en la Iglesia Patriarcal hace su aparición con el aceite de la santa unción, con el incienso perfumado (Ex 30, 31-32; 30, 35), el agua santa (Nm 5, 17), La Mitra y los vasos sagrados (Lv 8, 9-10; Jos, 6-19). De modo se va generando una seria de paralelos entre la Iglesia del A.T y la Iglesia del N.T y se inserta la función sacerdotal a similitud de Arón y sus hijos quienes ejercen el sacerdocio (Ex28, 1), lo que sucede con el Obispo que consagra sus sacerdotes en su diócesis, los cuales usan las vestiduras sagradas en el ejercicio de su ministerio, los mismo que el Obispo con su atuendo sagrado, su mitra, solideo, báculo como signo de autoridad.
Todo lo anterior converge hacia el N.T en donde vemos una Iglesia que en el plano jerárquico es conducida por el Papa, los Obispos, quienes ayudados de los Sacerdotes y diáconos velan por el pueblo de la Nueva Alianza mediante la administración de los sacramentos como la eucaristía en la que se expresa la eficacia del sacrificio de Cristo por los pecados del hombre; la reconciliación, el bautismo, la confirmación, la unción de enfermos, convirtiéndola en instrumento de salvación para el hombre. Esto hace que en su interior se viva la caridad, la comunión y en su sentido universal trabaja mediante la predicación y la enseñanza por su afianzamiento en todos los lugares de la tierra.
Cabe resaltar como se va perpetuando en el tiempo el accionar eclesial en el mundo mediante la sucesión apostólica en la que mediante la imposición de manos se va transmitiendo, al igual que en el A.T (Dt 34, 9), la autoridad y el liderazgo, pues a quien se le imponen las manos es invadido por la acción del Espíritu Santo para desempeñar bien sea, el cargo episcopal, sacerdotal o diaconal en los que la obediencia al Evangelio de Cristo se hace perenne su presencia como medio salvífico para la humanidad de todos los tiempos.
Bendiciones.