Estimado pa bli to y demás hermanos en Cristo:
Lo que dice el Santo Padre es que la tendencia en sí misma no es un pecado o algo que permita culpar y denunciar a la persona, que -como bien señala la hermana monik mediante la parte que subraya- si una persona, a pesar de esa tendencia, decide NO hacer los actos desordenados a los que esa tendencia podría condicionar, sino auténticamente busca al Señor y su Justicia con buena voluntad, entonces no hay motivo para juzgarle o criticarle. Y, por si quedara cualquier duda sobre que este es el sentido que quiso dar a sus palabras el Santo Padre, él mismo indica que el Catecismo lo "explica en forma muy linda". ¿Y que es eso que el Catecismo explica en forma muy linda? Pues esto, donde es clara la denuncia respecto a que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados, más no así una tendencia innata que no es motivo de juicio y de culpa, sino es más bien una prueba, y en donde las personas que buscan al Señor a las que se refirió el Papa Francisco claramente son aquellas a las que cumplen con lo establecido en los numerales 2358 y 2359:
Castidad y homosexualidad
2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que ‘los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’ (CDF, decl. "Persona humana" 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.
2359 Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.
Evidentemente, ni en NADA de lo enseñado por el Catecismo, ni, por consiguiente, en NADA de lo dicho por el Papa Francisco hay equivocación, desviación doctrinal o ambigüedad alguna.
La ambigüedad comienza cuando alguien no entiende o no quiere entender qué significa "seguir al Señor" y, encima, ignora completamente lo que dice el Catecismo al respecto y que claramente se puso como remache y seguro para evitar toda posibilidad de interpretación equivocada respecto a un tema tan delicado.
De los periodistas cabe esperar semejante grado de ignorancia, aún de los corresponsales para los asuntos del Vaticano y del Papa que, por profesión siquiera, debieran informarse y conocer un poco más. Sin embargo, bien sabemos que el periodismo actual por todo se caracteriza menos por su nivel cultural y su objetividad, por eso, teniendo el conocimiento para saber interpretar o no, pues nada mejor que una frase que se pueda sacar de contexto para obtener un titular sensacionalista. Eso no es nada nuevo y, por lo mismo, un titular así es más motivo de un resignado "estos periodistas no cambian" que de escándalo alguno.
Lo escandaloso en realidad -y lo digo, sin afán de criticar u ofender, sino como una reflexión profunda- es que nosotros, como católicos, no tengamos la capacidad de entender y explicar qué es lo que el Papa dijo en realidad (nótese: NO dije "quiso decir", sino claramente dije "
DIJO" porque el Papa no se equivocó ni fue ambiguo en lo que DIJO). Y, a causa de ello, le "sigamos el juego" a los periodistas, reforzando la impresión de que el Papa dijo algo "sorprendente" y que pudiera "significar un cambio de rumbo". Generando ya sea "alegres expectativas" de que "ahora si la Iglesia se va a 'modernizar' "; o bien, si somos más conservadores, como parece ser tu caso, generando estas preocupaciones que quisieran ver un "San Pablo" como si el Papa estuviera incurriendo en actos equivocados.
Asi no extraña, pues, el comentario que me decían hace poco: que Leonardo Boff estaba muy contento con el Papa Francisco, a lo que simplemente respondí "se ve que no entiende cómo piensa el Papa Francisco".
A mi lo que todo esto me recuerda en realidad es la expectativa general que se produjo en su momento en torno a que el Siervo de Dios Paulo VI daría "carta abierta" al uso de anti-conceptivos. Producto de una frase aislada por aquí, una filtración por allá, etc. Si, seguramente muchos esperaban un documento con la tónica de "si se pueden usar, pero solo cuando sea pertinente ¿eh? no nada más porque si". Lo que, para muchos suele significar en realidad "bueno, nadie pretende usarlos para dedicarse a la prostitución, asi que queda claro que los esposos que no quieran tener hijos los pueden usar libremente para lo que se supone que los querrían usar". Esa era la expectativa que se había generado.
Grande entonces fue la sorpresa cuando el documento real y formal emitido por el Santo Padre, la famosa Humanae Vitae, lejos de ser ese permiso abierto y casi incondicional, fue una muy firme y tajante reafirmación de la santidad y rectitud de la Doctrina Católica en la materia. Desafortunadamente, todos esos que ya se habían creado expectativas, e incluso habían comenzado a actuar (recomendando y usando esos medios), no pudieron aceptar esa buena enseñanza del Magisterio Supremo de la Iglesia. Y no fueron pocas las instancias de enojo, desobediencia y rebelión, casi diríamos, de "decepción": "no era tan bueno como pensábamos", "no se atrevió", "no lo dejaron", etc. Pero la realidad es que lo único que hubo es que la gente escuchó, leyó y pensó lo que quiso escuchar, leer y pensar; y nunca se tomó la molestia de escuchar y entender QUÉ era lo que realmente estaba haciendo y diciendo el Santo Padre.
Y una nota final: NO, NO ES IMPRUDENTE expresarse con la Verdad cuando se sabe que hay periodistas y terceros que pudieran tergiversarla.
De entrada es imposible que el Papa haga una exposición completa de la integridad de la Doctrina Católica siempre que hable de cualquier tema para expresamente evitar todo posible intento de error interpretativo.
Lo segundo es que no conoce a los periodistas quien crea que siquiera eso sería efectivo, porque si no encuentran su "frase explosiva", muchos periodistas de hoy se especializan en "inventarsela" sacando francamente de contexto, cuando no abiertamente tergiversando y hasta cambiando las palabras del entrevistado.
Pasando a las consecuencias, si se generara la impresión de que la Iglesia desaprueba tajantemente al homosexual sin distinción y todo lo relacionado con él, pues la primera víctima serían justamente esos homosexuales que carecen completamente de culpa de tener esa tendencia y que, por otra parte, se esfuerzan diariamente por vivir esa prueba de acuerdo a la Voluntad del Señor. La Iglesia, lejos de ser para ellos un Refugio, una Madre comprensiva y orientadora, se convertiría en parte de esa lápida que incrementaría el terrible peso que ya de por si cae sobre los hombros de estos hermanos.
Y bueno, las siguientes víctimas seríamos todos los demás, que nos veríamos orillados a tratar con falta de caridad a nuestros hermanos que más bien merecen nuestra comprensión y apoyo solidario en llevar esa cruz que les tocó cargar. Incurriendo así en una injusticia que nos sería imputable, falsamente confirmados en esta erronea actitud a causa de declaraciones
Por el contrario, lo que ha hecho el Papa Francisco es desaprobar a los homosexuales que se organizan en un "lobby", es decir, a aquellos que se escusan en esa tendencia para buscar de manera organizada crear grupos de presión que traten de abusar de diferentes medios y recursos para imponer una parcial, torcida e inmoral visión de las cosas y sus consecuencias.
El Papa está OBLIGADO a hablar con la Verdad sin importar lo que otros hagan con ella. Por supuesto que puede elevar su voz con más claridad ante los malos entendidos y tergiversaciones, como en su momento lo hizo Benedicto XVI ante los abusos mediáticos, como en su momento lo hizo el Siervo de Dios Paulo VI con la Humanae Vitae. Porque los que realmente están pendientes de la Verdad y quieren seguirla, tienen derecho a escucharla. Y te aseguro que asi como para ti pudo ser desconcertante escuchar estas palabras que te han causado sorpresa, estas seguramente han sido mucho más que una bocanada de aire fresco y fuente de ánimo y alegría para los hermanos que tienen la tendencia homosexual y que REALMENTE quieren seguir al Señor.
Que Dios te bendiga